Post on 16-Oct-2021
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CONTEMPORÁNEOS DEL MUNDO
© F. G. C. / Comunicación, Oralidad y Artes (COMOARTES) Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE)
Director General: Francisco Garzón Céspedes Asesora General: María Amada Heras Herrera
Director Ejecutivo: José Víctor Martínez Gil Directora de Relaciones Internacionales: Mayda Bustamante Fontes
Directora de Extensión Cultural: Concha de la Casa. Madrid / Ciudad de México, 2021 / ciinoe@hotmail.com
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No se autoriza edición o impresión alguna en papel u otros soportes sin permiso previo de la Editorial. Se autoriza a las bibliotecas a catalogarlo para el público.
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RESPONDE A FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
SEGUNDO ANTARES CARLOS MAURICIO ÁLVAREZ GÓMEZ (CHILE, 1981)
“VIVIMOS EN POESÍA. VIVIMOS POESÍA.”
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1) –¿Cuál es su personal definición de la poesía como arte, como literatura? Si ha
reflexionado respecto al escribir poesía para la niñez, ¿añadiría algo en especí-
fico a su respuesta, a su definición?
Agradezco profundamente esta invitación a conversar.
La brisa que hoy acuna los nidos es la misma que antaño agitó el
polvo sobre la primera semilla. Aquel aliento vital ha transformado la Tie-
rra desde el inicio de los tiempos. Es el mismo que en altamar parece fu-
rioso y en el campo dócil como la mirada de un niño tierno. La poesía
sabe del rocío sutil que llevan sus designios. Conoce el rumbo de su in-
cesante movimiento y su influjo en el destino de quienes, aun percibién-
dola en honda perplejidad mística como portadora de la belleza y la ma-
gia que a todo da real sentido, no podemos más que osar intuir los
alcances de su grandioso enigma. Nos habla entre los árboles el susurro
de lo eterno. Hay quienes, sintonizando aquel canto, nos revelan parte
de la verdad esencial para sumergirnos en el río de un bautizo singular y
definitivo. Ungidos y ungidas en sus aguas sagradas sabemos ya que no
seremos las mismas, que no seremos los mismos.
Creo que la poesía no es alegoría ni aproximación, esbozo, señal
ni sutil percepción de la vida: es la Vida misma. Por tanto, desde mi pun-
to de vista, vivimos en poesía, vivimos poesía. Dicho de otra manera, es-
tamos gestando un único, trascendente y absoluto poema, inmersos en
su Creación. Somos el papel en que se escribe y también el lápiz, la
pluma en libérrimo vuelo.
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Llevando esto al plano artístico literario, reconocible como género
poético, pienso que estamos ante un “darse cuenta”, percatarse de que
lo que nos ocurre al escribir es una sutil constatación de que, a través de
la palabra, podemos llevar al papel una gota, al menos, de aquella ma-
gia que está alrededor y palpitando fuerte en nosotros: aquella magia es
también la Vida misma. Visto de esta manera, definiría “escribir poesía”
como un acto mágico en el cual se espera que otro/a desconocido com-
plete el ciclo del “truco” que ha significado para el poeta o poetisa fluir en
el pensamiento y en la emoción hacia una sintonía con lo enigmático y,
en último término, lo esperanzador que conlleva en sí vivir. Siento, real-
mente, que hay magia ocurriendo ahí.
Aunque hay abundante poesía escrita que comunica cierta pers-
pectiva pesimista, creo que el hecho de escribir pensando en transmitir
un mensaje a desconocidos lectores, da cuenta del afán primario, íntimo,
de que todo se resuelva, activando también el truco o mecanismo del
que hablo dirigido ꟷmuchas veces tácitamenteꟷ hacia la Esperanza: En-
trar en frecuencia, generar conexión y permanecer en sintonía con la
otredad: a veces en lo fugaz del momento en que leemos o irradiándose
más allá de la experiencia, en otros casos durante toda la vida.
Al pensar en literatura para la niñez se me ha hecho más llano
escribir narrativa. Pienso que para escribir poesía destinada a niñas y
niños hay que cultivar una especie de jardín mental donde sople brisa
fresca. No menos que eso. No merecen menos que eso. He escrito solo
un libro de poemas infantiles que aún guardo en coloridos archivos.
Aunque en mi corazón palpita limpia aquella edad resplandeciente que
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es la infancia, exploro diversas dimensiones de mi Universo mental y
suelo quedarme en enredos más complejos, en áreas de descanso a las
que llego a veces exhausto cuya vista panorámica me interesa mucho, a
veces en grisáceos paisajes que me fascinan, todas ellas dimensiones
distantes de aquel vergel.
