A La Escucha de La Palabra

download A La Escucha de La Palabra

of 42

Transcript of A La Escucha de La Palabra

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    1/42

    A la ESCUCHA del MAESTRO

    Iniciacin a la Lectura Orante de la Biblia."Lectio Divina".

    P. FIDEL OORO C.

    Si un texto no te cambia,Quiere decir que no lo has ledo.

    (G. Soares-Prabhu)

    PRESENTACIN.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    2/42

    En este primer ao de la preparacin al Gran Jubileo, eminentementecristolgico, es deseo del Santo Padre que volvamos "con renovado intersa la Sagrada Escritura" (TMA 40.3) para conocer la verdadera identidad deJesucristo. La razn que nos da es que "en el texto revelado el mismoPadre sale amorosamente a nuestro encuentro y dialoga con nosotrosmanifestndonos la naturaleza de su Hijo unignito y su proyecto desalvacin para la humanidad" (1bid).

    Una de las formas ms apropiadas para volver a las Sagradas Escrituras esla prctica de la Lectio Divina. Esta lectura orante de la Biblia tiene laimpronta de los Padres de la Iglesia y ha sido cultivada a travs de lossiglos en el corazn de la vida monstica. Actualmente se redescubre, congran entusiasmo entre laicos, religiosas, religiosos y pastores, como frutodel movimiento bblico y del Concilio Vaticano II.

    Por eso me complace particularmente presentar este texto preparado porel P. Fidel Ooro C., a pedido del Secretariado General del CELAM, que junto a la enseanza del mtodo de la Lectio Divina propone formasconcretas de realizarlo tanto personalmente como en las comunidadesparroquiales.El escrito tiene el gran mrito de dar a conocer en pocas pginas ladinmica de este mtodo de oracin, valindose de las enseanzas deGuigo II, el monje Cartujo, enriquecido por la mirada mstica y potica deSan Juan de la Cruz y de Sor Isabel de la Trinidad.

    El autor nos ensea que la Lectio Divina es un mtodo concreto, sencillo,real y posible para vivir de cada Palabra que sale de la boca del Seor.(Mt. 4,4).

    + Jorge E. Jimnez CarvajalObispo de Zipaquir, Colombia.

    Secretario General del CELAM

    I

    DISCIPULOS A LA ESCUCHA

    DEL MAESTRO

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    3/42

    Cuenta Fedor Dostoyevski en su novela "Los hermanos Karamazov" que elviejo y sabio monje Zossima le aconsejaba a su joven amigo Alyosha queleyese las Santas Escrituras a la gente sencilla "simplemente como ellasson", y le agregaba, "t vers cmo el corazn simple comprende la

    Palabra de Dios".

    Jess se emociona porque el Reino de Dios estaba siendo comprendido porlos pequeos (Ver Lc. 10,21). En ellos Jess vea a sus oyentes ideales,aquellos que tenan capacidad de vivir con l una comunicacin msprofunda, una relacin ms estrecha. Por eso los consideraba sushermanos, sus hermanas y su madre (Ver Mc. 3,35). Ellos conocen el tonode su voz y por eso lo pueden seguir (Jn. 10,3). Ese es el retrato interiordel discpulo de Jess. El autntico discpulo es el que vive a la escuchacon un corazn totalmente despojado y clavado en Dios.

    Cada vez que escrutamos las Sagradas Escrituras nos encontramos conese desafo.

    Y no queremos leer sin comprender. No queremos quedarnos sin conocerel don de Dios que la palabra inspirada nos ofrece. Por eso buscamos ypreguntamos. Sucede como con el eunuco de la reina de Candace, quienen medio del desierto va sentado en su carro leyendo la Biblia. Felipe seacerca y le pregunta: "Entiendes lo que ests leyendo?". El eunuco lecontesta: "Cmo puedo entender si nadie me hace de gua?" (Hech8,30s). Y lo invit y sent en el carro.

    La lectura orante o Lectio Divina pretende ser una manera de realizar estaforma total de aproximarnos a la Biblia, para ir hasta lo ms profundo.Aprovechemos los mtodos que nos ayudan a entender la Biblia en todossus aspectos, llmense histrico-crticos o literarios o sociolgicos opsicolgicos. La lista es larga. Todos ellos son muy tiles y losvaloramos. Pero sentimos que todava falta algo.

    La Pontificia Comisin Bblica (1993) busc los trminos precisos paradefinir lo que es la Lectio Divina: " Es una lectura, individual o comunitaria,de un pasaje ms o menos largo de la Escritura, acogida como Palabra de

    Dios, que se desarrolla bajo la mocin del Espritu en meditacin, oracin ycontemplacin". Y all dio la clave: es el Espritu Santo quien hace de guaen la lectura.

    Jess haba prometido: "El Parclito, el Espritu Santo, que el Padre enviaren mi nombre, les ensear todas las cosas y les recordar todo lo que yoles he dicho". (Jn. 14,26).

    La audicin de la voz de Jess, despus de su muerte y resurreccin, serealiza de esta manera porque l desea que comprendamos la Biblia: "Y,

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    4/42

    entonces, abri sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras".( Lc 24,45). l quiere que la intuyamos profundamente a partir de suPersona, porque por su misterio pascual la revelacin ha llegado a suplenitud. (Ver Mt. 5, 17).

    La Lectio Divina, o lectura orante de la Biblia, es nuestra contribucin a laoferta que nos quiere hacer Jess. l nos da su Espritu. Nosotros

    ofrecemos un odo y un corazn atentos a su Palabra.

    La Lectio Divina, es bsicamente eso: el ejercicio de un corazn dispuestoal encuentro con Dios a travs de la Santa Palabra. Es un ejercicio delectura pero es tambin una oracin. Sus frutos no vienen tanto por laacumulacin del saber a cerca de la Biblia como por la vida espiritual delque conoce el sabor de la Biblia porque conoce a su Autor.

    No es esta una expresin de la creatividad actual en materias de oracin.Quiz estemos, como en tiempos del rey Josas, descubriendo de nuevo elrollo de la Torh. El mtodo viene desde la misma Biblia, desde la prcticade los rabinos, y particularmente, desde los Padres de la Iglesia y algunosautores espirituales del primer milenio de la era cristiana. Aunquerelegado, este mtodo de oracin nunca se perdi en la historia de laIglesia ya que los monjes lo conservaron y lo trajeron hasta nosotros. ElConcilio Vaticano II (Dei Verbum 25) lo reconoci vivamente y, desdeentonces, los documentos de la Iglesia no han dejado de recomendarlo.

    El asunto ahora es cmo aprenderlo, cmo iniciarnos pedaggicamente enl. Es lo que vamos a proponer enseguida a travs de los siguientes pasos:

    Trataremos de captar la dinmica propia de la Lectio que, ante todo, esuna dinmica espiritual.

    Describiremos su desarrollo ofreciendo algunas indicaciones prcticas;

    Daremos algunas pistas para el servicio de la Palabra, especialmenteen la parroquia, a partir de la Lectio Divina.

    II

    LA LECTURA DE LA

    LECTIO DIVINA.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    5/42

    Como mtodo de lectura de la Sagrada Escritura, la Lectio Divina serealiza a travs de pasos bien definidos, que se pueden expresardidcticamente no slo para comprenderlos mejor sino tambin parapracticarlos y ensearlos.

    Partiendo de la enseanza de Guigo II, el cartujo, en su Scala Claustralium

    (II y III) mostraremos desde diversos ngulos el aspecto dinmico de laLectio Divina. Esto nos permitir comprender mejor las posibilidades de lapropuesta y nos facilitar ms tarde el desarrollo creativo del mtodo.

    A. La dinmica de la Lectio Divina captada desde cinco ngulos.

    Presentamos la dinmica de la Lectio Divina a partir de cincocomparaciones que la enfocan desde diferentes ngulos. Al finalsacaremos las consecuencias.

    1. La EscaleraCONTEMPLACIN

    ORACIN

    MEDITACIN

    LECTURA

    El Monje Guigo II compar la Lectio Divina con una escalera, donde cadaetapa del proceso es un peldao. Su base se asienta sobre la Biblia y suextremo superior penetra el corazn de Dios y "escruta los secretos de loscielos". El Monje cont as su intuicin:

    "Un da, durante el trabajo manual, comenc a pensar en el ejercicioespiritual del hombre y, de repente, se ofrecieron a la reflexin de miespritu cuatro grados espirituales: lectura, meditacin, oracin,

    contemplacin".

