Aceptando Las Experiencias Frustrantes en La Vida a Traves de La Resilencia Tesis

Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B

UNIVERSIDAD MICHOACANA DE

SAN NICOLS DE HIDALGO

FACULTAD DE PSICOLOGA

ACEPTANDO LAS EXPERIENCIAS FRUSTRANTES EN LA VIDA, A TRAVS DE LA RESILIENCIA

T E S I S

QUE PARA OBTENER EL TTULO DE: LICENCIADO EN PSICOLOGA

PRESENTAN

SOFA PADILLA MARTNEZ AURA JULIETA RUIZ MEDINA

ASESOR MTRA. BELEM MEDINA PACHECO

Morelia, Michoacn, Octubre de 2007.

Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B

Aceptando las Experiencias Frustrantes en la Vida, a Travs de la Resiliencia

Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B i

I N D I C E

Agradecimientos I

I. Introduccin

1.1 Presentacin 1

1.2 Antecedentes 3

1.3 Justificacin 6

1.4 Planteamiento del Problema 11

1.5 Objetivos

1.5.1 Objetivo General 11


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B ii

1.5.2 Objetivos Particulares 11

1.6 Metodologa

1.6.1 Tipo de Estudio 12

1.6.2 Mtodo 12

1.6.3 Tcnicas y estrategias 13

1.6.4 Participantes 16

1.6.5 Procedimiento 16

1.7 Contenidos 18


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B iii

II. Marco Terico

2.1 Experiencias Frustrantes 21

2.1.1 Definicin de frustracin 21

2.1.2 Actitudes frente a las

situaciones frustrantes 28

2.1.3 Factores frustrantes que

obstaculizan la resiliencia 34

2.1.4 Sentimientos vivenciados

en un evento frustrante 43

2.1.5 Diferencia entre situacin

frustrante y situacin lmite 50

2.2 Aceptacin de los eventos 66

2.2.1 La Aceptacin 67


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B iv

2.2.2 La Autoaceptacin 72

2.3 La Resiliencia 84

2.3.1 Definicin de Resiliencia 85

2.3.2 Pilares de la Resiliencia 89

2.3.3 Promocin de la Resiliencia 90

III. Trabajo de Campo 93

IV. Resultados 103

V. Conclusiones 154

VI. Propuestas 160

VII. Bibliografa 164

VIII. Anexo 1 i


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B I

A G R A D E C I M I E N T O S

Queremos agradecerle en primera instancia a

Dios por darnos la oportunidad de estar vivas para

disfrutar de este momento; por ponernos en nuestro

camino todas las vivencias frustrantes que nos

hicieron reconocer esta necesidad, y sobre todo por

darnos las herramientas para culminar este proceso

tan importante en nuestras vidas.

Tambin agradecemos a nuestros padres y

hermanas, quienes nos han acompaado, apoyado y

ayudado, durante el continuo proceso de crecer.


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B II

As mismo a nuestra respectiva pareja e hijo,

quienes han sabido acompaarnos y alentarnos de

forma incondicional en nuestro andar.

Por ltimo y no menos importante a nuestras

maestras de donde hemos aprendido y obtenido la

mayor parte de nuestros aprendizajes y han servido

como ejemplo para nuestro futuro ejercicio

profesional.

A todos ustedes nuestro sincero cario y

agradecimiento


Padilla-Martnez S, Ruiz-Medina A, Medina Pacheco B 1

ACEPTANDO LAS EXPERIENCIAS

FRUSTRANTES EN LA VIDA,

A TRAVS DE LA RESILIENCIA

I. I N T R O D U C C I N

1.1 PRESENTACIN

La vida es un constante cambio; nunca se es la misma

persona, incluso cambiamos en cada segundo de nuestro

existir. Y si todo cambia, cambian tambin las situaciones en

las que nos toca estar, las experiencias que nos tocan vivir y

cambia tambin la perspectiva y los ojos con los que vemos

cada acontecer.

Es muy comn encontrar en los fundamentos tericos del

humanismo que algunos autores como Pearls, Fromm, Frankl,

entre otros, hablen de la responsabilidad de los actos, de tomar



conciencia de lo que estamos haciendo para que las cosas

ocurran de determinada manera y que efectivamente, con el

cambio o con la decisin de dejar las cosas como estn vienen

las consecuencias.

Todo esto ya mucho lo han estudiado y stos autores coinciden

en decir que mientras ms nos responsabilicemos de nuestros

actos y de cmo tomamos las cosas que nos vienen con la vida

mejor nos iremos sintiendo con nuestro estar en este plano.

Pero pocos son los que se han puesto a analizar que pasa con

aquellas situaciones en la vida en las que por ms que se

quiere que los actos vayan acorde a las consecuencias no se

logra hacer; donde los acontecimientos no tienen mucho que

ver con lo que se haya hecho o dejado de hacer y, sin embargo,

esa experiencia deja una marca significativa en la actitud hacia

la vida.

Esta investigacin trata sobre estas situaciones, ms

concretamente, de las situaciones que no estn en las propias

manos cambiarlas; pero que ah estn y se tiene que actuar

ante ellas, hacerles frente o dejar que dominen la existencia,

frustrarse o encontrar las herramientas para aprender de lo

que esta sucediendo; es decir, de cmo las personas reaccionan

ante dichas situaciones y a travs de que, o con la motivacin



puesta en donde encuentran la manera de salir adelante; para

poder llamarse personas resilientes.

Se espera al finalizar esta experiencia haber encontrado ms

habilidades; tanto para nosotras mismas como para las

personas que estarn involucradas en este viaje. Pues

consideramos que la mejor manera para salir de la frustracin

es a travs del encuentro y el compartir experiencias.

1.2 ANTECEDENTES

Para obtener informacin de los estudios que se hubiesen

realizado relativos a este tema, primero se busco a travs de

pginas de Internet; en algunos sitios Web recomendados como

google schoolar, identificando incontables referencias sobre la

frustracin en sus diferentes contextos, principalmente

psicoanalticos; es por eso que se buscaron tambin referencias

con respecto a la resiliencia.

Sobre este tema se localiz una investigacin llamada

Reflexin sobre el sufrimiento, a partir del pensamiento de

Karl Jaspers. Esta investigacin esta sustentada por la

Universidad del Norte en Barranquilla, Colombia, y su autor es

Jos Juan Amar Amar.



En 2001, Jos J. Amar realiz un anlisis cualitativo acerca del

sufrimiento a partir del enfoque terico de Karl Jaspers, para

luego hacer una aplicacin conceptual del manejo del

sufrimiento a personas que lo padecen. Este trabajo enfatiza en

el tema de los valores, alcances, prejuicios y el anlisis del

sufrimiento como expresin de situaciones lmite y como los

estados de nimo influyen ante estas situaciones lmite para

asumir actitudes pesimistas o de resiliencia ante la adversidad.

Los sujetos de estudio de Jos J. Amar, fueron nios que

sufren violencia intrafamiliar con el objetivo de, segn palabras

del autor: comprender con mayor precisin y consistencia los

factores psicosociales mediante los cuales, los nios vctimas

de la violencia intrafamiliar activa y/o pasiva, pueden

desarrollar una personalidad resiliente.

Y como conclusin elabora un modelo para ayudar a las

personas a ser ms resilientes y menos vulnerables al

sufrimiento a travs de la autovaloracin, autorregulacin, las

competencias del nio y las habilidades sociales.

Posteriormente se intent encontrar ms referencias en

universidades que ofrecen la carrera de psicologa y/o

maestras en psicoterapia, pero el resultado fue un escaso

nmero de estudios relacionados con el tema; ya que slo



existen investigaciones en torno a la frustracin infantil, desde

un enfoque psicoanaltico.

An as se recuper una investigacin que puede considerarse

relacionada con este tema:

En mayo de 2006, fue presentada una Tesis de Maestra en

Psicoterapia Humanista, en la Universidad Vasco de Quiroga,

en Morelia Michoacn, elaborada por Jos Arturo Fuentes

Criollo. La tesis se denomina, Sobre la persona que soy y se

basa en una autoexploracin (autoinvestigacin) de la

recuperacin de una crisis existencial, que el autor atraves

durante la realizacin de la misma; y aborda el proceso de

convertirse en persona. El sujeto de investigacin fue l mismo,

basndose en la autoexploracin y autoayuda. El explica que:

El proceso de conversin se presenta como un fenmeno que

experimenta la percepcin, modificndola substancialmente; su

comprensin es ms analgica que lgica, ms simblica que

conceptual; no es la explicacin convencional de causa-efecto

de un fenmeno, sino su descripcin en s, es decir, en la

accin del propio sujeto, narrando su propia historia, para

observarlo y comprenderlo en una experiencia ms integradora

que sistematiza sus significados. Adems es una apropiacin

personal del fenmeno como cambio de paradigma y estilo de

vida. Se uso la metodologa heurstica de carcter biogrfico.



