Alguien espera algo de ti

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Alguien espera algo de ti Hoy es el mejor día para tu obsequiar algo a quien lo necesita. Muchos queremos llenar nuestros corazones de cosas materiales; del último celular, la moda del momento, llenar nuestras cuentas bancarias del modo más deshonroso. No nos ponemos a pensar que existen personas que hoy día no tienen que comer, ni siquiera que ropa ponerse, ni tienen un lugar digno donde vivir, no tienen tarjeta crédito, ni les importa que celular nuevo salió al mercado. Sus vidas se empeñan en sobrevivir, esperando a que tú le tiendas tu mano. No hay nadie más dichoso y bendecido que aquel que hace el bien a su prójimo. Mira esos niños con los pies descalzos, con sus costillas al aire libre, con esa sonrisa ingenua y sus ropitas rotas. Tienen días que se acuestan sin cenar y duermen en un cartón sobre un piso de tierra. Mira esa madre que vive en la miseria, a orillas de la cañada, donde el tiempo se ha detenido, tenía tantos sueños, hoy solo lamentos. Tiene cuatro niños delgaduchos que le piden comida y el caldero está vacío. Ella pide en la avenida, ella lava y plancha por comida. Tú que tienes todo la señalas, la juzgas, pasas de largo y no le das una razón para vivir un día más. Mira ese anciano invalido que todos han abandonado al pasar de los años, que duerme en la calle, a veces en una construcción bajo la lluvia. Tú te burlas de él porque tiene el pelo desarreglado, la barba larga y un aspecto más triste que la soledad. El solo te pide 5 pesos, que le des un poquito de paz en la tormenta, un respiro, que demuestres tu amor, mas tú lo ignoras y entras a la tienda más cercana y compras los accesorios más caros. Que dices de ese amigo que le negaste tu sonrisa y tu atención por aferrarte a la última aplicación de tu móvil. Él

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Alguien espera algo de ti

Hoy es el mejor día para tu obsequiar algo a quien lo necesita. Muchos queremos llenar nuestros corazones de cosas materiales; del último celular, la moda del momento, llenar nuestras cuentas bancarias del modo más deshonroso. No nos ponemos a pensar que existen personas que hoy día no tienen que comer, ni siquiera que ropa ponerse, ni tienen un lugar digno donde vivir, no tienen tarjeta crédito, ni les importa que celular nuevo salió al mercado. Sus vidas se empeñan en sobrevivir, esperando a que tú le tiendas tu mano. No hay nadie más dichoso y bendecido que aquel que hace el bien a su prójimo.

Mira esos niños con los pies descalzos, con sus costillas al aire libre, con esa sonrisa ingenua y sus ropitas rotas. Tienen días que se acuestan sin cenar y duermen en un cartón sobre un piso de tierra.

Mira esa madre que vive en la miseria, a orillas de la cañada, donde el tiempo se ha detenido, tenía tantos sueños, hoy solo lamentos. Tiene cuatro niños delgaduchos que le piden comida y el caldero está vacío. Ella pide en la avenida, ella lava y plancha por comida. Tú que tienes todo la señalas, la juzgas, pasas de largo y no le das una razón para vivir un día más.

Mira ese anciano invalido que todos han abandonado al pasar de los años, que duerme en la calle, a veces en una construcción bajo la lluvia. Tú te burlas de él porque tiene el pelo desarreglado, la barba larga y un aspecto más triste que la soledad. El solo te pide 5 pesos, que le des un poquito de paz en la tormenta, un respiro, que demuestres tu amor, mas tú lo ignoras y entras a la tienda más cercana y compras los accesorios más caros.

Que dices de ese amigo que le negaste tu sonrisa y tu atención por aferrarte a la última aplicación de tu móvil. Él al igual que todos espera que le des algo de ti, mantienen sus ilusiones y sus ojos fijos en ti.

La verdad es que aunque tengas los zapatos más imponentes y costosos, la preparación académica más alta, pertenezcas a una clase social privilegiada, tengas las tarjetas de crédito más exageradas y abultadas, planees tus vacaciones a otro país. Te sentirás más vacío porque te estás perdiendo de lo que realmente importa en la vida, hacer el bien por los demás. Nos seas tan egoísta y escucha esa voz que también clama y te pide ayuda dentro de ti mismo.