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[97] artículo Revista eure (Vol. XXIX, Nº 88), pp. 97-130, Santiago de Chile, diciembre 2003 Ascensión Calatrava * y Ana Melero ** Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales: análisis y tendencias en dos regiones españolas Abstract Rural areas in developed countries have been experiencing, over the last decades, remarkable changes derived both from the deep restructuring of the agrarian sector and the crisis of the fordist productive system dominating in the 1960s. In this perspective, the rural world constitutes currently a new framework for local development, because it could host new locations of enterprises. This article tries to analyse the diversification models of the enterprises and the type of new enterprises that originated in rural areas in order to determine if businesses in new locations follow a pattern of concentration in industrial activities and services traditional in the zone or, if alternatively, they opt rather for non-traditional activities of an exogenous origin. The study focuses, within a comparative approach with the phenomenon at the national-national, in the Spanish regions of Andalucía and Castilla-La Mancha, which have both an agricultural productive component over the national average and an income by person lower that of the country average. Key words: industrial activity, productive restructuring, rural environment, Spain. Resumen El mundo rural de los países desarrollados está sufriendo en las últimas décadas notables mutaciones derivadas de la profunda reestructuración del sector agrario y de la crisis del sistema productivo fordista dominante en los años sesenta. En este contexto, el medio rural constituye un nuevo escenario para el desarrollo local al dar cabida a localizaciones de nuevas empresas. El presente artículo trata de analizar los modelos de diversificación empresarial y el tipo de nuevas empresas que se está originando en el medio rural, para comprobar si estas nuevas localizaciones empresariales se siguen concentrando en actividades industriales y de servicios ligadas a actividades tradicionales en la zona o, por el contrario, su actividad se va diversificando con la presencia de actividades empresariales no tradicionales y de origen exógeno. El estudio se realiza para las regiones españolas de Andalucía y Castilla La Mancha, ambas con un componente productivo agrícola superior a la media nacional, y con una renta per-cápita inferior a la media del país, establecien- do en cada caso comparaciones con lo que acontece en el ámbito nacional. Palabras clave: actividad industrial, reestructuración productiva, ámbito rural, España.

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artículo

Revista eure (Vol. XXIX, Nº 88), pp. 97-130, Santiago de Chile, diciembre 2003

Ascensión Calatrava* y Ana Melero* *

Aproximación a la estructura y los modelosde diversificación de la actividad

empresarial en municipios rurales: análisisy tendencias en dos regiones españolas

Abstract

Rural areas in developed countries have been experiencing, over the last decades,remarkable changes derived both from the deep restructuring of the agrarian sectorand the crisis of the fordist productive system dominating in the 1960s. In thisperspective, the rural world constitutes currently a new framework for localdevelopment, because it could host new locations of enterprises. This article tries toanalyse the diversification models of the enterprises and the type of new enterprisesthat originated in rural areas in order to determine if businesses in new locationsfollow a pattern of concentration in industrial activities and services traditional in thezone or, if alternatively, they opt rather for non-traditional activities of an exogenousorigin. The study focuses, within a comparative approach with the phenomenon atthe national-national, in the Spanish regions of Andalucía and Castilla-La Mancha,which have both an agricultural productive component over the national averageand an income by person lower that of the country average.

Key words: industrial activity, productive restructuring, rural environment, Spain.

Resumen

El mundo rural de los países desarrollados está sufriendo en las últimas décadasnotables mutaciones derivadas de la profunda reestructuración del sector agrario yde la crisis del sistema productivo fordista dominante en los años sesenta. En estecontexto, el medio rural constituye un nuevo escenario para el desarrollo local al darcabida a localizaciones de nuevas empresas. El presente artículo trata de analizarlos modelos de diversificación empresarial y el tipo de nuevas empresas que seestá originando en el medio rural, para comprobar si estas nuevas localizacionesempresariales se siguen concentrando en actividades industriales y de serviciosligadas a actividades tradicionales en la zona o, por el contrario, su actividad se vadiversificando con la presencia de actividades empresariales no tradicionales y deorigen exógeno. El estudio se realiza para las regiones españolas de Andalucía yCastilla La Mancha, ambas con un componente productivo agrícola superior a lamedia nacional, y con una renta per-cápita inferior a la media del país, establecien-do en cada caso comparaciones con lo que acontece en el ámbito nacional.

Palabras clave: actividad industrial, reestructuración productiva, ámbito rural,España.

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Ascensión Calatrava y Ana Melero

1. Introducción

El mundo rural en la Unión Europea (UE),al igual que en otros países indus-trializados, está sufriendo notables mu-

taciones, cuyas principales tendencias son: (a)una profunda reestructuración del sector agra-rio, con una disminución importante de la su-perficie destinada a uso agrícola (Eurostat,1999a), así como una fuerte reducción de lamano de obra (Eurostat, 1999b), moderniza-ción e intensificación de los procesos de pro-ducción y tendencias a la polarización estruc-tural (Eurostat, 1999a); (b) una mayor diversi-ficación económica originada –entre otras cau-sas- por la pérdida de la importancia relativadel valor añadido por la agricultura en el PIBtotal, dada la aparición de nuevas actividadesy el mejoramiento de las industrias locales através de la innovación (OCDE, 1992; Canto& Casabianca, 1996; García Sanz, 2000); (c)el nacimiento de empresas rurales financiadascon fondos privados de carácter individual oprocedentes de un pequeño grupo de perso-nas asociadas (Panizo, 1981); (d) indicios dereversión de las tendencias de despoblamientoen ciertas regiones rurales de la UE, despuésdel éxodo rural generalizado de los años ‘60,vinculado a las migraciones interregionales einternacionales (Dedeire, 1994; García Sanz,1996; Fougerouse, 1996), situación que estáoriginando el desarrollo de centros urbanosmenores como subpolos de actividad econó-mica, pero que no implica la vuelta masiva alas zonas rurales ni un desarrollo homogéneode esta tendencia (Calatrava, 1994); (e) pro-tección del medio ambiente rural, dado que elcrecimiento a largo plazo sólo puede garanti-zarse en asociación con la naturaleza(Calatrava & Melero, 1995).

En las últimas décadas estos cambios hancorrido paralelos y –en ocasiones- han con-vergido junto con la necesidad de encontrar

sistemas de organización empresarial a nivelrural alternativos a la gran empresa urbana(Calatrava & Melero, 1999).

Prácticamente todos los ensayosinterpretativos coinciden en el diagnóstico; setrata de una crisis profunda y estructural delsistema productivo dominante en los años ’60–el fordismo. De acuerdo con Piore y Sabel(1990), las transformaciones económicas re-cientes que se están produciendo a nivel localresponden a la emergencia de un nuevo siste-ma productivo –el “modelo de especializaciónflexible”1 –, mediante el cual las cadenas pro-ductivas integradas en las grandes empresasfordistas se rompen y se sustituyen por redesde empresas pequeñas y medianas, que seespecializan y conectan entre sí medianteacuerdos flexibles, con la capacidad de gene-rar y potenciar actividades innovadoras en elmundo rural (Courlet, Pecqueur y Soulage,1993).

Los cambios producidos en los espaciosrurales de los países desarrollados desde ladécada de los ‘80, derivados de los procesosde desarrollo económico y social (Kayser,1994), han sido –en general– muy evidentes.Las nuevas formas de organización producti-va han incidido en la distribución espacial dela industria y los servicios, dando un fuerte im-pulso a muchos ámbitos locales integrados pormunicipios rurales, en los que la combinaciónde sus características naturales, sus recursospropios y un sistema de valores compartidoles ha permitido el desarrollo de una industria-lización que, aunque en muchos casos ha sidode naturaleza endógena, en ocasiones ha lle-gado a través de producciones sin tradiciónen el territorio.

En este nuevo contexto, la expresión “sis-tema productivo local” acuñada por Garofoli

* Instituto de Economía y Geografía del CSIC,Madrid (España). E-mail: [email protected]

** Instituto de Economía y Geografía del CSIC,Madrid (España). E-mail: [email protected]

1 Además de Piore y Sabel, hay otros autoresmuy representativos que defienden este nuevo para-digma. Entre ellos están Scott (1986 y 1988); Storpery Scott (1989); Scott y Storper (1992); Sengenberger,Loveman y Piore (1990) y Pyke y Sengenberger(1992).

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(1986) adquiere relevancia, al igual que opi-niones como la de Quevit (1986), para quien«la industrialización rural es un nuevo esce-nario de desarrollo regional», o la de VázquezBarquero (1991), quien considera que «loscambios económicos producidos en los paí-ses industriales en la década de los ‘70 hanestimulado el crecimiento de actividades em-presariales en áreas rurales», hasta el extre-mo que los procesos generales que actualmen-te inciden en los espacios rurales y las modifi-caciones relacionadas con esos procesos queestán teniendo lugar en ellos, dibujan un nue-vo orden territorial con espacios rurales gana-dores y perdedores en las lógicas dominantes(Colletis & Pecqueur, 1995; Benko & Lipietz,1994).

La situación descrita es observable en Es-paña, como demuestran los resultados de lostrabajos de numerosos autores2, y ha incididomuy favorablemente en los procesos de desa-rrollo rural de algunas zonas que –por su buenhacer en los ámbitos de utilización de recur-sos endógenos, de la organización empresa-rial y del desarrollo de innovaciones aplicadasa los procesos productivos y a los productos-han conseguido insertarse en la economíacomo áreas rurales emergentes, por cuantohan sido capaces de mostrar un entramado

productivo muy dinámico en diversas ramasde actividad industrial y de servicios. Si bienes verdad que las zonas rurales emergentespresentan una serie de rasgos socio-demográ-ficos, territoriales y ambientales muy específi-cos, que favorecen su inserción en los circui-tos económicos de un mercado globalizado, yque no todos los espacios rurales se han adap-tado con la misma intensidad a los cambiosde la globalización3, la industrialización y laterciarización de los espacios rurales es unhecho (Melero & Calatrava, 2001 y 2003;Calatrava & Melero, 2002a), quedando atráslas opiniones negativas mostradas por otrosautores a fines de los ‘80 acerca de las gran-des dificultades existentes para que el mediorural español encontrara los medios para salirde su atraso económico por otras vías dife-rentes al desarrollo de actividades asociadasa la agricultura4.

El resultado del período de cambios ra-dicales experimentado por el mundo desdehace tres décadas es la transformación de

2 Es muy profusa la relación de trabajos publi-cados sobre la industrialización de áreas rurales con-cretas, el desarrollo de sistemas productivos localesy distritos industriales en España. Citamos los deVázquez Barquero (1987); Benton (1993); Palacioset al. (1994); Méndez y Gil (1994); Méndez y Caravaca(1996); Climent (1997); Méndez y Rodríguez (1998);Del Río (2000); Pedreño (2001) y Caravaca et al.(2002). También es de gran interés la obra colectiva“Cambio industrial y desarrollo regional en España”,coordinada por Bosque y Méndez (1995) y publicadapor la editorial Oikos-Tau, en la que se analiza la con-tribución del sector industrial al desarrollo regional enlas Comunidades Autónomas Españolas, a la vez quese evalúan los principales efectos del cambio indus-trial en España, conservando siempre la escala re-gional como principal ámbito de referencia. El resul-tado es un volumen que tiene la virtud de sistemati-zar, con índices homogéneos, las principales carac-terísticas y tendencias regionales del sector indus-trial español.

3 A este respecto, ver el trabajo de Silva Pérez(2002), en el que se esboza una propuesta tipológicade espacios rurales de acuerdo con el modo de inser-ción de los mismos en el espacio global, diferencian-do y caracterizando tres tipos: espacios rurales emer-gentes, áreas rurales acomodaticias y espacios rura-les rezagados.

4 Hace quince años, en uno de sus trabajossobre desarrollo rural, Miren Etxezarreta (1988) es-cribía: ”Se ha perdido la esperanza en la industriali-zación rural como el instrumento principal de la políti-ca económica para el desarrollo rural”. Y añadía: “EnEspaña está bastante claro que los esfuerzos reali-zados para lograr una descentralización industrial hanconducido al fracaso» (90), sustentando sus palabrasen que en aquel tiempo no existían más que indus-trias aisladas en algunos municipios rurales que seesforzaban por atraerlas, siendo dichas industrias–en la mayoría de los casos- fruto de reestructuracio-nes y de cierres de empresas en otros lugares. Lascaracterísticas de esas empresas (empleos precarios,escaso volumen productivo y nula capacidad de ex-pansión) impedían la posibilidad de un desarrollo ru-ral genuino. La autora reconocía la existencia de ejem-plos de “industrialización difusa”, aunque añadía queesos modelos de industrialización “no son tanto mo-delos de desarrollo rural sino modelos de desconges-tión urbano-industrial, pero dentro de áreas que pue-den considerarse, por lo menos, semiurbanas” (89).