Las investigaciones que anteceden, se relacionan con el

presente trabajo, en la comprensin y anlisis del proceso por

que el atraviesa una persona, en el que una experiencia de

crisis existencial, puede generar crecimiento personal; y en el

hecho de que puede observarse que pueden existir

herramientas especificas para que la persona se forme como

ser resiliente.

1.3 JUSTIFICACIN

Es bien sabido que alrededor de las teoras humanistas (EPC,

Gestalt, Logoterapia etc.), la persona misma, es la creadora de

lo que hace y sus consecuencias (Quitman.1989); sin embargo,

tambin es cierto que hay ocasiones en las que no importa

cuanto esfuerzo ponga la persona en que las cosas se realicen

como ella espera, simplemente no puede ser, por razones

externas a ella.

Son esos momentos en los que la vida pone enfrente algo tan

doloroso que rebasa a la persona; y la rebasa porque no puede

cambiar lo que le esta sucediendo. Es en estos casos cuando es

las personas se creen incapaces de responsabilizarse y aceptar.

Es por este tipo de experiencias que en la actualidad existen

altos ndices de depresin en la sociedad; dado que muchos de



los individuos an no sabemos que hacer con los sentimientos

generados a partir de esas situaciones.

Existen estudios presentados en la Secretaria de Salud que

hablan de que la depresin de ms alto riesgo se da en la edad

de entre los 25 y los 44 aos, y en las mujeres es frecuente el

consumo de drogas mdicas (Encuesta Nacional de Adicciones

de 1998).

Segn el Instituto Nacional de Psiquiatra Ramn de la Fuente

Muiz (Ciudad de Mxico, D.F., Mxico), en coordinacin con

la Direccin General de Informacin en Salud, Secretara de

Salud, Mxico, se estima que en 2020, la depresin ser la

segunda causa de aos de vida saludable perdidos a escala

mundial y la primera en pases desarrollados.

Pero: por qu son importantes estos nmeros para nosotros?

Con estas estimaciones se da a entender que en gran medida

las situaciones de depresin estn relacionadas con el manejo

de las situaciones de vida que se presentan, con la actitud con

la que se afrontan los problemas y lo ms importante, que es

necesario un replanteamiento con respecto a los

acontecimientos frustrantes o dolorosos que la vida va

poniendo para que se aprenda a potencializar las habilidades y

que en prximos eventos sea capaz de verlos como una fuente

de aprendizaje y no como un camino hacia la tristeza.



Los seres humanos constantemente viven experiencias que no

han sido elegidas por ellos mismos (al menos concientemente),

experiencias dolorosas y/o frustrantes, de las que no se tiene

control, pues su solucin no depende directamente de las

decisiones o acciones propias. Esto genera sentimientos de

frustracin, enojo, dolor, impotencia o desilusin que invaden y

determinan la imagen interna y sobre todo la relacin con el

s mismo.

Es por esto que consideramos importante abarcar el tema de la

resiliencia, pues para que una persona tenga una vida plena,

sana fsica y psicolgicamente, es vital que se acepte, con

alegras y frustraciones, con ganancias y prdidas.

Las personas pueden tener muchas imgenes de s mismo, y

stas pueden cambiar en distintos momentos, nuestra

pretensin es conocer como estos momentos en los que el

control est fuera del individuo pero aun as lo invade, puede

determinar su imagen interna y cambiarla de manera positiva o

negativa, reaccionando de diversas maneras que pueden

escapar o no a la conciencia de la persona.

Dependiendo de la actitud que cada individuo tenga con

respecto a esa experiencia, la persona puede entrar en estado

depresivo y tener conductas autodestructivas desde consumo



de antidepresivos hasta el propio suicidio; o bien, actuar

resilientemente y aprovechar la situacin para hacerse ms

fuerte.

Todos los seres humanos hemos vivido experiencias que no

han sido elegidas por nosotros mismos, es por eso que es

importante para nosotras, las autoras, conocer cmo la

persona es capaz de darse cuenta de que tiene limitaciones

pero tambin puede encontrar las herramientas necesarias

para trabajar con ellas en esas situaciones inesperadas y as

llevar una vida plena, saludable, y sobre todo en donde el

individuo se sienta cmodo consigo mismo; encontrar las

razones suficientes dentro de s mismo para ver de una manera

ms propositiva lo que le esta pasando, y sobre todo, aprender

para poder tender a la autorrealizacin.

En base a lo anteriormente planteado, las autoras consideran

que el ser humano se siente frustrado porque puede ver que su

existencia no es omnipotente y logra percibir que internamente

tiene la sabidura para resolver las situaciones que la vida va

poniendo; y aunque la realidad es que como seres sensibles se

tiene la necesidad de expresar la ansiedad que hace sentir esa

situacin no se puede desligar la responsabilidad de asumir

cmo se acta ante sta.



Para que una persona disfrute de una vida plena, es vital que

se acepte a s misma y admita sus circunstancias de vida, con

alegras, frustraciones, logros, fracasos, ganancias y prdidas,

que lo lleven a concebirse a s mismo como un ser humano

finito y limitado, y a la vez, valioso, fuerte y con derecho a ser

feliz, fluyendo con la vida. Tomando en cuenta, obviamente,

que los seres humanos tienen altas y bajas pero tienden

siempre al desarrollo personal (Rogers,1974).

Se expone entonces que, si la persona aprende a revalorar y

aprender de dichas situaciones, podr seguir adelante con la

vida y su trascendencia, partiendo de una visin distinta y con

una actitud diferente, con una visin aceptadora u

autoaceptante, que lo llevar a resignificar quin es y a donde

quiere llegar.

Es por todo esto que, a manera de hiptesis y como finalidad

ltima de esta investigacin, nos interesa corroborar que,

cuando la vida pone en nuestro camino experiencias que

sobrepasan al individuo es porque existe la posibilidad de que

las tome y crezca con ellas; lo ms trascendente para esta

investigacin sera poder describir que a travs del dolor se

pueden generar modificaciones y cambios que, si son tomados

desde la autoaceptacin generarn mayor responsabilidad

sobre la propia vida, haciendo que las personas vivan ms

plenas consigo mismas.



1.4 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La aceptacin de las experiencias frustrantes fomentan

una actitud resiliente ante la vida?

1.5 OBJETIVOS

1.5.1 Objetivo General

Identificar cmo las personas que aceptan sus

experiencias de vida frustrantes, pueden desarrollar

actitudes resilientes.

1.5.2 Objetivos Particulares:

Identificar los sentimientos experimentados en las

personas durante un evento frustrante.

Descubrir cules son las herramientas y/o

competencias de la persona que favorecen una actitud

resiliente.

Reconocer cules son las actitudes que fomentan y

cules las que no fomentan la resiliencia, cuando un

individuo afronta una experiencia frustrante.



1.6 METODOLOGIA

1.6.1 TIPO DE ESTUDIO

La presente investigacin se realiz desde un enfoque

cualitativo, ya que esto nos permiti profundizar en el

tema, logrando as describir con claridad y precisin el

problema de investigacin en cuanto a la propia

experiencia y las experiencias de los dems. Este

enfoque nos llev a aproximarnos a individuos reales

que estn presentes en el mundo y que pudieron

ofrecernos informacin sobre sus propias experiencias,

opiniones, valores, etc. (lvarez-Gayou. 2004)

1.6.2 METODO

El mtodo utilizado en esta investigacin fue la

fenomenologa. La fenomenologa est basada en cuatro

conceptos clave: la temporalidad (el tiempo vivido), la

espacialidad (el espacio vivido), la corporalidad (el

cuerpo que experimenta) y la relacionalidad (la relacin

humana). (lvarez-Gayou 2003. pg.85).

Se considera entonces, que las personas estn

vinculadas con su mundo externo y ponen la mayor



atencin en la experiencia vivida, la cul aparece en los

diferentes contextos y relaciones que sostiene con los

objetos, las personas, los sucesos, las situaciones, etc.

(lvarez-Gayou 2003).

Es de especial importancia para nosotros seguir esta

metodologa pues como dice lvarez-Gayou la

caracterstica principal del investigador es llegar sin

ideas preconcebidas y abierto a recibir cuanto el

participante exprese (2003); y dado que nuestra

intencin es conocer las herramientas resilientes de las

personas, es de vital importancia que stas estn

dispuestas a expresar sus experiencias sin ninguna

duda de que ser respetada su opinin y vivencia.