Creo que no se puede escribir literatura para la niñez sin sentir y
vivir la infancia, sin pensar como lo hacen niños y niñas. En este sentido,
concibo que no cualquiera podría volver a esa fuente fabulosa y prístina
desde donde todo ha comenzado. Por lo tanto, se debe ser tierno para
escribir poesía para la niñez, se debe fantasear, reír, soñar, jugar como
si fuésemos niños/as al escribir para tan importantes lectores. … Y no es
que yo no lo sea. Respeto tanto aquel mundo que es la infancia, erguido
sobre tan simples y bellas leyes, que requeriría un continuo estado de
contemplación en aquella mística fabulosa con que niños y niñas perci-
ben y viven su mundo. Siento que puedo acceder a ello en contempla-
ción interior, pero no es algo permanente: Se suelen cruzar muchas ex-
periencias desafiantes, exigentes, dolorosas muchas veces, que me
hacen frecuentemente patente las variables de la vida adulta y sus espe-
jismos, además de las demandas cotidianas, compromisos diarios que
generan distancia respecto de ese estado ideal. Se me ha hecho más
fluido escribir humorismo, lo que vinculo a ese estado lúdico y fresco que
me permite sentirme un “adulto menor”.
Niños y niñas merecen lo mejor, nada menos.
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2) –¿Por qué escribe poesía?
Al definirme como escritor, aunque escribo en varios géneros, en
el fondo sé que la dimensión poética prima ante todo. Me siento muy li-
gado a lo enigmático, a lo esperanzador, bello, radical, imaginativo, críti-
co y existencial que representa, entre mucho más, la vertiente poética.
Siento que vivo permanentemente en Poesía. Al escribir poemas, parte
de mi experiencia comparto ahí, y lo hago lejano al egocentrismo o a la
vacua vanidad, sino con la intención de hacer de mi experiencia y puntos
de vista algo que pueda enlazarse a otras y otros, como propuesta de un
diálogo que quizá psíquicamente logre comunicarnos, generando reso-
nancias rumbo al infinito, derivaciones que ni siquiera puedan llegar a
anticiparse o mensurarse, sin que logre percatarme conscientemente de
aquello. En el fondo, es también un hecho osado alzar la voz ante la in-
mensidad de misterios que nos rodean, muchos de los cuales nos ace-
chan subrepticiamente, es un canto en el viento, a veces iracundo hura-
cán, un impulso nudista que pueda desatar apretados nudos en otros/as
y en mí mismo, es generosa y fraterna cofradía mística con desconoci-
dos con los que compartimos, simbólicamente, el pan, un vaso de agua
o de vino, es, en definitiva, un acto de amor.
Escribo, entonces, para establecer aquella sintonía, porque, en el
fondo pienso que ciertas cavilaciones, suaves e intensas sensaciones
pueden aportar a la vida de otras personas. También porque siento que
la vida en sociedad ha cabalgado hacia la insensibilidad, a una cada vez
más empobrecida comunicación, hacia el aislamiento, tan preocupante.
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Escribir poesía es también una trinchera desde la cual atacar a aquellos
zombies ꟷ entre muchas otras amenazasꟷ que quieran devorarnos el
cerebro y apagar el corazón.
Es, reitero, un hecho solidario ꟷ palabra que empieza con Sol, que
tanto iluminaꟷ , un acto amoroso y esperanzado. Por eso escribo. Sé
que no estoy solo y me interesa, si es posible, compartir humildemente
parte de la luz que se despierta en mí, guiada, como el cauce de un río,
por una danza inagotable que ha ido modelando mi conciencia y sus al-
cances.
3) –¿Cuándo escuchó un poema por primera vez? ¿O cuál es el primer poema
que recuerda haber escuchado? ¿Dónde? ¿Se lo dijeron en voz alta o se lo
leyeron? ¿Quién? ¿Tuvo una relevancia especial para usted? ¿En su infancia
le decían diferentes formas de la poesía? ¿Cuáles?
