El zorro y el quirquincho

“A todos los pequeños lectores que aprendan a com-prender que es mejor compartir que creerse más que el

otro”

Versión: Mari PulidoEditores: Arguello Sabrina-Mansoli Fiorella

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día el zorro y el quirquincho hicieron una sociedad. El primero, ofreció la mitad de sus tierras al otro para que las cultivara.

-Verá este tonto cómo me lleno la panza sin trabajar -pensó el zorro y dijo a su colega:

-Este año, me tocará todo lo que produzcan las plantas por encima de la tierra y para usted lo que den abajo.

 

-Comprendo -respondió el quirquincho- y sem-bró papas. La cosecha fue magnífica y al zorro le correspondió una enorme cantidad de hojas inser-vibles.

Al año siguiente, molesto por el mal negocio, propuso a su asociado:

-Ahora me dará lo que den las plantas bajo la tierra.

Entonces el quirquincho sembró trigo; llenó su granero de doradas espigas y dejó al zorro todas las raíces.

-No se burlará más de mí -pensó furioso. Así que fue a verlo y le dijo:

-Esta vez tendré lo que crezca arriba y abajo de la tierra y será suyo lo que esté en el medio.

El quirquincho sembró maíz, guardó las ma-zorcas y dio al zorro las flores y raíces del maizal.

Así, le dio una lección a aquel que creyéndose más astuto intentó vivir del trabajo ajeno.