1.0 Introducción: Cambios y costumbres de la sociedad … · fácilmente y sin darse cuenta de los...

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1.0 Introducción: Cambios y costumbres de la sociedad de hoy en la alimentación Definición de Globalización: “Proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. 11 La Globalización, es una palabra que, en los últimos años, se encuentra en la tele y en los periódicos, una palabra que hace algunos años se refería sólo al mercado, a la economía y que hoy se refiere a cada ámbito de la vida y tiene por eso un significado político, tecnológico, social. Hoy en día, junta a la crisis, la globalización ha llegado a ser la responsable de los problemas y de la difícil situación que nuestra sociedad está viviendo. La globalización es simplemente una ampliación de los mercados y se aplica en varios campos, como por ejemplo en el de la alimentación. Hace algunos años los productos que se encontraban en los supermercados eran sobre todo productos de nuestro país o de los que están cerca de nosotros, mientras que hoy tenemos la posibilidad de comprar productos que llegan de cualquier sitio del mundo y durante todo el año. La inmigración, por ejemplo, influye en nuestra voluntad de comer algunos productos como fruta y hortaliza también en una temporada que no es suya. La primera cosa que los inmigrados transmiten a los nuevos países donde quieren intentar 11 wikipedia es

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1.0 Introducción: Cambios y costumbres de la sociedad

de hoy en la alimentación

Definición de Globalización: “Proceso económico, tecnológico, social y

cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia

entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a

través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan

un carácter global.11

La Globalización, es una palabra que, en los últimos años, se encuentra en la

tele y en los periódicos, una palabra que hace algunos años se refería sólo al mercado,

a la economía y que hoy se refiere a cada ámbito de la vida y tiene por eso un

significado político, tecnológico, social. Hoy en día, junta a la crisis, la globalización

ha llegado a ser la responsable de los problemas y de la difícil situación que nuestra

sociedad está viviendo. La globalización es simplemente una ampliación de los

mercados y se aplica en varios campos, como por ejemplo en el de la alimentación.

Hace algunos años los productos que se encontraban en los supermercados eran

sobre todo productos de nuestro país o de los que están cerca de nosotros, mientras que

hoy tenemos la posibilidad de comprar productos que llegan de cualquier sitio del

mundo y durante todo el año.

La inmigración, por ejemplo, influye en nuestra voluntad de comer algunos

productos como fruta y hortaliza también en una temporada que no es suya. La

primera cosa que los inmigrados transmiten a los nuevos países donde quieren intentar

11 wikipedia es

una nueva vida es sus tradiciónes culinarias. Además en los últimos años viajar es cada

vez más simple, económico e interesante. Se conocen nuevos lugares, nuevas culturas

y nuevos gustos. Gustos que se quiere saborear aunque después que el viaje haya

terminado. Esto permite el éxito de los restaurantes japoneses, indios, mexicanos,

tailandeses y varios. Este fenómeno cambia el concepto de restaurante. El restaurante

era un lugar donde se podía

transcurrir una noche con

amigos o familia y gustar

unos platos de carne o

pescado u otro, pero hoy se

va a un restaurante

particularmente porque este

está de moda. Decoraciones meticulosas, personas importantes, y la voluntad de comer

allí porque es bello aunque no nos guste la comida que sirven.

Estos cambios se deben sobre todo a los medios de comunicación, a la

televisión en particular manera. Teníamos libros y sección de cocina mientras hoy

tenemos la posibilidad de ver programas dedicados sólo a la cocina, programas de

telerrealidad donde quien gana tiene la posibilidad de tener un restaurante propio o

algo parecido, y otros que se dedican sólo a la preparación de dulces o carne. ¿Por qué

estamos viviendo todo esto hoy? La sociedad ha cambiado, las costumbres han

cambiado y también las familias y los métodos de cocinar. Ya la mujer no transcurre

todo el día en casa, cocinando y preparando la comida, esperando que los hombres

llegan del trabajo. Hoy las mujeres trabajan porque es justo y necesario y el tiempo y

las capacidades de cocinar son pocas. También los solteros tienen que cocinar y siguen

los consejos de la televisión que en este caso se define como una Biblia. Cocinar es un

producto que no encuentra crisis y la televisión también. Por eso este conjunto tiene

siempre éxito gracias a nosotros que estamos interesados en lo que el chef nos

aconseja.

El chef, un personaje importante que hoy es el verdadero experto de la cocina.

No es compresible porque el chef se considera como un Dios de la cocina y un

cocinero que tiene una experiencia de veinte o treinta años, tenga menos valor y sobre

todo menos sueldo. Los chef estudian la teoría y la práctica de la gastronomía pero

cuando una comida es buena, cocinada con amor y pasión por su propio trabajo, no es

importante quien cocine, es importante que la comida nos guste. Nosotros somos los

culpables de esta diferencia de categorías, nosotros que queremos comer sólo si está

preparado por un chef con un título académico de gastronomía.

Otra cuestión que nuestra sociedad vive es saber hacer la compra. Los

supermercados son cada vez más

grandes. Estos no venden solo

comida sino también libros, piezas

de recambio para automóviles,

electrodomésticos, juguetes,

decoraciones para jardines y

medicamentos de libre venta.

Todo está perfectamente en orden y el carrito se llena sorprendentemente. En relación

a donde se encuentran los productos en los supermercados hay algunos elaborados

estudios sobre la psicología del ser humano. De hecho, los productos más comunes

que se utilizan todos los días como leche, pan y carne se encuentran siempre en la

parte trasera del supermercado. Así un paseo obligado por productos de los cuales no

conocemos la existencia y nuestro carrito se llena de cosas inútiles. Los productos, no

sólo los alimentos, se encuentran en posiciones estratégicas, así que puedan captar la

atención. De hecho la mayoría de los productos que se quiere vender, están a una

altitud que equivale a la altura media de las mujeres, así que puedan coger el producto

fácilmente y sin darse cuenta de los que hay arriba o abajo. El color también juega un

papel importante. Los colores que más llaman la atención como rojo, verde, amarillo,

son los colores de los productos que compramos, porque estos nos dan un impulso

psicológico para comprar. Hacer compras no es como hace algunos años, también

porque hoy existen una gran cantidad de productos y en varias confecciones. Hay la

confección para la familia, tan grande que una sola persona no puede consumarla y la

para los solteros, pequeña y útil. Hay el pan ya cortado, el jamón ya cortado y puesto

en un paquete y algunas comidas completas con condimento. Un cambio de la cultura,

de las costumbres de la sociedad y también una manera para no perder tiempo. La vida

y los días son cada vez más frenéticos y estresantes. Nunca se tiene tiempo para hacer

la cosas y la posibilidad de comprar todo en el mismo lugar, carne, pescado, libros,

medicamentos, es una oportunidad importante sobre todo si se puede decidir también

la cantidad justa necesaria según las necesitades de las personas.