Sin duda, fue en la época escolar, terminando la Enseñanza Bási-
ca en la Escuela Sagrada Familia, de Río Negro, mi pueblo natal, y co-
menzando la Enseñanza Media en el Colegio San Mateo, de Osorno. En
este último tramo me es más fácil identificar qué poema llamó mucho mi
atención al escucharlo de mi profesor de Lenguaje en clases, al cual
proclamo el primer poema que leí: Aquel que me mostró que los versos
podrían ser una llave abierta para apagar la sed existencial. Hablo de
haber oído y leído Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manri-
que, del cual conservo en la memoria algunos versos:
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Recuerde el alma dormida,
Avive el seso y despierte
Contemplando
Cómo se pasa la vida,
Cómo se viene la muerte
Tan callando:
Cuán presto se va el placer,
Cómo después de acordado
Da dolor,
Cómo a nuestro parecer
Cualquiera tiempo pasado
Fue mejor
(…)
La cadencia, la rima, conjugándose con la temática y el modo de plan-
tear todo, en conjunto, hizo que pusiera especial atención a esto nuevo para
mí, aquello llamado Poesía.
Aquel poema, y otras lecturas a las que inevitablemente llegué por curio-
sidad ya despierta, necesidad de indagación, tuvo y tuvieron gran importancia
para mí. Me llevaron a participar, por primera vez, en un concurso literario. Te-
nía 14 años. Postulé tres poemas, en los que, creo, fui bastante autónomo al
plantear cada composición, sin intentar imitar aquellos que eran para mí ele-
mentos referenciales (de hecho, incluso ahí, en los inicios de mi escritura crea-
tiva, apareció con soltura una línea de expresión experimental que nunca he
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abandonado). Se le otorgó el primer premio a uno de ellos. Realmente, no me
lo esperaba. Participé como tentando la suerte. Había tenido, previamente, po-
sitiva valoración por parte de mi profesor, René Oyarzún, en actividades de
clases, a quien quiero citar y, en el fondo, agradecer por hacerme notar que lo
que desarrollaba respondiendo a las tareas creativas en la Unidad de Poesía,
por rasgos que él identificaba, eran destacables en algún sentido. Haber parti-
cipado de aquel concurso reforzó aquella idea y me permitió conectarme con
dimensiones propias, interiores, a las que antes no había accedido. Obtuve tres
años consecutivos aquel galardón (Premio Pablo IV), con la valiosa sensación
de no estar desarrollando una tarea o actividad por cumplir. Sentí que aquel
lenguaje poético, naciente en mí, era fehaciente expresión de mis ideas y de mi
sensibilidad, abrazándolo desde entonces, íntegramente, como parte de lo que
soy.
En cuanto a mi infancia, favorablemente, tuve propicio y expedito acceso
a la lectura. Mi madre, Educadora de Párvulos, y mi padre, Profesor de Biolo-
gía, pusieron a disposición de sus tres hijos ꟷ yo, el del medioꟷ varios libros a
cuya lectura naturalmente me acerqué. No primaba la poesía. Aquello fue moti-
vación y búsqueda posterior. Estaban ahí, como producto gratuito, de libre dis-
posición, en las estanterías. Muchos resultaron ser un fascinante regalo. Fui
comprendiendo que, así como los libros, estamos rodeados de cofres de un
tesoro que espera ser abierto. Ellos, los libros, fueron eso para mí: un vínculo
con aquellas palabras que danzaban mágicamente, línea tras línea, configu-
rando perspectivas y propuestas que, sencilla o enrevesadamente, terminaban
dándome gran satisfacción.
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Actualmente, conservo una especie de vínculo cariñoso con aquellos
objetos y sus hojas. Me subo a sus ramas con respeto y, ante todo, con la cu-
riosidad abierta de par en par. Me enternece, hoy en día, ver que mi hijo Camilo
y mi hijita Colombina disfrutan de aquellos formidables boletos a mundos y
aventuras que a mí también me hicieron viajar; los mismos, añosos y raídos,
siendo aún nobles y pródigos.
4) –¿Cuál es el poema cuya lectura más le ha impresionado? ¿Por qué?
¿Cuándo leyó poesía por primera vez y qué recuerda al respecto?
Definitivamente, ha sido Altazor, de Vicente Huidobro, padre del Crea-
cionismo. Si bien es cierto, hay gran valor en que en los inicios del trabajo es-
colar en torno a la lectura poética se muestre al estudiantado prioritariamente
poesía en rima ꟷ asociación más inmediata al géneroꟷ , un paso posterior, in-
eludible, es abrir el abanico y dar al menos un esbozo de poesía en verso libre,
en otros formatos. En esta línea, en particular, llegué a descubrir aquella crea-
ción que menciono, destacando de ella la propuesta de un mundo modelado
por imágenes muy sugestivas, y, ante todo, un modo de desarticular el lenguaje
que se me hizo inmensamente llamativo.
