Acceso - DEP-FM · • Conocimiento sobre los factores de riesgo cardio- ... en médicos residentes...

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ISSN 1405-8871 Acceso al conocimiento científico Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México Aten. Fam. Volumen 22 no. 4 octubre-diciembre, 2015 Artículos originales Conocimiento sobre los factores de riesgo cardio- vascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabéticos españoles Alcances de una estrategia educativa en pacientes diabéticos de una unidad de medicina familiar Impacto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabólico Prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos residentes de un hospital de Mérida, Yucatán, México http://www.fmposgrado.unam.mx http://www.revistas.unam.mx Registrada en: LATINDEX, http://www.latindex.org PERIÓDICA, http://www.dgbiblio.unam.mx IRESIE, http://www.iisue.unam.mx/iresie

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issn 1405-8871

Accesoal conocimiento científico

Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volumen 22 no. 4 octubre-diciembre, 2015

Artículos originales

• Conocimiento sobre los factores de riesgo cardio-vascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabéticos españoles

• Alcances de una estrategia educativa en pacientes diabéticos de una unidad de medicina familiar

• Impacto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabólico

• Prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos residentes de un hospital de Mérida, Yucatán, México

http://www.fmposgrado.unam.mxhttp://www.revistas.unam.mx

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Atención Familiar vol. 22, no. 4, octubre-diciembre de 2015, trimestral. Editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, cp 04510, México, df, a través de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina, Unidad de Posgrado, edificio G, segundo nivel, Circuito de Posgrados, Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, cp 04510, México, df, tel: 01(55) 56 23 72 74, [email protected]. Editor responsable: Dr. Arnulfo Irigoyen Coria. Número de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo del título: 04-2003-121914243800-203, issn digital en trámite. Responsable de la última actualización de este número: Lic. Lilia A. Arévalo Ramírez, Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, México, df, cp 04510. Fecha de última modificación: 30 de septiembre de 2015, www.fmposgrado.unam.mx, www.revistas.unam.mx. Los artículos contenidos en esta publicación pueden reproducirse citando la fuente. Las opiniones expresadas en los artículos firmados que se publican en Atención Fa-miliar son responsabilidad de sus autores. “El Comité Editorial se reserva el derecho de realizar las adecuaciones pertinentes a los artículos.”

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Traducción y corrección de estilo en portuguésDr. Pablo González Blasco (Brasil)

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Dr. Julio Cacho SalazarJefe de la Subdivisión de Educación Continua

Dr. Juan José Mazón RamírezJefe de la Subdivisión de Medicina Familiar

Editorial

• Cómo ComuniCar malas notiCias en la práCtiCa médiCa

Martha Tania Ramírez-Ibáñez, Omar Fernando Ramírez-de la Roche

artículos originalEs• ConoCimiento sobre los faCtores de riesgo CardiovasCular y grado de Control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabétiCos españoles

Ana Fátima Navarro-Oliver, María Beatriz Lidón-Cerezuela, Ana Martínez-Navarro, María Ángeles Martínez-Navarro,Guadalupe Ruiz-Merino, Mariano Leal-Hernández

• impaCto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabóliCo

Oscar Castañeda-Sánchez, María Angélica Guzmán, Bertha Isabel Cervantes-García, Raúl Mejía-Contreras,Olga Rosa Brito-Zurita, Verónica Myozoti, Roberto Rojas-Gurrola, Guadaupe Villegas-Marín

• alCanCes de una estrategia eduCativa en paCientes diabétiCos de una unidad de mediCina familiar

José Humberto Pichardo-Hernández, Norberto Enrique Elizaldi-Lozano

• prevalenCia del síndrome de desgaste profesional en médiCos residentes de un hospital de mérida, yuCatán, méxiCo

Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Luis Felipe Montejo-Fraga, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara

artículo dE rEvisión• la ludopatía, problema de salud aCtual: ¿qué puede haCer el médiCo familiar?

Mónica Morales-Ramírez, José Manuel Ramírez-Aranda, Manuel Avilés-Cura, Teófilo Garza-Elizondo

artículo EspEcial• investigaCión en mediCina familiar: un esfuerzo neCesario

Graziela Moreto, Marcelo R. Levites, Pablo González-Blasco

idEntifiquE El caso• pioderma gangrenoso

Alejandro Guerrero-Zulueta

índicEs• índiCe analítiCo

• índiCe de autores

• índiCe por temas

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Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, unam

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Contenido

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IV

Editorial/Editorial• how to CommuniCate bad news in mediCal praCtiCe• Como ComuniCar más notíCias na prátiCa médiCa

Martha Tania Ramírez-Ibáñez, Omar Fernando Ramírez-de la Roche

original articlEs/artigos originais• CardiovasCular risk faCtors knowledge and Control level of diabetes mellitus type 2 in a group of spanish with diabetes• ConheCimento sobre fatores de risCo CardiovasCular e grau de Controle da diabetes mellitus tipo 2 um grupo de diabétiCos espanhóis

Ana Fátima Navarro-Oliver, María Beatriz Lidón-Cerezuela, Ana Martínez-Navarro, María Ángeles Martínez-Navarro,Guadalupe Ruiz-Merino, Mariano Leal-Hernández

• impaCt of self-help group in the management of the metaboliC syndrome• impaCto de um grupo de auto-ajuda no tratamiento da síndrome metabóliCa

Oscar Castañeda-Sánchez, María Angélica Guzmán, Bertha Isabel Cervantes-García, Raúl Mejía-Contreras,Olga Rosa Brito-Zurita, Verónica Myozoti, Roberto Rojas-Gurrola, Guadaupe Villegas-Marín

• sCope of an eduCational strategy in diabetiC patients of a family mediCine unit• alCanCe de uma estratégia eduCaCional em paCientes diabétiCos em uma unidade de mediCina de família

José Humberto Pichardo-Hernández, Norberto Enrique Elizaldi-Lozano

• prevalenCe of the oCCupational burnout syndrome in residents of a hospital in merida, yuCatan, mexiCo• prevalênCia da síndrome de burnout em médiCos residentes de um hospital em mérida, YuCatán, méxiCo

Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Luis Felipe Montejo-Fraga, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara

rEviEw articlE/artigo de revisão• addiCtion to gambling, Current health problem: what Can the family physiCian do?• ludopatía, problema de saúde atual patológiCo: o que pode o médiCo de família?

Mónica Morales-Ramírez, José Manuel Ramírez-Aranda, Manuel Avilés-Cura, Teófilo Garza-Elizondo

spEcial articlE/artigo especial• family mediCine researCh: a neCessary effort• pesquisa em mediCina de família : um esforço neCessário

Graziela Moreto, Marcelo R. Levites, Pablo González-Blasco

idEntify a casE/identifique el caso• pyoderma gangrenosum• pioderma gangrenoso

Alejandro Guerrero-Zulueta

indExEs/Índices• analytiCal index• índiCe analítiCo• author index• índiCe de autores• index per subjeCts• índiCe de assunto

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Scientific Journal of the Family MedicineCorpo de divulgação científica de medicina familiar

División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, unam

Aten. Fam. Volume 22 no. 4 october-december, 2015Aten. Fam. Volume 22 no. 4 outubro-dezembro, 2015

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Content / Conteúdo

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Editorial

La mala noticia se define como aquella que altera o cambia la perspectiva del paciente y su familia de manera drástica y negativa; causa alteración emocional de forma adversa o grave, y afecta su visión futura.1 El tema se ha investigado en todo el mundo, su in-terés aumentó en la década de 1980, debido a problemas como: la protección ante la respuesta agresiva del paciente en función de la seguridad física, reputación y aspectos legales contra el médico; y a causa de que el paciente exige mayor información sobre su enfermedad, debido al fácil acceso a los medios de comunicación.2 Esto ha genera-do la realización de manuales, protocolos y cursos; e incluso se han modificado leyes o reglas para dar las malas noticias.

Barley Buckman, en la Universidad de Toronto, desarrolló el protocolo más utiliza-do, denominado spikes:1. Setting up: es preparar el entorno sin inte-

rrupciones, a fin de respetar la privacidad e intimidad del informado y la prepara-ción profesional

2. Perception: es adecuar la información y explicar, con base en lo que sabe el pa-ciente y lo que comprende; el manejo de la comunicación verbal y no verbal

3. Invitation: obtener la información y lo que desea saber el paciente

4. Knowledge: uso del vocabulario adecuado sin tecnicismos en la entrega de información

5. Emotions: mostrar empatía y emociones del médico al paciente y/o familia

6. Strategy and summary: se trata de disminuir la ansiedad, responder a las emociones y sentimientos del paciente y/o familia, además de tener un plan futuro

Otro protocolo es el abcde desarrollado por Rabow y Mcphee3 en la Universidad de San Francisco:A. Preparación anticipada, sin interrupcionesB. Crear un entorno para una relación terapéuticaC. Comunicar bien, brindando contención y libertad de expresión

al pacienteD. Tratar las reacciones con pacientes y familiaresE. Fomentar y validar las emociones

En Colombia, se ha estudiado el área de psicología del dolor y cuidados paliativos, la cual incluye no solo las noticias severas, sino las relacionadas con enfermedades crónicas, incapacidades o pérdidas funcionales; ya que tiene un componente objetivo: la severidad, y otro subjetivo, que es el propio paciente.4

En Venezuela, en 2009, se realizó un curso de comunicación de malas noticias con apoyo de la Organización Nacional de Tras-plantes de Venezuela y de España para intervenir positivamente en el proceso de donación de órganos y tejidos.5

Cómo comunicar malas noticias en la práctica médica

How to Communicate Bad News in Medical PracticeComo comunicar más notícias na prática médica

Martha Tania Ramírez-Ibáñez,* Omar Fernando Ramírez-de la Roche**

*Residente de la especialidad en Medicina Familiar. Subdivisión de Medicina Familiar, Centro de Salud “Dr. José Castro Vi-llagrana”, Secretaría de Salud Pública del Distrito Federal (sspdf). **Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Este artículo debe citarse: Ramírez-Ibáñez MT, Ramírez-de la Roche OF. Cómo comunicar malas noticias en la práctica médica. Aten Fam. 2015;22(4):95-96.

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En Brasil, se estudió la forma para comunicar las malas noticias en el área de Ginecología durante la atención prenatal, en-focándose en la experiencia de las pacientes; estas recomendaron decir la verdad en cada consulta a los familiares y/o acompañantes.6

En la Universidad de Chile, se desa-rrolló un taller para estudiantes de quinto y sexto año de la carrera de Medicina durante cinco años consecutivos (2006-2010) basado en tres ejes: el manejo de situaciones difíci-les; la comunicación de las malas noticias a pacientes y familiares; y el autocuidado del profesional.7

En Perú, se desarrolló un curso de comunicación en situaciones críticas sus-tentado en la triada: respeto, autenticidad y empatía, para comunicar malas noticias, el objetivo fue la ayuda emocional al receptor de la noticia, y al profesional para generar habilidades comunicativas. Se apoyaron en la proyección de películas dirigidas por Pedro Almodovar como: Flor de mi secreto y Todo sobre mi madre.8

En Argentina, se han realizado estudios en el área de Cardiología, se encontró que comunicar una mala noticia no es placentero y muchos médicos temen a la reacción del paciente o de la familia. Además analizaron los factores que afectan este entorno, como circunstancias sociales del paciente y del médico.9

En Europa también se ha estudiado la cuestión; en Portugal, en un estudio no-taron que aunque el paciente se encuentre acompañado al recibir las noticias existen muchos problemas, sobre todo la diferencia entre la información que se les da y las nece-sidades de los pacientes;10 en la Universidad de Madrid, España, diseñaron un manual mediante el cual ofrecen las siguientes claves para mejorar la comunicación al dar

noticias al paciente: perder el miedo a hablar desde una perspectiva emocional; dejar que el paciente lleve la iniciativa; respetar los derechos del paciente; transmitir esperanza sin engaños; no negar o desoír la expresión de emociones y su impacto; evitar frases que no consuelen; escucha activa; empatía; y ser creíble.11

En Francia, en una investigación se ha-llaron los factores de la baja comprensión en los familiares que recibieron malas noticias en una unidad de cuidados intensivos, lo que ha ayudado a los médicos franceses para mejorar la toma de decisiones e informar las malas noticias.12

En el Reino Unido, la British Medical Association (bma) manifestó la importancia que tiene para un médico dar una mala noticia, ya que es una habilidad que se debe aprender, y recomendó el Manual de Medicina Clínica de Oxford que da consejos respecto a cómo comunicarlas.13

En Asia también se estudia el fenóme-no, por ejemplo, en Irán se exploraron las experiencias de un grupo de madres al recibir el diagnóstico de cáncer en sus hijos, debido a que la comunicación de las malas noticias afectan al individuo por la forma en que se reciben, interpretan y entienden.14

Como se puede observar, la entrega de malas noticias ha sido exhaustivamente indagada en el segundo y el tercer nivel de atención, en la comunicación de diagnósticos graves o incapacitantes; es imperioso realizar estrategias educativas enfocadas al personal médico en formación para el primer nivel de atención, en el cual los pacientes, familiares o acompañantes recibirán los resultados una gran gama de padecimientos crónico-degenerativos que afectarán en mayor o menor medida a la integridad del individuo y la familiar.

Referencias1. Adebayo PB, Abayomi O, Johnson PO, Oloyede

T, Oyelekan AA. Breaking bad news in clinical setting - health professionals’ experience and per-ceived competence in southwestern Nigeria: A cross sectional study. Ann Afr Med. 2013;12:205-11.

2. Ártus A, Beux V, Pérez S. Comunicación de malas noticias. Revista Biomedicina: Medicina Familiar y Comunitaria. 2012;7(1):28-33.

3. Rabow MW, Mc Phee SJ. Beyond breaking bad news: how to help patients who suffer. West J Med. 1999;171:260-3.

4. Payán GC. Comunicar malas noticias: una tarea difícil pero necesaria. ciruped. 2012;2(1):35-9.

5. Programa Integral Europeo para la Donación de Órganos (edhep), Organización Nacional de Tras-plantes (ontv) y Ministerio de Sanidad y Consumo de España. Curso: Comunicación de malas noticias. 2009; Caracas, Venezuela.

6. Ramos GF, Mirlesse V, Rodriguez BA. Breaking bad news during prenatal care: a challenge to be tackled. Ciência & Saúde Colectiva. 2011;16(5):2361-7.

7. Bascuñan RM. Taller de manejo de situaciones difíciles, comunicación de malas noticias y auto-cuidado del profesional. Evaluación según la per-cepción de los participantes. Rev Educ Cienc Salud. 2011;8(1):31-7.

8. Zapata L. Transmitir malas noticias, la efectiva comunicación en el sector salud. La revista Oficial del DirCom, imagen y comunicación. 2013;41:11-5.

9. Alves DL. Cómo comunicar malas noticias a nuestros pacientes y no morir en el intento. Revista Argentina de Cardiología. 2003;71(3):217-20.

10. Ferraz GA, Marques A, Rocha S, Letião P, Mesquiña T, Moutinho S. Malas noticias. Unidad de cuidados paliativos. Instituto Portugues Oncologóia Oporto. 2005;19(7)526-31.

11. De los Reyes López M. La comunicación con el enfermo. Consideraciones en la ucic. En Feito Grande L, editor. Estudios de bioética. Madrid, España: Universidad Carlos III de Madrid. Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas”; 1997. 162.

12. Ricart A. La comunicación en Medicina Intensiva. remi: Libro electrónico de Medicina Intensiva. 2008;3(6)sección de ética.9:264-8.

13. Breaking bad news: specialty register in general surgery. National Council for Hospice and Specialist Palliative Care Services. British medical association [Internet]; 2003. Disponible en: www.bma.org.uk/developing-your-career/foundation-training/real-life-advice/breaking-bad-news

14. Fereshteh AE, Delaram M. Giving bad news: a qualitative research exploration. Iran Red Crescent Med J. 2014;16(6):e81971.

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Artículo original

ResumenObjetivo: analizar el nivel de conocimiento teórico de los objetivos de control de los fac-tores de riesgo cardiovascular en diabéticos tipo 2. Comprobar si existe relación entre di-cho nivel de conocimiento y un mejor control metabólico. Métodos: estudio observacional, transversal y descriptivo, mediante encuesta de 20 ítems. Se incluyeron 45 diabéticos tipo 2, se les realizó exploración física y analítica (glucemia capilar, ldl colesterol, hemoglo-bina glicosilada y glucemia). Resultados: la hemoglobina glicosilada estuvo controlada (≤7%) en 51.1%; 42.2% presentó glucemia basal ≤120 mg/dl; 37.8% mostró un ldl-colesterol ≤100 mg/dl; 37.8% tuvo una pas ≤140 mm Hg y 75.6% una pad ≤80 mm Hg. En cuanto a la relación entre conocimiento y control de los parámetros analizados: respecto a la glucemia basal, 39% de los controlados conoce la cifra objetivo de glucemia; 61% de los no controlados conoce dicha cifra objetivo (p<0.05). Lo mismo ocurre con la hemoglobi-na glicosilada (conoce la cifra objetivo 42.9%

de los controlados frente a 57.1% de los no controlados, p<0.05) y con el ldl colesterol (conoce la cifra objetivo 37.8% de los controla-dos frente a 62.2% de los no controlados, p<0.05). Conclusiones: el grado de conocimiento de los objetivos de control de la diabetes y los factores de riesgo cardiovascular relacionados es muy deficiente. Se aprecia una relación inversa entre el conocimiento de los factores de riesgo y el mejor control de estos.

Conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabéticos españoles

Cardiovascular Risk Factors Knowledge and Control Level of Diabetes Mellitus Type 2 in a Group of Spanish with Diabetes

Conhecimento sobre fatores de risco cardiovascular e grau de controle da diabetes mellitus tipo 2um grupo de diabéticos espanhois

Ana Fátima Navarro-Oliver,* María Beatriz Lidón-Cerezuela,** Ana Martínez-Navarro,*** María Ángeles Martínez-Navarro,*** Guadalupe Ruiz-Merino,**** Mariano Leal-Hernández*****

Palabras clave: conocimiento, riesgo cardiovascular, control, enfermería, diabetesKey words: knowledge, cardio-vascular risk, control, infirmary, diabetesPalavras-chave: risco cardio-vascular, diabetes mellitus tipo 2, enfermagem

Recibido: 10/1/15Aceptado: 14/8/15

*Enfermera, Centro de Salud Docente de San Andrés Mur-cia; profesora, Facultad de En-fermería de la Universidad Católica de Murcia (uCam), España. **Doctora en Enfer-mería; profesora titular, Escuela Universitaria del Departamento de Enfermería, Universidad de Murcia. ***Enfermera, Centro de Salud Docente de San Andrés Murcia. ****Estadística, Fundación para Formación e Investigación Sanitaria, Murcia. *****Médico de familia, Centro de Salud Docente de San Andrés Murcia.

Correspondencia:Mariano Leal-Hernández [email protected]

Este artículo debe citarse: Navarro-Oliver AF, Lidón-Cerezuela MB, Martínez-Navarro A, Martínez-Navarro MA, Ruiz-Merino G, Leal-Hernández M. Conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabéticos españoles. Aten Fam. 2015;22(4):97-101.

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SummaryObjective: to analyze the level of theo-retical knowledge about the objectives of control factors of cardiovascular risk in diabetic type 2 patients. Confirm if the-re is a relationship between the level of knowledge and a better metabolic control. Methods: descriptive, cross-sectional and observational study through survey of 20 items. 45 diabetics type 2 were included, a physical and analytical exploration was performed (capillary blood glucose, ldl cholesterol, blood glucose and glycosylated hemoglobin). Results: glycosylated he-moglobin was controlled (≤7%) in 51.1%; 42.2% presented ≤120 mg/dl basal glucose; 37.8% showed a ldl-cholesterol ≤100 mg/dl; 37.8% had a systolic Pressure ≤140 mm Hg and 75.6% a Diastolic pressure of ≤80 mm Hg. Regarding the relationship between knowledge and control of the analyzed parameters: in regards to the basal glucose, 39% of the controlled patients know the target number of blood glucose; 61% of the not-controlled patients know this number (p<0.05). The same happens with the glycosylated hemoglobin (42.9% of the controlled patients know the figure versus the 57.1% of the not-controlled patients, p<0.05) and the ldl cholesterol (37.8% of the controlled patients know the figure versus 62.2% of the not-controlled patients, p<0.05). Conclusions: the level of knowledge of the objectives to control diabetes and the related cardiovascular risk factors is very poor. There is an inverse relationship between the knowledge of risk factors and a better control of these risks.

ResumoObjetivo: analisar o nível de conhecimento teórico dos objetivos do controle dos fato-res de risco cardiovascular em diabéticos tipo 2. Verificar a correlação entre este nível de conhecimento e melhor controle metabólico. Métodos: estudo observa-cional, transversal y descritivo; a través de uma pesquisa de 20 items. 45 diabéticos tipo 2 foram incluídos, foram submetidos

a testes de exames físicos e de laboratório (glicemia, colesterol ldl, glicose no sangue e hemoglobina glicosilada). Resultados: hemoglobina glicosilada foi controlada (≤7%) em 51.1%; 42.2% tinham glicose em jejum ≤120 mg / dl; 37.8% apresen-taram níveis de ldl-colesterol ≤100 mg / dl; 37.8% tiveram um pas ≤140 mm Hg e 75.6% pad ≤80 mm Hg. Quanto à relação entre conhecimento e controle dos parâ-metros analisados: 39% dos controlados conhecem o valor objetivo da glicemia; 61% dos não controlados conhecem esse valor objetivo (p <0.05). O mesmo ocorreu com a hemoglobina glicosilada (conhecem o valor objetivo 42.9% dos controlados, frente a 57.1% dos não controlados) e com o ldl Colesterol (conhecem o valor objetivo 37.8% dos controlados frente a 62.2% dos não controlados, p<0.05). Conclusões: o grau de conhecimento dos objetivos da diabetes e fatores de risco cardiovasculares relacionados é muito pobre. Aprecia-se uma relação inversa entre o conhecimento dos fatores de risco e o melhor controle destes.

IntroducciónEn el siglo xxi, la diabetes constituye una auténtica epidemia. Se está produciendo un incremento de su prevalencia debido al envejecimiento poblacional, al estilo de vida occidentalizado (más sedentario y con mayor obesidad) y también a la mejora del diagnóstico. 1,2

La población con diabetes consume de 4 a 14% del gasto sanitario global y un pa-ciente diabético consume entre dos y seis ve-ces más recursos directos que los individuos de similar edad y sexo con otras enfermeda-des crónicas. En España, los costes medios totales por paciente al año oscilan entre 758 y 4 348 euros y la presencia de complicaciones macrovasculares los incrementa entre 5 y 12 veces en relación con la de los pacientes sin complicaciones. En cuanto a la distribución de costes: se destina a hospitalizaciones de 32 a 60% , de 12 a 42% a gastos de farmacia y de 8 a 26% a consultas en atención primaria.3-5

Las más importantes sociedades cien-tíficas americanas vinculadas a los ámbitos de la diabetes y enfermedad cardiovascular, como la American Heart Association, American Diabetes Association y National Cholesterol Education Program, equiparan la diabetes a una enfermedad cardiovascular, hablando incluso de “equivalente de riesgo corona-rio”, con todo lo que implica en términos de prevención.6

Para retrasar la aparición de la enferme-dad, aminorar la frecuencia y gravedad de las complicaciones que conlleva, y en definitiva, mejorar la calidad de vida de los pacientes diabéticos, se requiere un abordaje no solo de los parámetros clínicos, sino una visión ho-lística, haciendo hincapié en el conocimiento de todos los factores de riesgo cardiovascular por parte del paciente, de manera que asuma la modificación de los hábitos higiénico-dietéticos como algo positivo para él. La educación de las personas con diabetes es una herramienta esencial para optimizar el control metabólico y prevenir la aparición y la progresión de las complicaciones agudas y crónicas de la enfermedad, disminuyendo el número de hospitalizaciones, consultas de urgencias y número de amputaciones.

La enfermera de atención primaria tiene la capacidad y preparación adecuadas para acceder al usuario en el primer nivel de los servicios sanitarios, y mediante la educación para la salud, herramienta potente de enfer-mería, conseguir la implicación del paciente en el cuidado de su salud.7-11

Los objetivos del presente trabajo son: analizar el nivel de conocimiento teórico de los objetivos de control respecto a los factores de riesgo cardiovascular en la po-blación diabética tipo 2 estudiada; así como comprobar si existe relación entre dicho nivel de conocimiento y un mejor control metabólico de la enfermedad que padecen.

MétodosSe trata de un estudio observacional, trans-versal y descriptivo, mediante encuesta de 20 ítems (anexo 1), en el que se incluyeron variables como: edad, sexo, años de evolu-

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ción de la diabetes, conocimiento de otros factores de riesgo cardiovascular, conoci-miento del valor numérico de los objetivos de control de su enfermedad y el valor real que presenta de esos parámetros.

El diseño de la encuesta se realizó mediante técnica Delphi modificada con priorización, por un grupo de expertos, tras un análisis bibliográfico exhaustivo de las siguientes bases de datos (PubMedID, Cuiden, Scielo, Google Scholar, Medline, Database of Abstracts of Reviews of Effects

-dare-), aplicando entre otros los siguientes descriptores: Cardiovascular Diseases / Blood / Epidemiology / Prevention & Control; Health Knowledge; Attitudes; Practice; Chronic Disease; Patient Education as Topic; Self Care; Diabetes Mellitus; Type 2/Nursing, Cardiovascular Di-seases/Nursing; Community Health Nursing / Economics; Risk Reduction Behavior.

La muestra objeto de estudio se com-puso por 45 diabéticos tipo 2 pertenecientes al Centro de Atención Primaria (cap) Murcia, San Andrés. El método de selección de los

participantes fue mediante tabla de números aleatorios a los diabéticos que acudieron a la consulta programada de enfermería del Cen-tro de Salud de Murcia, San Andrés, desde el 1° de marzo hasta el 30 de abril de 2013.

Los criterios de inclusión fueron: diagnóstico de diabetes tipo 2, acudir a la consulta programada de enfermería y desear participar en el estudio. Se excluyeron a los diabéticos tipo 1 y a aquellos que presentaban limitación psíquica o física que imposibilitase la comunicación o no deseasen participar en el estudio.

Además de la aplicación de la encuesta (realizada por el investigador principal) a todos los participantes se les realizó una exploración física, se analizó la presión arterial, glucemia capilar basal y perímetro de cintura. También se registraron los resultados analíticos (ldl co-lesterol, glucemia y hemoglobina glicosilada).

Para análisis estadístico se utilizó el programa spssv.18; las variables continuas se describen como media ± desviación típica, y las cualitativas como frecuencias y porcentajes.

ResultadosDatos generales: respecto al género, 53.3% de la muestra seleccionada fue masculino (24), mientras que 46.7% fue femenino (21) (ns). La edad media de la muestra seleccionada fue de 64.21 ±5.34 años.

Datos a destacar de la encuesta: en re-lación con la pregunta: “¿qué enfermedades o situaciones de riesgo conoce usted que puedan ocasionar problemas de salud a nivel cardiovascular?” 44.4% citó a la hipertensión arterial, 35.6% a la dislipemia, 8.9% a la obe-sidad y 4.4% al tabaquismo (figura 1).

A la pregunta sobre los valores objetivo de buen control de las diferentes patolo-gías, se obtuvo que 82% conocía el valor de glucemia basal aconsejado (≤120 mg/dl); 31.1% sabía el valor límite aceptado de hemoglobina glicada (≤7%), 80% mencionó el valor límite de pa Sistólica (≤140 mm Hg), 77.8% citó la cifra objetivo de la ta Diastólica (≤80 mm Hg), 6.7% conocía el objetivo de ldl-colesterol (≤100 mg/dl); y 4.4% sabía

Anexo 1. Encuesta aplicada

1 Núm historia clínica

2 Género:

a) Masculino

b) Femenino

3 Edad

4 Años de evolución de la diabetes

5 ¿Dónde adquiere los conocimientos sobre el cuidado de la diabetes?

a) Personal sanitario

b) Amigos, parientes

c) Grupos de diabéticos

d) Revistas, internet, etc.

6 Número de visitas a consulta de enfermería en el último año:

7 Además de la diabetes, ¿conoce otros factores de riesgo cardiovascular (frcv) que influyen en la aparición de eventos cardiovasculares?

a) hta: conoce: 1, no conoce: 0

b) Dislipemia: conoce: 1, no conoce: 0

c) Tabaco: conoce: 1, no conoce: 0

d) Obesidad: conoce: 1, no conoce: 0

8 ¿Cuál es la cifra límite aceptable de glucemia basal?

9 ¿Cuál es su último valor de glucemia basal?

10 ¿Cuál es la cifra objetivo de hemoglobina glicada (Hbac1)?

11 ¿Qué valor tiene de última Hbac1?

12 ¿Conoce cifras objetivo de Tensión Arterial (ta)?

13 ¿Qué valor de ta presenta?

14 ¿Conoce el valor límite para el buen control de colesterol ldl (c-ldl)?

15 ¿Cuál es su último valor de c-ldl?

16 ¿Cuál es el valor límite de Índice de Masa corporal (imc) para considerarun peso adecuado?

17 ¿Cuál es su imc?

18 ¿Conoce el valor límite del perímetro de cintura?

19 ¿Cuál es su perímetro de cintura?

20 Riesgo cardiovascular. Medido en % y en valor numérico. Según la tabla anexa del programa Omi-ap que nos indica el riesgo de padecer un evento cardiovascular en los próximos 10 años

Factores de riesgo cardiovascular y control de la Diabetes Mellitus

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cuál es la recomendación del perímetro de cintura (≤102 cm en varones y ≤88 cm en mujeres). Nadie acertó el valor del índice de masa corporal (imc) que no debían sobrepa-sar (≤25 Kg/m2) (figura 2).

Al interrogar acerca de la fuente de la que obtenían la información sobre los cuidados necesarios para la diabetes, 100% respondió que obtuvo información del per-sonal sanitario; 26.7% de familiares o ami-gos, 13.3% de televisión o libros y ninguno mencionó grupos de diabetes.

Variables analíticas y de exploración física: la glucemia basal media fue de 144 ±23.8 mg/dl; la hemoglobina glicosilada media de 7.22 ±0.88%. La presión arterial sistólica (pas media) fue de 149.3 ±21.5 mm Hg y la diastólica (pad) 79.2 ±10.0 mm Hg. El valor de ldl-colesterol medio fue de 94.75 ±20.0 mg/dl y el imc medio 29.324 ±3.78 kg/m2.

Cumplimiento de los objeti-vos de buen control metabólico: la hemoglobina glicosilda estuvo controlada en 51.1% (≤7%); 42.2% tuvo glucemia basal menor o igual a 120 mg/dl; 13.3% tuvo un imc ≤25 kg/m2, lo que se considera normopeso, 55.6% >25 kg/m2 y ≤ de 30 kg/m2 que se considera sobrepeso; 37.8% presentó un ldl-colesterol ≤ de 100 mg/dl; 37.8% tuvo una pas ≤140 mm Hg y 75.6% tuvo una pad ≤80 mm Hg (figura 3).

Relación entre el grado de conoci-miento y el grado de control: en cuanto a la relación existente entre el conocimiento y control de los parámetros analizados, observamos que respecto a la glucemia basal, 39% de los controlados conoce la cifra objetivo de glucemia; 61% de los no controlados conoce dicha cifra objetivo (p<0.05), por lo que el conocimiento de la cifra objetivo se asocia a un peor control. Lo mismo ocurre con la hemoglobina glicosilada (conoce la cifra objetivo 42.9% de los controlados frente a 57.1% de los no controlados, p<0.05) y con el ldl co-lesterol (conoce la cifra objetivo 37.8% de

los controlados frente a 62.2% de los no controlados, p<0.05). No se puede realizar dicho análisis con el índice de masa corpo-ral, puesto que nadie conocía el valor límite de la normalidad.

DiscusiónEn el presente trabajo se pone de manifiesto un deficiente conocimiento de los factores de riesgo cardiovascular por parte de los diabéticos tipo 2; resultó llamativo que un mayor conocimiento de los factores de riesgo cardiovascular se asoció a un peor control de estos.

Este último hallazgo podría deberse a que a los pacientes mal controlados se les insiste una y otra vez sobre sus objetivos de control en la consulta programada y a demanda de enfermería, esto hace que aca-ben memorizándolos, pero que en muchas ocasiones no logren llegar a controlarse,

muy probablemente por la inob-servancia de las medidas higiénico-dietéticas y farmacológicas. Por tanto, debemos incidir más desde el área de enfermería de atención primaria en la educación sanitaria con el objetivo de conseguir que los diabéticos conozcan su en-fermedad y sean ellos quienes se responsabilicen de sus cuidados logrando alcanzar sus objetivos de control.

Respecto a los valores clí-nicos de control metabólico en-contramos que los resultados

obtenidos en el presente estudio son peores que los obtenidos en otros similares,12 en los que la hemoglobina glicada por debajo de 7%, estuvo presente en 66.4%, frente a 51.1% de nuestro estudio; el ldl-c por debajo de 100 lo presentó 40.5% de la po-blación, sin embargo, en nuestra población es de 37.8%; 43.2% mantuvo valores de pa por debajo de 130/80, mientras que en el presente estudio encontramos 37.8% de buen control. En el estudio citado tampoco hemos hallado datos sobre el imc, por lo que no aparece en el análisis comparativo.

Según otro estudio realizado en la Región de Murcia,13 en el Área de Salud vii, se obtuvieron resultados de la base de datos Omi-ap con una población de 14 094 usua-rios, la pas controlada (menor o igual a 130 mm Hg), la presentó 18.6% de la población,

Figura 1. Factores de riesgocardiovascular conocidos por el paciente

44.4

35.6

8.9

4.4

hta Dislipemia Obesidad Tabaquismo

% Conocimiento

Figura 3. Grado de control de los factoresde riesgo cardiovascular

51.1

37.8

75.6

37.8

55.6

Hb Ac1 tad ldl-C imCtas

% Control

Figura 2. Grado de conocimiento de los valores objetivo

82

31.1

80 77.8

6.7 4.40

gb tas tad ldl-C imCP. cinturaHb Ac1

% Conocimiento

Navarro-Oliver AF y cols.

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la pad estaba con buenas cifras en 26.7%; el colesterol ldl por debajo de 100 lo tuvo 52.3% y la hemoglobina glicada menor o igual a 7%, la presentó 47.8%.

No se encontraron trabajos previos que compararan el nivel de conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovascular y su grado de control. Respecto a la bibliografía analizada14-20 cabe resaltar el estudio Diabetes First20 que analizó los resultados de un pro-grama de intervención de enfermería en el grado de control de los diabéticos tipo 2. En dicho trabajo el porcentaje de hemoglobina glicosilada media inicial fue de 8.1 ±1.3%, a los tres meses de la intervención descendió a 7.5 ±1.1%, y a los seis meses de la visita inicial sus valores fueron de 7.5 ±2.6%. La comparación de los valores de la visita inicial contra la de los tres meses mostró significación estadística (p<0.001), entre la segunda visita (tres meses) y la tercera (seis meses) no hubo diferencias significativas. En otro trabajo similar, Torres y cols.,17 en un programa educacional para diabéticos tipo 2 que incluyó a 104 pacientes, también se obtuvo una reducción de la hemoglobina glicosilada. Song y cols18 también realizaron un programa para mejorar la hemoglobina glicosilada y la adherencia a la dieta en pacientes diabéticos tipo 2, obteniendo un descenso de la hemoglobina glicosilada de 2.3% en el grupo de intervención, frente a 0.4% en el grupo control, también mejoró la adhesión a la dieta.

