Introducción

En el marco de la celebración los 50 años de la fundación de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, queremos unirnos a todos los discípulos/as, misioneros/as y matrimonios Verbum Dei del mundo, para agradecer a Dios por el don de este carisma a la Iglesia y a la humanidad, y también por la labor de evangelización llevada a cabo durante estos años en los cinco continentes y de manera concreta, en esta ocasión, en África.

Para hacer más visibles las gracias y bendiciones de Dios recibidas por el continente africano tras 32 años de presencia misionera Verbum Dei, intentaremos una reseña histórica del despliegue misionero Verbum Dei en tierra africana en tres apartados.

Tras una pequeña descripción del contexto sociocultural de la misión de la Iglesia en África, presentaremos una breve historia de la misión Verbum Dei y terminaremos con los retos y desafíos.

1- Contexto de la misión de la Iglesia en África

1.1- Contexto global

África es un inmenso continente con 53 países y situaciones muy diversas; por lo tanto, no resulta fácil hablar del contexto global de la misión de la Iglesia en el suelo africano, sin caer en una especie de generalización inadecuada. Por lo cual, lo que presentaremos a continuación puede variar según los países y las Iglesias particulares.

La evangelización de África se hizo en tres fases: la del África del norte que remonta a los orígenes des cristianismo, la de la costa occidental del continente en los siglos XV y XVI y finalmente la del resto del continente en el siglo XIX. A nivel general, la grande mejoría de las Iglesias africanas es muy joven, con un dinamismo y una vitalidad muy grande, y desempeña una labor social tremenda en los ámbitos de la sanidad, de la educación1 e incluso de la defensa y desarrollo de los grupos minoritarios. La vitalidad de esas Iglesias se nota también en sus celebraciones llenas de jóvenes. Afortunadamente, en África, la gente se siente todavía orgullosa de ser cristiano. Aunque en muchos casos, la Iglesia tiene que realizar su misión en un ámbito sociopolítico difícil e incluso hostil. Además de la miseria ambiente, de las enfermedades (como el sida y el paludismo) y de las guerras (en algunos países), muchos cristianos son perseguidos a muerte por algunos grupos musulmanes radicales2. En medio de estas situaciones, la Iglesia en África camina alegre tras su Maestro y Señor, siguiendo las grandes orientaciones pastorales que le han asignado los dos sínodos de obispos africanos celebrados en 1994 y 2009.

1.2- Líneas maestras de la misión de la Iglesia en África

En el sínodo de 1994, los obispos africanos definieron las orientaciones y opciones pastorales para una nueva evangelización del continente. Esas orientaciones y opciones pastorales fueron a su vez recogidas en la Exhortación Apostólica Postsinodal Iglesia en África. Partiendo de los numerosos desafíos3 de su tiempo, los padres sinodales destacaron la urgencia y la necesidad de la formación de los agentes de la evangelización, la formación completa de los laicos4, la inculturación y la profundización de la fe, la evangelización de la familia y de los medios de comunicación social. Este sínodo tuvo un impacto muy positivo dentro del continente africano. Aunque es todavía muy pronto hablar de sus frutos, podemos mencionar entre otras cosas, el desarrollo teológico acerca de la imagen de la Iglesia familia de Dios, el impulso nuevo dado a la pastoral bíblica, las creaciones de las

1 En mi país, por ejemplo, los colegios, los institutos y incluso las universidades de la Iglesia Católica son unos de los mejores en termino de la disciplina, de la cualidad de la formación y del excito escolar. 2 En los últimos cuatro meses los grupos islamistas han acecinado centenares de cristianos en Nigeria.3 Cuando los padres sinodales se reunieron en 1994 la Iglesia en África tenía ante los ojos los desafíos siguientes: La evangelización en profundidad, la superación de las divisiones, la consolidación del matrimonio cristiano y de la vida familiar, la debida atención a las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y la invasión de los medios de comunicación social (Ecclesia in Africa n. 47-52).4 Para que “asuman con competencia sus responsabilidades civiles y consideren los problemas de orden sociopolítico a la luz del Evangelio y de la fe en Dios” (Iglesia en África n. 54).

