1. Origen de La Guerrilla
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ORIGEN DE LA GUERRILLA COLOMBIANA
ZULY AGUILAR VELEZ
INSTITUCIÓN EDUCATIVA ALBERTO MENDOZA MAYORYUMBO VALLE
2014ORIGEN DE LA GUERRILLA COLOMBIANA
ZULY AGUILAR VELEZ
Presentado a la profesoraNORALBA MONDRAGON
En el área de socialesGrado 9-4
INSTITUCIÓN EDUCATIVA ALBERTO MENDOZA MAYORYUMBO VALLE
2014
INTRODUCCIÓN
Cuando se habla de "la violencia en Colombia" se corre el riesgo de emplear una
fórmula que muchas personas entienden de muy diferentes modos. Unos piensan
en los horribles crímenes del narcotráfico, con sus asesinos a sueldo o "sicarios",
sus bombas y sus implacables atentados contra jueces, periodistas y políticos
honrados. Otros piensan en los grupos paramilitares con las espeluznantes
masacres, mutilaciones y torturas de sus víctimas que son casi siempre gente
humilde del pueblo, trabajadores, campesinos, estudiantes, sindicalistas. Otros
evocan las emboscadas guerrilleras, los atentados contra oleoductos y empresas
extranjeras, los ajusticiamientos de "sapos" presuntos o reales y, últimamente, las
ejecuciones en masa de personas desarmadas de diversa edad y condición.
Otros, en fin, traen a la mente los secuestros, los robos, la delincuencia brutal de
las ciudades y los campos, en un país que ostenta las más altas cifras de muertos
por causas de violencia en todo el continente americano, con 40.000 víctimas
cada año.
1.1 ORIGEN DE LA GUERRILLA
La guerrilla colombiana tuvo su origen luego de los graves hechos ocurridos
durante el nueve de abril de 1948, cuando fue asesinado el líder y caudillo del
Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán. Ese hecho fue el detonante para que
explotara abiertamente el odio partidista: unos en la oposición; otros, los
conservadores, aprovechando el poder para ejecutar las más crudas
persecuciones. Ese episodio, conocido en el país como la época de la violencia,
originó que los campesinos liberales armaran grupos de autodefensa en contra de
las agresiones oficialistas.
Uno de esos fue liderado por Pedro Antonio Marín, mejor conocido como Manuel
Marulanda Vélez, ´Tirofijo´ y actual jefe máximo de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, FARC. En ese entonces su lucha tenía un norte:
sobrevivir, y el camino de las armas era quizás el único que le garantizaba
mantener su vida y la de 50 compañeros más.
En esos tiempos, década del 50, no se hablaba de la expansión comunista, de la
guerra fría, de la cortina de hierro, y mucho menos de Cuba o Fidel Castro. El
tema eran los partidos liberal y conservador, y su guerra fraticida. Por tal razón se
puede decir que la guerrilla colombiana se originó por motivos políticos antes que
sociales o económicos.
A medida que pasaba el tiempo los acuerdos de paz de los respectivos gobiernos
con los guerrilleros liberales dejaron de cumplirse, y las amnistías se convertían en
una firma de defunción ante los odios políticos y sectarios. Ante esta situación,
Marulanda continuó en la clandestinidad.
En la década del sesenta y setenta su grupo guerrillero adquirió popularidad ante
la avanzada comunista en el Caribe y ante un nuevo discurso denominado
´marxista´ que tenía como objetivo la lucha de clases. Sin embargo, y desde la
década del ochenta, sus objetivos se volvieron económicos y de poder, gracias a
su estrecha relación con el auge del narcotráfico. Por eso, cuando la era
Gorbachov provocó la caída del comunismo en la Unión Soviética, la situación de
la guerrilla no cambió, pues el poder del dinero no tiene colores ni filiaciones
políticas.
1.2 Movimiento Obrero Estudiantil Campesino MOEC:
Apareció en Colombia en 1959, fundado por estudiantes la mayoría de
universidades públicas. Este movimiento se dividió básicamente en dos líneas, la
primera línea con un carácter político urbano y la segunda línea fue de carácter
militar. Luego de varias arremetidas del ejército colombiano llego a su fracaso.
