10504108.pdf

download 10504108.pdf

of 9

Transcript of 10504108.pdf

  • ConvergenciaUniversidad Autnoma del Estado de [email protected] ISSN (Versin impresa): 1405-1435MXICO

    2006 Bruno Lutz

    RESEA DE "ANTROPOLOGA DEL CUERPO Y MODERNIDAD" DE DAVID LE BRETON

    Convergencia, mayo-agosto, ao/vol. 13, nmero 041 Universidad Autnoma del Estado de Mxico

    Toluca, Mxico pp. 215-222

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina y el Caribe, Espaa y Portugal

    Universidad Autnoma del Estado de Mxico

  • El cuerpo: sus usos y representacionesen la modernidad

    Bruno LutzUniversidad Autnoma del Estado de Mxico, Mxico

    Le Breton, Da vid (2004), Antropologa del cuerpo y modernidad, Nueva Visin, Ar gen tina, 254 pp.

    ISSN 1405-1435, UAEM, Mxico, nm. 41, mayo-agosto 2006, pp. 215-222

  • En esta obra el socilogo y antroplogo Da vid Le Breton ofrece unaestimulante reflexin sobre la percepcin del cuerpo en lassociedades occidentales contemporneas. Si bien debemos saludarla traduccin al espaol de Antropologa del cuerpo y modernidad, la casaeditorial bonarense hubiera quiz podido realizar un diseo mscuidadoso de la portada y, al in te rior del libro, hubiera podido integrar talvez en los pies de pgina las referencias en espaol de los libros y artculoscitados. A pesar de estos detalles, el contenido presentado bajo la formade una compilacin de ensayos, aborda con una perspectiva innovadoraproblemticas fundamentales relativas a la construccin simblica delcuerpo en las sociedades occidentales modernas. En esta obra, elinvestigador de la Universidad Pars X. Nanterre analiza las implicacionesde las estructuras individualizantes que convierten al cuerpo en el recinto del sujeto, el lugar de sus lmites y de su libertad, el objeto privilegiado deuna elaboracin y de una voluntad de dominio.

    El autor muestra con ejemplos extrados de la historia y de laantropologa, que la nocin misma de cuerpo es una invencin de lassociedades industriales; su universalizacin es el resultado de suimposicin mediante el sistema colonialista y la expansin delcapitalismo. Muchos eran los pueb los indgenas y tribus como losantiguos kanacks de Nueva Cal edo nia, por ejemplo, para los cuales elcuerpo era un soporte del espritu que no posea caractersticas propias. El cuerpo de los miembros de la comunidad no era diferenciado de lanaturaleza, lo cual se manifestaba, en tre otros, por los trminosempleados para designar las diferentes par tes del cuerpo humano. Perocon la imposicin de las naciones occidentales, del cuerpo como unidadorgnica autnoma, capaz de sobrevivir an separado del cuerpo so cial, se pas de la individuacin en el sentido de Durkheim alindividualismo.

    El pensamiento razonado, in dica Le Breton, hace del hom bre un sercapaz de abstraerse de su condicin nat u ral y de sus pasiones. En lamedida en que se disocia la personalidad del cuerpo, se animaliza alhombre y sus pasiones. De Aristteles a Sade pasando por Hobbes yMaquiavelo, el hom bre es un an i mal en el reino so cial y poltico. Pero elhom bre se haba convertido en el punto de referencia del mundo. Elantropocentrismo se impuso en los distintos mbitos de la sociedad. Lasnuevas formas de conocimiento, el naciente individualismo, el ascensodel capitalismo, liberan a algunos hom bres de su fidelidad a las tradicionesculturales y religiosas, escribe el antroplogo francs.

    Convergencia, nm. 41, mayo-agosto 2006, ISSN 1405-1435, UAEM, Mxico

    216

  • La invencin de la razn hizo que el hom bre se separara de s mismo,de los otros, de la naturaleza y del cos mos. Con Des cartes, el cuerpo esreducido a una mquina, un reloj. Fue precisamente el pensamientocartesiano el que profundiz esta disociacin en tre el individuo y sucuerpo: esta filosofa escribe Le Breton es un acto anatmico,distingue en el hom bre en tre alma y cuerpo y le otorga al primero el nicoprivilegio del valor. A partir de la Ilustracin se otorga a la razn, demanera cada vez ms unnime, la capacidad de discernir en tre loverdadero y lo falso, lo real y lo imaginario. Para los sabios de esa poca, elcuerpo deja de ser el recipiente sagrado del misterio divino paraconvertirse en una unidad orgnica que conviene estudiar, comprender yexplicar.