Por tanto, los resultados del presente estudio representan un área de oportunidad de actuación para el campo de la Enfermería Comunitaria, ya que a través de sus interven-ciones es posible mejorar el estilo de vida de estos pacientes; esto permitiría limitar los riegos y complicaciones en su vida y elevar el nivel de salud, tanto de ellos como de su entorno.

Entre los sesgos del presente estudio hay que tener en cuenta que los datos obte-nidos son de pacientes que acuden al centro de salud, no sabemos qué sucede en el resto

de la población diabética que no pasan por la consulta programada de enfermería; tam-bién hubiese sido interesante contar con una muestra mayor.

Como conclusiones podemos afirmar que el grado de control de la diabetes y demás factores de riesgo cardiovascular re-lacionados es aceptable aunque susceptible de mejorar; el grado de conocimiento de los objetivos de control de la diabetes y factores de riesgo cardiovascular relacionados es muy deficiente. Finalmente, se aprecia una relación inversa entre conocimiento de los factores de riesgo y mejor control de la diabe-tes y demás factores de riesgo cardiovascular que intervienen en la evolución de la misma.

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Artículo original

ResumenObjetivo: evaluar el impacto de un grupo de autoayuda en pacientes con síndrome metabólico en una unidad médica del Instituto Mexica-no del Seguro Social (imss) en el estado de Sonora, México. Métodos: se realizó un estudio cuasiexperimental en la unidad de medicina familiar (umf) no. 66 del imss, Sonora, que incluyó dos grupos de pacientes con criterios de síndrome metabólico, uno experimental y otro de control, los pacientes fueron seleccionados aleatoriamente con características similares. Ambos grupos recibieron atención mé-dica normada, pero al experimental se agregaron sesiones educativas mensuales. Las variables fueron: datos sociodemográficos, estilo de vida, cuadro clínico, perfil biofísico y criterios de síndrome metabó-lico. El análisis de resultados se realizó con estadística descriptiva y no paramétrica. Resultados: se estudiaron dos grupos conformados por 32 pacientes cada uno, con 71.9% de mujeres en el experimental y 53.1% en el de control. La reducción del peso y circunferencia de cintura resultaron significativas en el grupo experimental (p≤0.05). La evaluación de la capacitación fue de 100%; la metabólica fue menor a 80%, pero la diabetes e hipertensión obtuvieron resultados significativos (p≤0.05). Conclusiones: existe un impacto positivo respecto al control de las enfermedades que componen el síndrome metabólico en pacientes que asisten a grupos de autoayuda.

SummaryObjective: to evaluate the impact of a self-help group in patients with metabolic syndrome in a Family Medicine Unit of the Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) in the State of Sonora, Mexico. Methods: it was conducted a quasi-experimental study in the Family Medicine Unit (umf) no. 66 of the imss, in Sonora, which included two groups of patients with metabolic syndro-me criteria, one experimental and one of control, patients were randomly selected with similar characteristics. Both groups re-ceived standardized care, but to the experi-mental group monthly educational sessions were added. Variables were: social-demo-graphic data, life style, clinical condition, biophysical profile and metabolic syndrome criteria. The analysis of results was descrip-tive statistics and non-parametric. Results: two groups made of 32 patients each, with 71.9% of women in the experimental and 53.1% in the control were studied. Lose of weight and waist circumference were signi-ficant in the experimental group (p≤0.05). Training evaluation was 100%; metabolic was less than 80%, however diabetes and hypertension showed significant results (p≤0.05). Conclusions: there is a positive impact regarding the control of diseases which integrate the metabolic syndrome in patients attending self-help groups.

Impacto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabólico

Impact of Self-Help Group in the Management of the Metabolic SyndromeImpacto de um grupo de auto-ajuda no tratamiento da síndrome metabólica

Oscar Castañeda-Sánchez,* María Angélica Guzmán,** Bertha Isabel Cervantes-García,*** Raúl Mejía-Contreras,**** Olga Rosa Brito-Zurita,***** Verónica Myozoti,****** Roberto Rojas-Gurrola,****** Guadaupe Villegas-Marín*******

Palabras clave: grupos de autoayuda, Diabetes Mellitus, hipertensión arterial, obesidadKey words: self-help groups, Diabetes Mellitus, hypertension, obesityPalavras-chave: grupos de auto-ajuda, Diabetes Mellitus, hipertensão, obesidade

Recibido: 27/1/15Aceptado: 30/4/15

*Especialista en Medicina Fa-miliar, jefe del Departamento Clínico, unidad de medicina familiar (umf) no. 1, Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), Sonora. **Médico general, director de la umf no. 66, imss, So-nora. ***Especialista en Medicina Familiar, umf no. 66, imss, Sonora. ****Médico general, umf no. 66, imss, Sonora. *****Subespecialista en Endocrinología, investiga-dora de la unidad médica de alta especialidad (umae) no. 167, imss, Sonora. ******Residente de Medicina Familiar, umf no.1, imss, Sonora. *******Trabajadora Social, umf no. 66, imss, Sonora.

Correspondencia:Oscar Castañeda Sá[email protected]

Este artículo debe citarse: Castañeda-Sánchez O, Guzmán MA, Cervantes-García BI, Mejía-Contreras R, Brito-Zurita OR, Myozoti V, Rojas-Gurrola R, Villegas-Marín G. Impacto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabólico. Aten Fam. 2015;22(4):102-107.

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ResumoObjetivo: avaliar o impacto de um grupo de apoio para pacientes com síndrome metabólica em uma unidade médica do Instituto Mexicano de Seguro Social (imss), no estado de Sonora, no México. Métodos: estudo quasi-experimental foi realizado na Unidade de Medicina Familiar (umf) número 66 do imss, Sonora, que incluiu dois grupos de pacientes com critérios da síndrome me-tabólica, um grupo experimental e outro de controle. Os pacientes foram selecionados aleatoriamente com características semelhan-tes. Ambos os grupos receberam cuidados médicos racionados, mas foram adicionadas as sessões educativas mensais experimentais. As variáveis foram: demográficas, estilo de vida, clínico, perfil biofísico e critérios da síndrome metabólica. A análise dos resul-tados foi realizada com estatística descritiva e não paramétricos. Resultados: Dois gru-pos constituídos de 32 pacientes cada, com 71.9% de mulheres no experimental e 53.1% no grupo de controle foram estudados. A re-dução do peso e da circunferência abdominal foram significativas no grupo experimental (p≤0.05). A avaliação de treinamento foi de 100%; a metabólica foi inferior a 80%, mas a diabetes e hipertensão obtiveram resultados significativos (p≤0.05). Conclusões: existe um impacto positivo no que diz respeito ao controle de doenças que compõem a sín-drome metabólica em pacientes atendidos grupos de auto-ajuda.

IntroducciónUno de los mayores desafíos para el médico familiar y el subespecialista son los pacien-tes que presentan patologías como Diabetes Mellitus, hipertensión, obesidad y dislipide-mia, es decir, enfermedades relacionadas con el síndrome de resistencia a la insulina, cuyos portadores presentan mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y arteriales periféricas, pues cada afección es per se factor de riesgo independiente para la progresión de la enfermedad ateros-clerótica,1 lo cual representa altos costos económicos asociados al tratamiento y

rehabilitación, y sus complicaciones son una grave carga para las instituciones, pacientes y familiares.2

México está sufriendo una transición epidemiológica, social, política, económica y demográfica que ha incrementado la espe-ranza de vida de su población; con un cre-cimiento acelerado del grupo de ancianos, aumentando el riesgo de padecer y morir por enfermedades crónico-degenerativas.3

La transición ha obligado a una aguda observación de las enfermedades crónicas, cuyo objetivo es lograr un abordaje de pre-vención clínica; este es el principal desafío para los sistemas de salud, debido al au-mento de su prevalencia, factores de riesgo y complicaciones, así como al incremento en su aparición a edades más tempranas y a los cambios de estilo de vida y tipo de alimentación.4

Según la Encuesta Nacional de Salud (Ensa) 2002, en México, la prevalencia de diabetes en mayores de 20 años era de 20%, mayor para mujeres (7.8%) que para hombres (7.2%); en derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) fue de 8.9% y en el estado de Sonora, México, fue de 7.5%. Por otra parte, la prevalencia de hipertensión arterial fue de 30.7%, mayor para varones (32.6%) que para mujeres (29%); y de 33 a 35% en asegu-rados. La obesidad en general es de 24.4%, con 40.1% en la población diabética; la hipercolesterolemia se presenta en 6.4% en todo el país y en 8.9% en el estad de Sonora; 7.2% en portadores de diabetes; mientras la hipertrigliceridemia se presentó en 26%.5-8

La Ensa 20009 reportó que la diabe-tes ocupó 3.1% del total de consultas, la hipertensión 3.4% y la hipercolesterolemia 0.1%. En tanto que para el imss fue de 5.5% diabetes y 0.2% hipertensión, en segundo y tercer lugar respectivamente. Las mujeres predominaron con una relación 2:1 para ambas patologías.10

Existe una asociación independiente entre envejecimiento y riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.11 El desarrollo del síndrome metabólico (sm) se incrementa

con la edad,6 en México, según el xii Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2000, 60% de los adultos con esta patología era menor de 40 años, 27% se encontraba entre los 41 a 59 y el resto tenía más de 60 años. 6,12 Además, de acuerdo con el reporte del Consenso Mexicano sobre el Trata-miento Integral del Síndrome Metabólico, basado en la definición de la Organización Mundial de la Salud (oms), 15% de los hom-bres y 10% de las mujeres con sm tienen un metabolismo normal de la glucosa, contra 64% de varones y 42% de mujeres que presentan alteraciones. 5,7,13

Young y cols.,14 en 2003, incluyeron en una investigación estadounidense una muestra de 3 305 negros, 3 477 mexicanos y 5 581 blancos, 22.8% de los hombres y 22.6% de las mujeres presentaron sm, los mexicanos incrementaron su frecuencia de acuerdo con la edad. Aguilar y cols.,15 reportaron una prevalencia ajustada para la edad de 13.61% con los criterios de la oms y de 26.6% empleando los del Programa Na-cional de Educación en Colesterol (ncep).1

Dentro de los criterios diagnósticos del sm (según definición de la oms) está la regulación alterada de glucosa o Diabetes Mellitus tipo 2 y/o resistencia a la insulina, además de dos o más de los siguientes componentes: tensión arterial elevada (>140/90 mmHg), triglicéridos plasmáticos elevados (>150 mg/dl) y/o colesterol de alta desidad (chdl) (<35 mg/dl en hom-bres y <39 mg/dl en mujeres); obesidad central (relación cintura-cadera >0.90 para hombres y >0.85 para mujeres) y/o índice de masa corporal (imc) (>30 kg/m2); y mi-croalbuminuria (excreción >20 mg/min) o relación albumina:creatinina en orina (>30 mg/L). Otros componentes relacionados con la resistencia a la insulina son: hiperu-ricemia, disfunción endotelial, aumento del fibrinógeno y del inhibidor del plasminó-geno activador, proporción aumentada de lipoproteínas de baja densidad, enfermedad de ovarios poliquísticos, entre otros.16,17

El sm debe considerarse como una entidad que necesita ser diagnosticada y

Grupo de autoayuda de síndrome metabólico

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tratada oportunamente a fin de prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto implica dos objetivos fundamentales: la reducción de causas subyacentes -obesidad e inactividad física- y el tratamiento de los factores de riesgo lipídicos y no lipídicos asociados;3 para ello, el Centro de Vigilancia Epidemiológica, a través del Programa de Salud del Adulto y el Anciano, promociona desde 1995 los grupos o clubes de ayuda mutua.18

En estos clubes, los propios pacientes organizan, bajo supervisión médica y apoyo de un grupo multidisciplinario de salud, el escenario para la capacitación y control de sus enfermedades; su propósito es estimu-lar la participación activa e informada del paciente como un elemento indispensable del autocuidado, además de permitir el in-tercambio de experiencias entre pacientes, facilitar la adopción de los cambios conduc-tuales requeridos para su control, contribuir a hacer más efectiva la intervención médica, reforzar la adherencia al tratamiento y el cumplimiento de las orientaciones, recibir reconocimiento por sus logros y fortalecer su autoestima.19

Los grupos de ayuda mutua (gam) han sido una estrategia fundamental en la línea educativa para mejorar el control de las personas portadoras de diabetes o hiperten-sión; en ellos, los familiares juegan un papel activo en el cumplimiento del desarrollo del tratamiento, así como en la prevención y control de complicaciones. Dentro de los objetivos de los gam está garantizar que cada uno de los pacientes reciba la capacitación (conocimiento, habilidades y destrezas) indis-pensable para un buen control, que mejore su calidad de vida.20

Este estudio tiene como propósito, evaluar el impacto de un grupo de autoayuda de síndrome metabólico como estrategia educativa en pacientes derechohabientes de una unidad de medicina familiar (umf) del imss en el estado de Sonora, México.

MétodosSe realizó un estudio cuasiexperimental en la umf no. 66 del imss en Sonora, México.

Se incluyó, como grupo experimental, un grupo de autoayuda conformado por pacien-tes con los criterios: edad de 30 a 75 años, presencia de Diabetes Mellitus, hipertensión ar-terial, obesidad y dislipidemia descontroladas; se excluyeron aquellos con complicaciones como cardiopatía isquémica, antecedentes de infarto agudo del miocardio, secuelas de enfermedad vascular cerebral, insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y/o enfermedades psiquiátricas. Para el grupo control se tomaron los mismos criterios, con pacientes que acudían a la consulta ordinaria elegidos aleatoriamente. El tamaño de la muestra se determinó con la fórmula para dos proporciones, con una precisión de 5% y poder estadístico de 80%.

Después de conformar los grupos y obtener el consentimiento informado de los pacientes, se citó al grupo experimental un día determinado de cada mes, durante 10 meses, mientras el grupo control acudió a su consulta ordinaria. En ambos grupos se realizó en cada cita la toma de somatometría (talla, peso y perímetro abdominal) con el paciente descalzo y la menor ropa posible, se utilizó una báscula con estadímetro marca bame y cinta métrica de 152 cm; toma de presión arterial -luego de que el paciente permaneció sentado durante 15 minutos- con un esfigmomanómetro aneroide; cuan-tificación de glucosa capilar, con glucómetro marca Accu-Chek, con el paciente en ayunas; además, interrogatorio y exploración física. Se tomaron muestras de análisis clínicos al inicio y final del estudio: biometría hemática, glucosa, urea, creatinina, colesterol, triglicé-ridos, ácido úrico, examen general de orina y hemoglobina glucosilada.

El grupo experimental, se sometió a una sesión mensual de actividades educa-tivas para la salud, alimentación, actividad física y psicoterapia, posterior a las cuales intercambiaron sus experiencias. Los temas comprendieron:1. Aspectos generales del sm i: Diabetes

Mellitus e hipertensión arterial2. Aspectos generales del sm ii: obesidad y

dislipidemia

3. Medidas de control del sm

4. Plan de alimentación del paciente con sm

5. Importancia de la actividad física siste-mática

6. Complicaciones del sm i: diabetes e hi-pertensión

7. Complicaciones del sm ii: obesidad y dislipidemia

8. Manejo del estrés9. La autoestima y disfunción eréctil10. ¿Cómo vivir para la salud?

Actividades orientadas integralmen-te por el equipo multidisciplinario de la salud conformado por: asistente médica, trabajadora social, enfermera en salud pú-blica, estomatólogos, nutrióloga, psicóloga, residentes de medicina familiar y médico familiar; con tres horas por sesión para su atención.

En ambos grupos, se tomaron como variables: edad, sexo, estado civil, escola-ridad, ocupación, religión, actividad física, dieta, pasatiempos, tabaquismo, alcoho-lismo, presencia de polifagia, polidipsia, poliuria, prurito, cefalea, acufenos, fosfenos e infección de vías urinarias, peso, talla, imc, circunferencia de la cintura, presión arterial sistólica y diastólica, glucosa capilar, hemog-lobina, glucemia, urea, creatinina, colesterol, triglicéridos, ácido úrico, hemoglobina glucosilada y presencia en orina de glucosa, proteínas, cetonas, nitritos y bacterias, y de enfermedades como Diabetes Mellitus, hi-pertensión arterial, obesidad y dislipidemia. Los datos fueron registrados en un formato institucional.

El análisis de resultados se realizó con ayuda del paquete estadístico de spss para Windows, se utilizaron frecuencias y porcen-tajes para describir las variables cualitativas, y medidas de tendencia central y dispersión para las cuantitativas; la comparación entre e intragrupos para variables nominales se realizó con la prueba exacta de Fisher y χ2, y las cuantitativas con Wilcoxon.

ResultadosSe incluyeron 32 pacientes por grupo, en el experimental 9 hombres (28.1%) y 23 mujeres

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(71.9%), con un promedio de edad de 55.5 ±9.8 años; y en el control 15 varones (46.9%) y 17 mujeres (53.1%), con promedio de edad de 56.2 ±7.4 años.

Respecto a los datos sociodemográfi-cos (tabla 1), la escolaridad resultó ser un factor significativo (p≤0.05). Los hábitos de la población intragrupos presentan datos significativos (p<0.05, tabla 2), mientras en-tre grupos, solo el tabaquismo se modificó (p=0.003).

En el cuadro clínico (tabla 3) muestra intragrupos, la presencia de fosfenos fue significativa en el experimental (p=0.05), mientras que en el grupo control la presen-cia de infección de vías urinarias (p=0.03); entre grupos no hubo cambios importantes.

