Post on 21-Jan-2020
UNIVERSIDAD DE MEXICO
SOFOCLES
tos días- de libros francesesilustrados, que se han publicado entre 1920 y este año.Descuellan el "Buffon", el"Chef d'oeuvre inconnu", deBalzac, "Góngora", ilustradospor Picasso; los "Diálogos"dto Luciano, y "Cuentos", deSaroyan, con estampas del escultor H enri Lau.rens; "Pantagruel" y "El Satiricon", conunos deliciosos "grotescos" clesabor prehelénico, del recientemente desaparecido AndreDerain: tres hermosos libroscon ilustraciones de Rou!1ult.entre ellos "Passion" de' André Suares; un "Lafontaine"con estam.pas de Chagall; "Pasiphae", ele Montherlant, ilustrado por Pierre l. Tremors,muy en el estilo de Picasso.Figuran también M aillol, Duh', M atisse, M arqu.et, Alix,etc. Hay un libro de poesía cleBenjamín Peret ilustrado porTamayo, y el álbum conocidoele paisajes mexicanos de Robert Block.
expresividad estética del teatro.Cierto es que sigue siendo
vilida y lo será, la sentenciarleSófocles: "No digáis jamásque un hombre nacido mortalllega al término de su vida sin
, hab'er sufrido", pero hasta enel dolor hay matices, como enel llanto o. en la risa. Y cadaépoca ha sufrido y gozado demanera diversa.
i Qué oportunamente el Teatro Universitario ha llegadopara relevarnos de nuestra domesticidad, llevándonos a Grecia, "al poner en escena el Edipo Rey, del más lírico y finode los dramat1Jrgos griegos!Lo que en Grecia fué espanto~
UNIVERSIDAD
Proyecto de la escello,qrafía
Por Francisco DE LA MAZA
LAEN
TEATRO
ES no sólo un descanso yun aliento, si no unanecesidad, volver de vezen cuando al mundo clá
sico, al mundo de la forma yla belleza helénicas para que suambiente y su recuerdo saturecle fuerzas nuevas nuestra mo~
clernidad. Después de muchas,muchas comedias actuales, mexicanas y extranjeras, unasmagníficas y otras medianas,se imponía un teatro diferente,viejo y nuevo a la vez. que nosclesligara un poco, no del drama del hombre, que es el ,mismo siempre, si no de nosotrrn;mismos, omás bien, de nuestrosentido del drama, de nuestra
• Galería de la Escuela de del ambiente en sus admiraPintura y Escultura -Esme- - bies paisajes, tan dentro de laralda 14--.Dedicada al pintor noble tradición nuestra que'Antonio M. Ruiz, que fué di- arranca en Landesio y Velascorector del plantel, los actuales y se magnifica en Clausell, yalumnos han querido solemni- en parte en Atl. La segundazar la inauguración de nuevos muestra inquietudes y experilocales modernos y amplios, mentas. Ya no está tan calca.con una exposición un poco do su estilo en Castellanos. Co"informal" a juzgar por la au- mienza a tener cierta continuisencia de cédulas y otras cosas dad su modo personal de dibuen la instalación, de algunas: ~ jar y de pintar, aun cuando enobras de. los maestros y de. esta técnica no se muestre muyellos mismos. Por primera vez segura aún, sobre todo en lase exhiben grabados de la cla- elección de una paleta afín ase de Alvarado Lang, algunos su temperamento. Ambos armuy prometedores. como por tistas, como otros que les hanejemplo. :Ios pe Jorge García, precedido en el tiempo, tomanJosé Antonio Araujo, Ze'pcda, para sus desarrollos pictóricosAceves Navarro y Ar11wñdo escenas del México del suresGarfias !Sas. Entre los envíos te, que han visitado recientede los alumnos de pintura se mente.han·destacado Gloria-Iris Aya- • Palacio de Bellas Artes.la, R. Ayala, Rodolfo Gudi"ño, La Cámara Sindical del LibroR. Solís, Mario Orozco Rivc- Ilustrado, de París, represenra, principalmente. tada por el señor Evrard de• Galería Havre. Un recién Rouvre, y la Embajada dellegado a la república del ar- Francia aquí patrocinan unate -Luis Filzcr- constituye, interesante exposición - en es-en realidad, uno de los aconte- -------------------------cimientos de más relieve en esta temporada. Tiene un estilovigoroso. Pinta con grandespinceladas, de un neoimpresionismo técnico, escenas y figuras tomadas de la realidad oinventadas por su fanta'sía opor sus recuerdos, que caendentro de maneras expresionistas. Descuellan en este grupo de obras, sus retratos y lospaisajes de Europa y de México, así como las estampas deasuntos bíblicos y reales, tomados estos "in situ", en sus viajes por la tierra de sus antepasados remotos, en Haifa yJerusalem. Filzer emigró consu familia .ucraniana, desdeque tenía seis años -ahora and;t en los treinta y tres más onlenos-- a México y tiene laciudadanía de nuestro país. Haestudiado en San Carlos y estuvo dos años en Francia e Italia, hace poco tiempo. Creo quetenemos en puerta uno de lospintores de México que másauténticas realizaciones de laescuela neorrealista ha de darnos en el futuro inmediato.
