12-14-2014 El Proposito de La Navidad Notas

EL PROPÓSITO DE LA NAVIDADNavidad del 2014

Iglesia Centro Evangelistico

1. ¡EL PRIMER PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES !“En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: ‘No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.’” Lucas 2:8-10 (NVI)

¿POR QUE CELEBRAMOS?

¡DIOS !“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16 (NVI)

¡DIOS !“Dios dice: ‘Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.” Hebreos 13:5 (NVI)

¡DIOS !“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” Juan 3:17 (NVI)

2. ¡EL SEGUNDO PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES !“Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.”

Lucas 2:11 (NVI)

¿QUE ES LA SALVACIÓN?

¡SALVADO !“Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21 (NVI)

“…Hay algo dentro de mí que lucha contra lo que creo que es bueno. Trato de obedecer la ley de Dios, pero me siento como en una cárcel, donde lo único que puedo hacer es pecar. Sinceramente, deseo obedecer la ley de Dios, pero no puedo dejar de pecar porque mi cuerpo es débil para obedecerla. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me hace pecar y me separa de Dios? ¡Le

EL PROPÓSITO DE LA NAVIDADNavidad 2014

doy gracias a Dios, porque sé que Jesucristo me ha librado!” Romanos 7:24-25 (BLS)

¡SALVADO !“Él nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad.” 2 Timoteo 1:9 (LBLA)

¡SALVADO !“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”

Efesios 2:8-9 (NVI)

3. ¡EL TERCER PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES !“Gloria en las alturas a Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.”

Lucas 2:13-14 (RVA)

¿QUÉ CLASE DE PAZ DA JESÚS ?

¡PAZ DIOS! (espiritual)“En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Romanos 5:1 (NVI)

¡PAZ DIOS! (emocional)“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

Filipenses. 4:6-7 (NVI)

¡PAZ OTROS! (relacional)“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.”

Mateo 5:9 (NVI)

“Dios ama a todos los que le obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.”

Hechos 10:35 (BLS)

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” Mateo 11:28 (NVI)

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EL PROPÓSITO DE LA NAVIDADNavidad del 2014

Iglesia Centro Evangelistico14 de Diciembre 2014

El hecho es que el nacimiento de Jesucristo es el acontecimiento más significativo en la historia de la humanidad. Dividió la historia entre A.C y D.C., y cada vez que describes un cheque, estás usando a Jesucristo como punto de referencia.

En este servicio, vamos a ver el propósito de la Navidad – por qué la celebramos. En la primera Navidad, en el nacimiento de Jesús, el ángel anunció tres cosas. En esas tres declaraciones del ángel, encontramos los tres propósitos de la Navidad. La Navidad es un tiempo de celebración. Navidad es un tiempo de salvación. Navidad es un tiempo de reconciliación. Vamos a ver cómo estas tres palabras pueden cambiar tu vida para siempre.

Cuando Jesús nació, había un grupo de pastores en el campo atendiendo a sus ovejas un ángel vino y les dio tres anuncios básicos. De estos tres anuncios, nosotros descubrimos los tres propósitos de la Navidad.

En Lucas 2:8-10, la Biblia dice – “En esa misma región habían unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. [¡Yo también lo estaría, si viera un ángel!] Pero el ángel les dijo: ‘No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.”’

1. ¡EL PRIMER PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES CELEBRACIÓN!

Es una fiesta. Les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría. Realmente es una fiesta de cumpleaños. En Navidad, tenemos más fiestas que en cualquier otro tiempo del año, sin embargo, lo irónico es que a menudo, el invitado de honor es dejado afuera totalmente de la fiesta. La Navidad es la fiesta de cumpleaños para Jesús. Es por eso que decimos “Feliz Navidad.” No te quiero sorprender, pero a Dios realmente le gustan las fiestas. Dios está en la fiesta. A Dios le gusta divertirse. De hecho, la Biblia dice que los ángeles hacen una fiesta cada vez que alguien confía en Jesús, cuando deja sus propios caminos y se entrega a los caminos de Él.

Muchas personas dicen de esta Navidad. “Yo no celebro nada, solo quiero que pase.” Algunos de ustedes se sienten así en este servicio – “Solo quiero que pase.” ¡Bueno, bienvenido!

¡Lo importante es que la Navidad es una fiesta! supuestamente tenemos que celebrar, pero a veces estamos tan ocupados preparando, alistando, comprando regalos,

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EL PROPÓSITO DE LA NAVIDAD

planeando, que no tenemos tiempo para celebrar, perdemos el gozo de lo que realmente es el momento.

Esta semana, estaba haciendo compras de Navidad en Manhattan, Nueva York, y parado en la mitad de la Quinta Avenida, mirando a miles de personas, ninguna se veía feliz. Todos se veían presionados y estresados. Todos se miraban un poco malhumorados, se me estaba pegando. Un hombre se acercó y me dijo, “Usted parece como un pastor.” Le dije, “No, solo tengo gripa. ¡Lo siento! Me pondré mejor. Ore por mí.” Perdemos el gozo de la Navidad.

