160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

48
N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013 Ensayos de Armando Rendón Corona, Francisco Cuauhtémoc Camilo, y Renata Alvares Gaspar Entrevista a Pietro Ameglio

description

Itinerario es una revista cuatrimestral dedicada a la reflexión y el análisis sobre temas de actualidad que atañen a la sociedad. Tiene como objetivos promover el debate, abrir un espacio de discusión y diálogo permanente, plural y multidisciplinario, dar cauce a la expresión artístico-literaria y promover la difusión cultural. La esencia de Itinerario es, en este sentido, trazar una ruta por las más diversas disciplinas para converger en un mismo espacio y tiempo.

Transcript of 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

Page 1: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Ensayos de Armando Rendón Corona, Francisco Cuauhtémoc Camilo, y Renata Alvares GasparEntrevista a Pietro Ameglio

Page 2: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

CONTENIDOENSAYOS

ENTREVISTA

ARTE

CARICATURA

COLUMNISTAS

LIBROS

POESÍA Y LITERATURA

Justicia y autoprotección comunitarias

Por Armando Rendón Corona

Apuntes para una estructura interna del PAC

Por Luis C. Fuentes

De las letras en México y la gente que las evita

Por Rodrigo Pámanes

Gabriel García MárquezCien años de SoledadPor Ana Zicri Vianey García García Raúl Fernández Gómez (Coord.)

Ensayos sobre la Política en GuerreroPor América Camacho

RITUAL HABITUALCrónicas: Ya nadie se acuerda

del motínPor Joserra Ortiz

Las alianzas electorales y sus efectos en la competencia

políticaPor Carlos Moreira, Sofía Calvario y Mauricio Zuazo

La canción del verdugoPor Alfredo Padilla

Derecho y Paz: la 5ª dimensión de los derechos humanos

Por Renata Alvares Gaspar

El pincel de Lalo Lugo

El aislamiento de los cuerpos

Por Daniela Camacho

La Paz en nuestros díasPor Axel Aguilar

Pero no a la guerraPor Akaki Akakievitch

A Pietro AmeglioPor Luis A. González Tule

La paz de jure, un palimpsesto de guerra

Por Francisco Cuauhtémoc Camilo D.

FundadoresLuis A. González TuleEduardo Silva Novelo

EditorLuis A. González Tule

RedacciónMirza S. López

Ana Zicri Vianey García García

Fotografía y videoHoracio Pichardo

Diseño Alfredo Rodiles

Contacto: [email protected]

FundadoresLuis A. González TuleEduardo Silva Novelo

EditorLuis A. González Tule

RedacciónMirza S. López

Ana Zicri Vianey García García

Fotografía y videoHoracio Pichardo

Diseño Alfredo Rodiles

Contacto: [email protected]

Ilustración de portada: Aender Silva

Page 3: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

LetrasAkakiak Akievitch. Licenciado en Sociología, ocupado como diseñador y con pretensiones de ser escritor. Bajo un nombre tomado prestado de Nikolai Gogol escribe el blog literario «El capote de Akaki», su casa desde hace cinco años, donde muestra historias, relatos, cuentos, reflexiones y vivencias. Dicho blog quedó finalista en el 2010 como mejor blog literario por Revista de letras.Renata Alvares Gaspar. Doctora en Derecho por la Universidad de Salamanca. Profesora Investigadora de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Campinas (PUC-Campinas). Autora del libro Reconhecimiento de Sentenças Arbitrais Estrangeiras no Brasil (Atlas, 2009).Pietro Ameglio. Maestro en Historia Contemporánea en el área de Identidad y Cultura. Profesor de la Facul-tad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fundador del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ)-México. Autor del libro Gandhi y la Desobediencia Civil. México hoy (Plaza y Valdés, 2002).Sofía Calvario. Licenciada en Administración Pública y Ciencia Política. Estudiante de la Maestría en Estudios del Desarrollo Global (Universidad Autónoma de Baja California).America Camacho. Egresada de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA-IMA), Universidad Autónoma de Guerrero.Daniela Camacho. Poeta y traductora. Autora de los poemarios En la punta de la lengua, Plegarias para in-somnes, Pasaporte (libro objeto trilingüe en colaboración con Natalia Litvinova y Beatriz Paz) e [imperia], así como del libro de palíndromos Aire sería.Fco. Cuauhtémoc Camilo D. Licenciado en Filosofía por la UAEMor y concluyó estudios sobre Educación en la UNAM. A la fecha trabaja para la Dirección de Comunicación y Difusión del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Ha sido traductor de artículos académicos y libros de interés general. Desde 2011 ha colaborado con escritos literarios de distintos géneros (cuento, poesía, ensayo y minificción) para “Revista Phoenix” (Colombia), “Los bastardos de la uva” (México) y en el sitio web Telecápita.org con la sección Rizoma Century.Luis C. Fuentes. Narrador y guionista, egresado de la Escuela de Escritores de SOGEM (1999) y de la Escue-la Superior de Estudios Cinematográficos de París (2003). Autor del libro de cuentos Palma de Negro (Ed. Ponciano Arriaga, 2009), ganador del premio estatal potosino 20 de Noviembre “Manuel José Othón” de narrativa 2007. Actualmente imparte cursos de guión de cine en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, y es guionista para OnceTV (del IPN).Ana Zicri Vianey García García. Alumna de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA-IMA), Universidad Autónoma de Guerrero.Mauricio Gómez Zuazo. Estudiante de la Licenciatura en Administración Pública y Ciencia Política en Uni-versidad Autónoma de Baja California.Luis A. González Tule. Candidato a Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca. Profesor Visitante en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA-IMA), Universidad Autónoma de Guerrero. Autor de diversos artículos sobre el Poder Legislativo y los partidos políticos mexicanos, así como del libro La última Colonia Española. Una mirada al interior del Sahara Occidental (UACM, 2007). Cofun-dador de la Revista Itinerario.Carlos Moreira. Doctor en Ciencia Política y Maestro en Ciencias Sociales por la FLACSO–México. Profesor Investigador en la Universidad Autónoma de Baja California–México y la Universidad Nacional de Lanús–Argentina. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de México (Nivel 1). Autor de los libros Una mirada a la democracia uruguaya. Reforma del Estado y Delegación legislativa 1995-1999 (Flacso-México, 2003), Apuntes sobre el primer gobierno del Frente Amplio en Uruguay (2005-2010) (El Grillo ¡Sí!, 2010) y Política y políticas en América Latina (2000-2010) (2012). Joserra Ortiz. Doctor en Estudios Hispánicos por Brown University. Desde 2010 coordina el proyecto de in-vestigación y difusión de literaturas mexicanas de género, “Jornadas de detectives y astronautas”, donde dirige y coedita la revista de especialistas Cuaderno rojo estelar. Con Julio Ortega preparó la antología Nuevo cuento latinoamericano (Madrid: Marenostrum, 2009). Autor del libro Los días con Mona (FETA, 2011).

COLABORADORES

Page 4: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

Alfredo Padilla. Narrador, periodista cultural y orgulloso papá de André. Estudió comunicación en San Luis Potosí. Escribe sobre literatura, música y cine para varias revistas y periódicos del país. Twitter: @_PadillaAl-fredoRodrigo Pámanes. Candidato a doctor en Literatura por la Universidad de Salamanca. Desde 2002 ha co-laborado en diferentes medios impresos y digitales como editor y escritor (Mientras Tanto, Violeta, La opinión Milenio, Entretodos, Reporteras de Guardia, La convención (blog colectivo) y Revista Periplo). Actualmente codirige la revista Rojo Estelar.Armando Rendón Corona. Doctor en Ciencia Política. Catedrático de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-Iztapalapa). Autor del libro La Consulta al Pueblo. Formas de la Democracia Semidirecta (ITACA/UAM, 2010).Eduardo Silva Novelo. Lic. en Enseñanza del español y literatura. Ex becario de CONACYT. Docente en la Universidad Internacional. Poeta, adicto a la ensoñación, ajedrecista y crítico de arte. Cofundador de la Revista Itinerario.

PinturaEduardo Lugo. Pintor autodidacta por decisión. Residente del estudio de Ray Smith en Cuernavaca durante el 2009-2010. Ha expuesto su obra de manera individual y colectiva en distintos foros y galerías. Destacan: Casona Spencer 2006 y 2007 Exposición Lowry, Cuernavaca; Centro cultural amo ato 2008 Murales, Cuernavaca; Galería Edgar pozos 2011 La perrada esta en barata. Cuernavaca; Edgar pozos galería Miami 2011 artistas morelenses, Miami; Piso 51 2012 Lo carnavalesco, México, DF; Mezgalería # 2008, Cuernavaca; Simón galería 2009, Cuernavaca. Edgar pozos galería 2011 para no dormirme solo. Cuernavaca; y Morablanca 2013 Biombo. México, DF.

IlustracionesAxel Aguilar. Alumno de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en el Instituto Interna-cional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA-IMA), Universidad Autónoma de Guerrero. Editor en El Sur.Marian Jiménez. Alumna de la Licenciatura en Enseñanza del Español y Literatura en la Universidad Inter-nacional (UNINTER).Daniel Ocampo. Alumno de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en el Instituto Inter-nacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA-IMA), Universidad Autónoma de Guerrero.Ricardo Pulido. Estudio Artes Plásticas en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. En el 2011 fue Beneficiario del Programa de Estímulos a la Creación y desarrollo artístico del Estado de Morelos en la discipli-na de grabado. En 2012 tuvo su primera exposición individual en el Museo de la ciudad con el titulo Mórbido, integrada por 10 grabados de gran formato con temática política y social. Su obra ha sido expuesta de manera individual y colectiva en museos y galerías de Cuernavaca, México DF y Chiapas.Alfredo Rodiles. Alumno de la Licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad internacional (UNINTER)

Fotografía y VideoHoracio Pichardo. Fotógrafo, creador de multimedia, videoasta, ilustrador, tallerista, cinéfilo, aprendiz de brujo y de agricultor. Actualmente trabaja de manera externa para el grupo Sarar de Tepoztlán en el diseño de material educativo en el área de saneamiento ambiental e imparte también el Taller de Fotografía Artesanal para el programa PFAM de la Secretaria de Cultura del Estado.

Page 5: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

5WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

esde comienzos del año 2013 cobró notoriedad el fenómeno de la autoprotección de las comu-nidades indígenas y campesinas. La autodefensa atrajo la atención porque en los meses recientes numerosas comunidades en distintas regiones

del país decidieron crear o reanimar la acción comunitaria para defenderse del ataque generalizado de las organizaciones criminales. La autoprotección no tiene nada de nuevo, pertenece a una tradición de las comunidades indígenas, pero de pronto el fenómeno apareció como la opción espe-rada por muchos pueblos aterrorizados por la delincuencia. Pero en el lado apuesto se alarmaron una serie de políticos rela-cionados con la seguridad y los derechos humanos; sobresale el papel beligerante de los directivos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que fomentaron una suerte de histeria entre políticos y funcionarios públicos; no salieron en defensa de los derechos humanos de los pueblos, sino del sacrosanto monopolio de la violencia legítima del Estado, clamando por la supresión de todo lo que fuera policía comunitaria. Además del argumento del monopolio legítimo de la fuerzas, han sostenido que la autoprotección es “justicia por propia mano”, que son grupos paramilitares, que están asociados a la delincuencia organizada, que violan los derechos humanos, que violan los mecanismos de justicia del Estado.Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Na-cional de Derechos Humanos (CNDH), lanzó una campaña contra las policías comunitarias esgrimiendo los siguientes argumentos: el artículo 17 constitucional prohíbe a los par-ticulares ejerzan justicia por su cuenta; no pueden portar ar-mas ni fungir como ministerio público y juez, atribuciones del Estado. Sostiene que hay una frágil línea divisoria entre las policías comunitarias y grupos paramilitares o guardias

blancas. Cualquier persona está facultada para detener a un delincuente en flagrancia, pero debe entregarlo de inmediato a las autoridades. Según ha dicho repetidamente, el surgimiento de las policías comunitarias es una señal de alarma, pone de manifiesto la inacción del gobierno en su labor básica de brindar seguridad a la población, y puede extenderse a otras zonas del país ante la desesperación de la gente por no verse protegida. Durante la presentación del informe 2012 de la CNDH, ante el presi-dente Peña, Plascencia volvió a aludir a la policía comunitaria en Guerrero, insistió en que la vía para recobrar la paz en las regiones donde el crimen ha proliferado es con fuerzas de seguridad pública profesionales, regidas por controles de honestidad, rectitud y ética . El discurso de Raúl Plascencia es políticamente correcto: es función del Estado dar seguridad a los ciudadanos, pero esto no pasa de ser un enunciado teórico. El resto de sus argu-mentos parten de premisas equivocadas, en primer término porque desconoce y condena el sistema de justicia de los pueblos originarios, desconoce los derechos constitucionales y tratados internacionales que establecen los derechos de esos pueblos, en particular a la autoprotección. Por consiguiente, no tiene razón al negar que no tengan derecho a portar armas, a detener a delincuentes, a sancionarlos con servicios a la comunidad, a reeducarlos para su reinserción social. La justicia comunitaria no es justicia por propia mano, no es venganza tumultuaria y violatoria de derechos humanos. La policía comunitaria es una institución completamente diferente a los grupos paramilitares y guardias blancas, sí hay una clara línea divisoria con ellos, por más que grupos como esos se disfracen de policía comunitaria.

Justicia y autoprotección comunitarias

Por Armando Rendón Corona

La Jornada, 7-02-13, p. 14; La Jornada, 8-02-13, p. 8.

1

Page 6: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

6 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

Justicia por propia manoLa justicia por propia mano es una acción vengativa que toma una comunidad o un grupo agraviado por los delincuentes. En la mayoría de los casos conocidos en la última década son constantes algunos rasgos característicos, uno de ellos es la espontaneidad de la reacción, precedida por un deseo acu-mulado de castigo que estalla ante un ataque. Otro rasgo es su carácter tumultuario, una multitud que se aglomera, hierve de pasiones, la furia en primera línea, excita y anima a cada uno, el vocerío clama el castigo físico, el acto destructivo del criminal, seguido de la clara advertencia a los demás que se atrevan. El linchamiento es un castigo físico inmediato, no reconoce dosificación, atenuantes, no espera más pruebas, testimonios, confesiones; los más exaltados, los propensos a la violencia sin mediar alguna reflexión participan en la apli-cación del castigo. No sólo los que dan golpes, la multitud es partícipe del abandono de la contención por razones morales o por temor a las consecuencias.El linchamiento es un tipo de acción colectiva esporádica, pese a que el deseo de venganza se vaya acentuando con cada agravio cometido por los delincuentes, el acto mismo ocurre circunstancialmente cuando se reúnen ciertas condi-ciones. Pero la tormenta no es duradera, se disipa dejando sólo la huella de una experiencia vivida colectivamente, la memoria de haberse hecho justicia. La conciencia de esa ca-pacidad contiene en potencia las cualidades para elaborar soluciones racionales duraderas, mediante la deliberación colectiva y la organización de las actividades.La justicia por propia mano es justificada por el sentimiento de abandono por parte del poder público, el estado de desvalimiento frente a grupos que aplican la violencia física, que tienen el poder de las armas. Es habitual que los participantes en esos actos tumultuarios acusen a la policía, jueces, autoridades políticas no sólo de no actuar, sino de estar en complicidad con los delincuentes. No se espera nada de ellos porque son parte del nuevo sistema de dominación y explotación. Esas acusaciones señalan el problema de fondo que es la destrucción del Estado, por lo menos en la inmediata dimensión de la inseguridad.Las autoridades reaccionan tardíamente, con cautela para no desatar más estallidos de violencia popular; recogen el problema y lo trasladan a la trituradora de ministerios públicos, policías, tribunales y prisiones. Un expediente más que se suma a la montaña de casos enmarañados cuya gestión produce dividendos al sistema de corrupción. Se necesitan algunas dotes teatrales para que algunos funcio-narios salgan a decirle a la opinión pública que los actos tumultuarios son actos de barbarie, contrarios al Estado de derecho y a los procedimientos civilizados de la justicia.