o Galería Ars.-Después dehaber estado cerrada algúntiempo, esta galería exhibeahora una curiosa colección de"bibelots" hechos por Francisco Albert y Miguel Arenas,con una utilización de forma;;ele raíces o excrecencias v,egetales y bronce, para producirestatuiJ1as ele animales, en sumayor parte, aves. Se trata deuna forma, intrascendú¡te, deapl icación industrial de materiales, con mayor o menor ingenio artesanal y cierta closisele gusto, y nada más.
• Salón de la Plástica Mexicana.-Dos excelentes exposiciones de Feliciallo Peíia y Ce- I
lia Calderón de la Barca. ,Elprimero ha acendrado aúnmás, si cabe, la luminosidad °
sio, nos ha dado excelentespaisajes urbanos y rurales delpaís, que no solo tienen un carácter artístico refinado y con'-
. cienzudo, sino que constituyenverdaderos documentos históricos de inapreciable valor.• "El Cuchitril".---:-Las esculturas -pequeñas estatuillas ensu mayor parte- de GuillermoToussaint, hechas en diversosmateriales, tienen entre si diferenciaciones de estilo quedesorientan un poco. Ciertasrealizaciones en bloque cerradoy sobre todo algunos de losanimales -vacas, caballos, unmono, etc.- demuestran queeste escultor podría ser unmagnifico animalista, entreotras cosas más afines a sutemperamento.• Galería Romano.-En homenaje a la memoria de Leandro Izaguirre (1867-1941) seexhiben algunos cuadros y dibujos de este noble pintor delsiglo XIX (hay que considerarle así por sus tendenciastécnicas y formales, sin dudaalguna). Sobresale del conjunto su obra paisaj ística(acuarelas) clara, luminosa yfina. No es ---,-no fué- felizen sus escenas con figuras, demasiado. académicas, demasiado duras, por no decir mediocres. En esta exposición sepuede ver ésto en los cuadrossobreCuauhtémoc y en aquellos "Desnudos al aire libre".La "Cabeza de Hombre" quefigura aquí en una pobre copiadel estilo de Rivera.• Casa del Arquitecto.-Noestán a la altura de las reproducciones arqueológicas que hahecho -como las de los frescos de Bonampak y otras nomenos bien hechas- los cuadros de paisaje del trópico yaquellos basados en formasprecolombinas, no suficientel11ente utilizadas para un "desarrollo" original y vigoroso,,que constituyen esta exposición de Agustín Villagra.o Galería José ClementeOrozco.-Algunos paisajes ybodegones, más que las escenas con figuras humanas hansido las cosas más notabl~s dela exposición ocre Concha Toussaint.• Galería EI:9teo.-Una joven nor'feanierlcana- MarciaMarx ¡Jennett- que reside enMéxico;" exhibe por primeravez su obra. N o obstante sudiversidad, -que muestra claramente e.n una joven artista,como es ella, inquietud e indecisión entre varios caminosigualmente atractivos- se ad·vi·erte en su técnica y eh elcarácter serio y de gusto desus pinturas, orientadas depreferencia hacia una especiede expresionismo, madera deartista. Le auguramos un buenfuturo a quien presenta esos"autorretratos" tan llenos defuerza, sin concesiones preciosistas.
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sa tragedia, luego convertidaen obra de arte, es decir, el incesto, ahora es análisis p·siquiátrico; el drama actual no haconseguido darle categoría deobra de arte' la novela v lapintura se h~n encargad~ deello. Y cuando el teatro ha int:J~tado hacerlo, la grita de losfIlIsteos le impone restricciones¿ Será que nos falta ese fondo moral que establecía el teatro griego? Pero, en todo casosi no lo acusamos, es que no I¿tenemos. Mas quede esto apartepara hablar, en bien y en mal.del Edipo Rey del Teatro Universitario, elogiando de paso asu director artístico, Carlos Solórzano, por su elección de latragedia de Sófocles.