    2. La Palabra que traza su camino en el corazn

    La imagen de la escalera ya lo dice prcticamente todo. Pero todavasobre la pista de Guigo, diferenciando y al mismo tiempo tratando decaptar la unidad de los grados espirituales indicados, podramos agregarque el mtodo de la Lectio funciona como los latidos del corazn; sstole y

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    6/42

    distole, expansin y concentracin, apertura y acogida, bsqueda yencuentro, grito y respuesta.Es dinmico. Sus movimientos corresponden al de nuestros impulsosinteriores.

    Con las palabras claves del mismo Guigo podramos visualizar estosmovimientos de la siguiente manera:

    SALGO DE M L VIENE A M.

    LECTURA. Estudiar atentamente el texto

    MEDITACIN. Encontrar laverdad escondidaen el texto.

    ORACIN. Abrir elcorazn a Dios.

    CONTEMPLACIN. Saborear las alegrasde la dulzura eterna

    (el amor de Dios)

    3. El Verano y el Invierno.

    Algunos autores han comparado la dinmica de la Lectio Divina con laactividad de la hormiga que durante el verano trabaja sin tregua en larecoleccin del alimento y, cuando llega el invierno, se refugia y sobrevivecon aquel alimento. O bien, como la abeja que en un primer momentochupa el nctar de la flor y despus entra en el sagrado reposo, en el

    panal, para dar paso a la elaboracin de la miel.

    As tambin la Lectio prcticamente se reduce a dos momentos que sepueden especificar mejor en dos movimientos dobles: el de lectura-meditacin y el de oracin-contemplacin. Un tiempo de trabajo y otro deelaboracin y aprovechamiento de los resultados.

    La Lectio es tambin como aquel que toma una naranja, pacientemente lequita la corteza y expone la pulpa, con los ojos la saborea y luego la vadegustando, torreja por torreja, saboreando su jugo.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    7/42

    Guigo dice: "la letra est en la cscara, la meditacin en la sustancia, laoracin en la expresin del deseo y la contemplacin en la posesin de ladulzura obtenida.

    Todava podramos decir que la actividad del lector-orante se concentra enestos dos momentos: uno activo, que es la fatiga de la lectura-

    meditacin , y uno pasivo, que es el de la oracin-contemplacin. Lacontinuidad entre estos dos momentos es anlogo al proceso dealimentacin y digestin. La comparacin es vlida. Para el pueblo de laBiblia no era extrao or decir que la Biblia haba que comrsela (Ver Ez3,3 y Apoc 10, 8-11). Guigo lo contaba as: "La lectura lleva la nutricinsustancial a la boca, la meditacin mastica y tritura este alimento, laoracin obtiene el gusto, la contemplacin es la dulzura misma que alegray restaura".

    La Lectio es el proceso por medio del cual la Escritura pasa de la "letra" al"Espritu" que da vida (Ver 2 Cor 3,6).

    4. La Parbola del mendigo.

    No aparece en la Biblia tal parbola, aunque podra estar sugerida en laenseanza de Jess en Lucas 11, 9: "pidan y se les dar, busquen yhallarn, llamen y se les abrir". Parece que Jess estuviera describiendola actividad de un mendigo que llega a la puerta de nuestra casa, toca,

    insiste. y si ve que nadie sale, va y llama por la ventana e insistenuevamente. Y, si nos negamos a abrir, entonces va a la casa del vecino ysigue as su peregrinacin, de puerta en puerta, hasta que alguno le abrey le da un pedazo de pan. Esta es su actividad cotidiana.

    As tambin es el orante en la Lectio Divina. Es un buscador que seidentifica con el pobre mendigo que busca el pan de cada da. Ese tal tieneque esforzarse y luchar para conseguirlo, vive por la insistencia y noclaudica fcilmente.

    A la Lectio se llega con humildad, desprovisto de todo, hambriento y

    sediento de la Palabra: "como anhela la cierva las corrientes de agua" (Sal.42,2).

    Impulsado por la sed se recorre el camino de la bsqueda. Guigo tambinvea este proceso en la parbola del mendigo: "La lectura busca la dulzurade la vida bienaventurada, la meditacin la encuentra, la oracin la pide,la contemplacin la gusta". Esta intuicin que traduce en mtodo laenseanza de Jess tiene una sencilla formulacin didctica que nosofrece san Juan de la Cruz:

    "Buscad leyendo y hallaris meditando,

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    8/42

    llamad orando y al abriros habris contemplado(Dichos de luz y de amor, 157)

    5. La Palabra se hace palabra.

    La Palabra de Dios es palabra que "dice" y "hace decir". Cuando"permanece operante" en nosotros (1 Tes. 2,13) nos hace pronunciarnuestra palabra autntica, la que mejor expresa la verdad de nosotrosmismos. Es como si la Palabra que habita en medio de nosotros (cfr. Jn.1,14) y especficamente en nosotros mismos (Ver Jn. 14,23), creciera detal manera que al final emergiera fuerte en la oracin, en la predicacin,en la consolacin, en los hechos.

    Esta es tambin la dinmica de la Lectio Divina. Un Guigo de nuestrotiempo, Frei Carlos Mesters, recuerda que hay tres preguntas sencillas yclaves que orientan el proceso de la Palabra que inicialmente es oda,luego apropiada y finalmente se expresa nuevamente:

    QU DICE EL TEXTO?

    QU ME (NOS) DICE EL TEXTO?

    QU ME (NOS) HACE DECIR EL TEXTO?

    La Palabra de Dios Mi Propia Palabra

    La tarea de la Lectio Divina es ayudar a desplegar toda la eficacia de laPalabra, el poder escondido en la semilla (Ver Mc.4,30-32) y su capacidadde generar algo nuevo, autntico, de Dios. Este es su secreto.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    9/42

    B. De la dinmica a las dinmicas.

    En breves afirmaciones quisiramos establecer algunos parmetros que sederivan de nuestra observacin de la dinmica de la Lectio Divina:

    1. La Lectio Divina como instrumento de bsqueda integra dos tipos deconocimiento: el que se desarrolla por la va racional y el que sedesarrolla por la va emocional. La razn y el corazn se integran en labsqueda de equilibrio entre lo que corresponde propiamente alejercicio de la lectura como al ejercicio espiritual. All se valora, serespeta y aprovecha todo lo que procede del estudio acadmico de laSagrada Escritura, pero tambin todo lo que corresponde a lascaractersticas propias de la vida espiritual, ya que por la misma fe secaptan ms profundamente las realidades de la fe.

    2. La Lectio Divina tiene una estructura interna clara, lgica, slida. Unavez impulsado el proceso, este puede desarrollarse por s mismoporque corresponde a una lgica intrnseca del camino oracional.Muchas veces la habremos practicado sin saberlo.

    3. El proceso es claro sin que sea rgido o mecnico. Si as lo fuera estarabloqueando la accin del Espritu. Por eso no se puede decir conpropiedad que lectura - meditacin - oracin - contemplacin son lospasos del mtodo. Estos son ms bien dimensiones, movimientos,grandes etapas de un camino que se recorre. La Lectio Divina ofrece talelasticidad, que la descubrimos, desde el punto de vista pedaggico,

    como una mina de sugerencias: se puede recrear y adaptar parapersonas o para grupos teniendo en cuenta su edad y situacin. Estadinmica permite crear muchas dinmicas o propuestas didcticas. Esdecir, la dinmica de la Lectio permite ser abordada de muchas formascreativas.

    4. Pero no todos los movimientos de la Lectio Divina permiten creardinmicas. Una primera dificultad es que no siempre es fcil reconocerel paso de un movimiento al otro. La segunda dificultad la constituye lanaturaleza misma de tales movimientos. Cuando se entra almovimiento de la oracin y de la contemplacin, estas vienen de un

    impulso propio que corresponde a la originalidad de la accin de laPalabra, que no sera prudente ni conveniente tratar de orientarexternamente.

    5. El xito de la Lectio Divina est fuertemente ligado a la calidad de lavida espiritual. Recordemos, adems, que la Lectio presupone la fe enla accin de Espritu que conduce el proceso. Habr que cuidaratentamente este aspecto, especialmente en su preparacin.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    10/42

    Como discpulos queremos ponernos a los pies de Jess para aprender ese"or" que hace posible captar en profundidad su Palabra y ponerla enprctica. l dice: "Mirad, pues, cmo os" (Lc. 8,18).

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    11/42

    III

    EL APRENDIZAJE

    DE LA LECTIO DIVINA.

    Una vez reconocida la dinmica propia de la Lectio Divina podemoscomenzar su aprendizaje.