¿Cuál es el propósito de la Navidad? Primero la celebración. ¿Por qué celebramos? ¿Por qué es una fiesta? El ángel dijo, “Les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.” ¿Cuál es la buena noticia?

Las buenas noticias de la Navidad son tres cosas. Esto es lo que celebramos. Cuando Dios envío a Jesucristo a la tierra, Él estaba diciendo tres cosas: Primero, Dios nos ama. Segundo, Dios está con nosotros. Tercero, Dios es para nosotros. Esto merece la celebración.

¡PRIMERO, DIOS NOS AMA !

El versículo más famoso de la Biblia, Juan 3:16, dice - “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Esta es una buena noticia. Dios amó tanto al mundo. Por eso envió a Jesús. Él fue enviado en un mensaje de amor.

La Navidad te está diciendo, Dios dice, “te amo” La Biblia dice que Dios es amor. No dice que tiene amor. Dice que Él es amor. Es Su naturaleza. Dios es amor. Y Dios creó el universo entero, para así crear este planeta, para así crear la raza humana, para así crearte a ti, y así poderte amar. La razón por la cual estás vivo, es que fuiste creado como un objeto de amor de Dios. Dios te creó para amarte. Es la única razón por la cual estás vivo. Es la única razón por la cual tu corazón está latiendo en estos momentos.

Es la única razón por la cual estás respirando ahora mismo. Si Dios no te hubiera querido amar, no existirías en estos momentos. Dios te creó para amarte, Él te ama en los días buenos y en los días malos. Él te ama cuando lo sientes y cuando no lo sientes. Él te ama cuando piensas que te lo mereces, Él te ama cuando piensas que no te lo mereces, porque Su amor no está basado en lo que tú haces. Su amor está basado en los que Él es. Dios es amor.

Su amor está basado en Su carácter, no en tu desempeño. No puedes hacer que Dios te deje de amar. Puedes intentar, pero no lo puedes lograr. Porque el amor de Dios no está basado en lo que tú haces, está basado en lo que es Él. – Y fuiste creado por Dios


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simplemente para amarte. La Biblia lo muestra muy, pero muy claro. Él te ama. Cuando envío a Jesucristo a la tierra, luego de haber crecido como hombre, extendió sus manos en la cruz para morir por tus pecados, y Él estaba diciendo en ese momento, “Te amo tanto así” ¡tanto así! Te amo tanto que duele. Te amo tanto que prefiero morir a vivir sin ti. Nunca comprenderás completamente cuánto Dios te ama. Es como una hormiga tratando de entender el Internet, no tienes la capacidad mental para entender cuánto te ama Dios.

No solamente Dios te ama, pero;

¡DIOS ESTA CON NOSOTROS !

Tal vez tú no lo sientes, pero no tiene que ver nada con lo que sientes. Él está contigo todo el tiempo. La Biblia dice que el nombre de Jesús fue llamado Emanuel, uno de Sus nombres. Quiere decir “Dios está con nosotros.” Dios dice en la Biblia, “Nunca te dejaré y nunca te abandonaré.”

¿Cuántos de ustedes han sido abandonados en la vida? Lo lamento. Pero Dios nunca te abandonara. Tal vez no lo puedes sentir. Pero eso quiere decir que no estás sintonizado. No estás conectado. No estas conectado con la fuente. ¿Sabías que Dios odia la soledad? Él la odia. Dios odia la soledad. Por eso cuando creó al primer ser humano, dijo, “no es bueno que el hombre esté solo.” Si te casas o no, eso es lo importante. El asunto es que necesitas a personas en tu vida, y más que eso, necesitas a Dios en tu vida. La razón por la cual te sientes solo, es porque no estás conectado con Dios.

La buena noticia es esta – Dios dice, “no solamente te amo. Estoy contigo todo el tiempo, sólo tienes que tenerlo en cuenta. Significa que no tienes que enfrentarte a nada solo el próximo año. Puedes hacerlo, pero no tienes que hacerlo. Porque Dios dice. “Estaré contigo.” Cuando Dios está cerca, remueve tus miedos. Tú pierdes los miedos. No tienes que preocuparte. No tienes que sufrirlo. No tienes que estar preocupado por lo que sucederá. Porque cuando Dios está cerca, pierdes tu temor. Dios dice, “Voy a darte esperanza.” Si estás solitario en esta Navidad, necesitas entregarte a Jesucristo y sentir esa relación en tu corazón.

Él no solamente te ama, Él no solamente está contigo, pero la Biblia dice que;

¡DIOS ES PARA NOSOTROS !

