Burgos, 29 de julio de 2009

Puse la radio mientras desayunaba y oí lo del atentado. Así que cogí la bici y me fui a ver. Desde lejos ya se oían sirenas y se veía mucha policía, bomberos y prensa.

No hay muertos, pero sí unos 60 heridos.

Los daños son muy cuantiosos

La zona de la casa-cuartel de la Guardia Civil está cercada. Muchas casas vecinas y bienes también se han visto afectados.

Una gran carga explosiva se ha detonado a las 4:00 am.

Hay restos del vehículo a cientos de metros de distancia

El cordón policial impide el paso a la multitud de curiosos, así que rodeo por una urbanización cercana sobre la colina. Todo está lleno de cristales rotos y persianas deshechas por la fuerza de la deflagración.

Finalmente obtengo una toma general del edificio atacado. Toda una fachada se ha venido abajo.

Los principales heridos afectados por la furgoneta-bomba han sido guardias civiles y sus familias que dormían en el edificio. Entre ellos, muchos niños pequeños y dos mujeres embarazadas.

La gente comenta que les despertó un trueno por la noche y un ruido de cascotes al caer. Algunos dicen haber sentido como un vendaval que les arrastraba.

El fuego fue extinguido inmediatamente por los bomberos, cuya sede está muy cerca del lugar.

La zona está tomada por periodistas y cuerpos de seguridad del estado.

Ya han comenzado las labores de desescombro.

Observen el amasijo de hierros en que la explosión ha convertido a este carrito de supermercado.

Es un improbable y afortunado golpe de suerte el que no haya víctimas mortales.

El mayor pedazo de furgoneta ha salido volando hasta la rotonda, decapitando una farola en su trayectoria.

Un concesionario cercano ha quedado completamente destrozado.

Docenas de familias se han quedado sin hogar y hay cientos de damnificados. La cosa queda en manos de los hospitales y las compañías de seguros. Todo un “cuadro”.

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