Como la vida es cada vez siempre más estresante, también la pausa para comer

es muy breve. En Italia no se come en el restaurante durante la pausa del trabajo, se

pierde demasiado tiempo y dinero y hay algunos lugares donde comer es simple, fácil

y poco costoso. Un menú con dos o tres platos del día, pasta, ensalada u otro y el

almuerzo se acaba rápidamente. Otra idea más cómoda y particular es la que tienen

unos bares con un servicio a domicilio de ensaladas en las oficinas cercanas. Se puede

llamar y ordenar su propia ensalada, y esperar que te la traigan. Una idea que permite

no perder tiempo mientras se trabaja y ahorrar dinero porque el coste de estás no

supera los cuatro o cinco euros, agua incluida. La mejor idea es la que tienen pocas

oficinas, o sea la de utilizar un pequeño comedor con mesas, frigorífico y horno de

microondas. Todo lo necesario.

Cuando el trabajo termina, los italianos no

regresan a su casa para comer. Los italianos se

van de tapa. El aperitivo es el momento más

esperado del día. Una manera para conocer a

gente y encontrarse con los amigos. Se crean

noches con temas particulares como la noche

sushi, fruta o el aperitivo sólo mojito, con

veinte varios tipos de mojito, hasta leche y

chocolate. Un bueno entretenimiento y a parte del cóctel también se puede comer. En

este caso hay otro acontecimiento, la hora feliz, donde se puede beber libremente y

sobre todo comer todo lo que el bar o pub ofrece. Entre las 18:00 y las 22:00, horario

justo o sea cuando se termina de trabajar y cuando se tiene que comer. A los italianos

le gusta mucho la hora feliz, es cómoda, es buena, es poco costosa y sobre todo está de

moda.

Fenómenos que los italianos viven y que demuestran los cambios de costumbre

que la sociedad está viviendo. Un cambio que los italianos no aceptan o casi, es lo del

café. A los italianos y no solo a ellos les gusta particularmente café expreso o

capuchino. Pero hoy la “Accademia Italiana Maestri del Caffé”, o sea la academia

italiana de los maestros del café, tiene cursos con posibilidad de preparar café de

avellana con nata batida, café al pistacho o con el sabor de castaña. Estos son sólo

algunos ejemplos y a veces los italianos los saborean. En los cursos de la academia, se

estudia la teoría y la práctica y se crean unos barman del café. Estás son variaciones

que en Italia no se encuentran fácilmente, al contrario de Estados Unidos o Inglaterra,

pero difícilmente los italianos darán espacio a estos tipos de café prefiriendo como

siempre el clásico expreso o capuchino.

Es importante que la comida tenga una buena forma y un color intenso para que

se pueda definir buena. No siempre si la comida parece perfecta, significa que esta sea

también buena. Por ejemplo la fruta natural o la biológica, no tiene una forma muy

bonita, pero su sabor es intenso y óptimo. La forma de un producto es importante. Los

productores de comida, tienen centros de investigación y desarrollo donde se estudian

los diseños que una comida tiene que tener. Cuando se crean productos como

bombones o helados, se estudia la forma justa, creando sus características según el

color y el aspecto. Se estudia cómo un producto de una forma puede ser más

interesante que otro y se estudia el color. El color permite al producto de ser

comprado. Nosotros hacemos una distinción entre comida buena y no según el color.

Considerando un color como el rojo, se piensa en algo bueno como tomates, fresas y

cerezas. Si una comida fuera negra, sería difícil aceptarla, por ejemplo ver una patata

negra nos deja pensar que no es buena pero no es así, es solo un bloqueo psicológico

que tenemos y que los productores de comida utilizan. Pensando en un helado al gusto

de vainilla, se piensa en un helado amarillo, pero nadie nunca piensa que la vainilla es

negra. Pero comer un helado negro a parte del chocolate, sabiendo que el ingrediente

ha siempre sido amarillo, no es simple. También la forma tiene su parte de

importancia. Se comen huevos de chocolate, chorizos y salchichas de Frankfurt que

tienen formas fálicas y se piensa sea normal. Pero cuando en los países asiáticos se

comen penes de animales, parece una cosa repugnante. Solo no es parte de la cultura

occidental. Forma y color de un producto, estos son los primos pasos en la creación de

un nuevo alimento. Después se crea el sabor, porque hoy en día el aspecto exterior de

las cosas es más importante del gusto. La gente hoy se expresa a través de lo que come

y por desgracia, casi nunca se sabe el verdadero gusto de los productos porque

comemos más con los ojos que con la boca.

2.0 Sushi Global y La Pesca Asesina

El sushi es la nueva moda

culinaria. Con sushi entendemos toda

la comida japonesa pero el sushi es

solo un elemento. El sushi es una

pelota de arroz junto a un pedazo de

pescado. El sashimi es simplemente

pescado crudo. No existe solo

pescado crudo en estos restaurantes, hay varios platos que hacen parte de una tradición

que tiene más de mil años. Hoy comer sushi es “chic”. Los restaurantes están muy

bien decorados, también gente importante y famosa come el sushi y por eso todos

quieren formar parte de este mundo fantástico que es el sushi. A finales de los años

Ochenta el sushi se ha vuelto famoso en los Estados Unidos gracias a los actores de

Hollywood. En solo quince años el sushi ha invadido el planeta. Londres, Nueva York,

París, Moscú, cada grande ciudad tiene casi dos mil restaurantes de sushi. Un nuevo

estilo de vida, pero ¿cuánto podrá durar?

El mercado de pescado de Tokio es el

más grande del mundo. Cada día se

venden casi 2000 toneladas de pescado,

solo 50 de estas son de atún rojo. El

80% de los atunes del mundo pasa por Japón. Los precios de venta son variables. Para

un atún de 260 kilogramos el coste es de 18.800 €, pero el récord ha sido un atún rojo

del peso de 200 kilogramos vendido por 150.000 €. Este precio para un pez. Para los

japoneses la del pescado es una obsesión. Cada año solo en Japón se comen 400.000

toneladas de atún en 35.000 bares de sushi.

