Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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Clínica y Salud
ISSN: 1130-5274
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
GARCÍA HIGUERA, JOSÉ ANTONIO
La estructura de la pareja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
Clínica y Salud, vol. 13, núm. 1, 2002, pp. 89-125Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180618083004
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Clínic a y Sa lud , 200 2, vol. 13 n°. 1 - Págs . 89 -125
CLÍNICA Y SALUD 89
ARTICULOS
La estructura de la pareja: implicaciones parala terapia cognitivo conductual
The structure of copules: implications forcognitive behaviour therapy
JOSÉ ANTONIO GARCÍA HIGUERA 1
RESUMEN
La terapia de pareja cognit ivo con duct ual ha mostrado su eficacia de
manera empírica (Chamb less et al., 1998). Sin embargo, ex isten lim itaciones
(Christensen y Heavey 1999) que indican la necesidad d e su p otenciación.Este artícu lo repasa la sit uac ión d e la t erap ia d e pare ja, c on las apo rt a c i o nes
actuales, enmarcando tod o ello en una visión estructural de la pareja, como
ente soc ial y relación diádica, q ue perm ita una com presión de los avanc es
que se están dando , y apo rte indic aciones so bre los cam inos q ue seguirá en
un futuro inmediato.
ABSTRACT
The cognitive behaviour therapy with couples has proved empirically suc -
cessful (Camb less et al. 1998). Yet, there are a numb er of limitations (Christen-
sen and Heavey, 1999 ) show ing the need for its re i n fo rcement. This paper
reviews the state o f the art of coup le therapy, including c urrent contributions,framing it in a view of the couple structure as a social entity with dyadic links.
This will let us understand the b reakthrough occurring nowadays and give us
some hints about its near future.
1 Centro d e P sicología C línica . C /Alca lá, 96 28009 Mad rid. e -mail: [email protected]
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La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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PALABRAS CLAVE
Terapia de pareja, cognitivo conductual, revisi ón.
KEY WORDS
Therapy with Coup les, Review, Cognitive Behaviour.
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INTRODUCCIÓN
Trad ic iona lmente, la te rap ia d e
p a reja cog nitivo co nductua l s e ha
centrado en el análisis detallado de
los conflictos cotidianos que pue-
de n lleva r a la ruptura de la re l a -ción, concretándose en el estudio
de c ómo a parecen los problemas , y
cómo se man t ienen . Uno de sus
puntos de partida es una caracte-
rís t ic a q u e s e a s o c ia d e f o rm a
genera l con los c onflicto s, e l predo-
minio de in teracciones negativas
sobre las positivas. Con el objetivo
ob vio de co ns eg uir una interv e n-
ción eficaz, ha planteado superar
los problemas aumentando el inter-
cambio de conductas posi t ivas y
mejorando la comunicac ión y l aresolución de problemas. (Costa y
Serrat, 1982; Cordova y Jacobson;
1993; Cá c eres, 1996; La wre n c e ,
E ldr idge and Ch is tensen , 1998;
H a l f ord, 1998; Finchman y Beach,
1 9 9 9 a ; C h r i s t e n s e n y H e a v e y ,
1999).
La eficacia de la terapia de pare ja
c o g n i t i v o c o n d u c tu a l b asad a e n
esos parámetros está ampliamente
d e m o s t r a d a d e f o r m a e m p í r i c a
(Chambless et al, 1998). Sin embar-
go , e l porcen ta je de reca ídas es
muy alto y los informes indican que
la m ejora d el bienes ta r subjetivo
neces i ta a f inarse (Chr is tensen y
Hea vey, 1999). Si bien la terapia de
p a reja ha pa sa do por una fase de
impasse (Jacobson &Addis 1993;
Gottman 1998), en e l in tento de
superación de estas limitaciones, se
han ido añadiendo factores en las
intervenciones, incorporándose últi-
mamente elementos básicos en la
relación interpersonal como son la
intimidad y la emoc ión (C hriste nsen,J ac obson, Babcoc k, 1995, J ac ob-
son, Christensen, 1996, Cordova y
S co tt, 2001). No hay q ue des precia r
la influencia que en estos elementos
han tenido el desarrollo de otras
terapias, no estrictamente cognitivo
conductuales, que han demostrado
su eficacia de forma empírica (Gre-
enb erg y J ohnson, 1988; S nyder y
Wills, 1989; Weissman et al., 2000).
Otro factor de influencia que se va
plasmando en los últimos años son
las investigaciones de la psicologíasocial, que hasta hace rela tiva men-
te poco no tenían reflejo directo en
la terapia (O’Leary y Smith, 1993);
pero que se están incorporando en
la última d éca da (J ohnson y Lebow,
2000).
S e p o d r í an v e r e s to s av an c e s
como una mera acumulac ión de
métodos y técnicas sin una guía
que los dé sentido. Si bien la tera-
pia de pareja cognitivo conductual
ha partido de datos empíricos bus-
cando desde ellos una teoría que
los e xpliq ue (C á c eres , 1996), la
consideración de la estructura de la
p a reja en s us dos vertientes bá s i-
cas, como ente social y como rela-
ción diád ica interpersona l, perm it e
i n t e g r a r, enc uad rar y c ompre n d e r
J.A . Gar cía
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los últimos avances y aportaciones
e intuir los caminos por los que va
a discurrir su desarrollo futuro. En
este artículo se plantean aspectos
genera les de l a es t ruc tura de l a
p a reja como ente social y re la c i ó n
diádica. Desde ellos se obtiene unma rco en el que se encuadran los
conflictos, las áreas en que se pro-
ducen , sus fo rmas y consecuen-
cias. El mismo planteamiento pro-
p o rciona una visión q ue a yuda a
comprender las soluciones que les
ha dado la terapia de pareja cogni-
tivo co nductua l, s u efica cia y limita -
ciones y como las últimas aporta -
ciones han ampliado el campo de
acción terapéutico, actuando sobre
asp e c to s d e l a e s t ru c tu ra d e l a
p a re ja q u e t r a sc ie n d e n la m e raacción sobre el conflicto. Esta pers-
pectiva permite también intuir los
pasos futuros que se darán para ir
mejorando en los tratamientos de
las parejas .
La pareja como ente social
E n n u e s t ro s i s t e m a so c i a l , l a
pareja es una entidad basada en la
relación entre dos personas. Como
tal, la pareja se comporta c omo una
unidad y es reconocida así por losque les rodean . Es den tro de l a
p a re ja , co mo ins t ituc ión soc ia l,
dond e se producen las re l a c i o n e s
diádicas entre sus miembros. Las
leyes, los usos y las cos tumbre s
s o c i a l e s m a r c a n y d e f i n e n l a s
características básicas en la pareja
y le as ignan una función soc ia l ,
in f lu ye n d o d e c is i v am e n te e n l a
forma y contenido de las relaciones
entre s us c omponentes.
H a s t a h a c e p o c o , l a i n m e n s a
m a y o r í a d e l a s p a r e j a s e s t a b a nconstituidas por un par de perso-
nas de distinto sexo que, en fun-
ción de distintas razones, decidían
c o m p a r t ir su c u e rp o , a p o ya r se
mutuamente en la sa lud y en la
e n f e rmed ad , en la riq ueza y en la
pobreza, en la alegría y en la triste-
za, hasta que la muerte les separa-
se. La pa reja era un matrimonio q ue
tenía co mo ob jeto so cial la cre a -
ción de la familia y plasmaba sus
intenciones legalmente en un con-
trato matrimonial. Actualmente, nin-guna d e las dos c osa s es necesaria
para que un entorno social consi-
dere que dos personas constituyen
una pareja; muchas parejas no tie-
nen intención de formar una familia
y no plas ma n su rela ción por medio
de un contrato explícito, el concep-
t o d e p a r e j a s e h a h e c h o m á s
amplio.
El rol de la pareja y la familia en
la sociedad ha ido cambiando a lo
largo de los tiempos. En los últimosdos cientos a ños, la fa milia ha pas a -
do de unidad de producción a uni-
d ad d e c o n su m o ( K e ar l , 2 0 0 1 ) ;
cada miembro de la familia obtiene
sus ingresos de forma independien-
te, y la familia comparte bienes de
consumo, comida, vivienda, etc. La
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existencia social de la pareja impli-
c a q u e , e n mu c ho s a s p e c t o s s e
m an t i e n e u n a c o n d u c t a c o m ú n ,
única, y que existen una serie de
bienes so bre los q ue se conse rv a
una propiedad y un uso conjunto.
An t e la s o c ie d a d , s e e m p le a e l“nosotros” como responsable de la
propieda d y de las a cc iones.
Actualmente, se supone que el
objetivo implícito con el que cada
miembro s e incorpora a la pa reja es
hacer la vida más feliz y plena al
otro y recibir un trato análogo. Para
e llo , in t e rc a m b i a n c o n d u c t a s y
comparten bienes, algunos de ellos
de forma exclusiva. A continuación
se s eñalan los má s relevantes:
• El cuerpo. La carac te r ís t icaq u e d e f i n e s o c i a l m e n t e d e
forma más específica a la pare-
ja, es compartir el cuerpo ya
que, mientras la relación existe,
las relaciones sexuales de sus
miembros s e plantean d e forma
exclusiva entre ellos. Es más,
generalmente, cuando se dan
relaciones sexuales fuera de la
pa reja, se pone muy seriamente
en peligro s u co ntinuida d.
• Bienes económicos. E x i s t eu n c o m p ro m i so e c o n ó m i c o
por el que se comparten dife-
rentes bienes; por ejemplo, se
sue le tener una v iv ienda en
común, aunque ac tua lmente
son frecuentes las parejas q ue
tienen casas diferentes y alter-
nan la vida en común durante
periodos cortos, por ejemplo
fines de semana o vacaciones.