Considero que lo último mencionado ha sido potente sugestión que ha
permeado mi forma de escribir poesía y literatura experimental. Posiblemente,
sin la lectura de este libro ꟷ y otras creaciones excéntricas de dicho autor, como
los caligramas, aquella manera de dibujar, literalmente, con versos cada hoja
de modo de resaltar aún más, de modo gráfico, el contenido a transmitirꟷ me
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hubiese tardado más en reconocer en mí que parte de la comunicación efectiva
de los contenidos reflexivos, críticos, sensibles, íntimos que me mueven y me
acercan a este arte literario depende de la sensación absoluta de libertad ex-
presiva, sin márgenes estrechos que me anclen a una estructura idiomática
que tiende a verse inmutable en su uso cotidiano, como un alfabeto rígido de
combinaciones limitadas y limitantes.
Recuerdo haber comprado este libro mientras cursaba Enseñanza Me-
dia. El dinero que esporádicamente disponía lo destinaba a comprar libros de
filosofía y literatura, a goteras, a medida que se me hacía posible. Tenía para
mí un sentido especial pensar que aquellas obras que conseguía eran elemen-
tos por los cuales me las jugaba, priorizándolos frente a otras alternativas. De
alguna manera, leerlos era siempre constatar que habían sido una apuesta ga-
nadora.
Leer poesía por primera vez, o primeras veces, fue pleno magnetismo.
Fue, y es aún para mí, tener la sensación de estar abriendo puertas hacia un
mundo onírico, fascinante, insinuado, poco claro. Continuamente, tengo la im-
presión de que una obra no se me ha hecho del todo inteligible, que no podría
hacer una síntesis de lo leído que lograra comunicar con lógica a alguna otra
persona el contenido de tal o cual poema, y, sin embargo, siento que me ha
impregnado una serie de sensaciones y una mezcla de colores tan especiales
en el pecho que ya hacen valiosa la experiencia, aunque permanezca en un
aura codificada e intransferible.
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(5) –¿Cuál es la representación en específico escénica de un poema, de
una obra originalmente poética, una no teatral, que más le ha fascinado? ¿Por
qué? ¿Y/o cuál la obra de teatro poético que más le ha fascinado?
El tiempo que estuve estudiando Psicología y, posteriormente, Pedago-
gía en Castellano y Comunicación, en la Universidad de La Frontera, Temuco,
fue el período en que me percaté y viví más de cerca un interés colectivo por
actividades creativas: música, artes visuales, artes circenses, teatro, literatura,
peñas, actos culturales, rap, baile, jolgorio, desenfreno, tertulias y fiestas inter-
minables… todo tipo de expresiones potenciadas por nuestra juventud y el sú-
bito “dominio” de nuestra independencia. Cual más, cual menos, había mucho
por decir o por gritar.
Estudiantes de Periodismo lanzaron una revista a la cual se me invitó a
participar. Compañeros y compañeras de Pedagogía dimos vida a un taller lite-
rario en el cual compartíamos y comentábamos nuestros escritos al alero de
gratas conversaciones y la cálida sensación de permanecer en cofradía. Hubo
quienes se orientaron hacia el Teatro. Sentí, en ese instante, que se estaba
abriendo un campo fértil en torno a estas líneas creativas, y en dicho contexto
era frecuente la mixtura de géneros o registros.
Aunque no he presenciado la puesta en escena de alguna reconocida
obra poética, recuerdo que en determinada temporada de un Festival teatral
interuniversitario me sorprendió percibir tanta calidad en el formato escénico
trabajado entorno a fragmentos poéticos que los propios actores habían crea-
do. Fue una propuesta creativa que llamó mucho mi atención. Fue una obra
formidable, desde mi punto de vista, poniendo el foco también en el sustrato
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poético, tan bien trabajado, llevado a las tablas con pericia y profesionalismo.
Había fuerza que apelaba al espectador a evaluar las propias, cadencia, sensi-
bilidad, hondura, reflexión. La mayoría del reparto lo constituían estudiantes de
Psicología de quienes había sido compañero de estudios. Sentí que hacer Uni-
versidad era mucho más que la Academia, debía poder ofrecer aquellas varian-
tes que revitalizan el día a día de jóvenes que tendemos a orbitar perspectivas
críticas y estamos ávidos de dar expresión a lo que guardamos dentro. No es-
perábamos a que se nos ofrezca espacio a ello, en todo caso: vibraban nues-
tros timbres juveniles por todo el campus, varias guitarras sonaban de fondo:
estábamos conociendo nuestra propia voz y sus alcances.