Justicia y Policía comunitariaLos actos colectivos de justicia por propia mano tienen el mismo origen que las formas de autoprotección comunitarias, pero difieren radicalmente. La policía comunitaria es el brazo ejecutor de un sentido de justicia y, en un sentido más profundo, de una concepción de orden social. Funciona racionalmente puesto que se basa en la deliberación, la responsabilidad y disciplina colectivas. La sanción es graduada, se sopesa el delito y la pena; no se propone destruir al enemigo público sino reeducarlo y reinsertarlo en la vida comunitaria.En un plano teórico, el cuestionamiento al llamado Estado de derecho está en relación con el debate sobre las contradicciones entre el modelo jurídico de tipo occidental y el sistema comunitario de justicia. En lo con-creto, el problema no radica en el grado de aproximación al “modelo occidental” de las instituciones de seguridad y justicia mexicanas, lo medular es que esas instituciones abandonan su función en la misma proporción en que se vuelven instrumento de los intereses capitalistas, incluyendo la economía delincuencial.En el conjunto de los intereses del capitalismo domi-nante, salvaje, es de esperar que el Estado adopte políticas de contención, de gestión de la lucha violenta de grupos de interés. No obstante, la economía delincuencial no es benéfica para todos los sectores del capital y la adminis-tración del conflicto no impedirá la obstrucción general del sistema.

En ese contexto, las poblaciones no pueden esperar la supresión real del estado de inseguridad. Tampoco se puede esperar que la sociedad como un todo homogéneo

Ilus

trac

ione

s: D

anie

l Oca

mpo

Page 7: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

7WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

redefina el orden social, que dirija la acción pública hacia las causas del problema y ponga orden a los instrumentos de fuerza del Estado. Más bien lo que vemos aparecer son respuestas de segmentos de la sociedad que cuentan con cualidades y recursos morales para alejar ciertas formas de delincuencia en territorios determinados. Y esas reservas se resumen en la existencia de ordenes sociales comuni-tarios, con los que casi no cuenta la población urbana y que tendrá que reinventar. El supuesto monopolio legítimo de la fuerzaEl monopolio de la fuerza por el Estado no fue roto por las policías comunitarias sino por las organizaciones criminales, específicamente por los llamados cárteles de la droga. La ruptura del Estado de derecho es un fenómeno complejo, tiene una dimensión económico-financiera, de seguridad nacional, de asociación de las estructuras del Estado con la delincuencia, con el empobrecimiento y la desintegración social, etcétera. En lo que respecta a la autoprotección es posible sintetizar el problema a un número más reducido de aspectos. El primero de ellos es la asociación entre corporaciones policiacas y de justicia con la delincuencia organizada y la pequeña delincuencia. Policías protegen y son parte acti-va de los grupos delincuenciales; estos, mediante la corrupción y la violencia directa han penetrado y sometido a las policías. Innumerables casos se han documentado de participación de policías en extorciones, secuestros, asesinatos, etcétera . En el cuadro de destrucción del Estado de derecho está la corrupción de los encargados de la justicia; la corrupción es una forma de articulación entre delincuentes y funcionarios: no actúan, no investigan, no detienen o liberan, y no juzgan.El resultado es la ocupación de amplias regiones del país por organizaciones delictivas. La población rural y urbana ha sido sometida por poderes que no son del Estado, pero que cuentan con su complicidad. El resultado es la com-pleta indefensión de la gente; muchos emigran a zonas más seguras, en ese tránsito los pobres se hunden más en la pobreza al perder sus medios de vida; otros simplemente pagan el rescate de los secuestrados, pagan el “derecho de

Un estudio de Human Rights Watch sobre una muestra de 269 desapariciones forzadas, en más de 60 hay evidencia de participación conjunta de agentes del Estado e integrantes del crimen organizado, una confirmación más de los horrores de la guerra contra el crimen desatada por Felipe Calderón. Por su parte, la CNDH informó que durante el gobierno de Calderón se registraron más de 26 mil desapariciones y 16 mil restos humanos no identificados. La subsecretaria de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, entregó a la PGR una base de datos con 27 mil nombres de desaparecidos, en tanto que el secretario, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció que además hay miles de muertos, pero “pocos datos, pocas pruebas y nulos protocolos de búsqueda”. La Jornada, 22-02-2013, p. 9. La Jornada, 17-02-2013, p. 5.

piso”. Muchos se resignan, nada pueden hacer ante los secuestros, asesinatos, violaciones sexuales, etcétera. La población es embargada por el miedo. El terror triunfa.

Campañas militares de seguridad públicaLas campañas militares de seguridad tienen mucho de artificial; los operativos son temporales, mera exhibición de fuerza que pocas veces arranca a los delincuentes de las zonas donde operan. Sucede con frecuencia que los gru-pos delincuenciales se esconden temporalmente en otras partes, se agazapan en espera de que los militares se vayan. Consecuencia de esas campañas es el empeoramiento de la situación, los retenes militares, los cateos indiscriminados y masivos, resultan en vejaciones, agresiones, robos a la población, desapariciones forzadas y hasta asesinatos. En muchos casos los ataques de elementos militares se dirigen contra organizaciones y dirigentes sociales, defensores de los derechos humanos y ciudadanos que denuncian los abusos. La venganza de los delincuentes contra las perso-nas que los denuncian es una causa adicional de la paráli-sis de los pobladores. La acción militar es un mal menor, pero no deja de contribuir al estado de miedo y sumisión.Las fuerzas armadas no han destruido a las organizaciones delictivas, continúan y proliferan; son frecuentes los narco-bloqueos de ciudades enteras, atacan directamente instalaciones policiacas, aterrorizan a las propias fuer-zas públicas que no pueden dejar sus cuarteles sino en operaciones en grandes grupos; la inmovilización deja a la población a merced de las bandas. Muchas evidencias prueban el fracaso de la guerra contra el crimen organizado pues no ha destruido a los grupos armados de delincuentes. Funcionarios de seguridad nacional y de la PGR estiman que existen 70 grupos regionales con alta capacidad de fuego, que controlan territorios en el país .

Militarización de las regiones y megaproyectosLa militarización de los territorios indígenas y campesinos en general se encubre con el combate a la delincuencia, pero es sabido que forma parte de la estrategia de proyectos económi-cos neoliberales. Según lo afirman Mariana Mora y Rachel Sieder, la militarización “viene acompañada no sólo de más

3

3

2

2

Page 8: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

8 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

inseguridad, sino de proyectos extractivistas, como son las concesiones privadas a las mineras en Guerrero, Oaxaca, Puebla, entre otros estados del país, que ponen en riesgo sus recursos naturales y territorios como pueblos.” Esto se replica en otros países como Colombia y Guatemala .La justicia y autoprotección comunitarias también actúan en este campo. En febrero de 2013 pobladores de 78 ejidos de 11

municipios de la costa y la sierra de Chiapas crearon guardias civiles desarmadas para impedir que las empresas mineras canadienses Black Fire y Gold Energy sigan explotando minas; en un mensaje dirigido al secretario de Gobernación, afirmaban: “Aplicaremos la justicia por nosotros mismos debido al desinterés de ustedes como autoridades” en prote-ger los recursos naturales y el medio ambiente .

La Jornada, 16-03-2013, p. 17. La Jornada, 27-02-2013, p. 15.

4

4

5

5

Page 9: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

9WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

Grupos paramilitaresUna acepción del término grupos paramilitares define a gru-pos de civiles entrenados, armados y dirigidos por militares, con fines de auxiliar en tareas de seguridad, pero que bien pueden ser brazos armados de terratenientes y empresarios. Un ejemplo de ellos se dio a conocer en febrero de 2013. Unos 60 ejidatarios y ganaderos del municipio de Mapastepec for-maron el Primer Pelotón de Fuerzas Rurales, para combatir el abigeato y otros delitos. No reciben salario pero recibieron armas, uniformes y adiestramiento de la SEDENA; el ayunta-miento los apoya con gasolina; se coordinan con las policías locales y federales. Las autoridades elogiaron la formación del Pelotón porque “escogieron la ruta de la legalidad” .Formas ambiguas de paramilitarismo son las muy conocidas guardias blancas, como instrumentos de protección y de do-minio por parte de grupos empresariales, de caciques, políti-cos y demás. Aquí sí podría haber una frontera difusa entre esta modalidad y los escuadrones de la muerte, modalidad urbana conocida en municipios aledaños a Monterrey, donde habitan los más ricos, para liquidar delincuentes que osen atacar a sus habitantes. La forma más común de auto-defensa empresarial es la de guardias de seguridad, los siempre ostentosos guaruras. De una especie diferente son esos cuerpos armados privados cuando se vuelven instru-mentos de dominio sobre un grupo social. Bajo la denominación de seguridad privada cabe el servicio de vigilancia en zonas habitacionales, un tipo de grupo más bien disuasivo, que evolucionó en la misma proporción en que crecía el dominio territorial de la delincuencia. En este caso el grupo vecinal no se ocupa por sí mismo de la vigilan-cia, sino que contrata el servicio a empresas que manejan grupos, capacitados o no. Las empresas de seguridad son un gran negocio, en México existían 500 mil elementos arma-dos de seguridad privada, hasta diciembre de 2012. Nada que ver con la autoprotección comunitaria.

La autoprotección como poder comunitarioLa organización de una policía comunitaria entraña un alto nivel de conciencia y organización de la población involucrada. Los rasgos sobresalientes son: 1) un compromiso individual y colectivo, que implica la dedicación de un tiempo de trabajo no remunerado; 2) una organización disciplinada de tipo mili-tar dotada de rangos, mando, obediencia y consenso; 3) acción colectiva encaminada a un fin; 4) dominio permanente sobre

el territorio; 5) la colectividad participa en las tareas de infor-mación y comunicación; 6) incorporación rotativa y selección mediante elección de todos los integrantes.Las familias están involucradas en las actividades de seguri-dad colectiva, sobre todo porque aportan a algunos de sus miembros, las comunidades en su conjunto son partícipes. Se puede decir que integran un mecanismo de vanguardia y retaguardia. De todo ello se muestra que no es una fuerza separada y colocada por encima, por el contrario, es una función orgánica de la comunidad.En esa calidad se presenta como una fuerza autónoma de la que carece la autoridad política local; el orden jerárquico institucional y la presencia de los partidos políticos no pueden constituir un poder superior dentro del ámbito territorial, para que lo sea tiene que apelar a los órdenes de gobierno estatal y federal.En cuanto a la función directa de seguridad pública, el poder organizado de masas se ha quitado de encima el poder violento de los grupos delincuenciales; su poder ar-mado es eficaz para someter y para sembrar el terror sobre una sociedad atomizada, pero es débil frente a colectivi-dades preparadas para usar la violencia. No puede minimi-zarse el poder de fuego de las bandas de delincuentes, ni su fuerza a su modo nacional, y eso constituye un límite a la cobertura de la capacidad comunitaria; más allá la cuestión se remite a la fuerza del Estado. En efecto, las bandas ya no pueden presentarse como una organización externa con una base social en las localidades, el modelo de policía comunitaria ha cortado ese vínculo. En todo caso la fuerza de la delincuencia se ha topado con otra fuerza que no depende tanto de la capacidad de fuego sino de la acción colectiva.La naturaleza comunitaria de la autoprotección no puede dejar de tener consecuencias actuales o potenciales sobre la vida social, porque una energía acumulada y disciplinada puede orientarse también hacia otros campos de la vida social, particularmente defenderse de los explotadores, y por ello mismo desplegar la perspectiva del desarrollo de una economía comunitaria. Construye una identidad social, la confianza en sí misma, el orgullo de lograr el respeto de todos los actores que existen a su alrededor, y esa potencia cultural encierra posibilidades más grandes de lo logrado hasta hoy.

La Jornada, 26-02-13, p. 17 Mariana Mora y Rachel Sieder, “La privatización de la seguridad y territorios indígenas”, La Jornada, 16-03-2013, p. 17.

i

6

6

7

7

Page 10: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

La paz de jure, un palimpsesto de guerra

Por Francisco Cuauhtémoc Camilo D.

La Revolución, por medio del Sacrificio, afirma la Superstición.Ch. Baudelaire, Mi corazón al desnudo

Nunca se escribiría otra cosa que la historia de esta misma guerraaunque se escribiera la historia de la paz y sus instituciones.M. Foucault, Defender la sociedad

Ilus

trac

ión:

Ric

ardo

Pul

ido

10 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

Page 11: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

s bien conocida la primacía de lo redituable. Lo útil es el amo de nuestro tiempo y su trono se alza sobre el individuo, la sociedad, el mundo… Monarca etéreo e impersonal vigila entre las rendijas del aire nuestros quehaceres cotidianos

y gobierna, soberano, cada acto, cada consecuencia de nues-tra vida de mercado. Lo útil, sin embargo, carece de rostro; lleva una máscara de arena (de desierto y laberinto) tras la cual no hay cara humana. Pensar en lo útil como una fuerza, como un modo de ser que reina sobre las cosas y personas,

me recuerda a Adam Smith y la famosa “mano invisible” (Smith, 2005: 364) de un ser inanimado pero activo y pal-pitante, agente regulador con tintes teológicos: el mercado. Este animismo económico cargado de un carácter esquizoide no es sólo la abstracción o el mito moderno de las irregulari-dades, malestares, modificaciones e insuficiencias teóricas de la economía, sino un instrumento para grabar un código de existencia en los cuerpos de los seres que habitan en su reino, un código que afecta sus costumbres y su habitad. El gobierno de lo útil es hoy la tinta principal de la historia con la que se

11WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

Page 12: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

escriben las promesas políticas, luchas sociales, dominaciones y juegos de poder que rigen lo cotidiano; su constitución fan-tasmática y su poder, tensado como el parche de un tambor desaforado, marcan los ritmos de nuestra vida.s bien conoci-da la primacía de lo redituable. Lo útil es el amo de nuestro tiempo y su trono se alza sobre el individuo, la sociedad, el mundo… Monarca etéreo e impersonal vigila entre las rendi-jas del aire nuestros quehaceres cotidianos y gobierna, sobera-no, cada acto, cada consecuencia de nuestra vida de mercado. Lo útil, sin embargo, carece de rostro; lleva una máscara de arena (de desierto y laberinto) tras la cual no hay cara humana. Pensar en lo útil como una fuerza, como un modo de ser que reina sobre las cosas y personas, me recuerda a Adam Smith y la famosa “mano invisible” (Smith, 2005: 364) de un ser inanimado pero activo y palpitante, agente regulador con tint-es teológicos: el mercado. Este animismo económico cargado de un carácter esquizoide no es sólo la abstracción o el mito moderno de las irregularidades, malestares, modificaciones e insuficiencias teóricas de la economía, sino un instrumento para grabar un código de existencia en los cuerpos de los seres que habitan en su reino, un código que afecta sus costumbres y su habitad. El gobierno de lo útil es hoy la tinta principal de la historia con la que se escriben las promesas políticas, luchas sociales, dominaciones y juegos de poder que rigen lo cotidiano; su constitución fantasmática y su poder, tensado como el parche de un tambor desaforado, marcan los ritmos de nuestra vida.Pero, ¿qué tiene que ver lo útil con la paz? Es notable que el rasgo más significativo de la prosopopeya económica sea su carácter activo (“la riqueza hace”, “el mercado actúa”); la acción es el elemento central del discurso con-temporáneo sobre la paz y lo que me gustaría tratar en este texto es el supuesto de que “la paz se hace”, como si se tratara de una mercancía; lo cual, concuerda con la tendencia sistemática de la utilidad: devalar y suprimir todo aquello que no es redituable con el fin de abrir un espacio para aquello que sí lo es. En ese sentido, ¿en qué consiste el valor, la utilidad de la violencia, el desempleo, el crimen, la pobreza que siempre están a la alza, que no son un mero daño colateral? A este respecto las palabras del autor de Vigilar y castigar son precisas y brutales. En junio de 1975 J. Brochier interrogó al pensador francés Michel Foucault sobre la utilidad político-económica del delincuente, él respondió:“(…) pensar que la delincuencia forma parte del orden de las cosas, es sin duda parte de la inteligencia cínica del pensamiento burgués del siglo XIX. Había que ser tan in-genuo como Baudelaire para imaginarse que la burguesía es tonta y mojigata. Es lista y cínica. Basta con leer lo

que decía de ella misma y, sobre todo, lo que decía de los otros. La sociedad sin delincuencia, ¡soñamos con ello a finales del siglo XVIII! Y enseguida, ¡pff! La delincuencia era demasiado útil como para soñar con algo tan tonto y peligroso como una sociedad sin delincuencia. Sin delin-cuencia no hay policía.” (Foucault, 1994: 748) .En efecto, sin delincuencia la policía no tendría motivo para vigilar a la población pacífica, de hecho su presencia resul-taría políticamente incorrecta, incómoda, cuestionable. Los ciudadanos pacíficos no admitirían ser tratados y supervisa-dos como criminales potenciales si la delincuencia estuviera erradicada. Por lo demás, la desconfianza que la autoridad impone sobre la población que debería “cuidar” contra-viene su propia legitimidad, ¿por qué tolerar la autoridad si las condiciones de existencia posibilitan el autogobierno y la interacción civil pacífica?, ¿por qué mantener un monopolio de la violencia y el temor cuando hay enten-dimiento, solidaridad, convivencia y cada persona confía en sus conciudadanos? Sin duda, la utopía de la sociedad disciplinaria no podía ser la paz que soñó el siglo XVIII; el constante amedrentamiento simbólico de las armas, los uni-formes, la ley y el patrullaje guardan una promesa de paz que debe cumplirse, y sin esta promesa se disolvería la tensión social que legitima el uso de la fuerza en nombre de la paz.De ahí que la utilidad inmediata de la delincuencia radique en su potencial para justificar el orden público, un poder judicial que siempre esté presente y mantenga un acoso preventivo; pero dicha utilidad es sólo una pequeña parte de la vendimia criminal. Con el paso del tiempo la tecnificación del mercado negro, el crimen organi-zado como fuente de empleo, el soborno y el pago por protección, la impunidad calculada, el tráfico de bienes e influencias, el homicidio, el terrorismo, el anonimato jurídico, los ajustes de cuentas, el miedo social y el lar-go etcétera que nos es familiar, generaron utilidades tan notables como sucias, fortunas que requirieron enormes servicios de lavandería y propaganda publicitaria. La as-piración a la paz social, en esta tesitura, es tan sólo una parte del desarrollo económico, la faceta extraoficial de cómo hacer dinero y mantener el orden.Por lo anterior, tal vez Adam Smith admitiría que, en la actualidad, los conflictos y estilos de vida generados por la dinámica de lo útil no se limiten a los intereses individuales sino que se configuran de forma impersonal y global en las bolsas de valores, en las políticas de los cor-porativos transnacionales, en la organización burocrática de países y ciudades, en el clima y sus efectos sobre los cultivos y el hambre, en la ciencia, sus investigaciones y resultados, en la información que ofrecen los mass media