Ejército Revolucionario de Colombia ERC: Fundado por el ex guerrillero liberal
Roberto Gonzales, alias “Pedro brincos” la aparición de este grupo revolucionario
se dio en el norte del departamento antioqueño en 1969. Tuvo una vida corta,
luego de enfrentamientos con el ejército su fracaso fue inevitable.
Fuerzas Armadas de Liberación FAL: entro en escena a partir de 1964, tuvo
varios intentos foquistas, pero término siendo aniquilado por el ejército
colombiano.
Ejército Popular de Liberación EPL: en sus inicios, el EPL buscaba aplicar las
experiencias del comunismo chino. Fundado en 1965 por Pedro León Arboleda,
Pedro Vásquez Rendón y Libardo Mora, entro en acción bajo el influjo de las ideas
Maoístas que proclamaban la guerra popular prolongada teoría que iba en contra
de la ideología de otros grupos. Los enfrentamientos militares entre 1967 y 1969 lo
llevaron prácticamente a la extinción.
Movimiento 19 de abril M-19: nació en 1972 en las postrimerías del frente
nacional, el M-19 fue la respuesta al supuesto fraude electoral del 19 de abril de
1970, de donde tomo su nombre. Su composición fue variada: Jaime Bateman,
Álvaro Fayad, e Iván Marino Ospina, provenientes de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia y el partido comunista colombiano, mientras otros
como: Carlos Toledo Plata y Andes Almarales provenientes de la fracción
socialista de la Alianza Nacional Popular. El M-19 se caracterizo por una ideología
nacionalista que intentaba tomar ideas de SimónBolívar. Movimiento
exclusivamente urbano, después de su desmovilización en 1990, se integró a la
actividad política.
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC: Hacia 1949, cuando
sobrevino la violencia bipartidista, el partido comunista ayudo a la organización de
comunidades donde tenia influencia, para protegerlas de la acción de liberales o
conservadores. Estos comités de resistencia se radicalizaron debido a la política
represiva de Laureano Gómez, pero se acogieron a la amnistía de Rojas Pinilla.
Cuando volvió a arreciar la violencia oficial, en 1955, estos veteranos guerrilleros
se refugiaron en las llamadas “repúblicas independientes”. Estas eran zonas que
no tenían ningún tipo de control del estado, en ellas habitaban comunidades
campesinas y estaban organizadas en autodefensas.
Procesos exitosos que acabaron con el M-19 y otros grupos menores
Vino el gobierno de Virgilio Barco, en cuya administración se tuvieron los mayores
logros, como quiera que en medio de la dura violencia generada por el M-19, se
iniciaron conversaciones. Claro que ese grupo sufrió duros golpes que lo dejaron
debilitado. Fue así como entre enero de 1989 y marzo de 1990 se realizaron las
conversaciones con las cuales se logró la desmovilización y disolución de esta
organización armada, que luego se convirtió en partido político. Este proceso fue
orientado por el entonces Consejero Presidencial para la Paz, Rafael Pardo
Rueda, quien ocupó ese cargo desde 1988 y hasta el final de la administración
Barco.
También fue exitoso un proceso con el Ejército Popular de Liberación (EPL), grupo
con el que se firmó un acuerdo en mayo de 1990, que logró la desmovilización de
buena parte de sus integrantes. Sin embargo, una disidencia encabezada por el
guerrillero Francisco Caraballo impidió que la desarticulación del grupo fuera total.
Caraballo fue posteriormente capturado en 1994.
En la administración Barco también se inició un proceso con el movimiento
armado Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) un grupo fundado en
1982. Este proceso culminó con un acuerdo en Ovejas, Sucre, en enero de 1991,
cuando ya estaba en marcha el gobierno de César Gaviria. Entonces se
desmovilizaron unos 200 hombres.
En el mismo gobierno Barco se activó una Consejería para la Paz que intentó
acercamientos, sin éxito, con la llamada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar
(CGSB), integrada por Farc, ELN y la disidencia del EPL.
Los procesos de paz en el gobierno Gaviria.
Además de la firma del acuerdo de paz con el PRT que inició el gobierno Barco,
durante la administración de César Gaviria Trujillo (1990 - 1994) se logró la
desmovilización del proindigenista Movimiento Armado Quintín Lame. En marzo
de 1991, cuando sesionaba la Asamblea Constituyente, se produjo la entrega de
armas de unos 150 combatientes, en una ceremonia realizada en Pueblo Nuevo,
en jurisdicción de Caldono, en el departamento del Cauca.