El modelo de atún que se utiliza es el del Mediterráneo, porque los japoneses y

los australianos gracias a una sobrepesca, han matado y terminado todos los atunes de

sus mares. El medio más utilizado para capturarlos es la pesca de arrastre. La pesca de

arrastre se hace con una red que barre el fondo del mar capturando todo lo que se

encuentra. En esa manera se destruye todo el hábitat marino incluido a los corales que

necesitan cien años para formarse.

Mitsubishi, Sojitzu, Maruha, Nihon Marine, Tokyo Seafoods, estas son las

grandes multinacionales que controlan el mercado del pescado. Sólo Mitsubishi tiene

el 60% del poder del mercado mundial del pescado y sus métodos de pesca y de

trabajo son secretos, no está permitido hacer entrevistas con ellos, así que nadie sepa

nada. La única cosa que se sabe es que cada uno de estas sociedades, poseen cámaras

frigoríficas enormes donde tienen 52.000 toneladas de atún congelado y que según la

demanda utilizan. Hoy en el mundo hay el doble de los buques de pesca y en los mares

la mitad del pescado. Los hombres están matando el mar y a toda su población. Un

ejemplo es el emperador, una especie que necesita treinta años para empezar la

reproducción. Hace diez años se ha hecho una pesca asesina que ha totalmente

diezmado este tipo de pez.

No solo los japoneses tienen esqueletos en el armario. Los noruegos, pescan y

engordan en Chile el 50% de los salmones que venden como salmón de Noruega.

Salmón de Noruega, en Chile.

Comer pescado era solo una prerrogativa de las personas que tenían dinero,

pero hoy los japoneses han inventado también una manera de comer pescado de una

forma poco cara, la comida rápida del sushi. En Japón hay ya 200 restaurantes de este

tipo. A los niños les gusta mucho porque es un lugar para toda la familia, como

McDonald's. La

gente espera dos

horas para comer

allí. ¿Qué tiene de

especial? El precio.

Se define sushi low

cost. Pero comer

sushi o lo que sea

low cost, ¿no es un

riesgo para nuestra salud?

¿Quiénes son los responsables de esta situación y de este homicidio? No hay excusas,

nosotros somos los culpables.

3.0 McDonald's y la Comida de las Multinacionales

Estadounidenses

McDonald's es la más grande cadena de restaurantes de comida rápida con

treinta mil restaurantes en todo el mundo y casi dos mil nuevos cada año. McDonald's

no es solo un restaurante, hoy es una cadena riquísima y muy poderosa gracias a su

enorme franquicia y también es la empresa más criticada por sus métodos, desde cómo

se manipula la comida hasta la seguridad alimenticia. Casi todas personas en el mundo

por lo menos una vez han comido en un McDonald's y todos los niños conocen al

famoso tío Ronald McDonald, la mascota de la cadena. De hecho éste es el segundo

personaje de fantasía más conocido, el primero es Papá Noel. Un personaje que llama

la atención de inocentes niños que por eso quieren comer allí. Además McDonald's

tiene respuestas a las acusaciones que sufre. Una

es la Fundación Infantil Ronald McDonald, que

tiene como objetivo el de donar casas o ayudar a

los niños necesitados. Otra es la campaña para un

medio ambiente más limpio y de sensibilización

hacia el medio ambiente. Campañas en las cuales

se invierten millones de dólares pero hay quien

afirma que estas son solo maneras para ocultar los

errores hechos y que sigue haciendo.

McDonald's tiene a tantos clientes cuantos a enemigos. Uno de los mayores

acusadores de comida rápida es Morgan Spurlock, director y protagonista de la

película documental Super Size Me. En su experimento Spurlock por un mes come

siempre en un McDonald's y en las tres comidas principales del día, desayuno,

almuerzo y cena. Su prerrogativa es la de ordenar siempre el menú Super Size, o sea la

porción más grande que hay. Las bebidas del McDonald's varían desde 35 cl hasta 120

cl pero la del menú Super Size es de 180 cl, es decir dos litros de Coca-Cola o de lo

que sea. Las calorías que hay en esta bebida son 600 u 800, según cuanto hielo se

pone. Para una porción de patatas fritas hay el mismo numero de calorías mientras en

un sólo bocadillo hay seis rebanadas de pan. En su proyecto Spurlock engorda muy

fácilmente y tiene varios efectos secundarios, cambios de humor imprevistos, carencia

y abundancia de testosterona repentína. La única sentencia favorable de su

experimento ha sido que McDonald's eliminó el menú Super Size.

Pero McDonald's sigue haciendo su trabajo y pensando siempre en la ganancia

sin preocuparse de la seguridad alimentaria.

Solamente cuatros multinacionales tienen el 80% del mercado de la carne

estadounidense. McDonald's es el mayor comprador de carne de buey, de cerdo y de

patatas en Estados Unidos, el segundo de carne de pollo, tomates, ensalada y

manzanas. Todo para crear un menú “perfecto”. La producción de estos alimentos es

diferente de los otros. Por ejemplo las vacas, animales omnívoros, no comen hierba

como tendrían que hacer sino maíz. Con esta alimentación las vacas engordan más

fácilmente. Hace cincuenta años, para que las vacas llegaron a pesar 350 kilogramos

necesitaban de un determinado tiempo, hoy en un tiempo más breve pueden pesar

hasta 450 kilogramos. Además se suministran unas hormonas que no se pueden

individuar con análisis científicas, para que engorden más fácilmente. Comiendo sólo

maíz las vacas desarrollan un virus llamado Escherichia coli 0157:H7, lo que mató a

un niño de dos años después que comió una hamburguesa y que infectó a cien

personas. Según los expertos hace falta de seis días de alimentación solo con hierba

para eliminar el virus del

interior del cuerpo de las

vacas, pero seis días en el

proceso de producción es

demasiado. McDonald's

prefiere pagar a abogados

para las causas judiciales

que vender la carne con seis días de retraso.