12 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

Page 13: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

y en las múltiples tendencias vinculadas a la generación de la riqueza que se alejan de lo que Smith llamó: el propio interés. De hecho, el mero interés personal ya no es la variable determinante de la economía; el séquito de fuerzas que la circundan comprende incontables intere-ses ajenos que deben ser calculados para la obtención de beneficios corporativos. Quizá por ello la dinámica de la utilidad sea ulterior a los intereses individuales y éstos no puedan regular lo que acontece en el mercado ¿Dónde queda el interés individual cuando se necesitan vastos grupos de analistas, estadísticas e instrumentos tecnológicos para interesarse en proyectos o negocios?, ¿qué de individuales tienen las operaciones atravesadas por factores y caprichos económico-sociales que abren variables azarosas, impredecibles o modificables durante la búsqueda de ganancias? La respuesta no es clara. Sin embargo, se adjudica a la mano invisible las causas de fenómenos aparentemente desvinculados, es presentada como una transparencia oscura, como un ser salvaje que se agita por todas partes moviendo las piezas de un tablero irracional: hace unas semanas con la elección de un nuevo papa, en unos meses con el deseo masivo de iphones de nueva generación; el próximo mes en la final de la Champions League y el abandono sincronizado de oficinistas fanáticos al fútbol, a fin de año con un nuevo baile de moda o, un día cualquiera, esparciendo balas y carne quemada en Tijuana, Siria o Connecticut. La mano se mueve y Chipre o Grecia colapsan.¿Qué sino la mano invisible “resuelve” en la imaginación global esa suerte de efectos mariposa en los que un terre-moto en Asia paraliza la bolsa al otro lado del mundo o en los que la muerte de un individuo peligroso como Hussein garantizará una saludable escatimación petrolera? Es como si hubiéramos olvidado que la mano invisible sólo es un comodín retórico que no arroja comprensión alguna sobre estos fenómenos. A nadie extraña que el mundo contemporáneo que tanto se precia de sus avances técnicos, procedimientos asépticos y transparentes, una co-municación racional y precisa, no se haya librado todavía de seres metafísicos para responder a sus interrogantes. La utilidad y el mercado constituyen una especie de ser mila-groso, de divinidad que funda toda una cosmovisión, mo-dos de vida, sacrificios y ofrendas, supersticiones, credos, invocaciones y rituales. Mas hace falta tener una idea muy romántica sobre el culto y la oración para creer que esas prácticas han sido conjuradas.Todos rezamos, laicos y religiosos rezan con discreción y cuidado. La oración es un mecanismo de exteriorización de los deseos a través de la ideología, la única diferencia

con la oración de hoy es que no rezamos a dios sino al dinero, al placer, al poder social, a la técnica o al saber. Encadenamos las fantasías y deseos en pequeñas frases y pensamientos entre dientes... todos oramos. La imaginación deseante es la oración contemporánea que nos permiti-mos sin recelo, sin temor ni autocrítica. He ahí nuestro mundo posmoderno, un mundo que evoca la superstición y el sacrificio.Quizá no haya, como Baudelaire supuso, revoluciones sin sacrificio; y nuestro mundo contemporáneo es y ha sido de revoluciones bélicas e intelectuales. No obstante, la construcción prosopopéyica de la economía y la políti-ca (constituida por supuestos explicativos como: “las empresas quieren”, “el mercado necesita”, “la economía sufre”, “las leyes evolucionan”) lejos de revolucionar las condiciones sociales de vida y procurar un pensamiento libre de animismos (como pretendió el proyecto Ilustrado), ha arraigado los ocultamientos, las casualidades, los supuestos indemostrables, las promesas incumplibles…ha arraigado lo que Nietzsche llamó: mala conciencia, ese percatarse de una falta propia y esconder las manos, saber que la sociedad está fundada en la crueldad y el derramamiento de sangre pero exigir mansedumbre, sen-timiento de culpa, remordimiento de conciencia. El uso de la inteligencia para la mentira y el engaño es también mala conciencia, “¡cuánta sangre y horror hay en el fon-do de todas las <<cosas buenas>>!” (Nietzsche, 2006: 73-124). Entre ellas, la paz…Una muestra notable fue el Premio Novel de la Paz que en 2009 fue otorgado a Barak Obama, quien afirmó: “Es-tados Unidos de Norteamérica ha ayudado a garantizar la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y el poderío de nuestras armas. Entonces, sí, los instrumentos de la guerra tienen un papel en mantener la paz. Sin embargo, este hecho debe coexistir con otro: que independientemente de cuán justificada, la guerra conlleva tragedia humana” (Obama, 2009). Sesenta años de guerra en el mundo ¿no contradicen y extravían el ideal de paz que se perseguía en primera instancia? Aparentemente no. ¿Cómo tomar entonces las promesas gubernamentales de paz, cuando están guiadas por la lógica de la utilidad y la mala conciencia, cuando el vigilante número uno de la paz en el mundo recibe un premio por hacer la guerra con plena conciencia de que: “En las guerras de hoy, mueren muchos más civiles que soldados; se siembran las semillas de conflictos futuros, las economías se destruyen; las sociedades civiles se parten en pedazos, se acumulan refugiados y los niños quedan marcados de por vida?” (Obama, 2009).

13WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

Page 14: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

i

En esta dinámica, lo más sensato quizá sea tomar las promesas de paz como promesas de guerra, enfermarnos para hablar de salud. En efecto, si la violencia es una inversión social sumamente redituable, la paz no podría ser un desperdicio; en su nombre se erigen campañas militares de prevención, se desarrollan tecnología y arma-mento, se elabora propaganda política y se mantiene la tensión mercantil. ¡Pero qué paradójica resulta la idea de una paz tan activa! La paz (estado de calma en el que no hay afección, disturbio exterior o actividad, por lo que también podría entenderse como reposo o replegamiento de las fuerzas) representa, en términos globales, un reposo bélico. Sin embargo, el estado de calma no es el que los gobiernos prometen ante los conflictos sociales, grupos criminales, individuos o países potencialmente “peligrosos”, sino la contradictoria y ambigua pacifi-cación, una especie de paz-activa que no se circunscribe a la promoción y cumplimiento de actividades que fomen-tan la paz (intercambios diplomáticos, mesas de diálogo, promulgaciones y reformas constitucionales), sino que hace uso de la fuerza del Estado (monopolizador legiti-mado de la violencia) para mantener latente las posibi-lidades de confrontación armada; de tortura y agresión legalmente permitida para obtención de información; de producción y pruebas de armamento; de colaboración internacional para la ocupación de territorio; de espiona-je; de vigilancia, en fin, de enfrentamiento, crueldad y lucro en el nombre de la paz. La descripción de esta paz sumamente bélica, amedren-tadora, activa y utilitaria se presenta con toda su materiali-dad en la inversión del aforismo de Clausewitz realizado por Foucault: “la política es la guerra continuada por otros medios” (Foucault, 2001: 28), en este caso, por las vías transversales del discurso de pacificación. No sin ironía, la declaración de paz es pretexto de guerra, extensión del conflicto, medio para mantener activa la posibilidad de en-frentamiento, una especie de guerra eterna, de terrorismo perpetuo (Duque, 2006). Y precisamente los pleitos entabla-dos por las víctimas, las fatigosas investigaciones periciales, las modificaciones legales, la sangre seca y retratada en las primeras planas de los periódicos del mundo son los referentes concretos de la guerra continuada por otros me-dios, es decir, de los instrumentos políticos para dar cuerda a la incontenible maquinaria de la guerra. Si la mano invisible fuese disecada tales serían sus tendones, músculos, venas y huesos.En las límpidas e inmaculadas hojas que declaran, con firmas y sellos, un acuerdo de paz (o paz de jure), se sobrescribe una estrategia de pacificación que en la

experiencia cotidiana se traduce como declaración de guerra, una predisposición al conflicto. He ahí el palimpsesto posmoderno, la tinta de la guerra y de lo útil escribien-do la historia. Por lo demás, en países como México, las declaraciones bélicas son descaradas y abiertas, poco o nada tienen de “guerras justas”. La paz de jure decretada para los espectadores exige, sin reservas, la elaboración y asimilación de un código de existencia para los cuerpos, pensamientos y conductas de los individuos a través de una violentación pacificatoria que es exterior al propio interés; exigencias condensadas en estrategias políticas al servicio de la utilidad para sostener sociedades enteras: no una mano invisible, sino manos de carne y hueso que sostienen armas, leyes y dinero.

BibliografíaBaudelaire, Charles (2012). Dibujos y fragmentos póstumos, Barcelona: Sexto Piso.Duque, Félix (2006). ¿Hacia la paz perpetua o ha-cia el terrorismo perpetuo?, Madrid: Circulo de Bellas Artes.Foucault, Michel (1994). “Entretien sur la prison: le livre et sa méthode” entrevista con J. - J. Brochi-er, en: Dits et ecrits, Vol. II, Paris: Gallimard.Foucault, Michel (2001). Defender la sociedad, Curso en el Collège de France (1975 -1976), Bue-nos Aires: FCE.Nietzsche, Friedrich (2006). “Tratado segundo: <<Culpa>>, <<mala conciencia>> y similares”, en La genealogía de la moral, Madrid: Alianza Edi-torial.Obama, Barack (2009). Discurso del presidente Barack Obama al recibir el Premio Nobel de la Paz, versión del discurso íntegra, traducida por noticias Univisión.com el 12 de noviembre de 2009, en: http://noticias.univision.com/estados-unidos/obama/article/2009-12-11/el-discurso-del-presi-dente-barack#ixzz2PEVEWb2N [Consultado el 1 de abril de 2013].Smith, Adam (2005). An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, The Penn-sylvania State University virtual press, en: http://www2.hn.psu.edu/faculty/jmanis/adam-smith/wealth-nations.pdf [Consultado el 28 de marzo

14 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

Page 15: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

15WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

1

esta altura de la vida globalizada, que desafía a las personas e instituciones a una vida pos-moderna y por ello hizo a la humanidad entrar en el siglo XXI con muchas dudas, temores y recelos, no se puede obviar que la Política

encontró en el Derecho su mejor herramienta de concre-ción, desde una perspectiva diferente de lo que se ha visto en tiempos anteriores.Así se afirma, porque como se sabe, el Derecho como instrumento de la Política no es fenómeno de la pos-modernidad; en la modernidad y de forma superlativa, su valor ha sido descubierto por la Política, como forma de consolidar un Estado nacional apartado, en teoría, de las instituciones religiosas.Sin embargo, es ahora, en plena posmodernidad, que se puede conocer otro lado del Derecho, el que sirve no sólo como instrumento realizador de la política estatal –como siempre lo ha sido en la era moderna-, sino además, que puede ser un excelente y eficaz instrumento de realización de una Política democrática. O como afirma Boaventura de Souza Santos (2003: 35-43), este derecho emergente de un nuevo Estado, puede ser usado como “espacio” de luchas, para afianzar o buscar guarida a una legalidad cosmopolita subalterna. De tal suerte que como realización de esta Política democrática, se entiende aquella que cuenta con la participación activa de

la ciudadanía , no sólo mediante un activismo directo , sino además con la intervención, mediante provocación de esta ciudadanía del Poder Judicial realizando lo que se ha dado a denominar de activismo judicial (Bonavides, 2001) .De ahí la importancia del Derecho actual, que formalizó los derechos humanos –transformándoles en muchos casos en derechos fundamentales como parte de sus constituciones democráticas-. Desde el inicio de este proceso de formalización de los DD.HH., marcado y enmarcado por el fin de la II Guerra Mundial y, para el Derecho, desde el juicio de Nuremberg y de la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la humanidad y los sistemas jurídicos y de justicia empiezan a conocer la “Era de los Derechos” (Bobbio, 1992).Decía Bobbio, en un apretado resumen, que los derechos humanos son conquistas históricas y por eso no nacen todos de una sola vez y ni mucho menos todos de una vez por todas. Por ser una revelación histórica, los especialistas han decidido clasificarlos o esquematizarlos en función de sus generaciones o dimensiones (Vasak, 1979) . Y más, sintetizaba Bobbio de manera brillante, que Derecho, Paz y Democracia son conceptos indisocia-bles, que juntos permiten la realización y protección de la dignidad humana, valor supremo – valor/fuente – de los derechos humanos.

Derecho y Paz: la 5ª dimensión de los derechos humanos.

Una perspectiva brasileña a partir de la doctrina del jurista Paulo BonavidesPor Renata Alvares Gaspar

Democracia participativa. Ya sea la ciudadanía aglutinada internamente en asociación de protección y defensa (Fuente, 2010) o internacionalmente, participando de redes transna-cionales de protección y/o promoción de viejos y nuevos derechos (Keck y Sikkink, 1999). Para este autor, el activismo se hace mediante la participación de un juez-legislador, “[…] que en el supuesto concreto disuelve la antinomia del positivismo o combina, en la concreción social y jurisprudencial, la doctrina con la realidad, el deber-ser con el ser integrado en los cuadros teóricos de la democracia par-ticipativa […]” (p.21. Traducción libre del original en portugués) . Y la legitimidad de su intervención está en el poder genuino que le otorga la constitución participativa. Dado que aquí no cabría una explicación exhaustiva sobre la cuestión de la nomenclatura dimensión o generación de los derechos humanos, apenas se quiere dejar constancia de que su uso depende mucho del teórico que de ella hace gala. En este texto se preferirá la nomenclatura que explica los derechos humanos en dimensiones y no generaciones.