    Le Breton hace hincapi en que las disecciones de los primerosanatomistas occidentales (Galeano, Vesalio) muestran un cambio dementalidad: al transgredir el tab de la sacralidad del cuerpo, la piel deja deser in vi o la ble y el ser humano deja de ser intocable. Las representacionesdel cuerpo en los libros de anatoma pierden progresivamente su aurametafsica al ganar en precisin y realismo. El cuerpo es mostrado abierto, desollado, disecado. La visin supera la supersticin. De hecho, santos ysupliciados con frecuencia eran desmembrados: los primeros paraconvertirse en reliquias, los segundos para ser examinados por losbarberos, cirujanos y mdicos. Asimismo, de manera lenta, el cuerpohumano se volvi el instrumento de conocimiento de la medicinamoderna. De esta forma la ciencia mdica dict la sentencia condenatoriadel fin de la unidad del ser humano: a partir de entonces el hom bre secompone de una unidad orgnica diferenciada que requiere especialistas yde un espritu o mente. El ser humano se volvi dueo de suindividualidad, mientras su cuerpo pas a formar parte del acervo so cial.

    El sa ber biomdico se constituy mediante observaciones yexperiencias con enfermos y cadveres, en tanto que los conocimientostradicionales eran relegados y denigrados. Le Breton tiene razn cuandoafirma que la enfermedad, con el comienzo de la medicina moderna,empez a ser vista como algo ajeno que hay que quitar y aniquilar. Encuanto al enfermo, era y sigue siendo visto como un cuerpo debilitado ydisfuncional. Para curarlo necesita un remedio. Con el paso del tiempo lapastilla lleg a simbolizar un nexo so cial que tiende a compensar losefectos de relaciones anmicas.

    Bruno Lutz. El cuerpo: sus usos y representaciones en la modernidad

    217

  • Si bien el autor no lo menciona en esta obra, es menester sealar que eldescubrimiento de la importancia de la higiene y de las virtudes de losambientes estriles reforz la idea de un saneamiento del cuerpo. Elcuerpo del hom bre moderno es un cuerpo li bre de toda infeccin, incapaz de contagiar (Mary Douglas en su obra clsica Pu rity and Dan ger abordaprecisamente la invencin y el tratamiento cul tural de la suciedad). Cuidarsu propio cuerpo previniendo enfermedades es tambin cuidarse de losdems. Al respecto, Le Breton nota acuciosamente que se borra el cuerpomediante conductas de evitamiento. Si nos comparamos con otrassociedades, ms hospitalarias en cuanto al cuerpo, podemos decir que lasociedad oc ci den tal est basada en un borramiento del cuerpo, en unasimbolizacin par tic u lar de sus usos que se tra duce por eldistanciamiento. La recomendacin de los mdicos norteamericanos deque los pa dres no toquen inmediatamente a su beb despus de sunacimiento y que los abuelos tengan que esperar tres meses an tes deabrazarlo, es un ejemplo extremo de esta imposicin de una distanciaentre los individuos. Los mdicos dictan la ley so cial del uso idneo delcuerpo. El temor por las enfermedades es solamente una de lasmanifestaciones del temor por el cuerpo ajeno, de la angustia que provocael otro. Frente a esta tendencia que inici a fi na les del siglo XIX, losindividuos resisten de diferentes maneras, in di vid ual o colectivamente, de manera espontnea u organizada.

    Las medicinas y los saberes tradicionales sobreviven en el cam pomientras las medicinas alternativas atraen cada vez ms a los individuosenfermos de las sociedades occidentales. A menudo de manera eclctica,se busca una cura que considere al ser humano en su conjunto siendo estatendencia opuesta a la hiperespecializacin institucional de la medicinamoderna. Le Breton ve tambin el regreso de la figura del curandero atravs del mdico adepto de medicinas tradicionales y conocedor deteraputicas diversas. Esta desmodernizacin del sa ber mdico no debe sorprendernos: los enfermos buscan cada vez ms una respuesta holista asus padecimientos. La sociedad moderna ha fabricado nuevos enfermospero no hay cmo tratarlos.

    Desde su separacin con el alma, el cuerpo entr en un proceso dereificacin so cial sobre la base de las necesidades y expectativas mdicas.La donacin voluntaria de rganos posmortem y la entrega del cuerpo a laCiencia, la donacin, venta de sangre, esperma, vulos y riones, lafecundacin in vi tro, las mujeres que prestan su tero, la eutanasia, elencarnizamiento teraputico, la clonacin de clulas humanas son algunas

    Convergencia, nm. 41, mayo-agosto 2006, ISSN 1405-1435, UAEM, Mxico

    218

  • de las tcnicas y usos modernos del cuerpo a las cuales hay que agregar lade convertir el cadver en objeto de arte. El cuerpo, du rante muchossiglos, fue la sepultura del alma, hoy el alma sepulta al cuerpo en undestino incierto.