No sólo las vacas viven en condiciones terribles. Por lo que concierne a los

pollos es lo mismo. Las multinacionales pagan los ganaderos para que críen pollos

según sus reglas. Construir un gallinero cuesta entre 240.000 y 300.000 dólares. Un

ganadero gana 18.000 dólares al año. La decisión está entre cultivar según los criterios

de las multinacionales y ganar poco dinero o no criar los animales según sus reglas y

no ganar nada porque el poder está en sus manos y no hay posibilidades de vender. Los

pollos viven en la obscuridad dentro de los gallineros. No deben ver la luz. Hace

veinticinco años un pollo necesitaba de 72 días para crecer, hoy comiendo solo maíz,

necesita solo 49 días. En EE.UU. todo se hace con maíz, como por ejemplo cátchup,

queso, baterías, crema de cacahuete, Coca-Cola, gelatina, dulcificantes, condimentos

varios, almíbares, carbón, pañales y la carne de las comidas rápidas.

Los procedimientos de la producción son muy particulares. En la carne de las

hamburguesas se hace una escisión entre la carne y el grasiento. Después se une así

que las hamburguesas tengan la misma cantidad de carne y grasiento y que el sabor sea

único como McDonald's. El queso que se utiliza en los bocadillos se trata con

productos químicos y colorantes para permitir que también éste sea único en su forma

y gusto. También la ensalada de McDonald's tiene secretos. Se utiliza un modelo

llamado iceberg que es famoso por ser crocante, como el estilo McDonald's quiere.

Ésta según la multinacional después de la recogida, se corta y se lava en cuatro horas y

en solo cuarenta y ocho horas ya está disponible en los restaurantes. Hay algunas

varias opiniones sobre la ensalada. Expertos afirman que McDonald's utiliza un

colorante de manera que la ensalada sea verde en la misma manera en todos los

restaurantes McDonald's del mundo. Otros afirman que esta no es fresca sino

congelada. Las patatas fritas también tienen un secreto. Los estadounidenses las comen

todos los días y se pueden encontrar en el 57 % de los restaurantes del mundo. Las

patatas después de la recogida y de la peladura tienen que ser cortadas. Un

procedimiento por el cual McDonald's prohibe la publicación. No se puede saber cómo

las patatas tienen todas la misma forma y sabor. Además se blanquean de manera que

todas tengan mismo color. Éste tipo de comida ha sido objeto de estudios. De hecho en

las patatas y otros alimentos de comida rápida se usan aditivos para que sean más

sabrosos. Pero estos alimentos crean casi una dependencia y actuan como una droga en

las personas. Las patatas de McDonald's tienen un gusto particular y se saborean como

si fueran diferentes de la otras, o mejor, son diferentes. Científicos afirman que estos

aditivos estimulan nuestro cerebro para que se coman alimentos de este tipo y no

comer otros naturales porque sin sabor.

Los alimentos que tienen más aditivos son:

Platos preparados: Algunos tienen demasiado sal, un porcentaje del 99% de la ración

cotidiana.

Yogur: Tantos aromatizantes y no fruta en su interior.

Homogeneizados: Se aconseja para un niño con una edad inferior a un año comer

1 gramo en un día, mientras estos tienen 0,75 gramos.

Zumos de fruta para niños: Tienen tanto azúcar y dulcificantes que los niños los

prefieren a la fruta.

Alimentos de comida rápida: Una pizza tiene tres gramos de sal, una hamburguesa

seis.

Morgan Spurlock ha hecho otro experimento. Él ha puesto en unos tarros una patatas

fritas clásicas o mejor dicho normales y en otros las del McDonald's. Después de

algunos días las patatas normales se han deformado y se han enmohecido mientras las

otras no. Después de un periodo de ochos meses las patatas fritas de McDonald's

estaban como el primer día, como si las recién hibiera compradas. Spurlock estaba

incrédulo. Ningún mal olor, ningún moho, ninguna deformación. Cuando se pide una

porción de patatas fritas, siempre se piensa que acaban de ser fritas, pero puede no

serlo siempre. El cátchup es simplemente una salsa de tomate pero con productos

químicos que le dan el sabor. Los tomates se hacen evaporar para reducir el porcentaje

de agua que es en su interior desde el 95% hasta el 15%. Todos los alimentos de

McDonald's suben este procedimiento. Se elimina el agua que la comida tiene así que

cuando se termina de comerla, todavía se tiene hambre.

La cuestión de los Estados Unidos es preocupante. Ellos no tienen una cultura

alimenticia y el riesgo para su salud es muy grave. Carbohidratos refinados y azúcar en

general son dos elementos básicos de su alimentación y las calorías que estos aportan

son más que las que el cuerpo necesita. Ésta es la motivación por la cual uno de cada

tres americanos tiene diabetes, y en los últimos veinte años, el número de los niños

diabéticos se ha duplicado. Siguiendo de esa manera el diabetes será la enfermedad

más letal en el mundo, sobrepasando al humo. Investigaciones estadounidenses

afirman que la presencia de supermercados está relacionada con un bajo porcentaje de

obesidad. Por eso cuando es posible encontrar comida sana, el consumo de fruta y

hortalizas crece. Pero otras investigaciones demuestran como en la locación de los

supermercados hay decisiones determinadas a la población local y a su posibilidades

económicas. En efecto en las zonas donde la mayoría de la población es gente de color

no hay supermercados. Teniendo una limitación en la distribución de fruta, hortalizas y

comida sana, los habitantes de estas zonas tienen que comer productos congelados,

hamburguesas, salchichas de Frankfurt y alimentos parecidos.

Incluso un país como India, notoriamente desnutrida por su pobreza, en sólo

diez años se ha vuelto en el País con el número más alto de diabéticos. La mayoría de

los que tienen esta enfermedad son niños. Este ha pasado después de que el Gobierno

ha permitido entrar en su economía a las multinacionales de la comida y a los

productores de bebidas sin alcohol.

Hace algunos años ser gordo era una consecuencia de la riqueza. Hoy ya no es

así, al contrario es símbolo de una alimentación errónea. México, que se define un país

en vías de desarrollo, con una renta per cápita que equivale a 6000 dólares, nunca ha

tenido el porcentaje de niños obesos que hoy en día tiene. La motivación es la pobreza

y la errónea alimentación debida a las pocas posibilidades económicas pero sobre todo,

a la cercanía con Estados Unidos. Una familia que vive en proximidad de EE.UU.

toma sus costumbres en la comida y sus niños estarán gordos independientemente de

su posibilidades económicas.