Con la v ida separados , cada
uno en s u piso , lleva n una rela -
ción de noviazgo eterno, en laque no existe el proyecto de
p rofundiza r y co mpa rtir na da
más.
El c ompromiso de co mpa rt i r
b i e n e s e c o n ó m i c o s p u e d e
e s t a r r e s p a l d a d o d e f o rm a
legal o no. En las parejas de
hecho, no existe co mpro m i so
legal y generalmente ni siquie-
ra se pac tan exp l íc i tamente
e n t re los miembros las re g l a s
que se van a seguir. Hay queresal tar la parte de logíst ica,
c o m o c o m p r a s , lim p ie z a s ,
e tc . , E l hecho de com pa rt i r
b ie n e s d e c o n su m o , a c tu a l-
mente es un foco import a n t e
d e c o n f lic to e n l a s p a re j a s
(Finchman y Beach, 1999).
• La paternidad /mater n i d a d .Es uno de los motivos que lle-
v an a c o n s t i tu ir u n a p a re j a
e s t a b l e . P e r o t a m b i é n e s t o
está ca mbiando, ya que la pro-p o rción de hijos na cidos de
m u j e res soltera s es ca da vez
mayor llega ndo a ser mayorita -
rio en países como Islandia,
Suecia o Noruega (Family Fa ct
File, 2001).
J.A. Ga rcía
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• Las conductas de apego. Unaspecto muy importante en la
pareja es el apoyo mutuo. Esto
se p l a sm a e n l a f ó rm u l a d e
estar juntos en la salud y la
e n fe rmeda d, en las alegría s y
en las trist eza s . «El Otro»es elprincipal sostén ante las difi-
c u l t a d e s y a m e n a z a s d e l a
vida y el apo yo en e l desa rrollo
p e r s o n a l y s o c i a l . N u e s t r o
aprendizaje de cómo se realiza
el apoyo mutuo en la pareja se
da dentro de la familia en la
q u e n a c im o s , e n c o n c r e t o
cuand o des a rrolla mos en ella
una de las primeras conduc-
t a s , q u e e s la d e a p e g o . L a
conducta de apego fue defini-
da por Bowbly (1969) como la«búsq ueda de protecc ión a nte
amenazas exte rnas»y, en e l
n iñ o , s e c o n c re t a d e f o rm a
princ ipa l e n bus ca r la pro t e c-
ción de la ma dre. En el estud io
del apego se han considerado
las conductas de búsqueda de
ayuda y l a respuesta que ha
obtenido. Así, cuando se ope-
rativiza para medirlo, se inclu-
yen factores como: la disponi-
bilida d d e los pa dres, su a cep-
tación, su respeto y la facilita-
ción de la propia a utonomía , la
búsqueda de ayuda en si tua-
ciones estresantes y la satis-
facción que se encuentra en el
a uxilio o bt enido. Ta mbién, e l
interés en ma ntener la s re l a -
c i o ne s c o n lo s p a d re s y e l
afecto que se siente por ellos
( K e n n y, 1985). Ya de a dultos ,
b u s c a m o s c o m p a ñ í a p a r a
re d u c ir n ue s t r a a n s ie d a d y
para encontrar a poyo en s itua-
ciones amenazadoras (Moya,
1997). Una función social de lapa reja es ma ntener y auxilia r al
otro y lo que se haga, y como
se hag a, va a estar relac ionado
con las conductas de apego
que aprendimos en la infancia
y las respuestas que obtuvi-
mos.
La s mot ivac iones a l re d e d o r
d e l a p e g o s o n u n a c a u s a
i mpo rtante d el ma ntenimiento
o disolución de las parejas y el
peso que tiene en su constitu-c ión y man ten imien to se ha
empezado a tener en cuenta
en la terapia (J ohnson y G re-
e m b e rg , 1985; La w re n c e ,
E l d r i d g e a n d C h i s t e n s e n ,
1998).
Existen otros elementos que se
c o m p a rten (a unq ue no de form a
exclusiva y con una variación muy
grande de una pareja a otra), como
el ocio, el prestigio social, los ami-
go s, e tc. P or ejemplo, la exc lusivida d
a la hora de compartir el tiempo de
ocio ha cambiado notablemente. Si
bien no ha sido nunca determinante
para el hombre, ahora cada vez es
menor la exigencia y mayor la liber-
tad de ca da miembro de la pare j a
para tener sus momentos de ocio
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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independientes. En la terapia hay
q ue t e n e r to d o s l o s a sp e c to s e n
cuenta , po rq ue prioriza r la seg urida d
económica, en el caso de las muje-
res, o el prestigio social, en el caso
de los hombres, puede dar lugar a
distorsiones importantes y a conflic-tos a largo plazo .
C o m p a rtir bienes y a ctivida des
es lo que define a la pareja como
ente soc ia l , y , en cada soc iedad
existen no rmas q ue fija n la form a
d e h ac e r l o . P e ro l a s e x i g e n c i a s
sociales son menores cada vez, y,
con frecuencia creciente, las pare-
jas fijan sus propias reglas al mar-
g e n d e lo s u s o s y c o s t u m b r e s
v i g e n t e s . D e f i n e n , i m p l í c i t a o
explícitamente, que bienes y acti-v i d a d e s c o m p a r t e n y h a s t a q u e
g r a d o lo h a c e n . Mu c ha s v e c e s
piensan que si tuarse fuera de la
n o rma va a a yudar a no tener los
p roblemas q ue es tán en la raíz d e
los fracasos de la convivencia. En
cualquier caso, para constituir una
p a re ja e s n e c e s a r io e s t a b le c e r
una forma de compartir que tiene
que funcionar, compaginando los
i n t e r e s e s p e r s o n a l e s d e c a d a
m i e m b ro.
Objetivos personales en la pareja y
relaciones de dom inancia
C uando se co nstituye la pa re j a
cada miembro persigue unos objeti-
vos , implíc i tos o exp líc i tos , q ue
q u i e re obt ener en la relac ión, q ue
tienen que conjugarse y coordina rse
con los del otro para que la pare ja
pueda funcionar; cuando no están
a rmoniza dos a parecen pro b l e m a s
(Epstein et al, 1993). El manejo del
d i n e ro co mpa rtido puede se r un
ejemplo de es te proces o, la s nec esi-dades y objetivos para los que cada
miembro quiere emplear el dinero se
exp l ic i tan en la comunicac ión y
c o m p rensión mutua, y t iene q ue
existir un método para fijar las priori-
dades en las que se va a aplicar la
cantidad disponible . La forma de
fijarlas es un reflejo del repa rto de
poder en la pareja, porque no se
trata de que se establezcan unas
prioridades objetivamente razona-
bles o equitativas, sino de que sean
aceptadas y aceptables por los dos,para comportarse como ente social
que a cab a tomando una dec is ión
conjunta.
La s rela ciones d e pod er, definido
éste como la capacidad para tener
inf luencia sobre los o tros con el
objetivo de que hagan lo que uno
q u i e re (Ha rper, 1985), s o n funda -
mentales en la toma de decisiones.
P u e d e n c am b i a r e n e l t i e m p o y
dependiendo del tema; por ejem-
p lo , m ie n t ra s q u e e n lo s g a s to s
toma la decisión un miembro, en
las relaciones sociales, puede ser el
otro.
L a e s t ru c tu ra d e p o d e r e n l a
p a reja, se pla sma en las rela c i o n e s
de dominancia. Su importancia en
J.A . Gar cía
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l a pare ja y en sus con f l ic tos ha
sido ampliamente reconocida. Así,
Gottman (1979), propuso que la
dominancia es un elemento funda-
men ta l en el eq uilibrio d e la pa re j a
y q ue s i no se esta blece una re l a-
ción de dominancia surgen nece-sar iamente los problemas . Go t t-
mann (1979) def ine dominancia
c omo : «una a s imetría e n la s pre-
d i c c i o n e s d e l a c o n d u c t a q u e
sigue a la c ond ucta de l ot ro». Esto
e s , “ c u an d o l a c o n d u c t a d e u n a
persona A, es predecible desde la
c o n d u c t a d e u n a p e r s o n a B , s e
dice que B es dominante sobre A”.
E l p rob lema que es ta de f in ic ión
p l a n t e a e s q u e l a c o n d u c t a d e
sumisión predice , en general , e l
c e s e d e l a t a q u e d e l i n d i v i d u odominante. En consecuencia, apli-
ca ndo la de finic ión a nterior, el indi-
viduo que se somete sería domi-
nante sobre el otro. La definición
de domina ncia que se centra sola-
mente en la conducta da lugar a
ambigüeda des, q ue se re s u e l v e n
si se tiene en cuenta el re s u l t a d o
d e l e n f re n t am i e n to e n c u an to a
qu ien se queda en poses ión de l
recurso en d ispu ta . Ci ta ndo una
def inición más operativa Sluckin
(1980) , s igu iendo a Thompson ,
a f i rma q ue se da dominancia en
una in te racc ión cuando un n iño
“físicamente gana una lucha, des-
p la z a a o t r o n iñ o d e s u lu g a r,
a c a b a t e n ie n d o u n o b je t o q u e
desean mutuamente , o que con-
t ro la de forma obvia la cond ucta
del otro niño, normalmente a tra-
vés de órdenes verbales.”
P a rece cla ro q ue, si b ien ni la
p re s e n c ia d e u n a e s t ru c tu ra d e
dominancia n i su ausencia es l a
causa determinante de los conflic-tos en la pareja, tener resuelta de
f o rma sa tisfac toria para a mbos la
toma de decisiones contribuye a
su es tab i l idad (Go t tman , 1998) .
Como en cua lquier entida d s ocial,
las es tructuras de pod er perd u r a n
m i e n t r a s n o h aya u n c am b i o e n
l a s c i r c u n s t an c i a s qu e l l e v e n a
cuestionarlas. Surge, entonces, el
conflicto de poder que está laten-
te en muchos de los problemas de
p a re j a .