    La Lectio se aprende por el ejercicio continuo, preferentemente diario.Mejor an si se cuenta con el apoyo de un acompaante con quiencompartir este camino de oracin.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    12/42

    En un intento por disear el itinerario y de dar algunas indicacionesprcticas para su pleno desarrollo, presentaremos a continuacin elproceso de una Lectio segn los cuatro movimiento de lectura -meditacin - oracin - contemplacin, pero comenzaremos primero por lanecesaria etapa de preparacin.

    La experiencia de la Lectio Divina va ms all de sus cuatro movimientos.Se pueden desarrollar otros tantos momentos en la medida en que seprogresa en el camino espiritual. Por eso ofrecemos luego algunasdirecciones en que se prolonga la Lectio en la vida espiritual.

    Para finalizar trataremos de responder a tres interrogantes que, confrecuencia se preguntan, los que ejercitan la Lectio Divina.

    Por razones pedaggicas nuestras indicaciones se orientan ante todo a lapraxis "personal" de la Lectio. Sin embargo, tenemos muy presente que ellugar propio de la Palabra es la Comunidad. Por eso, ms adelanteveremos cmo convertirla en experiencia comunitaria.

    A. La Preparacin para entrar en la Lectio Divina: la "soledadsonora".

    "El Maestro est all y te llama" (Juan 11,38).

    La preparacin es decisiva para el xito de la Lectio Divina. Para poderescuchar a otro, primero hay que bajar el tono de la voz, hacer silencio,concentrarse. El clima ideal para la Lectio es lo que san Juan de la Cruzllam la "soledad sonora" (Cntico 15), es decir, callar el ruido de tantasvoces que nos invaden para captar el dulce silbido del Espritu en laPalabra de Dios.

    Podemos considerarnos preparados cuando hayamos logrado entrar eneste silencio receptivo, atento, consciente de la presencia poderosa deDios que viene amorosamente a nuestro encuentro con el don de suPalabra.

    Muchas veces este momento llega a ser un verdadero combate espiritual.Especialmente en aquellos das en que tenemos muchos compromisos otenemos algn problema o estamos cansados o venimos de algunaactividad agitada. Gracias a Dios, habr das en que ser relativamentefcil entrar en la Lectio. Lo importante es tener presente que

    No es posible entrar en la inteligencia del texto sinel corazn pacificado y posedo por el Espritu Santo.

    (Ver Luc 24, 36.45.49)

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    13/42

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    14/42

    termmetro de nuestro estado de nimo, de nuestra situacin de paz. Aveces ests agitado Toma conciencia de esto y aydate.

    Cuando arrojamos una piedrecita al lago, estando sus aguas tranquilas,sus ondas son ms ntidas y las vemos expandirse hasta besar losextremos.

    2. La invocacin del Espritu.

    As como en la celebracin de la Eucarista es la accin del Espritu Santola que obra la transformacin de las especies de pan y vino en el Cuerpo ySangre del Seor, as este mismo Espritu es el que modela en toda laIglesia el Cuerpo de Cristo. En la Lectio vivimos este influjo poderoso delEspritu Santo que nos conduce a la "Verdad Completa" (Jn 16,13), esdecir, a Jess en las Escrituras; y lo actualiza en nosotros. El Espritu es el"Parclito" , el asistente del lector - orante y por eso lo invocamos. (Ver Jn14,23; DV 12).

    San Pablo le seala a los lectores de la Biblia que "la letra mata pero elEspritu da vida" (2 Cor. 3,6). Lo importante no es el texto sino el hecho dellegar a ser Biblias vivientes: "Evidentemente ustedes son una carta deCristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con elEspritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, enlos corazones". (2 Cor.3,3). Con la invocacin del Espritu se marca elpunto de partida correcto porque es as como la Lectio comienza a ser"divina".

    La mejor invocacin del Espritu es la que Dios le inspira a cada cual. Todos estamos capacitados para crear nuestro propio "Ven, EsprituCreador". Pero, lo sabemos, las oraciones hechas por otros son tambinescuela de oracin, especialmente aquellas que estn avaladas por laIglesia. He aqu una bella oracin inspirada en textos bblicos que nospuede ayudar:

    "Dios nuestro, Padre de la luz,T has enviado al mundo tu Palabra,

    Sabidura que sale de tu bocaY que ha reinado sobre todos los pueblosDe la tierra.(Eclo. 24, 6-8).T has querido que ella haga su morada en IsraelY, que a travs de Moiss, los ProfetasY los Salmos,(Lc. 24,44)ella manifieste tu voluntady hable a tu pueblo de Jess, el Mesas esperado.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    15/42

    Finalmente, has querido que tu propio Hijo,Palabra eterna que de ti procede (Jn 1,1-14)Se hiciese carneY plantase su tienda en medio de nosotros.l, naci de la Virgen MaraY fue concebido por el Espritu Santo (Lc. 1,35)Enva ahora tu Espritu sobre m:

    Que l me d un corazn capaz de escuchar(1 Reyes 3,9),me permita encontrarte en tus Santas Escriturasy engendre tu Verbo en m.Que el Espritu Santo levante el velo de mis ojos(2 Cor 3, 12-16).que l me conduzca a la Verdad Completa(Jn. 16,13)y me d inteligencia y perseverancia.Te lo pido por Jesucristo, nuestro Seor,Que sea bendito por los siglos de los siglos.Amn".(E. Bianchi)

    En lugar de una oracin elaborada, se puede hacer una simple invocacinen forma de jaculatoria a partir del Salmo de la Lectio Divina, el Salmo 119(118). Por ejemplo, se puede repetir esta frase al ritmo de la respiracin:"Te invoco con todo el corazn, Seor, y guardar tus preceptos" (Sal.119, 145); o esta otra: "Mira que amo tus ordenanzas, Seor, dame la vidapor tu amor" (Sal. 119, 150. De esta manera suplicamos el don delEspritu. El Salmo 119 ser siempre una cantera de sugerencias para esta

    oracin al comienzo de la Lectio Divina.

    B. Los cuatro movimientos de la Lectio Divina.

    1. "Buscad leyendo".(Primer movimiento):

    La lectura y el estudio de un pasaje escogido es la base de toda laLectio Divina.

    Abrimos el texto con mucho respeto. En este momento cada letra, cadasigno de la Escritura vale mucho. Los antiguos veneraban las Escriturascasi como la misma Sagrada Eucarista, no se puede dejar perder niuna migaja.

    El respeto al texto se expresa en la renuncia a la imposicin decualquier idea previa, a quitarle o acomodarle nada. Queremos queste brille solo; que l hable primero. Buscamos una lectura objetiva,cuidadosa, humilde, siendo conscientes de nuestra ignorancia y de

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    16/42

    nuestra necesidad de ella. Sucede, a veces, que se trata de un pasajeya conocido. Entonces habr que decir como santa Teresita: "Ms mevale leer mil veces los mismos versculos (del Evangelio) porque cadavez les encuentro un sentido nuevo".

    Lo que hay que hacer es leer lentamente desde el comienzo hasta elfinal, releerlo y volver a hacerlo una vez ms. Poco a poco los detalles

    van apareciendo y cada palabra va haciendo sentir su peso. Las letrasse vuelven imagen, comienzan a hablar y nosotros nos vamosapropiando de ellas.

    Buscamos hacer nuestro propio estudio del texto. Hay muchos estudiosya hechos que pueden ser tiles. Sin embargo, lo importante es queeste es nuestro turno y que vale mucho el ser curiosos, inquietos,insatisfechos. Entramos en la Escritura como buscadores, como decasan Juan de la Cruz: "sin otra luz y gua sino la que en el corazn arda"(Subida, 3).

    Nuestra obsesin en este primer movimiento es preguntarnos:

    Qu dice el texto?Cuatro indicaciones sencillas nos pueden ayudar:

    a. Captar las ideas principales:

    Retener las voces fuertes del texto: con lpiz en mano, subraya la(s)frase(s) que ms te impactan.

    Subdividir el texto: mientras ms subdividido, mejor. Es como un paz

    que se come en pequeos trozos. Distinguir quin habla y de qu cosa habla: si es un narrador o es un

    actor; quin es este personaje, cules son sus caractersticas. No sernunca lo mismo cuando habla Jess que cuando habla otro.

    Ayudarnos de nuestra propia prctica de lectura: para tratar de intuirqu es lo fundamenta y qu es lo secundario. Se aplica todo lo que sesabe.

    b. Profundizar:

    Hacer preguntas pertinentes sobre el texto Leer las notas de pie de pgina de la versin que tenemos. Consultar los posibles textos paralelos u otras referencias que se

    indican en la versin. Tal vez conozcas otras. Remitir a algn comentario, cuando lo tenemos a la mano.

    c. Sentir el texto.