La talla para el grupo experimental fue de 1.6 ±0.07 metros y para el control fue de 1.63 ±0.07 metros, dentro del perfil biofísico. Internamente, en el grupo experimental, el peso y la circunferencia de la cintura fueron significativos (p=0.017 y 0.002, respectiva-mente); mientras en el control lo fue el peso, el imc, la creatinina y el ácido úrico (p=0.00, 0.002, 0.047 y 0.045, respectivamente). Entre grupos al inicio, se presentaron diferencias significativas en las cifras de presión arterial diastólica, la glucosa capilar y el ácido úrico (p=0.019, 0.040 y 0.016, respectivamente), mientras que al final solo lo fueron el peso y la circunferencia de la cintura (p<0.05, tabla 4).

Finalmente, la evaluación del grupo experimental fue de 100%, respecto a su capacitación, sin embargo, metabólicamente fue menor a 80% de lo esperado, no obs-tante, se obtuvieron resultados significativos en hipertensión arterial y Diabetes Mellitus (p<0.05).

DiscusiónEl sm no es una simple enfermedad, sino un grupo de problemas de salud causados por la combinación de factores genéticos y otros asociados al estilo de vida, especialmente sobrealimentación y sedentarismo.21 En este estudio se demuestra de acuerdo con los resultados obtenidos que la participación de los pacientes portadores de enfermedades

Grupo de autoayuda de síndrome metabólico

Tabla 1. Datos sociodemográficos

Grupoexperimental

Grupocontrol p

n % n %

Estado civil

Casado 21 65.6 27 84.4

nsUnión libre 3 9.4 5 15.6

Viudo 4 12.5 0 0

Soltero 4 12.5 0 0

Escolaridad

Analfabeta 1 3.1 22 68.8

0.031*

Sabe leer y escribir 2 6.3 0 0

Primaria 19 59.4 8 25

Secundaria 7 21.9 1 3.1

Preparatoria o técnica 3 9.4 1 3.1

Ocupación

Ama de casa 20 62.5 17 53.1

nsObrero o empleado 6 18.8 10 31.3

Pensionado 4 12.5 5 15.6

Jubilado 2 6.3 0 0

Religión

Católica 28 87.5 30 93.8

nsTestigo de Jehová 2 6.3 2 6.3

Cristiana 2 6.3 0 0*Valor significativo cuando p≤0.05 ns=no significativo

Tabla 2. Hábitos de la población intragrupos

Grupo experimental

Inicio Finalp

n % n %

Dieta especial 15 46.9 7 21.9 0.000*

Actividad física 5 15.6 21 65.6 0.000*

Tiempo libre

Deporte 6 18.8

0 0 ns

Ocio 21 65.6

Leer 2 6.3

Trabajo 1 3.1

Ver televisión 0 0

Inespecífica 2 6.3

Tabaquismo 4 12.5 0 0 ns

Alcoholismo 3 9.4 0 0 ns

Grupo control

Dieta especial 6 18.8 1 3.1 0.031*

Actividad física 1 3.1 5 15.6 0.000*

Tiempo libre

Deporte 0 0 0 0

0.000*

Ocio 20 62.5 21 65.6

Leer 0 0 0 0

Trabajo 0 0 0 0

Ver televisión 12 37.5 11 34.4

Inespecífica 0 0 0 0

Tabaquismo 4 12.5 4 12.5 0.000*

Alcoholismo 11 34.4 11 34.4 0.000*

*Valor significativo cuando p≤0.05 ns=no significativo

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crónico-degenerativas en grupos de autoa-yuda, como aquellas que componen el sm,16,17

obtienen mejores resultados en su control.Lara y cols.19 afirman que gracias a

la participación activa e informada del paciente, a su interacción e intercambio de experiencias con otros que portan los mismos padecimientos, se facilitan cambios conductuales favoreciendo el control de sus enfermedades, así como el apego far-macológico y no farmacológico otorgado por el grupo multidisciplinario de la salud, a diferencia de aquellos que asisten a su consulta normal, en la que a pesar de estar bajo la atención de un grupo multidiscipli-nario, no existe la interacción e intercambio de experiencias con otros pacientes con enfermedades similares; no obstante, en ambos casos, el médico familiar juega un rol fundamental para controlar estos pa-decimientos.19 Además, se ha visto que, al trabajar en estos grupos se logra una mayor participación de los familiares en cuanto al tratamiento y control de las enfermedades.20

Los estudios de grupos de autoayuda realizados hasta el momento, presentan un enfoque de abordaje individual, es decir, de cada paciente y no de todo el grupo, y sus finalidades son diferentes, tal como el de Arpa Gámez y cols.,22 en el cual se abordan las potenciales complicaciones cerebrovasulares.5,7,13

Como en otras patologías y estudios, un dato importante para el control de las enfermedades es la escolaridad; también se observó que factores como la dieta y el sedentarismo,21 juegan un papel primordial en el control de este grupo de enfermeda-des, y sus cambios en grupos de autoayuda son favorables. Asimismo, hay que tomar en cuenta, dentro del cuadro clínico, las mejo-ras, tales como la reducción de fosfenos e infecciones urinarias, así como el control de la presión arterial diastólica, como uno de los parámetros significativos, el cual se mantuvo en cifras muy similares a las reportados por Echevarría Pinto y cols.23 Además del peso y la circunferencia de la cintura que, a pesar estar arriba de lo esperado y de lo

Tabla 3. Cuadro clínico,comparación intragrupos

Experimental

Inicio Finalp

n % n %

Polifagia 11 34.4 4 12.5 0.22

Poliuria 8 25 4 12.5 0.28

Polidipsia 8 25 2 6.3 0.46

Prurito 5 15.6 1 3.1 0.16

Cefalea 9 28.1 4 12.5 0.34

Acufenos 8 25 3 9.4 0.16

Fosfenos 8 25 2 6.3 0.05*

Infección de vías urinarias 4 12.5 0 0 ns

Control

Polifagia 12 37.5 13 40.6 0.39

Poliuria 11 34.4 9 28.1 0.36

Polidipsia 10 31.3 8 25 0.51

Prurito 0 0 1 3.1 ns

Cefalea 8 25 8 25 0.08

Acufenos 3 9.4 5 15.6 0.59

Fosfenos 0 0 2 6.3 ns

Infección de vías urinarias 11 34.4 12 37.5 0.03*

*Valor significativo cuando p≤0.05ns=no significativo

Tabla 4. Comparación entre grupos del perfil biofísico del estudio

Grupoexperimental

Grupocontrol p

Promedio ds Promedio ds

Peso (kg) 78.5 13.6 87.6 17.9 0.028*

imc (kg/m2) 30.8 5.3 33.1 7.3 ns

Circunferencia cintura (cm) 102.7 15.7 114.1 23.8 0.04*

Presión arterial (mmHg)

Sistólica 131 18.8 138.1 18.7 ns

Diastólica 80.6 11.7 85.9 10.7 ns

Glucosa capilar (mg/dl) 164.8 66.3 138.1 40 ns

Hemoglobina (g/dl) 13.8 1.6 13.6 1.2 ns

Glucosa (mg/dl) 145.4 55.9 149.7 50.3 0.06

Urea (mg/dl) 29.2 7.2 32.7 10.6 ns

Creatinina (mg/dl) 1.1 1.1 1 0.31 ns

Ácido úrico (mg/dl) 5.04 2.3 6.1 1.5 0.067

Colesterol (mg/dl) 213.9 30.2 202.7 34.8 ns

Triglicéridos (mg/dl) 253.1 119.9 229.6 105.7 ns

Hemoglobina glucosilada (%mg/dl) 5.7 1.8 5.1 1.8 ns

*Valor significativo cuando p≤0.05 ns=no significativo ds=desviación estándar

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reportado por Arpa Gámez y cols. y por Echavarría Pinto y cols.,22,23 lograron me-joras significativas.

Otros parámetros en los que se es-peran mejoras son las cifras de glucosa y triglicéridos que a pesar de la intervención, se mantuvieron por arriba de lo normal en ambos grupos, aún más que lo reportado por Echavarría Pinto y cols.,23 pero que, sin embargo, deberán abordarse y regularse en otra investigación.

Es importante tener en cuenta que se trabajó con los criterios que pueden abor-darse desde un primer nivel de atención, en el que el enfoque es predominantemente preventivo, lo cual, en próximos estudios podría enriquecerse con un mayor núme-ro de criterios, sin perder el objetivo del grupo de autoayuda: la sensibilización y corresponsabilidad del paciente y de su familia para el control de enfermedades, en particular las crónico-degenerativas.

ConclusiónLos resultados de este estudio muestran un impacto positivo en el control de las enfer-medades que componen el sm en pacientes que asistieron al grupo de autoayuda; princi-palmente en portadores de Diabetes Mellitus 2 y de hipertensión arterial.

Asimismo, favorece el control de peso y la reducción de la circunferencia de la cintura, por lo que, tal como se ha venido realizando en el imss, todo paciente por-tador de sm en el cual no se logre obtener control, se deberá canalizar a los grupos de autoayuda institucionales, a fin de lograr un mejor apego a las indicaciones médicas y a los fármacos otorgados, y sobre todo, de que interactúe con sus pares, lo que ayudará a realizar las modificaciones necesarias en su estilo de vida; prevendrá la presencia de

complicaciones y por ende, favorecerá una mejor calidad de vida.

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Artículo original

ResumenObjetivo: llevar a cabo una estrategia dirigida al diabético para mejo-rar el control de su enfermedad. Métodos: intervención educativa con mediciones previas y posteriores, en la cual, el grupo de 20 pacientes fue su propio control; consistió en sesiones manejadas por el equipo multidisciplinario, se realizó una encuesta sobre autoconocimiento previamente publicada y se aplicó estadística no-paramétrica. Resul-tados: se conformó un grupo con 20 pacientes diabéticos, al inicio, dos terceras partes obtuvieron calificaciones bajas, lo cual se invirtió al final con 13 pacientes con calificaciones altas y medias, con signifi-cancia estadística. Conclusiones: la educación del paciente es un pilar en su autocontrol, siendo indudablemente el camino correcto para lograr cambiar los estilos de vida. Nuestra propuesta es considerar la formación de grupos de autocontrol para promover la enseñanza en etapas tempranas de la enfermedad. Se deberían destinar más recursos humanos y financieros para un mejor resultado.

SummaryObjective: to carry out a strategy addressed to diabetic patients to improve control of their disease. Methods: educational interven-tion with pre- and post-test measurements, in which, the group of 20 patients carried out their own control; it consisted of sessions managed by the multidisciplinary team, it was carried out a survey on self-knowledge previously posted and it was applied non-parametric statistics. Results: there was a group of 20 diabetic patients, at the beginning of the study; two-thirds obtained low ratings, which reversed at the end with 13 patients with high and averages scores, with statistical significance. Conclusions: educating the patient is a support for their control self-control, which, certainly, is the right path to achieve change in lifestyles. Our proposal is to make groups of self-control to promote teaching during early stages of the dis-ease. There should assign more financial and human resources for better results.

ResumoObjetivo: realizar uma estratégia para me-lhorar o controle de sua doença diabética. Métodos: intervenção educativa com pré e pós medições, em que o grupo de 20 pacientes foi o seu próprio controle; con-sistiu em sessões conduzidas pela equipe multidisciplinar. Realizou-se um questionário previamente publicado sobre autoconheci-mento e aplicou-se estatística não paramétri-ca. Resultados: um grupo de 20 diabéticos foi formado, inicialmente, dois terços dos pacientes apresentaram notas baixas, que foi revertida no final com 13 pacientes com pontuações altas e médias, com significância estatística. Conclusões: a educação do pa-ciente é um pilar no seu auto-controle, sendo incontestavelmente o caminho certo para alcançar a mudança de estilo de vida. Nossa proposta é considerar a formação de grupos de auto-control para promover a educação nos primeiros estágios da doença. Devem se dedicar mais recursos humanos e financeiros para um melhor resultado.

IntroducciónLa diabetes es un padecimiento crónico ca-racterizado por trastornos del metabolismo de los carbohidratos, con la presencia de hiperglicemias, causado por trastornos en la acción, secreción o ambos, de la insulina.1

Es una enfermedad que se asocia fuer-temente con los estilos de vida, incluyendo la inactividad física, así como la cantidad y la calidad de los alimentos. Amerita una atención médica continua y el fomento de una adecua-da educación en el paciente, a fin de evitar las

Alcances de una estrategia educativa en pacientes diabéticos de una unidad de medicina familiar

Scope of an Educational Strategy in Diabetic Patients of a Family Medicine UnitAlcance de uma estratégia educacional em pacientes diabéticos em uma unidade de medicina de família

José Humberto Pichardo-Hernández,* Norberto Enrique Elizaldi-Lozano**

Palabras clave: grupos de ayuda, educación, diabetes, au-tocuidadoKey words: support groups, education, diabetes, self-carePalavras-chave: grupos de apoio, educação, diabetes auto-cuidado

Recibido: 4/6/14Aceptado: 14/8/15

*Médico familiar en la unidad de medicina familiar no. 15, Instituto Mexicano del Seguro Social (imss). **Director del Centro de Investigación Educativa y Forma-ción Docente (Ciefd) delegación Nuevo León, imss.

Correspondencia: José H. Pichardo Hernández [email protected]

Este artículo debe citarse: Pichardo-Hernández JH, Elizaldi-Lozano NE. Alcances de una estrategia educativa en pacientes diabéticos de una unidad de medicina familiar. Aten Fam. 2015;22(4):108-110.

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manifestaciones agudas y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.2,3

Globalmente, la Diabetes Mellitus ha mostrado un crecimiento importante en las últimas décadas. La frecuencia mundial para el año 2000 fue estimada en alrededor de 171 millones de personas afectadas y se ha proyec-tado que en tan solo tres décadas (para 2030) se incrementará a 370 millones. Más de 90% de todas las personas con diabetes presentarán la variedad tipo 2. En el continente americano, esta enfermedad crecerá de 35 a 64 millones entre 2000 y 2025; se calcula que la mitad de los afectados vivirá en América Latina y el Caribe, y la mayoría de los casos llevará su control en la atención primaria.4,5

La diabetes y sus complicaciones tienen un impacto económico significativo sobre los individuos, las familias, los sistemas de salud y los países. La Organización Mundial de la Salud (oms) estima que en el período 2006-2015, China perderá 558 millones de dólares en los ingresos nacionales previstos, debido a enfermedades cardíacas, accidentes cere-brovasculares y diabetes. De igual manera, en Estados Unidos hay alrededor de 26 millones de personas afectadas por la enfermedad, que impactan en gran medida a la economía. En México, la información que arrojó la Encuesta Nacional de Salud de 2010 mostró una pre-valencia de 7.5% en la población de 20 años o más, lo que conlleva una gran demanda de atención médica, sobre todo, para el primer nivel de atención.6-8

La diabetes constituye un reto en el cuidado de la salud y su descontrol lleva al pa-ciente a la aparición de complicaciones como amputaciones no traumáticas, enfermedades coronarias, ceguera e insuficiencia renal. El tratamiento de esta enfermedad requiere, no solo de nuevos recursos terapéuticos, sino de la participación decidida del paciente, lo cual implica acciones específicas orientadas a modificar sus hábitos y estilo de vida.

Se han emitido diferentes explicaciones de las causas por las que las acciones del equipo de salud no han logrado las metas esperadas, entre ellas se ha mencionado el pobre conocimiento de la enfermedad

o, si este existe, su aplicación no ha sido la adecuada, lo cual promueve que el paciente no siga las indicaciones y no haga lo que le corresponde. Es en este último ámbito donde la educación desempeña un papel relevante.8

En cuanto al rubro de los conocimientos de los pacientes; en un estudio efectuado en Lima, Perú, solamente 12.9% de los pacientes tenía conocimientos adecuados de la enferme-dad y tales conocimientos fueron obtenidos de personal no médico.9

De acuerdo con las Normas Na-cionales de Educación sobre la Diabetes, la educación para el autocuidado se define como “el proceso de facilitar la adquisición de conocimiento, habilidad y capacidad ne-cesaria para el autocuidado de la diabetes’’, propiciando el autocontrol de la enfermedad, al modificar comportamientos inadecuados para tal efecto.10

Tang y cols., realizaron una investigación de seguimiento dos años después de una in-tervención educativa en los Estados Unidos, en pacientes que se manejan en atención primaria; demostraron un impacto positivo de dicha intervención, pero esta ganancia en el autocontrol de los pacientes requiere de seguimiento y soporte para sostenerse a largo plazo.10

La educación es un elemento fun-damental para lograr el autocontrol de la diabetes. Investigaciones del Centro Médico de la Universidad del Sur de Florida demues-tran una relación directa entre educación y aparición de la diabetes, su evolución y complicaciones, en la que las personas con menor grado de educación tienen mayor ries-go de presentar complicaciones. Asimismo, en la Universidad de Michigan se demostró la pobre motivación para el autocontrol en pacientes diabéticos al considerar que no se tomó en cuenta para su manejo el monitoreo de su glicemia en ayunas.11-13

Puede decirse que el objetivo de las intervenciones educativas en el paciente dia-bético es lograr cambios en su estilo de vida, que lleven a un buen control metabólico y evitar las complicaciones que incrementan la mortalidad de esta pandemia, mejorando

la calidad de vida y orientado los recursos económicos a acciones preventivas.14

Para ello es necesario desarrollar una estrategia educativa con una medición inicial y final, a la par debe medirse su estado meta-bólico antes y después de la estrategia.

MétodosSe realizó un diseño cuasiexperimental con una intervención educativa, con mediciones antes y después de la misma, en la que el grupo experimental se constituyó en su pro-pio control; se aplicó el cuestionario sobre conocimientos de la enfermedad publicado por Noda y cols.;9 se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia hasta completar un grupo de 20 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión (diabéticos adscritos a la unidad con menos de 10 años de evolución, sin complica-ciones graves ni incapacidad para realizar ejercicios).

Se realizó una estrategia educativa con-sistente en seis sesiones didácticas de dos horas por semana a cargo del equipo multi-disciplinario (Medicina Familiar, Nutrición, Estomatología, Trabajo Social, etc.) cubriendo contenidos de cada área.