1

1

2

3

4

4

5

3

2

Page 16: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

16 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Reflexiones en torno a la Paz

Así concebidos los derechos humanos, como producto histórico –de un culturalismo social y jurídico– se ten-drían, en un primer momento, tres dimensiones o genera-ciones. De 1979 hasta hoy, este esquema ha sido agrandado y de alguna forma modificado; y eso no hace más que corroborar las hipótesis de Bobbio.Llegados al siglo XXI, en el año de 2013, es posible clasifi-car los derechos humanos, partiendo del esquema de Vasak (1979), pero no cerrado en él, en cinco dimensiones. De tal forma que dentro de tales dimensiones se compren-dería los siguientes derechos humanos: 1) libertad; 2) igualdad ; 3) fraternidad (derechos sociales, económicos y culturales); 4) democracia y; 5) el derecho a la PAZ.Para Bonavides la paz está insertada en la quinta dimen-sión de los derechos humanos y no en la tercera como

afirmó en los primeros tiempos Vasak. Explica el autor, que su reconocimiento por Vasak fue fundamental, pero que él no lo colocó en un lugar destacado y por lo tanto, el lugar que tenía lo dejaba invisible. Los derechos que no son visibles, tampoco pueden hacer gala de ser considerados como Derecho técnicamente hablando.Para sacarlo de esta invisibilidad, Bonavides (2006) lo introduce en lo que denomina de “cabeza de los derechos humanos”, que está en la quinta dimensión. Ello porque, dentro del constitucionalismo pos-positivista –o aquél que está en la posmodernidad– las reglas constitucionales dejan de ser meras declaraciones de intenciones y pasan a ser reconocidas como normas jurídicas, con toda la fuerza y poder que eso conlleva.Así se afirma, porque al día de hoy, estando las reglas constitucionalmente establecidas alzadas y dentro de los sistemas jurídicos no apenas como meras declaraciones de intenciones, sino además como normas jurídicas que encabezan la pirámide normativa y que, por la arquitectura constitucional, irradian efectos que son irresistibles y diri-gentes a todo orden jurídico, político y administrativo de un Estado, permite que el Juez o que los tribunales, a falta de observancia por otras autoridades o esferas, puedan obligar la aplicación de los derechos humanos-fundamen-tales, con toda fuerza y poder propios del Derecho.El autor de referencia desarrolla la teoría de esta forma y con amparo en una paradigmática decisión proferida por el tribunal constitucional costarricense y fechada en 2004, que según muy bien explica (Bonavides, 2006: 84), el referido órgano supremo del poder judicial de dicho país, “[…] de-claró inconstitucional el acto ejecutivo de ingreso de aquella república en la coalición de Estados, que liderados por Esta-dos Unidos, se proponían a intervenir en Irak, en caso que el gobierno nacional tomase la decisión de no cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas […]” .Muy a pesar de ser la paz un concepto difícil de afirmar en términos teórico-jurídicos, no lo es desde la perspectiva del derecho positivo. Tanto es así, que no sólo en el fallo de la corte costarricense se apoya la teoría de Bonavides (2006), sino además, en muchas resoluciones de la ONU.

Karel Vasak propuso una clasificación de los derechos humanos en generaciones, inspirado en la tríada en la que supuestamente reposó la revolución france-sa: libertad, igualdad y fraternidad. Karl Vasak el autor de la clasificación o esquematización de los derechos humanos en generaciones, había puesto el derecho a la paz como un derecho de tercera generación. Eso ha cambiado en Bonavides, como se verá a lo largo de este ensayo. Las dos primeras dimensiones se refieren a los derechos individuales, la tercera a los derechos sociales, la cuarta y quinta a los derechos de ciudadanía. Traducción libre del original en portugués.

5

6

6

7

7

8

8

Ilus

trac

ione

s: M

aria

n Ji

mén

ez

Page 17: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

17WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Ensayos

En Brasil la positivización del Derecho Fundamental a la paz está inscrita en el artículo 4° de la Constitución Federal, en la calidad de norte y sur del Estado brasileño y principio rector del mismo en sus relaciones internacionales.Y como ya se ha afirmado con anterioridad, la constitucio-nalización de los derechos fundamentales, dentro de los Estados Democráticos de Derecho, supone un orden y una autorización a los poderes judiciales nacionales, para que entren a enjuiciar las decisiones administrativas del Estado; entre ellas, como en el caso costarricense, lo de enjuiciar el ingreso del Estado en una guerra.Por lo tanto, como bien concluye Bonavides, siendo la guerra un crimen reconocido en todas las instancias por la sociedad internacional, la paz es su inverso, por lo tanto un derecho, que como tal puede y debe ser tratado –no solo por las ciencias jurídicas, sino además, por las ciencias políticas-.Explica Bonavides (2006: 86), que el estado de las cinco dimensiones de los derechos humanos sirve para “[…] coronar el espíritu del humanismo que, en el perímetro de la juridicidad, habita las regiones sociales y atraviesa el derecho en todas sus dimensiones” .Así que, como los demás derechos fundamentales, la paz no sólo debe ser requerida ante los tribunales, como “cabeza de los derechos humanos”, ya que sin la paz, la dignidad humana no es posible de ser realizada.

BibliografíaBobbio, N. (1992). A Era dos Direitos, Campus/Elsevir.Bonavides, P. (2001). Teoria Constitucional da Democracia par-ticipativa: por um direito constitucional de luta e resistência por uma nova hermenêutica por uma repolitização da legitimidade, Malheiros.Fuente, J. R (2010). “Mediaciones Sociales”, núm. 7, II semestre, pp. 143-164. Disponible en http://pendientedemigracion.ucm.es/info/mediars/MediacioneS7/resources/Indice-MS-7/Resi-na-de-la-Fuente,-J.-(2010)/143-164-Resina-de-la-Fuente.pdfKerk, M. E. y Sikkink, K. (1999). “Las redes transnacionales de defensa en la política Internacional y regionales”, Internation-al Social Science Journal, núm. 159, pp. 89-101. Disponible en http://www.unesco.org/issj/rics159/keckspa.html#kt Santos, B. (2003). “Poderá o Direito ser emancipatório?”, Revis-ta Crítica de Ciências Sociais, Mayo, PP. 3-76.Vasak, K. (1979). “Pour une troisième génération des droit de L´Homme”, aula inaugural do curso do Instituto Internacional dos Direitos Humanos, Estrasburgo.

i

9

9

Traducción libre del original en portugués.

Page 18: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

18 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Entrvista

Entrevista a Pietro Ameglio

Por Luis A. González Tule

Pietro Ameglio es uno de los más reconocidos exponentes y defensores de los movimientos de resistencia civil no violenta. Su interés por este tema lo llevó fundar el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ)-México, a escribir el libro Gandhi y la desobediencia civil. México hoy (Plaza y Valdés, 2002) y a participar activamente en movilizaciones a favor del respeto a los derechos y usos y costumbres de los indígenas, en pro de la paz y la justicia, así como en defensa del medio ambiente. Para hablar de estos asuntos y la situación por la que atraviesa México en estos momentos, Pietro –con la amabilidad que lo caracteriza- nos concedió una entrevista para Itinerario. La entrevista estaba programa-da para realizarse en un céntrico café de Cuernavaca, sin embargo, como si el destino se encargase de decidir nuestro itinerario, se llevó a cabo en los jardines de Catedral, un lugar idóneo para reflexionar acerca de la (ausencia de la) Paz en nuestro tiempo.

Pietro, me gustaría comenzar con tu libro Gandhi y la desobediencia civil. México hoy, editado por Plaza y Valdés en 2002, preguntándote ¿qué es la desobediencia civil?

La desobediencia civil es parte de una cultura que Gandhi llamaba “antigua como las montañas” que es la no vio-lencia activa, la construcción de la paz, la capacidad de enfrentar lo inhumano en el orden social y construir espacios de mayor humanización de la especie. Pero la desobediencia civil es el grado máximo y más fuerte de la lucha social de lo que se llama la lucha no violenta. Cuando uno habla de desobediencia civil, se habla tam-bién de una cultura de la especie humana que se basa en un principio importante que se ha ido sistematizando en el tiempo, del cual el Dr. Marín en Buenos Aires lo ha definido como la desobediencia debida a toda orden inhumana. La capacidad de decir ya basta, de decir no a todas las situaciones de inhumanidad que nos rodean desde lo cotidiano, lo individual, lo familiar, hasta lo social y de masas. Como sabemos, desde la psicología y la sociología, desobedecer es una de las cosas más difíciles para la especie humana. Implica romper con todo el ordenamiento y una normalización social que nos rodea, entonces, estamos hablando de cosas de mucha comple-jidad y mucho más si son de masas. Cuando uno habla de desobediencia civil tiene que tener mucho cuidado porque no es una acción que se pueda lanzar en forma alegre e improvisada, es una acción que toca resortes fun-

damentales en la gente como es la obediencia a la ley, la obediencia a la autoridad, para lo que se exige todo un juicio moral y una determinación muy particular porque también el adversario lo vive con un nivel de agresión muy elevado.Yo sí propongo y defiendo que cuando se haga desobedien-cia civil se tenga bien claro el contexto, no se banalice el término, no se asocie mecánicamente como la no violen-cia y la desobediencia civil. La desobediencia civil es un agraviante, el mayor de la lucha no violenta, lo que no se puede tratar de forma superficial ni una forma de lanzar a la aventura a las masas frente a este tipo de acción.

En este sentido, la concientización y la dignidad humana son elementos indispensables como herramientas de reivindicación en las luchas contra la injusticia.

Sí, eso es importante. Pienso que la desobediencia civil es uno de los mayores instrumentos de avance de la especie humana en la historia. Si no hubiera habido gente capaz de haber dicho no, de desobedecer mandatos, órdenes reales, teocráticas o de tipo absolutistas, y junto a otros, es-taríamos en la edad de piedra de la moral y de humanización. Es un acto tremendamente digno y necesario de la espe-cie para avanzar en su proceso de humanización -aunque siempre la autoridad, por el tema de la sacralización de la ley, inmediatamente acusa de revoltosos y de desestabiliza-dores del orden-.

Page 19: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

19WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Entrevista

Page 20: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

20 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Entrvista

Respecto a la desobediencia civil, ¿no es ésta un llamado a la anarquía?

A Gandhi muchas veces se le asoció con el anarquismo -parte de sus grandes maestros fueron Ruskin, Thoreau y Tolstoi, que son grandes personajes del S. XIX en el tema de la anarquía-. Y este es un tema interesante porque, hoy en día, a partir de la cultura que nos domina de los medios y muchas veces nosotros mismos reproduci-mos esa cultura de la ignorancia o la banalización y, por ejemplo, se asocia lo anárquico con lo destructivo, con el no proyecto, con el deseo de no dejar nada en un es-pacio para no construir nada diferente. Eso es una ima-gen caricaturesca del S. XIX del anarquismo, porque el anarquismo implica una forma de autonomía individual y colectiva, una forma de gobierno. Tiene un proyecto social incluyente y con un garante valioso de raíces cris-tianas no violentas. Aunque sí, ha habido sectores que históricamente como en una especie de autoría de cómo cambiar la realidad o cerrazón, conectó todo en la de-mocracia, en el socialismo, en el liberalismo, en las in-dependencias -que no fueron en nombre de la anarquía-. Todos los tipos de pensamientos políticos han ejercido la acción armada y han ejercido formas de atentados vio-lentos contra los opositores, no sólo los anarquistas, sin embargo hay una construcción de la ignorancia, hay la social e histórica, donde se ha asociado la violencia con el anarquismo. Te repito, en la propia raíz del propio Gandhi, de las mejores experiencias no violentas la piedra angular es la capacidad de construir autonomía, de hecho, no se puede construir desobediencia civil con gente que no tiene un pensamiento autónomo.

En uno de sus trabajos seminales, Max Weber de-fendió que el Estado es el único actor legítimo para hacer uso de la fuerza. En México sobran acciones del uso indiscriminado de la fuerza pública y a todas ellas las autoridades les han encontrado jus-tificación. Lo ha hecho de manera legítima según sus propios medios de comunicación. Desde tu perspectiva, ¿en qué situaciones el Estado debe hacer uso de la fuerza pública?

Bueno, el caso mexicano con la guerra que atraviesa que ha roto características de exterminio masivo -un caso sin igual con casi 100 mil muertos y 25 mil desaparecidos- o de exterminio selectivo donde permanentemente asesina ac-tivistas sociales con total impunidad -los últimos casos son

los de de Ismael [Solorio] y Manuelita [Solís] de El Barzón en Chihuahua, los ecologistas en la sierra de Petatlán, en Guerrero, y muchos otros casos psíquicos y permanentes son el inicio del exterminio selectivo de activistas sociales en México-. Con este contexto, es evidente que si uno pre-gunta a un familiar de un desaparecido, con una persona muerta que se perdió su rastro, que la última vez que fue visto fue tal vez con la policía municipal o en un retén o algo, y si uno le pregunta, ¿qué ha hecho el Estado con Usted? va a decir que nada. Al contrario, ha desaparecido o asesinado a mi hijo -en forma directa o con complicidad-. Para una víctima directa e indirecta de una situación de agravio, estamos ante lo que se ha llamado de esa forma como Estado fallido, en el sentido de la violencia mate-rializada del Estado que debería usarla para proteger a sus ciudadanos, para garantizar una paz y un orden social y se respeten los derechos humanos de todos los habitantes del territorio del país, pero eso no se ejerce. Entonces es ahí donde las comunidades -sobre todo indígenas y rura-les y campesinas- han mostrado que es necesario ejercer formas de defensa comunitaria. No puede ver con com-placencia que la fuerza material del Estado no solo no los protege, sino que los agrede, y en muchos casos, en forma legal como los ejércitos y grupos armados, o en forma ile-gal como fuerzas paramilitares que agreden a las comuni-dades. En ese caso, la legitimidad de la defensa civil-pacífica de la defensa de su pueblo tiene que ver con la capacidad de defensa de la comunidad, del barrio o de la colonia: de la gente. Técnicamente lo que dice Max Weber es respecto al principio de la Ciencia Política que en territorio nacio-nal no cualquiera puede hacer uso de la fuerza pública de forma legal y legítima, si no sería la guerra sin terminar. Pero, en situaciones donde hay vacío estatal, una indefen-sión y un exterminio sideral, queda lógico que si el pueblo no se organiza para detener la mano asesina o impune, es porque el Estado no lo está haciendo.

Hablemos ahora del movimiento de por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). Tu participación no se suele ver en imágenes o en discursos, pero lo haces activamente. ¿Cuál es tu participación, si es que no te vemos públicamente?

Bueno, no tiene tanto que ver con la visualización tan didáctica, como se conoce que el que no sale en la foto no existe en la política mexicana. Yo creo que uno tiene que trabajar siempre la construcción desde abajo, con la gente, la reflexión, la articulación, la construcción de estrategias y de acciones que ayuden a reformar la dignidad no violenta.

Page 21: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

21WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Entrevista

Eso es lo importante de organizar. En ese sentido creo que un camino importante en el tema de la no violencia es, por ejemplo, la acción del 21 de diciembre de los zapa-tistas, donde nos dijeron a todos “nadie nos veía y aquí estamos, trabajando las 24 horas tras 19 años o 25”, en las comunidades autónomas, en los pueblos, en la localidad. Entonces, que no salga uno en la foto o en la tele no quiere decir que no haya un trabajo subterráneo y profundo. Y lo importante siempre es la reflexión y la acción. Ya cómo se visualiza esa acción mediáticamente es otra cosa, y hay muchas formas de acción y a veces lo que parece la “in-visibilidad” en realidad es una libertad de movimiento, es la paradoja: eres más libre cuanto más invisible.

¿Qué le ha faltado al movimiento para atraer a las masas?

El movimiento ha tenido varias etapas desde el 28 de marzo del 2011 inicia una etapa masiva de movilizaciones y el grito “estamos hasta la madre” de vivir en este país. También comunidades mexicanas fuera del país que se adhirieron comenzaron y se unieron a la red global del movimiento y luego a la aldea global en muchísimas ciudades en Estados Unidos, Francia y América Latina. Esa etapa estuvo así extendiendo la voz en cuanto a la movilización exterior que se ve hasta la Caravana del Sur. Luego el 14 de octubre el segundo diálogo de evaluación con el Presidente. En realidad como pico, yo diría, de la primera caravana hasta el pacto en Ciudad Juárez, el Pacto Ciudadano, el 10 de junio, fecha de la masacre del año 71. Yo diría que ese el pico de la movilización; no tanto la segunda caravana, sino el Pacto Ciudadano. Pero después la realidad dinámica del movimiento, por el des-gaste, salió en la segunda evaluación del diálogo con las víctimas el 14 de octubre: no funcionaron las mesas de diálogo, no han aparecido los desaparecidos, no ha avan-zado hasta el día de hoy la ley de víctimas, no cambia el modelo de seguridad armada que hay en el país, es una gran trampa construir paz con seguridad. La ley de paz debe ir asociada a justicia y no a seguridad. En ese sentido, siempre cunde el desánimo y también las formas de manejo mediático, a veces con errores nues-tros, a veces con manipulación de los medios o de las fuerzas políticas, lo cual ha llevado, como es evidente, a que es muy difícil de mantener ese tipo de movilizaciones de masas al nivel en que estaban con la moralidad del año 2011. También yo creo que hay que hacer razón de autocrítica interna, no siempre se han hecho las alianzas con la gente que realmente está luchando por detener

un proceso de guerra, se han convertido en columnas mediáticas pero de quienes están a favor del proceso de guerra aunque sean víctimas.