    La competitividad propia de las sociedades capitalistas gen era unproceso centrpeto de marginacin y exclusin de los individuos. Soledady soltera son dos manifestaciones relevantes de la enfermedad crnicaque padecen las sociedades industrializadas. Frente a este procesocivilizatorio annimo y deshumanizante, el sujeto de las metrpolisoccidentales forja el sa ber que posee sobre el cuerpo con el que convivecotidianamente, a partir de una mezcla de modelos heterclitos, mejor opeor asimilados, sin preocuparse por la compatibilidad de los prstamos. El amplio espectro de las teraputicas alternativas frecuentementeaunadas a creencias sui generis y exticas, ofrece mltiples oportunidadesre ales e imaginarias para curarse. En este contexto, el trabajo sobre elcuerpo y sus representaciones posibilita el terminar con la enfermedad.Da vid Le Breton habla del cuerpo como de un continente debido a laextensin infinita de sus posibilidades, percepciones y usos.

    El autor reflexiona sobre las consecuencias de la visibilizacin to tal delcuerpo, de su anatoma y metabolismo. Con el desarrollo de la tecnologa,el cuerpo del paciente se volvi transparente. Todo puede verse en unapantalla, desde los movimientos del feto hasta el funcionamiento delcerebro pasando por la circulacin de la sangre. El infinitamente pequeotambin se volvi accesible permitiendo violar los principios de lanaturaleza al poder leer los genes del nio cuando ste se encuentratodava en el vientre de su madre. Ya no es necesario abrir para ver ni paraoperar como en el caso de los clculos destruidos desde fuera porbombardeo magntico. Estas nuevas posibilidades que ofrece latecnologa moderna reducen las molestias de los enfermos y hace msrpido el diagnstico: do lor y espera son disminuidos. La imagencomputarizada constituye una nueva etapa en la evolucin de la cienciamdica y re vive la fantasa de la transparencia del cuerpo humano. LeBreton escribe con elegancia que la evidencia es el camino ms corto delmisterio.

    Ahora bien, la liberacin del cuerpo a raz de los movimientossociales de 1968 conllev un distanciamiento fsico y simblico con losdems. Ms vis i ble, el cuerpo moderno no deja de ser investido porestrategias estticas de corte higinica. Los modelos publicitarios dibujan

    Bruno Lutz. El cuerpo: sus usos y representaciones en la modernidad

    219

  • un estereotipo capaz de crear una emulacin so cial. Parecerse a, sercomo, son expresiones de la bsqueda de una apariencia, de un cuerpodiferente acorde con los referentes culturales en uso. El hedonismoconstituye una nueva forma de altruismo donde lo que se pretende esmarcar an ms la separacin en tre la per sona y su cuerpo. Es el regresode Narciso. El cuerpo es cuidado y entretenido como una mquina paraconservar su vitalidad. El amplio tiempo li bre de que disponen laspersonas amplifica tanto sus ocupaciones egocntricas en cuanto a sucuerpo como sus preocupaciones relativas a su equilibrio men tal. Hay que practicar deportes segn lo marca la moda del momento: golf, tenis,jogging, stretch ing, spin ning, pilates, etc., ya que el entretenimiento del cuerpotiene sus cdigos valorizados socialmente. La divinizacin del cuerpojoven, atltico y sano es la respuesta de una sociedad que valora lapresentacin de s. Pero en estas mismas sociedades industrializadas losindividuos que no logran cumplir con estas expectativas socialessomatizan sus frustraciones; obesidad, an orexia y bulimia se volvieronproblemas de salud pblica.

    Sin em bargo sera un er ror hacer de este haz de tcnicas desometimiento del cuerpo una especificidad oc ci den tal: el reducir eltamao de los pies de las mujeres en el imperio chino, la deformacin delcrneo en la civilizacin inca, son solamente algunos ejemplos deldesarrollo de tcnicas de biocontrol. A esta bioconstruccin de la bellezacuyas normas varan segn las culturas y el tiempo, se agrega en lassociedades occidentales la necesidad de alejar los sntomas deenvejecimiento. La prctica de un deporte, las dietas alimenticias, el uso de cosmticos y la ciruga esttica son algunas de las tcnicascontemporneas para borrar las huellas del tiempo en los cuerpos. Es queel envejecimiento es visto en las sociedades occidentales como lamanifestacin trgica pero tal vez no in eluc ta ble del efecto del tiemposobre el cuerpo. Con toda su tecnologa y conocimientos cientficos, lasociedad moderna no ha dado todava una respuesta satisfactoria a ladegenerescencia de las clulas y fatiga de los rganos. La vejez asustamenos que el envejecimiento, el cual provoca conductas sociales deborramiento, como bien lo menciona Le Breton. De hecho, un cuerpoque deja de ser completo y completamente funcional (enfermedad,discapacidad, vejez) debe recibir un tratamiento determinado y, en sucaso, estar confinado en lugares especializados: asilos, hospitales, centrosde reeducacin, etc. La vejez es un sentimiento declara el autor, alafirmar que la construccin de la ancianidad es connotada culturalmente.