Él está de tu lado. Él quiere que seas un ganador. Él quiere que seas exitoso, de hecho, Jesús dice “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” Muchas personas le tienen miedo a Dios. Tal vez tú le tengas miedo a Dios. Quizás, te pones nervioso cuando alguien empieza a hablar de Dios. ¿Sabes por qué? Es la culpa. La culpa nos separa de Dios. Piensas, si me acerco a Dios, Él me va a regañar. Él me hará recordar de todas las cosas malas que he hecho. Él me va a decir todo lo malo. Pero la Biblia dice que Dios no vino a


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condenar el mundo. Él vino para salvarlo. Él dice. “no vine a regañarte. Vine a salvarte, esa es la buena noticia. No solamente estoy contigo. No solo te amo. Estoy para ti.” ¿Y si Dios está con nosotros, quien puede estar en contra de nosotros?

La forma que me gusta pensar a cerca de esto es: Si Dios me quiere y yo me quiero a mí mismo, pero tú no me quieres ¿Cuál es tu problema? Te da una gran confianza. Y a propósito, ese tampoco es el trabajo de los cristianos, los seguidores de Cristo. No es mi trabajo de condenar al mundo. Yo no gasto ni un segundo de mi vida en condenar la sociedad. Yo no vine a condenar el mundo. Vine a ayudar a salvarlo. Y tú también, por eso Dios dice que tu trabajo es convertirte en un seguidor de Cristo. Dirigiendo a las personas a la verdad, al camino.

Jesús vino para salvarnos, no para asustarnos. Por eso, las primeras palabras del ángel fueron. “No tengas miedo.” ¿Sabías que hay 365 veces la frase, “no tengas miedo,” en la Biblia? es una por cada día del año. Dios está diciendo, “¡entiendes el mensaje!” No necesitas estar atemorizado. Ciertamente no atemorizado de Dios. Porque Él dice: “Te amo, estoy contigo, y estoy para ti.” Esa es una buena noticia. Y por eso celebramos la Navidad.

Este es el primer propósito de la Navidad – La celebración. Es una buena noticia de gran gozo para todos. No interesa si eres católico, protestante, judío, musulmán, mormón, hindú, budista, bautista o nada. Es una buena noticia con gran gozo para todas las personas. Dios dice, “Te amo, estoy contigo, y estoy para ti.”

2. ¡EL SEGUNDO PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES SALVACIÓN!

Salvación. Fue lo segundo que dijo el ángel cuando anunció el nacimiento de Jesús. Él dijo. “Hoy les ha nacido [para ti. Un salvador personal] en la ciudad de David [que es Belén] un Salvador, [aquí está la parte de la salvación] que es Cristo el Señor.”

Déjame hacer un alto aquí. Dios nunca desperdicia ninguna energía. Él no hace nada, si no se necesita. Entonces, si no necesitaras un salvador, créeme, Él no hubiera pasado por todo este esfuerzo y problema para enviarte uno. ¿Tiene sentido? Dios no desperdicia energía en cosas que no necesitas. Pero el hecho de que envió un salvador a la tierra, quiere decir que tú lo necesitas. Aún si te das cuenta o no, tú necesitas un salvador. ¿De qué necesitan ser salvadas las personas? Es muy interesante, escuchar las diferentes respuestas. ¿Qué significa ser salvo? Vas a escuchar esta frase. ¿Qué significa ser salvado? La gente dice, “él fue salvo” ¿Se estaba ahogando o algo similar? Salvado es sólo un sinónimo de rescatado, liberado, dejado en libertad, soltado.

Cuantas veces en tu vida has dicho esto. “Oh Dios sácame de aquí” Necesitas un salvador. Cada vez que digas, “Dios necesito Tu ayuda,” tú necesitas un salvador. “Dios sácame de aquí.”


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La salvación es tridimensional. Tú eres salvado de algo, tú eres salvado para algo, y tú eres salvado por algo. Quiero que entiendas esto.

Tú has sido salvado de tu pasado, de la culpa, del pecado, de ti mismo, de las preocupaciones y amarguras, del aburrimiento y muchas otras cosas diferentes. Somos salvados de algo.

Entonces necesitas ser salvado para algo. Hay un propósito, hay un aspecto positivo. Dios tiene un plan y un propósito para tu vida.

Y eres salvado por gracia. Lo que quiere decir, que no te la ganaste. Tú no te la mereces. Primero, fuiste;

¡SALVADO DEL PECADO !

Eso es lo que significa el nombre de Jesús. “Jesús” significa “salvar a las personas de sus pecados.” De hecho, a José le dijeron estas palabras en el sueño. “Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.” Esto es lo que significa “Jesús”

¿Qué es lo que realmente significa pecado? ¿Qué es pecado? Todos tienen sus listas. Yo tenía la mía. No tomar, fumar, masticar o estar con chicas que lo hacen. Si todo lo que hiciera es no hacer ciertas cosas, pues no sería una persona pecadora.