En el Gobierno Gaviria se intentó, por tercera vez, un diálogo que la CGSB, que
además de las Farc, integraban el ELN y la disidencia del EPL. Fue en mayo de
1991, cuando estaba en su recta final la Asamblea Constituyente para promulgar
la nueva Constitución Política, cuando el gobierno de Gaviria realizó una reunión
con la CGSB en Cravo Norte, Arauca, en la que se acordó el inicio de
conversaciones directas en Caracas, Venezuela.
El acuerdo de Puerta del Cielo.
Durante el gobierno de Ernesto Samper (1994 - 1998) el proceso más destacado
se intentó con el ELN y el EPL, en las llamadas conversaciones de Maguncia,
nombre tomado del lugar de reuniones, la ciudad de Maguncia, en Alemania.
Este diálogo fue posible gracias a la activa y directa participación de la sociedad
civil. Tanto el ELN como el EPL tenían a importantes líderes presos en la cárcel de
Itagüí.
El proceso con las Farc en el gobierno Pastrana.
El último diálogo de paz formal lo sostuvieron el gobierno de Andrés Pastrana
(1998 - 2002) con la guerrilla de las Farc en la zona de distensión para la paz, un
área conformada por cinco municipios de Meta y Caquetá, que fueron
desmilitarizados.
Este proceso comenzó a gestarse incluso antes de que Pastrana asumiera el
cargo y se instaló formalmente el 7 de agosto de 1999. En el acto, realizado en
San Vicente del Caguán, el presidente Pastrana se quedó esperando al jefe
máximo de las Farc, Manuel Marulanda, quien no finalmente no llegó y su silla se
quedó vacía.
Pese a ese tropiezo, el proceso continuó con múltiples tropiezos generados por las
acciones bélicas de los guerrilleros, quienes cometieron múltiples atentados,
secuestros y otros hechos que llevaron a varias congelaciones. El mayor avance
fue una "agenda común" denominada "por el cambio hacia una nueva Colombia" y
que fue suscrita entre gobierno y Farc el 6 de mayo de 1999.
En el año 2000 las Farc declararon una tregua unilateral, lo que permitió que
algunos de sus miembros, encabezados por Raúl Reyes, viajaran por varios
países de Europa acompañados por el entonces Alto Comisionado para la Paz,
Víctor G. Ricardo.
Sin embargo, poco después volvieron las acciones terroristas, como el caso del
"collar bomba" colocado por un comando guerrillero a una mujer campesina de
Boyacá, para presionarla a que pagara una extorsión. Cuando un artificiero intentó
desactivarlo, la carga estalló y causó la muerte de esta señora, Ana Elvia Cortés.
Las Farc negaron su autoría, pero el gobierno las culpó.
1.3 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo
(FARC- EP)
Surgieron en 1964 y desde esa fecha hasta ahora (50 años en total) actúan
principalmente en la zona limítrofe entre Colombia y Venezuela. Su ideología es
marxista- leninista y cuenta con aproximadamente 7800 integrantes.
Algunos países han denunciado la presencia de este movimiento en sus tierras,
entre ellos Venezuela, Ecuador, Perú, Paraguay y México. En algunos casos el
grupo cruza fronteras para ampliar su mercado de drogas ilegales y en otros,
como en Paraguay, para establecer relaciones con otros movimientos guerrilleros.
Considerado un grupo terrorista por la mayoría de los países del mundo,
desarrollan acciones como implantación de minas antipersonas; el asesinato de
civiles, miembros del gobierno, policías y militares; el secuestro con fines
extorsivos; atentados con bombas y armas no convencionales; el desplazamiento
forzado de civiles; el reclutamiento de menores; y la destrucción de infraestructura
por medio de bombas o dinamita. A todas estas actividades se suma que se
encuentran relacionados con el narcotráfico.
El Ejército Popular de Liberación (EPL)
Se fundó en 1967, aunque no inició acciones militares hasta un año después.
