Post on 14-Jul-2015
Sacerdote Jesuita:Luis Achaerandio
Buenas tardes, Padre, queremos conocer un poco más de usted…
¿Nos permite?
Claro, adelante.
Padre, ¿A que edad entro a la congregación jesuita?
Yo entré a la congregación jesuita a los 18 años, fue la iniciación de mi
vocación.
¿Y cuales fueron sus actividades en los primeros años?
Fueron ejercicios de reflexión, servicios, cosas relativamente
básicas.
¿Y durante esos años tuvo algún tipo de estudios?
Claro, obtuve una licenciatura en la Universidad de Salamanca y otra
licenciatura en filosofía en las Islas Canarias.
¿A qué edad se ordeno como sacerdote?
A los 32 años.
¿Y que lo motivó a ser sacerdote?
En ayudar a las personas que más lo necesitan, no necesariamente en
lo económico, también espiritualmente.
¿Y porqué sacerdote jesuita?
Fueron los ideales de los jesuitas lo que me atrajo a ser uno de ellos.
¿Su vocación fue encontrada en un acontecimiento específico?
No, me di cuenta de mi vocación poco a poco, con el transcurso del
tiempo.
¿Usted decidió venir a América?
No, mi deseo era ir primero a Japón para convertir en ese país
pero no me lo concedieron.
¿Fue difícil tomar la decisión de ser sacerdote?
Si fue difícil, porque tenia bastantes recursos económicos y tenia el deseo de tener esposa e
hijos.
¿Cuáles fueron los mayores obstáculos para ser sacerdote?
Creo que fue el cansancio de mucho trabajar y algunas
tentaciones.
¿Que es lo mejor como sacerdote?
Cuando ves sonreír a alguien luegode que estuviera triste, la
satisfacción de ayudar a los demás.
¿Tuvo algun otro trabajo?
Si, fui rector de la Universidad UCA en El Salvador.
¿Qué frases motivacionales nos podría compartir?
Echarle ganas.Vida hay una sola.
Prepararse para servir.De que te sirve el mundo si
mueres.
Pero principalmente sería, “Dar significado a la vida” es mi favorita y la que me motiva a seguir día a
día, uno debe prepararse, no para ganar dinero, sino para servir a los
demás.
Por último, ¿Tiene alguna experiencia que lo marcó, que nos
pueda contar?
Si, en un vuelo, estaba sentado en mi lugar cuando en los altavoces
preguntaron si habia un doctor en el avión se presentara a la cabina, yo di caso omiso a este anuncio…
Tiempo después dieron la misma pregunta, pero esta vez dijeron que era urgente, esperé y vi que nadie
entraba a la cabina así que me presenté para ver si podía ayudar
en algo…
Era la jefa de azafatas que padecía de presión alta y se había
desmayado, les dije que era filosofo y vería si podía hacer algo, la motive hablándole y diciéndole
que se tranquilizara, el vuelo terminó normalmente.
Esto me demostró que aunque no siempre eres el mejor en algo no significa que no puedas aportar o
ayudar en algo.
Gracias por la anécdota, Padre.
No hay de que.
Así terminamos esta entrevista, le decimos que ha sido un honor poder conocer más de
su vida, y gracias por su tiempo.
Gracias a ustedes, cuando quieran.
¡Gracias Padre!
¡Gracias Padre!
¡Gracias Padre!