El hecho es que todos tienen sus listas. Tú tienes tu lista de lo que es el pecado y yo tengo mi lista. Siempre he pensado que tu lista es más mala que la mía. Mis pecados no son tan malos como los tuyos. Pero realmente, eso no es así.

Entiendes esto: El pecado es una actitud. No es algo que tú haces. Es una actitud. El pecado es un problema del “YO.” De verdad lo es. Yo quiero ser mi propio jefe. Yo no necesito a Dios. Yo estoy muy bien gracias. Dios, Tú has lo tuyo y yo hago lo mío. Eso se llama pecado. El pecado es decir, Dios yo sé mejor que Tú lo que me hace feliz. Y yo sé que Tú dices que debo hacer ciertas cosas, pero las voy a ignorar, porque yo estoy bien y tu no. Dios, Yo sé más de lo que Tú sabes. Entonces voy a hacer con mi vida lo que quiera, no lo que Tú me pidas hacer en la tierra. Eso se llama pecado.

La Biblia dice que todos nosotros hemos tenido esa actitud en algún tiempo de la vida, cuando decimos, “voy a hacer solo lo que quiero. Olvídate Dios. Voy a hacer lo que quiero hacer.” Esa actitud nos ha causado la separación de Dios. Por eso cuando oras, sientes que tus oraciones rebotan del techo, porque así es. Hay una separación entre tú y Dios. Por eso fue que envío a Jesús como salvador.

Cada uno de tus problemas es causado por el pecado, que te separa de Dios. Cada uno de ellos. El pecado causa confusión en tu vida. Causa culpa, causa vergüenza, causa pena, causa amargura, resentimiento, envidia. Causa preocupación, causa miedo, causa ansiedad. El pecado causa depresión, causa desmotivación, causa vacío.


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Causa desesperación, causa conflicto entre tú y otras personas. Cada uno de los problemas es causado porque no estás conectado con Dios. Estás separado por tus pecados. – “Yo voy a hacer mi propia voluntad.”

Como resultado de esto, Jesús dijo, “te quiero hacer libre. Quiero liberarte. Quiero salvarte.” ¿De qué? Primero de la carga de la culpa. ¿Sabías que Dios no quiere que andes cargando con culpa? Por eso vino Jesús a pagarla toda, para que seas perdonado. Él no quiere que tú estés sintiéndote culpable todo el tiempo. No es de Dios.

Él quiere ponerte en libertad del dolor de la amargura. Cuando odias a otras personas, cuando estás resentido con otros, cuando guardas eso en tu corazón, es como un cáncer en tu corazón, que te va a comer vivo.

Él quiere ponerte en libertad de las expectativas de otras personas. ¿De qué estás preocupado? ¿“De lo que piensan otras personas.”?

Él quiere ponerte en libertad del miedo a la muerte.

Él quiere ponerte en libertad de las cargas de la preocupación, de la ansiedad y del estrés. Dios no quiere que estés andando con estrés todo el tiempo. Él dice, “Te quiero poner en libertad.”

Quizás nunca te has dado cuenta que necesitas un salvador, de hecho probablemente ni siquiera lo has pensado. Se le ha preguntado a las personas, “¿De qué necesitas ser salvado? Ellos han respondido de las siguientes maneras.

¿De qué necesito ser salvado?

“De gastar mucho dinero en los días festivos”

“De mis arrugas”

“De los préstamos estudiantiles”

“De mi deuda”

“De mis propias insuficiencias”

“De la escuela”

“De los pagos”

“De comer en exceso en la Navidad”

“De mis vicios”

“De mí mismo”

Puedo relacionarme con el último joven, él dijo: “Necesito ser salvado de mí mismo.” Has crecido lo suficiente para darte cuenta que tú eres tu mayor problema la mayoría del tiempo. Es tu propia reacción, tus propios miedos, tus propias insuficiencias que


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hacen que actúes de maneras irracionales. Muchas veces, tú causas los problemas, los creas tú mismo. De muchas maneras, necesito ser salvado de mí mismo. ¿Qué quiero decir? Hay cosas en mi vida que no me gustan a cerca de mí, y las quiero cambiar, pero no puedo. No con mi propio poder. Tú tampoco lo puedes hacer. Hay cosas que quisiera que fueran diferentes en mi vida. “hombre, me hubiera gustado hacer esto diferente… Quisiera haber actuado diferente... Me hubiera gustado haber dicho eso de forma diferente…” Pero no lo puedo cambiar. Necesito de un poder de afuera.

Tú dices, “Puedo cambiarlo.” No, tú no puedes. Si pudieras, ya lo habrías hecho, pero no puedes, o sea no vas a cambiar. En Enero, más o menos en una semana, vas a hacer las resoluciones del Año Nuevo. Pero, al final de enero, ya las has abandonado. ¿Por qué? Porque no puedes cambiarlas por ti mismo. Necesitas del poder de Dios. Necesitas un salvador.