Mencionaste que no puede haber Paz sin Justicia. Para muchos, la justicia es sinónimo de venganza, ¿cómo debe abordarse este fenómeno?

Yo cada vez trato de hablar menos de paz y más de justicia, porque la paz es un instrumento, es un arma, que está em-pezando a usar cada vez más el gobierno para desprocesar a toda la sociedad civil y hacernos creer que está querien-do avanzar en el proceso de paz. Por ejemplo, la ley de víctimas es una trampa oficial para ver si se avanza en la justicia. Nos quieren hacer creer, con ciertas acciones, que el país está entrando en una situación de paz, es comple-tamente falso, entre otras cosas, porque el origen de toda esta guerra y violencia social tiene que ver con un modelo económico y con un modelo político donde los partidos no representan a nadie y utilizan el dolor para saquear al Estado, para saquear a las comunidades –sobre todo cam-pesinas rurales y sus recursos naturales-, para grandes ne-gocios y grandes utilidades, y nos quieren hacer creer que eso es un orden político económico legítimo, pero es una máquina de generar pobres y de corrupción. Y el modelo de seguridad militarizada no va a cambiar, al contrario, se está afinando con modelos de mando único, de gen-darmería, de gasto militar, entonces, de ninguna manera lo que se está buscando en México es la paz. Tal vez en ese sentido la sociedad civil, que está transitando por un territorio totalmente minado, por un momento pueda bajar, pueda acotarse un poco. Eso lejos está de generar condiciones de paz. Son precondiciones para la justicia. Pero si no hay sentenciados, si no aparecen los desapare-cidos, si no cambia el modelo de desmilitarización y si el lavado de dinero sigue transitando con total impunidad jamás se puede avanzar hacia la paz. Hay dos grandes modelos a nivel mundial de la teoría de la paz. Uno tiene que ver con la paz positiva y el otro con la paz negativa. La paz negativa responde a la idea de que cuando no hay guerra hay paz. La idea de la pax romana, que tiene que ver con mantener el statu quo, con el ordenamiento jurídico legal, con lo que el imperio roma-no constituía sus fronteras en una forma del derecho -si se puede- o con el ejército –si no se puede-. Y eso es las Naciones Unidas que en nombre de la paz bombardean Iraq, Kosovo, Somalia, donde puedan. En ese modelo de la paz armada México es un paradigma mundial, es un gran negocio, y evidentemente sólo lleva a que cíclica

Page 22: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

22 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Entrvista

mente el capitalismo necesita guerras para reproducirse –como bien decía Marx-. La espiral de guerra cíclicamente regresa a todos los territorios. La otra imagen positiva responde a otros modelos que tienen que ver con que la paz tiene que llevar apellidos, la paz tiene un eje que ignoramos. No es lo mismo la paz en Cuernavaca que en la colonia Condesa de México o que en el borde de Cd. Juárez, la paz tiene que tener una temporalidad y una espacialidad. La paz en abstracto es una trampa que favorece a la guerra y a la autoridad, y tiene que tener un apellido, entonces, la paz tiene que ver con la justicia, con la igualdad, con el modelo económico y social, o sea, con la dignidad, con la verdad.

¿Cómo puede haber Justicia cuando las instituciones encargadas de velar por la seguridad ciudadana y hacer valer el Estado de Derecho están plagadas de corrupción?

Ahí es de lo que habla la teoría no violenta, habla el gandhismo, el zapaismo: el poder real está en la gente, no en los representantes. Si el representante no responde a quien lo puso ahí, por ejemplo el diputado el senador, se le quita el poder y tiene que caer. Es completamente diferente al cuento de los partidos políticos y la clase política que en nombre de la representatividad se legitiman y hace cualquier ilegalidad. Cada vez más este modelo partidista y de no representación real está en crisis a nivel mundial como modelo político, por eso cada vez menos la gente cree en la clase política, en las elecciones, etc. En ese sentido, es evidente que muchas comunidades y grupos deciden crear formas –y sobre todo aquí las experiencias indígenas de au-tonomía- reales de justicia a partir de Asambleas, de deci-siones, de grupos honorarios de la comunidad, de anciano, de representatividad reales con fuerza moral para ejercer jus-ticia porque los instrumentos del Estado y del poder público están totalmente cooptados por la impunidad y el delito. Cada vez más, hay una conciencia de la sociedad civil, de la ciudadanía de que tiene que presionar y ejercer también formas de condena, de boicot, de no cooperación, de no normalización de la justicia y de control social y ciudadano, no podemos avanzar. Y también, respecto a la pregunta anterior que me decías, yo no he escuchado a ningún fa-miliar de víctimas de los que he conocido –por desgracia son demasiados en estos últimos años- ideas de venganza. Lo que quieren es que haya una reparación, que haya una justicia y una idea muy importante que tienen todos: que esas personas que han cometido situaciones de tanto dolor y maldad no lo hagan con otros.

La especie humana hasta ahora no conoce muchas san-ciones más allá de la cárcel, del encierro, que no es lo ideal. La policía comunitaria en Guerrero tiene ejemplos muy interesantes en el área de la reeducación, y también el zapatismo en donde la persona que ha cometido un delito realiza trabajos comunitarios, tiene supervisión co-munitaria, tiene un proceso de reeducación que no pasa por el encierro y el castigo, sino por el apoyo a necesi-dades comunitarias que son la base de una sanación in-terior, social. Tenemos que explorar mucho más y nueva-mente los pueblos indios nos están mostrando ejemplos, pero no en la línea de venganza porque la venganza sólo reproduce la espiral de violencia.

¿Cómo hacer entender a las autoridades, tanto civi-les y militares, que las manifestaciones pacíficas no son una incitación a la violencia?

Bueno, aquí es interesante, me voy a basar en un gran mae-stro de la no violencia activa que ha habido en México, el padre Donald Hessler, sacerdote que estuvo más de 40 años en México que hablaba que la no violencia activa es la más violenta de las violencias, pero usa armas que no buscan destruir al otro, sino que buscan que tome con-ciencia de la verdad. Pero es una acción tremendamente violenta decir ya basta a la impunidad. Entonces, las mo-vilizaciones no violentas tienen una enorme radicalidad moral y material pero no buscan destruir al otro. Y claro, son muy violentas para el adversario porque lo confrontan moralmente también y desnudan la verdad públicamente. Reprimir y destruir tiene un alto costo. Los medios de co-municación, el encubrimiento a la clase política y al sector empresarial, la siembra de la ignorancia pública, logra a veces esconder el costo de la represión o de lo inhumano. Pero no podemos esperar en lo inmediato y pagar un cos-to alto en lo humano, en la represión sacrificando gente ni situaciones, por eso también hay que cubrir y no crear martirios inútiles o salvacionismos mesiánicos. Hay que construir estrategias y tácticas eficientes que reduzcan todo tipo de costos humanos, materiales y además que permi-tan lograr una ruptura en el adversario y un cambio y un avance en la lucha. Parte del adversario en sembrar la ignorancia, en mostrar como revoltosos caóticos a quien bloquea una calle, un camino, a quien toma una alcaldía, una oficina pública. Pero, si esa oficina está cobrando impuestos o robando el dinero, ¿qué no hay que tomarla para que pare eso? Es totalmente legítimo. Esto que parece una tontería la inmensa mayoría de la gente no llega a planteárselo

Page 23: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

23WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Entrevista

porque no pasa del nivel del infatilismo en el nivel de que es la ley la autoridad. Pero si la autoridad roba, ¿no hay que detener que robe? De esta escala la mayoría de la gente no pasa, porque el orden social está basado en la construcción de la obediencia ciega a la autoridad y a su orden de castigo.

Para concluir, ahora que estamos próximos al 65 aniversario luctuoso de Gandhi a conmemorarse el 30 de enero, ¿qué tiene que decirnos hoy Gandhi a los mexicanos?

El gandhismo creo que es más actual hoy que en su época. La lucha gandhiana -él y su gente porque no es él como alguien mesiánico solo, sino un enorme aparato de gente y de masas movilizadas desde una cultura y una radi-calidad-, es más actual hoy porque él impugnó al capi-talismo en una época en que era la gran esperanza de la humanidad; por el desarrollo industrial, el desarrollo liberal, la lucha por las garantías individuales, los dere-chos humanos, entonces no era tan fácil decir que eso era un espejismo y que sólo iba a traer pobreza y miseria como hoy en día todos sabemos que ese ha sido el gran fruto del capitalismo. En ese sentido, Gandhi busca for-mas de autonomía individual y colectiva, formas de auto-gobierno, formas en que el poder esté en la gente y no en la clase política que no representa a la gente, formas en que la gente controle el poder de la clase política -inclu-so desde la desobediencia civil-, formas de no cooperar cuando la autoridad viola la dignidad o el ordenamiento. Por ejemplo con las empresas: estamos asistiendo a este escándalo de WalMart que ha sobornado a cuanto grupo y en particular en el tema del INAH y de Teotihuacán. Me tocó participar en esa lucha porque estaba en la lucha contra Costco-Comercial Mexicana en el Casino de la Selva, en Cuernavaca, y fuimos aliados con los del Frente contra el WalMart en Teotihuacán, me tocó estar ahí y ver el oprobio de esa tienda en medio de la ruina. Ahora diez años después sale a la luz una vez más que los luchadores no violentos tenían razón. Como nosotros en Cuernavaca contra Costco-Comercial Mexicana, ¿cómo va uno a comprar ahí? Y cualquier gente con claridad no debería de dar un centavo a WalMart por lo que ha hecho hasta que cambie la política. Eso es muy de Gandhi, la toma de conciencia del poder ciudadano en el dinero, en la obediencia, en muchas cosas. En México hay uno de los efectos mundiales más importantes de intento de programa constructivo no capitalista, llevará cientos de años pero es real y opera en medio de normas

y dificultades, y de una fuerza moral impresionante en las comunidades indígenas. Hay un modelo constructivo que ellos llaman autonomía en la salud, en la educación, en la productividad, en el bueno gobierno, donde tratan de tener un desarrollo comunitario no bajo las leyes del capitalismo más feroz, sino de las leyes comunitarias del buen gobierno. Eso es muy gandhiano y trató de hacer en la India en muchas formas y la India era un país de aldeas, tenía más de 700,000 en la Guerra de Indepen-dencia, y Gandhi siempre dio como prioridad recuperar la sabiduría, la lengua, la cultura, las formas de autori-dad, la producción desde la gente de más abajo, de los más pobres de las comunidades. También en la táctica y en la estrategia no violenta hay momentos en que la cooperación es normalizar lo inhumano y no decir nada. ¿Cómo las iglesias, las universidades, no tienen un papel más radical en toda la guerra y todo mundo sigue dando clases y haciendo homilía los domingos como si no pasara nada? Los curas, los obispos son cómplices de la guerra. Igual que los rectores de las universidades, y esto se los he dicho en la cara a muchísimos y con todo amor porque yo estoy en la Iglesia también. Pero es una vergüenza, ¿qué ha dicho el obispo de Cuernavaca sobre todos los muertos y desaparecidos en Cuernavaca? Jamás ha dicho nada ni ha metido su cuerpo por nadie. Y soy testigo de gente que ha querido verlo y que ni los recibe. Pero no sólo el de Cuernavaca, peor el de Cd. Juárez ¿y dónde está su cuerpo? Y no me digan que ante tal nivel de violencia, con hacer una declaración en la prensa de que “me horroriza la violencia” es suficiente. Eso no es evangélico ni cristiano, que no nos hagamos los dis-traídos –y eso es muy de Gandh

i

Page 24: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

24 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Arte

El pincel de Lalo Lugo

El desarrollo del trabajo de Lalo Lugo en general es la alegoría. Una muy personal donde todo se inunda de monstruos y seres perdidos en paisajes lunares y si-codélicos pero también muy melancólicos que rinden homenaje a múltiples referencias, influencias y esta-dos de ánimo, no casándose con ninguno, su vocación es la intemporalidad donde el glamur y la pose son lo más importante y lo único que prevalecerá.Transita también por la búsqueda técnica en el desar-rollo de los retratos sobre diversos soportes como seda, madera o vidrio. Sin abandonar las atmósferas mel-ancólicas y atemporales con vestigios de elementos de épocas pasadas.La serie que se presenta forma parte de la obra del autor y fue escogida personalmente para este primer número de Itinerario.

Page 25: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

25WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Arte

La anunciación del ángel exterminador

Page 26: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

26 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Arte

Todo pasó tan rápido

Page 27: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

27WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Arte

Solidaridad de un insecto

Page 28: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

28 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Arte

Un terrible presagio

Page 29: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

29WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Poesía y Literatura

:el aislamiento de los cuerpos puros Por Daniela Camacho

(a)

La enfermedad comienza aquí. Aquí termina el cuerpo, la simetría la belleza de tu rostro. El día casi. El éxtasis el trance que está por comenzar es invisible. De ahora en adelante, si piensas en la muerte, no será por ahogamiento ni electrocución ni por incendio. No habrá espacio entre tu máscara y tu piel para anudar la soga, temerás a los cuchillos y al veneno y las alturas. De ahora en adelante, acopiarás tumores

como una alucinada.

PEQUEÑA CAJA DE CRISTAL DONDE SE EXHIBE:

bala mágica o sexualpequeña joya

pequeño monstruo

(Soy un pensamiento vertical. Una caída. La palidez me separa del mundo.

Mi fábula de moribunda tendrá fin antes de que el extranjero pronuncie mi nombre.)

(b)

Despídete de la infancia. Tus padres serán atravesados por una ballesta al conocer la noticia. Su pequeña cría desprotegida. Su niña tenebrosa a la intemperie. Tendrán pesadillas como animales salvajes; al despertar, tu resplandor les parecerá extraordinario. Para calmarlos, ocultarás la fatiga, inventarás una astucia una pasión un estusiasmo.

(Nunca me sentí más viva. Mi deseo simula un castillo al centro

de una ciudad construida sobre el agua. La cicatriz sugiere un sueño

una incomprensión algo en peligro. Por eso procuro no ser vista.

Por eso me protejo de la compasión. Por eso busco mi lugar entre los elementos.)

Poemas de [imperia], 2013

Page 30: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

30 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Poesía y Literatura

Pero no la guerra

Por Akaki Akakievitch

ayó un agua torrencial que hiló sobre el camino sin asfaltar un riachuelo verdusco y marrón que además de barro traía una amenaza. Nos preparamos con abrigo, chubasquero, gorro, ropa de batalla y diversos utensilios de jardinería, pero sin guantes, porque las manos desnudas eran nuestra herramienta más útil. Aunque en nuestro interior reinaba la impaciencia y la euforia, manteníamos nuestro semblante, esperando a que escam-para. A mi derecha, mi primo, fiel a mis palabras. Observamos desde el porche de casa con aires de grandeza

aquel riachuelo que había partido en dos la tierra. De alguna forma se burlaba de nosotros, guarecidos de su fuerza, pero sabíamos que llegaría su momento y entonces, los victoriosos seríamos nosotros. Teníamos enfrente muchos peligros, pero eso era algo secundario. Mi primo y yo estábamos dispuestos a dejarnos los huesos para cumplir con nuestra proeza.

Levanté la mano abierta y vi escasas gotas brillar sobre la palma.

—Ya está. —dije.

Corrí hacía un punto que ya habíamos divisado como idóneo. Hincamos nuestras rodillas en el barro y empezamos a arrastrar las manos por el suelo recogiendo tierra. Nuestro chándal absorbió el agua de la tierra y nos caló enseguida las zapatillas.

—Construyamos por los lados y terminamos en el centro.

Y así hicimos. No teníamos una metodología exacta de operar, tampoco la velocidad para construir nos lo permitía. Básica-mente consistía en construir muros de contención que retuvieran el agua lo máximo posible, teniendo en cuenta que era imposible almacenarla toda.

—Necesitamos arena seca, o se hundirá, allí tienes.

Mi primo no dudó de mis órdenes, fue corriendo al porche y cogió el cubo y la pala.

—Rápido, Diego, rápido, o lo perderemos. —le animé.

La piel se arañaba con las chinas cortantes, los dedos se doblaban con las piedras más grandes, las uñas ennegrecidas, pero no importaba porque nosotros teníamos una misión y pasara lo que pasara debíamos cumplir con nuestros objetivos.