1

comisiones de justicia y paz, y la implementación en varias diócesis de modelo de pastoral que acercan más el creyente a las problemas y necesidades de su entorno social. En pocas palabras, el Papa Benedicto XVI habla de “una vitalidad eclesial excepcional”5.

En continuidad con la primera Asamblea especial para África del sínodo de obispos, la segunda permitió discernir las líneas maestras de la misión de la Iglesia en este continente, con el enfoque puesto en la reconciliación, la justicia y la paz.

Se definió como primera tarea de la Iglesia en el suelo africano, llevar la palabra de Dios al corazón de las sociedades africanas. De hecho, en la Exhortación Apostólica Postsinodal Aficae Munus, el Papa volvió a recordar la “imperiosa necesidad del discípulo de escuchar a Cristo que llama a través de su Palabra”. En resumen, se trata de conducir a los cristianos africanos a una escucha y meditación una Palabra de Dios que a su vez se encarne realmente en sus rostros y vidas, y les convierta en testigos de la misma6.

La segunda línea maestra de la misión de la Iglesia en África fue discernida en torno al papel público de la misma Iglesia y su lugar en el espacio africano actual. En este sentido, podemos destacar la invitación dirigida a los cristianos africanos a ser ejemplares en lo que toca la justicia y la caridad, el compromiso de los pastores a favor de la purificación interior del hombre y la necesidad de formar conciencias rectas y respectivas de las exigencias de la justicia. Y por último, en la situación actual de África, “la Iglesia está llamada a hacer oír la voz de Cristo… A causa de Cristo y por fidelidad a su enseñanza de vida, se siente impulsada a estar presente allí donde la humanidad conoce el sufrimiento y hacerse eco del grito silencioso de los inocentes perseguidos, o de los pueblos cuyos gobernantes hipotecan el presente y el futuro en nombre de intereses personales”7.

Una vez presentadas las grandes líneas de la misión de la Iglesia en África, nos toca ahora presentar el desarrollo de la misión Verbum Dei dentro de este continente hasta el día de hoy.

2- La historia del Verbum Dei en África8

La FMVD llegó a África en un momento histórico muy importante ya que en los años 1980 cada Iglesia particular buscaba su propia identidad africana, se pasaba de una “primera misión evangelizadora” a una nueva misión realizada por los propios africanos, con una orientación de inculturación; recordemos las palabras del Papa Pablo VI en Kampala: “Vosotros africanos sois ya vuestros propios misioneros”9.

No resulta fácil hablar en general ya que cada país tiene su camino y su realidad, no obstante podemos decir que hay tres grandes etapas en este recorrido histórico: las fundaciones, la transmisión del carisma y el Verbum Dei en África en el día de hoy.

2.1- Las fundaciones

A las misioneras, les tocó fundar el Verbum Dei en África, como en muchos partes del mundo. El día 19 de julio de 1980, llegaron por primera vez en Malabo (Guinea Ecuatorial), las siguientes misioneras: Margarita Llauger Llull, María Isabel Díaz y María Isabel Pereda Negrete. El 13 de noviembre del mismo año, la primera fundación Verbum Dei en África fue reforzada con la llegada de María del Carmen Romero Aguilar y Doris Mafalda Ramírez Guerrero. Se cuenta la anécdota de que a las fundadoras de África, el Padre Eugenio Eteo, vicario general de la diócesis de Malabo en aquel tiempo, les aconsejó revestirse del hábito de religiosas, con el fin de ser aceptadas por la población local; lo que ellas hicieron sin ninguna complicación. Poco tiempo después llegaron Jaime Barceló,

5 Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal Africae Munus, n. 3.6 Id., n. 15-16.7 Cf. Ibid. , n. 17-30.8 Ese apartado ha sido realizado con la colaboración de María Isabel Diaz, que es una misionera Verbum Dei, que lleva 32 años trabajando en África.9 Discurso al Simposio de las Conferencias episcopales de África y Madagascar (31 de julio de 1969), 1: AAS 61 (1969), 576.