La verdad es, que si fueras honesto, sentirías a veces que tu vida está fuera de control. Eso es muy común. ¡Bienvenido a la raza humana! El Apóstol Pablo se sintió igual hace dos mil años. Pablo dice esto en la Biblia en Romanos 7:24-25; “Hay algo dentro de mí que lucha contra lo que creo que es bueno. Trato de obedecer la ley de Dios, pero me siento como en una cárcel, donde lo único que puedo hacer es pecar. Sinceramente, deseo obedecer la ley de Dios, pero no puedo dejar de pecar porque mi cuerpo es débil para obedecerla. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me hace pecar y me separa de Dios? ¡Le doy gracias a Dios, porque sé que Jesucristo me ha librado!” Esa es la respuesta.

Déjame ser bien honesto contigo. Tal vez estás buscando la salvación en lugares equivocados. Por eso estás frustrado. Estás buscando esa cosa que te va a llenar y te va a dar significado y paz en la vida. “Si sólo me pudiera casar, sería muy bueno.” ¿Alguien quiere dar un testimonio acerca de esto? “Si sólo encontrara trabajo… Si sólo me ascendieran… Si sólo pudiera llegar a cierto nivel económico… entonces todo estaría bien… Si pudiéramos tener un bebé… Si nuestros bebes crecieran y se graduaran…” Estás buscando en los lugares equivocados.

Muchas personas están buscando la salvación en libros de auto ayuda, o la están buscando en una terapia, o la están buscando en una manía, o en una dieta, o la están buscando en alguna clase de vacaciones. Si sólo pudiera ir a alguna parte, un escape a Tahití, “entonces todo estaría muy bien.” El problema es, si vas a Tahití, tú te llevarías contigo. Y el problema está en tu corazón y en tu mente. Allí es donde está el estrés.

El caso es que la respuesta no está en un lugar. No es un programa, no es una píldora. Le respuesta a tu insatisfacción es una persona. Tú has sido creado por Dios y para Dios, y hasta que entiendas eso, la vida nunca va a tener sentido.

Entonces, primero necesitas ser salvado de tu pasado. Sácalo de tu mente, así no estarás cargando toda esa basura contigo en el presente y en el futuro.


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Segundo, tú necesitas ser;

¡SALVADO PARA UN PROPÓSITO!

Dios dice, te quiero salvar para un propósito. La Biblia dice en 2 Timoteo 1:9; “Él nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad.” Tú puedes vivir una vida en uno de estos tres niveles. El nivel de supervivencia, el nivel del éxito, o el nivel más alto – el nivel de significado.

La mayoría en el mundo vive en el nivel de supervivencia. La mitad del mundo, tres billones de personas, viven con menos de tres dólares al día, eso es supervivencia. Si tú eres un norteamericano, estás en el nivel del éxito. El más pobre de los pobres en América, están el nivel del éxito, comparándolo con el resto del mundo. La mayoría en el mundo, desearía tener tus problemas. Pero entonces- te preguntas, “si soy exitoso, ¿por qué todavía no me siento satisfecho?”

Porque tú has sido creado para más que ser exitoso. Esta no es la última meta de tu vida. Tú has sido creado para ser significativo. Y ser significativo, viene de conocer a Dios, y conocer sus propósitos para tu vida, y llevarlos a cabo. Puedes decir, ‘ ¡esto es!’ Para esto es que fui creado. Me siento bien, ese soy yo. Ahora ya sé para qué estoy aquí en la tierra.” Todo el éxito del mundo no te podrá dar esto.

La cultura dice que todo se trata de ti. Hazlo todo para ti. Hazlo para mí. Tengo que pensar en lo que es mejor para mí. Tú nunca vas a encontrar satisfacción y significado viviendo para ti. Nunca. Porque Dios no te creó así. Siempre vas a tener un vacío en tu corazón. Por eso necesitas algo mejor que tú mismo. Necesitas los propósitos de Dios. Tú fuiste hecho para Dios. Has tratado todo lo demás. ¿Por qué no a Dios? Realmente has tratado todo lo demás. ¿Por qué no tratas con Dios?

Entonces Jesús Dijo: “te quiero salvar de tu pasado. Te quiero salvar para un propósito,” “te quiero salvar por mi gracia.”

¡SALVADO POR LA GRACIA DE DIOS!

¿Qué quiere decir? Quiere decir que no te lo mereces, No te lo ganas. No puedes comprar tu camino al cielo. No eres lo suficientemente bueno para entrar al cielo, porque el cielo es perfecto y tú no. Y a propósito, yo tampoco. Dejé de intentar comprenderlo hace mucho tiempo. Para entrar al cielo, lo tengo que hacer con el boleto que pagó alguien más. Ese es Jesucristo, quien fue perfecto porque era Dios.

Él dice: “Te daré Mi gracia.” ¿Qué es gracia? Es cuando Dios te da algo que necesitas y que no te lo mereces. La gracia es cuando Dios dice, “Voy a tomar tu problema y lo voy a hacer mi problema.” La gracia es la riqueza de Dios dada a cuestas de Jesucristo.