Estos productos tienen un buen sabor, cuestan poco y la gente los prefiere a

otros más caros. En EE.UU. las estaciones de servicio venden más caramelos y

bebidas que gasolina. Las multinacionales dan publicidad donde quieran. El 95% de la

publicidad en la tele, radio y prensa tiene como objectivo bebidas, dulces y comida

rápida. McDonald's sólo gasta 1.4 mil millones de dólares en publicidad y los

resultados son seguros. “En 1970, los americanos gastaron $6 billones en comida

rápida, y en el 2000, $110 billones.”12

Hoy en día gastan en comida rápida una cifra

superior que para la educación, computadoras y automóviles. Gastan más dinero para

la comida rápida que para libros, revistas, periódicos, DVDs y música, todo junto. Una

cultura errónea que necesita cambiar a partir de la educación que los jóvenes reciben.

Pero si los padres compran hamburguesas a niños de dos o tres años y si en las

escuelas se comen estas comidas, cambiar es muy difícil. Las multinacionales tienen

poder también en la distribución de comida en las escuelas y, de hecho hay solamente

hamburguesas, comidas fritas y comida empaquetada, casi sin fruta y hortaliza. Los

niños comen solo grasientos, carbohidratos y azúcar, sin las necesarias proteínas y

vitaminas.

12 Erich Schlosser, Fast Food Nation

Es un problema muy grave por lo cual los estadounidenses y el Gobierno

también tienen que hacer algo importante para dar un ejemplo, para enseñar, para crear

unas bases y después una cultura alimenticia. Siguiendo de esta manera no se dará

importancia a fruta y hortaliza, se comerán sólo hamburguesas y no otros tipos de

carne y se comerán sólo comidas fritas. Estados Unidos tienen que hacer algo. Hoy es

un problema de pocas personas, mañana podrá ser un problema de toda la población

estadounidense y no sólo.

4.0 Comida “Hecha en Italia” y Comida Italiana

Contrahecha

Italia siempre ha sido famosa por su historia, su arte y sobre todo por su

productos que exporta con éxito en todo el mundo como automóviles, vestuario y

alimentos. Lo que los distingue de otros es la precisión y la perfección con las cuales

los italianos hacen las cosas y un producto que esté bien hecho, siempre llega a

resultados importantes. Pero hoy, con el periodo de crisis que nuestra sociedad está

viviendo, también unos productos como los italianos viven un momento difícil. Lo que

preocupa es que si la gente prefiere comprar otros coches con respecto a los coches

italianos, o vestuario diferente, de toda manera se compran productos de buena

calidad, sobre todo con los coches. Pero con la alimentación es diferente, comprar

comida poco costosa significa que tiene poca calidad, poca seguridad alimentaria y

riesgo para la salud de las personas.

A parte del riesgo para la

salud es un riesgo importante

también para la economía de

Italia. Solo en el Norteamérica,

entre Estados Unidos y Canadá

los productos italianos

falsificados se venden tres veces más que los originales y en Europa, Alemania es el

primer exportador de estos productos. De esa manera es posible comer espaguetis

chilenos, queso alemán, jamón chino y parmesano que se llama Parmesan, pero no es

el mismo. Éste crea tres efectos dañosos a Italia:

Daño a la economía italiana: Italia pierde 60 mil millones de euros cada año.

Una cifra muy elevada que podría dar riqueza y también trabajo.

Imagen italiana: La gente come productos de escasa calidad y los consumidores

pueden pensar que producto italiano significa baja calidad.

Peligro para la salud: No se sabe lo que hay en estos productos, los reales

ingredientes.

Los productos italianos falsificados no son sólo mozzarella o jamón sino que se

pueden comprar queso de oveja chino con un diseño de una vaca lechera en la

confección, Barbera de Rumanía de color blanco y una “palenta” o sea la polenta. Este

es un daño a la imagen italiana en el mundo que tiene sus bases en la agricultura.

¿Por qué es posible producir productos falsos y llamarlos con el mismo nombre

que los originales como jamón, mozzarella y parmesano? La motivación es que por

desgracia todavía no hay una reglamentación a nivel internacional. Desde 2001, 153

países están intentando encontrar un punto que ponga todos de acuerdo. El éxito de los

falsos productos italianos se debe al éxito de estos tratados. Se venden tres de cada

cuatro productos italianos falsificados por la falta de una ley válida. A nivel europeo,

hay las denominaciones de origen que la Comunidad Europea valoriza, pero a nivel

internacional es casi imposible obstaculizar la venta de estos productos. Las

principales etiquetas para determinar el valor y la importancia del producto son:

DOP: Denominación de Origen Protegida

IGP: Indicación Geográfica Protegida

ETG: Especialidades Tradicionales Garantizadas

No solo hay etiquetas sino reglamentaciones de producción que permiten que un

producto sea bueno y seguro. Las etiquetas solas pero no son suficientes. Europa

prohíbe la etiqueta para la leche y sus derivados mientras es obligatoria sólo para la

leche fresca. Italia produce 11 millones de litros (de varios tipos) y se exportan 8, y no

se puede distinguir su leche y otros productos con los importados.

Sin duda los alimentos más falsificados son el jamón y el parmesano. Se

producen casi 10.000

toneladas de parmesano y

solo los EE.UU. producen

70.000 del mismo queso

falsificado. Por lo que

concierne al jamón se

producen casi 9 millones en

un año y 2 millones sólo

para los países extranjeros, un numero bajo que permite la producción de jamón falso

porque la demanda del mercado es más grande. Pero la situación más critica o

simpática, porque es tanto increíble cuanto irreal, es la de Canadá. Una empresa ha

registrado la marca “Prosciutto di Parma” como privada y por eso el verdadero jamón

italiano no se puede vender en Canadá porque la marca existe y el Gobierno del país

autoriza sólo a estos propietarios para que lo vendan. Así los canadienses nunca podrán

gustarse el verdadero “Prosciutto di Parma”. Otra situación es la del pesto. La región

donde ha nacido, Liguria, ha oficialmente pedido a la Unión Europea la etiqueta IGP

pero la UE no ha dado sentencia favorable en cuanto es sólo una salsa. El verdadero

pesto hoy se encuentra sólo en el 2% del mercado mundial y en todos los otros pestos

se encuentran productos que no son los de la receta original. Prácticamente en todo el

mundo se come pesto llamado genovés que pero no lo es.