2

Félix Serna Arias y Miguel Ángel Urbán que fueron los primeros miembros de la rama de misioneros en pisar África.

El 7 de octubre de 1982, María Isabel Diaz y María Isabel Pereda Negrete fundaron el Verbum Dei a Kinshasa (Zaire, hoy la Republica Democrática del Congo). En 1990 se hicieron las fundaciones de Bata (Guinea Ecuatorial) y Douala (Camerún), y en 1997 la de Abijan, en Costa de Marfil 10. En el 2 de septiembre del año 2000, un grupo de misioneros se dejaron Douala para fundar en Bafousam, una ciudad del oeste de Camerún. Un año después, se fundó en el mismo país, la comunidad Verbum Dei de Yaundé.

En cada lugar era preciso conocer las realidades de las Iglesias locales, sus prioridades, así que conocer las personas con las que iban a compartir la fe; la realidad cultural era muy diferente y tanto las misioneras como los misioneros, se encontraron con situaciones nuevas y tenían que aprender a situarse. Eso fue toda una escuela de adaptación e inculturación, a muchos niveles según los países.

De diferentes formas, según los lugares, las misioneras y los misioneros Verbum Dei eligieron barrios sencillos para vivir y acercarse a las realidades que vivían estos hermanos; sin pretenderlo, esto fue la puerta que Dios utilizó para empezar una evangelización explicita, pues ya el testimonio de sencillez había hecho un trabajo, son muchos los que se preguntaban el por qué vivían así sin muchos medios económicos,... Podemos afirmar que el Señor nos había preparado ya el terreno pues encontramos personas con sed de Dios, y su palabra se cumplía: “Yo os precedo a Galilea”11.

2.2- La transmisión del carisma

En cada lugar, se fueron abriendo distintos campos de apostolado donde pudimos introducir a las personas en el encuentro personal con Cristo, a través de la Palabra, anunciada, orada y vivida. Podemos decir que fue una experiencia apostólica muy enriquecedora y floreciente. El Señor buscó obreros para la mies que era abundante. Así, muy pronto, se inició la formación de los jóvenes africanos. Damos gracias a Dios porque desde el principio hubo matrimonios que también se interesaron por el carisma de la Fraternidad.

Un momento clave en el desarrollo de la misión Verbum Dei en el continente fue durante el curso académico 1998-1999. Con una concentración de 37 misioneros y misioneras en Douala, empezamos una labor apostólica intensa en varios institutos de la ciudad, con el objetivo de hacer una convivencia Verbum Dei cada mes. Se puso también en marcha una estructura de perseverancia y de formación que iba de la escuela de pre-convivencia a la escuela de apóstoles II, con la escuela de la Palabra incluida. Esa labor misionera tuvo su culmen en el año 2000, con la celebración del primer congreso de los discípulos Verbum Dei en África. Desde este congreso, el movimiento de los discípulos Verbum Dei en África se fue forjando su propio camino. En el año 2004, se organizaron en Babeté (Camerún), las jornadas de reflexiones sobre el Verbum Dei en África. Durante dichas jornadas, se trataron temas a la vez complejos y de mayor importancia para la inculturación y el enraizamiento del Verbum Dei en el continente africano. Tal vez sería muy atrevido de nuestra parte presentar una lista exhaustiva de los frutos de esas jornadas en nuestra misión en tierra africana; no obstante, se puede afirmar contundentemente que ellas nos ayudaron a armonizar nuestros criterios y métodos de apostolado.