6) –Si tuviera que indicar siete puntos indispensables a los que debe responder como
arte literario un poema o un libro de poemas, ¿cuáles señalaría?
– Creatividad, aunque parezca obvio. Para mí tiene que ver con una ma-
nera novedosa, no tradicional, de exponer los que se siente y se piensa. Más
de lo mismo me parece demasiado de lo mismo. Vemos que predominan ma-
neras muy semejantes de escribir ante las cuales no resulta tarea fácil distin-
guir autoría por no percibirse identidad. No digo que sea algo necesariamente
incorrecto, pero me sugiere difusa noción del Yo creador.
(…) Crea mundos nuevos y cuida tu palabra:
El adjetivo cuando no da vida, mata.
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(…) ¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas,
hacedla florecer en el poema.
//Vicente Huidobro, autor de Altazor (aludido previamente).
- Lejano a toda impostura.
- Conexión con la sensibilidad humana, reconociéndose al poe-
ta/poetisa como un individuo permeable a los sucesos y experiencias
propias y ajenas, sujeto a las variables y vaivenes de la vida, laberin-
to irresoluto que vamos transitando.
- Representatividad de planteamientos y cuestionamientos diversos
que muchos y muchas podríamos tener ante lo tan enigmático que es
vivir.
- Visionario. La dimensión poética podría ser profética si al concebirla
se pusiera foco en lo que se proyecta más allá de lo constatable o
evidente. Se esperaría de un poeta un “olfato” más depurado al per-
cibir en mayor rango sensible aquellos indicios que podrían llevar al
papel planteamientos, proyecciones o insinuaciones que trasciendan
lo convencional.
- Reflejo de la experiencia interna en vínculo con la vivencia colectiva.
Desde mi punto de vista, la noción de comunidad no debe estar au-
sente del quehacer poético. Se es con otras y otros. Se comparten
espacio y tiempo, pero también dudas, encrucijadas, dolores, crisis
sociales, logros y grandes alegrías y mucho, mucho más. No se es-
cribe solo desde el Yo y para el Yo, no tendría sentido: se escribe en
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el Nosotros con el afán de dejar huella que sea guía, registro que
pueda servir acaso de brújula para futuros navegantes.
- Se debe ser propositivo y solidario, crear puentes con los lectores,
ofrecer alternativas de salvación ante el monstruo del tedio, aquel
hondo aburrimiento, nada de trivial, que puede llegar a ser un jaque
existencial terrible. Ciertamente, no hablo de vacua entretención, pe-
ro sí de un modo de plantear cualquier tipo de contenido que sea ori-
ginal y, literalmente, como un leño al cual asirse sobre el caudal de
las aguas.
7) –¿Cómo describiría los pasos más presentes en su proceso creador de un
poema o de un libro de poemas? ¿Método de creación?
Ante todo, permanecer en sintonía creativa: Identificar dentro mío, ob-
servando experiencias propias y ajenas, en lo contextual, qué podría inspirar y
suscitar un movimiento ágil hacia el lápiz, poner en marcha la actividad creati-
va.
En este sentido, recuerdo la brillante frase de Pablo Picasso:
“La inspiración existe, pero debe encontrarte trabajando”.
Me mantengo en espíritu de búsqueda, de indagación, de contempla-
ción. Es sorprendente cómo algunas cosas están pintadas alrededor y uno
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simplemente suele pasar los ojos por el paisaje sin verlas. Ajustar la óptica es
necesario. Hacerse amigos de la observación.
Me estimula hacer una obra original, que, eventualmente, tributando al-
gunos aspectos de otros referentes con los que hay coincidencia de enfoques o
estilos, no sea copia de aquellos, sino que se identifique en ella los aires de mi
autenticidad, de mi identidad, en lo propio y particular que es.
A la vez, me inspira desarrollar una obra no complaciente: no escribir pa-
ra los antojos generales, no responder servilmente a la industria editorial, sino
sembrar en lo que hago las inquietudes y certezas de mi propio corazón, en
confianza y proyección de que mucho de aquello, sin poder anticipar sus reper-
cusiones, podrá incidir en el parecer de numerosos lectores y lectoras, entrar
en su ámbito reflexivo, sensitivo, emocional, y sembrar la semilla de un diálogo
sutil de insospechados alcances. Me detengo en esto último para señalar que
como autores literarios, o, en general, como artistas, nunca sabremos de qué
modo, en qué intensidad las obras que para algunos puedan ser, eventualmen-
te, insustanciales, para otros llegan a ser elementos insustituibles que logran
encausar y cambiar su vida para bien. Es parte de la magia que se desata al
plantearse en plano creativo: comienza a rodar una especie de mecanismo fa-
buloso que, aunque creamos que sí, no conocemos su modo de operar, sus
piezas constitutivas ni los porqué de su dinámica.
