ACTIVIDAD 1 Lee El Siguiente Cuento

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ACTIVIDAD 1 Lee el siguiente cuento. Luego responde las preguntas señaladas. LA CAMISA DEL ZAR León Tolstoi Había una vez un zar que estaba muy enfermo. Un día hizo saber a sus súbditos: “¡Daré la mitad de mi reino a quien me cure!”. Entonces todos los sabios se reunieron para tratar de curarlo, pero ninguno supo cómo hacerlo. Sólo uno de ellos, muy anciano, les comunicó: “Haced saber al zar que únicamente existe una forma en la que podría recuperar la salud. Si se encuentra un hombre feliz sobre la tierra y le ponen su camisa al zar, este se curará”. El zar ordenó que buscaran a un hombre feliz por todo el mundo. Sus enviados recorrieron todos los países, pero no hallaron lo que buscaban. No había ni un solo hombre que estuviera contento con su vida. Uno era rico, pero enfermo; otro estaba sano, pero era 180pobre. Y el rico y sano, se quejaba de su mujer o de sus hijos. Todos deseaban algo más y no eran felices. Un día, el hijo del zar pasó por delante de una pobre choza y oyó que en su interior alguien exclamaba: “Gracias a Dios he trabajado, he comido bien y ahora puedo acostarme a dormir. Soy feliz, ¿qué más puedo desear?” El hijo del zar se llenó de alegría e inmediatamente ordenó que le trajeran la camisa de aquel hombre, para llevársela a su padre, y que le dieran a cambio de todo lo que quisiera.

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ACTIVIDAD 1 Lee el siguiente cuento. Luego responde las preguntas señaladas.

LA CAMISA DEL ZARLeón Tolstoi

Había una vez un zar que estaba muy enfermo. Un día hizo saber a sus súbditos: “¡Daré la mitad de mi reino a quien me cure!”. Entonces todos los sabios se reunieron para tratar de curarlo, pero ninguno supo cómo hacerlo. Sólo uno de ellos, muy anciano, les comunicó: “Haced saber al zar que únicamente existe una forma en la que podría recuperar la salud. Si se encuentra un hombre feliz sobre la tierra y le ponen su camisa al zar, este se curará”.

El zar ordenó que buscaran a un hombre feliz por todo el mundo. Sus enviados recorrieron todos los países, pero no hallaron lo que buscaban. No había ni un solo hombre que estuviera contento con su vida. Uno era rico, pero enfermo; otro estaba sano, pero era 180pobre. Y el rico y sano, se quejaba de su mujer o de sus hijos. Todos deseaban algo más y no eran felices.

Un día, el hijo del zar pasó por delante de una pobre choza y oyó que en su interior alguien exclamaba: “Gracias a Dios he trabajado, he comido bien y ahora puedo acostarme a dormir. Soy feliz, ¿qué más puedo desear?”

El hijo del zar se llenó de alegría e inmediatamente ordenó que le trajeran la camisa de aquel hombre, para llevársela a su padre, y que le dieran a cambio de todo lo que quisiera.

Los soldados entraron a toda prisa en la choza del hombre feliz para quitarle la camisa, pero se sorprendieron al descubrir que aquel hombre era tan pobre, que ni siquiera una camisa tenía.

ACTIVIDAD 1 Considerando el objetivo de aprendizaje y los indicadores de evaluación en que se enmarca este taller, elabore 7 preguntas para el texto anterior.

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ACTIVIDAD 2 Ahora, considerando los niveles de comprensión que poseen las preguntas lea el siguiente texto. Luego, construyan 7 preguntas señalando al nivel que corresponden y el por qué las eligieron.

EL PRINCIPITOAntoine de Saint – Exupéry

(Fragmento)

-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no fienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!

-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.

-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.

-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.