Comunicación y resolución de
problemas
En cualquier caso, en la forma de
actuar socialmente como una uni-
dad, se ha de decidir una conducta
ú n ic a y , p a r a h ac e r lo d e f o rm a
a rm o n io sa , t ie n e q u e d a r se u n a
comunicación que permita el reco-
n o c i m ie n to y e v a lu a c i ó n d e l o s
obje t ivos y neces idades de cada
miembro. La terapia cognitivo con-
ductual ha incorporado , c lás ica-
mente, el entrenamiento en habili-
dades de comunicación como un
elemento importante pa ra re so l ve r
los conflictos en la pareja (Costa y
S e rra t , 1982). Ha y q ue tener en
cuen ta que las competencias de
co munica c ión q ue se re q u i e re n
La estructura de la pareja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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para tomar una decisión son distin-
tas de l as que se neces i tan para
de s a rrollar la intimidad, podríamos
c o m u n i c a rnos bien c on la pa re j a
para poder tomar decisiones, pero
no para compartir sentimientos o
emociones.
La so lución de los pro b l e m a s
que se presentan en la pareja tiene
q ue partir de q ue los d os s on capa -
c e s d e c o m u nic a rse y n e c e s i tan
también tener capacidad de gene-
rar alternativas y valorarlas para la
c ons ec ución de l f in pro p u e s t o .
Para ello son precisas habilidades
de resolución de problemas (Costa
y S errat, 1982).
El comprom iso en la pareja
El compromiso es l a dec is ión
personal de pertenecer y mante-
nerse en la pareja y que, pes e a las
d i fic u lt ad e s q u e s u rja n , se v a a
continuar en pareja luchando de
f orma efica z contra los pro blem a s
(B e c k, 1 9 8 8 ). L a d e c i s i ó n q u e
implica el compromiso con la pare-
ja es personal , pero se mantiene
muchas veces por razones de tipo
so cial, po r creencias religiosa s, por
c o s t u m b res y presiones soc ia lesde la familia de origen o del con-
texto en el que se vive. Cuando el
di v o rcio es ta ba prohibido en nues-
t ro país y la presión s oc ia l en co n-
tra de l as separac iones e ra muy
fue rte, el context o s oc ial potencia-
ba al máximo el compromiso. Sin
e m b a rgo, a ctua lmente, la pre s i ó n
l e g a l qu e e j e rc e l a so c i e d ad e s
mínima; los medios de comunica-
ción amplifican, difunden y ponen
co mo e jemplo re lac iones ro t a s ,
separaciones, infidelidades, etc. y
la exigencia soc ial de compro mi sova quedando reducida a ámbi tos
f a m i l i a res , re lig ios os y s oc iales
más red uc i dos .
Es indudable que, cuando s e van
compartiendo cada vez más bienes
y conductas, el compromiso se va
hac iendo más fuer te . Cuando se
compra un piso en común, se ha
da do un paso importante en la cre-
a ción o incremento d el compromiso
c o n l a p a re j a , qu e au m e n ta aú n
más cuando se t ienen hijos, e tc .Las decisiones parciales van forta-
leciendo la decisión global de per-
manecer y luchar por la pareja, la
separación se hace cada vez más
d u ra y d i f í c i l . F i n c h an y B e ac h
(1999a ) s eña lan la imp ort a n t e
influencia que tiene el compromiso
con la pareja sobre la resolución de
conflictos, ya que, un mayor com-
p romiso ayuda a ac omodarse y a
s o p o rtar las conducta s nega tivas
del otro. Ta mbién indican q ue, ta nto
las parejas armoniosas como las
q ue no lo s on, tienden a entra r en el
p roces o de re c i p rocidad nega tiva,
es dec ir, responde n a re s p u e s t a s
negativas con respuestas negativas
p o rque es lo q ue menos esfuerz o
conlleva. Sin embargo, cuando el
c o m p romiso es grande, y no ha y
J.A . Gar cía
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p re s i ó n d e t i e m p o , s e h a c e u n
ma yor es fuerzo pa ra re s p o n d e r
c o n s t ructivamente . Otro a spec to
que señalan estos autores es que
cuando un miembro no percibe el
c o m p romiso de l o t ro , en tra con
má s proba bilidad en una re l a c i ó nde quid pro quo, q ue lleva a l pa trón
de conducta de reciprocidad nega-
tiva q ue deteriora la pa reja .
La pareja como relación diádica
Los criterios con los que se for-
man las parejas han cambiado a lo
la rgo d e los s iglos. Así, en nuestros
tiempos, las relaciones de pareja se
c o n s t ruye n en ge nera l s ob re l a
base del amor y la intimidad (Kearl,
2001). Sin embargo, desde la psi-cología clínica poco se ha investi-
gado sobre estos dos conceptos y,
hasta hace pocos a ños, no se habí-
an incorporado de forma importan-
te a los t ra tamien tos (O’Leary y
Smith, 1993). De hecho, hasta la
ú l t i m a d é c a d a , l a e m o c i ó n n o
empieza a juga r un papel importan-
te en la terapia de pa reja (J ohnson
y Leb ow , 2000). Tr a d i c i o n a l m e n t e
en la terapia se ha hecho hincapié
en la eq uida d en la relación y en los
i n te rca mbios positivos de conduc-tas (Cos ta y S errat, 1982), porq u e
la falta de es tas d os facetas son las
manifestaciones más claras y últi-
ma s de la ruptura . S in emba rg o ,
se r ía muy deseab le l a ac tuac ión
d i rec ta so bre los criterios de su
co nstitución, el amo r y la intimida d.
Amor
La Real Academia de la Lengua
(RAE, 2001) de f ine amor de l a
s igu ien te fo rma: 2 . S e n t i m i e n t o
hacia otra persona q ue naturalmen-
te nos a trae y q ue, procurando reci-procidad en el deseo de unión, nos
completa, alegra y da energía para
convivir, comunicarnos y crear.
1 . Sentimiento in tenso del ser
humano que, partiendo de su pro-
pia insuficiencia, necesita y busca
el encuentro y unión con otro ser.
Desde un punto de vista psicoló-
g i c o , e l e n am o ram i e n to e s u n a
emoción, y, como tal, es una con-
se cuenc ia de la s circ u n s t a n c i a sp ropias y a jenas , a sí co mo de la
evaluación que hacemos de ellas.
El enamoramiento nos produce una
gran excitación fisiológica que nos
p rovoc a bienes ta r. Ta mbién, nos
predispo ne a no ver, o disculpar, los
de fec tos de l a persona amada , a
necesitarla y querer estar con ella
en to do momento. P or otra part e ,
nos lleva a revelarle aspectos ínti-
m o s , d a r le a p o y o e m o c i o n a l y
moral, mostrar interés por todo lo
suyo, y expresarle afecto por cual-q uier méto do (Moya , 1997).
Frijda (1988) describe el proceso
mediante e l cua l uno puede llega r a
ena morarse de la siguiente form a :
“Una persona puede enamorarse
fácilmente por una serie de razo-
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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n e s : s i e n t e s o l e d a d , n e c e s i d a d
sexual, insatisfacción o necesidad
de cambios, entonces un objeto ,
de s p ie rta su interés , po r una serie
de razones, a s u vez, tales como su
novedad , su a t rac t ivo o su mera
p roximida d. Dele entonces a esapersona un momento pro m e t e d o r,
una breve respuesta del objeto que
sugiera interés (puede ser una con-
fidencia o una simple mirada, como
la q ue una jovencita puede cre e r
que recibe de un artista de éxito).
D e l e u n b re v e l ap so d e t i e m p o
(entre media hora o medio día, indi-
c an l o s au to i n f o rm e s) p a ra qu e
pueda generar fantasías. Después
d e e s t a se c u e n c i a n o h ac e f a l t a
má s q ue una mera confirm a c i ó n ,
real o imaginada, para precipitar elena mora miento.” (Frijda , 1988)
El mismo autor menciona el pro-
blema que la ley de la habituación
p la n t e a a la p a r e ja c u a n d o s u
única base de consti tución es e l
enamoramiento, de ta l ma nera que
“el placer continuado se desvane-
ce, . . . e l amor mismo pierde gra-
d u a l me n t e s u m a g ia ” . E s t a le y
c o n d e n a a l a p a re j a c o n s t i tu i d a
exclusivamente por amor al fraca-
so y justifica el destino de un gran
n ú m e ro de pa rejas ba sa da s única -
mente en e l enam oramiento. P o r-
que la emoción se extingue y la
p a reja se disolverá; a unque es te
des tino no se cumple indefectible-
mente , ya que para man tener e l
e n am o ram i e n to b as t a c o n t e n e r
presente frecuentemente que ocu-
rriría s i no se tuviese es a pa re j a
para que la emoción del amor se
m an te n g a y se re n u e v e ( F r i j d a ,
1 98 8 ) .