2.3- La misión Verbum Dei en África en el día de hoy

A la fecha de hoy, la misión Verbum Dei en África se desarrolla en siete ciudades distribuidas entre cuatro países. Aunque esa misión se despliegue a veces en campos diversos, la intencionalidad que anima a las misioneras, a los misioneros, a los matrimonios y a los discípulos Verbum Dei a la hora de actuar es la misma: “hacer de todas las naciones discípulos de Jesucristo, que puedan a su vez,

10 El 17 de septiembre de 1990, María del Carmen Romero Aguilar llegó a Douala para comenzar la primera fundación del Verbum Dei en Camerún. Pocos días después llegaran a su vez Ines Bueriberi y Margarita Llauger. Las fundadoras de Costa de Marfil fueron Francisca Reynés Arbona y Natividad Bosada.11 Mt 26,32.

3

proclamar con su vida y su palabra, la Buena Nueva del Reino y las maravillas de Dios”12. Dicho de otra manera, todos están al servicio de la Palabra de Dios y de su Reino, pero en campos diferentes.

a) Desde la colaboración con la diócesis

En muchas ciudades, estamos colaborando de diversas formas con la Iglesia local. En Douala, por ejemplo, además de una parroquia que ha sido confiada a los misioneros, una misionera está colaborando con la diócesis en el Instituto diocesano de formación de los laicos. Hay que añadir también que el trabajo misionero de los matrimonios está dando fruto, gracias al testimonio de sus vidas, de tal forma que, a nivel de la diócesis, les piden colaboración para la pastoral familiar. A los misioneros de Yaundé se les ha confiado la pastoral bíblica de toda la diócesis. A los de Malabo, el Arzobispo les ha encargado la administración de una capilla y colaboran además en la pastoral juvenil de su diócesis.

b) Desde las escuelas de apóstoles

En todos los lugares donde estamos en el continente africano, tenemos una dedicación especial y primordial a la formación de las escuelas de apóstoles. En varias comunidades, algunos niveles de escuelas de apóstoles están dirigidos por los mismos discípulos. En Abidjan, por ejemplo, todo el movimiento Verbum Dei está ahora mismo dirigido únicamente por los mismos discípulos.

En Douala, la actividad apostólica ha sido consolidada estos últimos años, gracias a la continuidad que ha existido a nivel de misioneros/as y también de discípulos, ya que los jóvenes que empezaron en su época de estudiantes, han seguido en el movimiento Verbum Dei, al casarse. Y eso porque se les acompañó para que descubrieran la vocación del matrimonio y la necesidad que la sociedad, la Iglesia y la Fraternidad tenía de ellos. Actualmente, podemos decir que los misioneros se dedican principalmente a la formación de los apóstoles (jóvenes y adultos), y ellos mismos forman a los discípulos. Agradecemos a Dios la experiencia del “hacer hacer”, al igual que el compromiso y de la disponibilidad de todos los que colaboran en esta misma misión de anunciar la Palabra de Dios y de ser testigos de la fuerza del Amor de Dios en la vida de las personas.

c) Desde la Palabra escrita

Una actividad muy importante que se realiza desde Camerún y que ha ido adquiriendo una difusión cada vez mayor, es la edición semanal de unas pautas de oración, (en francés “Pistes de Prière”). Lo publicamos tanto por Internet, como en papel en las distintas parroquias de la Archidiócesis de Yaundé. Son pautas de oración para cada día, en francés, enviadas semanalmente. Es una experiencia que lleva ya cuatro años funcionando y requiere mucha dedicación, pues son cada semana. Actualmente oran con estas “Pistes de prière” unas cinco mil personas. La mayoría están en Camerún, pero hay buena parte por muchos países del mundo13.

d) Desde el compromiso con los más pobres

Si muchos pueblos de África viven un nivel de pobreza humanamente inaceptable, hay entre ellos, algunos cuya pobreza es absoluta. Es el caso de los pigmeos Baka, que viven todavía de la caza y de las frutas salvajes. Apartados de la civilización, llevan una vida itinerante, dentro de la selva y no tienen ni siquiera una tierra propia. Tenemos un misionero sacerdote muy comprometido con la evangelización y el desarrollo integral de este pueblo y de los pueblos vecinos, con el apoyo de la ONG española Zerca y Lejos14.