1.6.3 TECNICAS O ESTRATEGIAS

La presente investigacin fue desarrollada a travs de

un grupo focal; donde el objetivo principal fue conocer

que situaciones frustrantes han vivido los participantes,

qu sentimientos les han generado y que herramientas

han utilizado para enfrentar situaciones de su vida que

han sido frustrantes o muy dolorosas; y, adems, si las

actitudes que tomaron ante ese evento los han dejado

satisfechos.



El grupo focal es una tcnica de investigacin social

que privilegia el habla, cuyo propsito radica en

propiciar la interaccin mediante la conversacin acerca

de un tema u objeto de investigacin, en un tiempo

determinado, y cuyo inters consiste en captar la forma

de pensar, sentir y vivir de los individuos que

conforman el grupo. (lvarez-Gayou. 2003. pg. 132).

Mucchielli (citado por R. Krueger en lvarez-Gayou.

2003), desde la psicologa humanista llama al grupo

focal: entrevista en grupo; pero le da un valor de tcnica

de intervencin; por lo tanto fue tomado solo como un

dato histrico y se le dio ms valor a lo que el grupo

focal significa para lvarez-Gayou.

El grupo focal tiene por objetivo provocar confesiones o

autoexposiciones entre los participantes, a fin de

obtener de ellos la informacin cualitativa necesaria

para la investigacin.

En el grupo focal, el papel del investigador es menos

directivo y se propicia un clima de mayor libertad y

apertura para el entrevistado; ste grupo subraya la

interaccin, es decir, cmo los participantes elaboran

gradualmente su realidad y sus experiencias,

incluyendo creencias, sentimientos y actitudes.



Al grupo focal se le considera un grupo artificial, porque

no existe ni antes ni despus de la sesin de

conversacin, sino que nace en el momento en que se

inicia el dilogo. As pues, se trata de un grupo en tanto

se le determina una tarea especfica, una tarea externa

que el grupo no ha manifestado como necesidad propia.

Por lo tanto; este grupo fue un equivalente a un equipo

de trabajo; pero sobre todo para nosotras, las

investigadoras, puesto que a partir de los datos

arrojados, logramos los propsitos y objetivos ya

delimitados; es por esto que el inicio y el trmino del

grupo est muy bien delimitado.

El grupo focal por lo tanto, constituye un espacio de

opinin grupal y se instituye como la autoridad de las

opiniones que regula el derecho de hablar y privilegia la

conversacin (lvarez-Gayou. 2003. pg. 131).

El procedimiento, por lo tanto, consisti en canalizar a

las personas interesadas a participar en el grupo focal;

a travs de un grupo de 90 personas, las cuales

atienden un curso escolarizado en la Escuela Normal

Superior y que anteriormente han tomado un curso-



taller de desarrollo humano cuyo objetivo fue

sensibilizar y aprender a reconocer los propios

sentimientos a travs de ejercicios y dinmicas sobre el

darse cuenta con temas como la autoestima, el manejo

de emociones, etc. De estos 90 estudiantes, el total de

alumnos que respondi a la invitacin para el grupo

focal fueron 7; cinco mujeres y dos hombres

1.6.4 PARTICIPANTES

Esta investigacin se llev cabo con alumnos de la Escuela

Normal Superior de Michoacn:

Del grupo de 90 alumnos que integraron el grupo de

desarrollo humano, 7 respondieron a la invitacin

para el grupo focal.

De estos 7 participantes, cinco era mujeres y los dos

restantes eran hombres.

Dos de las participantes tienen 21 aos de edad;

otras dos participantes tienen 22 aos, la mujer

restante tiene 24 aos; y los hombres tienen 24 y 25

aos.

1.6.5 PROCEDIMIENTO

En un inicio se realiz un curso taller de desarrollo

humano con el objetivo de sensibilizar a los

participantes para que estuvieran ms dispuestos a



cooperar con un grupo focal del tema definido que era

experiencias frustrantes.

Se manejaron temas como: la motivacin, la

autoestima, el manejo de sentimientos; as como duelo y

experiencias dolorosas. El objetivo de cada una de ellas

fue propiciar en los participantes un darse cuenta de la

oportunidad que se dan de expresar sus emociones y

sus necesidades; adems de promover en ellos la

necesidad de desarrollar sus habilidades para aprender

a amarse a ellos mismos, a manejar sus sentimientos de

manera efectiva y congruente y por ltimo que se dieran

cuenta que las experiencias dolorosas traen consigo

aprendizajes que de ninguna otra manera podran

conocer.

A partir del grupo de desarrollo humano se llev a cabo

una invitacin para participar en el grupo focal

Situaciones frustrantes en mi vida. Que se realiz en

el mes de Mayo del ao 2007.

Las preguntas desarrolladas en el grupo focal fueron las

siguientes:

1. Cmo te sientes y cmo reaccionas cuando las

cosas en la vida no suceden como tu quisieras o

de la manera en que las habas planeado?



2. Reltame una experiencia de mucha frustracin

en tu vida, incluyendo los sentimientos que

estuvieron presentes.

3. Cul ha sido tu actitud frente a esta situacin?

4. Hubo un momento en esta experiencia en la

que fuiste capaz de aceptar que no podas hacer

nada para cambiar la situacin? Describe

especificando tus sentimientos ms presentes

5. De que manera te recuperaste y saliste

adelante, qu sentimientos y actitudes te

acompaaron? Si an sientes frustracin u otro

sentimiento por ese evento, Qu te gustara

hacer?

Una vez concluido el grupo focal y obtenida la

informacin necesaria se procedi a realizar las

conclusiones de esta investigacin.

1.7 CONTENIDOS

Esta investigacin cualitativa, est fundamentada en la teora

humanista y como tal, las autoras pretenden conocer las

potencialidades de cada uno de los participantes; es por ello

que se trata de enfocar en los aspectos que son necesarios para

que la persona llegue a formarse como ser resiliente, por



supuesto tomando en cuenta que la frustracin y todos los

sentimientos que de ella emergen pueden ser utilizados para el

aprendizaje humano.

Por lo tanto se desglosaran a continuacin los aspectos

fundamentales de esta investigacin.

El marco terico se compone por tres ejes temticos, en los

cuales se describe de una manera amplia el proceso que viven

las personas durante una experiencia frustrante, as como las

habilidades que se necesitan para salir adelante. El primer eje

temtico pretende explicar en qu consisten las situaciones

frustrantes, tomando en cuenta el punto de vista de varios

autores, como Aguirre, Gonzalo Contreras, Erich Fromm,

Wilard Frick, entre otros; se abordarn tambin las actitudes y

los sentimientos vivenciados por las situaciones que tienen

estas experiencias frustrantes. El segundo eje, se refiere a la

aceptacin de los eventos frustrantes, tomando en cuenta la

autoaceptacin, desde la perspectiva de Nathaniel Branden. El

tercero, desglosa el concepto de resiliencia, sus caractersticas

y cmo fomentarlo en las personas.

Posteriormente en el trabajo de campo, se hizo un relato de

las vivencias que algunas personas compartieron durante su

participacin en un grupo focal sobre experiencias frustrantes,

llevado en el mes de mayo del ao en curso. A partir de las



experiencias aportadas por los participantes, se realiz una

categorizacin con el fin de saber cuales de estos participantes

tenan actitudes resilientes, dichas categoras se dividieron en:

sentimientos vivenciados, aceptacin de los eventos y actitudes

resilientes y no resilientes, los cuales fueron complementados

con la observacin y descripcin fenomenolgica.

Una vez expuesto lo anterior, se presentan los hallazgos y

conclusiones generales obtenidas de la presente investigacin,

en las cuales se puede estimar cules participantes son

resilientes y cules no.



II. M A R C O T E O R I C O

2.1 EXPERIENCIAS FRUSTRANTES

Todo ser humano sin excepcin sufre a lo largo de su vida

altibajos y frustraciones de mayor o menor magnitud. En

ocasiones las frustraciones son tan dolorosas, que la persona,

sin darse cuenta de ello no las acepta; y as comienza a vivir de

tal manera, que esos eventos, influyen o afectan el resto de sus

vivencias o experiencias.

Es por esto que consideramos importante definir en qu

consisten las experiencias frustrantes, los sentimientos que

surgen de ellas y de que forma stos afectan al individuo para

su desarrollo y bienestar.

2. 1. 1 DEFINICIN DE FRUSTRACIN

Para comprender qu es una situacin frustrante, es

prioritario tener una idea un poco ms clara del

concepto de frustracin.



Se dice que cuando las personas, no alcanzan una

situacin apetecida dentro del marco escolar, familiar o

social, cuando son privadas de satisfacer un deseo,

cuando se sienten defraudados y sus expectativas de

conseguir ciertas recompensas se tornan imposibles,

suelen percibir, en lo ms hondo de ellos mismos, un

sentimiento que denominamos "frustracin" (Lukas.