Después de la encefalopatía espongiforme bovina ahora los italianos están

tranquilos. Los italianos comen 92 kilogramos de carne por cabeza al año, un número

más alto que Alemania, Holanda y Reino Unido. Hoy cada bovino italiano tiene su

documento de identidad, de hecho la carne bovina es la más segura en el mundo. En

los próximos años la demanda de carne bovina italiana aumentará y por eso es

importante desarrollar nuevos métodos hoy.

Los italianos conocen bien la calidad de sus productos, por eso cuando van de

compras, siempre eligen productos italianos. Pero cuando los italianos viajan, saborean

los productos locales y no quieren los italianos. Además Italia exporta varios alimentos

y también los importa, por eso si los productos son de calidad, no importa de donde

lleguen. Un ejemplo son las naranjas españolas, que todos los italianos compran y

comen. Con su cultura y tradición, los italianos no aceptan comprar productos

extranjeros. La cuestión

importante no es aceptar

productos italianos

falsificados sino productos

extranjeros típicos. En la

selección que los italianos

hacen hay una forma de

nacionalismo. Esta es la

prueba que tienen una tradición culinaria y una educación alimentaria que se hace

creciendo, comiendo productos italianos y preferiéndolos a todo el resto. Los

pedagogos afirman que el rechazo de los alimentos extranjeros, se debe a la memoria

alimentaria que tienen y a unos gustos que el cerebro no acepta cambiar. Los italianos

afirman que serían disponibles en poner aranceles para los productos alimenticios. Una

provocación pero también una demostración de cuanto tengan a sus propios productos.

Según recientes sondeos los italianos creen que los productos italianos tienen un valor

dos veces superiores a los otros y los que prefieren son sobre todo los de origen

controlada y protegida y los biológicos. Por lo que concierne comprar productos

extranjeros los italianos no tienen problemas con el vestuario, los coches, los

electrodomésticos, mobiliario, productos de belleza y de electrónica, pero el porcentaje

de los que prefieren que los alimentos sean italianos es del 92%. La motivación es

siempre la misma, un coche italiano o extranjero tiene que ser seguro

indipendientemente del país de producción, una computadora tiene su garantía

mientras la comida si no es segura, el riesgo verdadero es para nuestra salud.

El problema real es lo de un mercado de productos falsificados que está

superando lo de los originales. Varias empresas tienen mercadería no vendida porque

otras han ocupados sus partes del mercado. Si Italia gana su lucha contra el falso

italiano, ¿será posible producir todos los jamónes o todo el parmesano que se

necesitan? Probablemente no o seguramente no, pero la voluntad del Estado italiano y

de sus asociaciones es la de poder vender un producto original y si esto no es

suficiente, los otros están libres de vender sus productos, pero productos símiles y

sobre todo con un nombre diferente. El consumidor podrá elegir lo que quiere,

consciente de la diferencia entre uno y otro. Así se puede defender al consumidor y

sobre todo a los productores que sufren realmente de esta situación que Italia está

viviendo. Bien pensando en un producto y su gusto, si la mozzarella estadounidense o

china tendría otro nombre, ¿qué preferirían los consumidores?

La del “hecho en Italia” es una batalla que ha llegado a una confiscación de

542,3 mil millones de euros de mercancía falsificada. Los italianos ahora compran más

veces en una semana directamente del productor y la comida biológica también tiene

un aumento del 8%.

Intentando unir la tradición italiana con los gustos modernos, el ex ministro de

Agricultura, Pesca y Alimentación Luca Zaia, ha estipulado un acuerdo con la

multinacional de la

comida, McDonald's,

creando un bocadillo

100% italiano, el

McItaly. Una decisión

casi obligatoria: intentar

explicar a los jóvenes

que comer sólo hamburguesas no es sano. Así los jovenes las pueden comer porque

tienen productos sanos y frescos. Esta hamburguesa tiene carne italiana, aceite de oliva

extra virgen, queso Aciago DOP, Bresaola de la Valtellina IGP, panceta, trigo

sarraceno, cebollas de Tropea y crema de alcachofas a la romana.

“La hamburguesa Mc Italy nos permite vender en un mes mil toneladas de

productos agrícolas italianos certificados y de calidad por un valor de tres millones y

medio de euros”, afirma el ministro de Agricultura. “Además, esperamos poder a

través de esa hamburguesa convencer a los jóvenes a abandonar la comida basura a

favor de una alimentación más sana”13

. El bocadillo se presentó en el mes de enero

2010 en un McDonald's en el centro de Roma. El objetivo es lo de no dar importancia

al fast food y darla al good food. Zaia ha agregado: “La propuesta está diseñada para

'promover el sabor de Italia' particularmente entre la gente joven. Estamos decididos

a defender nuestra identidad y la marca 'Hecho en Italia', queremos darles una

muestra de los sabores italianos a nuestros jóvenes". Una idea nueva, diferente. No

sólo una finalidad comercial para la multinacional estadounidense pero una invitación

por parte de Zaia que en su periodo como ministro ha trabajado mucho por la defensa

del “Hecho en Italia”, las tradiciones y la cultura de la comida italiana como buena y

sana. Sin duda hay tantas críticas también por un bocadillo. En primer lugar no es

admisible que el gobierno italiano haga acuerdos con una multinacional

estadounidense. Además expertos afirman que los ingredientes no son sanos y que es

sólo mala publicidad. La hamburguesa tiene 715 calorías, o sea el 36% de lo que

necesita una mujer en un día, con 3,3 gramos de sal. La Organización Mundial de la

Salud aconseja utilizar un máximo de 5 al día. Se dice que otras hamburguesas de

McDonald's como el BigMac tengan menos calorías y sal que el McItaly y que la

verdadera motivación por la cual se ha creado es completamente diferente de la

explicada. El crítico gastronómico Matthew Fort que escribe por el Guardian, ha

acusado al gobierno italiano definiéndolo sólo como un movimiento político y

afirmando que: “Los escarceos del presidente con mujeres jóvenes, las acusaciones de