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los territorios a través de diferentes respues-tas en la manera de orientar sus tendenciasde desarrollo. De todo ello, han surgido tan-to espacios territoriales dinámicos o gana-dores que han sabido insertarse en el con-texto económico globalizado, así como es-pacios que han iniciado su declive o se hanmantenido al margen porque no han logra-do encontrar la vía del desarrollo integrado.Entre esos territorios se localizan muchosde carácter rural que han sufrido el impactode los diferentes procesos que conlleva lareestructuración del sistema productivo(globalización, descentralización, flexibili-zación de la producción y el empleo), y quehan constituido el escenario en que se hanmostrado las nuevas tendencias de organi-zación espacial de las actividades económi-cas. Independientemente de que hayan con-seguido situarse en el lado de los territoriosganadores en virtud de la intensidad y ca-racterísticas de los cambios, o estén del ladode los territorios perdedores, los espaciosrurales de los países desarrollados no soniguales que hace unas décadas, y todos hanexperimentado una diversificación de la pro-ducción, impulsada por la pérdida relativa delpeso de la agricultura en sus estructurasproductivas.

Ante esta situación, el presente artículointentará analizar si en el espacio rural espa-ñol se está produciendo un proceso de diver-sificación de la actividad empresarial.

El análisis de los modelos de diversifica-ción del espacio rural español se realizará parael período 1995-1998, obligándonos a definircomo punto de partida qué es lo que entende-mos por espacio rural y para qué municipiosvamos a realizar el análisis. Delimitados losmunicipios, la contrastación se realizará paralas Comunidades de Andalucía y de Castilla-La Mancha, dos zonas consideradas por la UEdentro de su política de desarrollo rural inte-grado como zonas Objetivo 15, que presentan

características agrícolas muy diferenciadas.Los resultados de la contrastación para las dosautonomías se comparan con los obtenidos anivel nacional, para poner de relieve las simili-tudes y las diferencias6.

Para proceder a este estudio, en primer lu-gar se tratará de determinar los cambios en lacomposición sectorial de la población rural eco-nómicamente activa, ya que éstos constituyenun reflejo del proceso de diversificación producti-va que se está desarrollando en el mundo ru-ral. Determinados los cambios producidos enla estructura por ramas de actividad del em-pleo, se procederá a examinar cómo está evo-lucionando el tamaño de las firmas que compo-nen el tejido empresarial en ese espacio, conel fin de conocer si las nuevas empresas crea-das son microempresas o empresas pequeñassin asalariados, donde el componente deautoempleo es importante, o si –por el contra-rio– son de tamaño medio o grande.

De ser cierto el primer planteamiento, y si elcrecimiento de nuevas empresas se produjeraen el estrato de las que cuentan con un númeromuy limitado de trabajadores, la evolución delas actividades no agrarias en la sociedad ruralestaría más vinculada a actividades del sectorservicios de carácter tradicional y a actividadesindustriales ligadas a los recursos endógenos(Stöhr, 1992). En este caso, el factor decisoriode localización para la ubicación sería el cono-cimiento del entorno por el nuevo empresario.

de la UE-15. En Andalucía, el PIB per cápita alcanzóen 1998 el 58,8% de la UE-15, y en Castilla-La Man-cha el porcentaje se situó en el 65,1%.

6 En el desarrollo del trabajo se manejan datosno publicados procedentes de explotaciones especí-ficas, solicitadas por el equipo de investigación dedos bases de datos del Instituto Nacional de Estadís-tica: Encuesta de Población Activa (EPA) para el aná-lisis sobre diversificación del empleo, y Directorio Cen-tral de Empresas (DIRCE) para el análisis de la varia-ción del conjunto de empresas. Los datos facilitadospor el INE se complementan con los obtenidos enuna serie de entrevistas en profundidad realizadasen las áreas objeto de estudio y con datos proceden-tes de otros trabajos de investigación, en los que jun-to con las autoras ha participado la Dra. Ruth Rama.

5 Las zonas consideradas Objetivo 1 son aque-llas en que el PIB per cápita es inferior al 75% del PIB

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En el caso de que las nuevas empresas locali-zadas correspondieran al estrato de tamañomedio o grande, podría considerarse que di-chas actividades se encuadrarían en el marcoteórico de aquellos planteamientos que propo-nen una política de diversificación productiva,de creación de empleo y de fijación empresa-rial en el medio rural, ya sea mediante la poten-ciación de las actividades endógenas, a travésde la creación de nuevas actividades de natu-raleza exógena o promocionando la creaciónde distritos industriales donde estaríaninterrelacionadas actividades de naturalezaendógena y exógena (Cuadrado Roura et al.,1992).

Habiendo analizado el proceso de creaciónde empresas en función del tamaño, se des-cenderá en el análisis para determinar en quésubsectores se concentra el cambio, de talmanera que podamos conocer si lossubsectores industriales y de servicios másactivos en dicha diversificación están concen-trados en actividades de naturaleza endógenay tradicionales de la zona, o si –por el contra-rio- en el medio rural se están introduciendonuevas actividades empresariales no tradicio-nales de origen exógeno, con una intensidaden la creación de nuevas empresas superior ala de las nuevas empresas de actividades tra-dicionales.

2. ¿Cómo establecer la fronteraentre lo rural y lo urbano?

No parece posible definir objetiva o explí-citamente la ruralidad, pese a los numerososintentos realizados para delimitarla utilizandodiferentes criterios (Capel, 1975; Abramovay,2000)7 . De las definiciones que existen sería

vano el intento de localizar cuál es la mejor.No obstante, en trabajos realizados por auto-res americanos y europeos (Dirven, 1997;Ghelfi & Parker, 1997; Hofferth & Iceland, 1998;Pahl, 1966; Mathieu, 1998) y en los que haefectuado la División de Desarrollo Rural paraAmérica Latina de la Organización para la Ali-mentación y la Agricultura de las NacionesUnidas (FAO/SDA, 1998), existe un nexo co-mún: lo rural ya no es definido por oposición alas ciudades y sin relación con ellas. Las ciu-dades o aglomeraciones ejercen su influenciasobre otros asentamientos humanos de varia-das densidades de población, algunas de ellasmuy escasas.

La relevancia de los espacios y la eviden-cia de que el desarrollo de los países tieneuna dimensión territorial, ha hecho cada vezmás habitual la distribución del territorio porzonas y su diferenciación rural y urbana enfunción de criterios de densidad de población.Y buena muestra de ello es que organismos einstituciones internacionales han adoptado cri-terios propios de definición en los que está

por los países de América Latina; (b) baja densidaddemográfica y de edificaciones. Dentro de este tipode variables, el tamaño del núcleo de población es elmás utilizado para diferenciar los núcleos urbanos delos rurales, aunque los que sirven para determinar uncarácter rural son extraordinariamente diversos, os-cilando entre 200 en el caso de Dinamarca y 30.000en el de Japón; (c) hegemonía espacial de activida-des primarias. En este caso el predominio de la acti-vidad económica agrícola es el criterio fundamentalpara definir la ruralidad; esta variable, unida a la deltamaño del núcleo de población, se utiliza en Israel,Jordania, Países Bajos, Yugoslavia y Chile, entre otrospaíses; (d) la combinación de algunas de las varia-bles anteriores en distinto grado bajo la forma deindicadores múltiples que miden el grado de cumpli-miento de varios criterios es la fórmula adoptada porotros países; así, en Checoslovaquia, la delimitaciónadministrativa y el tamaño del núcleo –unido a la au-sencia de ciertas características urbanas- define lorural; en la India, el número de habitantes y la activi-dad agrícola y la densidad de población son las varia-bles decisorias; (e) variables de carácter cualitativo;así la relación particular e íntima de la población conel entorno, el arraigo de sus pobladores y su identifi-cación con el lugar, si bien son más difíciles de cuan-tificar, son también significativas a la hora de realizaranálisis diferenciados.

7 Refiriéndonos a los que utilizan criterios cuan-titativos, éstos se pueden agrupar desde cuatro enfo-ques dominantes, aunque como opina el sociólogoRicardo Abramovay, ninguno satisface plenamente alos investigadores: (a) delimitación administrativa. Elcriterio de definición de lo rural lo definen los poderespúblicos municipales en función de la existencia o node determinados servicios. Este criterio es utilizado

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presente la variable demográfica, como es elcaso de la Organización para la Cooperacióny el Desarrollo Económico (OCDE)8 o la Ofici-na Estadística de la Comunidad Europea(EUROSTAT)9.

La importancia del territorio y de la distri-bución de la población en el mismo, así comola intensa interpenetración por motivos labo-rales de ésta en municipios con distinto gradode urbanización, derivada de la división espa-cial del trabajo, complica aún más –si cabe- lacaracterización de distintos tipos de municipios,aunque sigue siendo necesario, para realizarestudios empíricos, disponer de datos esta-dísticos que permitan realizar comparacionesentre unos y otros. En este trabajo, en el quepretendemos analizar la evolución de la activi-dad empresarial en municipios rurales espa-ñoles, se hace necesario disponer de datosestadísticos que se refieran a ese tipo de mu-nicipios, y aquellos de que disponemos proce-den del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En su criterio de clasificación de munici-pios el INE utiliza el tamaño del núcleopoblacional considerando tres tipos: (a) muni-cipios rurales, cuando cuentan con menos de2.000 habitantes; (b) municipios semiurbanoso intermedios, los cuales tienen una poblaciónentre 2.000 y 9.999 habitantes, siempre queal menos un núcleo de población dentro delmunicipio cumpla con la condición anterior (delo contrario constaría como municipio rural);(c) municipios urbanos,que tienen más de10.000 habitantes, siempre que al menos unnúcleo de población dentro del municipio cum-pla con la condición anterior (de lo contrarioconstaría como municipio semiurbano).

El INE español no considera en sus clasifi-caciones espacios territoriales ni zonas, y tam-poco hace mención de la densidad de pobla-ción; sin embargo, en cierto modo estos crite-rios están en consonancia con los utilizadospor la Comisión Europea, cuya Dirección Ge-neral de Agricultura (DG VI) ajusta en 100 hab/km2 el umbral de densidad de población de lascomunidades rurales10 . En España, y de acuer-do a este criterio, la población que vive en esascolectividades es casi el 25% de la poblacióntotal, porcentaje que –como se observa en laspublicaciones de Ministerio de Agricultura,Pesca y Alimentación español (por ejemplo,en MAPA, 2001)- es similar al correspondien-te a la población residente en municipios me-nores de 10.000 habitantes.

2.1. Justificación del criterio adoptadoen este análisis para la delimitaciónde lo rural

Sin entrar en la discusión del concepto deruralidad, y considerando su interrelación conel resto del territorio, vamos a intentar anali-zar el proceso de diversificación de la activi-dad rural en materia tanto de empleo como deactividad económica, en los municipios de

8 Al inicio de los ‘90 se creó en la OCDE unaDivisión de Desarrollo Territorial, que trabajó paraestablecer una nueva delimitación de las fronterasentre lo rural y lo urbano y elaborar indicadores quepermitieran comprender las disparidades que existíanentre las distintas situaciones territoriales (OCDE,1994). En la propuesta resultante se distinguen dosniveles jerárquicos de unidades territoriales(Barthelemy & Vidal, 2000): (a) nivel de comunidadlocal: las áreas rurales son las que tienen una densi-dad de población menor de 150 hab/km2; y (b) nivelregional, el cual considera tres tipos de regiones de-pendiendo de la población que en ella vive: predomi-nantemente rurales (alrededor del 50% de la pobla-ción vive en comunidades rurales), significativamenterurales (entre el 15 y el 50% de la población vive encomunidades rurales) y predominantemente urbanas(menos del 15% de la población vive en comunida-des rurales).

9 El enfoque de EUROSTAT se basa en el gra-do de urbanización, clasificándose las regiones deEuropa dentro de tres clases: (a) zonas densamentepobladas: son los grupos de municipios contiguos condensidad de población individual superior a 500 hab/km2, y en zonas con una población total de al menos50.000 habitantes; (b) zonas intermedias: cuando conla población total del grupo anterior, cada grupo demunicipios tiene más de 100 hab/km2; y (c) zonasescasamente pobladas: las restantes.

10 De acuerdo con este parámetro, cerca del17,5% de la población de la UE vive en comunidadesrurales (cubriendo el 81% del territorio de la UE).

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menos de 10.000 habitantes11. Se procederácon conciencia de las limitaciones que estaacotación puede producir en el análisis de losresultados sobre el empleo y la diversificaciónempresarial de la actividad rural, por cuanto:(a) en el análisis se incluyen las comunidadesperiurbanas y los municipios semirrurales queno deberían incluirse dentro de una concep-ción del espacio rural en sentido estricto; (b)existen grandes diferencias de comportamientoentre los municipios de menos de 10.000 ha-bitantes próximos a ciudades o zonas másdensamente pobladas que en los que se en-cuentran alejados de las mismas; (c) las divi-siones administrativas no pueden analizar co-rrectamente la formación de distritos industria-les ni de aglomeraciones industriales (clusters),ya que éstas pueden abarcar a varios munici-pios rurales o urbanos pertenecientes a vecesa más de una región; (d) este tipo de análisisno puede facilitar información específica y di-ferenciada por municipios sobre aquellos mo-delos de desarrollo local que se están gene-rando por actuaciones de carácter voluntaristade agentes sociales y políticos, cuyos produc-tos se orientan al mercado local –o como máxi-mo al regional– y donde las actividadesartesanales, turísticas y medioambientalesconstituyen su núcleo básico de desarrollo; (e)en diferentes Comunidades Autónomas(CCAA) españolas existen municipios en losque siendo su población superior a los 10.000habitantes, es considerable el peso que en suseconomías tiene el sector agrario y las indus-trias relacionadas, los cuales podrían ademásser considerados municipios rurales si en ladeterminación del carácter de éstos se tuvie-se en cuenta la aportación al valor añadido delsector agrario o el peso de las actividadesagroindustriales en la estructura productivamunicipal, y no el tamaño de la población resi-dente. Municipios de esta naturaleza existenprincipalmente en Andalucía, Extremadura y

Murcia, constituyendo las “agrociudades” enlas que se solapan características rurales yurbanas. En un concepto de ruralidad máscercano a la realidad actual, se tiende a dar aestos municipios la consideración de rurales.