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La Biblia dice en Efesios 2:8-9; “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.” En otras palabras, no te puedes ganar tu entrada al cielo. No puedes trabajarla. Lo siento. No tienes suficientes buenas obras en ti para eso. Es solo un regalo.

A propósito, ¿por qué damos regalos en Navidad? Porque Dios nos ha dado a Su hijo como regalo. Por eso es que damos regalos, porque Dios nos dio el mejor regalo de todos en la Navidad.

Dios te quiere salvar. Jesucristo quiere salvarte de tus heridas. Él quiere salvarte de tus malos hábitos. Él quiere salvarte de tus complejos. Él quiere salvarte para sus propósitos, y quiere salvarte por su gracia. Pero tienes que dejar de tratar de hacerlo por ti mismo. Tienes que relajarte, respirar profundo por un momento. Relájate. Necesitas relajarte. Tienes que rendirte y dejar a Dios que sea Dios. Este es un buen alivio de estrés. Dios es Dios y tú no. Cuando actúes como Dios, vas a estar bajo estrés. Cuando Jesús vino a la tierra, Él vino como bebé. Pero no se quedó bebe. Él creció y se convirtió en hombre, y murió por nuestros pecados. Por eso es que celebramos, porque Él envió un salvador.

El primer propósito de la Navidad es celebración – “les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.”

El segundo propósito de la Navidad es salvación – “Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.”

3. ¡EL TERCER PROPÓSITO DE LA NAVIDAD ES RECONCILIACIÓN!

Esta es la tercera declaración que dijo el ángel en la primera Navidad. “Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” El tercer anuncio fue, que sea la paz en la tierra y buena voluntad para los hombres. Esto se llama reconciliación.

¿Qué es reconciliación? Es cuando una relación rota es restaurada. Cuando un novio con su novia vuelven juntos. O un esposo y su esposa vuelven a estar juntos de nuevo, eso es una reconciliación. Cuando un padre con su hijo se reconcilian. Ellos restauran armonía, restauran paz entre el uno y el otro.

¿Dónde necesitas paz en tu vida en esta Navidad? De eso es de lo que se trata la Navidad. Paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres. Cuando le preguntamos a las personas, “¿Dónde necesitas paz?” Aquí esta lo que dijeron:

¿Dónde necesitas paz?

“¿Paz? Pienso que en todo. Me gustaría ver la paz en todas partes.”


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“Me gustaría ver la paz en las familias quebrantadas.”

“Desearía que hubiera paz en la política.”

“Unos con otros”

“En mi corazón.”

“Quisiera verla en la casa.”

“Me gustaría tener paz en mi vida.”

“¿Paz? En nuestro país.”

“En todas partes.”

¡En todas partes! ¿Es realista pensar en tener paz en todas partes? ¿No es sólo un sueño imposible orar y esperar por la paz en la tierra y la buena voluntad para los hombres? ¿De veras? No sólo es un sueño imposible.

Nunca habrá paz en el mundo, hasta que no haya paz en las naciones, y nunca habrá paz en la nación, hasta que no haya paz en las comunidades, y nunca habrá paz en las comunidades, hasta que no haya paz en las familias, y nunca habrá paz en las familias hasta que no haya paz en las personas, y nunca habrá paz en las personas, hasta que no inviten al Príncipe de Paz a reinar en sus corazones. Jesús es llamado Príncipe de Paz.

¿Qué clase de paz nos da Jesús en tiempo de Navidad? La Biblia habla sobre tres clases de paz; hay una paz con Dios, una paz de Dios, y una paz de unos con otros. La Navidad es a cerca de las tres. Primero necesitas;

¡PAZ CON DIOS!

No sé si te des cuenta de esto o no, pero si tratas de vivir una vida sin Dios, tú estás en guerra con Dios, y dices, “Voy a vivir mi propia vida, voy a hacer mis propias cosas, olvídate Dios. Yo tomaré mis propias decisiones, muchas gracias.” Estás en guerra con Dios y necesitas un tratado de paz. Necesitas una reconciliación, porque tu relación con Dios está quebrantada. Jesucristo vino a ser el puente sobre las aguas turbulentas, para ser el reconciliador entre Dios y el hombre.

Cuando confías en Dios, Él hace que todo desaparezca. Él dice, “Voy a desaparecer absolutamente todo lo malo que has hecho, estás completamente perdonado. ¡Ven a la casa!”

La Biblia dice esto en Romanos 5:1; “En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” ¿Has hecho la paz con Dios? Si no lo has hecho, es mejor que lo hagas. Porque un día vas a estar frente a Él. Necesitas hacer la paz con Dios.