Se aplicó estadística descriptiva con medidas de tendencia central para paráme-tros sociodemográficos; para las variables cualitativas se utilizó estadística no paramé-trica con las pruebas de Wilcoxon (p<0.05) y de Mc Nemar para evaluar la magnitud del cambio considerando positivo una modifi-cación de 30%.

Se le informó al paciente, en la pri-mera sesión, que la estrategia se trataba de participación voluntaria y firmó la carta de consentimiento informado. El proto-colo fue aceptado por el Comité Local de Investigación del hospital general de zona con Medicina Familiar no. 2 de Monterrey, Nuevo León, con el número de registro R-2012-1960-65.

ResultadosSe conformó un grupo de 20 pacientes diabé-ticos que reunían los criterios de inclusión y

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asistieron a todas las sesiones educativas, ade-más de realizar las evaluaciones inicial y final.

Predominó el género femenino con 15 mujeres y solo cinco varones, con un prome-dio de edad de 55 años (rangos de 33 a 73).

El resultado de la evaluación inicial arro-jó 14 pacientes con resultados bajos (66%) y seis con nivel medio; en contraste, en la evaluación final se invirtieron los porcentajes con 13 pacientes con resultados altos y medios (65%); siete con resultados bajos (figura 1); lo anterior coincidió con el control de la glicemia central debido a que antes de la estrategia se obtuvo 42% descontrolado (promedio de 153.8 mg x dl) y al final se registró control en 80% de los pacientes, con cifras adecuadas para control de la glucosa (promedio 119 mg x dl).

Al aplicar la prueba estadística de Mc Nemar (magnitud del cambio) se logró 100% de modificación en forma positiva, superando ampliamente el porcentaje estadísticamente significativo (30%), dentro del rubro de nivel de conocimientos.

En la prueba de Wilcoxon se obtuvo una importancia significativa duplicando las medianas iniciales con las finales, lo que se traduce en mejorar de una calificación de 30.7/100 en la media inicial a un 61.53/100 en la media final.

DiscusiónAl inicio de la estrategia se identificó que los pacientes no sabían reconocer su enfermedad de una manera adecuada, desconocían la for-ma de aplicación y nombre de su tratamiento, no identificaban los probables daños ocasio-nados por su enfermedad, no sabían su última cifra de glicemia o cómo llevar el autocontrol

ni la importancia de su dieta para evitar complicaciones.

La estrategia constó de seis clases, en las cuales se ins-truyó al paciente en el conoci-miento de su padecimiento, los mitos que existen, la nutrición adecuada, los medicamentos disponibles y el automonito-reo, asimismo, se les enseñó a aceptar su enfermedad y las

complicaciones. Cabe destacar la importancia del equipo multidisiplinario al sumar expe-riencias y conocimientos en el transcurso de la intervención educativa.

Finalmente, recalcamos que favorecer la participación del paciente en el conocimiento y autocontrol de la enfermedad es el camino correcto para disminuir la morbimortalidad de esta pandemia.

La intervención se vio limitada por situaciones propias de nuestra población, principalmente relacionadas con situaciones económicas para el traslado y la falta de apoyo por los familiares (ajenas a nuestro control).

La educación del paciente es parte medular del éxito obtenido, por lo que proponemos se establezca un programa per-manente de educación, fundamentado en el entendimiento de su enfermedad, autocontrol y prevención de las complicaciones de su enfermedad.

Nuestra investigación concuerda con los hallazgos de otros investigadores, parti-cularmente el trabajo de Arcega y col.,8 en el que a través de una educación participativa, el paciente mejoró su nivel de conocimientos así como de calidad de vida. En comparación con los estudios de Fernández y col.14 nuestro grupo alcanza un mayor porcentaje de control metabólico.

Recalcamos que en comparación con el estudio aplicado en Lima, Perú,9 (del cual retomamos el cuestionario), en un inicio el nivel de conocimientos fue menor en nuestro grupo. Se reconocen las limitantes de tiempo, espacio y sobre todo la influencia de las varia-bles socioeconómicas de nuestros pacientes para obtener mejores resultados.

La propuesta es considerar la formación de grupos de autoayuda para que su partici-pación sea permanente y con mayor impacto, destinando suficientes recursos humanos y económicos para un mejor resultado.

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Tabla 1. Nivel de conocimientos

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Artículo original

ResumenObjetivo: determinar la prevalencia del síndrome de desgaste profesional (sdp) en médicos residentes de un hospital regional de especialidades. Métodos: estudio des-criptivo y transversal. Muestra no probabi-lística por conveniencia. El estudio se realizó entre junio y octubre de 2006; incluyó a 72 médicos residentes de diversas especialida-des del hospital regional de especialidades no. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en la ciudad de Mérida, Yucatán, Mé-xico. La muestra se integró con médicos de ambos géneros que tuvieran por lo menos seis meses de labor asistencial sistemática (contacto directo y frecuente con el paciente y sus familiares). Resultados: 100% de los médicos residentes presentó algún grado de desgaste profesional. Se encontraron niveles altos de agotamiento emocional y desperso-nalización; el tipo de especialidad no influyó en la presencia del síndrome. Conclusiones: los resultados de este estudio evidencian nive-les altos del sdp entre los médicos residentes estudiados. Es recomendable realizar más investigaciones para identificar los factores asociados a la presencia del síndrome.

SummaryObjective: to determine the prevalence of the Occupational Burnout Syndrome (obs) in residents of a regional hospital of specialties. Methods: descriptive and cross-sectional study. Non-randomized sample by convenience. The study was carried out between June and October 2006; it included 72 residents from different specialties of the Regional Hospital no. 1 of Specialties of the Mexican Institute of Social Security in Merida, Yucatan, Mexico. The sample included physicians of both genders who have at least six months of syste-matic health care work (direct and frequent contact with the patient and their family members). Results: 100% of the residents showed some degree of occupational burnout. It was found high levels of emotional exhaustion and impersonal treatment; the type of specialty did not influence the presence of the syndrome. Conclusions: the results of this study show high levels of the obs among the studied medical residents. It is recommended to carry out more studies to identify the factors associated with the presence of the syndrome.

Prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos residentes de un hospital de Mérida, Yucatán, México

Prevalence of the Occupational Burnout Syndrome in Residents of a Hospital in Merida, Yucatan, MexicoPrevalência da síndrome de burnout em médicos residentes de um hospital em Mérida, Yucatán, México

Luis Ernesto Balcázar-Rincón,* Luis Felipe Montejo-Fraga,** Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara***

Palabras clave: desgaste pro-fesional, médicos residentes, educación médicaKey words: occupational bur-nout, residents, medical edu-cationPalavras-chave: burnout, médicos residentes, educação médica

Recibido: 24/3/14Aceptado: 19/6/15

*Jefe del Servicio de Urgencias, hospital general de zona no. 2, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. **Pro-fesor adjunto de la residencia de Urgencias Médicas, hospital regional de especialidades no. 1, Mérida, Yucatán. ***Profesor titular de la residencia de Medi-cina Familiar, unidad de medicina familiar no. 13, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Correspondencia:Luis Ernesto Balcázar-Rincó[email protected]

Este artículo debe citarse: Balcázar-Rincón LE, Montejo-Fraga LF, Ramírez-Alcánta-ra YL. Prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos residentes de un hospital de Mérida, Yucatán, México. Aten Fam. 2015;22(4):111-114.

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ResumoObjetivo: determinar a prevalência da sín-drome de burnout (sdp) em médicos residen-tes de um hospital de especialidade regional. Métodos: estudo descritivo e transversal. Amostra não-probabilística de conveniência. O estudo foi realizado entre junho e outubro de 2006; ele incluiu 72 médicos residentes de várias especialidades do hospital regional da especialidades n. 1 do Instituto Mexicano da Segurança Social na cidade de Merida, Yucatán, México. A amostra foi composta por médicos de ambos os sexos que tiveram pelo menos seis meses de trabalho clínico sistematicamente (contato direto e freqüente com o paciente e seus familiares). Resulta-dos: 100% dos médicos residentes apresen-tavam algum grau de burnout. Altos níveis de exaustão emocional e despersonalização foram encontrados; o tipo de especialidade não influenciou a presença da síndrome. Conclusões: os resultados deste estudo mostram altos níveis de sdp entre médicos re-sidentes pesquisados. Recomendamos novos estudos para identificar os fatores associados com a presença da síndrome.

IntroducciónEl estrés laboral es causa frecuente de al-teraciones en la salud y en el bienestar de los trabajadores. Los factores responsables de este estrés provienen tanto del entorno como de los modos de producción, lo cual incluye a la propia organización.1 La palabra Burnout significa quemado, agotado, sobre-cargado, exhausto; con esta se ha designado al síndrome de desgaste profesional (sdp), un trastorno adaptativo crónico que disminuye la calidad de vida de la persona y produce un efecto negativo en el desempeño de su actividad profesional. El sdp se desarrolla de manera progresiva y constante, por lo que es visto como un trastorno adaptativo crónico.2,3

Fue hasta 1982 en que se realizaron los primeros estudios del síndrome, cuando Maslasch y Leiter desarrollaron un instru-mento para medirlo; se trata de un cuestio-nario compuesto por 22 ítems, que se basa

en las respuestas de los trabajadores ante diferentes situaciones en su vida laboral co-tidiana, y que pretende objetivizar y valorar las tres características básicas del síndro-me:4-6 agotamiento emocional, caracteriza-do por una disminución o perdida de los recursos emocionales; despersonalización o deshumanización, caracterizada por el desarrollo de actitudes negativas o de insen-sibilidad hacia los clientes, subordinados o consumidores del servicio prestado; y falta de realización personal, caracterizada por la percepción del trabajo en forma negativa, hay reproches por no alcanzar objetivos propuestos con vivencias de insuficiencia personal y baja autoestima profesional.

Existen factores de riesgo que se aso-cian a este síndrome como son: ambiente laboral inadecuado, sexo femenino, perso-nas jóvenes, personas solteras, turnos labo-rales prolongados y rasgos de personalidad relacionados con el idealismo y expectativas altruistas exageradas, así como altos deseos de prestigio e ingresos.3,7-9

Existe una alta comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos tales como depresión, ansiedad, alcoholismo y farma-codependencia; las consecuencias directas del síndrome son el ausentismo, dificultad para trabajar en equipo, disminución de satisfacción general, movilidad laboral y, en este caso, baja significativa en los niveles de calidad en la atención médica por desperso-nalización y pobre rendimiento.8

El periodo de adiestramiento de la residencia médica es una etapa de gran exigencia y presión sobre el médico en for-mación. Se han efectuado estudios durante este periodo como el realizado en médicos residentes de Medicina Interna de la Uni-versidad de Washington que reportó una prevalencia de sdp de hasta 76% y encontró que el componente “despersonalización” era el más significativo.9

Otro estudio se realizó en el Hospital Universitario del Valle en Cali, Colombia, en el que se evaluó a 150 médicos (63 internos y 87 residentes), englobando tanto áreas clínicas como quirúrgicas, con resultados

interesantes y una prevalencia de sdp de 85.3%, catalogándolo entre moderado y severo. El componente “desgaste emocio-nal” fue el más afectado con 76%; no se reportaron diferencias significativas entre médicos internos y residentes de las áreas clínicas o quirúrgicas.10

En el año 2000, García documentó la presencia del sdp en 56 médicos residentes de especialidades en el Hospital La Fe en Valencia, España; reportó “agotamiento emocional” en 7.1%, “despersonalización” en 17.8% y 23.2% con “pérdida del logro profesional”.11,12 Esto coincide con un es-tudio realizado, en 2002, a 115 residentes de Medicina Interna en 45 escuelas de los Estados Unidos en las que se registró una prevalencia de sdp de hasta 76% y se conclu-yó que el síndrome era una causa frecuente de atención subóptima en el cuidado de los pacientes.9

Estos resultados indican que los mé-dicos residentes, por la naturaleza de su trabajo, están sometidos a un estrés crónico y sostenido, con gran responsabilidad ante los pacientes y bajo presiones de la institu-ción en que laboran.

Dado que los médicos residentes constituyen un grupo de riesgo elevado para presentar sdp con las consiguientes consecuencias en detrimento de su salud y disminución de la calidad en la atención a sus pacientes, se justifica la realización de esta investigación con el objetivo de conocer su prevalencia en los residentes del hospital regional de especialidades no. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) en el esta-do de Yucatán.

MétodosEstudio observacional, descriptivo, transver-sal; que se realizó entre junio y octubre de 2006. Se incluyeron 72 médicos residentes adscritos al hospital regional de especiali-dades no. 1 del imss en Mérida, Yucatán. Se realizó muestreo no probabilístico por conveniencia. Previa autorización del comité local de investigación y de las autoridades institucionales del hospital, se inició la se-

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lección de participantes, la cual incluyó a médicos residentes de cualquier especialidad, de ambos géneros y que tuvieran al menos seis meses de labor asistencial sistemática (contacto directo y frecuente con el paciente y sus familiares). Se les solicitó participar en el estudio por medio de consentimiento informado y se les aplicó un cuestionario de variables sociodemográficas.

Para medir el desgaste profesional se utilizó el test de Maslash Burnout Inventory (mbi), este es el instrumento más utilizado en todo el mundo, pues cumple criterios de validez convergente y divergente, y muestra una consistencia interna y una fiabilidad con alfa de Cronbach de entre 0.79 y 0.90 para las diferentes dimensiones que lo conforman: agotamiento emocional (ae), despersonaliza-

ción (dp), y realización personal (rp). Los datos fueron analizados en el programa spss Statistics.

ResultadosLa muestra estuvo constituida por 56 hom-bres (77.77%) y 16 mujeres (22.22%), con un rango de edad entre 26 y 34 años, y una media de 29 años. Se observó que 52% de los médicos era soltero, 25% casado y 2.7% vivía en unión libre.

Fueron encuestados médicos residentes de nueve especialidades diferentes: cinco de

Urgencias Médicas (6.94%); 12 de Cirugía General (16.66%); siete de Medicina Familiar (9.72%); siete de Anestesiología (9.72%); nue-ve de Pediatría (12.5%); cinco de Radiología e Imagen (6.94%); 12 de Medicina Interna (16.66%); siete de Ginecología y Obstetricia (9.72%); y ocho de Traumatología y Ortope-dia (11.11%).

Luego de evaluar el nivel de desgaste profesional, pudimos observar que la mayo-ría de los médicos encuestados presentaron niveles altos de desgaste profesional (tabla 1). Respecto a las subescalas o dimensiones del sdp encontramos que el “agotamiento emocional” fue la subescala más afectada en los médicos residentes (tabla 2).

Cuando discriminamos por especialidad, cada una de las dimensiones que conforman el sdp encontramos que el “agotamiento emo-cional” y la “despersonalización” en niveles altos fueron el común denominador de los médicos encuestados (tabla 3).

Se trató de identificar la posible relación entre el grado de desgaste profesional y el tipo de especialidad (clínica o quirúrgica), para lo cual se agruparon las especialidades del área clínica (Radiología e Imagen, Medicina Fa-miliar, Pediatría, Medicina Interna, Urgencias Médicas) y las del área quirúrgica (Anestesio-logía, Cirugía General, Traumatología y Orto-pedia, Ginecología y Obstetricia). Asimismo, se dividió el grado de desgaste profesional en bajo y alto (incluyendo en estas opciones a los médicos que reportaron grados mode-rados y severos de Burnout). Sin embargo, los resultados estadísticos no reflejaron ninguna significancia (tabla 4).

Tabla 1. Distribución de frecuencias de Burnout

Grado de Burnout o desgaste profesional n %

Bajo 20 27.77

Medio 22 30.56

Alto 30 41.66

Total 72 100

Tabla 2. Distribución de frecuenciasde las dimensiones del Burnout

Dimensión del BurnoutBajo Medio Alto

n % n % n %

Despersonalización 25 34.72 16 22.22 31 43.05

Realización personal 30 41.66 22 30.56 20 27.77

Agotamiento emocional 10 13.88 21 29.17 41 56.94

Tabla 3. Dimensiones del desgaste profesionalpor especialidad

EspecialidadDimensiones del desgaste profesional

Agotamientoemocional Despersonalización Realización

personal

Urgencias Médicas Alto Alto Bajo

Cirugía General Alto Alto Bajo

Medicina Familiar Alto Alto Bajo

Anestesiología Alto Alto Bajo

Pediatría Alto Alto Alto

Radiología e Imagen Medio Alto Alto

Medicina Interna Alto Alto Bajo

Ginecología y Obstetricia Alto Alto Bajo

Traumatología y Ortopedia Alto Alto Medio

Tabla 4. Desgaste profesional y tipo de especialidad

Tipo de especialidad médica

Grado de Burnout

χ2 pBajo Alto

n % n %

Clínica 12 16.66 26 36.110.5796 0.446

Quirúrgica 8 11.11 26 36.11

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DiscusiónEn cada etapa de la carrera profesional, el médico está sometido a tensiones y pruebas que supera con mayor o menor dificultad psicológica.13 Particularmente, el final de la residencia está acompañado de una serie de frustraciones que pueden ser más o menos superadas. Partiendo de lo anterior, podemos considerar que los años de la residencia médi-ca son especialmente vulnerables dado que es el periodo en el que se produce la transición de las expectativas idealistas a la práctica cotidiana y se aprende que las recompensas personales, económicas y profesionales, no son ni las prometidas ni las esperadas.