2000).

La mayora de las personas tenemos una idea

aproximada de lo que es y significa este fenmeno, y

todos, en mayor o menor medida, lo hemos

experimentado a lo largo de nuestra vida.

A continuacin, se mencionan algunas definiciones

referidas al concepto de frustracin.

Cuando el individuo se enfrenta a una situacin de

quiebre emocional, en el momento justo en el que se da

cuenta de que es incapaz de llevar a cabo o de cumplir

tal como deseaba, sus proyectos planeados; de acuerdo

a la definicin de Wittaker (1989):

"El truncamiento o interferencia con la conducta

dirigida hacia una meta se llama frustracin"

(Wittaker. 1989. pg.461).



En este sentido Aguirre (2001), en su artculo "Los

desajustes emocionales del hombre" asegura que en

ocasiones pretendemos alcanzar determinadas metas y,

al no lograrlo, experimentamos un desajuste de orden

psquico que pueda manifestarse en forma de

frustracin.

Por su parte Willard Frick B. (1973) opina que la

frustracin es el estado psquico al que llega la persona

cuando siente como fracaso el no lograr una

determinada meta, el no conseguir un objetivo

perseguido.

Por ltimo, Gonzalo Contreras (1986); propone que la

frustracin es:

La tensin emocional originada por la falta en la

obtencin de una meta deseada o acabar un acto;

As pues, puede ser caracterizada como estado

emocional producido en el individuo cuando l no

puede alcanzar el objetivo deseado. (Contreras.

1986. pg. 85)

Las reacciones a la frustracin se condicionan no

solamente a la naturaleza del objeto o el agente de

frustracin, sino tambin en la personalidad del



individuo. En general, la respuesta de una persona a la

frustracin puede ser agresin, tristeza, o depresin

(Lagostera. 2005).

Algunos psiclogos como Lagostera (2005) o

Liquorman (2005), ligan la frustracin a la agresin.

Esta puede ser dirigida hacia el obstculo que previene

a uno de alcanzar el objeto deseado o contra s mismo.

Puede ser visto no solamente en adultos sino tambin

en nios. Incluso se considera, que la tolerancia a la

frustracin es un factor fundamental en la adaptacin

del individuo.

As pues, un estado de frustracin segn Silvia

Bautista en su artculo Frustraciones (publicado en

Madrid Sureste en Abril de 1998) podra ser entendido

como:

Una situacin en la que una expectativa, un deseo,

un proyecto o una ilusin no se cumple.

La vivencia emocional ante una situacin en la que

un deseo, un proyecto, una ilusin o una necesidad

no se satisface.

El estado de decepcin creado emocionalmente

cuando alguien espera realizar su deseo y se ve

impedido de hacerlo.



Por otro lado; Bautista (1998) tambin habla de las

numerosas causas por las que las personas no obtienen el

logro de sus objetivos. Veamos algunas:

No se suelen alcanzar las metas deseadas cuando las

expectativas son demasiado altas y no se ha planificado

suficientemente el costo y el esfuerzo por conseguirlas.

Cuando se ha tomado la decisin de lograr un objetivo

de forma precipitada o poco prctica, sin parar a pensar

qu queremos realmente y para qu.

Cuando se ha hecho una buena planificacin a nivel

mental pero no se han previsto las medidas y recursos

con los que se cuentan: personas, tiempo, materiales,

instrumentos, locales, costos, prdidas, ganancias, etc.

Cuando se dan condiciones imprevistas que no

sabemos resolver con eficacia.

Cuando se dan conflictos de intereses nuevos,

problemas relacionales, comunicativos, etc. y que la

persona es incapaz de asumir, afrontar, adaptar y

superar.

El grado en que la frustracin afecta a las personas

depende de mltiples variables: edad, madurez, objetivos,

grado de cohesin y ajuste, carencia de refuerzos, nivel de

aspiraciones, concientizacin ante el fracaso, importancia

de la meta para el grupo o persona, capacidad de superar

las crisis, experiencias previas, calidad de las relaciones,



grado de entrenamiento y tolerancia, capacidad

compensatoria, etc.

La frustracin entonces, para las autoras, se aduea del

individuo, lo inunda emborronando el interior como una

nube de tinta en el agua, creando malestar y tensin.

Por lo que se ha observado, los sucesos frustrantes, con

frecuencia despiertan en la persona emociones

obstaculizantes para su propio desarrollo, tales como: la

culpa, el miedo, la tristeza profunda, angustia, vergenza,

etc. Las cuales, por su importancia sern descritas ms

adelante en el subtema dedicado a las emociones y

sentimientos vivenciados en las experiencias frustrantes.

Puede decirse entonces que la frustracin en las personas

y en los grupos ser diversa; puede ser tanto interna

(afectacin sobre sentimientos, pensamientos, emociones);

como externamente (hbitos, conductas).

A veces, al experimentarse frustrado, la persona atraviesa

un proceso semejante al de un duelo. Se puede pasar por

diferentes fases: la negacin, la ira, la depresin... para

llegar finalmente, si todo va bien, a aceptar la situacin. En

realidad en cada fracaso se pierde algo, puede ser una

ilusin, un proyecto, una idea, una creencia, y se reacciona



con dolor ante esa prdida. Pero permitirse sentir ese dolor,

sin evadirlo a base de autoengaos, resulta indispensable

para poder resurgir y aprender de esa situacin que nos

causa tanta frustracin.

En los momentos de crisis aparecen de una u otra forma

sensaciones intensas de frustracin. Son ocasiones en las

que se tiene un encontronazo con la realidad. Una persona

se siente frustrada cuando percibe que lo que ha logrado en

su vida no concuerda con lo que esperaba. Es una

interpretacin completamente subjetiva, pues lo que para

uno puede valer y ser un signo claro de triunfo, otro lo

puede interpretar como un vaso medio vaco. Todo depende

de las expectativas con las que parte cada cual, y del lugar

a donde quera llegar.

La decepcin que acompaa a la frustracin es dolorosa,

pero puede impulsar a los individuos a reajustar la

exigencia y las expectativas quiz demasiado elevadas,

irreales o engaosas.

Deca Erich Fromm (1941); "Desengaarse quiere decir

liberarse de los engaos y dejarlos atrs".

Una vez comprendido lo que es la frustracin y cmo se

manifiesta, resulta importante revisar qu factores



intervienen para limitar un desarrollo humano pleno en la

persona que vive este tipo de experiencias, lo cual

constituye el tema siguiente.

2.1.2 ACTITUDES FRENTE A LAS SITUACIONES

FRUSTRANTES

Ante una situacin frustrante, los individuos pueden realizar

diversos planteamientos de forma consciente o inconsciente:

Algunas personas reflexionan, revisan y toman medidas

de adaptacin y ajuste: adecuando los objetivos,

estudiando mejor el proceso, automotivndose,

buscando nuevas fuerzas o recursos. La frustracin no

tiene cabida ni particular incidencia en ellos. Hay un

ansia decidida de superacin.

Otros, de forma dubitativa, se plantean un anlisis de si

merece la pena seguir, reanudar el esfuerzo, corregir lo

que sea necesario, sometiendo todos los elementos

materiales y humanos a revisin con una gran fase de

duda, impotencia y carga emotiva. La resolucin de su

problema se ve influenciada por un conjunto de



variables subjetivas que inclinan al sujeto en una

direccin u en otra.

Tambin estn los que indudablemente tienen previsto, si no

programado, el fracaso, como fin de la frustracin y lo rotulan

con frases desalentadoras como: "es imposible", "soy incapaz".

Sus reacciones son distintas a las de los dems personas. Para

estas personas el fracaso es un componente del proceso que

bloquea e imposibilita, y por lo general reaccionan a dos niveles

(Lagostera. 2005):

a) Con una gran dosis de visceralidad, agresividad

(vertida hacia s mismo, hacia el grupo, hacia los

obstaculizadores, hacia el chivo expiatorio de turno...)

b) O con desconfianza hacia los otros en general.

Acompaada de prdida de confianza en s mismo,

pasando a menudo por etapas de apata, desinters y

amargura.

As pues, ante la frustracin, se dan dos tipos de respuesta:

a) Inconcientemente; la cual la constituyen los

mecanismos de defensa, que tratan de disminuir la

tensin o angustia, desplazando el inters en otra

direccin o buscando compensaciones.

b) Conscientemente; que reconoce y asume con madurez

la situacin mediante actitudes positivas que ayuden a

superarla. (Villanueva. 1988).