13 elmundo.es

oscuras conexiones y todo tipo de arreglos cutres no son nada comparados con este

monstruoso acto de traición nacional”. “Para muchos italianos”, explica Fort, “su

identidad reside en la comida, no sólo en la de la región en la que nacieron, sino en la

ciudad, el pueblo o incluso la casa. Y sostienen la superioridad de su producto y sus

platos locales con pasión. Es por eso que comer para Italia es una delicia continua. El

placer está en la diversidad, no en la homogeneidad. Y es ese tipo de idiotizante

igualdad global y de mediocridad la que representa McDonald’s”14

. Cualquiera

persona ha creado blogs en la Red, artículos contra el bocadillo, pero nadie ha hecho la

cosa más importante, comerlo. Pero unos intelectuales nunca podrían hacer una cosa

de este nivel. McDonald's Italia es muy diferente de McDonald's USA y bien sabe que

los consumidores conocen y tienen una cultura, una tradición y una base culinaria, al

contrario de los americanos. Sus decisiones están bien ponderadas porque los italianos

no juegan con la comida. Por eso, a quien afirmaba que el dejar de vender de la

hamburguesa era un fracaso de toda la idea McItaly, desde el primer día, McDonald's

ha contestado con unos datos, tres millones de hamburguesas en un periodo de cinco

meses. Además existía un comunicado de prensa en el cual se decía que la duración del

proyecto era de ocho semanas, pues ha sido ampliada. En el mes de septiembre 2010

hará un nuevo menú con productos italianos y gracias a McItaly Italia ha exportado

150 toneladas de “Parmigiano Reggiano DOP” en los McDonald's de Francia. En

Alemania se venderá una hamburguesa con “Parmigiano Reggiano DOP” y panceta

italiana, como ya se ha hecho en Suiza y Portugal. Después de las varias explicaciones

que McDonald's ha publicado, se ha añadido una nota al final del artículo incriminado,

donde la redacción del sitio Internet no compartía la idea del autor y que las

14 ondakin.com

informaciones del artículo, son solo varias informaciones y noticias de la Red y no

oficiales. Por eso el sitio rechazando todas responsabilidades subrayó la estupidez del

autor.

Cuánto hablar por una hamburguesa. Quien quiere la come, quien no, es libre de

comer otro. Pero cuando se polemiza con el “Hecho en Italia”, la tradición y la cultura

italiana, todo el país hace una revolución porque como occurre para la nacional de

fútbol y el “amor” para los franceses, también cuando se trata de comida todos se

sienten hermanos y nacionalistas.

5.0 Asociaciónes del gusto y vuelta a las orígenes

En 1989 en Italia nace Slow Food, en oposición a la comida rápida y a las

multinacionales que las administran con el objetivo de descubrir y vivir con gusto las

tradiciones, encontrando el placer de comer con un estilo de vida menos frenético.

Slow Food propone gustar la comida, sentarse a la mesa también con unos comensales,

rechazando lo que la sociedad y la globalización de hoy nos imponen y prefiriendo los

placeres de la vida y el respeto por la comida. En todo el mundo Slow Food promueve

y defiende las tradiciones agrícolas y gastronómicas y lucha contra las multinacionales

de la comida rápida. La misión es muy grande, importante y cuando se creió Slow

Food, se escribió un

manifiesto en el cual se

afirmaba: “ Este nuestro

siglo, que ha nacido y

crecido bajo el signo de la

civilización industrial, ha inventado primero la máquina y luego la ha transformado

en su propio modelo de vida. La velocidad nos ha encadenado, todos somos presos del

mismo virus: la “Fast-Life”, que conmociona nuestros hábitos, invade nuestros

hogares, y nos obliga a nutrirnos con el “Fast-Food” […] “Comencemos desde la

mesa con el “Slow-Food”, contra el aplanamiento producido por el “Fast-Food”, y

redescubramos la riqueza y los aromas de la cocina local. Si la “Fast-Life”, en

nombre de la productividad, ha modificado nuestra vida y amenaza el ambiente y el

paisaje, “Slow-Food” es hoy la respuesta de vanguardia. Y está aquí, en el desarrollo

del gusto y no en su empobrecimiento, la verdadera cultura, es aquí donde puede

comenzar el progreso con un intercambio internacional en la historia, en los

conocimientos y proyectos.“Slow-Food” asegura un porvenir mejor.”15

Un movimiento cultural que quiere su derecho en el poder elegir los alimentos y

gustarlos en manera justa o sea, salvaguardando la biodiversidad, enseñando a los

jóvenes lo que significa gusto, promoviendo un diferente estilo de vida, un estilo slow,

no solo en oposición a la vida frenética pero también al respeto de los tiempos

naturales del medio ambiente y de la agricultura. Con estos ideales Slow Food ha

suscitado el interés de varias personas y hoy tiene 83.000 socios con filiales en 100

países y 800 “convivia” es decir las sedes donde se puede degustar la comida. Una

defensa del lugar en el cual se come y de sus productos típicos. Un producto local

permite también una mejor relación con el productor. Las reglas tienen que ser

respetadas y compartidas. Los creadores y los socios de la asociación se han dado un

sobrenombre, “los soldados del gusto”, como prueba que aunque sea pacífica la misión

es una lucha verdadera. En los últimos años la asociación ha llegado a ser muy

importante y ahora es una casa editorial que publica guías gastronómicas, ensayos y la

revista de Slow Food, presente en 30.000 copias. En esta se pueden leer noticias de

agricultura, alimentación, comidas varias y todos los argumentos que interesan a los

socios. La última idea ha sido la de crear la Universidad de Ciencias Gastronómicas de

Bra, que cuenta dos sedes, una en Pollenzo (Cuneo) y otra en Colorno (Parma). Hace

algunos meses que en Génova es posible inscribirse a un curso de licenciatura en el

sector pesquero. Pero no es una Universidad para todos. El coste es muy alto, de hecho

la enseñanza para ellos es como la comida que defienden, cara. Un ejemplo es el

15 slowfood.es

“banco del vino”, una bodega en los subterráneos de la Universidad con 50.000

botellas por un valor de 4 millones de euros. Se sabe dónde pueden encontrar dinero si

tendrán problemas financieros.

Slow Food era un suplemento del periódico italiano “Il Manifesto”,

políticamente conocido por sus ideales de izquierda. De hecho el público era sólo

gente de izquierda y quien escribía eran intelectuales de izquierda, contra las

multinacionales y Estados Unidos en general. Fortunatamente las cosas con el tiempo

han cambiado y sobre todo los extranjeros no han tomado en consideración la cosa.