Q u e la s p a re ja s s e f o r m e nbasándose exclusivamente en una
emoción (sobre la que actúa la ley
de la habituación), puede ser una
de la s razones de los cre c i e n t e s
fracasos matrimoniales (como así lo
in d ic a n la s e s t a d ís t i c a s ). P e ro ,
cuando e l enamoramien to se va
d e s v a n e c i e n d o , l a r e l a c i ó n n o
d e s a p a rece o f rac as a necesa r ia-
mente, ya que el enamoramiento,
como emoción, puede ser entendi-
d o c o m o u n a p r e p a r a c i ó n p a r a
actuar en la constitución y consoli-dación de la relación (Frijda, 1986,
1989). Desde este punto de vista,
nos dispone para hacer fe l iz a la
otra persona, no tanto en una rela-
ción eq uilibrad a , s ino a ltruista , en el
sentido de dar al otro por lo que es
sin esperar nada a cambio. El ena-
moramien to nos induce a lgunas
distorsiones cognitivas, por ejem-
plo, ver al otro como una persona
perfecta e ignorar los defectos que
tiene, o a q uella q ue nos hac e s entir
i m p o rtantes cuando esta mos ena-
morados (Moya, 1997). Dicho de
o t ra f o rm a , c u an d o e l e n am o ra-
miento nos lleva a a ctua r se re a l i-
z an ac c i o n e s p a ra h ac e r f e l i z a l
otro, para abrimos y comunicamos
con é l . Se es tab lecen , en tonces ,
una serie de lazos que dan como
J.A . Gar cía
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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resultado un intercambio de con-
ductas reforzantes que hace que la
relac ión se pueda ma ntener a rm o-
niosa de forma indef inida. No se
trata de q ue exista n interc a m b i o s
equitativos y equilibrados, el mode-
lo de igualdad en el intercambio seh a m o s t r ad o f a l so , y a qu e b as t a
que en la evaluación subjetiva de
c a d a u no s e v a lo re n c o m o m á s
i m p o rtantes o má s frecuentes las
i n te r ac c i o n e s p o s i t i v a s qu e l a s
nega tivas (G ottma n, 1998).
Intimidad
Si bien el enamoramiento está
considerado actualmente como el
inicio ideal de una pareja, como se
ha señalado anteriormente, se tratade una emoción, y como tal, es algo
en sí mismo volátil. Por lo tanto, no
se puede considerar como el ele-
mento q ue va a cimentar la s relacio-
nes de pareja duraderas y felices.
S in embargo , e l enamoramien to
puede ser la base para crear algo
más duradero como es la intimidad.
C o rdo va y S co tt (2001) pre s e n t a n
una definición conductual de este
concepto, afirman que es un proce-
so que se inicia con una conducta
de autorrevelación de elementos,
que nos muestran débiles y vulnera-
bles, y que podrían ser usados en
algunos con textos soc ia les para
a d m i n i s t r a rnos un c as t igo . S in
emba rgo, la respuesta del otro es de
aceptación, o al menos no hay cas-
tigo. La autorrevelación seguida por
aceptación genera un sentimiento
de c alidez y a poyo que es una c on-
secuencia de la intimidad y nos pre-
dispone a continuarla. Además de la
a ut o rrevelac ión, ha y otros elemen-
tos que la construyen como son las
manifestaciones de afecto o el sexo( Va n d en Brouc ke e t a l., 1995). El
sexo generalmente implica la exis-
tencia de una cierta intimidad y, su
prá ctica, la po tencia de forma s igni-
fica tiva . La intimida d o c upa el primer
lugar en la jerarquía de los objetivos
que se buscan en la pareja. Cuando
se pregunta cuál es el primer objeti-
vo en el matrimonio, la mayoría afir-
ma que es tener a alguien que te
escuche y te en t ienda , es dec i r ,
alguien con quien poder expresa rse
sin límite y poder obtener el refuerzoo la a c e p t a c ió n q u e e n o t ro s
ambientes se recibiría con menos-
precio (Markman y Hahlwe g , 1993).
La expresión de cualquier emoción,
forma parte de la definición de inti-
m id a d p ro p u e s t a p o r C o rd o v a y
Scott. Por lo tanto, las muestras de
afecto y la práctica del sexo, son
elementos precisos para mantener
la intimida d en la pa reja .
La intimidad se construye en la
base de la autorrevelación de con-
ductas punibles, pero con el tiem-
po, lo que al principio de la relación
era peligroso revelar, se hace natu-
ral porque ya se sabe que va a ser
bien recibido, estableciéndose así,
un proceso de habituación en la
conducta de autorrevelación. Por
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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eso, hay que tener en cuenta que
m a n t e n e r e l p ro c e s o c o n t a n d o
cosas que nos hacen débiles o cri-
ticables en otros contextos, implica
un mantenimiento de las conductas
po tencia lmente cas t igab les para
que puedan seguir revelándose. Sibien el enamoramiento como emo-
ción nos predispone a la acepta-
ción y validación incondicional del
objeto de nuestro amor, la acepta-
c ión también se ve mediada por
u s o s y n o r m a s s o c i a l e s , p o r
influencias externas y por criterios
personales. Por eso, incluso en la
intimidad más completa, se recha -
zan y castigan determinadas con-
ductas y se establecen unos lími-
tes, que permiten la convivencia
a rmoniosa . S i eso s límites no s edieran, la relación se resentiría, ya
que se pueden es tar admi t iendo
conducta s d el otro q ue van en con-
tra de las propias creencias e inte-
reses. Por o tra parte , habría que
señalar que no todo tiene que ser
positivo en la intimidad, porque se
puede da r el ca so d e ac eptar y vali-
dar conductas del otro que pudie-
ran ser dañinas para uno mismo,
por ejemplo s e pued e d a r intimida d
asociada a elementos no deseados
como el consumo de droga s, etc.
Como todos los aspectos de la
p a reja , la intimida d tiene una ver-
t iente social . En este sentido , la
p a re ja es un c omponente de un
g rupo má s grande y dentro d e é l
tiene q ue ma ntener su difere n c i a-
ción y su exclusividad, es decir, la
capacidad de hablar de “nosotros”
dentro del grupo mayor. El aspecto
social de la intimidad es el grado en
que se mantiene la privacidad de la
relación con otros, como las fami-
lias de origen, los amigos, etc. (Vanden Broucke et al., 1995). La priva-
c idad en la pare ja s ign i f ica una
separación de la familia de origen
para se r una un idad d i fe ren te y
prioritaria s obre pa dres y he rm a -
nos. Las di ficulta des q ue surg e n
por no haber construido la inde-
pendencia son muy importantes, y
pueden deberse tanto a la falta de
capacidad de los padres para dar
autonomía a sus hijos y dejarlos
que se independicen, como al fallo
de los miembros de la pareja paraimpla ntar la independenc ia .
En relación con las ideas expresa-
da s en los apa r tad os an te r io re s ,
S ternberg (1986) pla ntea en su teo ría
triangular del amor que éste tiene tres
componentes básicos: la pasión, el
compromiso y la intimidad. Esta teo-
ría ha obtenido cierta evidencia empí-
rica (Lemieux y Ha le, 2000).
El conflicto en la pareja
En nuestra soc iedad exis te l a
certeza de que la relación de pareja
está en crisis y se tiene conciencia
de q ue las relac iones de pareja y el
m a t r i m o n i o , c o m o i n s t i tu c i ó n
s o c i a l , e s t á n e n u n p r o c e s o d e
c a m b i o m u y r á p i d o . F a c t o r e s
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soc ia les , como la incorporac ión
m a s iv a d e la m u je r a l m e rc a d o
laboral o el control de la natalidad
(con el resultado de una igualdad
creciente entre hombre y mujeres),
han influido profundamente en las
relaciones entre los componentesde la pa reja. Otros fenómenos a gu-
dizan el cambio , como el trabajo
p rec a rio , la s jornad a s interm i n a -
bles, etc. q ue retras an la formación
de la pareja, incrementan la edad a
la que se tienen los hijos y dificul-
tan la comunicación y la construc-
ción de la intimidad.
La crisis de la relación de pareja en
la sociedad actual
S o b re la crisis de la pa reja semanejan cifras que son por sí mis-
mas aclaratorias, pero que es nece-
sario matizar, por ejemplo las afir-
maciones de que más del 50% de
los matrimonios se divorcian tiene
que ver con las tasas que actual-
mente se dan en USA y no tanto en
España. Según el Instituto Nacional
de Estadística, en 1997 se celebra-
ron 196.499 matrimonios, se divor-
c i a ron o a nula ron s u ma trimonio
88.998 parejas, de ellas, 54.728 fue-
ron separaciones. Hay que tener en
cuenta que en España para divor-
ciarse es preciso pasar antes por la
separación, y este es el valor que
h a y q u e t o m a r p a r a c a l c u l a r e l
núm ero de rupturas de parejas. Es
así como, las separaciones supusie-
ron el 28% de los matrimonios que
se rea liza ron ese mismo año. En el
año 2000 se celebraron 209.854
matrimonios y hubo 63.430 separa-
ciones, esto supone un 30% del
número de matrimonios. Son cifras
crecientes y alarmantes, pero lejos
todavía de af irmaciones abusivascomo q ue se da n más divorcios q ue
matrimonios, etc. Los datos que se
han aportado se refi eren a edades
diferentes y duraciones de la pare ja
también d is t in tas , e l número de
matrimonios que se ha mencionado
se re f i e re a personas q ue se han
ca sa do en el año y el de separacio-
nes a parejas que se casaron a lo
la rgo de mucho tiempo. Para saber
cuantos de los que se casan hoy se
d i v o rciará n a lo la rgo de l tiempo ,
sería preciso realizar estudios longi-tudinales. En USA existe un estudio
de este tipo realizado a lo largo de
15 años con datos hasta 1995 (Mat-
hew et al, 2001). En él se concluye
que el 43% de los matrimonios sin
d i v o rcios a nteriores se rompen en
los 15 primeros años. Si se tiene en
cuenta la eda d en la que s e rea liza el
matrimonio, se obtienen también
cifras diferentes, por ejemplo los
matrimonios que se celebran con
los con trayen tes menores de 24
años t ienen más probabil idad de
acabar en divorcio que los que se
celebran con mayor edad (ver tam-
bién Kearl, 2001). El incremento de
las relaciones de pareja “sin pape-
les” ha ce q ue hay a q ue re l a t i v i z a r
estos números porque sobre ellas
no existen esta dísticas .
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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La problemática de crisis en la
pareja no se refleja solamente en el
divorcio, sino q ue está n ca mbiando
d e f o rm a n o t ab l e l a s f o rm as d e
r e l a c i o n a r s e . P o r e j e m p l o , l o s
noviazgos se hacen estables y no
s i e m p re a c a b a n e n m a t r im o n i omanteniéndose relaciones en las
q ue no se ha realizad o un compro-
m i s o e x p l í c i t o y s e m a n t i e n e n
desde hogares separados.