No obstante, una de los condicionantesprincipales de la investigación es la disponibi-lidad de datos. No existen demasiadas esta-dísticas nacionales oficiales publicadas queaporten información a nivel municipal sobreaspectos sustantivos a nivel autonómico. Sibien existen centros de estadística en las dis-tintas autonomías españolas que recogen in-formación más completa, hasta hoy no se uti-liza una metodología con la que se pueda rea-lizar comparaciones más elaboradas, a pesarque muchas de estas instituciones (INE deAndalucía, INE de Cataluña) elaboran estadís-ticas específicas con mucho más detalle deinformación que las que obtienen a nivel na-cional, dada la cantidad de variables que inte-gran.

Las carencias apuntadas nos impiden utili-zar combinadamente y de forma comparativalos datos recogidos a nivel autonómico, por loque las estadísticas que vamos a consideraracerca del número de empleos y de empresaspor empleo contratado y sector de actividaden los municipios para distintos intervalos depoblación proceden del INE, organismo querecoge series históricas homogéneas de va-riables a nivel nacional y autonómico y permi-te obtener “bajo encargo” explotacionesindividualizadas no publicadas.

3. Localización de actividadesno agrarias en las sociedadesrurales: un enfoque teórico

Prescindiendo de la imagen tradicional dela sociedad rural y su vinculación a las activi-dades agrarias, que se va desdibujando cadavez más, los espacios rurales se encuentransometidos actualmente a un proceso de mu-tación debido –en gran parte– a que las deci-siones de localización de las actividades em-

11 La cifra de 10.000 habitantes es una de lasmás usadas; entre otros países, es utilizada en Es-paña, Grecia, Portugal e Italia (Capel, 1975; GarcíaBartolomé, 1996; Le Jeannic, 1996; Arnalte, 1998;Gracia et al., 1998; García Sanz, 2000 y 2002; Rama& Calatrava, 2001).

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presariales están cambiando de estrategia, yaque la economía, cada vez más globalizada,va forzando a que el entorno sea cada vez máscompetitivo.

Con los procesos de reestructuración delas actividades industriales surgidos tras lapérdida de hegemonía del fordismo, áreas deantigua industrialización entraron en declive yotras, hasta entonces poco activas económi-camente, surgieron como zonas de desarrolloy expansión. Es evidente que con el fin de laproducción en masa, que supuso grandescambios entre el antes y el después en las for-mas de organizar la producción y el trabajo,han nacido nuevos patrones de localizaciónespacial de la actividad productiva, capacesde transformar las perspectivas de desarrollode los territorios y la dinámica de las econo-mías regionales.

En ese período de cambios, las transfor-maciones tecnológicas y las nuevas exigen-cias de los consumidores han modificado lospatrones de demanda hacia una mayor diver-sificación y variación, siendo en muchas oca-siones el modelo de demanda de cambio rápi-do lo que origina una disminución en el ciclode vida de los productos. Las nuevas posibili-dades técnicas, con un fuerte protagonismode la electrónica, han transformado los siste-mas de producción facilitando la aparición denuevos procesos y productos, de modo tal quela competencia entre empresas ha dejado debasarse únicamente en los precios, pasandoa primer plano como factores decompetitividad, la calidad, el diseño y la dife-renciación de productos.

Este cambio en los sistemas de produc-ción para buscar ventajas comparativas basa-das en la diferenciación de productos –y asítener acceso a diferentes sectores del merca-do- se ha logrado principalmente a través dela producción de pequeñas series de produc-tos, variados y diferentes, puestos en el mer-cado cuando son necesarios (producción “justoa tiempo” o JIT). Esta técnica, conocida como“producción flexible”, ha transformado la lógi-

ca productiva basada en las economías deescala. En la actualidad estamos asistiendo aldesarrollo de una nueva lógica territorial deldesarrollo, que se ha abierto paso tras el re-troceso de la lógica funcional de las grandesempresas dictada por el fordismo, las cuales–para seguir manteniéndose en el mercado ymaximizar beneficios- han adoptado una es-trategia orientada a la vez por una lógica dedominación, que trata de seguir manteniendoel control de los procesos productivos12, y otrade valorización, que trata de externalizar la pro-ducción para minimizar costes13 (Fourcade,1991).

La aplicación de esas dos lógicas por par-te de las grandes empresas ha permitido nosólo que aquellas pequeñas y medianas loca-lizadas en entornos rurales participen en losprocesos de producción, sino que –al haberadquirido los territorios una importancia cre-ciente en el desarrollo de las nuevas dinámi-cas productivas y en la organización de la pro-ducción- muchos de esos espacios se consti-tuyan como zonas de localización preferencialde nuevas empresas, adaptadas a las necesi-

12 La lógica de dominación no implica la necesi-dad de integrar completamente las diferentes fasesde la producción y de la distribución; para ello, lasgrandes empresas (y también algunas de tamañomediano) subcontratan con empresas de menor ta-maño las actividades de la cadena de producción conobjeto de poder responder a los cambios de deman-da, creando redes empresariales que reportan venta-jas económicas a unas y otras empresas. Muysimplificadamente, las primeras reducen costes deproducción y las segundas pueden organizar su ritmode producción y mantenerse en el mercado. Las dife-rentes fases de la producción pueden ser llevadas acabo por trabajadores con diferentes cualificacionesy se pueden desarrollar en enclaves diferentes, enfunción de las características de la mano de obra dis-ponible en cada localización, teniendo esta reorgani-zación productiva, a partir de la división espacial deltrabajo, gran influencia sobre la reestructuración delos territorios y de los municipios integrados en ellos(Massey, 1984).

13 La lógica de valorización conduce a la em-presa a buscar una nueva localización para sus acti-vidades, dando lugar a una industrialización difusaque contribuye al desarrollo de espacios localizados.

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Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

dades de deslocalización de algunas activida-des externalizadas por las grandes firmas.

También a este proceso de deslocalizaciónde las actividades ha contribuido el cambiotecnológico, que –dinamizando la produccióny ampliando y variando las ofertas- ha origi-nado una movilización en los distintos mer-cados, lo que se ha traducido en muchos ca-sos en la reducción del ciclo de vida de losproductos.

La teoría del ciclo de vida de los productosintenta enlazar la tasa del cambio tecnológicoen las distintas industrias con la evolución delos mercados (Abernathy & Utterback, 1975;Abernathy, 1978; Utterback, 1979); a su vez,estas modificaciones producidas influyen deforma patente en la dinámica de las empre-sas, originando fenómenos de creación, de-función y supervivencia de las mismas(Agarwal & Gort, 1996; Mañé, 2002).

La movilización de la actividad empresa-rial está dando lugar a que los factores de lo-calización entren cada vez más en considera-ción dentro de las decisiones estratégicas delas empresas, ya que los espacios locales ylas características de los territorios están ad-quiriendo una creciente importancia en los pro-cesos de producción y consumo. El espacioya no puede ser considerado sólo como elsoporte pasivo de la actividad económica. Hayque observarlo como un espacio físico, un te-rritorio ocupado por una población humana conelementos sociales –cultura, identidad y tradi-ción- que le definen y caracterizan (Coq, 2000),lo que nos lleva a considerar que ya no esposible hablar de localización espacial sino delocalización territorial.

Hasta los años ‘60, los factores de locali-zación incluidos en la Teoría de LocalizaciónEspacial desarrollada por la Escuela Alemanade Localización –de la que Weber fue el máxi-mo exponente-, completados por otros auto-res entre los que destacan los regionalistas

americanos Isard, Moses y Hoover14 y amplia-dos por Hotelling, Christaller y Lösh15 , fueronbásicamente los costes de transporte y la dis-tancia al mercado, al ser considerados comofactores básicos para reducir costes de pro-ducción y maximizar beneficios. Entonces, lalocalización industrial en las ciudades grandes,consideradas el centro del mercado potencial,cumplía las condiciones necesarias para situara las empresas. Con ello se ponía atención enel “efecto aglomeración” y en las ventajas com-petitivas que proporcionaba ante la concurren-cia con otras empresas.

En los años ‘70, el análisis del desarrolloespacial de las grandes empresas hacía hin-capié en que en la elección de localización te-nía un peso importante la disponibilidad demano de obra barata y de escasa cualifica-ción, lo que contribuyó a una cierta difusión deempleos en los territorios y a que en los paí-ses desarrollados, las regiones rurales pudie-ran beneficiarse de esta dinámica inducida porla División Espacial del Trabajo16. En la actua-

14 Mientras que en el análisis económico orto-doxo, en un principio no se tuvo en cuenta el espacio,Weber (1929) avanzó dentro de la teoría clásica in-cluyendo el transporte como factor determinante dela localización, aunque también consideró –al menosteóricamente- otros factores importantes como el cos-te del factor trabajo y el concepto de aglomeración,los cuales podrían contrarrestar la disminución de loscostes de transporte (Ponsard, 1988). Más tarde,Walter Isard (1956) ahondó en este modelo añadien-do a los parámetros anteriores otros factores a teneren cuenta dentro de la estructura de costes, comoson la sustitución de inputs, las economías de escalay las economías de urbanización.

15 Estos autores incluyeron el factor distanciaen sus aproximaciones, dando lugar a la Teoría delLugar Central. Hotelling (1929) y Lösch (1957) com-pletaron la teoría con una serie de contrastacionesempíricas, planteando el primero el problema de laaglomeración y la interdependencia que genera conlos costes del transporte, y estableciendo el segundoun modelo de localización en donde los costes detransporte se minimizan.

16 Aydalot y la corriente de análisis de la DivisiónEspacial del Trabajo consideran que ése era uno de losmotores de la descentralización de empresas desde laregión de París hacia las regiones menos obreras y pocourbanizadas del Oeste y el Centro de Francia.

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Ascensión Calatrava y Ana Melero

lidad, la existencia demasiado abundante deuna mano de obra de tales características haceque ese factor de producción no constituya unfactor de localización tan evidente. Además,las exigencias actuales de la producción ha-cen que las localizaciones de las empresasestén más dictadas por la disponibilidad de tra-bajadores con un cierto nivel de formación ypor la eficacia de combinaciones productivastanto internas a la empresa como entre laempresa y su entorno (ya no sólo debidas alcoste estándar de los factores); es decir, tantode factores económicos como no económicos.

Podemos considerar que los factores eco-nómicos ligados directamente a la función deproducción son factores económicos puros,pero hay otros que están adquiriendo una im-portancia creciente en las nuevas localizacio-nes, que pueden ser considerados como fac-tores económicos indirectos a las empresas(infraestructura de comunicación y transporte;capacidad de atracción o existencia de traba-jadores con una determinada cualificación;poca conflictividad laboral; ventajas fiscales;disponibilidad de terrenos; cesión de suelopúblico; disponibilidad de servicios sanitarios,educativos y de ocio; calidad del entorno em-presarial; existencia de subvenciones; nivel deburocratización de la Administración, etc.)(Costa Campi, 1996). Si a estos factores eco-nómicos añadimos otros de naturaleza no eco-nómica, de carácter subjetivo e intangible (ape-go personal a la zona; conocimiento del entor-no; calidad ambiental, etc.) que también pe-san en la decisión de localización, especial-mente cuando se trata de pequeñas empre-sas o microempresas –y sobre todo si sonempresas sin asalariados (Katona & Morgan,1951; Maccormack, Newman y Rosenfield,1995)-, nos damos cuenta de una mayor com-plejidad en la elección de un espacio para lo-calizar una nueva empresa. Y es evidente quelos factores mencionados se encuentran pre-ferentemente en zonas rurales.

Hasta la fecha parece no existir ningúnmodelo teórico válido universalmente acepta-do que pueda incluir todos los factores que

inciden en una decisión locacional, lo que noimpide que no se hayan elaborado y desarro-llado numerosos modelos específicos en losque se recogen características de la zona quese va a estudiar y del entorno económico ysocial de ese ámbito geográfico17. Los análisisde factores económicos de naturaleza indirectaa la empresa son los que recientemente hanproducido más trabajos empíricos, debido a laimportancia que han adquirido los sistemasproductivos en espacios localizados. En losresultados obtenidos, uno de los factores quedestaca dice relación con el entorno empre-sarial y la existencia de economías de aglo-meración18, el cual –si bien había sido men-cionado por Hotelling- ya había sido observa-do mucho antes por Marshall en su obra“Principles of Economics”, escrita en 1890.Refiriéndose a la concentración de industriasespecializadas en localidades concretas, elautor detecta dos tipos de causas que preva-lecen en la instalación de nuevas empresasen un lugar determinado: aquellas internas delterritorio (clima, materias primas, etc.) y otrasexternas (especialización de los artesanos,demanda de mano de obra cualificada, etc.),e indica que la concentración de empresas enun mismo lugar produce economías externas(el entorno atrae a trabajadores con la cualifi-cación exigida en las empresas locales; lostrabajadores pueden rotar entre empresastransmitiendo conocimientos; la informaciónfluye y se crea una atmósfera empresarial queproporciona ventajas a todas las empresas,aumentando su competitividad).

