El 9 de mayo profesores, padres y alumnos ocuparon las calles de diferentes ciudades españolas para protestar en defensa de la educación pública. Una huelga a la que estaban llamados a parti-cipar todas las etapas educativas, desde colegios hasta institutos y universidades. Todos unidos

desfilaron desde Atocha hasta el Congreso protestando contra los recortes y la Ley Orgáni-ca para la mejora de la Calidad Educativa(LOCME). La marea verde fue creciendo a medida que avanzaba la tarde y los diferentes colectivos se iban incorporando. Y como tras cada manifesta-

ción, el día después tocó hacer un balance. ¿Éxito o fracaso? Según los sindicatos el segui-miento fue del 70%. Sin em-bargo, y en medio de múltiples actos de protesta , el Ejecuti-vo de la Comunidad de Madrid lo rebajó a tan solo el 20%.

Banderas republicanas, pancartas con mensajes reivindicativos para dar voz al malestar de los protes-tantes y megáfonos para hacer so-nar más fuertes sus gritos tuvieron una importante presencia duran-te la manifestación. Una marcha centrada en la educación, pero que también prestó atención a otros sectores afectados por los recortes como es el caso de la sanidad. Crí-ticas hacia Urdangarín y a la fa-milia real, acompañadas con cán-ticos como “Mañana, España, será republicana”se alternaron con las reivindicaciones educativas que motivaron a los presentes a lan-zarse a las calles el pasado jueves.

Aunque en aparien-cia pueda parecer un grupo homógeneo, podemos afirmar que “las apariencias en-gañan”. Marcharon unidos por los mis-mos deseos, pero en ocasiones, separados por discrepancias entre los diferentes grupos que asistie-

ron a la huelga. Y si no que se lo digan a las juventudes socia-listas, que sufrieron en sus propias car-nes el desprecio de los manifestantes. En la fotografía de la derecha, se puede apreciar un mome-to de la disputa. Al fondo, la bandera del

PSOE, que, minutos más tarde, acabaría partida después de que fuera zarandea-da hasta romperse.Entre los reproches a los jóvenes socia-listas se escucharon gritos como “¡Vo-sotros que hacéis aquí!” o “PSOE y PP, la misma mierda es”

9 de mayo: Huelga de educación

Sin embargo, es importante des-tacar que pese a pequeños desen-cuentros como el mencionado, la

manifestación transcurrió pacífi-camente y sin ningún altercado. Cumpliendo con uno de los fines

de la convocatoria, estudiantes de todas las edades, padres y profe-sores se enfundaron la camiseta

Estudiantes de la UCM del campus de Aranjuez protestando por el cierre del CES

Ámbito Universitario

Personal UCM

Institutos

Sindicatos

Plataforma “Toma la Facultad”

Tomalafacultad, red de asam-bleas universitarias de Madrid, informaba en su página web que apoyaría sin fisuras la convoca-toria de huelga general educa-tiva el 9 de Mayo, para frenar “las degradantes políticas de austeridad del gobierno central

y mercantilizadoras de Wert, un ministro sin legitimidad y que es el peor valorado del go-bierno del PP”.” Nos condenan a un futuro que se dirime entre el desempleo masivo de la ju-ventud o una precariedad de las condiciones de vida y trabajo,

por ello, que lo tenga claro la Troika, Rajoy, Wert y Lucía Fi-gar: Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro.” Y se despe-dían haciendo un llamamiento: ¡Echemos a Wert! ¡9 de Mayo: Huelga General Educativa”

Y ellos tampoco podían faltar...Bene-dicto XVI y Ángela Merkel también de dejaron caer po Madrid

Clara, estudiante de políticas, forma parte del colectivo “Toma la Facultad”. Aseguró que es-taba siendo una de las huelgas más visibles hasta el momen-to, algo que demuestra que la gente está empezando a tomar conciencia de lo que significa la LOMCE y de la importancia real de la educación pública, así como la de ejercer una defensa activa de nuestros derechos.“Se trata de una ley que supo-ne una regresión a los valores moralistas y de alienación. Un sistema de doblegación desca-rado, apartado de toda posibi-lidad de pensamiento crítico. Todo ello aplicado desde las aulas y con un fin de mercan-tilización con la ciudadanía”

Calles cortadas y un buen sabor de boca para los organizadores. Pero no todos los centros cerra-ron sus puertas, ni todos los alum-nos apoyaron la convocatoria. En Madrid, muchos fueron los cole-gios que no notaron los efectos de la huelga. Es el caso del Colegio Patrocinio de San José, un centro

concertado de la capital. De he-cho, muchos de sus alumnos ni si quiera sabían que había huelga. Amanda, estudiante de bachille-rato decía que había sido un día totalmente normal. “Nadie ha fal-tado a clase, hemos estado todos, y nadie ha comentado nada”. A las 3 de la tarde, los más peque-

ños se concentraban en la puerta del colegio para continuar con la sesión escolar. Algo parecido a lo que ocurría en el Colegio Nues-tra Señora Satamaría, donde una alumna afirma que posiblemente ni los profesores estaban al tanto y todo fue como un día cualquiera.

Yno. No nos hemos olvidado de los que nunca fallan a este tipo de actos. La policía tam-bién estuvo presente, tratándo-se, podríamos decír, de la otra cara de las manifestaciones, por representar posiciones opues-

tas, por lo menos, como figura institucional que es la policía. No entramos a valorar si perso-nalmente formarían parte de esa marea verde, pero de servicio son un buen ejemplo de otro punto de vista y forma de ver

un acontecimiento como este. Mientras unos protestan, los otros vigilan que se mantenga el orden, y, lamentablemente, en más de una ocasión, reprimen.

Puerta del colegio “Patrocinio de San José”