Avance - Interpretación - Mondoñedo

7
ALUMNO: Huali Acho, José Alfredo CÓDIGO: 13030008 BREVE AVANCE DEL ARTÍCULO FINAL Como se manifestó en la sumilla, la hipótesis que dirige este trabajo se orienta a la interpretación psicoanalítica del cuento “Idealismos” de Clemente Palma, con el fin de estructurar al sujeto central del texto como un ente que intenta escapar de la realidad factual (y de sus subsecuentes reglas y compromisos) para acercarse –más bien– a un plano espiritual trascendental. Esto ejecutado a partir de la confrontación de caracteres entre ambos entornos, pues los elementos de la realidad factual serán concebidos como disolubles, perecederos en el tiempo, mientras que los componentes de lo ideal/trascendental exhiben una singularización: la trascendencia, la universalización. En este pequeño adelanto del trabajo final, se intentará esclarecer algunas de las ideas mencionadas en la tesis anterior, para lo cual se empleará el grafo del deseo lacaniano como herramienta de estructuración de las respuestas entre el sujeto del relato y el Otro regulador. Antes de pasar al análisis propiamente dicho, resulta necesario relatar escuetamente el argumento del texto de Palma: Este relato se presenta como las páginas de un diario en donde un narrador anónimo cuenta la historia de su relación con su amada Luty, muchacha inocente y pura, a unos referentes (a los que denomina “espíritus burgueses”). Este hombre revelará dos aspectos extravagantes: primero,

description

Avance - Interpretación - Mondoñedo

Transcript of Avance - Interpretación - Mondoñedo

ALUMNO: Huali Acho, Jos AlfredoCDIGO: 13030008BREVE AVANCE DEL ARTCULO FINALComo se manifest en la sumilla, la hiptesis que dirige este trabajo se orienta a la interpretacin psicoanaltica del cuento Idealismos de Clemente Palma, con el fin de estructurar al sujeto central del texto como un ente que intenta escapar de la realidad factual (y de sus subsecuentes reglas y compromisos) para acercarse ms bien a un plano espiritual trascendental. Esto ejecutado a partir de la confrontacin de caracteres entre ambos entornos, pues los elementos de la realidad factual sern concebidos como disolubles, perecederos en el tiempo, mientras que los componentes de lo ideal/trascendental exhiben una singularizacin: la trascendencia, la universalizacin. En este pequeo adelanto del trabajo final, se intentar esclarecer algunas de las ideas mencionadas en la tesis anterior, para lo cual se emplear el grafo del deseo lacaniano como herramienta de estructuracin de las respuestas entre el sujeto del relato y el Otro regulador.Antes de pasar al anlisis propiamente dicho, resulta necesario relatar escuetamente el argumento del texto de Palma: Este relato se presenta como las pginas de un diario en donde un narrador annimo cuenta la historia de su relacin con su amada Luty, muchacha inocente y pura, a unos referentes (a los que denomina espritus burgueses). Este hombre revelar dos aspectos extravagantes: primero, una filosofa peculiar, planteando que la dimensin carnal y material de las cosas mancilla la pureza y finura de los ideales; y, segundo, que l puede ejercer una influencia casi mstica (pues es inexplicable pero total) sobre su amada: Era tan grande la sugestin que obraba mi alma sobre la suya, que poda hacerla llorar [] como una chiquilla o enfurecerla, hacerla gozar las mayores delicias ideales o mortificarla con las ms horribles torturas y casi sin necesitar hablarla. (pp. 208-209)[footnoteRef:1]. A partir de estas peculiaridades, el narrador llegar a la conclusin de que si desea la liberacin absoluta del alma de su amada, y la salvacin de su integridad y pureza, ella debe salir de este mundo: debe morir para emanciparse. Por eso, el sujeto narrador influir sobre la doncella el deseo de muerte, hasta que llega, con mucha complacencia, a consumar aquel hecho monstruoso. [1: Las subsiguientes citas del cuento provienen de la breve seleccin de relatos realizado por Gabriela Mora al final de su libro Clemente Palma. El modernismo en su versin decadente y gtica. (2000, Lima: I.E.P.).]