En gran parte de mi obra, me ha inspirado la cohesión, cierto afán sinté-
tico que me ha hermanado con la microficción. Nunca he querido forzarme a
ser extenso en lo que planteo, en cualquier género, incluido Poesía. “Lo bueno,
si breve, dos veces bueno”, decía Baltazar Gracián. Creo que aquello ha sido
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un buen enfoque para mí a la hora de escribir. Es una más de las cualidades
generales de mi obra.
No requiero necesariamente del silencio o de la soledad para escribir
poesía, favorablemente. Actualmente, en la vida urbana abundan ruidos altiso-
nantes, interferencias varias y toda una serie de distracciones que podrían ser
obstáculos para el fin de llevar algo propio al papel, sin embargo, me he adap-
tado a ello. A veces, escribir con música de fondo me resulta estimulante, no
obstante, no es una condición imprescindible: me voy adaptando a los diversos
contextos primando, ante todo, la fuerza interior que me lleva al papel, mis con-
vicciones, el único y verdadero catalizador.
Por último: libreta de bolsillo. Las ideas no tienen horario ni privilegian
contextos definidos. Frecuentemente, aparecen sin aviso y para ello suelo lle-
var conmigo una libreta en la cual registrar aquello que tiende a ser volátil. Apa-
recían a veces versos sueltos a partir de los cuales se desarrollaba algo mayor,
más acabado. Años atrás la mantenía en mi velador durante toda la noche y
solía escribir algunas cosas que aparecían en un trance intermedio entre la vi-
gilia y el sueño. Sin embargo, aunque interesante y prolífica, abandoné la prác-
tica por generar un descanso demasiado intermitente y poco reparador.
8) –En cuanto a su trabajo poético: ¿Privilegia la categoría dramática o la
humorística? Y de los géneros o formas: ¿Cuál prefiere? En los dos casos:
¿Por qué? ¿Cree que su obra se enmarca en un estilo o en varios estilos
determinados?
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Aunque no exclusivamente, gran parte de mi trabajo creativo ha tendido
a plasmar variantes humorísticas, cuantitativamente, por sobre lo dramático
ꟷ entendiendo el humor como un vehículo de peculiares cualidades capaces de
abordar elementos críticos de honda profundidad, y, por cierto, aspectos dra-
máticos, entre mucho másꟷ . Esto ha llamado mi atención y me lo explico en
que la dicha, propiciar el buen humor, muchas veces tiende a ser subvalorado,
como si fuese algo liviano, superficial, de poco peso. Quizás al trabajarlo quiero
poner énfasis en lo contrario y posicionar aquellos elementos creativos que dis-
tienden el ánimo como un refrescante modo de matizar lo que a diario vivimos,
tan grisáceo y monocorde. Además, me he percatado de que el humorismo es
un vehículo realmente efectivo para transmitir potentes ideas. En muchos ca-
sos lo utilizo como si fuese una práctica publicitaria, abundando una especie de
eslóganes que transmiten contenidos que considero relevantes.
Al querer enmarcar el estilo de mi obra poética, creo que no la agota la
dimensión humorística ꟷ en mi caso, es una variante relevante, pues he dedi-
cado libros completos al humorismoꟷ , sino que despliego una especie de mo-
saico en que diversas posturas creativas dan vida a una miscelánea configura-
ción donde lo dramático, sensible y crítico tienen importante presencia,
elementos sin los cuales mi obra cojearía y, por cierto, no me representaría.
Del mismo modo, aunque trabajo fundamentalmente el verso libre, guar-
do un afán por abrazar novedosas formas expresivas, lo que me ha llevado a
escribir con rima consonante y, en algunos casos, a mezclar versos y palín-
dromos y a desarrollar una línea poco convencional que valoro mucho. En rela-
ción a esto último, siento que mi modo natural de expresión literaria está en
constante diálogo y fusión con lo experimental.
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9) –¿Cuál es, o sería, su postura frente a un director que plantea dirigir una de sus
obras poéticas en el teatro o en el cine –caso de que esto procediera–, o incluirla
de algún modo –uno de sus poemas, por ejemplo– en una representación
escénica o en una película? ¿Espera que las características esenciales de su
texto poético o textos, y sus intenciones más expresas, sean respetadas en su
totalidad, o no le importaría que su obra poética elegida fuera fragmentada, y/o
se le cambiara el género al ser dicha, y/o se tomara su poema o libro de
poemas sólo como punto de partida y fuera reinventado?