Actualmente una parte de los miembros sigue actividad en forma de milicia y
actúan conjuntamente con otras agrupaciones como ser las FARC y el ELN. Se
ubican en las regiones de Antioquía y Caldas (noroeste del país), y de La Guajira y
Santander (norte y nororiente de Colombia). Mantienen su objetivo inicial de
establecer un Estado socialista, presionar y derrocar al Gobierno y luchar por
cambios sociales, políticos y económicos.
El resto de los integrantes del grupo se desmovilizaron en 1991, lo que convirtió al
EPL en el grupo guerrillero más pequeño del país (según las últimas cifras
conocidas cuenta con 200 combatientes divididos en tres frentes). En esa época
2.556 miembros pasaron a la legalidad y entregaron 850 armas, muchos de los
cuales fueron asesinados luego por miembros de las FARC. A su vez, en 1996 se
dieron varias deserciones.
Ejército de Liberación Nacional (ELN)
También fue fundado en 1964 y es considerado una agrupación terrorista por
algunos países, entre ellos Colombia, Perú, Estados Unidos, Canadá y la Unión
Europea.
Actúa en diferentes zonas del país, principalmente en las ubicadas en la región del
Catatumbo al noroeste de Colombia, y tienen ideología marxista- leninista. Entre
sus principales actividades se encuentran la colocación de minas antipersonas, los
secuestros y la destrucción de infraestructura con bombas y dinamita.
Recientemente el Gobierno colombiano anunció que desde fines de 2013
mantiene con esta agrupación conversaciones exploratorias a fin de armar una
agenda para iniciar un diálogo similar al que se desarrolla con las FARC.
2. Orígenes del Narcotráfico.
El narcotráfico en Colombia es un fenómeno económico y social que se dio en
todo el país, dividiéndolo así en cinco focos principales, que surge a mediados de
la década de los sesenta y sigue en funcionamiento, especializado en la
producción y comercialización de drogas a nivel nacional e internacional.
os antecedentes de este fenómeno, podemos ubicarnos en un panorama nacional
complicado, protagonizado especialmente por la violencia política de los años
cuarenta y cincuenta, al igual que por el período de exclusión política del Frente
Nacional, entre muchos otros problemas que surgían en Colombia
contemporáneamente. El narcotráfico, como tal, nace en la década de los sesenta,
período en el que la demanda mundial de drogas como la marihuanaaumentó
considerablemente, sin una clara oferta en respuesta. Colombia, para este
entonces, apenas tenía unos primeros centros de narcotráfico, centros como el de
La Guajira, Buenaventura, y Urabá entre otros, con un escaso papel en el
creciente mercado mundial.
Siendo la marihuana la principal droga de producción en Colombia (especialmente
en la Sierra Nevada de Santa Marta), el país entra al mercado mundial del negocio
de la droga con uno de los productos más finos y apetecidos. El primer epicentro
de la droga en Colombia fue el costeño,
hecho casi predecible tomando en cuenta los antecedentes del negocio de la
droga y contrabando en esta zona, y se expande a lo largo de departamentos
como La Guajira, Magdalena, Cesar, Atlántico y Bolívar, siendo el primer núcleo
de exportación de droga a Norte América. Ya establecidas las primeras redes de
narcotráfico con Norte América, el negocio empieza a prosperar a un ritmo
acelerado, por lo que no tardaría mucho para que Colombia creciera internamente
como productor, para satisfacer así la elevada demanda.
En el momento del crecimiento del negocio, es cuando se resaltan las raíces del
narcotráfico, que a fin de cuantas, son las mismas en los cinco focos, y exponen
los problemas de trasfondo que llevaron al país a caer en el negocio de las
drogas.
“Los cinco focos de la mafia colombiana presentan características comunes en su
configuración desde el punto de vista histórico, ya que se consolidaron sobre la
crisis de los productos básicos de la agroindustria, la minería o el comercio de las
burguesías locales, y los consiguientes traumatismos económicos, sociales,
culturales y de orden público, muy contundentes hacia 1970 en
las cinco regiones.”
Si bien es cierto que cada uno de los focos se especializaría en la producción de
un tipo de droga específico, y cada uno lucharía por la prosperidad individual, el
problema del narcotráfico tiene, a fin de
cuentas, un claro y único propósito: Superar la crisis económica por la que el país
atravesaba, y sobrellevar el desempleo y la violencia. La respuesta inmediata a la
crisis económica que surge en el país fueron las mafias, quienes urgidas de
trabajadores, emplean a campesinos y desplazados para sus crímenes.