Lo primero que se lleva laatención del espectador inteligente de una obra de teatro, 'essu esceni ficación. Ella predispone a escucharla con más omenos emoción. Claro está queacaba por disolverse esta primera impresión, pues si a unama~a escenografía correspondeuna excelente dirección, casilogra borrarse de la retina el.aparato visual de fondo paral'ecogerse el ánimo en 10 oído.
recieron en esceña? El Apolono es tal, si no el Apoxiomenos de Lisipo ; la Palas Ateneay la Artemisa, que están pintadas en forma que ni es realistani estilización se nos vienen encima por u tamaño, ¿para quéest~ esfuerzo y este alarde sien el teatro griego todo está en
las palabras más que en el ambiente? Y peor es el vestuario,por ostentarlo los protagonistas: los coros son unas especiesde magos orientales, con túnicas cafés y verdes, lo más lejosde las plegadas y ligeras túnicas de los griegos; lo únicoque les da apariencia de tefltro ... Ni l'calismo 111 eitili::ación ...
clásico son las máscaras. Lospersonajes principales: Edipo,Creón, Yocasta, llevan trajesdemasiado recargados de colorines. l.os mejor vestidos sonlos guardias, excelentes figuras decorativas, tanto los hieráticos del fondo como el quecomenta la muerte de Yocasta.i y nada en blanco, como si notuviéramos los ejemplos de laspinturas pompeyanas y los propios vasos griegos! Y a estepropósito hay que recordar quebien vimos no hace mucho unantecedente admirablementeresuelto, si bien para ballet, enel Agolncnól1 de José Limón:gris, . blanco, JIl'gro, ropas ligeras.
Por otra parle, la direcciónescénica de Francisco Petronces excelente; hace olvidar sufaldellín café y su capa roja ylos hábitos asirios de los coros.
O hay gritos ni exageracionesinútiles o baratas y logran losactores actuar con toda dignidad sin menoscabo del interés,para ellos y para quienes escuchamos. de lo que están diciendo. 'Hasta el mismo Petrtmc,
actor de primera, llega a ciertafrialdad, muy preferible, no sési por temor de exaltar másallá de lo debido su tremendoy bien llevado papel. Logra Petrone una mesura en los movimientos de los actores -salvoel Corifeo- y un ritmo en laacción realmente ejemplares. Yme refiero al Corifeo, que encarna Ricardo Fuentes, porquces una lástima que un actorentusiasta, con tan buenas dotes, voz magnífica y clara dicción como Fuentes, se dediquea hacer coreografía en todo elescenario. Parece que le fuéencargado diluir un poco el estatismo de la obra, pero, sinceramente, pasó a actitudesmelodramáticas de ballet queDiseííos de vestuario de Miguel Prieto
La dirección de Petl'one fué excelente
vivido y sugerido de la obraescrita. O viceversa, una hermosa escenografía no disculparía jamás una torpe actuaciónni compondría una mala obra.Lo mejor sería que todo fueraadecuado y perfecto... comosi esto fuera humanamente posible.
En el caso de Edipo Rey,Miguel Prieto no estuvo feliz.Se comprende la dificultad decrear un escenario para el teatro clásico, pero creo que debieron tenerse en cuenta ciertascaracterísticas históricas, poruna parte, y por otra, record;¡rque cuando no tenemos los elementos suficientes, la salidaúnica es la sencillez, lo rudimentario, lo sutil. Los teatrosgriegos eran al aire libre, sindecoraciones, ¿ por qué aquíabrumarnos con una enormecolumna corintia ~Ia menosusada por los griegos- y poner, en escultura y pintura, alos dioses, si éstos nunca apa-
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. . . lleven tmjes demasiado recargados ...
... escenog1'f.J.Jta realtzada ...
ca, a un noble pastor corintio.-Luis Lomen extraordinario ensu pequeño pero difícil parlamento, tan importante en laobra, de cuya buena o mala exposición dependen los efectos.finales de la tragedia. El jovenDavid Hayat, a quien inventaron de lazarillo, pues que yo-sepa. no se le ocurrió a Sófo"eles, sa~e tan compungido y conun increíble traje azul rabioso,que distrae la espléndida escena final. Es mucho más dra~
mático y teatral la soledad delEdipo ciego en la escena, quien,~l final de su terrible monó!ogo, es conducido por el propio Creón.