Hoy es un movimiento importante y de alto nivel, por eso también sufre de críticas.

Los consumidores afirman que Slow Food no piensa en ellos, porque da publicidad a

la buena comida y a productos que tienen un costo muy alto. Carlo Petrini, uno de los

fundadores del movimiento afirma que no se da la justa importancia a la comida, que

la comida tendría que ser más cara y que si se gasta dinero para un móvil, tenemos que

gastarlo también para un queso. Probablemente este es el error que cometen “los

soldados del gusto”, porque con la difícil situación económica que estamos pasando,

siguen teniendo una visión utópica de la vida y del mundo.

Slow Food no hace solamente publicidad y lecciones de comida sino que crea

unas “centilas” que se ocupan de cultivar y curar semillas y productos que están

desapareciendo. En Francia por ejemplo un pequeño pueblo ha empezado cultivando

una semilla de lenteja que había casi desaparecido y ahora se produce y se vende en

los supermercados de Francia y Suiza.

Otra asociación que colabora con Slow Food es Eataly, con sedes en Italia,

Estados Unidos y Japón y organiza también degustaciones, exposiciones, cursos de

cocina y otras iniciativas. Esta tiene

varios centros comerciales donde se

pueden encontrar todos los

productos italianos, fruta y

hortalizas según la temporada y

panadería, carnicería, pescadería,

especias, vinería, pizzería

napolitana, restaurantes temáticos, una librería y un centro docente culinario. Una

asociación diferente que pone en su objetivo el amor para la comida sin política y

críticas gratuitas.

El mejor amigo de Slow Food pero es otro. Se llama Terra Madre y defiende los

derechos de ganaderos, campesinos y pescadores. Terra Madre es también una cumbre

que desde 2004 se organiza en Italia donde campesinos de todo el mundo tienen la

posibilidad de hablar y promover sus iniciativas. La idea es interesante y ayudar a los

campesinos es justo.

No es justo que algunos campesinos cuando protestan en defensa de sus

derechos cometen actos de vandalismo. El más famoso es José Bové, ganadero francés

y productor del queso roquefort. El 12 de agosto de 1999 junto a otros ganaderos

demolieron un McDonald's de su ciudad. El objetivo no era el de asaltar a la

multinacional sino lo de boicotear la “comida asquerosa”. Él y otros activistas como

João Pedro son la referencia de Via Campesina, la federación internacional de

cultivadores que organiza guerrillas combatiendo contra el poder de las instituciones.

Colabora con asociaciones de todo el mundo y está globalizada tanto cuanto los

organismos que combate. Una manera equivocada de manifestar su propia opinión. No

es normal ver a campesinos que luchan y que cometen actos de vandalismo. Pero se

sabe que los campesinos no tienen una gran cultura y no saben resolver los problemas

con el medio más eficaz, hablar.

En el mundo hay

varias asociaciones con

varias finalidades. Lo más

importante es proteger las

tradiciones, sin el uso de la

fuerza. Por desgracia países

como Estados Unidos no

tienen una cultura y una

tradición alimentaria. De

hecho es un país que se ha

desarrollado gracias a los

inmigrados y como platos

nacionales dice de tener

pasta o otros platos, típicos

de otros países. Ellos no entienden cómo para Italia, España, Grecia, Francia las

tradiciones y la comida de su propio país tengan un valor parecido a lo de la familia.

La dieta mediterránea es la alimentación básica de estos países y es también una

alimentación sana y que previene las enfermedades gracias a sus ingredientes.

Las generaciones futuras tienen que saber la historia y la cultura de la comida,

no tienen que comer gustos estandarizados e intentar conocer siempre nuevas comidas,

estudiar la conservación de los alimentos y conocer la temporada en la cual hay una

fruta u otra. Más responsabilidad, más conocimientos y más respeto y la seguridad

alimentaria será posible.

6.0 Conclusión

Todo ha cambiado, las costumbres, las necesidades, las modas, las personas y

los gustos también. Estamos viviendo en una época en la cual se cree que la comida

nunca se pueda acabar, pero también los ricos árabes creían que el petróleo nunca

podía terminar, pero hoy

had decidido invertir

dinero en otro. Hace 50

años tirar papeles en la

calle no era un problema,

hoy sí. Preocuparse de la

alimentación hoy puede

significar tener un mejor

futuro. Aquí unos consejos útiles sobre lo que hay que hacer:

Enseñar y aprender: Hacer preguntas, conocer los productos locales y sus

estaciones.

Cultivar sólos: Intentar hacerse un huerto en casa o en el balcón.

Unirse: Ayudar a los campesinos.

Cambiar menú: Utilizar productos locales y típicos. Preferir fruta, hortaliza y

cereales, mejor si biológicos.

Comprar con la cabeza: Leer las etiquetas y verificar los ingredientes.

Tener su propia idea: Estar informados, tener una idea y no dar la culpa a los

demás de nuestras decisiones.

Estos son solo consejos y no pueden resolver todos los problemas del mundo pero

pueden ayudar. En las ciudades el estilo de vida y las posibilidades de hacer una vida

tranquila con su propio huerto no es fácil pero se puede intentar.

En estos capítulos se ha analizado cómo la gente ha cambiado su manera de

comer, de comprar la comida, de cultivar, de cocinarla, y sobre todo de venderla.

Nuestra salud puede encontrar riesgos si no se pone atención a la comida. La comida

es un mercado con intereses económicos increíbles. Hay quien lucha para demostrar

que una hamburguesa es sana y quien lucha para los productos de su tierra. Nosotros

somos los verdaderos culpables. No se puede resolver la cuestión con una revolución,

porque esta casi nunca ha llegado a éxitos favorables. Tenemos que dejar las cosas así,

cambiar las costumbres y el cambio verdadero pasará. El gusto es de todos. Si

cualquiera persona prefiere comer hamburguesas y beber Coca-Cola es libre, pero no

tiene que inculpar a otros si su hígado no está bien. Tenemos la posibilidad de elegir

que comer, tenemos la posibilidad de gastar el dinero que queremos para comer,

tenemos la posibilidad de viajar y conocer culturas y gustos, tenemos la posibilidad de

conocer nuestra cultura y tenemos que reconocer nuestras responsabilidades, no somos

puros e inocentes. Aceptándolo o no:

“Somos lo que comemos”.