En diferentes trabajos de economía regio-nal y de geografía económica se ha descritodesde el punto de vista teórico una serie demodelos que dan cuenta de diferentes siste-

17 Son numerosos los trabajos empíricos quebuscan los factores explicativos de las decisiones delocalización empresarial. Una revisión pormenorizadade muchos de esos trabajos se encuentra en Trueba(1998).

18 El concepto de economías de aglomeraciónse asocia con el conjunto de beneficios obtenidos poruna empresa al situarse en un lugar donde existe unaalta concentración de empresas.

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Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

mas de producción en áreas localizadas, loscuales presentan características propias queinfluyen en la presencia concentrada de em-presas deseosas de encontrar su lugar en elmercado19.

Esta nueva aproximación teórica ha dadolugar a que en el último período, a pesar deque las grandes aglomeraciones siguen go-zando de un gran atractivo derivado de lasventajas de toda área metropolitana (ventajade recursos, fácil acceso a las redes de trans-porte, economías de escala, indivisibilidad enla producción, etc.) (Junius, 1997), la localiza-ción en grandes urbes está mostrando unaserie de vulnerabilidades que antes no se to-maban en consideración y que hacen referen-cia a la aparición de una serie de costes ad-versos (deseconomías externas) asociados afactores como contaminación, congestión,aumento del precio del suelo, etc. (Durantón& Puga, 1999; Fujita, Krugman y Venables,1999).

Estas “externalidades” de carácter negati-vo, que actúan en sentido contrario a la locali-zación en las grandes urbes, están tambiénincidiendo en la modificación de los patronesde localización industrial, a pesar de que–como señala Glaeser (1999)– las grandesempresas punteras siguen prefiriendo su lo-calización en las grandes ciudades al configu-rarse estas áreas como su entorno ideal, dada

su capacidad de generar un modelo donde losindividuos pueden adquirir o detentar conoci-mientos cualificados de alto contenido tecno-lógico. No obstante, las ramas de actividad conmenor nivel tecnológico y utilización de manode obra menos cualificada están optando porel establecimiento en municipios de menor ta-maño, en un movimiento de dispersión territo-rial que favorece la localización en municipiosde dimensión más reducida (Scott, 1982;Chapman & Walter, 1991; Delisle & Lainé,1998; Rama & Calatrava, 2002).

Basándose en este conjunto de aportacio-nes, diversos autores españoles han realiza-do una serie de trabajos de campo con el finde ordenar jerárquicamente y por niveles losfactores que influyen en la localización empre-sarial, y así poner en evidencia los más rele-vantes. En este sentido, Galán Zazo y su equi-po (1998) han realizado para España un aná-lisis multifactorial mediante el cual han podidocomprobar, utilizando un análisis de jerarquía,cómo el factor más valorado por el empresa-rio es el conocimiento del entorno, lo que serelaciona con otra serie de elementos subjeti-vos y con sus preferencias individuales. Ensegundo lugar se recogen los factores cualita-tivos, es decir, los aspectos estratégicos eintangibles de la decisión (disponibilidad y ca-lidad del capital humano, potencial de merca-do y telecomunicaciones). En tercer término,las variables clásicas de la localización quetienen que ver con los costes (mano de obra,transporte de abastecimiento y coste del sue-lo). Y por último, los factores menos valoradosson los relacionados con los aspectos de re-gulación.

Por otra parte, también son dignos de con-sideración los trabajos de Callejón y Costa(1995 y 1996) y el de Herrero y Pedrosa(1997), que demuestran cómo durante el pe-ríodo 1985-1994 las inversiones industrialesse han desplazado desde las áreas metropo-litanas a las zonas de tipo intermedio, al igualque el de Arauzo (2001), que analiza en losmunicipios rurales de Cataluña cuáles hansido las pautas de localización industrial, ha-

19 En zonas en la que predominan las ciudadesgrandes se han descrito los tecnopolos (Planque,1985; Benko, 1998) y los sistemas metropolitanos(Sassen, 1991; Veltz, 1996). En zonas en que predo-minan ciudades pequeñas y pueblos con un menornúmero de habitantes, se han hecho profusas refe-rencias a sistemas productivos locales y a distritosindustriales (Becattini, 1990; Courlet, 1994; Garofoli,1985). En relación con ello, se ha desarrollado unaabundante literatura relativa a la dinámica de proxi-midad y a los medios innovadores, por su influenciaen la generación de economías externas (Aydalot,1986a y 1986b; Maillat et al. 1993; Gilly & Grosetti,1993). En los dos tipos de localizaciones se encuen-tran pequeñas y medianas empresas, si bien las demayor contenido tecnológico se localizan en las proxi-midades de los entornos urbanos.

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Ascensión Calatrava y Ana Melero

ciendo especial hincapié en la incidencia delcapital humano, uno de los factores producti-vos que –por su desigual reparto en los dis-tintos territorios- influye en la reasignación deactividades y tareas de la industria y puededar lugar a externalidades positivas paraaquellas zonas mejor dotadas en formaciónde capital humano.

4. Características generales delas dos Comunidades aanalizar

El motivo de elegir de entre las 17 CCAAespañolas surgidas tras la aprobación de laConstitución de 1978 a las de Castilla-La Man-cha y Andalucía, se justifica por las caracte-rísticas propias de ambas, que incluyen algu-nas similitudes y bastantes diferencias, tantoen sus rasgos físicos como demográficos ysocioeconómicos (Cuadro 1). De los resulta-dos del análisis de la evolución del entramadoempresarial en sus municipios rurales y de lasactividades que han propiciado su desarrollo,pretendemos poner de manifiesto los efectosde la reestructuración productiva en espaciosque –por su condición periférica- pueden serconsiderados como actores de segunda fila enun escenario de globalización, y que sin em-bargo son actores imprescindibles para el pro-ceso de desarrollo de las regiones, y por tan-to, de los países en que se encuentran inte-grados.

4.1. Características físicas

Castilla-La Mancha está situada en el cen-tro de España. Su territorio, que engloba cin-co provincias, es llano y ocupa prácticamentela totalidad de la Meseta Sur, de forma tal quemás de las dos terceras partes de la región sesitúan en un estrato de latitud comprendidoentre los 600 y los 1000 metros. Junto con suclima continental, ello hace que Castilla-LaMancha se enmarque en la “España Seca”, loque ha condicionado la importante vinculaciónde su economía al sector agrario concentrado

en la trilogía cereales-vid-ganado lanar. Suterritorio, por donde transcurren lasinfraestructuras viarias que permiten las rela-ciones norte-sur y este-oeste de España, tie-ne una extensión de 79.462 km2, lo que la si-túa en la tercera posición entre las restantesregiones españolas en cuanto a superficie.

En este aspecto de extensión territorialCastilla-La Mancha es muy parecida a Anda-lucía, segunda región española en cuanto atamaño; sin embargo, los rasgos físicos deésta son muy diferentes. Andalucía, ubicadaal sur de España y con 4 de sus 8 provinciaslindando con el Mediterráneo, presenta relie-ves importantes y un clima que propicia el cul-tivo de la vid, el olivo y una variada gama defrutas y hortalizas, que contribuyen a que elsector agrícola andaluz sea el abastecedorprincipal de las exportaciones españolas deesos productos.

4.2. Características demográficas

Las diferencias entre ambas regiones sonconsiderables, ya que en primer lugar –y pesea la similitud de la extensión de las dos regio-nes- la población de Castilla-La Mancha no lle-ga a alcanzar la tercera parte de la poblaciónresidente en Andalucía, lo que motiva que seauna de las CCAA españolas con menor densi-dad de población (22 habitantes por km2).

En esta circunstancia ha tenido mucha inci-dencia el éxodo de la población castellano-man-chega hacia municipios urbanos de regionespróximas, principalmente de la Comunidad deMadrid, o hacia otros municipios de regionesmás avanzadas, situación que hizo descenderla población desde los 2.000.000 de habitantescensados en las décadas de los ‘50 y ‘60 a ci-fras más bajas incluso de la recogida para el1998 en el cuadro 1, dado que –sobre todo apartir de la segunda mitad de la última década-se observa una cierta recuperación al presen-tar la tasa migratoria signo positivo, por el con-tinuo retorno de individuos y la generación deoportunidades para los residentes.

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Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

Otro aspecto importante dice relación conlas diferencias entre las dos regiones en mate-ria de distribución geográfica de la población.Históricamente –incluso hasta hoy en día-, laescasa población de Castilla-La Mancha seencuentra muy diseminada; así, en los 915municipios que componen esta Autonomía, pre-dominan los que por su cifra de población esta-mos considerando rurales; sólo 24 tienen másde 10.000 habitantes, acogiendo conjuntamenteal 47% de la población20 . Esta peculiaridad haceque el territorio castellano-manchego sea emi-nentemente rural, condición que se hace mu-cho más patente si añadimos que el 82,4% desus municipios tienen menos de 2.000 habitan-tes (los “estrictamente rurales”), en los cualesvive el 20,7% de la población total.

Este contexto, unido al derivado de las con-diciones físicas del territorio, influyó en la pre-ponderancia de una base económica basadaen el sector primario, con una agricultura decarácter tradicional como fuente principal deingresos; en 1955 ésta proporcionaba el 65,7%de los empleos, variando este porcentaje al37,8% en 1975. Si bien la proporción ha des-cendido con intensidad en los años sucesivos,todavía es muy elevada si se compara con lamedia nacional.

A esta situación de predominio de la activi-dad agraria hay que unir las limitaciones de unsector industrial caracterizado por una espe-cialización en sectores tradicionales y de ca-rácter maduro, con preponderancia de empre-sas familiares y poco poder de capitalización,

Cuadro 1. Andalucía y Castilla-La Mancha. Rasgos diferenciadores (1998).

Fuente: elaboración propia con datos de la Renta Nacional de España y su distribución provincial. Año 1995

y avances 1996 a 1999. Fundación BBVA. Nota: 1 euro = 166,386 ptas.

20 Únicamente un municipio supera los 100.000 habitantes; cinco tienen entre 50.000 y 100.000; sólo haysiete en el intervalo 20.000-50.000 y once se sitúan entre 10.000 y 20.000.

Andalucía Castilla-La Mancha España Extensión (km2) Población residente (miles) Porcentaje de la población total en municipios de menos de 10.000 habitantes Densidad de población (hab/Km2) Población activa (miles) Renta neta per-cápita (euros)

87.599 7.258

23,7 83

2.824 7.771

79.462 1.720

52,7 22 660

8.775

504.782 39.909

24,3 79

16.753 11.672

Valor añadido bruto al coste de los factores (millones de euros) Aportación total al VAB nacional Aportaciones sectoriales:

Agricultura Industria Construcción Servicios

64,789 12,4%

10,6% 13,9% 8,9% 66,5%

17,694 3,4%

11,3% 23,1% 12,5% 53,1%

522,730 100%

4,8% 21,5% 7,9% 65,8%

Aportaciones al VAB nacional de los sectores de actividad:

Agricultura Industria Construcción Servicios

27,5% 8,5% 14%

12,5%

7,9% 3,6% 5,3% 2,7%

100% 100% 100% 100%

VAB per-cápita coste factores (euros) 8.925 10.289 13.096 Posición relativa según Prod. Bruta Total (VAB sobre un total de 18 CCAA)

3

9

-

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Ascensión Calatrava y Ana Melero

cuya oferta ha estado dirigida casi exclusiva-mente a satisfacer la demanda local o –a losumo- regional. Tampoco el sector serviciosha sido desarrollado, por cuanto éste se haconcentrado en servicios de carácter tradicio-nal. Si a todo esto sumamos el escaso interésque los poderes públicos y privados tuvieronen las décadas pasadas por desarrollar de for-ma adecuada la región, no es difícil entenderpor qué históricamente esta Autonomía se haconfigurado como una región periférica den-tro del sistema industrial español (Palacio &Viaña, 1993). La situación descrita no ha im-pedido que progresivamente –y en los últimosaños con cierta intensidad- se esté generan-do un cambio de tendencia (Carrera, 1995;Méndez & Rodríguez, 1998; Pardo, 1996).