El presente trabajo abordó el desgaste profesional en médicos residentes, tema que ha cobrado relevancia en los últimos tiempos y ha sido objeto de múltiples in-vestigaciones debido al incremento en la incidencia de padecimientos asociados, tales como: ansiedad, depresión, trastornos de conducta alimentaria, fatiga crónica, estrés, entre muchos otros que aquejan a la pobla-ción médica, la cual, se considera vulnerable debido a las largas jornadas de entrenamien-to, la constante necesidad de actualización y las múltiples tareas académicas.14

La prevalencia del sdp en las institucio-nes de salud ha sido estudiada en diferentes publicaciones de todo el mundo. Son im-portantes los hallazgos de este trabajo, en el cual encontramos que el cien por ciento de la población estudiada presentó algún grado de sdp, porcentaje mucho mayor a lo esperado, sobre todo si se compara con los trabajos de Shanafelt y cols.,9 quienes estudiaron a resi-dentes de Medicina Interna en un hospital de Estados Unidos, e informaron una pre-valencia de 76%; Osuna y cols.,15 en Nayarit, quienes encontraron niveles intermedios de prevalencia (59.5%) en los que predominó un nivel alto de la subescala “despersona-lización” y un nivel bajo de “agotamiento emocional” en los médicos residentes es-tudiados. Este último dato coincide con lo hallado en el presente estudio acerca del nivel de “despersonalización”, sin embargo, el nivel de “agotamiento emocional” registrado

en este estudio es superior al reportado por ellos. Esto puede deberse a factores sociode-mográficos asociados, mismos que no fueron estudiados en este trabajo.

Un dato que llama la atención es que las especialidades de Pediatría y Radiología e Imagen, no obstante que presentaron una elevada prevalencia de “despersonalización” y “agotamiento emocional” fueron las úni-cas que mantuvieron un nivel elevado de “realización personal”; lo cual se atribuye a que tienen buen grado de satisfacción en sus logros personales.

La relación de un nivel mayor de “desgaste profesional” con un determinado tipo de especialidad es controversial, ya que diversos estudios reportan niveles altos en diferentes especialidades,1,9,11,16 sin embargo, en este trabajo no se registraron diferencias estadísticamente significativas entre las áreas clínicas y quirúrgicas. Un resultado similar fue encontrado por Guevara10 en el Hospital Universitario del Valle en Cali, Colombia, donde no se reportaron diferencias signifi-cativas entre médicos residentes de las áreas clínicas o quirúrgicas.

El considerable porcentaje de desgaste profesional en niveles medio y alto que pre-sentan los residentes de las distintas espe-cialidades podría estar asociado a múltiples factores, por lo que resulta indispensable rea-lizar estudios longitudinales en ellos, desde el primer día de su adiestramiento, con medi-ciones cada determinado tiempo para poder identificar en qué momento se presentan los síntomas del desgaste profesional así como los factores de riesgo (sociodemográficos y/o laborales) relacionados directamente con el sistema de especialidades médicas, y que los resultados puedan ser aplicados para desarrollar estrategias que contribuyan a crear condiciones laborales propicias para los residentes.

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Artículo de revisión

ResumenLa ludopatía o juego patológico se manifiesta en la incapacidad para controlar el deseo de efectuar apuestas y como consecuencia, puede generar la destrucción del capital económico, afectivo, familiar y social de una persona. El médico familiar, por su perfil, se ubica en una posición privilegiada para prevenir la ludopatía, realizando la detección temprana de personas con “juego proble-ma”; además de ofrecer un tratamiento integral, con el apoyo de un equipo multi-disciplinario.

SummaryAddiction to gambling or pathological gambling manifests itself in the inability to control the desire to make bets and as a con-sequence, this can cause the destruction of the economic, emotional, family, and social capital of a person. The Family Physician, by his profile, is located in a privileged position to prevent addiction to gambling, making early detection of people with “problem to play”; in addition to offer a comprehensive treatment, with the support of a multidisci-plinary team.

ResumoLa ludopatía o jogo compulsivo ou patológico se manifesta na incapacidade de controlar o desejo de “fazer uma aposta” e, como resultado, poderia conduzir à destruição do capital econômico, emocional, familiar e social de uma pessoa. O médico de família, pelo seu perfil, está situado numa posição privilegiada para prevenir a dependência do jogo, conseguindo a detecção precoce de pessoas com “problema de jogo”. Além de oferecer tratamento integral, apoiado por uma equipe multidisciplinar.

La ludopatía, problema de salud actual: ¿qué puede hacer el médico familiar?

Addiction to Gambling, Current Health Problem: What can the Family Physician do?Ludopatía, problema de saúde atual patológico: o que pode o médico de família?

Mónica Morales-Ramírez,* José Manuel Ramírez-Aranda,** Manuel Avilés-Cura,* Teófilo Garza-Elizondo**

Palabras clave: ludopatía, aten-ción primaria, medicina familiarPalabras clave: ludopatía, aten-ción primaria, medicina familiarPalavras-chave: ludopatía, cuidados primários, medicina de família

Recibido: 12/10/14Aceptado: 30/4/15

*Médico Familiar, Instituto Mexi-cano del Seguro Social (imss). **Profesor de la residencia en Medicina Familiar.

Correspondencia:José Manuel Ramírez [email protected]

Este artículo debe citarse: Morales-Ramírez M, Ramírez-Aranda JM, Avilés-Cura M, Garza-Elizondo T. La ludopatía, problema de salud actual: ¿qué puede hacer el médico familiar. Aten Fam. 2015;22(4):115-117.

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IntroducciónLa popularidad y el acceso a los juegos de apuestas se ha incrementado significati-vamente durante las últimas dos décadas como consecuencia, entre otras causas, a la legalización de casinos y al aumento en pu-blicidad y mercadotecnia de dichos juegos a través de todos los medios de comunicación.1

Los problemas que generan estos juegos requieren de una mayor atención ya que no solo ocurren en nuestro país, sino también en todo el mundo.

Desde el punto de vista de la Medicina Familiar el foco de atención se extiende más allá del individuo en riesgo o el pro-blema de salud, para abarcar la familia en su totalidad. El médico de familia (mf), es el único especialista con un enfoque integral y preventivo, que por la continuidad y la perspectiva sistémica de la atención de los problemas que aquejan a sus pacientes puede ofrecer también atención a sus familias. Por ello, es de interés revisar el tema, ya que el mf se encuentra en una posición privilegia-da para abordar y apoyar a las familias con adicciones.

LudopatíaEn 1994, Ochoa y Labrador crearon un cla-sificación para aquellas personas que juegan y los dividieron en: jugador social, jugador problema, jugador patológico o ludópata y profesionales.2 El jugador problema tiene una forma de juego excesiva pero no cumple los criterios diagnósticos de jugador patológico con base en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (dsm-iv-tr).3

La ludopatía evidencia una falta de con-trol de los impulsos, la cual se manifiesta en la incapacidad para dominar el deseo de apostar y como resultado, genera la destrucción de todo el capital económico, afectivo y social de una persona.3-4

En la etiopatogenia de la ludopatía se han involucrado distintos mecanismos, como las alteraciones de las vías serotoninérgicas y noradrenérgicas, a través de niveles de activa-ción y búsqueda de sensaciones placenteras, y de vías dopaminérgicas como explicación

de los trastornos adictivos en el ludópata, las cuales han sido la base de la utilización de la farmacoterapia en este trastorno. Actualmen-te, incluso se menciona una implicación ge-nética por la alta frecuencia de antecedentes familiares de ludopatía en personas con este problema. Otros investigadores señalan tam-bién factores sociales, ambientales y propios de la personalidad, tales como la tendencia a la ansiedad, depresión o dependencia; sin embargo, no se ha llegado a un consenso referente a la etiología del juego problema y/o patológico, basta con observar los dife-rentes criterios diagnósticos que se pueden encontrar en el dsm-iv-tr.3,5,6

Lo que se ha observado es que los hombres tienden a jugar más por excitación y para ganar dinero, en tanto que las mujeres lo hacen para enfrentar problemas personales como la depresión o la soledad.7

Globalmente, se estima que la edad de inicio de los juegos de azar se presenta, en promedio a los 11.5 años.8 España, Es-tados Unidos y Canadá, reportan que este trastorno puede afectar a más de 3% de la población adulta y se estima que más de 15 millones de adolescentes, entre 12 y 17 años, participan en juegos de apuestas, de los cuales al menos 2.2 millones tienen seve-ros problemas relacionados con el juego.9-11

En México, la Federación Mexicana de Jugadores en Riesgo, A.C. (femejuri), reporta una prevalencia de juego patológico de alre-dedor de 5% en zonas de gran oferta lúdica, como es el caso de Nuevo León.12

La familia ludópataAl igual que en otras adicciones, el juego patológico tiene repercusión en esferas relacionales más allá del paciente, es decir, en la familia, los amigos y el ambiente laboral.13

Es posible que el juego patológico represente un mecanismo mediante el cual la familia mantiene la homeostasis disfun-cional tóxica del sistema, y de este modo, oculta la causa real de esta patología, como por ejemplo, disfunciones familiares ya sean: problemas de roles, jerarquías o alguna otra variante dentro de la funcionalidad fami-

liar que aliente a un miembro vulnerable a generar dependencias o adicciones;14 la investigación tiene una amplio terreno para ahondar en ello.

¿Qué características dinámicas son concurrentes en las familias que presentan este tipo de conductas? Por lo general, las familias atrapadas en conductas adictivas muestran ciclos interaccionales de retroali-mentación que mantienen dicha conducta. No es difícil observar que las personas lu-dópatas organizan su vida familiar en torno a este problema, incluso, que los familiares alientan consciente o inconscientemente su ludopatía, cubriendo tareas que el ludópata deja de efectuar o delegando tareas a otros familiares. Además, se ha identificado una relación entre el alcoholismo y los juegos de apuesta.14 En la familia, dependiendo del tipo de relación, puede haber mayor impacto en la pareja y los hijos que en el mismo jugador.15,16

El médico familiar ante el diagnóstico de ludopatíaLa ludopatía es un diagnóstico que puede pasarse por alto frecuentemente en la con-sulta, por lo tanto, la detección temprana de la predisposición al juego es un área de opor-tunidad para el médico de atención primaria, antes de que emerja la patología plenamente.

El mf dispone para la detección y diag-nóstico del juego patológico de los criterios diagnósticos del dsm durante las entrevistas y de diversos cuestionarios específicos. Sin em-bargo, los más utilizados son: Cuestionario breve de juego patológico, Cuestionario de juego de South Oaks (sogs) y la Adaptación al juego patológico del Índice de severidad de las adicciones, de Petry.17-19

Durante la entrevista es imprescindible interrogar de manera específica sobre la existencia de este padecimiento y si hay una posible conexión con el motivo de consulta. Esto puede ocurrir cuando el mf detecta que la conducta ansiosa del paciente puede estar relacionada con la presencia de algún trastorno de conducta, sueño, problemas maritales o familiares asociados a un síntoma inespecífico.

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En las primeras etapas, el mf podrá valerse de distintas estrategias educativas, como lo son los programas psicoeducativos o la consejería de la atención primaria; el abordaje puede ser individual -con enfoque familiar- o familiar si el paciente accede a un trabajo con los miembros de este grupo.

Existe evidencia sobre la eficacia de la terapia congnitivo-conductual para el trata-miento del jugador problema y el jugador patológico.20

En las últimas etapas el juego patoló-gico, debe ser tratado como cualquier otra adicción con diversas intervenciones como terapias aversivas, desensibilización, control de estímulos, control de impulsos, exposición en vivo con supervisión, anticipación de recaídas y prevención de respuestas, terapia cognitivo-conductual, entre otras.21

Sin embargo, los resultados general-mente no son buenos. Báez y cols., señalan que existe una tasa de abandono al tratamien-to de 20% y que es necesario, no solo diseñar programas para tratar la patología, sino ade-más diseñar programas de intervención para aquellas personas que minimizan su juego.22

El tratamiento farmacológico no ha mostrado eficacia en casos en los que no hay algún otro problema acompañante como lo es la depresión; no obstante, en algunas investigaciones se demuestra una posible si-nergia entre el tratamiento farmacológico y el psicológico cuando coexiste la depresión, es por ello que se suelen utilizar antidepresivos como la paroxetina.23

ConclusionesEl juego patológico es un problema emer-gente en la sociedad, el mf por su perfil se ubica en una posición única para prevenir la ludopatía, realizando una detección temprana

de personas con juego problema, además de que puede brindar un tratamiento integral, con un equipo multidisciplinario en pacientes y familias con este diagnóstico. En general, el especialista en Medicina Familiar debe tener la habilidad para divulgar la información, co-municar los riesgos de la patología, identificar grupos vulnerables, diseñar y formular políti-cas de prevención y plantear un tratamiento acompañando al paciente y a su familia.

Es necesario que los médicos familiares y en general los profesionales de la salud cuyo escenario de actividades es el primer nivel de atención, incluyan en su agenda de investigación los diversos aspectos de este difícil problema que aquejará cada vez más a los pacientes y a sus familias.

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Ludopatía

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Artículo especial

Motivación vital: el motor del investigadorLa motivación es el motor del investigador. Y según sea el “motor”, así será la investigación realizada, no solo las conclusiones, sino el mismo proceso, que por componerse de vivencias y de fragmentos de biografía, puede ser más importante que los resultados. La motivación que impulsa al médico familiar a investigar tiene, pues, una enorme carga personal y se convierte en una “motivación vital”.1

La necesaria revisión bibliográfica con que se inicia toda investi-gación, no debe confundirse con la motivación. Documentar con las publicaciones adecuadas el estado de determinado asunto, delimitar la cuestión que se quiere investigar, elaborar las preguntas tras las que se buscarán respuestas, es conformar el protocolo necesario en cualquier investigación seria; requisito necesario, pero no suficiente para investigar en Medicina Familiar. La motivación es fuerza vital, interior, que se exterioriza después en el esfuerzo científico, es decir, que no basta zambullirse en las referencias bibliográficas sobre un tema para templar el “motor” del investigador.

En el caso del médico familiar, son los desafíos diarios, clínicos y docentes, los que se transforman en preguntas que claman por res-puestas y cuajan en la investigación. Aclarar la trayectoria de vida es esencial para justificar la investigación y el esfuerzo que lleva consigo.

Trayectoria biográfica. Fueron los tiempos universitarios, de re-cuerdos inolvidables, vividos con pacientes y profesores, los primeros pasos de lo que, con el tiempo se convirtió en trabajo docente e investigativo. Necesario es recordar el entusiasmo que nos envolvía cuando ingresamos en la facultad de medicina, teniendo claro el ideal de ayudar a las personas siendo médicos, conociendo al ser humano necesitado de ayuda.

Transcurrieron más de 20 años desde aquella clase en la que el profesor nos desafió con la filosofía de Descartes, y nos pasa-mos varias horas discutiéndola; y los libros y películas que nos sugería ver, para después comentarlas en grupo. Sí, queríamos ser médicos pero intuíamos que “solamente estudiando medicina” no

conseguiríamos alcanzar la excelencia que nos proponíamos.

Los clásicos de la literatura, las produc-ciones cinematográficas, el asistir a una ópe-ra, se mezclaban con el cuidado atento que el profesor nos dispensaba en nuestras “crisis” de estudiante cuando, por ejemplo, moría alguno de nuestros pacientes. Aprender, en la práctica, que para ser un buen médico y poder cuidar de los pacientes y de la familia hasta el final de la vida, son necesarias ha-bilidades, postura, actitudes que sobrepasan el conocimiento técnico que nos ofrecían en la universidad.

Con el tiempo supimos que ese con-junto de destrezas es lo que se entiende por arte médica, un conocimiento que va mucho más lejos que el dominio técnico de la en-fermedad, que implica conocer a la persona que la padece, pues cada enfermo la vive de manera única y personalizada. Nos iniciába-mos en la práctica de una medicina integral, personalizada, aquella que en el decir de Pellegrino, uno de los grandes maestros en medicina humanística, es “la más científica de las humanidades y la más humana de las ciencias”.2

Aquel grupo de estudiantes, que cada año aumentaba con colegas de otras facul-tades, estaba vinculado intelectualmente a la Sobramfa-Educação Médica e Humanismo,3 una institución fundada en 1992 para promo-ver la formación humanística de los médicos y el desarrollo de la Medicina Familiar en Brasil.4,5 En ese ambiente, nació nuestra primera publicación como estudiantes,6 que con el tiempo dio lugar a las primeras

Investigación en Medicina Familiar: un esfuerzo necesario

Family Medicine Research: a necessary effortPesquisa em Medicina de Família : um esforço necessário

Graziela Moreto,* Marcelo R. Levites,** Pablo González-Blasco***

*Doctor en Medicina, Univer-sidad de São Paulo; directora internacional, Sobramfa-Edu-cación Médica y Humanismo, São Paulo, Brasil. **Doctor en Medicina, Universidad de São Paulo; director de Formación, Sobramfa.***Doctor en Medicina; director científico, Sobramfa.

CorrespondenciaPablo Gonzá[email protected]

Este artículo debe citarse: Moreto G, Levites MR, González-Blasco P. Investigación en Medicina Familiar: un esfuerzo necesario. Aten Fam. 2015;22(4):118-120.

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publicaciones internacionales.7 Entendimos que no bastaba aprovechar y disfrutar con la formación que recibíamos sino que teníamos la obligación de compartirla con muchos otros, de hacerla pública, esto es, de divulgar nuestras experiencias.8,9

Siendo todavía estudiantes, nos impli-camos en las actividades de Sobramfa como una actividad que llegaba a ser un currículo de formación paralelo al que teníamos en la universidad; tuvimos la oportunidad de acompañar al profesor cuando atendía a sus pacientes y, con el pasar del tiempo, este mo-delo de aprendizaje -análogo a las antiguas enseñanzas de oficio, en las que el aprendiz se instruía al lado del maestro- se cristalizó en una metodología que, actualmente, Sobramfa utiliza con destreza para formar a residentes y jóvenes médicos.10

Al mismo tiempo tuvimos una colabo-ración activa en la organización de congresos anuales, reuniones mensuales de discusión clínica conducidas por estudiantes, así como participación en congresos internacionales de profesores de Medicina de Familia (stfm.org), y ambulatorios para pacientes carentes de recursos, en los cuales los estudiantes más veteranos enseñaban a los más jóvenes, bajo supervisión; en fin, una serie variada y provechosa de actividades académicas con estudiantes provenientes de varias facultades de medicina brasileñas.11

Finalizada la formación universitaria y actuando como médicos y profesores de Sobramfa en los últimos quince años, la trayectoria biográfica desembocó en la inves-tigación que busca respuestas a los desafíos clínicos y docentes que surgen enfrentando los ideales acumulados en estos años.