    Dar espacio a nuestra propia emocin. Quizs haya una frase, que,aunque sea secundaria, nos ha impactado. Pues bien, hay que

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    17/42

    apropirsela. Dios me habla en ella. Lo importante es respetar siempresu sentido dentro del contexto: que sea lo que ella dice y no lo que yoquiero que me diga. Respetar el contexto es la regla primera de lalectura de la Biblia.

    d. Apropirselo.

    Leer en voz alta el pasaje. As podremos sentir mejor la emocin delas palabras, su ritmo, su respiracin, su nfasis, sus silencios. Cadapgina de la Biblia tiene su originalidad. Nunca nos cansar esteejercicio.

    Repetir una frase o una idea que sintetiza nuestra lectura. Repetirla

    hasta memorizarla.

    Tratar de representar el texto en nuestra imaginacin (cuando elpasaje es narrativo): Con una reconstruccin de la escena,

    colocndonos en la piel de los personajes. Un poco de fantasa nosda la sensibilidad del texto, qu habramos dicho nosotros?. Cmonos habramos comportado?

    Escribir de nuevo el pasaje: es una antigua prctica que ayuda a laidentificacin con el texto. Deca Casiano: penetrados de losmismos sentimientos con que fue escrito el texto, nos volvemos, poras decir, sus autores.

    Y existen todava muchos otros recursos que podemos utilizar paranuestro estudio del texto. No hay que hacerlo todo. Basta con lo que sea

    til para, comerse el texto. (Ms adelante daremos otras pistas)

    Este momento de estudio es tan rico que corre el riesgo de extenderseindefinidamente sin llegar a sacar el fruto espiritual de la lectura. Por esohay un momento que hay que detenerse.

    Cundo parar? Dmonos el tiempo suficiente para el estudio personal deltexto. Pero una vez que este comienza a ser nuestro, cuando una ideaqueda repicando y comienza a resonar en el corazn, es el momento deparar. Esta es la idea que ser el centro de nuestra Lectio, la que ser lamanifestacin del amor del Seor en nosotros.

    Ya estamos en el segundo movimiento. Es el momento de cerrar la Biblia einclinar la cabeza ante el Seor.

    2. ...Hallareis meditando(Segundo movimiento)

    La meditacin es el efecto natural de la lectura: viene dentro de lalectura desde el momento en que esta ha comenzado a impactarnos

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    18/42

    haciendo que ya no solo hablemos del texto sino tambin de nosotros.La Palabra de Dios se vuelve nuestro espejo.

    La meditacin se hace con la Palabra todava caliente, resonando en elcorazn. Todo este movimiento se realiza en la interioridad. Hay quienlo compara con el comienzo de la gestacin. A san Clemente deAlejandra le pareca ver al lector que entraba en la meditacin como al

    picaflor que despus de picar las flores se recoge para dejar que elnctar se transforme en alimento.

    En la Lectio Divina la meditacin tiene caractersticas propias que ladistinguen de aquella otra que es especulacin mental. Aqu se acercams al estilo del pueblo de la Biblia. Israel y los primeros cristianos noeran propiamente un pueblo de filsofos ni de eruditos. Supreocupacin era tratar de captar la actualidad de Dios en su caminar.,en los sucesos de todos los das, para vivir en sintona con l para darnuevos pasos segn su voluntad. Es una actividad lenta y fatigosa. Poreso, Casiano prefera hablar de rumiar la Palabra, es decir, desaborearla lentamente.

    El Pueblo de la Biblia saba meditar atando cabos, tratando dedescubrir cmo se empata una cosa con otra, escrutando el sentido delos acontecimientos, la lgica del actuar de Dios en medio de todo, laverdad oculta como dice Guigo.

    Tambin nosotros atando cabos podemos ver cmo esta escrituraacabada de or se ha cumplido hoy ( Lc. 4,21). La Palabra descubre assu actualidad permanente, comienzan a caer los velos. Por la

    meditacin entramos en comunin con la misma experiencia espiritualdel pueblo de Dios de la Biblia y del que an peregrina en la historia dela Iglesia. Tambin lo hacemos con tantos hermanos que cada datratan de interpretar su realidad e impulsar su caminar en el Seor apartir de la Palabra de Dios (Ver Act. 17,11).

    Para hacer nuestra meditacin nos dejamos orientar por la preguntaclave:

    Qu me (nos) dice el texto?

    Para responder atamos cabos a dos niveles:

    a. La asociamos con la vida.

    As lo haca Mara, quien confrontaba el anuncio del ngel con su propiavida (Cfr. Lc. 1,34).

    El primer resultado es un mejor conocimiento de nosotrosmismos. Nos vemos a la luz de Dios, con la mirada de Dios.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    19/42

    Emerge la historia de nuestras andanzas, de nuestro caminar endireccin de Dios o, tal vez, un poco a contra va.

    Cuando la palabra dulce se vuelve cida (Cfr. Ez 3,3) es signo deque se ha aprehendido la Palabra. Es propio de ella ponernos alborde de la crisis porque es espada de doble filo que escruta lossentimientos y pensamientos del corazn y nos deja desnudos

    y descubiertos ante Dios (Heb. 4,12-13).

    En este estar desnudos ante Dios la Palabra nos revela que Dioses mayor que nuestro pobre corazn (Ver 1 Jn. 3,20).

    b. La asociamos con otros textos ya conocidos

    Se hace como una colecta de otros textos bblicos ya conocidos queagrupamos alrededor de la confesin de fe de la Iglesia. Esto permiteque la Palabra se haga an ms viva y ms clara.

    Realizamos este ejercicio recordando dos principios: la unidadde la Sagrada Escritura y que la Biblia explica la Biblia. Estosdos principios son uno consecuencia del otro.

    Hay que tener en cuenta que no se busca la cantidad sino lacalidad del alimento.

    As el movimiento de meditacin hace que se acorten las distancias: entrela experiencia del Pueblo de Dios y la ma, entre el ayer del texto y el hoy

    de su mensaje, entre la Palabra y la Vida. Y, por supuesto con el mismoDios, su Autor, de quien ahora omos su voz viva y actual por la que se nosda a conocer lo que quiere de nosotros.

    Hacemos la experiencia de que cerca de Ti est la Palabra: en tu boca yen tu corazn para que la pongas en prctica (Dt. 30,40) y de quien secomplace en el Seor, medita su Ley (susurra) da y noche (Sal. 1,2).

    La meditacin se puede prolongar a lo largo de toda la jornada dejando asreposar la Palabra en nosotros, oyendo continuamente su susurro,experimentando el efecto del contacto prolongado.

    Lo importante es que procuremos dejar todo el tiempo necesario para quela Palabra haga su efecto, para que la semilla crezca an cuando nosepamos cmo (Ver Mc. 4,27).

    3. Llamad orando(Tercer movimiento)

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    20/42

    La oracin brota espontneamente de la meditacin. La Escritura hasido la nodriza que nos ha llevado de la mano hasta la inmediatez de laVoz de Dios. (Cfr. Jn. 10,4).

    Sin duda que ya estamos orando desde el comienzo. En ese esprituhemos hecho la lectura y la meditacin, en esa actitud hemos acogido

    la accin del Espritu Santo, inspirador de nuestra Lectio.

    Si la meditacin se puede comparar a la concepcin, la oracin sepuede comparar al parto. La oracin es llevar hacia fuera por medio delos labios el grito de nuestro corazn quemado por la Palabra. Allexplicitamos todo lo que ha surgido en nuestra interioridad. Y elEspritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, pues nosotros no sabemoscmo pedir para hablar como conviene (Rom. 8,26). l hace palabra loque permaneca como gemido interior. (Rom. 8,23) y orienta nuestrogrito hacia el Dios que se revel en Jess de Nazaret con Rostro deAbb, Padre (Rom. 8, 15).

    Nuestra oracin no se encierra en los lmites de una relacin personal yexclusiva con Dios. Es tambin la Voz de la creacin entera que clamapor su liberacin para participar en la gloriosa libertad de los hijos deDios. (Rom. 8,21). La oracin que brota de la Lectio es oracin abiertaa la realidad eclesial, a la vida del pueblo. Sus gemidos son tambin losnuestros.

    Es como en los Salmos. Ellos siempre tienen a la vista una realidadconcreta, oran la Palabra y la Vida. En la Lectio nuestra oracin es

    siempre salmica porque es la respuesta creativa a la pregunta: Qu me (nos) hace decir el texto?

    Como es espontnea y creativa no podemos dar muchas indicaciones,solo destacar que hay cuatro niveles tpicos en que se puede vivir estaexperiencia:

    a. La compuncin del corazn

    La verificacin de nuestra debilidad fsica, moral e intelectual, puede

    llevarnos incluso hasta el bautismo de las lgrimas, porque nossentimos desproporcionados ante el inmenso amor de Dios. No somosDios, somos Adn. Y, como l, sentimos vergenza pero no nosescondemos. Orgenes deca: El Seor te aflige con una flecha deamor (Comentario del Cantar).

    b. La Splica.