P o d ría m o s e s t a r t e nt a d o s d e
atribuir la crisis exclusivamente a la
f a l ta de preparac ión ps ico lóg ica
para afrontar los problemas y con-
flictos que son inherentes a vivir en
p a reja en el mo mento ac tual. S in
e m b a rgo, como fenómenos soc ia -
les se tienen que encontrar explica-ciones sociales. Efectivamente, los
cambios que vivimos en la socie-
dad actual han propiciado e incre-
mentado los problemas de relac ión
y , pos ib lemente , se neces i te un
entrenamiento psicológico especial
p a r a a f r o n t a r u n a r e l a c i ó n c o n
éxito . Es por esta razón que una
i n t e rvención tera péutica o un pro-
grama de prevención podrían ayu-
da r, en cierta med ida , a pa lia r la cri-
sis. Pero en la crisis están influyen-
do de fo rma de te rminan te o t ro s
p roces os soc iales c omo los a van-
ces de la mujer hacia la igualdad
social con el hombre y su integra-
c ión en e l p roc es o pro d u c t i v o .
E s to s p ro c e s o s so c i a l e s f o rm a n
parte de las crisis y harían que las
i n t e rvenciones preventiva s no fue-
ran eficaces. Dentro de los fenóme-
nos sociales que influyen en la cri-
sis actual hay que considerar ele-
mentos c omo: la ideología hedonis -
ta (esta blecida por y pa ra mantener
un gran nivel de consumo), la falta
de apoyo social para el desarrollode la familia (que supone grandes
dificultades laborales para el cuida-
do de los hijos). No hay que des-
p rec ia r la influencia de otros ele-
mentos como las condiciones pre-
c a r ia s d e t ra b a j o, q u e , p o r un a
parte, disuad en de esta blecer com-
promisos a largo plazo (como tener
hijos o comprar un piso) y por otra,
es ta blecen jornad a s interm i n a b l e s
q ue co ntribuyen, de forma deter-
minante, a incrementar las barreras
de comunicación en la pareja.
Áreas de co nflicto
Es fácil hacer un inventario de
las áreas de conflicto en una pare-
ja, porque abarcan todas aquellas
en la s q ue se mueve la re l a c i ó n .
Hay algunas áreas en las que los
p roblemas apa recen con má s fre-
c u e n c i a c o m o l a p e rc e p c i ó n d e
desigualdad en la distribución del
trabajo, pero no son irresolubles y,
en g eneral, no d an luga r a la ru p-
tura; a unq ue dific ulta n la re l a c i ó n .
Sin embargo, hay otras fuentes de
c on f lic to q ue a tac a n a la p ro p i a
c o n s t i t uc i ó n d e la r e la c i ó n d e
p a reja , co mo el sexo extrama tri-
monial, la bebida y la s drogas , q ue
p redicen el divorcio c on ba sta nte
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seguridad. El mismo efecto tienen
los celos del marido o el gasto de
d i n e ro d e la mujer (Finchm a n y
Beach, 1999).
Los con f l ic tos en la pare ja se
pueden agrupar alrededor de losa s p e c t o s f u n d a m e n t a l e s q u e
es tructuran la pareja y que se han
planteado hasta aq uí:
• I n t i m i d a d . Epstein , Baucom,Rankin y Burnett (1991) identi-
f ican como área de confl icto
los límites que existen entre
lo s d o s c o m p o n e nt e s e n e l
grado de intimidad. Aquí inclu-
yen elementos como la expre-
sión de afecto (detalles, sexo,
etc.),
• C o m p ro m i s o . L o s a u to re sa nteriores ta mbién incluyen e n
e l ap a r t ad o d e l a i n t i m i d ad
o t ro s a s p e c to s q u e e n e s te
a rt íc u lo s e h a n a s ig n a d o a l
c o m p romiso, en conc reto, el
grado de inversión que cada
esposo pone en la pareja. En
ella, estos autores incluyen, la
inversión instrumental, q ue es
el esfuerzo conductual que se
realiza para mantener o mejo-
rar la relación, y la inversión
e x p resiva q ue so n los es fuer-
zos que se realizan para hacer
feliz a l otro.
• D o m i n a n c i a . I n f l u ye e n e lbalance entre el poder y con-
t rol en la toma de dec isiones
de la pa reja . En este apa rt a-
do , Epstein y cols . incluyen
elementos importantes como
el dinero, el uso del tiempo de
ocio, la d istribución del trab a-
jo en casa, las prioridades enel desarrollo de la carrera pro-
fesional de ca da miembro , . . .
Algunos autores consideran la
propia existe ncia de una re l a -
c i ó n d e d o m i n a n c i a e n l a
p a reja como ca usa de conflic-
to, sobre todo desde el punto
de vista de la teoría de unas
r e l a c i o n e s e q u i t a t i v a s . S i n
e mba rgo, no se ha demostra-
do empírica mente q ue sea as í
(Gottman, 1998). Puede darsela dominancia sin que a pa re z-
ca o se perciba ninguna dis-
torsión. Además, la toma de
decisiones tiene la caracterís-
t i c a d e s e r u n a h a b i l i d a d
escasa y difícil y por ello, un
bien preciado. El apoyo que
ca da uno ob tiene d e la pa re ja
en la toma de decisiones indi-
viduales o conjuntas, puede
ser uno de los re f u erzos bási-
cos q ue se obtiene d e la re l a -
ción. Por ello, aunque exista
una re lac ión de dominancia
de un miembro s ob re el otro ,
puede ser un factor conside-
rado como a lgo acep tab le o
incluso deseable porque evita
l a t a r e a d e s a g r a d a b l e d e
tomar decisiones.
La estructura de la pareja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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Ta mbién hay q ue co nsiderar que
el poder, el ejercicio de la dominan-
cia, es reforzante en sí mismo. Así
co mo la intimida d es un re f u e rz o
i mportante para cada componente
de la pareja y es fácil rec o n o ce r l o
como ta l , e l e je rc ic io de l podertambién lo es, no solamente porque
p e rmite el a cc eso a determ i n a d o s
bienes, sino por la percepción de
control y de autoeficacia que obtie-
ne quien lo ejerce. Así, la persona
que no está considerada en su tra-
bajo o en sus relaciones sociales,
podría buscar en la pareja la valida-
ción que le falta, y no solamente a
través de la intimidad, sino buscan-
do sentirse poderoso al ejercer el
dominio en un ambiente social sig-
nificativo como es la familia o lapareja.
Los problemas pueden aparec er
en aspectos que afectan simultáne-
amente a la intimidad y a la domi-
nancia, por ejemplo, las rela c iones
co n la s fa milias de orige n (We i s s-
ma n et a l, 2000). S i no s e ha produ-
cido el grado de separación nece-
sario para construir la intimidad, o
s i pa dres o herma nos interf i e re n
demasiado, y tienen excesivo peso
en la toma de d ecisiones d entro de
la pareja, se introducen elementos
distorsionadores que provocan difi-
cultades importantes. En la consul-
ta se manifiestan quejas sobre la
existencia de un desequilibrio en
las relaciones con las familias de
ambos.
• A p e g o . La s c o n d uc t a s d ea p e g o s e a p r e n d e n e n l a
in fa n c ia y s e a u t o m a t iz a n .
Ta mbién s e a prenden e n la
familia de origen las conduc-
tas de respuesta a la solicitud
de ayuda . S i no se cumplenlas expectativas que generan
las peticiones del otro, pue-
den darse problemas graves
en las pare jas . E l hecho de
que las conductas sean auto-
máticas, y por tanto no cons-
c ien tes y muy bás icas , hace
q u e l o s c o n f lic t o s e n e s t e
a s p e c t o s e a n g r a v e s y n o
s i e m p re e xp lí c i to s , d a n d o
lu g a r a e m o c io n e s f u e rt e s
q u e n o e n c u e n t r a n u n a
e x p res ión a decuada para sus o l u c i ó n .
• P roblemas en la comunica-ción y resolución de pr o bl e-mas. Una vez que aparece unconflicto en cualquier área, se
d i s p a r a n e n l a p a r e j a l o s
mec anis mos pa ra re s o l v e r l o :
las habilidades de comunica-
ción, de resolución de proble-
mas y la estructura de poder.
Si no consiguen hacerlo, y se
establecen en la pareja patro-
nes de relación que lo perpe-
túan o incluso lo agravan, al
pasar el tiempo sin hallar solu-
ción, el origen de las dificulta-
des se olvida y llega a parecer
q u e n o e x i s te n e l e m e n t o s
desencadenantes de la si tua-
J.A. García
CLÍNICA Y SALUD 105
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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ción y que es la propia convivencia
la que se convierte en prob le má t i-
ca . En conse cuencia, los pro b l e-
mas de comunicación y de falta de
h ab i l i d ad e s p a ra re so l v e r l o s se
asoc ian a cualqu ier o t ro t ipo de
situación. El alto grado de capaci-dad en ambas habilidades es una
gran ayuda para mantener la armo-
nía en la pareja.
Violencia
L a v i o l e n c i a c o m o m o t i v o d e
confl icto merece una considera-
ción aparte. La violencia, tanto físi-
ca como ps ico lóg ica , p red ice e l
d i v o rcio. Esto se ha compro b a d o
e n t re los rec ién c as a do s (Finch-
man y Beach, 1999). Un gran por-centaje de parejas que acuden a
c o n su l t a p re se n t an e p i so d i o s o
p roblema s co n la violencia, pero
so lamente una peq ueña pro p o r-
c i ó n l o m e n c i o n a c o m o m o t i v o
i m p o r ta n te para so l ic i ta r a yuda ,
salvo cuando se hace muy extre-
ma. Es quizás por eso que, hasta
fechas muy recientes, ha sido un
p roblema dejad o d e lad o p or los
te rapeu tas (Chr is tensen , 1999) .