Investigación y certificación académica.Aunque las líneas de investigación sean dife-rentes en su desarrollo metodológico, tienen -semejante a lo que hasta ahora se ha descrito- raíces comunes; y son raíces que se alimentan del ámbito cotidiano del médico familiar. ¿Cómo forjar un médico de referencia para el enfermo; un médico “de cabecera” a quien se le pueda consultar cualquier problema de

salud, que sepa acoger y entender al enfermo porque le conoce como persona? Es decir, ¿cómo formar un buen médico familiar?

Frente a estas preguntas, sencillas y esenciales, surgen los dos temas que origi-nan la investigación, por un lado, la reac-ción del médico, especialmente del joven residente, que entendiendo ese papel de consultor en salud como algo muy compli-cado, se asusta con las amplias posibilidades que el paciente le puede solicitar, ¿cómo es posible estar atento a todas las cuestiones que el paciente nos formule?, ¿cómo puedo saber de todo? En otras palabras, ¿cómo sentirse tranquilo ante la incertidumbre de estas posibilidades clínicas? Estudiar el perfil de los residentes y relacionarlo con la edad, especialidad y género ayuda a entender cómo navegan -o naufragan- los jóvenes profesionales por los mares de la incertidumbre.

La otra línea de investigación tiene al enfermo como referencia, ¿cómo debe ser la formación del médico para que responda efectivamente a las expectativas de los pa-cientes? Es decir, ¿cómo formar un médico que de hecho consiga entender al paciente, en todas sus dimensiones, un médico empá-tico? El estudio de la empatía en el medio académico revela su estrecha relación con un mejor desempeño clínico (tanto en el diag-nóstico como en la adhesión al tratamiento), con una mayor satisfacción de los pacientes y del propio médico.

Para caracterizar el perfil de los médicos residentes en sus percepciones y actitudes frente a la diversas situaciones clínicas que generan incertidumbre, utilizamos un estu-dio descriptivo, comparativo y transversal. El estudio fue desarrollado en 2013, con una muestra no aleatoria de 90 residentes de un hospital universitario, usando la escala Physician’s Reactions to Uncertainty (pru) después de una traducción transcultural, evaluando a los residentes de acuerdo con el género, la especialidad, y la edad. Los resultados revelaron algo que intuitivamente sabíamos, pero que con una demostración formal exige mayor atención y el pensar en intervenciones

docentes: los más jóvenes y con menos tiem-po de práctica, reaccionan peor delante de las situaciones de incertidumbre.12

Hay que entender que la tecnología es seductora y los jóvenes esperan todas las respuestas de estos recursos modernos. El cúmulo de posibilidades técnicas -que tam-bién les llegan por las solicitudes del paciente, que está más informado que nunca- más que ayudar, dificulta; el miedo a equivocarse de-lante del amplio panorama de posibilidades le desgasta, los muchos árboles le impiden ver el bosque.

La intervención concreta que se puede proponer es que actúen junto a profesores con mayor experiencia e introducirlos en escenarios de formación humanística. Es la postura del médico y el abordaje antropoló-gico lo que ayuda a navegar en las aguas de la incertidumbre y a tratar los dilemas del ser humano, así como a no abstraernos en una indigestión tecnológica.

Para evaluar la modificación de la em-patía en estudiantes de medicina según su graduación realizamos un estudio con 296 alumnos de una facultad privada en la ciudad de São Paulo, Brasil, dividiéndolos en gru-pos de acuerdo con el año de graduación: grupo básico (para 1º y 2º), grupo clínico (3º y 4º) y grupo de rotaciones clínicas (5 º y 6 º). Aplicamos simultáneamente dos escalas (escala de Jefferson -jspe- versión de estudiantes y la de emri-Davis), y realizamos un análisis comparativo entre la puntuación conseguida en ambas. Con la jspe no hubo diferencia significativa de cambios en el nivel de em-patía entre los primeros y los últimos años de la facultad, sin embargo, los resultados de emri apuntan a una disminución en el grupo de alumnos de los últimos años (rotaciones clínicas) cuando se evalúa el componente afectivo; es decir, los resultados muestran que la empatía cambia y que la dimensión afectiva es la más perjudicada durante los últimos años. Identificar esta erosión sugiere que la dimensión afectiva de la empatía, debe ser contemplada. Una consecuencia práctica de esta conclusión es la atención que debe merecer la educación de las emociones del estudiante.13

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Consecuencias y perspectivas. En ambas líneas de investigación la sentencia antes citada de Pellegrino sobre la naturaleza de la medicina asume proporciones palpables. El médico familiar debe conocer no solo la enfermedad, sino antes y principalmente, a la persona que está enferma. Cuando nos encontramos con las historias de vida de nuestros pacientes y palpamos su sufrimien-to, es cuando surge el miedo a involucrarse emocionalmente y la incertidumbre de que no sabremos qué hacer con tanta y tan va-riada información.

La erosión de la empatía a la que apun-tan los resultados de la investigación, ma-nifiesta claramente que es difícil prevenirla cuando no se tienen en cuenta las emociones de los estudiantes. Las personas, afortunada-mente, sienten y se compadecen delante del sufrir ajeno. Si no se toman en cuenta estos sentimientos en el ámbito académico -quizá porque no se tiene claro cómo hacerlo- la reacción de “desamparo” desemboca en inseguridad, el miedo a equivocarse paraliza y la incertidumbre asume el gobierno del joven médico, mientras la calidad de la asistencia disminuye. Es necesario encontrar caminos para trabajar las emociones que surgen al contacto con el enfermo desde los primeros momentos de la formación médica, de lo contrario, el estudiante buscará amparo en las soluciones técnicas, un falso consuelo que no satisface y que genera distanciamiento del enfermo y, a la larga, un comportamiento que carece de humanismo y de ética.14 De ahí, que no sea extraño que algunos médicos sientan disgusto al ejercer su profesión y una inseguridad permanente que los lleva a tratar mal al enfermo.

Ejercitar la auto reflexión crítica a partir del encuentro con el paciente y conociendo las propias emociones es un requisito impres-cindible para comprender los sentimientos del otro, un verdadero indicador de habilidad empática.15 El verdadero impacto educativo no se agota en las emociones in natura sino que exige un proceso de reflexión sobre las mismas, con la colaboración de profe-sores que, a modo de “enzimas” ayuden a

catalizar las reacciones emocionales para que cristalicen en vivencias y en actitudes éticas.16 Así, el profesor debe estar atento a los momentos cruciales en los que emergen las emociones a fin de utilizarlas como una oportunidad formativa. Para esto, tendrá que proporcionar un ambiente adecuado en el cual el estudiante pueda exponer sus angustias, miedos y fragilidades; permitir que comparta sus sentimientos para poder tra-bajarlos y conducirlos a la madurez afectiva que es capaz de desarrollar en los médicos una actitud empática perdurable.

El modelo del profesor en ese proceso educativo es esencial, tanto para el desarrollo de la empatía como para obtener mejores respuestas a la incertidumbre,17 es el profesor el que “contagia” al alumno, con sus actitu-des impregnadas de ética al demostrarlas en su práctica clínica diaria.18 Cuando se tienen relaciones empáticas con los profesores, los estudiantes también sabrán practicarlas con los enfermos, y la confianza que de aquí se deduce, facilita el manejo de las situaciones complejas que generan incertidumbre.

La formación humanista, el profesor como ejemplo: un compromiso y un de-ber. El compromiso de relatar lo que vivimos en esta trayectoria, y el deber de transmitir nuestra experiencia a los que vengan des-pués, es una realidad que nos transciende y esperamos que sea útil. Compartir los conocimientos es una actitud que nos pro-tege de desviaciones y ayuda a conservar la perspectiva de la realidad, como bien advertía Don Quijote a Sancho (recién nombrado go-bernador de la Ínsula Barataria) alertándole sobre la importancia de la modestia y del conocimiento propio “algo más difícil de lo que se podría imaginar y quien lo tiene no se hincha ni enloquece, y toma por medio la virtud y no la sangre; pues la sangre se hereda, y la virtud se conquista; y la virtud vale por si lo que la sangre no puede valer”.19

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Identifique el caso

Respuesta del diagnóstico de la

imagen Aten Fam 2015;22(3):92El pioderma gangrenoso es una enferme-dad cutánea, inflamatoria, necrotizante e infrecuente, caracterizada por un nódulo o pústula dolorosa, que se rompe y en la

mayoría de los casos forma una úlcera de rápido crecimiento.1

Suele presentarse a cualquier edad, aunque afecta más a mujeres de 20 a 50 años y solo 4% de los casos ocurre en niños,2 con una incidencia de dos casos al año por millón de habitantes. Se ha propuesto que su etiopatogenia se debe a alteraciones en la inmunidad humoral o celu-lar, como defectos en la quimiotaxis o en función de los neutrófilos.3 Las lesiones iniciales pueden confundirse con ectima, abscesos en piel o foliculitis, ya que se trata de vesículas o pústulas que al conjuntarse llegan a formar una placa, dando lugar a una ulceración dolorosa, que se caracteriza por tener bordes socavados, de color eritematovioláceo, sobre elevado, con un halo eritematoso, de fondo sucio tipo necrótico, localizadas generalmente en piernas, aunque pueden observarse en cualquier parte del cuerpo; debe pensarse en esta patología por la falta de respuesta a un antimicrobiano habitual. Powel, en 1996, clasificó al pioderma gangrenoso en cuatro variantes clínicas: ulcerativa (asociada a enfermedad inflamatoria intestinal, gamapatías monoclonales y artritis); pustular (asociada a enfermedad inflamatoria intestinal); bulosa (asociada a desórdenes mieloprolifera-tivos); y vegetativa (no asociada a otro tipo de enfermedades).4

La variedad pustulosa no evoluciona a ulceración por lo que se consi-dera una forma abortiva de la misma.5 Aproximadamente un tercio de

Alejandro Guerrero-Zulueta*

*Médico adscrito a la unidad de medicina familiar (umf) no. 22, Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), hospital, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste), Teziutlán, Puebla, México.

Correspondencia:Alejandro [email protected]

Este artículo debe citarse: Guerrero-Zulueta A.Pioderma Gangrenoso. Aten Fam. 2015;22(4):121.

Masculino de 27 años, con lesiones tumorales en piel cabe-lluda, de un año de evolución, no dolorosas, no prurigino-sas, con pérdida de pelo en los sitios donde se implantan.

los casos se asocia a enfermedad inflamatoria intestinal, presentándose la colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn.6

Los hallazgos histológicos reportados van desde alteraciones inespecíficas sin compro-miso de vasos hasta vasculitis necrotizante,7 Es característico en esta patología observar un infiltrado predominantemente neutrofílico.8

El diagnóstico diferencial se debe establecer con enfermedades comunes en la consulta externa como: complejo de pierna ulcerado, ectima, tuberculosis de la piel ulcerada o mi-cosis profundas.El tratamiento más prescrito es la prednisona a dosis de 0.5 a 2 mg.kg. al día en forma conti-nua varios meses, hasta lograr la remisión del cuadro.9 No deben olvidarse los efectos co-laterales como: hiperglucemia, osteoporosis, atrofia cutánea, síndrome de Cushing, etc., o usar la ciclosporina y de los antimicrobianos la minociclina es el más adecuado.

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Aten Fam 2015; volumen 22Números 1-4

Índice analítico

AAcné 30Análisis de costos de la polifarmacia en ancianos 72 de los motivos de consulta para la toma de decisiones en Medicina Familiar 14 psicodinámico de transferencia y contratransferencia en la formación de médicos familiares 58Autoayuda en el manejo del síndrome metabólico 102

BBurnout en trabajadores de un centro de salud 46

CCalidad de vida funcionalidad familiar en adolescentes embarazadas, y 64Cáncer gástrico 92Competencias profesionales en Medicina Familiar identificación y clasificación 19Comunicación malas noticias en la práctica médica 95Conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 97

DDesgaste profesional en médicos residentes 111

EEstilos de vida y control glucémico en pacientes con Diabetes Mellitus 68 educativos parentales y embarazo en adolescentes 39Estrategia educativa en pacientes diabéticos 108 en preescolares con factores de riesgo cardiovascular 77 para la formación de investigadores en Medicina Familiar en México 33

FFactores biopsicosociales que influyen en la elección de la vasectomía 82

Funcionalidad familiar en pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda 7 en pacientes con anorexia nerviosa y bulimia 54

GGestión del conocimiento en Medicina Familiar 63

IInvestigación en Medicina Familiar 118

LLiderazgo en la gestión médica 1Ludopatía 115

MMétodos anticonceptivos conocimiento y uso en adolescentes 35

NNivel de empatía en médicos del servicio de urgencias 43

PPercepción de apoyo en la pareja reconstituida 50Pioderma gangrenoso 121Pitiriasis Rosada de Gibert 62Procesos de supervisión académica en el “Curso de especialización en Medicina Familiar” en la unam 26

SSeroprevalencia de hepatitis C 2

TTrastorno disocial en adolescentes 87

UUso de psicofármacos en adultos mayores 10

Índice de autores

AAgostini-Zampieron M. 10Aquiahuatl-Méndez S. 7Arca-Fabre A. 10Avilés-Cura M. 115Aybar-Maino J. 10

BBaillet-Esquivel L. 14

Balcázar-Rincón L. 111Bernal-Gómez B. 92Brito-Zurita O. 102

CCamacho-Calderón N. 2Castañeda-Sánchez O. 1, 64, 68, 72, 77, 82, 87, 102Castro-Guerrero J. 92Cervantes-García B. 102Coghlan-López J. 68

DDávila-Mendoza R. 33, 35

EElizaldi-Lozano N. 108

FFernández-Ortega M. 58

GGarza-Elizondo T. 115Gómez-Castellanos J. 92Gómez-Clavelina F. 19, 33González-Blasco P. 118González-Pedraza Avilés A. 33, 39, 43, 46, 50Grijalva M. 19Guerrero-Rodríguez G. 2Guerrero-Zulueta A. 30, 62, 92, 121Gutiérrez-Gabriel I. 7Guzmán M. 102

HHamui-Sutton A. 26Heit-Barbini F. 10Hernández-Torres I. 19, 26, 58Hernández-Vargas C. 58

IIrigoyen-Coria A. 58

JJiménez-Llamas M. 63

LLandgrave-Ibáñez S. 39, 43Leal-Hernández M. 97León-Corrales I. 64León-Félix J. 87Levites M. 118Lidón-Cerezuela M. 97López-Ruiz E. 82Loyola-Durán L. 43

Índices

ate

n fam

2015;22(4)

123

MMadrigal-de León H. 14, 50Martínez-Gracián H. 14Martínez-Navarro A. 97Martínez-Navarro M. 97Mejía-Contreras R. 102Mónaco-Ditieri M. 10Montejo-Fraga L. 111Montesinos-Guerrero M. 50Morales-Ramírez M. 115Moreto G. 118Myozoti V. 102

NNavarro-Oliver A. 97

OOlvera-Islas R. 46Ortiz-Zaragoza M. 33, 39

PPérez-López S. 39Pichardo-Hernández J. 108Ponce-Rosas E. 14, 35, 43

RRamírez-Alcántara Y. 111Ramírez-Aranda J. 115Ramírez-de la Roche O. 95Ramírez-Ibáñez M. 95Ramírez-Ochoa V. 26Ramos-Salazar L. 82Rebellón-Sánchez D. 92Reynoso-Arenas M. 87Rojas-Gurrola R. 102Ruelas-Oliveros G. 77Ruiz-Merino G. 97

SSainos-López D. 54Sánchez-Meneses M. 35Sánchez-Morales M. 54Santiago-Torres L. 2Soberanes-López I. 87Soto-Acevedo F. 64

TTéllez-Villagra C. 46

UUrbán-Reyes B. 68Urbina-Méndez R. 58

VValenzuela-García B. 72Vázquez-Cruz E. 7, 54Villegas-Marín G. 102

Índice por temas

EditorialesCómo comunicar malas noticias en la práctica médica 95El papel del liderazgo en la gestión médica 1Estrategias educativas para la formación de investigadores en Medicina Familiar en México 33Gestión del conocimiento en Medicina Familiar, el caso de Ciudad Obregón, Sonora, México 63

Artículos originalesAlcances de una estrategia educativaen pacientes diabéticos de una unidad de medicina familiar 108Análisis de costos de la polifarmacia en ancianos 72Análisis de los motivos de consulta para la toma de decisiones en Medicina Familiar 14Calidad de vida y funcionalidad familiar en adolescentes embarazadas derechohabientes de una unidad de medicina familiar del estado de Sonora, México 64Conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovascular y grado de control de la Diabetes Mellitus tipo 2 en un grupo de diabéticos españoles 97Conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes de un centro de salud 35Efecto de una intervención educativa en preescolares con factores de riesgo cardiovascular en Ciudad Obregón, Sonora 77Estilo de vida y control glucémico en pacientes con Diabetes Mellitus en el primer nivel de atención 68Estilos educativos parentales y embarazo en adolescentes 39Factores biopsicosociales que influyen en la elección de la vasectomía 82Frecuencia de trastorno disocial en adolescentes que en su infancia asistieron a guarderías 87

Funcionalidad familiar en pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda 7Identificación y clasificación de competencias profesionales en Medicina Familiar 19Impacto de un grupo de autoayuda en el manejo del síndrome metabólico 102Nivel de empatía en médicos del servicio de urgencias de un hospital público de la ciudad de México 43Percepción de apoyo en la pareja reconstituida: el camino al ensamblaje 50Prevalencia de Burnout en trabajadores de un centro de salud 46Prevalencia del síndrome de desgaste profesional en médicos residentes de un hospital de Mérida, Yucatán, México 111Seroprevalencia de hepatitis C en usuarios de unidades de medicina familiar en Querétaro, México 2Uso de psicofármacos en un grupo de adultos mayores de Rosario, Argentina 10

Artículos especialesInvestigación en Medicina Familiar: un esfuerzo necesario 118Los procesos de supervisión académica en el “Curso de especialización en Medicina Familiar” en la unam 26

Artículos de revisiónAnálisis psicodinámico de la transferencia y contratransferencia en la formación de médicos familiares en México 58Funcionalidad familiar en pacientes con anorexia nerviosa y bulimia 54La ludopatía, problema de salud actual: ¿qué puede hacer el médico familiar? 115

Identifique el casoAcné 30Cáncer gástrico 92Pioderma gangrenoso 121Pitiriasis Rosada de Gibert 62

Índices

Atención Familiar es el órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Pos-grado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, unam. Con una periodicidad trimestral, publica textos dirigidos a la comunidad médica, en particu-lar, a los médicos especialistas en Medicina Familiar; los textos deben estar basados en investigaciones originales y análisis de temas correspondientes al primer nivel de atención en salud.Asimismo, hace extensiva la invitación a publicar a otros especialistas, como pueden ser los médicos de los campos de Geriatría, Pediatría, Medicina Interna, y a otros espe-cialistas de la salud que aborden temas de prevención y promoción, siempre y cuando sean tratados desde un punto de vista gene-ralista y se apeguen a las características que adelante se señalan.