Ni los éxitos alcanzados en algunos campos, ni la esperanza y la alegría devuelta a muchos rostros africanos, deben desviar la atención de los retos y desafíos que todavía tenemos que afrontar para una mayor eficacia en nuestro apostolado.

12 Constituciones de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, n.16.13 Cf. Sitio Web: http://www. pistesdepriere.com14 Cf. Sitio web: http://www.zercaylejos.org

4

3- Los desafíos

Dentro de los retos y desafíos actuales de la misión Verbum Dei en África, hay algunos que son propios de la Iglesia en general, y otros que son propios a la Familia Misionera Verbum Dei.

3.1-Desafíos y rectos propios de la Iglesia en África

La Exhortación Postsinodal Ecclesia in Africa en el capítulo IV, presenta como grandes retos y desafíos para la misión en África: lograr una buena gestión de los asuntos públicos, devolver la esperanza a los jóvenes, el sida, las guerras, el tribalismo, los refugiados y los prófugos, el peso de la deuda internacional, la dignidad de la mujer africana, la evangelización de la familia y la formación de los laicos. Teniendo en cuenta las orientaciones de la reciente Exhortación Postsinodal Africae Munus, destacaremos tres desafíos que consideramos más urgentes de la Iglesia en África hoy.

a) La evangelización en profundidad

Se trata por una parte de un esfuerzo de inculturación del mensaje evangélico, que posibilita el encuentro fecundo entre las culturas africanas y la Palabra de Dios, así como la evangelización de las mismas culturas15. Es decir: conducir a los cristianos africanos a una escucha y meditación de una Palabra de Dios que a su vez se encarne realmente en sus rostros y vidas, y les convierta en testigos de la misma. Por otra parte se trata de un esfuerzo de purificación y de reconciliación del hombre africano consigo mismo, con su Dios y con sus hermanos, convirtiéndolo en un instrumento de reconciliación, de justicia y de paz. De este modo evitaremos que la fe cristiana sea un mero barniz. Eso constituye también para la misión Verbum Dei en África, un gran desafío.

b) El desarrollo integral de la persona

Uno de los desafíos fuertes para la evangelización son los contextos de pobreza que viven nuestros pueblos, (causados por las injusticias y el egoísmo). La pregunta del misionero es pues: ¿Cómo anunciar el evangelio de modo que esta Buena nueva levante la dignidad de la persona y engendre unas condiciones dignas para toda persona humana, y en concreto para las personas con las que compartimos la Palabra de Dios y la vida de cada día? No se puede pues disociar la evangelización y el desarrollo integral de la persona. «En África se siente muy vivamente esta exigencia de aplicación del Evangelio a la vida concreta. ¿Cómo se podría anunciar a Cristo en este inmenso continente, olvidando que coincide con una de las zonas más pobres del mundo? ¿Cómo se podría no tener en cuenta la historia, tejida de sufrimientos, de una tierra donde muchas naciones luchan aún contra el hambre, la guerra, las rivalidades raciales y tribales, la inestabilidad política y la violación de los derechos humanos? Todo ello constituye un desafío a la evangelización»16.

Desde esta perspectiva de una evangelización integral, hemos impulsado el desarrollo del barrio “Campo Yaundé” (llamado Yumbili), de Malabo, creando fuentes de agua potable para el barrio, una escuela para los niños actualmente llevada por la Institución Teresiana, y hemos construido una capilla que actualmente es una parroquia. También pudimos colaborar con la parroquia donde trabajábamos en Kinshasa, a nivel pastoral para crear un instituto de enseñanza media, ya que los jóvenes del barrio tenían que ir lejos si querían continuar estudiando y a veces no podían por falta de medios económicos. Además, los cristianos de la parroquia lo habían pedido con insistencia. En colaboración con otras personas buscamos subvenciones y ayudas para que el proyecto fuera adelante; y así se creó el Instituto Bakanja (nombre de un catequista mártir que actualmente es beato, Isidoro Bakanja).