    Como el ciego Bartimeo clamamos: Ten compasin de m (Mc. 10,47).Cada uno puede recrear y repetir esta oracin y comprender cmo Dios

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    21/42

    lo ama. Tenemos la certeza de que siempre que se nos ha dado el Pande la Palabra hemos recibido tambin todo lo que necesitamos paravivir. El Padre no se olvida de nosotros. Pero, una vez ms, ante todohay que pedir el Espritu Santo. Eso es lo esencial (Lc. 11,13).

    .c. El agradecimiento.

    Es la afirmacin de que Dios se ha hecho mi prjimo. l es mi amigo. ElSeor ha hecho, est haciendo y continuar haciendo maravillas en m.(Lc. 1,49). Nuestra oracin se hace eucarstica y ser an ms bellacuando la podamos unir a la celebracin del Sacramento, haciendo launidad entre el Pan de la Palabra y el Pan de la Eucarista.

    c. La entrega.

    Es nuestro amn a la Palabra de Dios, la aceptacin total de suquerer sobre nosotros. Como Mara: hgase en m segn tu Palabra(Lc.1,38).

    As , entonces, inspirados por el Espritu, empezamos a recitar nuestropropio Salmo. Nuestro corazn se ha convertido en Liturgia viviente.

    4. ...Os abrirn contemplando(Cuarto movimiento):

    Es la oracin en su ms alta calidad, en toda su pureza. No es

    experiencia esttica ni situacin paradisaca, sino el reconocimientopacfico, manso, de la venida del Seor a nuestra incapacidad, anuestra pobre humanidad. Es una venida que sana y que restaura.

    La hemos vivido poco a poco en el proceso cuando nos deleitbamosen el comprender. Ahora hay un nuevo impulso en el camino oracional.Los msticos han visto aqu el premio de todos sus esfuerzos; gustar losdestellos de la gracia, as sea que esta venga apenas como gotas deroco. Es ese sumergirse en la tremenda simplicidad y dulzura delgrandioso Amor de Dios o , como dice san Juan de la Cruz: estaramando al amado.

    El movimiento contemplativo, prolongado en el tiempo, es lo quepermanece de la Lectio. Buscbamos a Dios y l ha venido con el Donde Su Palabra. Ahora no hay preguntas, solo el gozo del recibir. Hay unpoco de luz y nos recreamos en ella. El don de la contemplacin es eldon de la visin como la que tuvieron los peregrinos de Emas (Ver Lc.24, 31) Es una visin en la que nos atrevemos a indicar tres momentos:

    a. La contemplacin del Seor Crucificado Resucitado.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    22/42

    La cima de la escala de la Lectio Divina es tambin la cima del Glgota.All encontramos al Seor tal como se ha querido revelar en la historia.Como en Lucas 23, 48: lo que se aprecia no es un espectculo teatralsino la tragedia de Dios, una tragedia de amor por la humanidad.Vemos con los ojos de este gran misterio. El contemplativo es aquelque, por inspiracin del Espritu, ve en la Cruz la potencia de la vida, lasalvacin de Dios.

    b. La comprensin de la historia a la luz de su Palabra.

    Desde lo alto se ve el conjunto, se aprecia cmo se relaciona lo que adiario vemos slo fraccionado. Desde la profundidad del misterio se vela amplitud del plan de Dios. Es como si el Seor nos interpelara con laspalabras del Apocalipsis: sube ac, que te voy a ensear....( 4,1).Desde all podemos ver vida en el proyecto de Dios: la vida de cadahermano, la vida de nuestro pueblo, lo que estamos llamados a sercomo obra de sus manos. Descubrimos tambin nuestra misin dentrode ese proyecto. Podemos ver, como en una transparencia, la lgica delos acontecimientos . an de los ms desgraciados y confusos laverdadera dimensin de los problemas y sus posibles soluciones. Lacontemplacin es el don de los ojos nuevos para mirar la realidad. Es laescuela de los profetas.

    c. La degustacin del sabor de la Resurreccin que envuelve la vida.

    En el gozo del Espritu (Ver Gal. 5,22) nos descubrimos como hombresnuevos, como nuevas criaturas. Es el despertar de la concienciabautismal: nuestra vida es Jess Crucificado Resucitado, viviendo

    dentro de nosotros (Ver Gal. 2,20). Nuestra unin a l nos dispone auna vida de Amor, a emprender acciones valientes, a asumir la muertepor amor en la espera de la vida.

    En este Espritu entrevemos los signos de resurreccin que hay ennosotros y en nuestro pueblo. Y los disfrutamos. Creemos en la victoria,conocemos la solidez de nuestra esperanza, saboreamos un poco delcielo en la tierra, como dira sor Isabel de la Trinidad. O como le omosdecir una vez a una mujer sencilla: el cielo comienza aqu en la tierracuando nos damos cuenta que los signos de Dios acompaan nuestravida.

    La contemplacin se puede prolongar as sostenida por la ms bella detodas las formas de oracin: la adoracin y la alabanza.

    Pero siempre con los pies en la tierra, con un profundo realismo, escomo dice Frei Carlos Mesters: En sueos yo logr contemplar un pocode resurreccin. Cuando uno est despierto, no se puede ver esederroche de resurreccin porque siempre se tienen las sombras delsufrimiento y de la lucha. Va a demorar......

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    23/42

    C. CONCLUYENDO LA LECTIO

    Comenzamos con lectura y terminamos en ejercicio espiritual. Esto eraexactamente lo que buscbamos en la Lectio Divina.: aprehender la

    institucin espiritual, el poder de la Palabra, que est en la Biblia. Esto eslo que la ha distinguido de todas las otras lecturas posibles de la Biblia.

    Precisamente por ser espiritual uno no se da ni cuenta cundo termina. LaLectio es una dinmica vital a la que es difcil fijarle con precisin cadauno de sus tiempos. Lo que es claro es que metodolgicamente vuelvesiempre al mismo punto de partida para repetir el camino de manera tal,que experimentemos lo que dice el profeta Isaas: maana tras maaname despierta al odo, para que escuche como los discpulos. El SeorYahveh me ha abierto el odo (Is. 50, 4-5).

    Como una ayuda para nuestro propio ejercicio sugerimos terminar conuna breve oracin vocal para agradecerlo al Seor lo que hemos vivido alo largo de la Lectio.

    Una vez ms le damos la palabra a Guigo II, el Cartujo, para que nosensee su hermosa manera de orar:

    Seor, cuando t rompes el Pan de la Santa Escritura,T me haces conocido por esta Fraccin del Pan.Entre ms te conozco, ms deseo conocerte,

    no solo en la corteza de la letra,sino en el conocimiento del sabor de la experiencia.No te pido este don a causa de mis mritossino en razn de tu misericordia.....Dame, Seor las arras de la herencia futura,un gusto al menos de la lluvia celestepara refrescar mi sed, porque yo ardo de amor.(Scala, VI)

    D. La Formacin de Cristo en nosotros, segn la Lectio Divina.

    Hijos mos!, por quienes sufro dolores de parto,hasta ver a Cristo formado en vosotros.(Gal. 4, 19)

    A partir de la contemplacin, ltimo movimiento de la Lectio Divina, secomienzan a vislumbrar horizontes en la vida espiritual que la impulsanpor caminos de madurez cristiana.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    24/42

    Porque el Verbo habita en nosotros hacindose uno con nuestra carne, laprctica de la Lectio es una educacin continua para que tengamos losmismos sentimientos de Cristo Jess (Fil. 2, 5), para sentir, decidir, yactuar segn su Corazn (Ver Act. 13, 22). Es, por tanto, una verdaderaescuela de formacin de los discpulos de Jess en la que se aprenden loscaminos de Su seguimiento.

    La sensibilidad a la Palabra de la Sagrada Escritura educa para la docilidadal Espritu Santo a fin de que, como dice san Juan Eudes, l haga denuestro ser un Evangelio vivo y un libro vivo, escrito por dentro y porfuera, en el cual la vida de Jess est perfectamente impresa.(OC III, 54).

    Veamos, entonces, tambin a manera de esbozo, como en un dibujo, laprolongacin de la Lectio. La presentamos en otros nuevos cincomovimientos que se suceden como las olas del mar, una encima de laotra, fuertes, rtmicas, irresistibles. Cuando estas olas se hacen familiaresse puede aprender a navegar mejor en ellas.