H a y q u e t e n er e n c u e nt a q u e
cuando se hab la de v io lenc ia enl o s m e d i o s d e c o m u n i c ac i ó n se
están refiriendo exclusivamente a
la v io l e n c ia f ís ic a e je r c id a p o r
h o m b re s . P e r o , s e g ú n H a lf o r d
(2000), la prevalencia de la violen-
cia hombre sobre mujer es igual a
la de mujer sobre hombre. Aunque
los efectos (principalmente por la
d i fe rencia de fuerza ), no so n c om-
parables, la violencia del hombre
lleva más a menudo a daño físico
y p r o d u c e m u c h o m i e d o e n l a
m u j er.
E n t re la s ca usa s de la violencia
d e s t a c a la f a l t a d e h a b ilid a d e s .
Esta s e da con ma yor frecuencia en
l o s h o m b r e s q u e n o t i e n e n l a s
necesarias para manejarse en los
con f l ic tos . Es dec i r , son menos
a sertivos y tienen menos ca pac ida d
para resolver problemas. Otro de
los orígenes de estos déficits está
en hab er pres enciad o la violencia, e
incluso haber estado sometido a
e l la , en su f ami l ia de o r igen . E l
efecto de esta exposición es dife-re n te e n e l h o m b re y l a m u j e r :
mientras que en el hombre aumen-
ta la probabilidad de la violencia no
verbal , en l a mujer aumenta l as
cogniciones negativas que dan ori-
gen a la depresión o a la ansiedad
(Halford, 2000).
Como son los conflictos en lapareja
En condic iones es tab les en la
p a reja se esta blece un s ta tu q uoque permite la convivencia, aunque
s e a d u r a y a v e r s i v a . E s e n l o s
periodos en los que ocurren cam-
bios importan t es en la re l a c i ó n
c u an d o e s m ás p ro b ab l e qu e se
desencadenen los confl ictos gra-
ves. Por eso, la paternidad/mater-
La estructura de la pareja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
106 CLÍNICA Y SALUD
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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nidad, e l abandono del hogar de
los hijos, la jubilación, alguna enfer-
medad grave, problemas económi-
cos, etc. pueden ser el desencade-
nante de un problema que en reali-
dad ya lleva mucho tiempo.
Claramente las parejas con con-
flictos tienen mayores discusiones
e interacciones que son problemá-
ticas y les es muy difícil encontrar
una salida a las disputas. Desde la
terapia cognitivo conductual se ha
e s t u d i a d o , e m p ír ic a m e n t e y d e
forma exha ustiva, el tipo d e interac -
ción que ocurre asociada a la exis-
tencia de conflictos y que contribu-
ye a perpetuarlos. Se han identifi-
ca do s us componentes conductua-
les, cognitivos y fisiológicos (Cáce-res, 1996).
Componentes conductuales
El más problemático es la re ci-p rocidad negativa, q u e s e d acuando en una comunica ción nega -
t i v a e l o t r o r e s p o n d e c o n o t r a
comunicac ión también negat iva ,
es tab lec iéndose una esca lada de
violencia . A la es ca la da verbal suele
c o n t r ib u ir e n m a yo r m e d i d a la s
m u j e res, q uizá s porq ue s e suelenmanejar mejor en si tuaciones de
mucho estrés verbal. Las que no lo
hacen es porque tienen más capa-
cidad de razonar en es as circ uns-
tancias sobre sus pensamientos y
ca mbiar la respuesta más automáti-
ca (Finchma n y B ea ch, 1999a ). Este
pa trón de re c i p roc ida d nega t iva
a p a rece ta mbién en los matrimo-
nios que no tienen problemas; pero
con mucha menos frecuencia. En
ellos, una interacción negativa es
seguida frecuentemente por una
respuesta positiva o por ningunarespuesta (Gottman, 1998). Es por
tanto la rec ip roc ida d nega tiva (q ue
pudiera parecer más “justa”), uno
de los patrones de interacción que
más frecuentemente se asocia con
los problemas de pareja. Además,
es una forma de relación de la que
es muy difícil salir, ya que el meca-
nismo d e ca mbio q ue se emplea es
el castigo, es decir, una interacción
negativa, lo que perpetúa el patrón.
O tro patrón problemático apare-ce cuando la mujer da respuestashostiles mientras que el hombrese retira o no contesta, ante estare t i rada l a mujer incrementa su
h o s t ilid a d . E n l o s m a t r im o n i o s
a rm o n io s o s s e d a t a m b i é n e s t e
patrón aunque con menor frecuen-
cia y a menudo acaba con la retira-
da de ambos (Finchman y Beach,
1999a).
Uno de los métodos que se utili-
zan para resolver los problemas decomunicación es el empleo de la
metacomunicación, es decir, refle-xionar sobre la forma en que se está
dando la comunicación. Por ejem-
plo, se dice “no me estás escuchan-
d o ” p a r a i nt e n t a r q u e h a y a u n a
escucha, pero si el mensaje verbal,
J.A . Gar cía
CLÍNICA Y SALUD 107
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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dirigido a resolver el problema, va
acompañado por un componente
a g res ivo refleja do en la c omunica -
ción no verbal, y el que responde lo
hace al componente agresivo , se
incrementan las discusiones, entran-
do en un círculo vicioso . En losmatrimonios sin problemas contes-
tan a la metacomunicación y no al
componente emociona l.
Como pa trones de c omunica ción
p ro b l e m á t ic o s G o t t m a n (1 9 98 )
añade la presencia de los cuatro jinetes del Apocalipsis que pue-den c onducir a la pa reja a l divorcio:
la crí t ica, la act i tud defensiva, e l
des precio y hablar mucho pa ra q ue
el o tro no pueda dar su opinión.
Para este autor se comienza con lacrítica que desenc ad ena, fre c u e n-
temente, los otros jinetes .
Todos es tos pa trones de con-
ducta s pretenden, la mayoría de las
veces , reso lver el conflicto , pero no
so la mente no lo resuelven, sino q ue
lo perpetúan y la propia interacción
se convierte en el problema que
lleva a la separación, aunque no
s i e m p re los co nflic tos lleva n a la
ruptura. Se ha reportado un tipo de
conflictos en los que el marido seen fada e in ic ia l a d iscus ión con
á nimo de reso lver e l pro b l e m a ,
cu a nd o t iene éxi to , l a re l a c i ó n
puede sal ir fortalecida. En estos
casos e l conf l icto vivido por los
h i jos no es negat ivo para e l los ,
incluso puede ser una ocasión para
a prender a afrontar y resolver pro-
blemas (Finchma n y B ea ch, 1999a).
Componentes cognitivos
Se han es tud iado también los
elementos co gnitivos q ue pre c e-
den, están asociados al conflicto y
a veces pueden desencadenar lo .
Epstein, Baucom, y Rankin (1993)
identifican los siguientes:
• La atención selectiva. L o smiembros de la pareja tienden
a valorar de forma muy dife-
rente la frecuencia con la que
ocurren d eterminada s conduc-
tas, f ijándose en aquello que
les duele y dándole subjetiva-
mente mayor frecuencia. Paraello, a cuden a busca r en la his-
toria de la pareja hechos simi-
la res , intentando confirmar su
p e rcepción a ctua l, o simple-
mente jus t i f i car su miedo a
q ue oc urra a lgo a versivo (Ve r
ta mbién S illars e t a l, 2000).
• A t r i b u c i o n e s . La atribucióndel problema a determ i n a d a s
ca usas se ve como un elemen-
to necesario para su solución,
de aquí la importancia de quelas atribuciones estén rea l i z a -
das correctamente. Un tipo de
atribuciones q ue incre m e n t a n
los problemas , so n aq uellas en
las que se atribuye al otro la
respo nsa bilida d de los pro b l e -
mas comunes. Lo mismo ocu-
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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rre con aquellas en las que se
atribuye la conducta negativa
del otro a malas intenciones,
siendo c as i impos ible pro b a r
su f a l se d ad . E s to s t i p o s d e
a t r i b u c io n e s in te n s i f ic a n e l
co nflic to porq ue incre m e n t a nlos ataques verbales intentan-
do culpabilizar y avergonzar al
o t ro, pa ra imponerse y log ra r
el cambio . En las parejas en
conflicto se atribuyen las prin-
cipales causas de los conflic-
tos a rasgos globales, internos
y es tab les, q ue son imposibles
de c amb iar. Esto lleva a perder
la esperanza de solución y, en
consecuencia, escalan la agre-
sividad aún sabiendo que no
vale para nada o se retiran yse deprimen.
Dentro de los problemas genera-
d o s p o r l a s a t r i b u c i o n e s m a l
hechas está la de atribuir al otro la
c a p a c i d a d d e h a c e r e l c a m b i o
necesario para la solución del pro-
blema, suponiendo que no lo hace
porq ue no quiere. Es a sí como pos -
teriormente se le culpa y ataca.
La discrepancia en las atribucio-
nes so bre la ca usa de los pro b l e-mas, puede ser a su vez causa de
problemas. Por ejemplo, si la espo-
sa cree que el marido piensa que
su personalidad es la causa de los
p roblema s y no está de ac uerd o ,
esto se convierte de nuevo en un
foco de d isc repancia.
• Expectativas. Es evidente quesi no se tienen expecta tivas de
solución la posibilidad de que
los problema s s e re s u e l v a n
son mucho menores. Se deja
de buscar y de intentarlo y, en
consecuencia, al sentir que noexis te reme dio , se pro d u c e
inde fensión, a s í co mo pro b l e-
mas de depresión.