    Convergencia, nm. 41, mayo-agosto 2006, ISSN 1405-1435, UAEM, Mxico

    220

  • En frica, por ejemplo, las per so nas tienden a decir que tienen ms edaddebido a que se confiere a los ancianos un estatus elevado porqueencarnan la sabidura y porque son pocos. Pero en los pasesindustrializados los ancianos son cada vez ms numerosos y de ms edad,por lo que se les ofrece toda una gama de servicios y atenciones paraocuparlos: hay agencias de viajes enfocadas a las per so nas de la terceraedad, clubes donde se pueden reunir para discutir y jugar, programastelevisivos para gente mayor, etc. Todas estas prestaciones buscan unasola cosa: re-socializar a los ancianos de Occidente quienes vivengeneralmente lejos de sus hijos, al margen de la sociedad y fuera delmercado laboral. En este sentido, si bien la ciudad puede ofrecer a la gentemayor un amplio nmero de actividades, en muchos casos stas no sonms que un sucedneo de las relaciones sociales verdaderas.

    Da vid Le Breton afirma, con razn, que el desarrollo de la ciudad tuvouna consecuencia significativa sobre los usos y las representacionessociales. La socializacin proxmica de las urbes impuso sus reglas: la dever sin mirar con el uso masivo de cristales polarizados, la del or sinescuchar con el ruido de los automviles, la de oler sin olfatear a causa dela contaminacin. El diseo de las ciudades y de los espacios pblicos haprovocado una reduccin no ta ble de la capacidad de los sentidos paracomprender el mundo que nos rodea, limitando nuestras percepciones yapreciaciones de los dems. La mirada de los ciudadanos se topa conmuros y ngulos vivos. Espacios pblicos y departamentos restringen lavisin. En estas habitaciones el cuerpo se re duce a una suma denecesidades arbitrariamente definidas, el cuerpo se asimila a una formapura de existencia, sin historia, sin cualidades, sim ple volumen. En lacotidianidad de las ciudades occidentales nadie se escapa de las cmarasinstaladas en los lugares pblicos, de la vigilancia subrepticia de la policaen nombre de la lucha antiterrorista, de los repetidos controles dedocumentos de identidad, ni del minucioso registro de todas sus visitas almdico, hospitales y compra de medicinas por el microprocesador de latarjeta Vi tal de todos los franceses que cuentan con seguro so cial. Lasociedad moderna y sus sistemas de con trol hacen del cuerpo un indicio,una prueba.

    Imagen de Dios, el cuerpo se volvi imagen de la sociedad mediante elproceso histrico de materializacin de los valores y reificacin de lasrelaciones sociales. Dividido en individuo (personalidad) y cuerpo, elhom bre moderno vive una esquizofrenia que tiende a hundirlo en laimposibilidad de ser lo que verdaderamente es. Esta enfermedad so ci etal

    Bruno Lutz. El cuerpo: sus usos y representaciones en la modernidad

    221

  • se manifiesta en el desarrollo de tcnicas de biocontrol que apuntan ahomogeneizar las apariencias uniformizando las expectativas. Frente aesta globalizacin de los cdigos y referencias, existen archipilagos deresistencia que someten la doxa dominante a la prueba de la existencia. Labsqueda de la felicidad ofrece innumerables caminos tanto a quienesanhelan vivir conforme al dictado de las modas como a los que exploranlas posibilidades de re-encontrarse y volver a la unidad pri mor dial delcuerpo y del espritu.

    Bruno Lutz. Doc tor en Ciencias Sociales por la UniversidadAutnoma Metropolitana, miembro del SNI nivelI. Actualmente laboraen el Centro de Investigaciones en Ciencias Agropecuarias de laUniversidad Autnoma del Estado de Mxico. Sus lneas de investigacinson: organizaciones campesinas; liderazgo ru ral, poder y ciudadana; ybiopoltica del campesinado mexicano. Sus ms recientes publicacionesson: Estudio de las formas de diferenciacin interna en organizacionesrurales corporativas. El caso de la CNC en Mxico, en Cuadernos del SurHistoria, Bue nos Ai res (2004); La participacin elec toral inconclusa:abstencionismo y votacin nula en Mxico, en Revista Mexicana deSociologa, Mxico (2005); y como coautor de Gobernabilidad y pobreza:proyectos productivos para mujeres indgenas mazahuas del Estado deMxico , en In d i ana , Ber l n (2006) . Correo electrnico :[email protected]

    Envo a dictamen: 22 de mayo de 2006.Aprobacin: 16 de junio de 2006.

    Convergencia, nm. 41, mayo-agosto 2006, ISSN 1405-1435, UAEM, Mxico

    222