    1. La onda de la consolacin: en el gozo del Espritu.

    La oracin que brota de la Lectio se vive con gozo en el Espritu Santo(Gal. 5,22), emocin con la que Jess oraba tambin (Lc. 10,22), porquese siente ntimamente el gusto de Dios, de las cosas de Cristo. El gozode la alabanza lo invade todo.

    San Juan de la Cruz alude a esta experiencia cuando canta latransparencia de Dios en todas las cosas: y todos cuantos vagan de Time van mil gracias refiriendo, y todos ms me llagan, y me dejanmuriendo, un no se qu que quedan balbuciendo (Cntico, 7).

    Esta emocin viene incluida en el don de la contemplacin, es lo que enel mbito espiritual se ha llamado la consolacin.

    La consolacin llega a ser como una atmsfera en la que el corazn sepuede mover con libertad. Ensea el Cardenal Martn cmo slo de laconsolacin nacen las opciones valientes de pobreza, castidad,

    obediencia, fidelidad, perdn, porque es el lugar, la atmsfera propiade las grandes opciones interiores. Lo que no viene de este don pocodura y puede ser fcilmente solo fruto del moralismo que nosimponemos a nosotros mismos.

    2. La onda del reconocimiento de los impulsos interiores: eldiscernimiento cristiano.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    25/42

    Expresa con mayor claridad an los alcances de la consolacin. Elorante llega a ser como una especie de antena espiritual que sabecaptar lo que es y lo que no es del Evangelio.

    Es el aprendizaje de la sensibilidad espiritual de que habla san Pablo:lo que pido en mi oracin es que el amor de ustedes siga creciendo

    cada vez m{as en conocimiento perfecto y todo discernimiento (finasensibilidad) (Fil. 1,9); que en realidad es siempre unadesacomodacin, un continuo vivir desinstalados frente al mundo: nose acomoden al mundo presente, antes bien transfrmense con unanueva mentalidad, de manera que puedan discernir la voluntad deDios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.(Rom. 12,2)

    3. La onda de los saltos cualitativos: las opcionesevanglicas.

    Adquiriendo la habilidad para discernir el pensamiento de Dios, talcomo se expresa en Su Palabra, aprendemos tambin a decidir segnDios. As escogemos o confirmamos o continuamos renovando nuestroestado de vida.

    Le damos la palabra al Cardenal Martn: si analizamos atentamentelas opciones vocacionales, nos damos cuenta que tienen, tal vezinconscientemente, un proceso. La vocacin, de hecho, es una decisin

    que se toma a partir de aquello que Dios hace sentir y de la experienciaque de ah se hace segn los parmetros evanglicos.

    Y no solo escogemos nuestro estado de vida para la edificacin delCuerpo de Cristo, tambin somos llamados a tomar postura en mediode nuestra sociedad: opciones polticas iluminadas por las preferenciasevanglicas.

    En esta onda vemos aparecer la valenta proftica del cristiano (VerAct. 4,31), quien por sus opciones se coloca en medio de la sociedadcomo lmpara que brilla en lo alto (Ver Mt. 5,16) y, por lo mismo,

    tambin puede ser criticado.

    4. La onda de la accin: los compromisos.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    26/42

    Primero es el rbol, despus vienen los frutos. La Lectio Divina haevitado sacar consecuencias inmediatas de la Palabra, el cmo seaplica esto, y trabaja ms bien al nivel del ser cristiano. Es lafrmula conocida: el ser precede al hacer. Pero llega ahora elmomento del hacer.

    Como dice el Cardenal Martn, la accin es el fruto maduro de todo elcamino.... leccin bblica y accin, no son de ningn modo dos lneasparalelas.

    Santiago era claro en este punto, lo citamos en toda su extensin:Pongan por obra la Palabra y no se contenten solo con orla.....Porquesi alguno se contenta con or la Palabra sin ponerla por obra, ese separece al que contempla su imagen en un espejo: se contempla, pero,yndose, se olvida de cmo es. En cambio el que consideraatentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, nocomo oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ese practicndolaser feliz (Santiago 1,22-25).

    No siempre es fcil, lo que sabemos por experiencia. Por eso podramossiempre orar como lo haca un santo: Pero T Seor, conoces laimposibilidad y la incapacidad que tengo para amarte. Por eso, Diosmo, dame, si T quieres, lo que me mandas, despus mndame todo loque T quieras. (Juan Eudes).

    5. La onda de la comunicacin: La Evangelizacin.

    La luz no permanece escondida. Los hermanos reciben del lector orante el testimonio del Evangelio. La Palabra que se anuncia est en len primer lugar, como una presencia que se capta en su manera devivir.

    Pero dice san Pablo que la fe viene de la predicacin y la predicacin,por la Palabra de Dios (Rom. 9, 17). La Palabra es fuego que quemadentro y que hay que anunciar tambin de viva voz.

    As la Lectio se coloca a la raz de la misin. Es como si constantementese nos dijera: escucha la Palabra para que la anuncies!.

    Finalmente, digmoslo as, esta onda misionera se expande lenta peroirresistiblemente por todos los ambientes, en todos los momentos,dndole a la historia el sabor del cielo. (Ver Mat. 28, 19-20).

    D. Tres Dificultades que hay que superar en la prctica de laLectio Divina.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    27/42

    Hemos presentado el itinerario y las claves para movernos ampliamentedentro del mtodo de lectura Bblica Lectio Divina. En varios casos noshemos limitado simplemente a dibujar el ambiente, a insinuar lasposibilidades.

    Pero quedan todava por explicar tres cuestiones importantes para lapraxis del mtodo, estas son:

    Qu textos escoger?. Cundo hacerla?. En qu podemos apoyarnos para crecer?

    1. Qu textos escoger.

    Lo mejor es preferir siempre la Palabra tal como diariamente la ofrecela Iglesia en la Liturgia.

    Para comenzar, sugerimos tomar siempre el Evangelio, porque l nosinicia a la experiencia de Jess y es la clave de interpretacin de toda laBiblia. Los domingos recordaremos que la Primera Lectura se lee enarmona con el Evangelio.

    Sin embargo, los ms avanzados pueden ir tomando gradualmente

    todos los otros libros de la Biblia. Los Monjes hacen la lectura completade la Biblia. As tambin lo podemos hacer nosotros.

    No ayuda mucho cambiar de Libro de la Biblia cada da o escoger lospasajes segn nuestro gusto. La continuidad de la lectura aumenta lacomprensin, nos da el contexto literario y nos permite captar mejor lapedagoga bblica.

    Y cuando nos encontremos con un texto que consideramos difcil deentender, no caigamos en la tentacin de cambiarlo, los Padres de laIglesia decan que los pasajes ms difciles son los que guardan unsecreto ms grande. Paciencia..... poco a poco.

    En palabras del Dicono san Efrn:

    Da gracias por lo que has recibido,y no te entristezcas por la abundancia sobrante.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    28/42

    Lo que has recibido es tu parte, lo que ha sobrado es tu herencia.Lo que coma por tu debilidad no has recibido en un determinadomomentolo podrs recibir, en otra ocasin, si perseveras.ni te esfuerces avaramente por tomar de un solo sorbolo que no puede ser sorbido de una vez,ni desistas por pereza de lo que solo puede ser tomado poco a poco!.

    (Diatessaron).

    2. El aprendizaje de un ritmo.

    Los maestros de la Lectio Divina coinciden en afirmar que lo msimportante en la praxis de la Lectio no es la cantidad de tiempo que seemplea cada vez sino su continuidad. Es una disciplina!

    La Lectio a la que inicialmente le podemos poner un poco ms deempeo es a la del Evangelio del domingo. Podra inclusive cubrir todala semana, buscando un da en que se puedan compartir los frutos dela oracin junto con los hermanos ms cercanos en la fe. Esto es lo quelos latinos llaman colatio.

    Cuando se ha aprendido este ritmo semanal se puede comenzar elritmo diario que es el ritmo normal. Esta sera una manera concreta deorar: danos hoy nuestro pan de cada da.

    Cul es la mejor hora?. Se recomienda escoger la mejor hora del da:aquella en que los cinco sentidos estn ms despiertos, aquella en quees posible tener un poco de calma y de silencio. La Lectio nos obliga atomar decisiones con nuestro tiempo ordinario para darle el mejorespacio a la Palabra.

    Pero, ya lo hemos insinuado, no hay necesidad de hacerlo todo de unavez. Por ejemplo, (y solo un ejemplo!): por la noche se puede hacer lalectura del Evangelio del da siguiente. Luego, nos vamos a descansar,llevndonos la resonancia de la Palabra, como una manera de vivir lasPalabras del Cantar, yo dorma, pero mi corazn velaba (5,2). Por la

    maana recogemos el fruto en la oracin. Un maestro de la Lectio dicea los aprendices: emplear en esta oracin quince minutos, ni ms nimenos!. A lo largo del da podemos llevar a su punto culminante laLectio en alguna celebracin litrgica.

