Ariadna cartaya c. 16.819.107
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGIA.
UNIVERSIDAD FERMIN TORO- SAIA
ADMINISTRACIÓN GERENCIA
ARIADNA CARTAYA CI :16.819.107
PERSONAJE HISTORICO
JACINTO CONVIT
PROF. SALVADOR SAVOIA
VIDA PERSONAL
Nació en Caracas, en la parroquia de La Pastora,
el 11 de septiembre de 1913, hijo de Flora García
Marrero de origen canario y su padre Francesc Convit i
Martí de origen español. Quienes aparte de Jacinto,
tuvieron cuatro hijos más, Miguel Ángel, Reinaldo, René
y Rafael. Puede decirse que la familia Convit García fue
por mucho tiempo una familia “pudiente”, hasta que
circunstancias extrañas al hogar, precipitaron una crisis
económica que coincidió con los años en que Jacinto
debía comenzar sus estudios universitarios. Su
educación secundaria la realizó en el liceo Andrés Bello
(Caracas) bajo la dirección de dos insignes maestros:
Rómulo Gallegos y Pedro Arna.
VIDA PERSONAL
En 1946, a los 33 años de edad, se casó con Rafaela Marotta
D'Onofrio, de origen italiano, con quién tuvo cuatro hijos, Francisco Convit,
empresario radicado en Caracas, dedicado a la actividad agropecuaria. El
Dr. Rafael J. Convit, cirujano plástico y el Dr. Antonio Convit, profesor e
investigador de la Universidad de Nueva York. Su hijo Oscar Convit falleció
en el año 1978 y su esposa en el año 2011.
VIDA PUBLICA Y PROFESIONAL
En 1932 ingresó a la escuela de Medicina de la Universidad Central
de Venezuela (UCV) donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias
Médicas en 1938. Se especializó en dermatología en los Estados
Unidos. Como integrante del equipo médico del Leprocomio de
Cabo Blanco (estado Vargas) se dedicó al tratamiento clínico contra
la lepra, mientras en la colaboración con el Dr. Martín Vegas
iniciaba en la vecina comunidad del litoral central una campaña
educativa destinada a erradicar la creencia colectiva de contagio de
dicha enfermedad por simple convivencia con los leprosos.
Su creciente experiencia en el tratamiento e investigación de la
lepra le permitió relacionarse con otros especialistas extranjeros,
llegando asistir como delegado de Venezuela al Congreso
Panamericano de Lepra celebrado en 1946 y al Congreso
Internacional de Lepra que se llevó a cabo dos años después.
CARGOS OCUPADOS
En 1948 Tras obtener por oposición la plaza de médico dermatólogo
en el Hospital Vargas de Caracas, se incorporó a la cátedra de
dermatología del profesor Leopoldo Briceño Iragorry, siendo
nombrado instructor y director de su laboratorio. Jacinto Convit
desempeñó este cargo hasta 1950, fecha en que fue nombrado jefe
de Clínica Dermatológica.
En 1971 Convit fue nombrado por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) Director del Centro Cooperativo para el estudio
Histológico y Clasificación de la Lepra, dirección que continuó
desempeñando, hasta antes de su fallecimiento.
En 1968 fue nombrado Presidente de la Asociación Internacional de
la Lepra (International Leprosy Association) y reelecto en 1973,
también fue designado presidente de la International Journal of
Leprosy Corporation. En 1976 fue electo director del Centro
Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y
Enfermedades Tropicales.
En 1980, ingresa como individuo de número en la Academia Nacional
de Medicina de Venezuela. Por su larga y fructífera trayectoria
científica recibió numerosos reconocimientos nacionales e
internacionales, entre ellos, el Premio Nacional de Ciencias en la
especialidad de medicina, otorgado en 1980 por el Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas
(CONICIT).
En 1937, el doctor Martín Vegas, conocido pionero en los estudios
sobre la lepra, invitó a Convit a visitar la vieja casona
del lazareto de Cabo Blanco en el estado Vargas, donde se alojaban
cientos de pacientes afectados por lepra o lacería. En 1990, Convit
escribía que su permanencia en Cabo Blanco fue enriquecedora en el
plano personal y profesional.