Pienso que un determinado poema que se vea ante esa eventualidad de
modelarse a otro registro debería ser visto como una posibilidad multiforme de
generar un diálogo entre géneros que pueda aprovechar y potenciar, en siner-
gia, los atributos que cada disciplina artística ofrece. En este sentido, tomaría a
bien que mi obra poética sea un detonador que estimulase el trabajo dramático
o cinematográfico, si fuera el caso, incluso siendo modificada o adaptada en
beneficio de lo que quiera comunicarse. Sin embargo, creo, naturalmente, que
hay ciertos márgenes que no debiesen relativizarse. No sería concebible, por
ejemplo, que el poema o fragmento llegue a ser modificado a tal punto que sea
dificultoso reconocer en él su forma original. El tributo a la autoría también me
parece necesario, toda vez que el público merece interiorizarse transparente-
mente de los autores y/o autoras que han posibilitado el trabajo general. En
otras palabras, esperaría que el Director/a que quiera incorporar a su propuesta
algún texto de mi autoría tuviese la disposición para evaluar en conjunto los
alcances y límites de eventuales modificaciones de dicho poema en pro del
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óptimo desarrollo de la obra a la que se está dando vida. Ante ello, mi disposi-
ción permanecería abierta.
10) –¿Qué clase de crítica desearía recibir respecto a su creación poética?
¿Considera que es la que usted en lo fundamental ejerce, en público o con
usted a solas, y/o por escrito, al valorar la obra de otro? ¿Qué le gustaría
expresar del público lector? ¿Qué le gustaría expresarle al público lector? ¿Y a
los lectores de poesía, algo en especial?
En general, lo ecuánime me parece apropiado, tanto en lo que se me cri-
tique como en lo que yo exprese con dicho afán, en todo género, incluyendo
poesía. Cuando se pondera de modo equilibrado lo aportes que una obra litera-
ria tiene para ofrecer en contraste con eventuales elementos menos pulidos
que cohabitan en dicha creación, se beneficia el público lector al poder tener
información especializada que no describe polarizada o antojadizamente de-
terminada propuesta, sino que, en la esperable capacidad crítica de observar
luces y sombras, es capaz de pronunciarse de un modo que debiese aspirar a
ser siempre lo más constructivo y justo posible. De este modo, es también el
autor o autora quien se ve beneficiado, pues, con altura de miras, logrará ins-
truirse de lo que aquel ojo especializado pueda decir de su propuesta y tomarla
como un aporte.
Un libro publicado se transforma en una especie de personaje público
acechado de miradas por todos lados. La misión de la crítica podría ser conce-
bida como una manera de pesquisar, desde distintos ángulos ꟷ los que sean
necesariosꟷ , la morfología y semántica del cuerpo escrito que está ante sus
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ojos, poniendo al servicio de este afán todo tipo de lentes especializados, lupas
e iluminación propicia para observar con claridad y pronunciarse al respecto
orbitando la ideal ecuanimidad señalada.
Es lo que intento hacer también al aproximarme a alguna propuesta
creativa: procuro despertar mis sentidos y los atributos personales que logren
apropiarse de una noble opinión respecto del texto leído, lo más limpia e ilumi-
nada posible, pretendiendo, ante todo, percatarme de la intención con la que
probablemente ha sido creada y no perderme un ápice de todo lo bueno que
habría allí. En general, si lo sombrío está presente como una bruma que no me
deja ver bien ni ir más allá en viaje a pesquisar el sentido, me quedo con la
idea de que no se ha aplicado de la mejor manera el interés de ser comprendi-
do/a, por lo que, ante lo abstruso presente en una y, eventualmente, más
obras, dilato una nueva lectura y posiblemente ꟷ sin censurarlo, reconociéndolo
como válida expresiónꟷ no recomiende lo leído.
En poesía todo cabe. Será cosa de gustos personales sentir resonancia
y cercanía con determinadas creaciones literarias: algo de piel, sutil afinidad.
Es tan libre el mundo creativo que, como lectores, no debemos perder el tiem-
po si alguna de las lecturas que más nos gustan a otros les parecen absurdas o
de inmerecido valor. No debiésemos detenernos en ello. Desde mi punto de
vista, la crítica principal debe ser el propio encanto que sentimos con cada pro-
puesta literaria, con cada poema, con cada libro, sin importar qué se diga o
cuestione de ellos, incluso si las palabras lapidarias provienen de la crítica es-
pecializada como postura oficial o palabra sagrada. En todo puede hallarse va-
lor, y, si lo hemos encontrado en un libro o en un poema, no dudemos en inspi-
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rar profundo aquella invitación al libérrimo vuelo de la fascinación, de la sorpre-
sa, del viaje, del encanto, del enamoramiento.