Establecido el esqueleto bsico del relato, el cual se ir ampliando a medida que necesitemos hacer referencia a otros hechos menores pero que se enfrascan dentro de ese croquis inicial, podemos aproximarnos a la interpretacin psicoanaltica. Primero, un elemento resaltante es el referente al cual el narrador le dedica las pginas de su diario: los espritus burgueses, sujetos que segn el narrador no comprenden el valor de la muerte como autntica revelacin de amor, les reprocha su incomprensin y su incapacidad de ver que el deseo de muerte que quiere imponerle a Luty es el mejor obsequio que ha podido darle. Esta dimensin, en donde el narrador se ubica como un yo que apunta a un otro, constituye el plano imaginario del relato. Estrato que se sostiene por un conjunto de relaciones ms profundo: el plano simblico, en donde un sujeto orienta su visin al gran Otro de los significantes, a la enciclopedia totalizante. En este caso, ese autor implcito del relato de Palma (sujeto) apunta no a un simple reclamo de comprensin por parte del burgus, sino que se aspira a la persistencia del ideal, a su mantenimiento. Frente a la materializacin y carnalizacin de las pasiones, el sujeto ansa la preservacin de esa pureza y de esa apreciacin distante del ideal. La amada debe morir no slo para libertarla del mal del mundo, sino porque sea quiere mantener la admiracin lejana. El que las respuestas se orienten a un plano espiritual (la dama huyendo a una dimensin impalpable, la de las nimas) sirve para que el sujeto mantenga (o recupere) el goce de la estupefaccin, de la pasin.Veamos lo anterior con ms profundidad: Tenemos un individuo que grita un querer al Otro: No quiero perder el ideal. El miedo a la atenuacin de los deseos pasionales, el pasar el clmax, figura aqu como sustancia motivadora de preocupacin. El sujeto no quiere perder ese universo de sentido que se constituye por los ideales, y adems, no quiere perder su posicin de contemplador. Luty es vista como un ser puro, tan inocente que llega a ser fcilmente manipulable, no puede estar en un mundo corrupto, pues se degradara, debe ser enviada a un plano externo para que la captacin se mantenga igual. La materialidad de los cuerpos (el de Luty en este caso) obtiene una singularidad al pasar a esa idealizacin, los dems elementos del mundo tienden a lo maleable, a lo enviciado, a lo particular, el acceso a ello es mltiple (de ah que en el relato muestre que tanto el placer de la lujuria, el tacto sensorial con el cuerpo, y el encadenamiento matrimonial, la aplicacin de normas morales, ayudan a ingresar a esa zona), mientras que solo hay un acceso a lo singular: la apreciacin a distancia.Lo que sucede ahora es que el Otro enva una respuesta, con el fin de aprehender las nuevas modalizaciones que el sujeto plantea. Esas posibles contestaciones son las ya mencionadas formas de revitalizacin de las pasiones: lo carnal y el matrimonio. Propuestas que sern rechazadas de raz, pues se rehye la tentacin de la carne, esta se ve como la explosin de fango salpicando la albura inclume de su alma [la de Luty] (pp. 209); similar perspectiva se tiene del matrimonio: Casarme con mi novia era sujetarla para siempre entre mis garras; y mi dignidad, en una violenta sublevacin, rechazaba con horror ese anonadamiento del alma de Luty, esa absorcin de su ser por el mo (pp. 209). Ambos casos son vistos como forma de tirana, basada en el dominio del cuerpo. Esa materializacin provoca el desasosiego, el acabose de la idealidad, el arrastre al plano del sujeto corrompido lleno de deseos insipientes y brbaros.Identifiquemos bien esa lgica de la pregunta-respuesta en Lacan. Segn el francs, y a diferencia del caso del chiste, hay una pregunta que sale del tesoro de los significantes (el Otro), pero que no regresa a l. Esta pregunta es el Che vuoi?, interrogante que el sujeto recibe del otro sobre su futuro, es ese qu desea? ms all de lo que el Otro me dice. Aqu es donde Lacan ubica una dialctica de faltas entre el sujeto y el Otro, pues la falta del Otro funda el deseo (del sujeto), y as el sujeto se constituye como causa del deseo del Otro, pues este exige una respuesta ante ese grito inicial. El deseo es siempre un deseo de reconocimiento, se constituye como una demanda dirigida al Otro, y es por eso que el deseo del sujeto es un deseo del Otro, que se suple en sus faltas, el deseo es un deseo de ser deseado, de ser reconocido por el Otro. De ah la existencia de esas respuestas posibles a las dudas sobre el mantenimiento del ideal. El Otro, optando por su bagaje de conocimientos, se inclina por las respuestas fantasmticas que sus fuentes tradicionales le otorgan, por ende le entrega al sujeto la opcin del matrimonio y el placer sexual como elementos capaces de restituir el deseo por el ideal. Situaciones que ocultan, con esas fuerzas moralizadoras de la vida feliz en familia, el tedio y la degeneracin de los placeres pasionales. La captura de lo deseado por medio de esas normalizaciones ticas, el compromiso matrimonial, es la respuesta que se supone colma esa angustia provocada por la falta en el Otro, es decir, es lo que intenta satisfacerlo. Ahora bien, por parte del sujeto, est idea salvadora configura su deseo, sin embargo, el fantasma no sacia completamente las necesidades que este sujeto tiene, pues la aprehensin a las normativas sociales implica el debilitamiento del carcter propio de un ideal. Lo que el sujeto quiere es estar fuera del compromiso con la materialidad, para centrarse en el goce puro del ideal, en la ya repetida apreciacin desde lejos, en la abstraccin. El traer los objetos hacia un plano tico como el matrimonio o el sexo, despotrica cualquier intento de libertad que el sujeto intenta plasmar en ese ideal. El sujeto sabe que un vuelco a lo material implica la anulacin de la primitiva independencia (pp. 210) que un ideal posee. La intensificacin es lo nico que el sujeto aspira, el gusto por las situaciones excepcionales y sublimes. El tener una responsabilidad con las apreciaciones y divagaciones quiebra el flujo de la contemplacin, la vuelve comn, la particulariza, la trae a la tierra y la desarticula. Por eso se opta por un espiritismo, no para el sujeto sino para el objeto deseado, el ubicarlo fuera de una situacin territorializada ayuda a la contemplacin irresponsable. En el espritu se halla lo sublime y la ausencia de compromiso. No hay una tica, simplemente hay un goce. Ese fantasma permite que el sujeto configure su deseo como un afn por el placer, tras la crtica de las significaciones potenciales que el Otro puede otorgar, en la amalgama de esa aparicin de la subjetividad y del goce original, surge el autntico deseo: el escape para la contemplacin desenfrenada.