12 miércoles 12 de octubre del 2011Casa y Más • El Comercio

Perfil uniforme. La reglamentación de las alturas de los edificios permite mantener el protagonismo de la Torre Eiffel en la ciudad.

FOTOS: ROdRigO apOlaya

Arquitectura y ciudadCuatro jóvenes arquitectos peruanos viajaron a especializarse a cuatro importantes ciudades europeas. Desde allí nos envían sus impresiones cada semana

Entre París y LimaAlgunos paralelos entre la Ciudad Luz y la Ciudad de los Reyes

Primeras imPresiones

ARQUITECTO

Rodrigo ApolayaEnvíO dEsdEParís, Francia

Es casi inevitable, al co-nocer algo nuevo, compa-rarlo con lo conocido; es así como uno puede resaltar las virtudes y los defectos de las cosas. Me ha pasado en cada ciudad que he visi-tado y me ocurrió al llegar a París unas semanas atrás. Y, aunque pueda parecer absurdo comparar la capi-tal francesa con la perua-na por sus características tan distintas, me ayudará a describir mis primeras per-cepciones de esta ciudad.

Lima, inicialmente, se desarrolló siguiendo un modelo español de dame-ro, con la plaza como cen-tro de la ciudad y el desarro-llo a lo largo de caminos que conectaban este centro con algunos puntos importan-tes como los puertos o bal-nearios. París, en cambio, ha tenido un desarrollo en espiral teniendo como centro la Ile-de-France, is-la en medio del río Sena, y su expansión se dio dentro de los muros de protección que se construyeron a lo lar-go de la historia. Hoy, París comprende, sin contar los suburbios, 20 distritos con una población de más de 2

millones de habitantes en 105 km²: una densidad diez veces mayor a la limeña en un espa-cio menor.

el Poder y el PlaneamientoUna característica que llamó mi atención al comparar las ciudades fue la gran unifor-midad arquitectónica exten-dida en gran parte de los 20 distritos parisinos que hace que uno pierda el sentido de referencia y de ubicación. Esta imagen de ciudad es produc-to de grandes planes urbanos y regulaciones que han dado a París dicha característica.

La primera gran transfor-mación de la ciudad fue reali-

zada por Haussman en 1852 por encargo de Napoleón III. Fue una transformación ne-cesaria en carácter de salubri-dad, ya que buscaba ampliar las calles para mejorar la cir-culación del aire y que la luz natural llegase más a los edifi-cios. Se crean los grandes bu-levares de 20 o 30 m de ancho que rodean la ciudad (simila-res al ancho promedio de la Av. Javier Prado), y también grandes espacios públicos como plazas y parques, inclu-yendo los bosques de Boulo-gne y Vincennes a las afue-ras de la ciudad, nueve veces más grandes que el parque zonal Huayna Cápac (el área verde más grande de Lima

Plan Haussmann. Marcó la creación de grandes bulevares como el de Sebastopol. Los edificios tenían un lenguaje de líneas horizontales bien marcadas por las cornisas y los balcones.

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RodRigo ApolAyA

pARís Belleville

ApolAyA@gmAil.com

Metropolitana). También se regula una modificación estética de los edificios con el llamado estilo haussma-niano: unificador (de líneas horizontales fuertes y con una altura máxima para la construcción de 25 metros) que ocupa gran parte de los 20 distritos de París y que contrasta enormemente con la diversidad estética y de escala que existe en nues-tra Lima.

En 1925, el arquitecto Le Corbusier propondría la de-molición de una gran par-te histórica de la ciudad y la construcción de grandes to-rres rodeadas de espacios ver-des. Dicho plan tuvo el recha-zo de la población y nunca se llegó a realizar, tal como ocu-rrió con el plan similar de la Oficina Nacional de Planea-miento Urbano de 1948 para el Centro Histórico de Lima, pero que sí generó la pérdida de perfiles urbanos monu-mentales y la construcción de

edificios de más de 10 pisos. Fuera de intervenciones

puntales promovidas por los presidentes franceses, el úl-timo gran plan de la ciudad comparable con el realizado por Haussman es el llamado Grand Pari: promovido des-de el 2007 directamente por el presidente Sarkozy, tiene como objetivo convertir la ciudad en una metrópolis del siglo XXI. Un cambio en la ciudad que no solo la afecte directamente sino que reper-cuta en el país y en el mundo. Para realizarlo, se convocó a

diez equipos interdisciplina-rios con el propósito de crear una visión de la ciudad a 40 años. Estos equipos están li-derados por arquitectos co-mo Pontzamparc, Nouvel, Rogers (tres ganadores del premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura). Los estudios y los planes fue-ron presentados y debatidos el año 2009 y los resultados se encuentran hoy en proce-so de desarrollo.

Lima ha sido, hasta aho-ra, una ciudad indisciplina-da, que no puede garantizar

el ordenamiento o la ejecu-ción de los planes urbanos con visión a largo plazo por muchas razones, como la falta de interés de las autori-dades por tener un plan fuera de la solución de problemas puntuales. Nuestra capital es, ahora, una ciudad para todos los peruanos y, de esta mane-ra, es como debe planificarse.

La vida de ciudadEn el libro “La humaniza-ción del espacio público”, el arquitecto Jan Gehl explica que lo que hace a la ciudad no es lo construido, sino el espacio que queda entre ello y cómo se utiliza. Es necesa-rio poder caminar, ver gente, estar con gente. Una ciudad debe tener las características que propicien dicho contac-to con los otros.

Esta, en mi opinión, sería la diferencia fundamental que veo entre las dos ciuda-des: la manera en la que los habitantes de París viven la

ciudad y cómo ella propor-ciona la infraestructura y reglamentación necesa-rias para que esto suceda. El metro, los restaurantes que se extienden a la calle, los parques, las riberas del río y los canales, que se llenan de gente compartiendo; todos estos son espacios demo-cráticos donde las personas de diferentes clases sociales y orígenes comparten su espacio y se aceptan como iguales: la ciudad promue-ve la igualdad. Tal vez, por eso, aún no podemos vivir Lima íntegramente hacién-dola nuestra. Me imagino que será un proceso largo y difícil que no solo depende de las autoridades, sino de nuestra voluntad de querer hacerlo.

espacio púbLico. Los parques, como el Buttes Chaumont, son muy utilizados por muchos parisi-nos para hacer picnic, leer, o reunirse con amigos o familia los días de buen clima.

“Lo que hace a la ciudad no es lo construido, sino el espacio que queda entreello y cómose utiliza”