El escenario descrito contrasta con el deAndalucía, donde sólo el 24% de su poblaciónhabita en municipios de menos de 10.000 habi-tantes, porcentaje algo inferior a la media na-cional. A la inversa de lo sucedido en Castilla-La Mancha, en esta Comunidad –también muydependiente del sector agrario y de sectoresindustriales y de servicios de carácter tradicio-nal- el comportamiento de la población fue muydiferente; si bien la emigración también la deri-vó hacia otras comunidades más desarrolladas,gran parte de la misma constituyó también unaemigración interprovincial hacia los municipiosde tamaño mayor dentro de la misma Autono-mía. Esto ha originado una concentración de lapoblación en el conjunto de las capitales de lasprovincias, configurándose una red de ciuda-des con población residente comprendida en-tre 100.000 y 700.000 habitantes.Adicionalmente, la población se ha ido concen-trado en un conjunto importante de ciudadesmedianas con poblaciones entre 10.000 y50.000 habitantes, superándose incluso estascifras en ciudades que se encuentran en la cam-piña interior. En estas ciudades, su base pro-ductiva se circunscribe a una economía agrariavinculada a cultivos como vid, olivo, herbáceosextensivos y oleaginosas, los cuales han servi-do de inputs para una industria agroalimentariaactualmente muy desarrollada, en la cual esteconjunto agroindustrial y los servicios vincula-

dos componen la fuente principal de riqueza.Este conjunto de grandes núcleos, que por laforma de producción y por su vinculación al sec-tor primario conforman las agrociudades, es unade las singularidades de esta Comunidad.

4.3. Características económicas

Al analizar el valor añadido a la producciónregional (Cuadro 1), comprobamos cómo en laComunidad andaluza su valor añadido superaen tres veces y media el generado en Castilla-La Mancha, lo que hace que esta Comunidaddel sur ocupe el tercer puesto en el ranking delas 17 Comunidades Autónomas españolas,mientras que Castilla-La Mancha se sitúa ennoveno lugar. Esta posición de debilidad no semantiene si analizamos el valor añadido percápita; en este sentido, la situación de Castilla-La Mancha mejora considerablemente, supe-rando en más del 10% la obtenida en Andalu-cía21, lo cual indica una mayor productividad percápita en esta Comunidad interior.

Al analizar la participación de los sectoresproductivos en la obtención del VAB compro-bamos que las dos son economíasterciarizadas, al generar los servicios más del50%. A pesar de ello, en el cuadro 1 se puedeobservar la mayor importancia de este sectoren Andalucía, que obedece –en parte- al grandesarrollo del turismo, sobre todo en la zonadel litoral.

Por su aportación relativa, en ambas Co-munidades la industria es el segundo sector,aunque su participación relativa es más débilen Andalucía que en Castilla-La Mancha, don-de supera la aportación media nacional. La agri-cultura tiene en las dos regiones una contribu-ción bastante similar (en torno al 11%). Por suparte, el sector de la construcción, consideradoen los últimos años como un sector “locomoto-ra” –al tirar con sus inputs de una serie de in-

21 En 1996, la renta per cápita de esta Autono-mía se cifraba en 8.775 euros y equivalía al 80% dela renta nacional y al 63% de la UE; en Andalucía,con una renta per cápita de 7.771 euros, los porcen-tajes respectivos fueron el 69% y el 55%.

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Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

dustrias muy vinculadas al territorio y contribuircon sus ouputs al desarrollo del sector servi-cios-, está aportando porcentajes de valor aña-dido superiores a la media nacional en las dosAutonomías. La aportación de este sector enCastilla-La Mancha es particularmente impor-tante; la razón de esto obedece al mayor desa-rrollo que se está produciendo en vivienda resi-dencial, así como al impulso que se está dandopara mejorar las infraes-tructuras.

5. Características de losmunicipios rurales deCastilla-La Mancha yAndalucía: empleos yempresas

5.1. Pluralidad del empleo rural

El análisis del reparto sectorial de la pobla-ción activa ocupada en 1998 en los municipiosespañoles de menos de 10.000 habitantes, rea-lizado a través de los datos desagregados dela EPA, revela que en la estructura ocupacionalla participación más destacada es la del sectorservicios, reflejando la desviación de la manode obra y de las actividades productivas de lasactividades primarias y secundarias hacia lasterciarias; esto se viene produciendo en lospaíses desarrollados desde los años ’70, conuna marcada aceleración en los últimos 20 años(Fuchs, 1968; Cuadrado Roura, 1986 y 1990;Río Gómez, 1987 y 1989; González Moreno,1993a y 1993b; Calatrava & Melero, 2002a).Los ocupados en servicios suponen, en núme-ro, una cantidad algo superior a la que repre-sentan conjuntamente los que trabajan en agri-cultura y en industria, presentando a su vezestos dos sectores una ocupación muy seme-jante. En el reparto de la ocupación, la partici-pación del sector construcción es la más baja,dedicándose a esa actividad 12 de cada 100ocupados (Cuadro 2).

Comparando estos resultados con los ob-tenidos para el mismo tipo de municipios decada una de las dos CCAA estudiadas, podríadecirse –en una primera aproximación- que

existe bastante semejanza entre la media na-cional y la estructura ocupacional en Castilla-La Mancha para todos los sectores, si bien losactivos ocupados en servicios se sitúan pordebajo de la media, mientras que los dedica-dos a la construcción participan en mayor pro-porción que la observada a nivel nacional22.

En cambio, la diversificación por sectoresde la población activa ocupada en los munici-pios no urbanos de Andalucía no sigue siem-pre las pautas nacionales; aunque los servi-cios también acaparan la mayor parte de lapoblación ocupada, haciéndolo con una repre-sentación ligeramente superior a la media na-cional, la agricultura se sitúa en una segundaposición destacada, al ocupar a 29 de cada100 trabajadores rurales: más del doble de losque se dedican a la industria (12%) y a la cons-trucción (13%).

Es interesante constatar que la orientaciónocupacional de los hombres y mujeres que tra-bajan en municipios rurales en los distintossectores de actividad presentan marcadas di-ferencias entre ambas regiones, y que a suvez no se ajustan al patrón ocupacional segúngénero del conjunto rural español, donde delos varones ocupados, algo más de 1/3 traba-jan en el sector servicios; cerca de la mitad lohacen repartidos prácticamente a partes igua-les en la agricultura y la industria, y el resto sededica a la construcción. En el caso de lasmujeres hay una marcada dedicación al sec-tor servicios, en el que se ocupan los 2/3 deltotal, mientras el tercio restante trabaja repar-tido por igual entre la agricultura y la industria,ya que están ausentes del sector de la cons-trucción.

22 En el alza importante del sector de la cons-trucción que se está produciendo en las zonas rura-les de Castilla-La Mancha hay incidencia directa delas ayudas del FEDER canalizadas hacia el desarro-llo rural (Leader, Proder), dirigidas al mejoramientode infraestructuras de comunicaciones en zonas ru-rales y a la construcción y rehabilitación de viviendas,así como al desarrollo de infraestructuras de aloja-miento y esparcimiento aptas para el sector turístico(Comisión de las Comunidades Europeas, 1988, 1989,1994).

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Ascensión Calatrava y Ana Melero

En Castilla-La Mancha y Andalucía, la dis-tribución de los trabajos entre hombres y mu-jeres es muy parecida a la media nacional enlos servicios y la construcción, pero difiere con-siderablemente en la industria y la agricultura,ya que en el caso de los varones –en ambasregiones pero en especial en Andalucía- exis-te mayor dedicación a la agricultura que a laindustria; en el caso de las mujeres, mientrasque en los municipios rurales castellano-man-chegos hay una marcada dedicación a la in-dustria (27% de las mujeres ocupadas frenteal 7% que trabaja en agricultura), la propor-ción de mujeres ocupadas en las industriasrurales en Andalucía es muy escasa (7%, in-ferior a la media nacional), y las que trabajanen la agricultura suponen cerca de la cuartaparte de todas las ocupadas, proporción muysuperior a la observada para el conjunto na-cional de municipios rurales, y que está enestrecha relación con el modelo andaluz deproducción de agricultura intensiva de frutas yhortalizas, donde la mujer tiene una importan-te presencia.

5.2. Tamaño y condición jurídica de lasempresas que han contribuido a ladiversificación rural

Al considerar la estructura empresarial res-pecto al número de empleados, las dos Co-

munidades analizadas siguen un patrón por-centual similar al observado en todo el territo-rio nacional (Cuadro 3). Las empresas sin asa-lariados o con uno o dos asalariados totalizanel 83% de las empresas localizadas en el es-pacio rural. En estas microempresas, la partefundamental de la explotación recae en el pro-pietario con la condición jurídica preferente depersona física (69% del total); según hemospodido constatar en el trabajo de campo, éstetiene su residencia normalmente en el mismomunicipio o en un entorno cercano, siendo elconocimiento de la zona lo que le motiva parasu instalación profesional, ya que la actividadfamiliar es el motor de estas microempresas.Del resto de empresas con una mayor propor-ción de trabajadores, el patrón de reparto re-lativo prácticamente se mantiene en las dosComunidades, observándose porcentajes departicipación decrecientes a medida que cre-ce el número de trabajadores.

Un fenómeno que se puede observar alanalizar el cuadro 3 es la importante divergen-cia en el porcentaje de participación de estosdiferentes tipos de empresas ubicadas enmunicipios de menos de 10.000 habitantes conrespecto a los municipios totales en ambasautonomías y a nivel nacional; en este senti-do, la situación de preferencia por el entornorural en Castilla-La Mancha es manifiesta en

Agricultura Industria Construcción Servicios

Total OcupadosCastilla-La ManchaAndalucíaTotal Nacional

202922

211221

161312

434645

Varones OcupadosCastilla-La ManchaAndalucíaTotal Nacional

253224

191523

221818

343535

Mujeres OcupadasCastilla-La ManchaAndalucíaTotal Nacional

72317

277

16

---

656966

Cuadro 2. Diversificación de la ocupación en municipios con menos de 10.000 habitantes en 1998 (%).

Fuente: elaboración propia con datos desagregados de la Encuesta de Población Activa.

eure 113

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

todos los estratos –incluso para las empresasde mayor tamaño-, alcanzando las diferenciasde localización cifras a su favor entre 20 y 30puntos porcentuales respecto a lo que acon-tece en el medio rural andaluz y nacional.

La razón de estas diferencias en parte obe-dece –como apuntamos en las páginas ante-riores- a la mayor proporción de población re-sidente que en Castilla-La Mancha habita enmunicipios de menor tamaño, lo que ha po-tenciado la creación de un mayor tejido indus-trial en las zonas rurales de esa región y per-mitido reforzar no sólo las actividades que uti-lizan factores endógenos consolidados(Méndez, 1994), sino también dar existenciaa espacios industriales dinámicos de natura-leza rural, parte de los cuales se van afian-zando para convertirse en verdaderos distri-tos industriales (Méndez & Rodríguez, 1998).Es decir, a la vista de los hechos se validaríanlas pautas teóricas de localización avaladaspor Scott (1982) y Chapman y Walter (1991)sobre la preferencia de localización de ciertossubsectores industriales en municipios de di-mensión más reducida.

Analizando la variación de la actividadempresarial para este tipo de municipios, yaunque en términos absolutos el mayor incre-mento se ha producido dentro del estrato delas microempresas, en términos relativos con-viene resaltar el incremento que se está pro-duciendo en los estratos de empleo de lasPYMEs de gama media, tanto en Castilla-LaMancha como en Andalucía (Gráfico 1). Enambas Comunidades, las empresas que másse han incrementado en términos relativos en1998 con respecto a la situación de 1995 hansido las comprendidas entre 10 y 99 trabaja-dores. En el caso de Andalucía, el crecimien-to experimentado en esta gama es inclusosuperior al nacional, especialmente para lasempresas que ocupan entre 20 y 49 asalaria-dos, en las que se aprecia en 1998 un creci-miento de casi el 45% respecto a las que selocalizaban en municipios rurales en 1995.Este crecimiento supera en 14 puntos el au-mento de las empresas de ese tamaño en todo

el territorio español. Por el contrario, las em-presas con más de 100 trabajadores, así comolas que no cuentan con asalariados, han dis-minuido su presencia en ambas Comunidades.

Un aspecto que –según parece observar-se- está correlacionado fuertemente con eltamaño empresarial es la condición jurídica queadquieren las empresas; así, empresas fami-liares o de tamaño muy pequeño (1 ó 2 asala-riados) se decantan por la condición jurídicade persona física, alcanzando porcentajes derepresentación superiores al 69%; en el totalsiguen a renglón seguido las que toman comomodelo la forma de Sociedad Limitada, y dis-minuyen de forma significativa los otros mo-delos de sociedades –en especial las Socie-dades Anónimas23 -, no sólo en las dos Comu-nidades analizadas sino también a nivel na-cional.

Entre 1995 y 1998, las que más amplia-ron su presencia fueron las Sociedades Limi-tadas: 33% a nivel nacional y en Andalucía y28% en Castilla-La Mancha. La razón delaumento numérico de este tipo de socieda-des podría encontrarse en parte en el signifi-cativo incremento que están experimentan-do las empresas de economía social, en es-pecial las Sociedades Anónimas Laborales ylas Sociedades de Responsabilidad LimitadaLaboral24 (Cuadro nº 4), sobre todo en los

23 Las Sociedades Anónimas están poco repre-sentadas entre las empresas del medio rural (2,2%en Castilla-La Mancha; 1,7% en Andalucía y 3,3% enel conjunto rural español). La razón hay que buscarlaen el carácter local de las empresas rurales y en lafuerte ligazón del empresario a la empresa. La bajaparticipación de dichas sociedades se debe funda-mentalmente a que son, por lo general, empresas demayor tamaño vinculadas al mercado nacional e in-cluso multinacional, en las cuales la figura del empre-sario propietario se diluye al darse prioridad al Con-sejo de Administración.