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¿Cómo la haces? No la haces prometiendo que vas a ser bueno. No la haces siendo perfecto. No puedes. No la haces dejando de pecar. Tú pecarás. Tú haces la paz con Dios mediante la fe. Fe en la gracia de Dios. Así es como la consigues.

Cuando haces la paz con Dios, que es la paz espiritual, entonces vas a tener;

¡PAZ DE DIOS!

En tu corazón, y esa es la paz emocional.

Esta es la que realmente necesitas para la vida diaria. La paz de Dios sucede en tu corazón, cuando haces la paz con Dios. De repente, el estrés disminuye en tu vida. No estás tan enojado como regularmente lo estabas. Ya no te irritas como antes. Tienes más paz de la que tenías. Las cosas ya no te molestan tanto como antes. Tienes más paciencia. Estás más lleno de amor y paz que anteriormente.

¿Por qué? Porque cuando tienes la paz de Dios en tu corazón también tienes la paz con Dios.

La Biblia dice así. “No se preocupen por nada. Más bien oren por todo.” Él dice que tienes dos opciones en tu vida. Puedes orar, o puedes asustarte. Estás son opciones. En todas las circunstancias, puedes orar o asustarte. Puedes adorar o te puedes preocupar. Si pudieras orar tanto como te preocupas, tuvieras mucho menos de que preocuparte. La preocupación nunca ha resuelto ninguno de tus problemas. No vale nada. Orar puede cambiar las cosas. Entonces no te preocupes, Él dice. ¡Ora!

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias [y si haces esto…] Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

Cuando hagas la paz con Dios y tengas la paz de Dios en tu corazón, vas a estar mucho menos estresado de lo que estabas antes. Ahora ya puedes empezar a hacer la paz con otras personas.

¡PAZ UNOS CON OTROS!

Dios dice, “quiero que seas un pacificador. Quiero que seas un reconciliador.” La Biblia llama a esto, el ministerio de la reconciliación.

En todos los países que hay, existen los mismos problemas – conflicto entre esposos y esposas; generaciones de jóvenes con la de niños menores; grupos étnicos; grupos religiosos; grupos con diversos idiomas; entre naciones. La necesidad más grande de nuestro país y del mundo, es la reconciliación. Paz en la tierra, buena voluntad para los hombres.


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Dios dice, “Una vez te mostré mi gracia, quiero que se la muestres a otras personas.” Dios dice, “te he quitado una carga. ¿Por qué no les quitan esa carga a otros? No esperen un excelente comportamiento. Muestren gracia. Sean pacificadores”

Jesús lo dice así en Mateo 5:9, “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.” Si realmente eres un hijo de Dios, si realmente conoces a Cristo, el Príncipe de paz, tienes que ser un pacificador, no un problemático en el trabajo. Tú vas a ser un pacificador, no un problemático, en la casa, o en la escuela. Vas a edificar a las personas, no a derribarlas. Tú vas a apoyar más de lo que vas a criticar. Tú vas a amar a las personas como Jesús ama a las personas. Tú vas a ser un pacificador.

La Navidad es el mejor tiempo para mostrar gracia a otras personas. Somos recordados de la gracia de Dios a nosotros mismos. De que Él nos da lo que necesitamos, no lo que merecemos. Entonces, déjame hacerte una pregunta muy franca: ¿Con quién necesitas restablecer la relación en esta Navidad? ¿Con quién necesitas restaurar una relación rota en esta Navidad? ¿Con quién necesitas reconciliarte? Ese es el espíritu de la Navidad. Paz en la tierra, buena voluntad para los hombres.

Tú dices; “no lo puedo hacer.” Cuando las familias se reúnen en el tiempo de Navidad, casi siempre surgen malos recuerdos. Y las heridas pasadas y muchas disfunciones y muchas cargas que tienes que dejar ir. Y dices: “no lo puedo dejar ir, me hirieron mucho. No los puedo perdonar.”

¿Y sabes qué? Estás en lo cierto. Por eso es que necesitas a Jesús. Tú no lo tienes en ti para dejar ir esas cargas, por eso es que todavía las tienes. Necesitas estar lleno del amor y la paz de Cristo. Hasta que no pase esto, no vas a tener la habilidad de dejar ir tus cargas. Tú lo estás guardando y eso te lastima. Algunos de ustedes todavía están dejando que algunas personas del pasado los sigan lastimando en el presente. Eso es tonto. Ellos no te pueden lastimar más de lo que tú les permitas que te lastimen guardando las heridas. Te está lastimando más a ti que a cualquier otra persona. Necesitas dejar ir el pasado. Pero para dejarlo ir, tienes que dejar que Cristo te llene con Su amor, para que así ames a otros como Él lo hace.

Y te llene de Su perdón. Una vez que verdaderamente sientas que estás perdonado, no vas a tener el problema de perdonar a los demás. La razón por la que has tenido dificultad en dejarlo ir, es porque no te has sentido perdonado. Has experimentado mucho en la vida. Y no todo ha sido bueno. Has tenido algunos tropiezos, algunos dolores de cabeza y algunas heridas. Pero todo ha ido apuntando a este momento y a esta hora.