—Aquí tienes.

—Nos falta poco para juntar los extremos.

—Sí, casi lo tenemos.

—La salida.

Page 31: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

31WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Poesía y Literatura

Hicimos una vía de escape con una botella pequeña de plástico con el culo agujereado y la pusimos en el centro. Lo tenía-mos casi completado, solo faltaba asegurar bien los extremos para que no desbordara. Entonces, apareció un contratiempo.

—Está lloviendo otra vez —dijo mi primo, asustado.

—Hay que aguantar como sea. —contesté.

El problema de la lluvia no era que diera más fuerza y trajera más agua al riachuelo, sino que las paredes perdían su fortaleza y se derrumbaban por los lados cuando las gotas las golpeaban.

—Hay que armar contrafuertes.

—¿Qué es eso?

Sus ojos ansiosos de conocer me propusieron que aquel era el mejor momento.

—Vete a por las ramas, ¿te acuerdas?, las dejamos al lado del cubo.

—Sí —contestó, y salió disparado con las gotas chocando con sus ojos.

Evaluación de la situación. El muro izquierdo era el más débil, se venía abajo y había que amontonar más arena, endurecida y si era posible con piedras para que aguantara la rigidez. Después añadiríamos los contrafuertes en la parte posterior y con eso esperaba retener el torrente.

—Ya está.

—Vale. Hay que añadir más arena, hacer el muro más ancho, ¡vamos!

Con la lluvia cayendo sobre nuestros hombros, arrastramos más y más barro. Excavadoras humanas, que con ayuda de sus palas mueven la tierra. En cuanto terminamos la primera fase usamos las ramas como esqueleto en los contrafuertes, pero la lluvia seguía cayendo, incluso con más fuerza. Me di cuenta de lo inevitable.

—Se va a caer.

—No, ahora no. —dijo mi primo mientras seguía cogiendo lo que ya era fango.

—No sirve de nada.

Noté la rabia en su mirada, la impotencia del principiante.

—Tenemos que abandonar. Es imposible si cae más agua—le dije sujetando sus manos.

Sucios y manchados de tierra húmeda vimos desde el porche cómo el riachuelo se llevaba lo que quedaba de la presa, incluso los extremos, más pequeños. Los dos, con nuestro orgullo herido, con los ánimos arrastrados por el torrente, espe-ramos otra oportunidad, observando la lluvia caer. Y ahora con esos mismos ojos de hace tantos años miro cómo el agua arrastra coches, maderos, barro con una fuerza descomunal. Las batallas forman parte de nuestra vida. Habíamos perdido esa batalla, pero no la guerra.

i

Page 32: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

La Paz en nuestros días

32 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Caricatura

Page 33: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

33WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Caricatura

Page 34: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

Apuntes para una estructura interna del PAC

Por Luis C. Fuentes

uando se trata de definir al cinéfilo, lo primero que viene a la mente es la escueta definición de “aficionado al cine” que da el diccionario de la RAE. Definición que, dirá cualquier autodenominado cinéfilo, resulta insuficiente:

¿dónde se habla de la pasión desmedida? ¿Dónde del vicio, qué digo vicio, la religión que convierte el acto de asistir al cine en un auténtico oficio, y el de ver una película en una profesión de fe? Los maratones nocturnos, las colecciones in-terminables en formatos que van del Beta al Avi, los miles de pesos gastados en DVDs (piratas o de los otros) o en el viaje al Festival-X-Súper-Importante, todo eso, signos inequívocos de algo mucho más fuerte y profundo que una mera afición, es lo que caracteriza al verdadero cinéfilo... ¿o no?El más ligero análisis nos hace darnos cuenta que el término cinefilia hace referencia a la existencia de un gusto, no al nivel más o menos intenso con que ese gusto se experimenta. Admitamos que un cinéfilo es un amante del cine, y pre-guntémonos a continuación: ¿son más amantes aquellos que se aman siete veces por semana que aquellos que sólo se aman dos? ¿Es más profundo el amor cuando hay orgasmos diarios que cuando los hay sólo cada tercer día? ¿Y si por cir-cunstancias de la vida sólo es posible el encuentro amoroso una vez al mes?Cierto es que amar y querer no es igual, y por eso no po-demos meter a todos los cinéfilos (ni a todos los amantes) en el mismo costal, pero tampoco se puede descalificar a nadie porque no vive su afición (o su amor) a la manera o con la intensidad de su vecino. Posiblemente la mejor solu-ción, para hacer justicia tanto al apasionado extremo como al amante ocasional, sea establecer grados, no basándose en la cantidad de placer experimentado, elemento por demás subjetivo, sino en características evidentes de comporta-miento fácilmente identificables. Se me ocurre, para seguir con la línea editorial de esta revista, que podemos tomar prestada la estructura interna de los partidos políticos

mexicanos y organizar un imaginario Partido Amantes del Cine (PAC), donde todos los cinéfilos puedan tener cabida, con sus derechos y obligaciones particulares, según su nivel de compromiso y participación.

El simpatizante (público en general)Se identifica con las ideas del partido, con sus candidatos o simple-mente con sus colores institucionales, pero no siempre sabe bien por qué, ni piensa en afiliarse. Vota cuando puede, aunque no entiende mucho de política ni de cómo funciona un partido.Adora las películas de Cantinflas y Pedro Infante, de Tin Tan y Capulina, y en general las que pasan los domingos por la tele, siempre y cuando no tengan subtítulos. Es el estado más puro del cinéfilo porque disfruta sin malicia ni concien-cia. Cuando se le pregunta si le gusta el cine, él pregunta ¿cuál?, porque para él “el cine” es un edificio con butacas y pantalla (el cual, por cierto, conoce, pero nunca visita).

El adherente (cinéfilo raso o de a pie)Declara abiertamente su fidelidad al partido y es candidato para convertirse en afiliado, pero todavía no tiene credencial ni participa activamente en las actividades partidistas.Asiste al cine cada semana a ver el blockbuster de estreno, al que reconoce porque es el que está programado en más salas. No le importa hacer cola por horas pues mata el tiempo echando novio o ignorando a su cónyuge. Su conocimiento técnico es limitado, sólo conoce el nombre de actores fa-mosos (¿quién sale?, es su primera pregunta cuando le hacen alguna recomendación). Su análisis es simple y categórico: “me gustó/no me gustó”, “está chafa/está buena”. Es capaz de distinguir cinco géneros: acción, comedia romántica, terror, drama, y mexicana. Suele ser menospreciado por los de más alta jerarquía en el partido, lo consideran un borrego sin juicio propio, pero la realidad es que la industria cine-matográfica lo necesita para sobrevivir, y en el fondo todos los cineastas quisieran conquistar a este cinéfilo de base.

34 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

Page 35: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

Cuando se le pregunta si le gusta el cine, él responde: “¡Me encanta! Vamos cada semana, ¿verdad, chaparra?”Abro aquí una subcategoría para incluir al cinéfilo de clóset, ese amarguetas que, a la manera de Holden Caulfiled o Ignatius Reilly 1 , dice odiar el cine y va cada que puede sólo porque le gusta confirmar que TODAS las películas son una porquería.

El militante activo (cineadicto)Afiliado que desempeña en forma sistemática y reglamentada las obligaciones partidarias.Este tipo de cinéfilo, más evolucionado, ya busca las pelícu-las por temas, directores, premios o géneros. Frecuenta los cineclubes, descarga películas de internet, procura tener una colección, compra abono para la muestra y el tour de cine francés y abraza alguna causa del tipo “hay que ver cine mexicano”. Suele ser fanático de un subgénero. Asiste al cine una vez por semana, al cineclub una vez a la quincena, a la cineteca una vez al mes, y a su díler de cabecera cada que sale de la oficina o la universidad. Alguna vez tomó un curso de apreciación, pero todavía confunde calidad con cantidad: su meta es ver mucho, no ver mejor, y está con-vencido de que la dificultad para conseguir una película es directamente proporcional a su trascendencia artística. En la muestra internacional todas las cintas le parecen buení-simas. Sus amigos nunca lo critican abiertamente porque él tiene siempre la película que andan buscando, y además se las presta. Asigna fácilmente calificativos como “genial”, “interesante”, “clásico”, “de culto”, y suele terminar las dis-cusiones con la frase “cada quién sus gustos”. Su peor críti-ca es: “está muy lenta/es un churro/la original es mejor”. Disfruta de algunas malas películas (como todos), pero se autoexcusa argumentando que “está bien ver una película dominguera de vez en cuándo”. A él no se le pregunta si le gusta el cine, porque siempre es el primero en preguntarlo.

El cuadro (cinemaniaco)Ha desempeñado cargos en el partido, ha sido candidato a puestos de elección popular, participa de manera regular y formal en las campañas electorales y en las asambleas y convenciones del partido.Posee o atiende un local de renta de DVDs, organiza un videoclub, es un pirata profesional. Como el cineadicto, también tiene siempre la película que andas buscando, pero él no te la presta: te la vende. No compra abonos para los

ciclos o las muestras, los consigue por medio de contactos o porque él mismo participó en la organización. Escribe críti-ca-reseña en su blog. Es alumno o egresado de ciencias de la comunicación. Le hubiera gustado dedicarse al cine profe-sionalmente, pero no lo hizo porque [insertar excusa aquí], y aunque podría tomar algunos cursos sueltos, su negocio de producción de videos corporativos, bodas y quinceaños, no le deja suficiente tiempo libre. Cuando se le pregunta si le gusta el cine, responde “sí, de hecho hace un par de años dirigí un corto bien chingón que yo mismo escribí y produje... cuando lo termine de editar te lo enseño”.

El dirigente (cinéfago)Integra los órganos de dirección del partido.Es crítico profesional, funcionario cultural, profesor, histo-riador, periodista, dueño o editor de revistas especializadas, propietario de equipo de filmación e iluminación para venta o renta, desarrollador del mismo, distribuidor, exhibidor, etc. Como su nombre lo indica, se alimenta (en términos terrenales y espirituales) de este arte o industria. No hace cine propiamente dicho, pero con su trabajo con-tribuye a su desarrollo: difunde, educa, define tendencias, gustos, estéticas, modas, nuevas técnicas, etc. Tiene influen-cia sobre los demás espectadores y sobre los cineastas mis-mos. Consume todo el cine que puede pero lo analiza desde su propia trinchera de interés. No se les pregunta si les gusta el cine porque la respuesta es obvia.En la cima de la estructura se encuentran los cineastas y/o todo profesional del cine (productores, técnicos, escritores, actores, directores, músicos, etc.). También se consideran cinéfilos, pero la diferencia con el resto de los aficionados es simple: ellos son, en su trabajo y en su persona, el objeto del amor del cinéfilo.

Protagonistas de El guardián entre el centeno (J.D. Salinger) y La conjura de los necios (John Kennedy Toole), respectivamente.1

i

35WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Columnistas

Page 36: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

odas las cosas pasan en la noche”, dice el estribillo de “Goodbye horses”, oscura canción compuesta en 1988 por el productor y compositor William Garvey para Q Lazzarus, una chica que es famosa por tener la voz contralto más grave que un motor de 8 cilindros, y que antes de descubrirse como

cantante trabajó de taxista en la ciudad de Nueva York. La pieza “Adiós caballos” habla de la trascendencia a través de la mirada del uni-verso como un punto terrenal y finito.El caballo, en el diccionario de símbolos de J.C. Cooper (G. Gili, 2000), simboliza el poder solar, el intelecto, la sabiduría, la mente, la razón, la rapidez de pensamiento, la fugacidad, los poderes mágicos de adivinación, el viento y las olas del mar. Cuando lo monta el demonio tiene connota-ciones fálicas. Está también asociado al sacrificio; el caballo es un ani-mal sacrificial del chamanismo siberiano y uralo-altaico, y durante el re-nacimiento representó a la lujuria. Según su autor, la connotación de los caballos dentro de la canción representa los cinco sentidos de la filosofía Hindú (el Bhagavad Gita) y la capacidad de levantar la percepción por encima de las limitaciones físicas y ver más allá del punto de vista terrenal limitado.El tema fue un one hit wonder de la cantante estadounidense. Exis-ten tres versiones de la misma en disímiles longitudes de 3:12, 4:20 y la versión extendida de 6:28. Es famosa por desplegarse como soundtrack en diferentes películas, entre las que se destacan Married to the mob (1988), Philadelphia (1993), Clerks II (2006) y las más significativas: The silence of the lambs (1991) y Maniac (2012). En The silence of the lambs -pelícu-la dirigida por Jonathan Demme, y protagonizada por Jodie Foster y Anthony Hopkins-, el FBI busca a un asesino en serie, apodado Buffalo Bill/Jame Gumb. Éste -estupendamente interpretado por Ted Levine- posee un esquema específico para matar a sus víctimas, todas ellas adolescentes: rapta a las jóvenes, las mantiene vivas durante tres días en el fondo de una poza, las liquida por medio de un disparo, les arranca la piel para confeccionarse un traje de mujer y las arroja a un riachuelo. El personaje hace alusión a William Frederick “Buffallo Bill” Cody, soldado norteamericano, cazador de búfalos y una de las figuras más representativas del viejo oeste.

La canción del verdugo

Por Alfredo Padilla

36 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

Page 37: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

En la película de Demme, Buffalo Bill es un personaje que sufre un tras-torno de identidad sexual caracterizado por síntomas como pasividad, sumisión y dependencia. Se siente amenazado de desaparecer si no mata o es de alguna manera efusivo, es alguien enajenado e incapaz de contro-lar su realidad, lo cual lo lleva a la violencia como venganza por su condi-ción humana. “Me… follaría… me follaría a mi mismo… hasta el fondo”. Personaje corroído por su propia culpa, indeciso, aprehensivo, cuya vio-lencia interior está siempre al borde de estallar, todo esto con “Goodbye horses” como telón en la mejor secuencia de la película, en donde Buffalo Bill se admira así mismo bailando frente al espejo al momento en que mantiene a una de sus víctimas –Catherine (Brooke Smith)- recluida en el fondo de un pozo. “Ponte la crema o te daré con la manguera” es uno de los imperativos que atendemos por parte del personaje, aunado a la tétrica letra de Garvey, “adiós caballos, estoy volando arriba de ustedes”.Maniac, de Franck Khalfoun, es otro metraje en donde “Goodbye horses” adquiere connotaciones violentas, similares a la visión perturbadora de Jonathan Demme. En esta cinta presentada en la segunda jornada del FANT 2013 (Festival de Cine Fantástico de Bilbao), Elijah Wood encarna a Frank, un psicópata que se dedica a perseguir jóvenes a través del mundo real y virtual para matarlas y arrancarles el cuero cabelludo con la intención de decorar los maniquíes de su negocio familiar. Las incisiones y los cortes de cabellera están plasmados con lujo de detalles, con el agre-gado morboso de estar rodados en cámara subjetiva, el espectador toma el punto de vista del asesino. “Goodbye horses” taladra a manera de tributo a Buffallo Bill en la secuencia en que Frank es seducido por una camarera que conoció por Internet. Elijah Wood reflejado en un espejo que pende del techo -la imágen de Frank aparece en espejos la mayor parte del metraje-, la chica proporcionándole una excelente cátedra de felación y el posterior asesinato, al son de la canción de los 80.El tema no sólo ha influenciado a directores cinematográficos para musi-calizar sus escenas más inquietantes, la canción de William Garvey tam-bién ha afectado a otros artistas que -traspasando géneros musicales y siguiendo el enfoque fatalista de Jonathan Demme- rinden tributo a la canción del asesino. Tal es el caso del rapero norteamericano Eminen, quien en su álbum Relapse: Refill (Shady Records, 2009) incluye un tema titulado “Buffallo Bill”, inspirado de igual forma en el transexual de la novela The silence of the lambs, escrita por Thomas Harris. Sus rimas en la canción son rabiosamente explícitas: “Despellejando mujeres y cortán-dolas en trozos/ ahí vienen entrando las jóvenes con mantequilla de cacao/ Una vez más me llaman Buffallo Bill/ Les quito la piel, las bastillo y las remiendo en faldas escocesas”. “Goodbye horses” además ha sido covereada por Kele Okereke, vocalista y guitarrista de Bloc Party, y por la banda de pop oscuro canadiense Psyche; ha sido la alabanza de los asesi-nos en la pantalla grande y la canción del verdugo en la vida real. Puede ser que en estos momentos, tras los muros de una apartamento sombrío, las voz espinosa y húmeda de Q Lazzarus se hace escuchar a través de una frecuencia, al momento en que un cuchilla se aguza en busca sangre y olvido.

37WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Columnistas

Page 38: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

l próximo 7 de julio habrá elecciones en Baja California, y dos contendientes principales ya iniciaron la carrera por el gobierno estatal: la alianza oficialista con eje en el PAN y el PRD, que busca mantener al primero en el

poder, y la alianza opositora que se agrupa en torno al PRI, y que busca quebrar 24 años de dominio panista. En este escenario llaman la atención dos aspectos del fenómeno de las alianzas electorales.En primer lugar, retomando la expresión que usara el Senador priista Manlio Fabio Beltrones, éstas parecen ser alianzas anti-natura, desde el momento en que se unen electoralmente fuerzas políticas que se auto-ubican en puntos distantes del arco ideológico, y entonces, lo que parece mover a los aliados es el más crudo realismo: acceder o mantener el poder, a través de los cargos que se puedan ganar en una elección. Esto parece indudable, porque en definitiva la competencia política es para eso, pero ¿es tan evidente la heterogeneidad ideológica de los aliados? Al menos esta cuestión, implícita en la afir-mación que se trata de alianzas anti-natura, parece ser materia discutible. Una primera aproximación permite ver que las campañas se basan en el uso de la imagen del candidato, que se publicitan escasas propuestas de gobierno, y que cuan-do se dan a conocer, las mismas son realizadas siempre con un alto grado de generalidad (más progreso, salud, trabajo, prosperidad, etc.), evitando cuidadosamente formulaciones que pudieran calificarse de izquierda o de derecha. Es decir, más que diferencias encontramos coincidencias donde todas las fuerzas políticas tienden a compartir el mismo espacio ideológico, muy próximo al centro político. Entonces es posible que el afán de obtener cargos no explique por sí solo las alianzas, porque parece haber

también afinidades ideológicas, que pueden ser fruto de las alianzas (pragmáticamente se trata de no forzar el dis-curso para tener un campo en común con los aliados que permita realizar acuerdos, es decir el juego políticamente correcto es parecer lo que no se es) o directamente se trata de partidos que ya produjeron un corrimiento al centro, y esa contigüidad ideológica les permitió concretar las alianzas. Sea consecuencia de las alianzas o su causa, lo cierto es que la ciudadanía va perdiendo el asombro ante la naturalización de lo anti-natural, y asiste a la reduc-ción al mínimo de sus alternativas de elección. Como lo estableciera Gary Cox en su trabajos sobre el “efecto reductor” de las alianzas, en Baja California ocho parti-dos con otros tantos potenciales aspirantes al gobierno estatal, formaron dos alianzas y alumbraron tan solo a dos candidatos. En segundo lugar, hay quienes sostienen que estas alian-zas significan una consolidación de la democracia, al per-mitir la alternancia de los partidos en el gobierno de los estados mexicanos. En ese sentido las alianzas, cuando triunfan, son vistas como un paso adelante en este proceso democrático. Y es posible que así sea, dado el papel que han demostrado tener las alianzas para romper largas hegemonías de un partido como el PRI. Ahora bien, este punto merece analizarse con detenimiento, y nos hacemos la siguiente pregunta: ¿en qué se profundiza la democracia respecto a un momento anterior si sabemos que los partidos se reducen a dos contrincantes (priistas y anti-priistas), y sus propuestas (lo que podemos conocer de ellas) son prácticamente similares? Para perfilar una respuesta, veamos esta cuestión desde el punto de vista de la competencia política. Para ello tomaremos como ejemplo los resultados electorales en el vecino estado de Sinaloa en las elecciones para diputados locales en 2004 y 2010.

Las alianzas electorales y sus efectos en la competencia política

Por Carlos Moreira, Sofía Calvario y Mauricio Zuazo

38 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

Page 39: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

En las elecciones del año 2004 en Sinaloa, cada partido fue a la competencia con sus propias fuerzas, y el resultado fue que el PRI y el PAN se quedaron con el 95% de las bancas en el congreso local, dejando a uno solo de los partidos pequeños, el PRD, el 5% restante. En cambio, para las elecciones del 2010 se conformaron dos alianzas en torno a estos partidos, y el resultado fue (levemente) diferente, porque cinco partidos pequeños lograron acceder a bancas en el congreso (PRD, PT, PVEM, Con-vergencia y PANAL). Incluso el PRD obtuvo una de las cinco secretarías en el nuevo gobierno (las otras cuatro correspondieron al PAN). Es decir que, en el caso de Sinaloa, la formación de alianzas favoreció a los partidos pequeños que pudieron escapar a la polarización. Por otro lado, en Baja California se lleva a cabo la alianza no para derrocar al PRI, sino con el fin de mantener el único

bastión que le queda al PAN y que debido a los resultados arrojados en la elección de 2012, se ve en la necesidad de crear una estrategia conjunta con el PRD basado en las experiencias del 2010, en donde tres de cinco alianzas pactadas bajo este esquema fueron triunfadoras.¿Podremos extender la conclusión sobre el caso de Sinaloa a Baja California después del 7 de julio? No lo sabemos, el tiempo lo dirá, pero sí parece indudable que una alian-za electoral no sólo beneficia a los partidos grandes, sino también a los partidos pequeños, que pueden obtener cargos a nivel de los congresos locales, municipios y hasta en los gabinetes del gobierno del estado.

(*) Alianza con el PRIFuente: Consejo Estatal Electoral de Sinaloa

i

39WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Columnistas

Page 40: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

40 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

ace unos días David Toscana publicaba en el New York Times un comentario detallado sobre los índices de lectura en México y la problemática que encierra la baja capacidad lectora en el país. Sin dejar de lado los da-

tos duros, existen muchas situaciones alrededor de los mexicanos y su falta de libros digeridos, y es que no solo se trata de un problema de “sentarse y concentrarse”, en nuestro país el problema más que de pasar los ojos por letras ordenadas tiene que ver con la poca capacidad de informarse correctamente y de ordenar esa información para obtener beneficios personales y sociales.Algunas actitudes en México son las que nos van mostran-do cómo existe un menosprecio por la información organi-zada y certera, la primera señal y la más importante es que los principales comunicadores en las televisoras del país son en su mayoría comentadores de noticias que los lunes son expertos en Corea del Norte y el martes en elecciones papales. Da igual lo que tengan que decir los doctores en relaciones internacionales o los expertos en procesos eclesiásticos, la opinión de un presentador de noticias medianamente cultivado siempre tendrá más peso. Tal vez estoy diciendo una obviedad, pero es necesario men-cionarlo hasta la saciedad porque no debería ser así, una cosa es que confiemos en la palabra del presentador como transmisor del mensaje y otra muy distinta es que construya un mensaje y lo haga pasar como un análisis certero. Otra señal preocupante es la “capacidad” de los mexi-canos de ser expertos en todo. Seguido se escucha en la reuniones opiniones de lo más absurdas y desinfor-madas sobre casi cualquier tópico, actitud que refleja la necesidad absurda en el país de sentirse omnipotente. Podemos decir que la opinología es la nueva forma de medir la hombría (porque recuerden que en este país todavía se cree que la mujer no sabe nada), de sacar la pistola y perforar un naipe justo donde estaba el trébol.

Esta enfermiza actitud no solo afecta a las personas que sólo leen los encabezados de las noticias, también afec-ta a aquellos personajes que religiosamente cultivan su cerebro con lecturas rebuscadas e información bien se-leccionada. Así como se puede encontrar individuos que afirman con mucha “razón” que “prefiero haber pasado una dictadura como Chile pero estar como están ellos económicamente”, o cosas tan terribles como “Franco le hizo mucho bien a España y a los españoles”. Lo increíble es que este tipo de comentarios no siempre son emiti-dos por ultraderechistas, sino por mexicanos educados e informados pero que nunca han estado en Chile, que no saben cómo se mueve su economía y a los que desde luego nunca le han desaparecido un hijo. Otros vicios que podemos observar ante esta falta de aprovechar la información eficientemente son los ciu-dadanos de izquierda con ideas fascistoides, o peor aún, aquellos que acomodan las ideas del capitalismo para hacer pomada todos los derechos de los trabajadores con plena justificación personal. Este tipo de “enfermedades ideológicas” se viven todos los días en todos los rincones del país, no hace falta irse a los barrios más pobres o a los fraccionamientos mejor vigilados.En este país todo el mundo cree que la lectura nos hará mejor personas pero nadie lee, todos están convencidos que se necesita un cambio pero pocos hacen algo. En este país todo el mundo es agrónomo cuando se habla de to-mates, físico nuclear cuando se habla de energías limpias y médico cuando alguien en la familia se enferma. En este país el pudor para escupir “conocimiento” no existe y es un problema que nos afecta como individuos y como sociedad.Más de una vez me ha tocado estar en reuniones donde un especialista en su ramo es vilipendiado y apabullado por la pandilla de opinistas que se congregan en toda reunión de mexicanos. De nada sirve que en tu oficina

De las letras en México y la gente que las evita

Por Rodrigo Pámanes

Page 41: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

41WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Columnistas

esté colgado un título de médico, la vecina te dirá qué le debes recetar o se atreverá a sugerirte consejos sobre la mejor manera de curar una pulmonía.Me preocupa menos que la gente no lea ante la notable incapacidad de aprovechar la poca o mucha información a la que accede. El problema más grande en este país no creo que sea la falta de lectura sino la falta de conscien-cia sobre lo importante que es estar informado sobre la profesión que uno ejerce (tenemos miles de escritores que no leen, de cineastas que no ven cine, de arquitectos que no distinguen una ventana de un tragaluz) y más que nada una nula capacidad de distinguir los problemas del país y opinar sobre ellos. Siempre me pregunto si algún día la clase media protestará por tener educación privada adecuada a sus necesidades o si seguirá resignada a pagar altas colegiaturas por mediocres centros educativos que lo único en lo que son eficientes es

en aislar a un porcentaje de la sociedad. Y menciono este caso debido a que la educación se ha resuelto para muchos mandando a sus hijos a escuelas privadas ostentando una actitud similar a cuando se barre el polvo bajo el tapete.Como escritor, como persona y como mexicano, me gus-taría que todo el mundo tuviera la necesidad o el gusto de leer. Pero me preocupa más que la gente mejor edu-cada e informada es incapaz de manejar los datos que posee, y es esa imposibilidad de formarse un criterio objetivo, informado y mesurado lo que me inquieta pues si hoy día lee poca gente pero todos se sienten expertos en todo y confían en la palabra del vecino para hacer una instalación eléctrica, no quiero imaginar qué sería de este país si todos fuesen cultos e informados, a lo mejor el único diálogo posible sería con el espejo.

i

Ilus

trac

ión:

Alfr

edo

Rod

iles

Page 42: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

42 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

ace poco me llevé la desagradable sorpresa de saber que la calle en que nací había cambiado de nombre. O más bien no lo cambió, sino algo peor: recuperó el decimonónico apelativo que había perdido cuando sucedió aquello hoy ya

tan olvidado del laicismo. La Avenida Juárez de San Luis Potosí volvió a ser, no sé cuándo, la Calzada de Guadalupe y con esto alguien celebró una pequeña revancha contra el Benemérito y sus secuaces, malditos masones comecuras que desamortizaron los bienes del clero en el mediodía del siglo XIX. Supongo que este era un cambio que se veía venir de un momento a otro, porque en San Luis Potosí pesa más la tradición que la norma y los potosinos de siempre, los de toda la vida, los que tiene sus héroes particulares en el padre Peñaloza y Salvador Nava Martínez –algunos, incluso, en Gonzalo N. Santos—, rara vez se refirieron a esa calle ancha, pasmosa y adoquinada, con el apellido del zapoteco que en nuestro hoy palacio de gobierno le dijo a la princesa de Salm-Salm que ni madres, que Maximiliano se tenía que morir, acicalado y bien fajado si así lo prefería, pero fusilado porque eso querían la gente y las leyes. No: al parecer, esa calzada fue y siempre será de la Virgen, porque ella, año con año, recibe con beneplácito a sus penitentes que la recorren toda y de rodillas, dejando jirones de piel y carne sobre la piedra, para jurarle una y otra vez que ya no volverán a echarse sus mezcales de La Pendencia si les cumple cualquier favor que les urja.A pesar de su nuevo viejo nombre, la Calzada sigue sucia y polvosa. Eso no cambia. De los charcos apantanados emana un olor nauseabundo que no se disimula ni con el concierto aromático de los taquitos rojos, las tortas del Gory y los churros con cajeta. Los automóviles que la cru-zan para cambiar de dirección no respetan siempre a los peatones, la mayoría de los cuales son chavitos pinteros, ancianos taciturnos, vendedores ambulantes y parejitas de manita sudada que comparten chicharrones pletóricos

RITUAL HABITUALCrónicasYa nadie se acuerda del motín

Por Joserra Ortiz

Ilus

trac

ión:

Alfr

edo

Rod

iles

Page 43: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

43WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Columnistas

militar y está a un paso del Lienzo del Charro, frente al San-tuario de Guadalupe y su habitual aglomeración de puestos de fritangas y juegos mecánicos destartalados. Diseñada a modo de panóptico, su sombra cae sobre la de otro edifi-cio diseñado para vigilar y formar castigando: el Internado Damián Carmona, conocido popularmente como “Los hijos del ejército”, sitio con el que algunos padres suelen o solían aterrorizar a sus vástagos mal portados con la amenaza de enviarlos ahí para corregirse. Cuartel militar, escuela, prisión, iglesia e incluso un leprosorio: aquello que hasta hace medio siglo era el último límite del San Luis urbano no daba espacio al disimulo. El San Luis que se fue, como le dicen, el de los siete barrios coronados en las casi incontables cúpulas de sus demasiadas iglesias, situó en sus márgenes las máquinas del horror que le permitían funcionar como el modelo provinciano de las buenas costumbres que creía ser.Siempre me ha resultado extraño que el folclor creado a partir de la Peni sea más bien escaso. Rescato la imagen de los presos en fila, amarrados con una cuerda y así dispuestos para ser trasladados a las Islas Marías. Eran los más peligro-sos y los sacaban de madrugada mientras que, a la misma hora, los que habían caído en el tambo por faltas menores, como embriaguez o la entonces llamada “malvivencia”, eran arrastrados escoba en mano a barrer las calles del centro. Hoy ninguna de estas dos escenas sería concebible: México ha avanzado en cuestión de Derechos Humanos. O eso dicen. Pero además de escenas como ésta, relatadas por quienes las presenciaron con el mismo encanto que les produce recordar viejas películas, no abundan anécdotas sobre sucesos en el penitenciario (su huésped más célebre, Francisco I. Madero, durmió ahí hace más de un siglo, encerrado por el grave delito de adelantar en las encuestas Mitofsky a Porfirio Díaz, pero esa historia es muy oficial y muy conocida). Por eso nadie se acuerda del motín de 1954, una historia que podría pasar por común y corriente en si-tios como este y que, además, no es nada espectacular: el mediodía del dos de abril de aquel año, los reos iniciaron una revuelta que dejó un saldo total de dos muertos y quince heridos. La batalla campal, acometida con piedras, palos y alambres puntiagudos, terminó rápidamente gracias a la intervención del ejército, los heridos fueron llevados a la Cruz Roja y, unos diez días más tarde, muchos fueron reubi-cados a la Huasteca. Los potosinos de entonces, espantados y a las puertas de la Semana Santa, pidieron “cuerda”, es decir, exilio insular para aquellos salvajes.Como sucede casi siempre, esta pequeña historia tiene un sustrato profundo y complejo que me resulta bastante interesante. En aquella época había tres periódicos en

de cueritos con crema. Tras visitar la hemeroteca unas calles atrás, camino con dirección al Centro de las Artes. He andado este paseo tantas veces, que me fijo más bien poco en los fragmentos de la microhistoria potosina acumulán-dose a mis espaldas. La Cubana, por ejemplo, primera tienda de autoservicio del estado; o el Jardín Colón con su reloj usualmente detenido en cualquier hora, símbolo inequívoco de que por San Luis sí pasa el tiempo, pero a nadie le importa. Por eso, a su vecino Mercado Tangamanga la tradición insiste en llamar La Merced, porque ahí hubo alguna vez, antes de la Reforma, un convento de merce-darios. Casi al frente, a un costado del monumento al cura Morelos, especie de resort para palomas cagonas, la Caja del agua presume su estatus de símbolo absoluto de la potosinez: como los relicarios, fue imprescindible y hoy inútil, y aunque su naturaleza nunca se supuso monumental, terminó por convertirse en el coloso tímido de una ciudad que jamás estará preparada para las grandes cosas. Me asombra lo repentina que puede ser la memoria. Cruzo frente a La balanza y El triunfo, el consultorio del dentista, la sucursal de la chocolatería Costanzo, la bodega de Pascual y no los veo en su estado actual, sino bajo el brillo de la calurosa resolana que envolvió mi infancia. Quizá por eso nunca dejará de sorprenderme que la casa –La Casa, nuestra casa, la que habitó mi familia materna, la 363— sea hoy una escuela de horroroso color rojo, o que el taller de mi abuelo lleve casi dos décadas convertido en un fraccio-namiento privado. Será porque la infancia es el caldo de cultivo de la melancolía que me niego a ver en esa tienda de objetos militares otra cosa que no sea la farmacia La perla. De la misma manera, en los retruécanos de mi memoria se superpone el supermercado de la SEDENA a la biblioteca que lleva lustros en el mismo edificio de techos elegantes y grandes espejos. ¿No había por aquí una cantina que se llamaba El gallo de oro? Preguntaré más tarde. La memoria es algo que se presta y se traslada: gracias a la de mi madre sé que el colegio Teresa Martín fue la casa de su abuelo y que las Pizzuto vivieron en lo que hoy es el bar Cervecería San Luis… es cierto, nada se puede hacer contra el paso del tiempo. Vieja máxima repetida hasta el cansancio: lo único que permanece es el cambio. O algo así. O quizá no.De entre todos los cambios que ha sufrido la calzada, probablemente el más significativo es el de la antigua Peni-tenciaría del Estado convertida hoy en el flamante Centro de las Artes. Hace relativamente poco, las que hoy son aulas llenas de una vitalidad artística nunca vista antes en San Luis, eran todavía crujías insalubres e incómodas donde se apiñaban presos como sardinas. El portentoso edificio es el último de los que conforman la decimosegunda Zona