24 La Ley referida a las Sociedades AnónimasLaborales se establece con el objetivo y la finalidadde conseguir nuevos métodos de creación de empleofomentando la participación de los trabajadores delas empresas. Esta figura adquirió un mayor empujesobre todo a raíz de la profunda reforma que se pro-

114eure

Ascensión C

alatrava y Ana M

elero

Castilla-La Mancha Andalucía Espa

Tipo de empresa% % variación

1998/1995

% respectototal

empresas enla región

% % variación1998/1995

% respectototal

empresas enla región

% % vari1998/

Por tamaño

Total 100,00 6,30 51,25 100,00 2,94 19,07 100,00 5,3Sin asalariados 59,87 -0,19 54,15 60,98 -5,02 20,41 57,11 -2,0Microempresas (1-9asalariados) 35,90 21,58 47,91 35,06 33,89 17,47 37,91 24,Pequeñas (10 a 49asalariados) 3,91 22,89 44,54 3,67 37,06 16,65 4,44 25,Medianas (50-99 asalariados) 0,23 25,53 39,86 0,19 30,39 10,98 0,34 23,Grandes (100 ó másasalariados 0,09 -20,34 34,56 0,10 -26,67 8,17 0,21 7,8

Por condición jurídica

Total 100,00 6,30 51,25 100 2,94 19,07 100,00 5,3S. Anónimas 2,16 -8,41 35,45 1,66 -4,84 10,13 3,26 -4,8S. Limitadas 20,94 28,11 47,79 17,28 33,31 16,01 19,45 33,S. Colectivas 0,00 100,00 28,57 0,00 0,00 4,44 0,01 -20S. Comanditarias 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 21,C. Bienes 4,71 -1,70 46,04 2,44 -6,43 21,69 3,39 -0,8S. Cooperativas 1,98 -4,68 67,82 2,26 4,45 34,72 1,54 3,3Asociaciones y otros 0,82 22,69 44,34 1,79 22,87 12,2 2,66 18,Org. Autónomos y otros 0,07 -5,26 21,05 0,08 -11,67 8,37 0,14 -0,9Personas físicas 69,31 2,31 53,38 74,49 -2,14 20,32 69,54 -0,

Fuente: elaboración propia con datos no publicados del DIRCE.

Cuadro 3. Localización de la actividad empresarial en municipios con menos de 10.000 habitantes según tamaño y condición jurídica (1998).

eure 115

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

últimos años25 .

Aunque existen datos sobre la creación deeste tipo de sociedades a nivel autonómico26,no hay datos desagregados publicados quenos permitan identificar las Sociedades deResponsabilidad Limitada Laborales inscritasen los municipios con menos de 10.000 habi-tantes. Sí es previsible que en los últimos años,sobre todo desde 1998, gran parte de las na-

cidas en ellos tengan esa condición jurídica,ya que dicha figura es en la práctica unamicroempresa, y las potencialidades y venta-jas que presenta la convierten en el instrumen-to idóneo para promover la creación de em-presas con capacidad para desarrollar la acti-vidad productiva dentro del entorno local, ysobre todo para potenciar y desarrollar el sec-tor servicios (Panizo, 1981). Es también pre-sumible que en el futuro, gran parte de estasmicroempresas se establezcan dentro del en-torno rural, dada la mayor idoneidad de lasmismas para constituirse en un entorno local,ya que –con independencia de poder disfrutarde las subvenciones del Ministerio de Trabajoen apoyo al empleo en cooperativas y socie-dades- también pueden beneficiarse del Pro-grama de Desarrollo y Diversificación Econó-mica de las Zonas Rurales (PRODER), asícomo de todas las medidas de apoyo de laUnión Europea al mundo rural (Calatrava &Melero, 1999).

6. Diversificación del conjuntode empresas en municipioscon menos de 10.000habitantes

En el conjunto de los municipios españo-les con menos de 10.000 habitantes, la activi-dad empresarial está experimentando creci-miento y diversificación.

dujo en 1989 con objeto de adaptar las sociedadesde capital a las normas comunitarias, hecho que obli-gó a desarrollar una nueva promulgación de la Ley deSociedades de Responsabilidad Limitada y a realizaruna regulación más acorde con las normas comuni-tarias de las Sociedades Laborales (Ley 4/1997 de24 de marzo y referida a sociedades laborales).

25 Como se comprueba en el cuadro 4, si bienha existido una evolución sostenida y paulatina deestas sociedades a nivel nacional durante todo elperíodo de análisis, es en 1998 cuando se produceun incremento espectacular en su desarrollo con res-pecto al año anterior, de tal modo que el porcentajede variación de 1998 respecto a 1997 supera el 200%.

26 En las Comunidades analizadas, aunque noexisten datos desagregados hasta el año 1998, he-mos observado la importancia creciente que estánteniendo a nivel autonómico, y el incremento subs-tancial experimentado en la Comunidad de Castilla-La Mancha en 1999 con respecto al año anterior(54%), con el que consiguió totalizar 456 SociedadesLaborales, cifra que estando por debajo de las 672contabilizadas en Andalucía ese mismo año, hay quevalorar muy positivamente habida cuenta de la des-proporción poblacional entre ambas Comunidades.

( / )

-30,00

-20,00

-10,00

0,00

10,00

20,00

30,00

40,00

50,00

Total

Sin as

alaria

dos

Micr

oempr

esas

Med

ianas

empresa

s

Grande

s empre

sas

% de variación

C-La Mancha Andalucía España

Gráfico 1. Variación de la actividad empresarial en municipios con menos de 10.000 habitantes (1998-1995).

116 eure

Ascensión Calatrava y Ana Melero

En 1998, el número de empresas localiza-das en esos municipios era considerablementeinferior al de las que se habían situado aprove-chando las ventajas que en función de sus di-ferentes actividades proporcionan los entornosurbanos; las mayores aglomeraciones de per-sonas son, entre otras razones, motivos queinciden en la oferta de demanda, tanto en rela-ción con la mano de obra como en relación conclientes y proveedores. Para ese año, en losmunicipios españoles que tienen menos de10.000 habitantes se contabilizaban casi538.000 empresas –el 21,36% de todas lasempresas españolas-; de éstas el 70,65% erande servicios, el 15,64% correspondía a cons-trucción y el 13,71% restante a industriales, conla inmensa mayoría de ellas (97%) dedicadasal sector manufacturero. Ese número de em-presas era un 5,32% superior al que se regis-traba tres años antes, lo que traducido a valo-res absolutos equivalía al surgimiento de 27.185empresas entre 1995 y 1998.

Ese crecimiento empresarial registradopara el conjunto de empresas no ha sido, sinembargo, común a todos los sectores de acti-vidad (Cuadro 5). Los procesos de reestructu-ración industrial que arrojan cierres, nacimien-tos y fusiones trajeron consigo una reduccióndel número de las empresas industriales rura-les; según nuestros cálculos efectuados a partirde los datos del DIRCE, esto supuso la des-aparición de 2.016 empresas, con lo que el

número de empresas industriales en 1998 sehabía reducido en casi el 2,7% respecto a lasexistentes en 1995.

Al contrario de lo que ha sucedido con lasindustrias, los procesos de desarrollo del me-dio rural se han acompañado de un crecimientode las empresas de servicios y de construc-ción, cuyas actividades constituyen una exi-gencia de las sociedades rurales en lo que serefiere a la mejora y adecuación de sus condi-ciones de vida y de la calidad del entorno. Tra-ducido a número de empresas, en el conjuntode municipios rurales españoles entre 1995 y1998 surgieron cerca de 19.600 empresas deservicios (aumento del 5,44%) y 9.600 empre-sas de construcción (aumento del 12,9%).

Observando lo ocurrido en los municipiosrurales de las CCAA que estudiamos, se apre-cian similitudes y diferencias que hay que re-saltar. Entre 1995 y 1998, en ambas regionesha habido aumento empresarial, pero mien-tras que el de Castilla-La Mancha ha sido su-perior al del conjunto de los municipios ruralesespañoles, en Andalucía ha sido más reduci-do e inferior a la media nacional.

Si se compara la evolución por sectoresde actividad, el esquema se repite para el sec-tor servicios, mientras que en el de la cons-trucción el crecimiento empresarial en ambasregiones ha sido superior a la media nacional,

Cuadro 4. Sociedades laborales y socios de las mismas.

Sociedades laboralesNº sociedades % incremento anual Número de socios

1996 1997 1998 1999 1997/96 1998/97 1999/98 1996 1997 1998 1999TOTALNACIONAL

SECTORESS.AgrarioS.IndustrialS.Construc.S.Servicios

706

1321780

396

1.315

22294173826

3.979

95710610

2.564

4.522

80806732

2.904

86,26

69,2335,48116,25108,59

202,59

331,82141,50252,60210,41

13,65

-15,7913,5220,0013,26

4.260

641.693398

2.105

6.071

831.713707

3.568

15.313

3443.5642.1959.210

16.589

2883.2812.587

10.433

C-La ManchaAndalucía

296617

456672

54,058,91

1.1092.681

1.6062.428

Fuente: elaboración propia en base a los datos de las Estadísticas Laborales (Ministerio de Trabajo, varios

años).

eure 117

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

aunque comparativamente menor en Andalu-cía. En las empresas industriales se observadisminución al igual que se aprecia en el con-junto rural nacional, si bien el porcentaje dereducción es bastante menor en Castilla-LaMancha. En Andalucía el porcentaje de des-apariciones alcanza una cota superior a lamedia nacional.

Como resultado de la reestructuración delas actividades empresariales en los munici-pios rurales, de todas las empresas localiza-das en el territorio autonómico de Castilla-LaMancha se computaban en sus municipios demenos de 10.000 habitantes el 51,25% (50.315empresas), siendo el equivalente correspon-diente a Andalucía el 19,07% (68.544 empre-sas, datos para 1998). En la primera Comuni-dad, donde es menor el tejido empresarial, seestá observando mayor dinamismo en el au-mento del número de empresas localizadas enáreas rurales, al mostrar un ritmo de crecimien-to del 6,30% entre 1995 y 1998 (más alto queel 5,32% observado a escala nacional); en elmismo período, el crecimiento en Andalucíafue sólo del 2,94%.

Siendo patente en ambas regiones laapuesta por el modelo de diversificación rural,el éxito de la elección es más marcado enCastilla-la Mancha: en cifras absolutas, en1998 había implantadas en su medio rural cer-ca de 3.000 empresas más que en 1995, mien-tras que en Andalucía el aumento fue de algomás de 1.900 empresas. Y si en ambas Co-munidades es constatable la reducción numé-rica de las empresas industriales rurales, si-guiendo la tónica general que se observa entodos los países industrializados como conse-cuencia de las nuevas formas de organizaciónindustrial, en Castilla-La Mancha fue menosacusada que en Andalucía y se tradujo en ladesaparición de 124 y 240 empresas, respec-tivamente. En los otros dos sectores con pre-sencia empresarial, las del sector serviciosfueron las que se introdujeron en mayor nú-mero de los municipios rurales de las dos Co-munidades (Cuadro 6), seguidas a corta dis-tancia por las de la construcción en Castilla-

La Mancha, empresas que en la región anda-luza tuvieron una implantación bastante másreducida. La preferencia de los empresarioslocalizados en Castilla-La Mancha por esta-blecerse en municipios de menos de 10.000habitantes se observa para todo el tejido in-dustrial, para las empresas de construcción (el63% de las empresas regionales de ambossectores están implantadas en municipios ru-rales) y también para muchas actividades deservicios.

Así pues, aunque a niveles regionales y envalores absolutos la presencia empresarial esconsiderablemente menor en Castilla-La Man-cha, a nivel relativo la preferencia por la ubi-cación rural en esa región es muy superior ala que presenta el conjunto rural español y elrural andaluz, ya que en éstos se localiza el31% y el 24,6%, respectivamente, del total deempresas industriales registradas en ambaszonas, así como el 19% y el 17,6% de todaslas empresas de servicios contabilizadas enEspaña y en Andalucía, respectivamente.Igualmente, en los espacios rurales de estasdos últimas áreas la presencia de empresasde construcción es mucho menos marcada queen Castilla- La Mancha (ver cuadro 5).

En esta última Comunidad, las manifies-tas preferencias empresariales por la localiza-ción rural de la mayoría de las empresas re-gionales dedicadas a actividades industrialesy de construcción, y la casi situación de equili-brio rural-urbano para ubicar las empresas deservicios podrían ser, hasta cierto punto, con-sideradas “localizaciones forzosas”, ya que–como se ha comentado al presentar las ca-racterísticas de los territorios analizados– enesta región, muy extensa y poco poblada, losnúcleos rurales dominan en gran medida so-bre los urbanos. Pero es innegable que en esosmunicipios pequeños ha habido en los últimosaños un crecimiento empresarial superior alde las otras dos áreas analizadas en los sec-tores secundario y terciario, que ha incididoen la reestructuración productiva de los espa-cios rurales de esa región central.

118eure

Ascensión C

alatrava y Ana M

eleroCuadro 5. Actividad empresarial en municipios con menos de 10.000 habitantes por ramas (1998).

Fuente: elaboración propia con datos no publicados del DIRCE.