La mayora de la personas, si no es que todas, siempre al

comenzar un proyecto piensan en el pronstico o en el futuro

de ste, es decir, entre ganar o perder, entre experimentar el

xito o el fracaso.

Es muy difcil, sino es que casi imposible encontrar a alguien

que le interese el fracaso pues evoca una sensacin

desagradable, pesada, vinculada con la rabia o la tristeza, a

estados de bloqueo, problemas y frustraciones, la ruptura de

una ilusin... El fracaso es un trago amargo, difcil de pasar,

que preferiramos evitar si pudiramos.

La experiencia del fracaso ofrece algo que el xito no da: la

oportunidad de reconocer que tenemos lmites, aprender,

rectificar, y poder ser as cada vez un poco mejores. Pero la

realidad es, que una proporcin significativa de los individuos

ni siquiera considera esta posibilidad ante un evento frustrante

(Lagostera. 2005).

Nadie puede vacunarse contra la sensacin de fracaso, ni

siquiera quien lo haya experimentado logra alcanzar la

inmunidad. Es preciso atravesarla, sea cual sea su magnitud.

Sin embargo, existen vas para que el fracaso, en lugar de ser

un peso que amenaza con hundirnos, sea una ocasin de la

cual sacar provecho. Tanto si se trata del suspenso en un



examen, de un desengao amoroso, de la sensacin de haber

fallado como padre, pareja, profesional o amigo... la cuestin

est en la actitud con que cada uno encara ese evento que

puede o no significar sentirse frustrado (Luna. 1996).

Existe una tendencia en nuestra sociedad a valorar ms el fin

que los medios. Es decir, lo que importa ante todo es el

resultado: si se ha alcanzado el objetivo o si, por el contrario,

se ha fallado en el intento. Desde ese punto de vista el fracaso

excluye al xito, y a la inversa, puesto que un resultado slo

puede ser blanco o negro, positivo o negativo.

Con esta forma de pensar tan categrica, no se toma en cuenta

el medio, no se valora suficientemente lo que quiz sea ms

importante: el aprendizaje. Tanto si se gana como si se pierde

la experiencia puede resultar limitante, puesto que no se

considera el proceso con perspectiva. Un triunfo mal vivido

puede conducir a la autocomplacencia o al estancamiento,

pues el xito genera menor necesidad de cambio. Un fallo mal

digerido puede llevar a abandonar un propsito o a sumirse en

una depresin (Liquorman. 2005).

El reto en cualquier caso est en vivir la situacin como

algo fluido, no esttico, teniendo en cuenta el proceso

realizado y el que puede acontecer. De ese modo en el

fracaso, no nos invadir la negatividad, ni en el triunfo



se pecar de excesiva arrogancia. (Aitziber Leonardo.

2007)

Con ello entramos en el terreno del miedo. Ms concretamente

el miedo al fracaso, que engloba el miedo a las crticas, a no

estar a la altura, a comprometerse, a hacer el ridculo, a lo

desconocido, a no ser bien visto por los dems.

La ilusin perfeccionista de que siempre hay que ganar no

tolera el fracaso, mancha la imperfeccin y alimenta

precisamente ese miedo exacerbado al error.

Segn a qu o a quin se atribuya el fracaso y la frustracin, la

reaccin de la persona ser diferente.

Muchas veces las circunstancias, las otras personas o los fallos

propios favorecen el fracaso. Sin embargo, estas formas de

interpretar lo sucedido no propician una resolucin, ms bien

la entorpecen.

Al interpretar los errores como una prueba de la propia

ineptitud se ponen en marcha una serie de creencias negativas

sobre uno mismo (introyecto). El individuo se dice: "soy

tonto...no valgo nada...siempre hago el ridculo", como si se

tratara de una grabacin automtica. De ese modo el error se

hace mucho ms grande y se generaliza a toda la persona.



Estas son algunas de las actitudes segn Lagostera (2005) que

ms frecuentemente se ven ante situaciones fuera del control

de las personas:

1. GENERALIZAR: tras un fallo, en vez de concretar y decir:

"Me ha salido mal", la persona se dice a s misma: "soy un

desastre, nada me sale bien, siempre ser un fracasado".

Esta visin catastrfica no ayuda a resolver la situacin.

2. NO ACEPTAR EL ERROR: Una actitud perfeccionista no

facilita que se reconozca el fracaso y dificulta aprender de

l.

3. ANCLARSE EN LA CULPABILIDAD: Una cosa es reconocer

un error y otra culpabilizarse. La culpa no suele llevar a

nada.

4. VER SOLO LOS ERRORES: Fijarse excesivamente en lo

negativo abre la puerta al desnimo y la depresin.

5. ABANDONAR: Cuando no se tolera bien la frustracin la

persona se puede abandonar demasiado pronto a la

depresin.



6. CENTRARSE EN EL PASADO: Pensar en los fallos

cometidos en el pasado, o en los que se podra cometer

genera duda y temor. Para salir del fracaso hay que

centrarse en el presente y pasar a la accin.

Se puede asegurar entonces que las situaciones frustrantes

dicen de libertad ante y a pesar de la dureza de las

circunstancias pues cada individuo puede decidir como

comportarse ante ellas; y dicen de modestia porque no se

puede elegir todo.

Y se puede concluir citando a Frankl; quien asegura:

Las situaciones lmite conllevan un filosofar profundo.

Este filosofar inunda la realidad y la llena de su luz.

Filosofar es declaradamente, dar cuenta de las

convicciones ms ntimas y profundas de las personas.

Aceptar y asumir la situacin constituye en s mismo un

triunfo. (Frankl. 1987. Pg. 107).

2.1.3 FACTORES FRUSTRANTES QUE OBSTACULIZAN LA

RESILIENCIA

Como ya se ha mencionado en el capitulo anterior, existen

muchas maneras de reaccionar frente a las situaciones que nos



causan dolor y frustracin; algunas de ellas nos ayudan, pero

la mayor parte de estos eventos llegan a impedir la aceptacin

plena de nuestro ser-humano y por lo tanto las personas

encuentran ms dificultad an en encontrar maneras de llegar

a la resiliencia y a la autoaceptacin.

Es por eso que se pretende en este apartado, describir algunos

de los factores que pueden ocasionar este tipo de limitante en

cualquier individuo que no haya encontrado an las

herramientas internas para aceptarse, tanto a l mismo, como

a su situacin.

Segn Villanueva (1988), los factores estudiados a mayor

profundidad por las escuelas de personalidad son los

dinmicos; los cuales a su vez se dividen en cinco tipos que

pueden obstruir al individuo en su proceso:

1. El primer factor frustrante es el miedo condicionado.

Este obstculo se manifiesta al no reconocer y aceptar

como parte del s mismo aquellos impulsos, emociones y

sentimientos que ha aprendido a ver la persona como

repudiables, malos o peligrosos debido a que cada vez que

en su niez mostraba sentimientos de hostilidad y rabia era

castigado cruelmente, con desamor y rechazo por las

personas ms significativas en ese momento de su vida; y



por supuesto el miedo a expresarlos conductualmente

proviene de ese nio interno que no quiere volver a tener

ese sentimiento que le caus dolor y angustia; lo cual

provoca que en la edad adulta tenga una incapacidad para

darse cuenta de sus propios sentimientos de enojo y sus

impulsos agresivos. (Villanueva. 1988).

La consecuencia de este miedo irracional, puede

manifestarse en agresividad acumulada, la cual a su vez

puede ocasionar estados depresivos notables y/o

alteraciones somticas como lceras, dolores de cabeza,

colitis, padecimientos cardiacos, etc; pues en vez de sacar

la bomba que lleva adentro, deja que explote en su interior

y causa daos excesivos.

Y en cuanto a las relaciones interpersonales; este miedo

puede expresarse desde la agresividad activa (fsica) o bien

desde la pasiva (manipulacin).

2. El segundo factor que obstaculiza o impide el desarrollo sano

de la personalidad es el sentimiento de culpa y

minusvala por no ser lo que debera de acuerdo con la

autoimagen idealizada de la persona.



La persona no se perdona a s misma el ser un simple ser

humano, con impulsos, deseos, miedos, errores y

debilidades, se castiga imponindose exigencias mayores,

que por supuesto le causan ms angustia y aumentan la

probabilidad de que fracase en sus intentos por alcanzar

sus metas sobrehumanas. (Villanueva, 1988).

En tanto la persona se aferre obstinadamente a sus

deberas y se exija ser lo que no es, la parte de s mismo

que ha repudiado aparecer cada vez con mayor energa,

hacindolo sentirse ms vil, culpable y despreciable; y estos

sentimientos de minusvala, que por lo general son

inconscientes, lo conducirn a castigarse, privndose de la

oportunidad de vivir unas vida ms satisfactoria de la que

se siente inmerecedor.

