EL SOCIO Tres beneficios de un líder que hace alianza con Dios

Las alianzas estratégicas son un fenómeno que ha experimentado un notable aumento en los últimos años. Uno de los motivos principales de las alianzas ha sido, no sólo para sobrevivir la crisis económica mundial, sino también para mejorar posiciones y competir con efectividad una vez que finalice la crisis.

Hemos observado alianzas y sociedades en la industria de los aviones, bancos, teléfonos celulares: Nokia y Microsoft, automóviles: Renault y Nissan, etc. Las alianzas hacen que los objetivos se cumplan, que haya trabajo colectivo para un fin común y que los socios confíen entre ellos.

Dios sin necesidad de asociarse con nadie pudo haber cumplido sus propósitos en el mundo, sin embargo, al darnos identidad de hijos, también quiso darnos identidad de socios, es decir de colaboradores. En la Biblia el término colaborador no denota un servilismo de baja categoría y de trabajo en soledad, sino al contrario, el Dios todopoderoso al lado de su creatura, en una relación de unidad y afecto,

le concede dones, habilidades y talentos para realizar en conjunto obras extraordinarias. Dios desde la creación del hombre colocó dentro de él la semilla de gobernar, es decir de liderar. Pablo sabía que su identidad implicaba liderazgo, él se sabía socio y colaborador, no solo de Dios, sino con Dios.

2 Corintios 6:1 BLA “Y como colaboradores con El , también os exhortamos a no recibir la gracia de Dios en vano;”

1.Tu visión se alinea.

Proverbios 29:18 NVI “Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!.”

Acciones para romper la máscara miope. -Compara tu visión con la visión de Dios. -Acepta que Dios quiere bendecirte para que bendigas a otros. -Purifica tu visión con los valores cristianos: la verdad, generosidad, justicia, respeto, amor y -bien común.

-Alimenta tu visión leyendo la Biblia. -Elimina las deseos egoístas, detectándolos y pidiendo perdón a Dios. -Conecta la realidad divina (los deseos y valores cristianos) a la realidad humana (las necesidades y desgracias sociales, espirituales, físicas, etc. -Invierte las tres “T”: tiempo, talento y tesoro en mejorar a otros.

2.Tu carácter se afirma.

Proverbios 17:7 NVI “ No va bien con los necios el lenguaje refinado, ni con los gobernantes, la mentira.¡”

Acciones que rompen la máscara débil -Lidera con templanza. La estabilidad emocional afirma tu liderazgo. -Lidera hablando la verdad. La verdad da confianza a tu liderazgo. -Mantén comunión con El. La oración y lectura de la Biblia fortalece tu liderazgo.

-Lidera con el ejemplo. Vivir lo que enseñas prolonga tu liderazgo. -Ten paciencia. La paciencia da madurez a tu liderazgo. -Aprende con disciplina. La capacitación mejora tu liderazgo.

3.Tu actitud de discípulo

se acrecenta.

Lucas 11:1 “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.”

Decisiones para ser discípulo. -Decide aprender toda la vida. Puedes siempre estar dispuesto a escuchar más que hablar. -Decide rendir cuentas. Acepta la intervención, no la manipulación, de tu mentor en lo que atañe a lo que le has aprendido. -Decide tener una actitud humilde. No puedes ser enseñando siendo altivo.

-Decide ser obediente. La obediencia va de la mano con la capacidad de aprender. -Decide respetar y admirar. Respeta a tus autoridades: padres, maestro, líderes, etc. Verdaderamente es difícil que se de el proceso enseñanza aprendizaje sin el respeto y admiración del discípulo al maestro. -Decide ser maduro. Asimila que tu maestro es vulnerable y puede equivocarse. No te desanimes en tu caminar con Dios.

-Decide practicar lo que aprendes. Si no hay ilusión de practicar lo aprendido, entonces no hay deseo de aprender. -Decide ser agradecido. Reconoce que el aporte de tu mentor es muy valioso. -Comparte lo aprendido. El buen discípulo comparte lo que aprende.