España Andalucía Castilla-La

Ramas de actividad % variación emp.1998/1995

Estructura (%) % respectoE.totales

% variación emp.1998/1995

Estructura (%) % respectoE.totales

% variación emp.1998/1995

Estructur

Industria -2,6673735 Empresas

100,00 30,90 -2,828281 Empresas

100,00 28,65 -1,587744 Emp

100,0 -I. Extractivas -1,87 1,71 45,93 6,28 2,45 43,94 -12,26 1,20 -I. Manufactureras -2,75 97,15 30,71 -2,97 96,43 28,40 -1,47 98,14 Alimentación y bebidas -9,50 23,35 50,57 -3,15 32,68 42,39 -5,77 27,2 Textil 2,88 4,41 30,06 3,73 2,02 21,27 10,47 3,95 Confección -0,63 5,33 24,06 -3,86 5,71 29,20 6,52 8,23 Cuero y calzado -0,34 1,97 20,42 6,98 1,67 23,23 2,88 3,69 Madera, corcho y papel 3,21 12,71 41,87 8,41 9,65 34,59 4,27 10,4 Edición y artes gráficas 22,77 2,97 10,33 7,02 2,21 9,48 23,53 1,90 Química, plásticos y caucho 8,45 3,73 25,40 14,77 2,44 20,76 -9,80 1,78 Metalurgia y prod. Metálicos 5,39 18,78 33,06 -2,71 16,01 29,45 0,90 18,78 Máquinas y equipo mecánico -12,53 4,68 25,33 -2,67 2,64 19,19 -17,95 2,48 Mat y eq. Eléctric y Electrón. -21,52 1,37 19,72 -41,43 0,50 11,42 -17,74 1,32 Vehículos de transporte 6,23 1,62 26,56 12,31 0,88 13,20 4,26 0,63 Otras ind. Manufactureras -9,09 16,23 26,36 -10,18 20,02 23,81 -3,98 17,77 -Otras industrias 3,83 1,14 32,00 -7,92 1,12 28,88 4,08 0,66

Construcción 12,8984133 Empresas

100,00 30,98 14,326921 Empresas

100,00 24,58 16,758607 Emp

100,0

Servicios 5,44380057 Empresas

100,00 18,92 2,5653342 Empresas

100,00 17,64 5,8333964 Em

100,0 Vehículos, gasolineras 3,78 4,51 24,40 3,25 4,29 20,53 2,60 5,00 Comercio mayor 7,06 9,61 19,53 3,96 8,33 17,64 7,52 8,71 Comercio menor -5,03 30,79 22,12 -4,22 36,18 20,84 -1,44 35,64 Hoteles y Restaurantes -2,22 17,29 25,75 -6,14 16,81 22,25 2,73 16,97 Transporte y Comunic. 14,91 12,67 21,30 9,75 13,10 21,49 7,49 12,64 Intermed. Financ. y seguros 41,94 1,77 16,79 34,04 1,42 13,73 61,28 1,85 Actividades Inmobiliarias 52,01 2,39 12,76 55,17 1,86 9,90 42,35 1,53 Servicios a empresas 23,95 10,07 10,58 22,20 9,34 10,18 19,41 8,17 Educación 41,93 1,42 12,73 53,30 1,09 10,54 63,67 1,18 Sanidad y Servicios Soc. 17,12 2,64 10,69 11,49 2,18 8,45 19,34 2,02 Deportes, cultura y ocio 19,51 2,50 18,03 5,98 2,42 17,48 14,23 2,46 Servicios personales 4,03 3,91 20,70 2,62 2,72 16,82 10,62 3,49 Resto servicios 24,06 0,43 22,25 23,15 0,25 16,63 17,53 0,34TOTAL EMPRESAS 5,32 537925 Empresas 21,36 2,94 68544 Empresas 19,07 6,30 50315 Em

.

eure 119

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

6.1. Presencia y evolución empresarialen los subsectores de actividad

Analizando la composición del conjunto deempresas manufactureras rurales porsubsectores de actividad, comprobamos quelos que tienen una mayor representación em-presarial por orden descendente son los dealimentación, metalurgia y productos metáli-cos, madera, corcho y papel, confección y tex-til; todos ellos son subsectores maduros y conun cierto paralelismo con el desarrolloendógeno rural (Cuadro 7).

Es importante subrayar el gran papel queestán jugando esos sectores maduros, tantoen las regiones que analizamos como en bue-na parte del espacio rural ibérico o incluso enbuena parte del espacio rural europeo, segúnindica Garofoli (1986). Su significación obede-ce a que estos sectores maduros suelen estardominados por la pequeña y mediana empre-sa de propiedad familiar, con una escasa ca-pitalización procedente con frecuencia de aho-rros personales, una proporción baja de per-sonal dedicado a tareas no manuales, una pro-moción del personal basada en la experienciay un modo de gestión dependiente de la figuradel propietario, el cual en muchas ocasionesha sido un antiguo trabajador del sector. Estaafirmación no implica que, paralelamente aeste conjunto mayoritario, no coexistan gran-des empresas agroalimentarias nacionales ymultinacionales generadoras de un elevadovalor añadido.

Esta situación en las dos regiones analiza-das concuerda con la detectada por Silva

(1996); según sus investigaciones, los siste-mas productivos locales españoles tienden aperpetuar la especialización sectorial en con-tra de lo que sucede en algunas zonas ruralesmás avanzadas de Italia, Suiza o EstadosUnidos, que transvasan recursos hacia indus-trias más complejas y de mayor valor añadi-do, superándose el sistema de monoespe-cialización sectorial.

Para el análisis de la evolución en el perío-do considerado, del número de empresas porsubsectores de actividad, sólo disponemos dedatos globales de rotación empresarialsubsectorial (entradas [+] y salidas [-]), lo quenos impide conocer el número concreto deempresas que entraron y salieron en cada unode ellos, pero la existencia de datos es sufi-ciente para indicar que hubo movimiento deempresas; el signo del balance final revela quésubsectores se han mostrado más dinámicosy en cuáles se ha producido retroceso de suactividad empresarial, medida respectivamentepor el incremento o la reducción del númerode empresas (ver cuadro 7).

En los subsectores anteriormente mencio-nados, caracterizados por su mayor peso enla estructura empresarial de los municipiosrurales, se han producido incrementos gene-ralizados (excepto en el de la alimentación ybebidas, donde se ha registrado una tambiéngeneralizada reducción de empresas) en lasáreas analizadas.

El crecimiento de los sectores tradiciona-les se debe en parte a la existencia de unacompetitividad basada en salarios moderados,

Cuadro 6. Variación absoluta del número de empresas localizadas en municipios de menos de 10.000

habitantes entre 1995 y 1998, por sectores de actividad.

Fuente: elaboración propia con datos no publicados del DIRCE.

Sectores España Andalucía Castilla-La ManchaIndustriaConstrucciónServiciosTotal

-2.0169.60919.59227.185

-240867

1.3311.958

-1241.2351.8722.983

120 eure

Ascensión Calatrava y Ana Melero

empresas vinculadas a la producción de vehí-culos de transporte, la edición y las artes grá-ficas y la fabricación de productos químicos,plásticos y caucho, han mostrado evoluciónpositiva, mientras que las de otros subsectoreshan tenido dificultades para consolidarse (loque ha ocurrido con las empresas de materialeléctrico y electrónico y las de maquinaria yequipo mecánico).

Una característica de esas empresas sintradición en el medio rural es que, en algunoscasos, proceden de la descentralización y seg-mentación de antiguas fábricas, siendo el fac-tor clave en su localización en el medio ruralel menor coste del factor trabajo; esto ha dadolugar a la creación de grandes centros de en-samblaje en áreas bien localizadas, al esta-blecimiento de sucursales de producción (enel caso de Castilla-La Mancha para abastecera la zona centro del país) y a la creación deempresas de subcontratación para otras quehan externalizado parte de su producción y quebuscan empresas de menor tamaño y relati-vamente especializadas en ciertas actividades(Calatrava & Melero, 2002b). Esta descentra-lización hace que las tensiones que impone elmercado se desplacen, en parte, hacia lasempresas subcontratadas, las cuales tienen

España Andalucía Castilla-La Mancha

Actividades industriales Nº

empresas en 1998

Nº empresas creadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

Nº empresas en 1998

Nº empresas creadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

Nº empresas en 1998

Nº empresas creadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

TOTAL Industria 73.735 -2.016 (+1813-3829)

8.281 -240 (+135-375)

7.744 -124 (+154-278)

I. Extractivas 1.259 -24 203 +12 93 -13 I. Manufactureras 71.636 -2.023 7.985 -244 7.600 -113 Aliment. y bebidas 17.219 -1.807 2.706 -88 2.107 -129 Textil 3.250 +91 167 +6 306 +29 Confección 3.930 -25 473 -19 637 +39 Cuero y calzado 1.453 -5 138 +9 286 +8 Madera, corcho y papel 9.375 +292 799 +62 806 +33 Edic. y artes gráficas 2.189 +406 183 +12 147 +28 Química, plástic. y caucho 2.748 +214 202 +26 138 -15 Metalurg. y prod.metal. 13.851 +709 1.326 -37 1.454 +13 Maq. y eq.mecánico 3.448 -494 219 -6 192 -42 Mat y eq. Eléctrico y Electrónico 1.010 -277 41 -29 102 -22 Vehículos Transporte. 1.193 +70 73 +8 49 +2 Otras ind. Manufact. 11.970 -1.197 1.658 -188 1.376 -57 Otras industrias 840 +31 93 -8 51 +2

Cuadro 7. Industria. Presencia empresarial en 1998 y evolución entre 1995 y 1998 en los municipios con

menos de 10.000 habitantes.

Fuente: elaboración propia con datos no publicados del DIRCE.

mano de obra poco conflictiva, subempleo,descualificación y precariedad (Alonso,Aparicio y Sánchez, 1997), ya que –como nor-ma general- la producción tiene una gama pocodiferenciada con calidades media y baja (Such,1995). Las limitaciones apuntadas no han sidoobstáculo para que en los entornos rurales sehaya realizado una apuesta por los distintospartícipes de la actividad empresarial, con elfin de crear entornos favorables de desarrollolocal; como afirma Alburquerque (1996), “enentornos favorables la innovación provoca unefecto multiplicador, que incrementa más queproporcionalmente el rendimiento individual delos factores. La construcción de tales entornosconstituye una tarea primordial para el impul-so de la productividad y la competitividad deltejido empresarial. Y en ello pueden colaborarde forma decisiva los diferentes agentes so-ciales, públicos y privados en cada territorio,municipio o región”.

Efectivamente, en ambas regiones en par-ticular –y en España en general- es tambiénuna realidad la creación de factorías ligadas aempresas de subsectores no tradicionales enmunicipios rurales, con una todavía escasarepresentación en el conjunto empresarial ydiferentes resultados en su evolución. Así, las

eure 121

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

que hacer frente a dos grandes desafíos: res-ponder a las exigencias de la empresa que dalas órdenes (las cuales pueden ser específi-cas o variables) y ofrecer prestaciones lo bas-tante atractivas para conseguir nuevos mer-cados. Y estos retos son a veces insupera-bles, en especial si los empresarios ruralescarecen de la cultura empresarial básica y delas ayudas financieras necesarias, todo lo cualconstituye un camino abierto para la desapari-ción de muchas de estas empresas.

Es posible que el corto período de tiempoanalizado y el haber obtenido nuestros resul-tados a partir del número de empresas acti-vas y no de las empresas de nueva creación,esté condicionando los resultados observados–en especial los negativos-, ya que de acuer-do con De Geus (1997), la esperanza de vidamedia de las empresas, cualquiera que seasu sector de actividad y su nacionalidad, nosupera los 13 años (en el caso de las multina-cionales ésta no supera los 50 años); por suparte, para las empresas que se crean en elmedio rural para desarrollar actividades nue-vas en el entorno, la mortalidad en los comien-zos es una tónica bastante general, ya que losprimeros dos o tres años de vida son crucialespara mantenerse, por cuanto en ese tiempohay muchos riesgos que sólo se superan si sedemuestra eficiencia. Sólo cuando superan dosaños de vida son capaces de desarrollar lanecesaria flexibilidad en su producción paraadaptarse al mercado.

La rotación de empresas y la superviven-cia de las mismas tiene mucho que ver tam-bién con el tamaño del núcleo en que se ubi-can. Al analizar la rotación y el tiempo de vidade las empresas manufactureras españolas,Segarra i Blasco (2002) ha comprobado quela primera está directamente relacionada conel tamaño de las ciudades, pero la segunda loestá inversamente (excepto en las ciudadesde más de 500.000 habitantes). La razón deello podría ser que en las ciudades grandesnacen más empresas con tamaños diversos,y las de menor tamaño se enfrentan a un ries-go de mortalidad elevado, debido –entre otros

motivos- a la intensidad de la competencia. Enlos núcleos pequeños nacen menos empre-sas y existe mayor probabilidad de que siganen el mercado durante un período prolonga-do27. En estos últimos núcleos, las empresasque presentan las mayores tasas de supervi-vencia son las que desarrollan actividades in-tensivas en recursos naturales.