No estás aquí por accidente. ¡Oh no! Dios ya sabía, antes de que nacieras, Él sabía que hoy estarías aquí en el servicio de Navidad. De hecho, antes de que Dios creara el universo, Él ya sabía que te iba a crear. Y antes de que tú nacieras, Él ya sabía que ibas a estar hoy aquí sentado con nosotros. Y Él escogió este momento para llamarte


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la atención por unos segundos para decirte esto; “He visto todo el dolor en tu vida, y nunca he parado de amarte. Tú eres importante para mí. Te amo. Te amo más de lo que te puedas imaginar. Te hice para amarte. Te he estado mirando y esperando para que tú me ames. No estás aquí solo por accidente. Quiero que me conozcas. Quiero que el resto de tu vida sea lo mejor de tu vida. Te amo. Estoy contigo y para ti. Quiero salvarte del pasado. Quiero salvarte para un propósito. El propósito por el cual te hice. Y quiero salvarte por mi gracia. Si tú me lo permites, te daré paz conmigo, te daré mi paz y te daré paz con los demás. Pero tú tienes que abrir la puerta. Tienes que recibir el regalo de la Navidad.”

Si yo fuera a recibir de ti un regalo de Navidad y nunca lo abriera,…Primero, te desilusionarías, te dolería. Y segundo, no tendría valor, porque no recibiría ningún beneficio al nunca abrirlo. Jesucristo es el regalo que Dios te da esta Navidad. Tú has pasado Navidad tras Navidad tras Navidad, y nunca has abierto el regalo más grande que hay debajo del árbol. El regalo de la salvación. El regalo de Dios para ti. ¿Por qué entonces celebramos la Navidad si no vamos a abrir el regalo más grande? ¿Solo porque si? No tiene sentido dejar el regalo del perdón de tu pasado, un propósito para tu vida y un hogar en el cielo. ¿Quién dejaría este regalo sin abrir?

Jesucristo te dice esto, “Yo puedo reemplazar la frustración en tu corazón con paz. Puedo reemplazar la culpa, el resentimiento, la vergüenza y la envidia, con el perdón. Y puedo reemplazar la preocupación, la ansiedad en tu corazón, con la confianza y la fe. Y Puedo reemplazar la depresión, con la esperanza. Y puedo reemplazar el vacío, con significado y propósito. Y puedo reemplazar confusión, con claridad. Pero no voy a derrumbar la puerta de tu corazón. Tú tienes que invitarme a entrar.”

La Biblia dice en Hechos 10:35; “Dios ama a todos los que le obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.” Déjame decírtelo otra vez. No me interesa saber de qué religión eres. Puedes ser Católico, Protestante, Judío, Musulmán, Mormón, Budista, Bautista, Hindú, – o no tienes religión. Dios no envió a Jesús para dar una religión. El envío a Jesús para que tengas una relación personal con Dios. Todo esto es a cerca de esa relación.

La Biblia dice en Mateo 11:28; “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.”

Voy a hacer la oración que hice hace muchos años, cuando crucé la línea y me convertí en amigo de Dios. Es una oración muy simple. Mientras oro en un minuto, les voy a pedir que inclinen sus rostros. Si éstas palabras expresan el deseo de tu corazón, puedes decir esto en tu mente, “Yo también Dios. Yo también. Cuenta conmigo. Voy a cruzar la línea.” ¿Eres lo suficiente hombre para tener el valor de hacerlo? ¿Eres una mujer con el valor suficiente para hacerlo?

Oración:


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Querido Dios, estoy asustado, pero quiero conocerte. No lo entiendo todo, pero te doy las gracias porque me amas. Gracias porque Tú has estado conmigo aunque no te reconociera. Gracias porque Tú estás para mí. Gracias porque no enviaste a Jesús para que me condenara, sino para salvarme.

Admito que nunca reconocí que necesitaba un salvador, pero hoy deseo recibir el regalo de Navidad, Tu hijo. Te pido que me salves de mi pasado, de mis penas, de mis errores, de mis pecados, de mis hábitos, mis heridas, y de mis complejos que han dañado mi vida. Sálvame de mí mismo.

Te pido que me salves para Tus propósitos. Quiero saber, para qué estoy aquí en la tierra. Y quiero ser lo que Tú quieras que sea. Quiero cumplir lo que Tú me pusiste para hacer. Quiero aprender a amarte y a confiar en Ti, y tener una relación personal contigo. Necesito paz contigo.

Quiero que pongas en mi corazón Tu paz. Toma mi estrés y lléname con Tu presencia y Tu amor. Ayúdame a ser un pacificador para ayudar a otros a encontrar la paz contigo y con los demás. En Tu Santo Nombre oro. Amén.


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12-14-2014 El Proposito de La Navidad Notas

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