Ningn otro ser viviente es tan cruel consigo mismo como el

hombre, quien en forma continua se exige ser lo que no es

y se castiga por no serlo; quien se automutila y se niega la

oportunidad de desarrollar sus verdaderas potencialidades.

Es el nico que se insulta a s mismo con expresiones y

actos desagradables; se exige ser perfecto, autosuficiente,

invulnerable, poderoso, omnipotente y reconocido y entre

ms se esfuerza por serlo, menos lo logra, mayor es su

frustracin y ms elevadas son sus metas ficticias; el

resultado final es que ha reprobado su existencia. Por



tanto, entre ms se culpa y se castiga la persona por no ser

lo que debera, menos puede desarrollar sus verdaderas

capacidades; pues la sociedad influye en la adopcin de

creencias irracionales con un infinito nmero de mensajes

sobre metas irreales (Villanueva. 1988).

3. El tercer factor obstaculizante, est constituido por todas

aquellas preconcepciones rgidas sobre s mismo, los

dems y su propia vida, que ha adquirido en el pasado

(introyectos).

Con sus experiencias tempranas, las personas, forman una

serie de constructos personales, entendiendo que se basan

fundamentalmente en el sistema de creencias y valores

compartidos que adquirimos como miembros de una

sociedad y cultura determinada. Sin embargo, en su

totalidad, son nicos para cada uno de nosotros y debemos

reformarlos constantemente segn vamos adquiriendo

nuevas experiencias; (Little. 1991). Estas expectativas

determinan una interpretacin de la realidad de una forma

errnea y percepcin distorsionada, pues solo ve lo que ha

aprendido a ver, en otras palabras lo que la Gestalt llama

figura-fondo:

La vida tiene partes obscuras y tristes, pero tambin

tiene arco iris multicolores; no obstante, quien tiene



puestos los lentes obscuros, hasta los ms vivos matices

ve con tintes de duelo y peligro (Villanueva. 1988. pg.

78).

Por lo tanto, los introyectos (deberas que la sociedad ha

determinado) de la personas hacen que sus actitudes sean

de tal forma, que provoca aquello que ya saba y esto

fortalece ms sus prejuicios de la realidad. Y esto conlleva a

un crculo vicioso donde el individuo reafirma

constantemente sus prejuicios y creencias irracionales de s

mismo.

4. El factor obstaculizante nmero cuatro es, la falta de

reconocimiento y aceptacin del pasado tal como fue, y

de que lo que no puede cambiarse en el presente no puede

modificarse.

Todo ser humano sin excepcin sufre a lo largo de su vida

golpes y frustraciones de mayor o menor magnitud;

ninguna persona en el mundo ha encontrado jams una

existencia en la que sus necesidades fueran satisfechas

exactamente en la medida y forma en la que lo requera.

Sin embargo, en ocasiones las frustraciones son tan

dolorosas, que la persona, usualmente sin darse cuenta de

ello no las acepta, ni renuncia a lo que tanto necesit y

nunca obtuvo. As comienza a vivir esperando que sus



necesidades insatisfechas algn da sean saciadas;

habiendo quedado como gestalten abiertas (Villanueva.

1988).

Detrs de estos crculos inconclusos existe hostilidad y

autodevaluacin provocado por las frustraciones originales;

existiendo una no aceptacin de las mismas como si la

persona se aferrar a la fantasa de que algn da sus

necesidades no satisfechas en la infancia sern saciadas.

Por desgracia, como hemos visto, stas esperanzas le

llevarn a manifestar una serie de actitudes y conductas

que solo provocarn reacciones en los dems que lo

frustrarn an ms. Esta persona no acepta el hecho de

que lo que pas, pas, y de que no puede cambiarse.

Al ser humano le cuesta trabajo reconocer y aceptar de

corazn sus frustraciones y carencias pasadas; y renunciar

a la fantasa de que algn da podr cambiar su pasado.

Entre ms se ancla el hombre a sus fantasas ideales

inconscientes, ms heridas y decepciones acumula, con

mayor insistencia intenta modificar lo que no pude

cambiarse y menos aprecia los valores positivos de lo que

tiene y de lo que tuvo. (Villanueva, 1988).



5. El quinto y ltimo obstculo se encuentra en los

reforzamientos o ganancias secundarias que la persona

obtiene mediante sus conductas o actitudes no sanas.

Estas ganancias pueden ser de cuatro tipos diferentes:

a) Reforzadores positivos sociales que el sujeto obtiene

como consecuencia de su patrn de conducta

(alabanzas y halagos por perseverancia compulsiva).

b) Seudogratificacin de sus necesidades neurticas,

como la fantasa irreal y pasajera de ser amado y

estimado por personas que en realidad slo desean

aprovecharse de la dependencia de un individuo. O el

orgullo por ser invulnerable de aquella persona que se

aleja de los otros creyendo que las reacciones de stos

no le afectan en absoluto.

c) Reforzadores negativos, cuando una situacin temida

por la persona no se presenta, y su ausencia es

interpretada por ella como el resultado de sus

conductas. Por ejemplo, si una joven teme que los

hombres la humillen usndola sexualmente, basta con

cerrarles la puerta de su vida, pero el hecho de que

siendo fra y hostil nadie se aprovecha de ella,

refuerza su comportamiento y sus creencias

generalizadas. La psicoterapia gestalt, denomina a esta

experiencia: asuntos inconclusos.



d) La satisfaccin morbosa de la persona al comprobar

sus expectativas generalizadas, cuando sus mismas

conductas y actitudes han provocado sin que ella se

d cuenta- las reacciones que tanto tema en los dems.

Estas confirmaciones refuerzan las conductas

destructivas ya que, cuando menos le brindan a la

persona un sentimiento de seguridad o certeza de que

la realidad no es como ella pensaba; de que estaba en lo

correcto. Por lo general es mucho ms tolerable el saber

que la realidad es fea y dolorosa, que el sentimiento de

incertidumbre sobre la clase de mundo con el que uno

se debe de enfrentar.

Despus de analizar los 5 factores explicados anteriormente, se

puede verificar que la nica forma que tiene el individuo de

trascender la propia finitud es aceptarla; cuando un individuo

en realidad le da la bienvenida a sta, comienza a vivir con

verdadera intensidad su vida, en el nico lugar y momento en

que la vida puede vivirse: aqu y ahora; entonces su existencia

se torna creativa y productiva.

Es por esto, que despus de revisado lo anterior es conveniente

enmarcar los sentimientos que comnmente se desencadenan

al vivir un evento frustrante; y que influirn en el desempeo

de los individuos; a continuacin se desarrollan los



sentimientos y emociones ms comnmente ligados a la

vivencia de frustracin.

2.1.4 SENTIMIENTOS VIVENCIADOS EN UN EVENTO

FRUSTRANTE

Es de vital importancia abordar el tema de los sentimientos

debido a que la frustracin siempre viene acompaada de ellos;

como bien se sabe, los sentimientos indican al ser humano las

necesidades que siente insatisfechas en una situacin

especfica.

En el caso de la frustracin, como ya lo hemos venido

mencionando, las personas experimentan sentimientos y

emociones que bien pueden ser concientes, y/o inconscientes;

que pueden ser expresadas con acciones o actitudes; pero que

en cualquier de los dos casos les causan malestar; por lo tanto;

en este apartado haremos mencin de los sentimientos que

normalmente suelen acompaar a la frustracin.

Los autores de la terapia Gestalt (Pearls, por ejemplo) explican

que existen cinco sentimientos bsicos en el ser humano, los

cuales es capaz de experimentar desde su nacimiento y lo



acompaan toda la vida; de ellos, surgen toda la dems gama

de sentimientos que se pueden vivenciar.

Estos cinco sentimientos son: el afecto, el miedo, la alegra, la

tristeza y el enojo.

Cada uno de estos sentimientos genera otros que son sus

derivados y que pueden darse en menor a mayor grado de

intensidad dependiendo de la situacin por la que est pasando

el individuo.

En el caso que nos atae; es decir, en las personas que

experimentan frustracin, los sentimientos ms comnmente

expresados se derivan del miedo, la tristeza y el enojo; pero su

inclinacin depender tambin de la personalidad de cada

individuo.

El enojo es una emocin humana natural y como cualquier

emocin no es buena ni mala en s misma. El enojo puede

empujarnos a luchar contra causas que consideramos injustas

como puede ser la pobreza, la guerra o el racismo, y cuando lo

expresamos en forma apropiada puede influenciar

efectivamente sobre la gente con la que interactuamos (Reeve.

2002).