    3. Un apoyo para crecer

    Nos referimos ante todo a un acompaante espiritual. Junto con lpodemos decidir nuestra manera concreta de hacer la Lectio, compartir

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    29/42

    las dificultades que se nos presentan, recoger sus frutos y pedirsugerencias prcticas.

    Tambin la vivencia de momentos fuertes es til para caminar con frutoen el mtodo de la Lectio. Por ejemplo: los ejercicios espirituales, una jornada de oracin, algunos encuentros especiales alrededor de laPalabra, que se constituyen en verdaderas experiencias formativas.

    Otro apoyo es la participacin en una pequea comunidad en la quepodamos compartir nuestra experiencia y acoger con sencillez lasenseanzas de los otros. En esta experiencia comunitaria de la Lectioaprenderemos de los hermanos y de la sabidura de la Iglesia. Aspodremos decirnos mutuamente lo que Guigo le deca a Gervasio: tque has aprendido mejor esta va por la experiencia, que yo por larazn, sers juez y corrector de mis reflexiones.

    Nos abriremos entonces al aprendizaje de esta experienciacomunitaria.

    IV

    LA PRCTICA DE LA LECTIO DIVINA

    EN LA PARROQUIA.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    30/42

    Demos un paso adelante en nuestra presentacin del mtodo delectura de la Lectio Divina. Ya conocemos sus caractersticas,particularmente su dinmica, y la manera concreta de practicarla.Ahora queremos proyectarla en el mbito comunitario, al que hemos

    llamado su lugar natural. La Biblia es esencialmente el Libro de laComunidad: en ella naci y a ella se dirige.

    Los Hechos de los Apstoles nos cuentan en varios episodios, cmo elanuncio de la Palabra de Dios era la semilla que generaba la fe yformaba la Comunidad (Ver. Act. 2, 41-42).. El estribillo que se repite alo largo de la fundacin de las comunidades es que la Palabra de Diosiba creciendo.(6,7; 12.24 y 19,29). As coloca a la par la escucha de laPalabra de Dios y el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Iglesia.Con la prctica de la Lectio Divina en comunidad podemos actualizaresta experiencia modelo.

    Nos situamos en la vida parroquial porque sta es la expresin histricafuerte y ms prxima a nosotros de la vida de la Iglesia.

    Por otra parte, la experiencia ha demostrado que la prctica de laLectio da excelentes frutos en el trabajo de formacin y animacin decomunidades.

    Asumiendo, todo lo dicho anteriormente, presentamos a continuacinalgunas sugerencias que nos pueden ayudar a practicar la Lectio Divina

    en comunidad, y especialmente, en el mbito parroquial. Para ello nosinspiramos en algunas experiencias que desde hace algn tiempo sevienen realizando.

    A. Organizacin de la Experiencia de la Lectio Divina Parroquial.

    Normalmente la Lectio en el mbito parroquial se centra en elEvangelio del Domingo ms prximo al da en que sta se realiza.

    Los ministros, ordenados y laicos son conscientes de su responsabilidaden el servicio a la Palabra. Saben que esta no se reduce a la lectura ypredicacin dominical ni a una lectura ms o menos rpida que sepuede hacer en medio de una reunin pastoral. El ministerio de laPalabra exige particular dedicacin, de manera que todos en la Iglesiapuedan aprender a or la Palabra de Dios que est en la Biblia y nutrirsu vida con ella.

    Pero cmo hacerlo?. He aqu varias alternativas.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    31/42

    1. La Lectio en la sede parroquial.

    Es lo mejor para comenzar. La asume el mismo prroco u otro agentede pastoral ejercitado en la Lectio Divina.

    En el da y hora escogidos, se renen los que lo deseen y siguen lasiguiente dinmica:

    Momento de oracin, invocacin al Espritu Santo. Proclamacin del Evangelio del Domingo. Presentacin del texto: algunas indicaciones sobre el contexto,

    las ideas centrales, la explicacin de palabras cargadas desentido teolgico,. Etc. Mximo una media hora.

    Tiempo de silencio, unos 20 minutos, para la relectura personal yla meditacin.

    Momento de compartir sobre lo que cada uno haya captado en lalectura. Habla quien quiere, se hace en 20 minutos.

    Se termina con un momento de oracin en que cada uno seexpresa, o se utiliza algn esquema previamente preparado.Puede coincidir con la celebracin de la Liturgia de las Horas.

    Algunos prrocos han manifestado lo importante que ha sido para ellos nosolo el sentarse a educar a sus fieles en la lectura de la Biblia, sinoespecialmente, el haberlos odo expresarse a partir de la Palabra de Dios.

    2. La Lectio en diversos mbitos de la vida parroquial.

    Esta es an ms eficaz que la que se realiza en la sede parroquial puespermite la participacin de un mayor nmero de personas y porque esposible establecer relaciones ms estrechas entre ellas, hecho quefacilita la profundidad de la comunicacin.

    Los pasos pueden ser los mismos sealados anteriormente.

    Sugerimos que se tengan en cuenta de manera especial:

    - Las pequeas comunidades.-

    Los movimientos.- Los equipos pastorales.- Los grupos juveniles.- Los equipos de servicio, etc....

    Igualmente se puede aprovechar algunas situaciones pastorales como:

    - La visita pastoral.- Las reuniones de carcter personal- Las asambleas familiares.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    32/42

    - Los retiros parroquiales, etc....

    Lo importante es la orientacin que se quiera dar que no es otra que la depromover grupos de reflexin y de accin a partir del Evangelio. Se esperaque la pedagoga de Jess penetre profundamente en el corazn y en lasactitudes de los participantes preparndolos para un trabajo deevangelizacin que no se reduce a la mera repeticin de frmulas

    aprendidas, sino a la comunicacin de una experiencia de unidad de fe yvida a partir de una conversin personal al Evangelio.

    B. Dinmicas modelo para la prctica Lectio Divinacomunitaria en la parroquia.

    Hemos presentado un sencillo esquema de Lectio parroquia . Pero, talcomo se dijo al exponer la dinmica de la Lectio Divina, esta puede serrecreada segn los contextos pastorales.

    Ofrecemos a continuacin cinco dinmicas que son otras tantas manerasde realizar la Lectio Divina en comunidad. Todas ellas proceden dediversos autores y lugares, y nos permiten valorar tambin la riqueza delos mtodos.

    Las presentamos en forma de fichas didcticas de manera que puedanservir como recurso para la preparacin de la Lectio parroquial. Pero,insistimos, esperamos que slo sean un estmulo para crear otras nuevasque correspondan a las caractersticas de cada ambiente.

    FICHA DIDCTICA No. 1

    PRIMER PASO: ACOGIDA, ORACIN.

    1. Acogida y breve intercambio de las expectativas.

    2. Oracin Inicial, invocando la Luz del Espritu Santo.

    SEGUNDO PASO: LECTURA DEL TEXTO.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    33/42

    1. Leer lenta y atentamente el pasaje.

    2. Permanecer en silencio para que la Palabra pueda calar centro denosotros.

    3. Repetir el texto por parte de todos, tratando de recordar todo lo que

    fue ledo.

    TERCER PASO: SENTIDO DEL TEXTO EN S.

    1. Intercambiar impresiones y dudas sobre el sentido del texto.

    2. Si es necesario, leer nuevamente y aclarar entre todos.

    3. Un momento de silencio para asimilar todo lo que fue escuchado.

    CUARTO PASO: SENTIDO PARA NOSOTROS.

    1. Rumiarel texto y descubrir su sentido actual.

    2. Aplicar el sentido del texto a la situacin que vivimos hoy.

    3. Extender el sentido, unindolo con otros textos de la Biblia.

    4. Situar el texto en el plan de Dios que se realiza en la historia.

    QUINTO PASO: ORACIN A PARTIR DEL TEXTO.

    1. Leer de nuevo el texto con mucha atencin.

    2. Hacer un momento de silencio para preparar la respuesta a Dios.

    3. Orar el texto, compartiendo las luces y las fuerzas recibidas.

    SEXTO PASO: CONTEMPLACIN, COMPROMISO.

    1. Expresar el compromiso que nos sugiere la lectura orante.

    2. Resumir todo en una frase para llevarla consigo durante el da.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    34/42

    SPTIMO PASO: UN SALMO.