Jacinto Convit inoculó el bacilo de la lepra en armadillos de la
familia Dasypodidae y obtuvo el Mycobacterium leprae, que mezclado
con la BCG (vacuna de la tuberculosis), produjo la inmunización. Este
notable aporte a la ciencia médica, le valió el Premio Príncipe de
Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1987, además de ser
postulado en 1988 para el Premio Nobel de Medicina.
Desde su llegada a Cabo Blanco, Convit no descansó hasta obtener la
vacuna contra la fatídica enfermedad
CARGOS OCUPADOS
Su más importante logro individual en el campo médico ha sido el desarrollo
de una vacuna capaz de prevenir y curar la terrible enfermedad de la lepra, al
que se agrega también al desarrollo (en equipo con sus colaboradores del
Instituto de Biomedicina) de la vacuna contra la leishmaniasis cutánea. Convit
también hizo importantes aportes en el conocimiento de enfermedades
infecciosas, como la Oncocercosis y Micosis profundas.
Gracias a sus trabajos Venezuela se transformó en un centro de
entrenamiento en lucha anti leprosa. Ello le valió en 1987 el Premio Príncipe
de Asturias en su mención científica y técnica, galardón concebido por el
gobierno de España a las personas e instituciones iberoamericanas que han
hecho significativos aportes en beneficio de la humanidad.
También la nominación al Premio Nobel de Medicina en 1988, y en 2002, el
otorgamiento por parte de la Organización Panamericana de la Salud del
título “Héroe de la Salud Pública de las Américas”. Convit es considerado
uno de los más importantes científicos del mundo.
En el año 2013 los diputados de la Asamblea Nacional venezolana aprobaron
por primera vez un proyecto de reconocimiento a sus trabajos, con motivo del
centenario de su nacimiento y por su obra, que incluye sus logros científicos a
favor de la salud del pueblo venezolano y del mundo, por su dedicación al
ejercicio de la medicina sin fines lucrativos y de enriquecimiento personal.
Los diputados del parlamento venezolano indicaron que se debía “solicitar el
Premio Nobel de la Medicina al Dr. Jacinto Convit para reconocer su
labor científica y los aportes que ha preservado para la salud de los
pueblos del mundo”.
PRINCIPALES APORTES
Su más importante logro individual en el campo médico ha sido el desarrollo de una
vacuna capaz de prevenir y curar la terrible enfermedad de la lepra, al que se
agrega también al desarrollo (en equipo con sus colaboradores del Instituto de
Biomedicina) de la vacuna contra la leishmaniasis cutánea. Convit también hizo
importantes aportes en el conocimiento de enfermedades infecciosas, como
la Oncocercosis y Micosis profundas.
En 1937, el doctor Martín Vegas, conocido pionero en los estudios sobre la lepra,
invitó a Convit a visitar la vieja casona del lazareto de Cabo Blanco en el estado
Vargas, donde se alojaban cientos de pacientes afectados por lepra o lacería. En
1990, Convit escribía que su permanencia en Cabo Blanco fue enriquecedora en el
plano personal y profesional.
"Aprendí a cuidar a los pacientes desempeñando labores de médico, juez,
odontólogo y consejero, que sirvieron ampliamente para enriquecer mi
conocimiento sobre la enfermedad y profundizar sobre el aspecto humano de
los enfermos"
En aquel tiempo esta enfermedad era todavía motivo de prejuicios arraigados
socialmente; a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por autoridades
policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit, quien ante tal
maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los enfermos.
Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en estos
pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de
Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo
que conllevó al cierre de las leproserías siendo Venezuela el primer país en
implementar esta medida.
Fue amplia la carrera y proyección de la obra del Dr. Convit a nivel internacional.
En la actualidad el Instituto de Biomedicina recibe becarios enviados por la OMS-
OPS provenientes de América, África y Asia
PRINCIPAL LOGRO
El Dr. Jacinto Convit falleció el 12 de mayo de 2014 según informaron sus
familiares. Los actos velatorios se realizaron en el Cementerio del Este el 13 de
mayo de 2014. Luego de este suceso, le fue concedida la “Orden Libertadores
de Venezuela” post-mortem, en su primera clase mediante decreto presidencial
MUERTE