Con el tiempo pudimos comprobar que ese centro de enseñanza fue un lugar privilegiado para una evangelización integral. Organizamos formaciones, convivencias y retiros, tanto para alumnos como profesores, la experiencia fue muy buena ya que algunos responsables del instituto se comprometieron a ser testigos, discípulos de Jesús, y hubo cambios reales en el ámbito educativo; incluso se favoreció a los niños que tenían menos posibilidades económicas para que también

15 Cf. Ecclesia in Africa n. 59.16 Ibi., n.57.

5

estudiaran, se promovió transparencia en la administración del instituto y una calidad en la enseñanza (teniendo en cuenta que los ambientes en la enseñanza eran muy corruptos a muchos niveles, esto fue un gran logro)17.

c) El autoabastecimiento económico

Generar los recursos económicos necesarios para el desarrollo de su misión evangelizadora constituye para la mayoría de las Iglesias locales africanas un desafío muy grande, casi un reto imposible. Esa situación se explica por la situación general de pobreza del continente, también por la relativa juventud de las mismas Iglesias. Al mismo tiempo, ante el peligro de que se desarrolle una mentalidad de “eternos subsidiados”, la Iglesias africanas se plantean ¿Cómo llegar al autoabastecimiento a corto y a largo plazo? Las congregaciones religiosas presentes en el continente se hacen el mismo planteamiento. A nivel de la misión Verbum Dei en África, la pregunta resuena cada vez más en las conciencias y la preocupación por el tema se hace más aguda, ya que a nivel mundial, la Familia Misionera Verbum Dei está pasando una situación económica muy difícil.

3.2-Desafíos y retos propios a la misión Verbum Dei en África

Teniendo en cuenta las conclusiones de las Jornadas de Reflexión sobre el Verbum Dei en África, se puede afirmar que los desafíos de la misión Verbum Dei en África son los siguientes: la fidelidad y la perseverancia; el crear relevos que la puedan asumir con responsabilidad; el crear una verdadera fraternidad entre los discípulos; el saber afrontar los conflictos; la forma de cómo evangelizar el mundo invisible de los espíritus, de los sueños, de la brujería, de la magia, etc.; el redescubrimiento del sentido de la solidaridad evangélica; el acompañamiento real del proceso integral de las personas con los medios propios de la Fraternidad; la incidencia profética en la realidad social, despertando las conciencias de las personas, promoviendo la justicia y el desarrollo, propios de la dignidad de hijos de Dios; la necesidad de evangelizar las diferentes capas sociales; el fenómeno de las sectas y el sincretismo religioso18. A todo esto, hay que añadir el número insuficiente de misioneros/as y la abundancia e intensidad del trabajo apostólico, y el reto de la internacionalidad, como testimonio de fraternidad universal.

Conclusión

Al concluir esta reseña de la historia de la misión Verbum Dei en tierra africana, quisiéramos expresar nuestro agradecimiento a todos los misioneros/as Verbum Dei que un día, dijeron sí a la llamada de Dios, para ir a realizar su misión en este continente. Cada vez que pensamos en Lucia del Río, que descansa en Costa de Marfil, en Cristina Rope, Jaime Barceló y los demás misioneros y misioneras, recordamos lo que significa para nosotros el carisma Verbum Dei en África: el fruto de muchas vidas entregadas en el silencio, a imagen de Jesús en la Eucaristía. Ahora, nos toca a los africanos velar para que esa cadena de generosidad hasta dar la propia vida, no se interrumpe.

Documentos consultados

BENEDICTO XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal Africae Munus.Constituciones de la Fraternidad Misionera Verbum Dei.JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in Africa.PABLO VI, Discurso al Simposio de las Conferencias episcopales de África y Madagascar (31 de julio de 1969), 1: AAS 61 (1969). Resumen Jornadas Africana (non publicado).

17 Testimonio de María Isabel Díaz, misionera Verbum Dei en África. 18 Cf. Resumen Jornadas Africana (cuadernillo), p. 17.

6