El enojo es un sentimiento y emocin que abarca desde la

irritacin leve hasta la furia y rabia intensas. Muchas personas



confunden con frecuencia el enojo con la agresin. La agresin

es una conducta dirigida a causar dao a otra persona o a una

propiedad. La hostilidad comprende una compleja coleccin de

actitudes y juicios que suscitan conductas agresivas.

La emocin del enojo se convierte en un problema cuando ese

enojo se siente con demasiada intensidad, con demasiada

frecuencia o se expresa de manera inapropiada. El sentirse

enojado intensa o frecuentemente causa extremado estrs

fsico en el cuerpo.

La expresin inapropiada del enojo tiene inicialmente muchas

recompensas aparentes (por ejemplo, la reduccin de la

tensin, el control sobre otros). A largo plazo, sin embargo,

estas recompensas conducen a consecuencias negativas. Por

esta razn se les llama recompensas aparentes, ya que las

consecuencias negativas a largo plazo superan ampliamente

las ganancias a corto plazo.

Otro de los sentimientos que normalmente es experimentado es

el miedo; el cul es un sentimiento provocado por la percepcin

de un peligro, real o supuesto, pasado, presente o futuro. Es

una emocin primaria que se deriva de la aversin natural al

riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales

como en el ser humano.



Surge como una interpretacin del individuo de una situacin

como potencialmente peligrosa y amenazante. Las situaciones

ms comunes que activan el miedo son las que provoca que el

individuo anticipe el dao fsico o psicolgico, la vulnerabilidad

al peligro o a una expectativa de que las habilidades de

enfrentamiento de uno no podrn adaptarse a las

circunstancias por venir. La percepcin de que uno frena su

accin al enfrentar la amenaza o peligro ambiental es, como

fuente de miedo, al menos tan importante como cualquier

caracterstica real del miedo-peligro por s misma (Bandura.

1983).

El miedo motiva a la defensa, funciona como una seal de

advertencia para los daos fsicos o psicolgicos por venir. El

individuo tiembla, suda, mira a su alrededor y siente tensin

nerviosa para proteger al yo.

La motivacin de proteccin se manifiesta de manera

caracterstica a travs del escape y la renuncia del objeto, o

mediante respuestas de enfrentamiento y resolucin al toparse

con el objeto frente a frente. La huida pone distancia fsica (o

psicolgica) entre el yo y lo que es temido. Si no se puede huir,

el miedo motiva al enfrentamiento, ya sea mediante el silencio y

la espera, o acaso a travs de la actuacin valerosa. El miedo

ofrece el apoyo motivacional para aprender nuevas respuestas



de enfrentamiento que evitan que las personas se topen con el

peligro, en primera instancia.

Por su parte la tristeza; surge sobre todo de experiencias de

separacin y fracaso. Tiene como funcin importante ayudar a

adaptarse a una perdida significativa, como la muerte de una

persona cercana o una decepcin grande. Produce una cada

de la energa y el entusiasmo por actividades de la vida, sobre

todo por las diversiones y los placeres y, a medida que se

profundiza y se acerca a la depresin hace ms lento el

metabolismo del organismo (Reeve. 2002).

Este asilamiento introspectivo crea la oportunidad de llorar por

una perdida o una esperanza frustrada, de comprender las

consecuencias que tendr en la vida de cada uno y, mientras

recupera la energa, planificar un nuevo comienzo. Esta

perdida de energa puede haber obligado a los primeros

humanos entristecidos (y vulnerables) a permanecer cerca de la

casa, donde estaban ms seguros.

Como podemos observar, los sentimientos bsicos cumplen

una funcin especfica, que ms que perjudicar, le dan al

individuo las herramientas que necesita para su supervivencia.

El problema real se suscita cuando el individuo, por su

aprendizaje, no ha logrado identificar y por ende expresar ni la



necesidad, ni el sentimiento y por lo tanto, lo contiene hasta

que el cuerpo ya no puede ms y explota.

Cuando esto sucede el individuo pierde la capacidad para

manejar de manera eficiente sus sentimientos y terminan stos

controlndolo a l.

La frustracin y sus sentimientos derivados son un ejemplo

claro de esto. Por lo tanto es importante conocer qu

sentimientos son los que ms les cuesta trabajo a los seres

humanos manejar.

Se ha encontrado, por lo tanto, que los sentimientos derivados

ms frecuentemente enunciados segn Moya (1997) son:

La rabia y el rencor (originados por el enojo) por no ser

protegido, querido y apreciado tal como se es vivenciado

desde la temprana edad por personas significativas y por lo

tanto tener que someterse a las demandas de los otros para

sentirse integrado y as, frustran su necesidad de hacer lo

que realmente quieren para ser aceptados.

La depresin (que surge de la tristeza), debida al

sentimiento de no ser suficiente por s mismo como para

ser amado y valorado sin tener que amputar de su

personalidad los aspectos que los dems no aceptan.

La angustia (que viene del miedo) por la posibilidad de que

broten en l, los impulsos, emociones y sentimientos que



no se permite aceptar como parte de s, por el aprendizaje

obtenido de que ellos son malos y no aceptables en la

sociedad, lo que significara la prdida total de su ya

empobrecida autoestima y del deficiente aprecio de los

otros.

Otras actitudes derivadas que evitan que la persona se

responsabilice tienen que ver con el rol de la victima y la

actitud del berrinche.

A pesar de todo lo anteriormente explicado, las personas,

dependiendo del tipo de sus metas y de las necesidades que

cree tener, usualmente evitan entrar en contacto con estas

emociones, lo que implica una mayor complicacin de sus

conflictos psicolgicos. Si se exigen ser omnipotentes, perfectos

y admirados, no se permitirn descubrir la depresin e

inseguridad que yacen en su interior, si demandan de s

mismos la autosuficiencia e invulnerabilidad, evitarn entrar

en contacto con sus necesidades de amor y cercana y con sus

sentimientos de rabia por no haberlas satisfecho.

As, la persona deja de ser honesta con ella misma y con los

otros, pues emplea mscaras para pretender ser lo que no es y

para ocultar lo que s es. Niega su realidad, evitando entrar en

contacto, mediante el aislamiento afectivo, proyectando en los

dems lo que no acepta de s, justificando y racionalizando sus



incongruencias, y empleando toda la gama de mecanismos de

defensa.

Toda esta gama de sentimientos y emociones, generan en los

individuos una serie de reacciones, que, como ya

mencionamos, si no tienen las herramientas necesarias para

afrontarlas pueden llegar a vivenciarlas incluso, como lo que

Jaspers llamaba situaciones lmite (1973); aunque en

realidad si tengan solucin.

Es por esta razn que creemos de vital importancia remarcar

cul es la diferencia, entre los eventos frustrantes y las

situaciones lmite; para as poder reconocer cuando una

persona vivencia cualquiera de las dos y pueda vislumbrar si lo

que necesita es actuar o asumir la realidad.

2.1.5 DIFERENCIA ENTRE EXPERIENCIA FRUSTRANTE Y

SITUACIN LMITE

Es de vital importancia que se puntualice la diferencia que

existe entre los trminos situacin frustrante y situacin lmite;

pues en primera instancia pudiera parecer que se esta

hablando de la misma definicin; sin embargo, se puede

observar que, aunque existen algunos puntos en comn y sus

bases son similares, su diferencia radica en que en la primera



de ellas el ser humano no tiene ms que la opcin de aprender

a vivir con ella; y en la segunda, el individuo puede, de alguna

u otra manera responsabilizarse del evento frustrante y

cambiar las actitudes para que pase a ser un evento

significativo y de aprendizaje.

Con el fin de que quede ms claro se pretende dar una

pequea explicacin de lo que la situacin lmite es a partir de

Karl Jaspers; y como, Frankl lo adopta tambin en su teora

para darle un significado ms adaptado al pensamiento

humanista:

Comenzaremos entonces definiendo las situaciones lmite:

"Son situaciones de las que no podemos salir y que no

podemos alterar" (Jaspers, 1973, pg. 17).

Estas situaciones son: muerte, culpa, azar, enfermedad y/o

sufrimiento, y se complementan con dos ms generales:

historicidad y lo relativo de lo fctico (Jaspers. 1990. y Frankl.

1987):

1) MUERTE

"Pero si el hombre es verdaderamente un espritu encarnado,

es preciso reconocer que la necesidad de morir pertenece

inseparablemente a su ser-en-el -mundo, y se confirma as



que la muerte humana se encuentra implcita en la

existencia; no es un aadido al desarrollo de esta, ms bien

le pertenece. Siendo la muerte necesaria y esencial, el

hombre puede experimentarla". (Lucas, 1993, pg. 322).

La muerte es una realidad que forma parte de la misma

naturaleza del hombre, es un lmite que nos impone la

misma existencia y ante el cual debemos responder.