Estas observaciones, que noson de un crítico "profesional"-y por ello más desinteresadas, más auténticas y hasta talvez más válidas- pero sí deun historiador, son con el finúilico de mejorar el ya maduroy bien trazado Teatro Universitario, que está cumpliendo suverdadero papel poniendo enescena obras de carácter universal, sin ridículos nacionalismos., Hacer buen teatro, de todaslas épocas. Preseritar obras diferentes a las que se ponen entodos los teatros y teatritos deMéxico. Lograr todo el decoroposible. Entusiasmar a los jóvenes estudiantes ante un espectáculo que sea goce y ejemplo. Destacar futuros actores.Conocer, en fin, el arte dramitico, es la cima a la que debel1egar, si es que no está ya enella, el Teatro Universitario.
que Indiano y Yeyre Beirutemuy dignos en sus papeles deancianos. Así también Landa,a pesar de su corto papel, y Alvaro Matute, que sabe bienpasar de un convencido fascÍneroso o galán cinematográfi-
Petrone. El Creón es AngelMerino, lleno de compostura yserenidad. Hortensia Santoveña, la Yocasta, trágica y alucinada, sin poder hacerlo mejor,tal vez por la funda de almohada con que la vístieron. Enri-
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no le corresponden. Los corosse mueven con mejor acierto,salvo algunos momentos, comoese en que ponen cabeza concabeza como en el momentoinicial del futb01 americano.
Tampoco es debida la fo:-made comenzar la tragedia conesos mendigos harapientos untactos en el suelo a la oriental.Esos, a quienes dice Edipo:"Oh hi jos, nueva raza del antiguo (admo" ¿ pueden estarrepresentados por una especiede apestados a la usanza de lapintura romántica "histórica"?"Prosternarse", verbo que emplea Sófoeles, no es revolcarseen el suelo y luego salir de escena como caravana de paralíticos. Detalles hay también,si bien insignificantes, que hayque corregir, como el queCreón conserve toda la tragedia la corona de laurel quesólo debe traer como mensajero de~ oráculo de DeHos.
Mas fuera de esto, todos ycada uno de los actores merecen nuestro aplauso, además de
Por Salvador MORENO
LOS SEIS ULTIMOS MESES DE 1954
ya un balance de la primeramitad del año; ahora, pues, nosreferiremos a los seis últimosmeses de 1954.
• JULIO.' Coincidiendo coneste mes, llegaron a su elímaxlas actividades musicales de laciudad de México. Se distinguió, en primer lugar, la pianista María Teresa Rodríguezen sus tres recitales de la SalaPonce. Michel Block en el suyo, que fué el último de la serie de la Asociación ManuelM. Ponce. Otros pianistas distinguidos fueron: SulamitaKoenigsberg, Rafael Borge~,
Silvia Ortega y la norteamericana Miriam Wagner. La soprano Ernestina Perea, los violinistas Enrique Serratos, enla Sala Grande de Bel1as Artes, acompañado por RamónSerratos, actual director de laEscuela Nacional ele Música yHermilo Novelo (acompañadopor .Tasé de .T esús Oropeza) . Elvioloncel1ista Guillermo He1'guera. en la misma sala, acoiTIpañado por Salvador Ochoa.La Orquesta Sinfónica de la
Mexic<\no-Norteamericano deRelaciones Culturales. En otronúmero de esta revista, hicimos
M aria 13onilla
MUSICALA
Ramón y E}lrique Serratos
Concertistas' Mexicanos, las deCámara de México y San Angel, la Daniel y el Instituto
EL año de 1954 fué pródigo en conciertos, aunque no siempre hayansido de la más alta cali
dad. La presencia de algunosintérpretes eminentes no lograron darle a la te1'nporada musical el nivel que desearíamospara nuestra ciudad, ya queunas cuantas individualidadesvaliosas no pueden fon11ar untodo orgánico, una vida musical completa; faltó, por ejcmplo, la espectacularidad de laópera que, par su caráctcr híbrido, parece darle cucrpo vladrada a la atmósfera cxcesi,lamente transparente de lamúsica. l.as instituciones oficiales y las asociaciones civilesse esforzaron, como siempre,en ofrecer el mayor número deconciertos, única forma quizásde conseguir algún día que esetitánico esfuerzo no sea yanecesario, y el nivel a (Juc. seaspira fluya con naturalidad.Se distinguieron en esta laborademás del Instituto Naciona1de Bellas Artes y las escuelasoficiales de músi'ca, la Asociación Manuel M. Ponce, lá de