I. RequisitosLos artículos propuestos deben cumplir con las siguientes características:● Ser artículos originales e inéditos que no

estén postulados para publicarse simultá-neamente en otra revista

● Prepararse de acuerdo con el modelo del Comité Internacional de Editores de Pu-blicaciones médicas (icmje por sus siglas en inglés) que puede ser revisado en [www.icmje.org]

II. Formato1. Carátula● Título. 15 palabras como límite. No utilice

abreviaturas● Título corto: 8 palabras como límite● Autores: incluir apellido paterno, materno,

nombre, iniciales del siguiente nombre de todos los autores, así como el nombre y la localización del departamento o institución de su filiación

● Correspondencia: incluya dirección, teléfo-no y correo electrónico del autor respon-sable de la publicación

2. Resumen● Extensión aproximada: 200 palabras● En español, inglés y portugués● Organizar de acuerdo con: objetivo, diseño,

métodos, resultados y conclusiones● No utilizar abreviaturas ni citar referencias

● Palabras clave en español, inglés y portugés● Los términos deberán corresponder a las

palabras publicadas en el medical subject headings de index medicus

3. Investigación● Describir las guías éticas seguidas para los

estudios realizados en humanos o animales. Citar la aprobación de los comités institu-cionales de investigación y ética

● Describir los métodos estadísticos utilizados● Omitir nombres, iniciales o números de

expediente de los pacientes estudiados● Identificar drogas y químicos utilizados por

su nombre genérico

4. Referencias● Citar las referencias de acuerdo con el orden

de aparición en el texto, utilizando números arábigos en forma consecutiva

● Las abreviaturas de las publicaciones deben ser las oficiales y estar de acuerdo con las utilizadas en el index medicus

ArtículoApellidos del autor e iniciales del nombre -cada autor se separa por una coma y espa-cio-. Título del artículo: subtítulo. Nombre de la publicación abreviado. Año de publi-cación; Volumen (número): págs.

Piazza M, Fiestas F. Prevalencia anual de trastornos y uso de servicios de salud mental en el Perú: resultados del Estudio mundial de salud mental, 2005. Med Exp Salud Pública. 2014;31(1):30-8.

Sólo la primera palabra del título y los nom-bres propios van en mayúscula. Se enlistan sólo los primeros seis autores; si son más se usa el término et al. Si la publicación tiene folios continuos en todos sus números, se puede omitir el mes y el número.

Organización como autorDivisión Técnica de Información Estadís-tica en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Número con suplementoVillalpando S, Shamha-Levy T, Rojas R, Aguilar-Salinas CA. Trends for type 2 Dia-betes and other cardiovascular risk factor in Mexico from 1993-2006. Salud Pública Méx. 2012;52(Supl 1):S72-9.

LibroApellido del autor/editor/o compilador, Iniciales. Título del libro. Número de edición [de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año.

Hernández TI, Hamui SL, Navarro GAM, Valencia IY. Comunicación médico-pacien-te en Medicina Familiar. México: Editorial Prado/Universidad Nacional Autónoma de México; 2013.

nota: sólo la primera palabra del título y los nombres propios van con mayúscula.

Capítulo de libroApellido del autor Iniciales del nombre. Título del capítulo. En: Apellido del editor, editor. Título del libro. Número de edición [de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año. Páginas del capítulo.

Ruiz HB, Reyes MH, Estrada OC, Sán-chez LL, Pedrote NB, Vargas AL, et al. La medicina familiar en el Instituto Mexicano del Seguro Social: fortalezas y debilidades actuales. En: García PC, Onofre LM, Váz-quez F, editores. La medicina familiar en los albores del siglo XXI. Temas y debates. México: IMSS; 2006. 43-55.

Artículos en InternetApellido del autor Iniciales del nombre. Título del artículo. Nombre abreviado de la publicación digital [Internet]. Año de publi-cación mes día;Volumen Número: [citado Año Mes Día]. Disponible en: url.

Méndez Sánchez M, Andrade Palos P, Peñaloza Gómez R. Prácticas parentales y capacidades y dificultades en preado-lescentes. Revista Intercontinental de Psicología y Educación [Internet] 2013: [citado 2014 Dic 11] 15(1);99-118. Dispo-nible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80225697007

Libro o monografía en InternetOrganización Panamericana de la Sa-lud. Campus virtual de Salud Pública. Tipos de recursos educativos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Sitio de InternetNombre del sitio [Internet]; Lugar de publicación; Nombre del Autor, Editor u

Instrucciones para los autores

Instructions for Authors

Organización que lo publica. [Actualizado Año Mes Día; citado Año Mes Día]. Disponible en: url.nota: para cualquier otro caso no referido aquí favor de consultar la Librería Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud (EU) en el siguiente vínculo: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_require-ments.html]

5. Cuadros● Revisar que la información contenida en los

cuadros no se repita con el texto o las figuras● Numerados de acuerdo con su orden de

aparición en el texto● El título de cada cuadro debe por sí solo

explicar su contenido y permitir correlacio-narlo con el texto acotado

6. Figuras● Están consideradas como tales las fotogra-

fías, dibujos, gráficas y esquemas● Citar las referencias, cuadros y figuras

consecutivamente y conforme aparezcan en el texto

● Adjuntar los valores de gráficas y esquemas en archivo Excel

7. FotografíasDeben ser de excelente calidad, en formato

digital ( jpg o tif), con resolución mínima de 300 dpi y tamaño de 15 cm como mínimo; preferentemente a color.

8. Agradecimientos● Incluirlos si el artículo lo requiere● Extensión aproximada: 2 renglones

III. Extensión de manuscritos● Artículos originales hasta 3,000 palabras

en total● Artículo de revisión 1,500 palabras● Caso clínico (estudio de salud familiar)

3,500 palabras● Temas de interés 1,500 palabras● Identifique el caso 500 palabras● Cartas al editor 500 palabras

IV. Procedimiento para la selecciónde artículosLos textos recibidos se someterán a dic-tamen por pares académicos bajo la mo-dalidad de doble ciego, a fin de garantizar una selección imparcial de los artículos publicados.Una vez hecho el dictamen se informará al autor y se continuará el proceso de acuerdo con el resultado:● El artículo fue aceptado y se publicará con

modificaciones mínimas o de estilo

● El artículo es susceptible de ser publicado si se realizan los cambios que señalen los dictaminadores y/o el editor, con la fina-lidad de completar o aclarar el proceso metodológico de la investigación

● El artículo es rechazado, en cuyo caso se harán las explicaciones u observaciones pertinentes a su autor

De existir controversias entre los dicta-minadores respecto a la publicación, los miembros del Comité determinarán el resultado final.

V. Cesión de derechosEl responsable de la publicación deberá es-cribir para solicitar los siguientes formatos a: [email protected]● Carta de transferencia de derechos a favor

de Atención Familiar● Formulario de no conflicto de intereses● Adendum del comité de ética (copia de

la aprobación por el comité de ética correspondiente); mismos que deberán ser debidamente llenados y firmados por todos los autores del artículo

También deberá confirmar que tiene el permiso escrito de todas las personas a las que se ofrezca reconocimiento y sean mencionadas en el artículo.

Atención Familiar is the organ of scientific diffusion of the Family Medicine Subdivi-sion, Division of Graduate Studies, Faculty of Medicine, of the National Autonomous University of Mexico, unam. With a quarterly periodicity, the texts are addressed to the medical community, in particular to Family Physicians; all texts should be based on origi-nal research and analysis of issues relevant to the primary care level.Also, it does extend the invitation to pub-lish to other specialists, such as doctors in the fields of Geriatrics, Pediatrics, Internal medicine, and other health specialists that may address issues of prevention and pro-motion, provided that they are treated from a general point of view and adhere to the characteristics which are further described.

I. RequirementsThe proposed articles must comply with the following characteristics:● Original and unpublished articles that are

not postulated to be published simultane-ously in another magazine

● Prepared according to the model of the In-ternational Committee of Medical Journal Editors (icmje) that can be revised at [www.icmje.org].

II. Format1. Cover● Title. Limit: 15 words. Do not use abbre-

viations● Short title: Limit: 8 words● Authors: include first and second names,

initials, if the case, names of all authors, as well as the name and location of the department or institution of their filiation

● Correspondence: include address, tele-phone number and email address of the author responsible for the publication

2. Summary● Length: 200 words approximately● In Spanish, English and Portuguese

● Organize according to objective, design, methods, results and conclusions

● Do not use abbreviations or cite references● Key words in Spanish, English and Portuguese● The terms must correspond to the words

published in the medical subject headings from index medicus

3. Research● Describe the ethical followed guidelines

of studies in humans or animals. Quote approval of the institutional research and ethics committees

● Describe the statistical methods used● Omit names, initials, or file numbers of the

studied patients● Identify drugs or chemicals used by their

generic name

4. References● Quote references according to their order

of appearance in the text, using Arabic numbers consecutively

● If using abbreviations, they should be the official ones and according to the index medicus

ArticleLast name and initials of the author’s name -each author’s name should be separated by a comma and space-. Article title: subtitle. Name of the publication abbreviated. Year of publication; Volume (number): pp.

Piazza M, Fiestas F. Prevalencia anual de trastornos y uso de servicios de salud mental en el Perú: resultados del Estudio mundial de salud mental, 2005. Med Exp Salud Pública. 2014;31(1):30-8.

In Spanish, only the first word of the title and proper names are capitalized. Only six authors are listed: if there are more the et al term is used. If the publication has continu-ous numbering in all their numbers, you can omit the month and the number.

Organization as authorDivisión Técnica de Información Estadísti-ca en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Supplement numberVillalpando S, Shamha-Levy T, Rojas R, Aguilar-Salinas CA. Trends for type 2 Dia-betes and other cardiovascular risk factor in Mexico from 1993-2006. Salud Pública Méx. 2012;52(Supl 1):S72-9.

BookAuthor’s last name/editor/ or compiler, Ini-tials, Book title. Number of edition [if it is not the first]. Place of publication: Editorial or Publisher; year.

Hernández TI, Hamui SL, Navarro GAM, Valencia IY. Comunicación médico-pacien-te en Medicina Familiar. México: Editorial Prado/Universidad Nacional Autónoma de México; 2013.

note: in Spanish, only the first word of the title and proper nouns are capitalized.

Chapter of a bookAuthor’s last name, First name Initials. Title of the chapter. In: Last name of the editor, editor. Title of the book. Number of edi-tions [if it is not the first edition]. Place of publication: Publisher; year. Pages of the chapter.

Ruiz HB, Reyes MH, Estrada OC, Sán-chez LL, Pedrote NB, Vargas AL, et al. La medicina familiar en el Instituto Mexicano

del Seguro Social: fortalezas y debilidades actuales. En: García PC, Onofre LM, Váz-quez F, editores. La medicina familiar en los albores del siglo XXI. Temas y debates. México: IMSS; 2006. 43-55.

Articles on the InternetAuthor’s last name first name initial. Title of the article. Abbreviated name of the digital publication [Internet]. Year, month, day of publication; Volume number: [approximate number of windows]. Available at: url.

Méndez Sánchez M, Andrade Palos P, Pe-ñaloza Gómez R. Prácticas parentales y ca-pacidades y dificultades en preadolescentes. Revista Intercontinental de Psicología y Edu-cación [Internet] 2013: [citado 2014 Dic 11] 15(1);99-118. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80225697007

Book or monograph on the InternetOrganización Panamericana de la Salud. Campus virtual de Salud Pública. Ti-pos de recursos educativos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Web siteName of the Web site [Internet]; Place of publication; Author’s name, Publisher or Organization that publishes it. [Updated Date Year Month Day; quoted Year Month Day. Available at: url.

note: for any other cases not mentioned here please consult the National Library of Medicine-National Institutes of Health (US) at the following link: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html]

5. Charts● Check that the included information in the

charts will not be repeated in the texts or pictures

● Numbered according to their order of ap-pearance in the text

● The title of each chart must, by itself, ex-plain its contents and allow correlating it with the enclosed text

6. Figures● These are photographs, drawings, graphs,

and diagrams● Quote references, tables and figures con-

secutively as they appear in the text● Enclose graphs and diagram’s values in

Excel file

7. PicturesThey must be of excellent quality, in digital format (jpg or tif), with a minimum resolu-tion of 300 dpi and minimum size of 15 cm; preferably color.

8. Acknowledgements● Include them (if the article requires it)● Approximate length: 2 lines

III. Length of manuscripts● Original articles up to 3,000 words● Reviewed article 1,500 words● Clinic report (family health study) 3,500 words● Topics of interest 1,500 words● Identify the case 500 words● Letters to the editor 500 words

IV. Procedure for the selectionof articlesThe received texts will undergo opinion by academic peers in the form of double-blind, in order to ensure a fair selection of the published articles.Once they reach an opinion, the author will be informed and the process will continue according to the result:● The article was accepted and it will be

published with minimal modifications or style modifications

● The article is likely to be published if changes are made according to the review-ers and/or editor, in order to complete or clarify the methodological research process

● The article was rejected; in this case the author will receive the relevant explana-tions or observations

If there is controversy between reviewers regarding the publication, members of the Committee will determine the final outcome.

V. Assignment of copyrightThe owner of the investigation should write to [email protected] to request the following forms:● Copyright transfer letter in favor of Atención

Familiar● No conflict of interest form● Ethics committee addendum (copy of the

approval by the ethics committee con-cerned); which must be completed and signed by all authors of the article

Authors should also confirm that they have written permission from all persons who provide recognition and are mentioned in the article.

Liz Hamui SuttonRuth Fuentes GarcíaRebeca Aguirre HernándezOmar Fernando Ramírez de la Roche

Expectativas y experiencias de los usuariosdel Sistema de Salud en México:

un estudio de satisfaccióncon la atención médica

¿Cuál es el nivel de satisfacción de los usuariosde los hospitales públicos del país?

A fin de responder esta interrogante, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México realizó un estudio en 19 hospitales de la Secretaría de Salud afiliados a la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

Por su rigor metodológico, el estudio constituye una valiosa aportación al arrojar información relevante sobre las características de los usuarios y la atención que reciben en las unidades médicas.

Texto completo disponible en:http://www.facmed.unam.mx/bmnd/SatisfaccionAtencionMedica.pdf

5 estrategias para mejorarla práctica de la Medicina Familiar

Arnulfo E. Irigoyen CoriaHerlinda Morales López

Kurtz relata que a lo largo de los años la gente le ha preguntado a menudo: “Sí, pero si usted tiene que decidir entre un doctor con

habilidades de comunicación efectiva y uno con competencia clínica ¿a quién escogería?” Dado todo lo que se sabe sobre comunicación hoy

en día, la respuesta es: “Ya no tendríamos por qué escoger, deberemos exigir ambas competencias en un solo médico”

Philippa Moore

Primera estrategia: reflexione sobre la filosofía que sustenta a la Medicina Familiar

Segunda estrategia: reconozca a la actitud reflexiva como uno de los pilares de la Medicina Familiar

Tercera estrategia: identifique los beneficios que le reportaría una adecuada comunicación con su paciente

Cuarta estrategia: tome en cuenta algunas sugerencias para practicar habilidades de comunicación en el consultorio

Quinta estrategia: favorezca en su consultorio las habilidades efectivas de comunicación de Moore

InformesDra. Janeth Reyes Méndez

vicongreso [email protected]. 47 71 14 78 71

FacebookSexto Congreso Nacional Med Fam

CostosEstudiantes Enfermería Residentes Médicos

Antes del 2 de noviembre $650.00 $650.00 $800.00 $1100.00

Scientific Journal of the Family MedicineCorpo de divulgação científica de medicina familiar

División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volume 22 no. 4 october-december, 2015Aten. Fam. Volume 22 no. 4 outubro-dezembro, 2015

issn 1405-8871

Conhecimento sobre fatores de risco cardiovascular e grau de controle da diabetes mellitus tipo 2 um grupo de diabéticos espanhóis

Impacto de um grupo de auto-ajuda no tratamiento da síndrome metabólica

Alcance de uma estratégia educacional em pacientes diabéticos em uma unidade de medicina de família

Prevalência da síndrome de burnout em médicos re-sidentes de um hospital em Mérida, Yucatán, México

Cardiovascular Risk Factors Knowledge and Control Level of Diabetes Mellitus Type 2 in a Group of Spa-nish with Diabetes

Impact of Self-Help Group in the Management of the Metabolic Syndrome

Scope of an Educational Strategy in Diabetic Patients of a Family Medicine Unit

Prevalence of the Occupational Burnout Syndromein Residents of a Hospital in Merida, Yucatan, Mexico

Original Articles Artigos originais

@revatenfamiliar