• Suposiciones y estándar e s .S i apa rece una discre p a n c i a
e n t re lo q ue c reen los es po-
sos que debería ser el matri-
monio y lo que perciben que
es (tanto en cualidad como en
ca ntida d), surgen los pro b l e-
m a s . No e s n e c e s a rio q ue
sean conscientes de las dife-re n c ia s p a ra q u e a p a re z c a n
los confl icto s. S in emb arg o ,
la s diferencia s rea les entre los
es t á n d ares de ambos compo-
nen tes t ienen poc a corre l a -
ción con el nivel de satisfac-
ción del matrimonio: es la dis-
c re p a n c i a e n t re lo q u e u n o
piensa que deber ía se r y lo
q u e p e rc i b e q u e e s , lo q u e
ca usa el pro b l e m a .
• Las creencias ir r a c i o n a l e spueden ser también una de
l a s f u e n te s d e c o n f l i c to e n
las parejas. Eidelson y Eps-
tein (1982) describen algunas
de ellas: Estar en des ac uerd o
d e s t r u y e l a r e l a c i ó n ; l o s
m i e m b ros de la pa reja deb en
J.A . Gar cía
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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s e r c a p a c e s d e a v e rig u a r lo s
deseos, pensamientos y emocio-
nes del otro; los miembros de la
p a reja no pueden ca mbia rse a sí
m i sm o s o a l a n a tu ra l e z a d e l a
relación; uno debe ser un compa-
ñ e ro se xual perfecto de l o tro ; ol o s c o n f l i c t o s e n t r e h o m b r e y
m u j e res s e de be n a di fere n c i a s
innatas asoc iadas a l sexo que se
muestran en las necesidades y en
la persona lida d.
Componentes fis iológicos
G o t t m a n y L e v e n s o n ( 1 9 8 6 )
e xp l ic a n c o m o l a s d i f e re n c i a s
f i s i o l ó g i c a s e n t r e h o m b r e s y
m u j e res pued en influir e n los c on-f lic t o s d e l a p a re ja . P a r a e s t o s
a u t o res , el homb re mues tra incre-
mentos más amplios de actividad
autonómica ante el estrés. En él,
estos aumentos se dan más fáci l-
mente y ta rda n más en re c u p e r a r-
se que en la mujer . Por eso , se
v e n i n c l i n a d o s a e v i t a r t o d a s
a q u e l l a s s i t u a c i o n e s a s o c i a d a s
con un alto nivel de activación y,
cons ecuentemente, intentan cre a r
un c l ima rac ional den tro de l as
r e l a c i o n e s . P a r a e l l o , a d o p t a np a t ro n e s m á s c o n c ilia d o r e s y
menos generadores de confl icto .
Si éste se d esenca dena, t ienden a
retirarse antes que la mujer. Sin
e m b a rgo, hay q ue tener en cuenta
q ue, cua ndo el enfado y la hostili-
da d d e e lla genera n enfad o y hos-
t i lida d en é l , s ue le pro d u c i r s e
miedo en ella: esto incrementa la
host ilida d y enfad o en él, pro d u-
ciéndos e la esc alada del conflicto.
Las di ferenc ias en la re a c t i v i-
dad fisiológica explican el patrónde de ma nda de la mujer y re t i r a d a
del marido . El exceso de excita-
c ión pred ispondr ía a l hombre a
iniciar la retirada ante las deman-
das de la mujer, llegando al punto
de no hacerle ningún caso (Gott-
ma n, 1998).
Impacto a largo plazo delconflicto matrimonial
Se ha demostrado que los indivi-duos casados t ienen mejor salud
física y mental que los no casados:
tienen una mortalidad menor, reali-
zan menos conductas de riesgo y
controlan mejor su salud, cumplen
mejor las prescripciones médicas,
tienen mayor frecuencia en su con-
ducta sexual, y esta es más satis-
fac toria (Mathew , et a l, 2001). Esta s
ventajas son c iertas , pero solamen-
te cuando no existen conflictos en
l a p a r e j a ( F i n c h m a n y B e a c h ,
1999a); porque un conflicto conti-nuad o lleva a una mayor a ctivación
y provoca un mayor estrés en sus
componentes. Esto explica el tre-
m e n d o i m p ac to qu e t i e n e e n l a
salud tanto física y mental tanto los
dos miembros de la pa reja como en
sus hijos.
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
110 CLÍNICA Y SALUD
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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Conflicto matrimonial y saludfísica y mental
S e d a u n a re l ac i ó n d i a l é c t i c a
entre salud mental y problemas de
p a reja . P or una parte, la falta de
salud mental se vincula con la inca-pacidad del individuo para afrontar
la relac ión de pa reja, ya q ue amba s
se asocian a la falta de habilidades
o problemas emoc ionales, que ca u-
san conflictos en la pareja. Por otra
p a rte , se ha comprobad o q ue la
falta de satisfacción en la re la c i ó n
deteriora la salud física y mental de
los miembros de la pa reja .
Se pueden encontrar numerosa s
lista s de problemas de s alud mental
que podrían ser consecuencia detener conflictos en la pareja (Gott-
man, 1998; Christensen y Heavey,
1999; Finchman y Beach, 1999a).
Está probado que los conflictos en
la pareja pueden ser causa de pro-
blemas co mo depresión, tras torn o
b i p o l ar, alcoholismo, trastornos de
la a limenta ción. Ta mb ién s e incre-
mentan otros problemas como la
violencia, los co nflictos co n los hijos
y los conflictos entre los hermanos ;
incluso, se incrementan las tasas de
accidentes automovilísticos, inclui-dos los mortales. Aunque debido a
la rela ción dialéctica mencionada es
difícil probar si los trastornos men-
tales son los que causan los pro ble-
mas de pareja o si son éstos los
que están en la raíz de los proble-
m a s m e n t a le s . L o s e s t u d i o s d e
Whisman y Bruce (1999) indican
una posible relación causal entre
e s o s p ro b l e ma s y e p i s o d io s d e
d e p resión ma yo r. Otro pro b l e m a
e n c o n t r ad o e n l o s e s tu d i o s qu e
inte nta n es tudia r la s re l a c i o n e s
entre co nflicto y tras tornos ps iq uiá-t r icos , e s que en e l 60% de los
ca sos co existen varios trasto rn o s
simultáneamente. A pesar de tener
en cuenta estas dificultades, Whis-
man (1999) ha encontrado rel a c i o-
nes c onsistentes entre la fa lta de
satisfacción con la depresión y el
t ra s torno por estrés postraumático
en las mujeres y con la distimia en
los hombres .
Los conflictos matrimoniales se
relacionan también con una saludf í s i c a m ás p o b re y c o n a l g u n as
enfermeda des espec ífica s c omo la s
cardíacas, el cáncer, el dolor cróni-
c o , la s a f e c c io n e s d e l s is t e m a
inmune y la mortalidad por cual-
quier tipo de enfermedad. Incluso,
hay evidencias d e q ue aq uellos q ue
han vivido el divorcio d e s us pa dres
y el suyo propio, tienen una espe-
ranza de vida ocho a ños menor q ue
el res to (Got tma n, 1998).
Otro efecto no civo q ue tienen losconflictos cons tantes de la pare j a
c u an d o so n o b se rv ad o s p o r l o s
hijos es e l impacto negativo que
ocas ionan en la conducta de los
hijos (Finchman y Osborne, 1993):
S e d e se n c ad e n an p ro b l e m as d e
conducta , d roga s, ba jo rendimiento
J.A . Gar cía
CLÍNICA Y SALUD 111
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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e s c o l a r, e t c . E n e s to s c a so s e l
divorcio, solo si pone fin a los con-
flictos, es menos dañino para los
hijos (Weiss , 1989). Los es tudios de
Ensign (1998) señalan la idea de
que las capacidades para nuestras
relaciones las aprendemos de lasq u e o b s e rv a m o s e n n u e s t ro s
p a d res y q ue existe una re l a c i ó n
inversamente proporcional entre los
conflictos de los padres y la intimi-
dad que alcanzan los hijos en la
adolescencia.
Situación y avances en la terapiade pareja cognitivo conductual.
Desde un punto de vista cogniti-
vo conductual una relación se defi-
ne como un intercambio de con-ducta s (Halford, 1998). C uando una
relación falla, predomina el inter-
c am b i o d e c o n d u c t a s n e g a t i v as ,
siendo una causa y un efecto de
los confl ictos. Como se ha visto ,
una de las causas de las dificulta-
des es la falta de habilidades para
comunicarse y resolver problema s .
Es por e l lo que, in icialmente , la
terapia cognitivo conductual se ha
cen trado en do tar a l a pare ja de
esa s ca pacidades y, en consecuen-
c ia , ha de f in ido como obje t ivosb á s i c o s d e l t r a t a m i e n t o : a ) e l
aumento del intercambio de con-
ductas positivas, empleándose de
f o rma amplia, el c ontrato cond uc-
tual (Bornstein y Bornstein, 1988;
Gottman, 1998) es por ello que, en
el tratamiento se incluye la ense-
ñanza de las técnicas de negocia-
ción precisas para hacer contratos
conductuales; b) la comunicación y
resolución de problemas; c) cam-
bios cognitivos para manejar creen-
cias, atribuciones, etc. La terapia
cognit ivo conductual , hasta hacep o c o t i e m p o , n o a f r o n t a b a d e
forma direct a , a unque s í indire c t a -
mente, los co nflicto s en la s á re a s
del compromiso , la in timidad, e l
apego o las emociones, que, como
se ha visto, son parte fundamental
de la relación. Sin embargo, la evo-
lución que se está dando incluye
esta s áreas co mo objetivos dire c-
tos de intervención.
Evaluación
La eva luac ión q ue se rea liza en la
terapia de pareja cognitivo conduc-
tual tiene como objetivo descubrir
cuáles son las áreas de conflicto,
detectando las conductas, las cog-
niciones y las emociones que for-
m a n p a r t e d e l o s p r o b l e m a s y
hacer después sobre ellas un análi-
s i s func ional para de te rminar l a
f orma en que aparecen y se man-
tienen. En la evaluación, inicialmen-
te, se trata de d eterminar cuál es el
punto de partida en la calidad de larelación cuando acude a consulta,
para lo que se puede utilizar algún
cuestionario de propósito general
c o n l a E sc a l a d e A j u s te M ar i t a l
(Locke y Wallace, 1959) o la Escala
de Ajuste Diádico (Spanier, 1976).