Por otra parte, y en concordancia con loanterior, la supervivencia de las empresas y laentrada en el mercado se ve favorecida cuan-do el producto a fabricar pertenece a un sec-tor maduro, poco intensivo en tecnología y queno exige grandes innovaciones en los produc-tos, al ser la demanda bastante estable y laspreferencias del consumidor bien definidas(Mané, 2002). Todo ello lo hemos constatadoal advertir el aumento de empresas en esossubsectores.

En relación con lo dicho, parece contradic-torio el hecho de que precisamente elsubsector agroalimentario, el más emblemáti-co de todos los maduros y el más enraizadoen los municipios rurales, sea el que en el pe-ríodo analizado arroja balance negativo en sudemografía empresarial. Bien es verdad quelas cifras de cierres que hemos registrado enla industria agroalimentaria son menos signifi-cativas que las encontradas para otros secto-res, si se considera el número total de empre-sas existentes en cada uno de ellos, pero nodejan de tener significado. Buscando razones,una podría encontrarse con que a veces losproductos fabricados han perdido aceptación

27 Segarra i Blasco (2002) ha calculado que enEspaña, de las empresas manufactureras creadas en1994 en municipios menores de 2.000 habitantes, el50,8% se mantenían abiertas en el año 2000. La cifracorrespondiente a municipios entre 2001 y 10.000habitantes era del 48,6%, descendiendo al 41,5% enlos que la población estaba en el intervalo 100.001-500.000. La tasa de supervivencia también estabaen relación inversa con el tamaño del municipio cuan-do las industrias eran intensivas en el uso de recur-sos naturales, mano de obra y fabricación de produc-tos diferenciados. Por el contrario, la tasa estaba enrelación directa cuando las empresas fabricaban conaltas economías de escala.

122 eure

Ascensión Calatrava y Ana Melero

en el mercado, y la empresa no es capaz desatisfacer los cambios en la demanda. En otroscasos, como señalan Gras y Teruel (2002), laentrada de nuevas empresas acompañadasde modernos sistemas productivos incrementala presión competitiva sobre las empresas exis-tentes, generando a medio plazo gananciasde eficiencia; en esas circunstancias, las em-presas que no alcanzan el nivel suficiente sondesplazadas del mercado.

Es interesante notar que en las regionesanalizadas –y especialmente en Andalucía-,son precisamente las empresas de estesubsector (que suele asociarse tradicionalmen-te a los espacios rurales28, por ser en ellosdonde se producen los inputs que abastecenlas producciones del mismo) las que tienden alocalizarse preferentemente en ciudades demás de 10.000 habitantes, lo que también in-cide en la desaparición de empresas del me-dio rural. Este hecho ha sido analizado en pro-fundidad por Coq (2003), quien ha resaltadola fuerte concentración de estas empresas enciudades de más de 50.000 habitantes y enciudades intermedias (entre 10.000 y 50.000)29,añadiendo que “no puede decirse que en An-dalucía la industria agroalimentaria sea unarealidad rural” (197), ya que sólo el 29% de losempleos del sector se localiza en municipiosrurales.

La reducción de industrias agroalimentariasrurales puede también tener relación con lasnecesidades de modernización de las empresaspara afrontar la competencia, y con la incapaci-dad de muchas de ellas para adaptarse a loscambios tecnológicos. El escaso potencialfinanciador de las empresas rurales para adqui-rir nueva maquinaria, unido habitualmente a laescasa formación de empresarios y trabajado-res para hacer innovaciones en los procesos, hansido motivos suficientes para sacar del mercadoa las empresas que no han afrontado el reto ono han podido superarlo, a veces por no tener asu alcance los medios privados o públicos paralograrlo, y en otras ocasiones porque –existien-do los medios- éstos no han bastado para mejo-rar la calidad de las empresas. En nuestras in-vestigaciones de campo y en las revisiones quehemos efectuado sobre los contenidos de laspropuestas de las regiones españolas con lasque han solicitado financiación para el desarro-llo rural, se ha comprobado que la creación deempresas, el fomento de innovaciones y la for-mación en el medio rural constituyen objetivosdestacados en muchos de los proyectos de de-sarrollo financiados a través de iniciativas comu-nitarias LEADER y de programas PRODER30.En el caso de la creación de empresas se hatendido en especial a fortalecer el nacimiento delas relacionadas con el turismo rural; en los otrosdos, lamentablemente, las medidas que se arbi-tran y financian para alcanzar los objetivos fija-dos no siempre logran mejorar la eficiencia em-presarial. Algo similar ha manifestado Storney(1994) con los resultados de su análisis sobre elcomportamiento de las PYME en Inglaterra; se-gún éste, no resulta muy patente la calidad delas empresas creadas al amparo de programaso ayudas específicas, ni la formación y cualifica-ción mejoran de forma evidente el tiempo de vidaempresarial.

28 En el conjunto de los municipios rurales es-pañoles se localizaba en 1998 el 50,57% de todas lasempresas españolas del subsector de alimentos ybebidas (ver cuadro 5).

29 Estas ciudades intermedias, las que hemoscalificado de agrociudades -de gran importancia enAndalucía y también existentes en Castilla-la Man-cha, donde desempeñan el papel de “locomotoras”para la industrialización debido a las relaciones quela industria agroalimentaria que alojan mantiene conotros subsectores (maquinaria, madera y papel, quí-mica para fertilizantes y productos para el cultivo,etc.)-, han quedado fuera de nuestro análisis de losespacios rurales, como hacemos notar al comentarlas limitaciones que a sabiendas dábamos al análi-sis de la diversificación empresarial rural, al esta-blecer el límite poblacional en menos de 10.000 ha-bitantes.

30 La iniciativa comunitaria de desarrollo ruralde la Unión Europea LEADER, corresponde a las si-glas, en francés, «Liaisons entre activités deDévelopement de L’Économie Rural». Los PRODERson un conjunto de programas para el desarrollo ruralque aplican medidas de desarrollo endógeno y quese han implementado exclusivamente en España.

eure 123

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

En lo que respecta al sector servicios (Cua-dro 8), el aumento del número de empresasen el conjunto de los municipios rurales espa-ñoles ha sido generalizado en prácticamentetodos los subsectores (sólo en el de comercioal por menor y en el de hoteles, restaurantes ybares la reducción ha sido común en las zo-nas rurales analizadas). Aunque en cifras ab-solutas los sectores que registraron más altasde empresas fueron el de servicios a empre-sas y transporte y comunicaciones, si se con-sidera el número de empresas nuevas en re-lación con las activas a lo largo del período,en algunos casos el aumento ha sido modera-do, como es el caso de los servicios persona-les y el de comercio al por mayor; en otros hasido muy elevado, como en los servicios deeducación, de intermediación financiera y se-guros y de actividades inmobiliarias.

La desaparición de empresas en lossubsectores mencionados puede estar origi-nada, en algunos casos, por las mismas razo-nes apuntadas en el caso de las empresas in-dustriales. La creación de otras de mayor ta-maño en estos subsectores puede ser otromotivo, ya que en el trabajo de campo realiza-do se ha podido advertir la proliferación deempresas de logística y de abastecimiento que–con más de diez trabajadores y ubicados enespacios rurales con proximidad a ejes viariosde primer orden- tienen posibilidad de abaste-cer fácilmente a las grandes ciudades.

También es necesario hacer notar que esen los subsectores con menor representaciónempresarial en el conjunto del sector serviciosdonde precisamente se están produciendo losmayores aumentos en número de empresas,lo que consecuentemente propicia una mayordiversificación empresarial y amplía las posi-bilidades para que los empresarios se deci-dan a desarrollar actividades de servicios con-solidadas en los medios urbanos, pero que sedemandan cada vez con mayor insistencia enel medio rural.

7. Conclusiones y últimasconsideraciones

Es un hecho comprobado que el mundorural está en proceso de reestructuración, yque se está produciendo un cambio de lo ur-bano a lo rural. Los principales agentes delcambio estructural que experimentan las zo-nas rurales en general y los municipios en ellascontenidos en particular, especialmente en lospaíses desarrollados, son la terciarización y–muy especialmente– la industrialización. Am-bas se manifiestan a través del crecimientode establecimientos y de empleos que en mu-chas ocasiones, utilizan sólo recursosendógenos, tanto naturales como humanos yde capital, y en otras emplean recursos exter-nos, bien aisladamente o en combinación conlos endógenos, para favorecer el desarrollorural.

Teniendo como telón de fondo los casosde las regiones españolas de Castilla-La Man-cha y Andalucía, en este artículo se ha puestoa prueba una serie de consideraciones con elfin de verificar si las transformaciones econó-micas que se están produciendo a escala ru-ral responden a la emergencia de un sistemaproductivo basado en el pasado, o si por elcontrario las actividades productivas se vanampliando y diversificando. De esta manera,definiendo en primer término cuál es la delimi-tación a realizar para poder trabajar sobre losmunicipios rurales, nos hemos adentrado enambas regiones, comprobando que en susmunicipios rurales se han producido cambiosimportantes en la composición sectorial de lapoblación económicamente activa, lo que cons-tituye un reflejo del proceso de diversificaciónproductiva rural que se está originando.

En esa diversificación productiva que estáteniendo lugar hemos podido comprobar cómoen el medio rural, los subsectores industrialesy de servicios más activos están concentra-dos en actividades de naturaleza endógena ytradicionales en la zona. Esto no quiere decirque no se estén introduciendo actividadesempresariales en nuevos subsectores no tra-

124 eure

Ascensión Calatrava y Ana Melero

España Andalucía Castilla-La Mancha

Actividades de serviciosNº

empresasen 1998

Nº empresascreadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

Nºempresasen 1998

Nº empresascreadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

Nºempresasen 1998

Nº empresascreadas (+)

/desaparecidas (-) entre 1995 y

1998

TOTAL Servicios 380057 +19592(+27286-7694)

53342 +1331(+2769-1438)

33964 +1872(+2049-177)

Vehículos, rep. vehic.,gasolineras 17124 +624 2289 +72 1697 +43 Comercio mayor 36514 +2407 4442 +169 2958 +207 Comercio menor 117004 -6199 19301 -851 12104 -177 Hoteles, restaurantes ybares. 65726 -1495 8967 -587 5765 +153Transporte. y Comunic. 48158 +6250 6989 +621 4293 +299 Intermed. Financ. yseguros 6735 +1990 760 +193 629 +239 Activid. Inmobiliarias 9101 +3114 990 +352 521 +155 Servicios a Empresas 38262 +7393 4982 +905 2775 +451 Educación 5402 +1596 581 +202 401 +156 Sanidad y Serv. Soc. 10021 +1465 1164 +120 685 +111Deportes, cultura ocio 9511 +1553 1293 +73 835 +104 Servicios personales 14854 +575 1451 +37 1187 +114 Resto servicios 1645 +319 133 +25 114 +17

Cuadro 8. Servicios: presencia empresarial en 1998 y evolución entre 1995 y 1998 en los municipios con

menos de 10.000 habitantes.

Fuente: elaboración propia con datos no publicados del DIRCE.

dicionales de origen exógeno, siendo la inten-sidad relativa de creación de esas nuevasempresas superior a la que se origina para lasnuevas empresas de actividades tradiciona-les, pero con un número aún muy reducido.

A pesar de estos comentarios positivos queindican que paulatinamente está cambiandoel panorama de los municipios rurales haciauna mayor diversificación, ello no significa queeste avance hacia una mayor complejidad desu sistema de producción esté teniendo lugarde una forma homogénea en todos losentornos de menor población; por ello estasconclusiones serían un primer eslabón paraayudar a fijar unos cimientos que posibilitenavanzar, de cara a un futuro, hacia investiga-ciones más delimitadas que permitan deter-minar para una región con características eco-nómicas, sociales y culturales determinadaslos distintos modelos específicos y diferencia-dos que se están produciendo en su procesode diversificación productiva.

Aunque con los datos utilizados en este tra-bajo no se ha podido profundizar en las razo-nes que impulsan a las empresas a localizar-

se en municipios rurales, es obvio que en al-gunos casos se tratará de traslados de proce-dencia urbana que obedecen fundamental-mente a motivos de naturaleza económica; enocasiones, estarán asociadas a procesos dedescentralización o segmentación que hanpermitido asentar algunas de sus fases de pro-ducción en municipios pequeños, deslocali-zando sólo en parte su proceso de produccióncon el fin de mantener su cuota de mercado;la localización también tendrá como motivo elimpulso de la subcontratación por empresasde mayor tamaño; y finalmente, se tendrá comobase el aprovechamiento de recursos locales,humanos y de capital de carácter endógeno,que –muchas veces gracias a la innovación-permite que en el medio rural la oferta propiase diversifique y amplíe hacia una mayor cali-dad, pudiendo llegar a competir sus produc-tos fuera de los habituales ámbitos locales yregionales (por cuanto en ocasiones se consi-gue ampliar el mercado y extender la oferta anivel nacional e incluso penetrar en el merca-do globalizado).

De todos modos, y a medida que la forma-ción de capital humano y el proceso de inno-

,

eure 125

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales

vación se va adentrando en los municipios ru-rales, las decisiones de localización empresa-rial se vuelven cada vez más complejas, yaque en ellas entran en juego no sólo el ámbitoterritorial en el que las nuevas empresas seubican, sino también la estructura productivadel área y el tipo de proceso que origina lanueva implantación.

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