    1. Buscar un Salmo que exprese todo lo que fue vivido en el encuentro.

    2. Rezar el Salmo para terminar el encuentro.

    (Dinmica propuesta por Frei Carlos Mesters, CEBI, Brasil).

    FICHA DIDCTICA No. 2.

    PRIMER PASO: INVITEMOS AL SEOR.

    El Animador le solicita a uno del grupo que invite al Seor con una oracinespontnea o preparada con anticipacin; los que deseen tambin puedenunirse a su oracin.

    SEGUNDO PASO: LEAMOS EL TEXTO.

    1. El animador indica el captulo y los versculos del texto y espera aque todos lo hayan encontrado.

    2. Invita a uno a leer el texto en voz alta.

    3. Breve pausa de silencio y de reflexin.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    35/42

    TERCER PASO: DETENGMONOS SOBRE EL TEXTO.

    1. Los participantes (que lo deseen), leen en voz alta una palabra o unabreve frase que les parezca significativa.

    2. Despus de cada intervencin, todos permanecen en silencio

    durante algunos instantes, de manera que puedan repetir dos o tresveces dentro de s lo que han odo, dejndose compenetrar por esapalabra.

    3. Se lee una vez ms todo el pasaje en voz alta muy lentamente.

    CUARTO PASO: HAGAMOS SILENCIO.

    El animador invita a hacer silencio para abrirse a Dios.

    QUINTO PASO: COMUNIQUMONOS UNOS A OTROS LO QUE NOSHA IMPACTADO.

    Los participantes se comunican libremente lo que los ha impresionado yconmovido. Se procura hacer la relacin entre la Palabra oda en laSagrada Escritura y las propias experiencias.

    SEXTO PASO: HABLEMOS DE LO QUE EL SEOR QUIERE DENOSOTROS.

    1. Se enfrentan los problemas cotidianos y las propuestas concretaspara solucionarlos.

    2. Si el grupo lo desea, se pueden establecer algunos objetivos paracumplir, procurando siempre que estos sean viables. En la Lectiosiguiente se har la evaluacin.

    3. Se procuran instantes de silencio durante este paso de manera queno haya presiones.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    36/42

    4. En algunos casos es preferible dejar a cada uno la realizacin deeste paso de orden prctico.

    SPTIMO PASO: OREMOS.

    1. El animador invita a todos a orar.

    2. Los participantes hacen oraciones espontneas de agradecimiento yde splica.

    3. Se termina con un canto.

    (Inspirado en Lucas 24, 13 25, los discpulos de Emas. Elaborado por elInstituto Misionero de Lumko, Delmenville Surfrica.)

    FICHA DIDCTICA No. 3

    PRIMER PASO: INVOCACIN DEL ESPRITU SANTO.

    SEGUNDO P ASO: LECTURA DEL TEXTO BBLICO.

    TERCER PASO:

    Cada participante, por su propia cuenta, reflexiona sobre el texto. Paraeste fin coloca sobre l tres smbolos:

    1. Una interrogacin: al lado de las frases que no ha comprendido,aquellas que dejan alguna pregunta abierta y son dudosas o poco

    claras.

    2. Una exclamacin: al lado de una cierta frase o parte del texto quetrae a la mente una idea importante.

    3. Una flecha: all donde ha sido tocado desde un punto de vistaexistencial.

    CUARTO PASO:

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    37/42

    Los participantes afrontan juntos todo el pasaje, versculo por versculo,compartiendo lo que han hecho. A todos se les respeta la libertad dedecidir lo que desean poner en comn con los otros.

    QUINTO PASO:

    Se hace una oracin en comn a partir de lo que se ha compartido.(Conocido como mtodo Vasteras, por el lugar donde comenz apracticasrse).

    FICHA DIDCTICA No. 4

    PRIMER PASO: El animador introduce la Lectio con una breve oracin.

    SEGUNDO PASO: Un participante lee, atenta y claramente, el texto

    escogido, de manera que todos puedan seguirlo bien. Los otros debenescuchar y no leer.

    TERCER PASO: Cada uno en silencio comienza a reflexionar sobre eltexto, tratando de responder por escrito a cinco preguntas:

    Cul es la afirmacin central del texto?Esta pregunta obliga a reflexionar sobre lo esencial, sobre elverdadero mensaje del texto, evitando apartarse de lo esencial.

    Qu es lo que no consigo comprender?Esta pregunta orienta una lectura ms precisa e impide sobrevolaraquello que en el texto parece difcil.

    Qu conexiones veo dentro del texto?Esta pregunta lleva a considerar el contexto. Preguntas alternativas; qu precede este texto?. Qu lo sigue?. Dnde se encuentran,en la Biblia, textos que se puedan comparar?. Dnde reaparecen enla Biblia, las palabras o las ideas ms importantes del texto?

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    38/42

    Qu me toca de manera especial dentro del texto? Qume cuesta aceptar en l?

    Esta pregunta se refiere al sentimiento. Los participantes deben sermotivados para que expresen abiertamente sus sensaciones deacuerdo o rechazo, de admiracin o de estupor, sin reprimirlas envirtud de un mal entendido temor reverencial hacia el texto Sagrado.

    ! Qu puedo hacer concretamente?.Esta pregunta se refiere a las posibles consecuencias concretas.

    CUARTO PASO: Se realiza el intercambio comunitario:

    1. Se van compartiendo las respuestas una por una.

    2. Se insiste en la escucha disponible y atenta para descubrir juntos loque quiere decir el Espritu de Dios.

    3. Se evita cualquier discusin o palabrera.

    QUINTO PASO; Se entra en oracin.

    1. Se puede contemplar una imagen ( o cartelera, o diapositiva, etc.)que subraye el elemento esencial del texto. La contemplacin serealiza en silencio.

    2. Se invita a participar en la oracin.

    (Conocido como mtodo Bludesch, por el lugar donde se comenz apracticar).

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    39/42

    FICHA DIDCTICA No. 5.

    PRIMER PASO: UN CORTO TIEMPO DE ORACIN.

    Comenzar con una corta oracin de alabanza y de peticin, para significarque se va a hacer una lectura creyente y que se est a la escucha de untestimonio de fe.

    SEGUNDO PASO: LECTURA.

    Leer el texto escogido, lentamente y en alta voz.

    TERCER PASO: MEDITACIN.

    A partir de dos preguntas:

    1. Qu es lo que considero como lo principal en este pasaje?. Indicarlas palabras o las expresiones.

    2. Cules son las convicciones de fe que all se expresan?

    CUARTO PASO: REPASO DE LA LECTURA.

    Releer el texto lentamente para despus preguntarse:

    1. Hay palabras, imgenes, personajes del texto que me puedanayudar a expresar mis propias convicciones de fe y que son BUENASNOTICIAS para m?

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    40/42

    2. Si se trata de un texto del A.T.: cmo habra orado Jess a partir deeste texto?. Cmo es retomado en la predicacin de Jess?.

    3. Si se trata de un texto del N.T.: cmo expresa este texto la fe enJess?.

    QUINTO PASO: ORACIN FINAL.

    Se termina con una breve oracin donde se retoman las palabras, lasimgenes, las expresiones que han llamado especialmente la atencin.

    (Presentado por M.Sevin, quien lo recomienda especialmente comoLectura familiar de la Biblia. ).

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    41/42

    Oh, Verbo Eterno, Palabra de mi Dios!quiero pasar mi vida escuchndote;quiero prestar odos dciles a tus enseanzas,para que seas mi nico Maestro.

    Y, luego, a travs de todas las noches,de todos los vacos,de todas las debilidades,quiero mantener mis ojos clavados en Tiy permanecer bajo el influjo de tu magnfica luz.

    Sor Isabel de la Trinidad.

  • 8/9/2019 A La Escucha de La Palabra

    42/42

    BIBLIOGRAFA.

    BIANCHI E., Prier Laparole. Une introduction la Lectio Divina (VM No.15, Abbayed Bellefontaine, 1983),

    HECHT A; Passi Verso La Bibbia (Leumann Torino 1995) 9 11.

    MARTNI C.M., La Gioia Del Vangelo (Piemm, Casale Monferrato, 1988).

    MARTN C.M. RATZINGER J., La Lectio Divina Indispensable ToutPasteur, En Bulletin Dei Verbum 27, 4 7.

    MESTERS C., Refleoes sobre mstica que debe animar a leitura oranteda Biblia. En Estudos Bblicos. 32 ( 1991) 100 104

    ROUSE J., SIEBEN H.J., BOLAND A, Lectio Divina et Lecture Spirituelle, EnDS IX, 470 510.

    STANLEY D., A Suggested Approach To Lectio Divina, En De americanBenedictine Review 23 ( 1972 ) 439 455