Son escalas que dist inguen entre
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
112 CLÍNICA Y SALUD
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
26/38
pa reja s co nflictivas y no co nflictivas
y s irven pa ra eva luar el prog reso en
la terapia (Cáceres, 1996; Costa y
S errat, 1982). La evaluación conti-
núa con una visión general del pro-
blema q ue trae a la pareja a la con-
sulta. El terapeuta se puede plante-ar una serie de preguntas de tipo
g e n e r a l ( C o r d o v a y J a c o b s o n ,
1993): ¿Cómo está de afectada la
p a reja ?¿ Cuales son los elementos
que los dividen? ¿Cómo se mani-
fiestan estos elementos en la re la -
ción?¿Cuál es el compromiso de la
pareja con la relación?¿Cuales son
l a s f o r t a l e z as qu e h ac e n qu e se
m a n t e n g a n j u n t o s ? ¿ C ó m o l e s
puede ayudar el tratamiento?
Las áreas que se tienen que con -s iderar en la eva luac ión son las
sie te Ce s de Birc h l e r, Douma s y
Fals-Stewart (1999): Carácter, paradetecta r si existe a lguna psicopa to-
logía en los miembros individuales
y observar si hay que tratarla en
pareja o individualmente. Contextocultural y social, e n e l q u e s eincluyen los a s pec tos re l i g i o s o s ,
étnicos y de las familias de origen.
Contrato, que tiene en cuenta lasexpectativas implícitas que de los
cónyuges sobre l a re lac ión , que
podrían ser inalcanzables o disfun-
cionales. Compromiso con la con-ce pción utiliza da en este art í c u l o .
Cuidado, para analizar todo lo refe-rente a hacer la vida agradable al
o t ro , considerando so bre to do el
i n t e rca mbio de conduct as posi t i-
vas . Comunicación para detectarp roblemas o falta d e ha bilida des .
Capacidad para resolver pr o b le-mas, teniendo en cuenta la s re l a-ciones de poder y dominancia.
Se tienen que evaluar también lapasión, el apego y la intimidad. En
la pasión hay que incluir la conduc-
ta sexual, no solamente si hay pro-
blemas, sino si es frecuente y varia-
d a , p a r a e l l o se p u e d e n u t i l i z a r
alguno de los cuestionarios sobre
conducta sexual existentes (Cáce-
res, 1996). La evaluación de las
c o n d u c t a s d e ap e g o i n c l u ye l a s
aprendidas en la familia de origen y
las expectativas q ue tienen respec-
to a la pareja. Hay que evaluar, de
forma general, el interés q ue tienenen mantener las relaciones con los
pa dres y el afecto que sienten por
e llo s , l a b ú s q u e d a d e a y u d a e n
situaciones estresantes y la satis-
f a c c ió n q u e s e e n c u e n t ra e n e l
auxilio obtenido. En la evaluación
de la intimidad, se pueden utilizar
cuestionarios sobre la teoría trian-
gular del amor, como el que propo-
n e S te rn b e rg , o m e j o r e l q u e
Lemieux y Hale, (2000); aunque hay
que tener en cuenta que conside-
ran un concepto de intimidad en el
q u e s e i n c l u y e n a s p e c t o s m á s
amplios de los que se t ienen en
cuenta en este artículo.
Con estos elementos de evalua-
c ión y par t iendo s iempre de l as
peticiones concretas de los pa cien-
J.A. Ga rcía
CLÍNICA Y SALUD 113
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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t e s , s e d a u n a e x p l i c a c i ó n d e
d o n d e e s t á e l p ro b le m a y c u a l
puede ser el camino hacia la solu-
ción. Hay que tener en cuenta que
la devolución de una evaluación es,
de alguna manera, una intervención
ya que se actúa sobre las expecta-tivas de solución y de continuidad
de la relación, y se pueden afianzar
atribuciones que dificulten la inter-
venc ión pos terior.
Tratamiento
Una vez que se han definido los
problemas existentes y las conduc-
tas envueltas en ellos, se establece
el programa de tratamiento selec-
cionando las técnica s específica s
que permiten el cambio. La terapiacognitivo conductual clásicamente
se centraba en potenciar el inter-
cambio de conductas positivas, en
el entrenamiento en habilidades de
comunicación y de resolución de
p roblemas y e n el trata miento de
los aspectos cognitivos (ver Costa
y Serrat , 1982; y Cáceres, 1996;
para una descripción más amplia).
Estos tres componentes consti-
tuyen la terapia de pareja cognitivo
conductual clás ica , q ue está clasifi-cada como una terapia con eviden-
cia proba da de efica cia (Cha mbless
et al, 1998). Los datos indican que
la gran mayoría de las parejas que
ac u d e n a t e r ap i a , a l re d e d o r d e l
75% (Gottman, 1998) informan de
una mejora en la satisfacción matri-
monial. Pero, como se ha ido indi-
ca ndo a lo largo de es te a rtículo, no
todo es positivo. La pregunta perti-
nente hay que hacerla no sobre es
si es e f ica z o no , s ino sob re su
potencia (Christensen, 1999), por-
que cuando se contrasta con gru-pos de control de lista de espera,
los resultados son siempre positi-
vos, q uizás debido a q ue si no exis-
te intervención, los problemas se
van incrementand o. S in emba rg o ,
c u a n d o s e t ie n e e n c u e nta s i la
mejora afecta , no solamente a la
disminución del conflicto, sino a la
eva lua c ión s ubjetiva de la re la c i ó n
por parte de los dos miembros, los
resultados no son tan espectacula-
res. Christens en (1999), re v i s a n d o
la literatura s obre la efica cia, llega ala conclusión de que, siendo estric-
tos, menos del 50% de las parejas
que acuden a terapia cambian de
un estado de estrés a un estado de
a rmonía . Otro a spec to poco claro
es la cantidad de recaídas que se
contabilizan, entre el 30% y 50%,
aunque algunos autores son más
p e s im is t a s in tuye n d o q u e , s i se
tomase un tiempo mayor de estu-
dio, el porcenta je de las re c a í d a s
sería mayor (Gottman, 1998).
O t ro as pecto a destaca r es que
s e h a n r e a l i z a d o e s t u d i o s p a r a
determinar la eficacia de los distin-
tos componentes y su importa n c ia
y contribución en resultados de la
t e ra p ia . S o rpre n d e n te m e n te , s e
obtienen res ulta dos muy simila re s
La estructura de la p areja: implicaciones para la terapia cognitivo conductual
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8/20/2019 Articulo Relacionado Con Tratamiento de Problemas Conyugales Combinados
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cuando se emplean técnicas con-
ductuales, cognitivas, o la mezcla
de los ambas. Para Gottman (1998)
es tos resu l tados in t roducen una
reflexión inquietante, esto es, cual-
qu ier t ipo de in te rvención da e l
m is m o r e s u lt a d o q u e la b a s a d aexclusivamente en los contratos
conductuales, que está fundamen-
tada en la suposición errónea de la
necesidad de un funcionamiento
eq uilibra do de los re f u e rzos en la
pareja con el objetivo de que haya
a rmonía. El mismo autor señala que,
t a m b i é n , l o s r e s u l t a d o s q u e s e
obtienen con terapias de cualquier
or ien tac ión (una vez que se han
replicado los estudios originales)
son equivalentes.
De el lo se deduce que lo más
p roba ble es q ue la clave del c am-
bio resida en elementos comunes a
toda s la s terapia s q ue det erm in a n
el éxito, independientemente de la
técnica que se esté utilizando. Así,
por ejemplo, en cualquier terapia el
te rapeu ta se in t roduce como un
elemento de neutralización en las
discusiones de la pareja al imponer
un alejamiento emocional, dificul-
tando con su presencia y actuación
una esc a la da del c onf licto . Ta m-
bién, otros elementos inespecíficos
como la es peranza q ue despierta la
terapia, la confianza en el terapeu-
ta, o la existencia de un progra ma
e s tructura do q ue implica un c iert o
co ntrol sobre la situación (G ottma n,
1998). Es un caso en el que pare-
cen determinantes los elementos
no específ icos de la terapia, que
tantas veces son ignorados en la
enseñanza de la terapia cognitivo
conductual, debido a que o bien se
d an p o r su p u e s to s o p o rqu e se
hace demasiado h incap ié en lastécnica s a emplear.
Mejora de la intimidad y tratamiento
de las emociones relacionadas con
el apego
L o s e l e m e nt o s d e la lla m a d a
terapia de cognitivo conductual clá-
sica s e refieren a la c apa cidad de la
p a reja de dec idir y de ma nejar de
f o r m a a r m o n io s a lo s b i e n e s o
re f u e rzos q ue compa rten y a la s
distorsiones cognitivas subyacen-te s . C o m o qu e d a e v i d e n te , e s t a
visión no a naliza de forma directa la
intimidad, aunque sus técnicas, al
f o m e n t a r l a c o m u n i c a c i ó n y e l
entendimiento conjunto de los pro-
blemas, la potencian indirectamen-
te (Lawrence, Eldridge y Christen-
sen, 1998).
En un estudio sobre la eficacia a
la rgo plazo de la terapia cognitivo
conductual frente a terapias basa-
das en el insight, Snyder y colabo-r a do res, 1989, 1991a , muest ran la
superioridad de esta última frente a
las primera en el número de divor-
c ios q ue s e pro d u j e ron c on un
seguimiento de cuatro años dentro
de las pare jas t ra tadas con cada
una de las técnicas. Pese a la polé-
J.A . Gar cía
CLÍNICA Y SALUD 115
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