3. El Paramilitarismo en Colombia
En Colombia, desde la década de los años ochenta del siglo XX tomó fuerza el
paramilitarismo como estrategia contrainsurgente, política que no ha sido
reconocida como tal por parte de los distintos gobiernos y se expresa como
terrorismo de Estado. Incidió en el surgimiento de tal fenómeno, la ideología
anticomunista que profesan la mayoría de miembros de las fuerzas armadas, la
cultura política derivada de la
violencia, la corrupción y el clientelismo, así como el narcotráfico, al igual que las
influencias externas, provenientes principalmente de Francia y Estados Unidos. El
paramilitarismo invadió las distintas estructuras del poder estatal, en la perspectiva
de configurarse como un proyecto político, militar, social y económico de alcance
nacional.
Originado, según sus mentores, como una respuesta a los excesos de la guerrilla,
el paramilitarismo ha privilegiado, como métodode lucha, las masacres, asesinatos
selectivos y desplazamientosde población civil, acusados de ser simpatizantes o
colaboradores de las guerrillas.
4. Violencia actual en Colombia.
Posiblemente el mejor y más preocupante indicador actual de la magnitud de la
violencia que vivimos sea el de los homicidios. En los últimos veinticinco años del
siglo pasado el país casi llegó a un total de medio millón de homicidios. En la
última década se registró un promedio anual de 25.000 homicidios. En el año
2000 el país superó dicho promedio y alcanzó un total de 25.655 homicidios, para
una tasa de 61 homicidios por cien mil habitantes, según los datos del Centro
Nacional de Referencia sobre Violencia del Instituto de Medicina Legal. Como la
tasa media mundial es de 5 por cien mil, puede apreciarse la magnitud de la
tragedia: Colombia tiene en la actualidad una tasa de homicidios doce veces
superior a la mundial.
Pero si las cifras totales causan alarma, su desagregación por edades, sexos,
regiones y sectores sociales y la mirada detallada de algunos de los hechos
deberían producir una inmediata respuesta nacional e internacional. Sólo tres
ejemplos. Primero: en el departamento de Antioquia, en 1994, 88% del total de
las defunciones de los hombres adolescentes entre 15 y 19 años se debió a una
sola causa: los homicidios.En las mujeres de la misma región y del mismo grupo
de edad el porcentaje alcanzó 46%. La mitad de los niños de 10-14 años del
mismo departamento que murieron en ese año, murieron también de homicidio.
Segundo: en el año 2000, según el Centro de Investigaciones Criminológicas de
la Policía Nacional, hubo en el país un total de 236 masacres, con un total de
1403 víctimas fatales. El 45% de ellas fueron cometidas por las denominadas
“autodefensas”- organizaciones paramilitares- y tuvieron sus principales
escenarios en los departamentos de Antioquia y Cesar. Y tercero: durante la
semana santa de 2001, los paramilitares incursionaron en la región del Naya, al
sur del país. El balance incompleto incluye más de 40 personas asesinadas entre
campesinos e indígenas. Y no ahorraron crueldad los autores de la masacre:
recurrieron a las sierras eléctricas y al descuartizamiento de sus víctimas. Todo
ello en “semana santa”.
No sólo los homicidios denuncian los niveles de barbarie. El secuestro se ha
convertido en una amenaza permanente y casi indiscriminada para toda la
población. El promedio diario actual es de aproximadamente cinco, incluyendo las
diferentes modalidades: individual, colectivo, extorsivo, político, delincuencial. Sin
alcanzar las magnitudes del homicidio y el secuestro, el país padece muchas
otras formas de violencia. El maltrato infantil en los distintos escenarios de la vida
social, el maltrato contra las mujeres y contra los ancianos en la familia y en otras
instituciones, los asaltos en las calles e inclusive el suicidio constituyen otras
formas de violencia registradas en el país,pero con frecuencia e intensidad
comparables e inclusive inferiores a las de otros países.
5. Problemas ambientales actuales en Colombia
Colombia es el país con más conflictos ambientales en el mundo, reveló Atlas Global de
Justicia Ambiental en el marco del foro 'Conflictos socio-ambientales en el siglo XXI' que
organizó la Universidad del Rosario.