Page 44: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

44 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Columnistas

la ciudad, de los cuales solo el recientemente fundado El Sol de San Luis dio cuenta precisa y pormenorizada de los hechos, no solo en la edición del día inmediatamente posterior al motín, sino durante las dos semanas siguien-tes. La recolección de notas dibuja una historia que inicia un mes antes, cuando un par de hermanos presidiarios apellidados Anguiano Márquez, convocaron a una huelga de hambre general en la Peni, para exigir más y mejores alimentos. Hasta antes de ese llamamiento, los presos tenían que conformarse diariamente con una ración de frijoles ne-gros y otra de garbanzos. Las autoridades decidieron cumplir con las demandas de los reclusos y, desde ese momento, la dieta cambió a una ración de frijoles claros, otra de garban-zos, una más de papas y cinco tortillas. Gracias al triunfo conseguido, los Anguiano Márquez se ganaron el respeto de sus compañeros de castigo, quienes los vieron como líde-res morales a los cuales obedecer. Por esta misma razón, el director del penal, un capitán apellidado Petriz Toledo, los comisionó para ayudar en las tareas de vigilancia, haciéndo-los jefes de una cuadrilla de inspección que tenía a su cargo algunas zonas específicas del penal.Al parecer, no todos los héroes tienen madera de serlo para siempre y, según algunos otros presidiarios, los hermanos y sus compinches comenzaron pronto a abusar de su poder, agarrando de ojeriza al resto de los reclusos y, presumiblemente, monopolizando el nego-cio de drogas en las húmedas crujías de habitaciones ridículamente pequeñas. En alguna de ellas, José Durán Balderas y Zeferino Z. Gómez planearon su venganza y convocaron a cien compañeros más para arremeter en contra sus abusadores. El día dos de abril, justo a la hora en que las campanas del cercano Santuario de Guadalupe llamaban al Angelus, se lanzaron ávidamente sobre los cinco reos-celadores, pero es-tos lograron escapar internándose por la crujía uno y luego protegiéndose en las oficinas. La revuelta debió envalen-tonar a otros rencorosos que aprovecharon el tumulto para dar muerte a dos presos que ni la debían ni la temían en aquel conflicto. Según la madre de uno de ellos, su hijo era inocente pero nunca nadie dio declaraciones al respecto para confirmar ese supuesto y poco se volvió a informar sobre los difuntos en las dieciséis notas periodísticas que siguieron al mil veces llamado “zafarrancho”, publicadas en espacio de once días y que poco a poco fueron perdiendo impor-tancia dentro de las páginas de El Sol, donde los temas de mayor atención pasaron a ser las celebraciones de la Se-mana Mayor y lo que titulaban “Verdadera anarquía en los espectáculos potosinos”, refiriéndose a la falta de orden y seguridad en las funciones cinematográficas.

Más que un simple pleito de grandes proporciones, uno puede inferir que el motín fue un evento complejo, del que nunca se investigaron las causas y sobre el que se echó tierra muy pronto. La mayoría de los heridos fueron trasladados apuradamente a cárceles de la Huasteca y nunca se esclare-cieron las causas de los dos asesinatos. Aunque se llegó a decir que el propio director del penal organizó el motín para deshacerse de los hermanos Anguiano Márquez por el mal trago que le habían hecho pasar con su huelga alimentar-ia, nadie hizo un seguimiento puntual de esta posibilidad. Seguramente porque como comentó una nota suelta sobre el caso, Petriz Toledo era amigo preferido del gobernador Gonzalo N. Santos, ese cacique espantoso y popular por sus decires infames del tipo “la moral es un árbol que da moras” o “yo me entiendo con su viuda”. Tal vez porque las cárceles son mundos ajenos, las buenas conciencias de los potosinos decidieron no preocuparse de más por quienes de todos modos ya estaban marginados. Pienso estas cosas mientras vuelvo mis pasos rumbo a la hemeroteca para ver de nuevo los diarios de 1954. El sábado tres de abril, junto al anuncio a ocho columnas del motín en la penitenciaría, descubro un mundo extrañísimo donde el principal temor era la posibilidad de una guerra nuclear a escala mundial y que mientras en San Luis Potosí se de-sataba una ola de robo de bicicletas, en el Océano Pacífico la bomba H desapareció una isla. Paso a interiores y en los clasificados sonrío al encontrarme con un anuncio del bar Ezgodi ofreciendo chicharrones y guacamole para la botana de aquella tarde. Me fijo que en el cine daban Miradas que matan, con Ana Bertha Lepe, y Huracán de emociones, con Brut Lancaster, pero entiendo que muy pocos potosinos se atreverían a asistir a alguna de las funciones porque, según reporta el diario, las salas, sobre todo la del Cine Othón, son por demás insalubres y preocupantemente inseguras. Entonces caigo en cuenta de que visitar el pasado solo acar-rea preguntas. ¿Cuánta gente habrá asistido aquél fin de semana a la Arena San Luis para ver al Blue Demon enfren-tarse a Henry Piluso? ¿Quién ganó la casa que sorteaba El Sol en plena Avenida Carranza, según el anuncio publicado junto al de una desaparecida “Cerveza don Quijote”? ¿Qué pasó realmente en la cárcel durante los días previos al dos de abril de aquél año? ¿Cuáles fueron las verdaderas causas de un evento que ya nadie recuerda?Seguramente, nunca tendré las respuestas que busco. Ses-enta años son muchos y aunque las cosas parecen haber cambiado bastante, siento un extraño placer al saber que de todo ese San Luis que ya no existe lo único que permanece es la cantina Ezgodi.

i

Page 45: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

45WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Libros

ien años de soledad es sin dudas un clásico ya consagrado de la literatura Latinoamérica, por primera vez se presentó el 30 de mayo de 1967 en la Editorial Sudamericana de Buenos Aires, ha sido traducida a más de 35 idiomas y se cal-

cula que en los 46 años que perdura su leyenda se han ven-dido más de 30 millones de ejemplares. Además de esto, en 1987 le otorgaron el Premio Nobel de literatura. Su autor Gabriel García Márquez reafirma su fama y prestigio con cada nueva publicación. Pero este libro deja en el lector un recuerdo imborrable compuesto de pasiones y situaciones mágicas e irónicas.Esta obra hace reflexionar sobre la exploración de las dis-tintas pasiones, cualidades, defectos, conductas de la psique humana, narra cómo es el ser humano, todas las facetas que el alma humana pueda tener, simplemente es la vida misma envuelta en un contexto mágico. Suceden muchas cosas in-explicables, las cuales son narradas con tanta naturalidad, y a veces con una exageración tan descarada que no evita las

risas, y eso es lo que produce seguir su lectura.La frase más espectacular de la novela es “no cabe duda que la vida se repite” que en algún momento dijo Úrsu-la, porque es una verdad que en la práctica no se puede negar, algunas personas viven una similitud a otra en algún lugar del tiempo (pasado o futuro), la vida es una sucesión de hechos repetidos con distintas personas, eso es lo que resume el libro, es el mejor libro jamás escrito, es fabuloso, nos encierra entre lo real y lo irreal algo que es un misterio y no ha sido comprobado que exista, Gabriel García Márquez encerró como Melquiades hizo en los manuscritos, toda una vida y humanidad en un libro.La historia nos muestra el lado más negativo de las per-sonas desde una perspectiva global del pueblo, que viene acompañado de la soledad como castigo a lo vivido que se plantean varias condiciones sociales, como por ejemplo, te-mas religiosos, los problemas políticos, las crisis sociales etc. Por medio de cada uno de los personajes se muestra una realidad diferente. Por eso esta historia representa lo que sufre nuestra sociedad hoy, pese que fue escrita hace ya bas-tante tiempo. Y, si bien el autor describe hechos mágicos o fantásticos que no suceden en la vida realidad, pero lo que si sucede hoy en día que pasamos en alto o tomamos como “normal” son los hechos que no deben ser parte de nuestras vidas, como los robos, los asesinatos, las crisis sociales, entre otros hechos.Y es así como Gabriel García Márquez termina su obra con la frase: “ y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra” y bajo mi opinión ésta le otorga un signifi-cado final muy especial, que llama a reflexionar, a pensar realmente qué queremos ser, y cómo debemos aprovechar la oportunidad que tenemos en la Tierra, porque esta opor-tunidad es única e irrepetible. Y depende solamente de no-sotros el futuro, si queremos vivir felices o en soledad.

Gabriel García MárquezCien años de Soledad, Buenos Aires: Editorial Sudamericana,1967.

471 páginas, ISBN: 84-376-0494-X.

Por Ana Zicri Vianey García García

i

Page 46: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

46 ITINERARIO N° 1 JULIO - OCTUBRE DE 2013

Libros

Raúl Fernández Gómez (Coord.)Ensayos sobre la Política en Guerrero, México: Nuevo Horizonte, 2012. 240 páginas, ISBN: 978-607-95423-1-3.

Por América Camacho

l estado de Guerrero siempre ha transitado por procesos políticos en escenarios de suma tensión política, con enfrentamientos y con-flictos entre adversarios políticos, militantes, dirigentes y cuadros políticos. Los Ensayos sobre

la Política en Guerrero consagran el proceso electoral para la gubernatura del estado en el año 2011, su coordinador Raúl Fernández Gómez, junto con un excelente equipo

de académicos y estudiantes colaboradores, muestran al lector la primera –y hasta donde se tiene conocimiento la única- investigación del proceso electoral más controver-sial de los últimas décadas en el estado de Guerrero, con una mirada panorámica de la contextualización en la que se da el proceso electoral para gobernador, estudiando los últimos lustros de la política del estado, el sistema político, los actores, y las reglas y modificaciones en las reformas dentro de las instituciones electorales. Así como desde la cultura política, donde se hace referencia a los actores tradicionales y emergentes, los que preservan ideas, nor-mas y conductas de poco aprecio por las instituciones. Otros temas de vital importancia que abarcan los ensayos son el avance y la calidad de la democracia, el pluralismo político, la última gubernatura del Partido Revolucio-nario Institucional (PRI) y los resultados electorales en las elecciones presidenciales y legislativas para la confor-mación del Congreso estatal y federal en 2012. El nacimiento del Partido de la revolución Democrática, sus victorias municipales y legislativas desde las elecciones del 1999, el deseo de alternancia de la ciudadanía, los desacuerdos y conflictos internos de los partidos y las élites políticas, y todo aquellos que les impide encontrar solución a sus conflictos institucionales internos. Desde el enfoque de Margarita Jiménez Badillo se analiza el comportamiento de los legisladores y actores políticos que mostraron un dinamismo desmesurado en el proceso electoral, y que tuvo como consecuencia el aplazamiento de la agenda legislativa del estado. Por otro lado Secun-dino González Marrero y Marco Antonio Adame Meza, examinaron las elecciones de continuidad y elecciones de cambio en Guerrero, desde la configuración del esce-nario político, la participación política y la continuidad del partido de la alternancia. El ensayo de Gabino Sola-no Ramírez titulado “Proceso electoral para gobernador en Guerrero 2011: factores estructurales y de coyuntura

Page 47: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

47WWW.REVISTAITINERARIO.COM.MX

Libros

en el PRD”, refleja la centralización de las decisiones a niv-el federal del partido a partir de sus corrientes internas y las fracturas institucionales. De igual manera se tocan los temas que exponen los factores causales, estructurales y de coyuntura que más influyeron en el triunfo de la coalición electoral “Guerrero nos une” encabezada por el PRD y su candidato externo y ex Priista Ángel Aguirre, hoy gobernador del estado.Martin fierro Leyva, en “Elecciones locales en Guerrero, una mirada desde las asociaciones civiles”, reflexiona sobre las condiciones reales de competencia en elec-ciones locales, la crisis de legitimidad de los partidos en Guerrero y la deteriorada función de los partidos como mediadores entre el Estado y la sociedad. Mientras que Silvestre Licea Dorantes en su texto “Proceso electoral para gobernador en Guerrero 2012” expone las característi-cas del Partido Acción Nacional (PAN) y el trabajo que éste realizó en las elecciones para gobernador 2011 así como los intereses y decisiones a nivel federal que influyeron en las decisiones a nivel local.José Jaime Torres Rodríguez y Zenaido Ortiz Añorve, en el ensayo “Comportamiento electoral de los pueblos indíge-nas en Guerrero: una mirada antropológica al reciente pro-ceso electoral”, muestran sólo algunas de las circunstancias en que se induce la compra del voto en las comunidades indígenas del estado, asegurando así el voto a cambio de dádivas y coaccionando la libertad de elección.

Por su parte, el ensayo de Rosa Ícela Ojeda Rivera, “El difícil acceso de las mujeres en Guerrero a la representación Políti-ca”, ofrece un panorama de 1953 hasta la fecha de un proce-so lento de inclusión de la mujer en la política guerrerense. El texto de Rogelio Ortega Martínez, “Guerrero, conflicto social y violencia política persistente”, muestra un estudio de los diferentes movientes sociales del estado, haciendo énfasis en los movimientos estudiantiles y movilizaciones populares, que dan muestra de las inconformidades de la población y sus expresiones.El trabajo de Raúl Calvo Barrera y Cristina Abril Moreno Hernández que lleva por nombre “El Tribunal Electoral de Guerrero a veinte años de distancia (1992-2012), aborda las características y función del tribunal dentro del sistema político, la calidad de los procesos electorales, las irregularidades y las formas en que estás se desarrollan y quedan impunes.Finalmente Eudocio Téllez, Eduardo Pérez y Lorenzo Ayora con “La cultura Política en Guerrero” reflejan, con evidencia, el interés de la ciudadanía por la política, la confianza y tolerancia con los partidos políticos. Es así como “Ensayos sobre la política en Guerrero” mues-tra los resultados de una investigación exhaustiva que han desarrollado parte del personal docente del Instituto Inter-nacional de Estudios Políticos Avanzados “Ignacio Manuel Altamirano”, de la Universidad Autónoma de Guerrero.

i

Page 48: 160503719 revista itinerario numero 1 julio octubre 2013

Itinerario es una revista cuatrimestral dedicada a la reflexión y el análisis sobre temas de actualidad que atañen a la sociedad. Tiene como objetivos promover el debate, abrir un espacio de discusión y diálogo permanente, plural y multidisciplinario, dar cauce a la expresión artístico-literaria y promover la difusión cultural. La esencia de Itinerario es, en este sen-tido, trazar una ruta por las más diversas disciplinas para converger en un mismo espacio y tiempo.