Es la manifestacin ms clara de la propia finitud, se trata

de la finitud de las dimensiones tanto fsica, como

psicolgica (aunque no la espiritual). Pero es ese mismo fin

el que nos hace mirar la vida de otra manera, el que hace

que la vida cobre valor. Porque, qu importara de lo que

se hiciera en la vida si todos fueran inmortales? Siempre se

podra hacer luego. La muerte es lo que da valor a la vida;

es la que aade un elemento fundamental a la existencia,

as como lo es la responsabilidad. Hace que la gente se

enfrente a s misma, que se mire cara a cara y pida cuenta

de su propia vida (Gonzlez. 2002).

Ante la muerte, situacin lmite, la vida interroga y las

personas tienen que encontrar el camino del sentido. En la

actitud ante ella es donde se encontrar el sentido de la

vida; es una de las claves irrevocables por la que todo ser

humano va a pasar y responder (de una manera o de otra).



2) CULPA

Aparece siempre frente a lo elegido y lo que no se eligi

aunque se deseara. La culpa entendida como la conciencia

que se tiene de haber obrado incongruentemente con la

propia libertad.

Enfrenta con la finitud del ser humano, en concreto con la

fiabilidad de las acciones y decisiones. Ante la libertad de

elegir varias opciones, se escoge una descartando las otras,

he ah la culpa existencial.

El hombre no realiza todas sus potencialidades, la eleccin

de una de ellas implica renuncia del resto. Pero tambin

puede haber mrito si lo elegido libremente es el sentido. La

falta de autenticidad crea sentimientos de culpa. Esta culpa

es tambin inherente al hombre. Pero ste es capaz de

superar la culpa con el arrepentimiento, desapareciendo as

no la culpa, sino a la persona responsable de dicho acto.

Tambin se puede hablar de una culpa neurtica o

patolgica que obliga desesperadamente a la persona a

buscar si ha violado la ley. Busca aplacar la imposicin

interna (el Super-Yo) que le provoca ansiedad por la

obligatoriedad de la ley. Es un falso sentido de culpa en

donde la persona no se orienta al ofendido sino hacia l. La

culpa le oprime.



3) AZAR

Se impone, viene de fuera y es ilgico. La psicologa

existencial reconoce que el hombre es "arrojado" a la vida y

la manera en que se encuentra a s mismo en el mundo

constituye su destino. Pero Frankl llamar destino a algo

que no es exactamente lo mismo que el azar ni lo mismo a

lo que por destino nos hemos referido antes. Este destino

tiene algo de azar, pero es la base del futuro en el que la

persona an tiene algo que ver. Es el ser humano el que le

da forma al destino o el que soporta cuando no puede

cambiarlo, convirtindolo as en algo propio, en "m" destino

(Jaspers. 1990).

4) ENFERMEDAD Y/O SUFRIMIENTO

La persona que tiene una enfermedad o sufrimiento, no es

su enfermedad o sufrimiento en s mismos. Debe aceptarlos

como un hecho real, pero no debe rendirse a ellos. Debe

contar con ellos para poder hacer rendir al mximo su

parte sana. No negarlos, porque ello impedira desarrollar la

propia personalidad en toda su capacidad.

5) HISTORICIDAD

El ser humano existe como ser histrico, como ser que

"deviene" (no que "es"). La persona se encuentra en un

presente que est entre un pasado que le influye pero no

determina y un futuro por realizar. El hombre es



responsable de ese futuro en el que l puede intervenir. Es

responsable con respecto a su propia historia y con

respecto a la historia de la humanidad.

6) LO RELATIVO DE LO FCTICO:

Observar el paso del tiempo en las cosas; hace que la

persona tome conciencia de su propio paso de su vida.

Como nos dice Guillermo Pareja, (2006) tener presente

nuestra temporalidad nos reta a asumir la transitoriedad

de las circunstancias y posibilidades. Tenemos que vivir el

presente pero desde el pasado y hacia el futuro. Sin

embargo ese pasado no elegido por la propia persona lo

determina en cierta forma porque lo pone en el marco

donde se mueve la existencia misma (facticidad). Heidegger

dir que el hombre est arrojado-en-el-mundo.

Uno de los caminos para encontrar el sentido de la vida es a

travs de los valores. Frankl (1987) hace una clasificacin de

valores: valores de creacin, de experiencia y de actitud. En

esta investigacin, los valores de actitud son el punto de

partida ya que son los que ms relacin tienen con el tema que

nos ocupa: situaciones lmite y situaciones que causan

frustracin. Estas situaciones son ineludibles y ante las cuales

el ser humano tiene que tomar una actitud vital.



Frankl resume las situaciones lmite de Jaspers en su trada

trgica: dolor, culpa y muerte. Estas situaciones ponen al

hombre frente a sus lmites existenciales y le hacen tomar una

posicin, que puede ser no sana como el misticismo,

escapismo, excentricidad, etc., o una posicin sana de

aceptacin que le hace crecer, madurar y enriquecerse. Las

situaciones que no se pueden cambiar puede conducir a los

individuos a ser ms ellos mismos.

Frankl (1987) con gran concisin lo expresa as:

No hay ser humano que pueda decir que l no ha

fallado, que l no sufre y que l no morir (pg. 158)

La trada trgica es esa dimensin humana ante la cual el ser

humano, de pie, toma postura por su libertad. Aqu se esta

ante un concepto ms amplio como es los Valores de Actitud.

Dice Frankl a propsito de ellos:

El ser humano tiene la oportunidad de descubrir y

realizar valores de actitud cuando se ve confrontado ante

situaciones que tienen como caracterstica el ser datos

irreversibles e irreparables, como cierto tipo de

sufrimiento o dolor causados por un padecimiento

congnito, crnico, fatal, etc., por una culpa personal

originada en el ejercicio equivocado de nuestra libertad o

por la presencia de la muerte no slo de aquellos que



amamos sino como hecho que me afecta directa y

permanentemente a mi (pg. 109)

El sentido del dolor, la culpa y la muerte para Frankl no se

puede crear ni inventar, el sentido se debe de des-cubrir en la

situacin misma. Ms especficamente, el sentido de la

situacin va en relacin directa a la actitud que se toma. Por

esto las actitudes debern ser elocuentes en igual o mayor

proporcin que las palabras para develar el sentido de la vida

concreta.

Frankl entonces, ante la pregunta existencial de cmo lograr

encontrar el sentido de la vida responde que a travs de los

valores, los cuales pueden dividirse de la siguiente manera:

a) Los VALORES DE CREACIN: que son lo que aportan

los hombres al mundo, ya sea el trabajo o cualquier

otra obra (ya sea material o no).

b) Los VALORES DE EXPERIENCIA: que son lo que el

mundo, la vida aporta a los individuos. Vivenciar una

experiencia, tener un encuentro con alguien, el amor...

c) Los VALORES DE ACTITUD: que es la postura que el

hombre adopta ante un destino que no se puede

cambiar. Seran valores como la actitud ante lo que se

llama situaciones lmite o frustrantes: ante el

sufrimiento, ante la muerte, etc.



Este segmento est centrado en el ltimo de los valores. Pero

antes se dejar claro que el primer camino que se debe seguir

es el de la realizacin de valores de creacin y de experiencia y

slo cuando esto es imposible, cuando este destino es

inevitable, entonces es cuando el hombre, para llegar a su

sentido de vida, deber optar por la actitud que toma ante su

destino. El sufrimiento no hay que buscarlo gratuitamente, eso

podra llamarse masoquismo, solamente cuando la causa de

ese sufrimiento no puede eliminarse o evitarse, entonces el

hombre debe descubrir que la vida le plantea una respuesta

diferente a los valores de creacin y de experiencia.

La conciencia es una capacidad que permite descubrir el

sentido nico escondido en cada situacin. El hombre debe ser

fiel a su conciencia a pesar de que cabe la posibilidad de que

sta lo desve. Pero la posibilidad de error no exime de la

necesidad de intentar. No siempre las situaciones se presentan

con claridad. La responsabilidad hace al hombre ser

constructor de su propio futuro, pero tambin lo pone en

estado de permanente conflicto de valores, de bsqueda

angustiosa.



"La conciencia ser buena en la medida en que el

hombre, olvidndose de s, comience a actuar por amor a

una causa o a alguien" (Fizzotti, 1998, pg. 131).

La conciencia hace pensar en una trascendencia; la conciencia

es algo ms que el yo, detrs de ella hay una instancia no

humana si bien personal. Pero es la conciencia la que permite

descubrir qu valores estn llamados a vivir cada persona ante

cada situacin de su vi

Aceptando Las Experiencias Frustrantes en La Vida a Traves de La Resilencia Tesis

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