La zona Andina de Suramérica, desde Chile hasta La Guajira, está cargada de conflictos en
minería, en gestión de recursos, en biomasa, en conflictos por tierra, en combustibles
fósiles y en conflictos por el agua, entre otros.
La investigación Gestión Ambiental Territorial, que realizó la Universidad Javeriana y la
CAR Cundinamarca, señaló que Colombia tiene un problema de reconocimiento de
conflictos ambientales, al no saber en dónde están, qué información existe y qué derechos
tiene la gente.
“Un reconocimiento que pasa por entender al otro en su localidad, en su vereda, por decirlo
así, en su escala territorial”, indicó el profesor de la Javeriana.
Además de la falta de comprensión por los problemas ambientales, la sociedad se ha
acostumbrado a simplificar las características del mismo, “como cuando se dice que somos
un país con mucha riqueza, reduciendo así el análisis de la complejidad ambiental del país”,
agregó.
“Somos un país traumatizado por los efectos de la violencia, porque el narcotráfico
nos ha hecho ver como un país criminal y porque la corrupción ha permitido que
los dos anteriores prosperen”.
Explotación de recursos y medio ambiente
Hay una explotación poco consciente de los recursos. “Cuando se abre un
boquete estamos abriendo nuevos mundos que no sabemos qué afectación
tengan sobre el equilibrio natural. Así podemos ver cómo los habitantes de
Malambo denuncian que hay plomo en la sangre de los niños o en La Guajira más
de 80 mil niños amenazados por la sequía”.
Es por esto, que muchos de los conflictos que se presentan por razones de
extracción de minerales surgen debido a la coincidencia de asentamientos
humanos muy densos con la existencia de recursos minerales y el clima tropical.
Para el profesor Pérez, una muestra de lo anterior es Cundinamarca, donde
aproximadamente tres cuartas partes del departamento tienen avances de
procesos de expansión urbana, sin tener en cuenta cómo esa ocupación afecta en
el proceso del agua. Por ejemplo, el impacto a los páramos.
Soluciones a conflictos ambientales
Según Pérez, los conflictos socio-ambientales en Colombia deben enfrentar tres
factores de análisis:
1- Redistribución económica: Cuánto se gana y cómo se gana teniendo presente
la conservación.
2- Reconocimiento: Determinar que hay actores sociales que se mueven con o sin
el estado.
3- Representación: No ha habido un pacto común para reclamar las necesidades
ambientales.
6.
Debemos tomar conciencia de la deforestación y empezar a sembrar árboles en
cercanía a los ríos y sobre todo en su nacimiento y exigirles a las autoridades un
mayor control sobre tala de árboles cerca de los ríos.
CONCLUSIÓN
Colombia tiene, igualmente, el récord mundial en cantidad de organizaciones
independientes ocupadas en la defensa de los Derechos Humanos. Hay comités
regionales y locales, organizaciones de abogados y centros que se especializan
en la defensa de determinados grupos de la población, por su identidad étnica o
cultural, por su actividad profesional, etc. Se pensaría que todos esos esfuerzos
están coordinados a través de una red de solidaridad nacional e internacional que
garantiza la más amplia defensa de los Derechos Humanos en Colombia.
Pero, por desgracia, éste no es siempre el caso. Con frecuencia se observa una
celosa desconfianza mutua entre los distintos grupos de activistas por los
Derechos Humanos. La gran diversidad de estos grupos no parece obedecer a la
necesidad de extender la solidaridad a todos los sectores de la población civil
afectados por la violencia, sino más bien a la urgencia que tiene cada grupo de
asegurarse para sí y sus allegados una defensa que los otros grupos no les
ofrecen, por exclusión sectaria o por otras razones ideológicas o políticas.
En otras palabras, la enorme diversidad y dispersión, la falta de unidad y de
coordinación en los trabajos por los Derechos Humanos, no son sino el reflejo de
la trágica dispersión, división y fraccionamiento de las fuerzas y corrientes políticas
del pueblo colombiano.
BIBLIOGRAFÍA
Rodríguez López, P. y Pérez Jiménez, P. (1996). Ciencias sociales. 2ª ed. Santilla.
Lima, Boris a. (1988), Historia Colombiana, Colombia . Humanitas.