11)–Si tuviera que formular un reclamo para argumentar la necesidad de
la poesía en la vida humana, de la literatura que asume como arte la poesía,
¿qué sería lo esencial que expresaría?
Diría que la Poesía es la vida misma, la Vida toda. Que jamás estamos
fuera de ella. Si alguna vez nos ha parecido lo contrario, creo que habría poco
trecho a un desencanto total con la existencia. Desde mi punto de vista, la
Poesía está hermanda estrechamente con la Esperanza. Vivimos levantándo-
nos todos los días con una cuota de esperanza. Aquello es un acto poético.
Estamos ansiosos por leer / por escribir el próximo verso. Analfabetos o no,
estamos desarrollando nuestra obra vital, nuestro propio gran poema. Alentaría
a no bajar los brazos. A pensar que, pese a todo, la vida, en el fondo más
esencial, es cautivadora y hermosa. Participamos en ella en el rol protagonista.
No somos pasivos espectadores de lo que fuera de nosotros ocurre, estamos
realmente escribiendo de palabras, acciones y vivencias nuestra propia poesía.
Ya sabremos cómo todo se conjuga. Hoy se espera nuestro verso: no lo apla-
zaremos, no trepidemos en ello.
Instar a vivir en poesía, en contemplación, leyendo la vida como el Gran
Libro, y, ante todo, escribiendo el verso que únicamente nosotros podríamos
escribir, aquel que la vida entera, en toda su magia fabulosa, espera. Jamás
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pensar que no somos importantes ni posponer tan magna labor. La Gran Obra
no sería la misma si le faltase una sola letra: * Vivamos hoy nuestra poesía *.
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Carlos Mauricio Álvarez Gómez (Río Negro, Chile, 1981), bajo el seu-
dónimo de Segundo Antares, es autor de 14 publicaciones personales de di-
versos géneros. Ha recibido reconocimientos literarios, destacándose
el Premio Pablo VI, por tres años consecutivos (1996, 1997, 1998, Osorno,
Chile / Poesía), los obtenidos en los Concursos Internacionales de Microfic-
ción “Garzón Céspedes” (Madrid, España, 2007, 2008, 2011, 2012,
2015), Primer lugar en Concurso Anual de Cuento Breve y Poesía Bre-
ve “La Librería Mediática 2009” (Caracas, Venezuela), la Beca de Creación
Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (género Cuento, categoría
Profesional / Chile, 2014), Primera Mención Especial en el IV Premio Inter-
nacional de Literatura Palindrómica REVER 2014 (Movimiento Literario Pa-
lindrómico REVER, Tarragona, España), el Premio “Joan Brossa” (La Haba-
na, Cuba, 2015), el Premio de Literatura Experimental Sporting Club
Russafa – Carlos Moreno Mínguez (Valencia, España, 2015), Segundo Pre-
mio en Concurso Literario Mares del Sur 2017 (Sydney, Australia / Cuento),
el Premio Iberoamericano “CHAMÁN” de Comunicación, Cultura, Oralidad
y Oralidad Escénica 2018 (CIINOE / Madrid, España). “Embajador del idio-
ma español de su país en el mundo”: Título y nombramiento por la Funda-
ción César Egido Serrano y el Museo de la Palabra (Madrid, España,
2018), Premio Iberoamericano Extraordinario “LÍNEAS” de Microficción
del FESTIMIFICC (Madrid, España, 2019). Ha creado cuentos infantiles para
juegos de texto en la plataforma con enfoque educativo y recreativo Carácter
Games, dirigidos a estudiantes de 1° a 4° Año de Enseñanza Básica (Chile,
2018). Ha sido jurado en certámenes de poesía, cuento y microrrelatos, desta-
cándose su participación como tal en el VIII, IX, X, XI, XII y XIII Concurso Lite-
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rario Internacional "Ángel Ganivet" (Helsinki, Finlandia, 2014, 2015, 2016,
2017, 2018, 2019) y en el XII Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía
y Cuento (Cali, Colombia, 2016). Presente en sesenta publicaciones colecti-
vas de variadas temáticas, editadas en Chile, Perú, Argentina, Venezuela, El
Salvador, Guatemala, México, España, Portugal, Alemania y Estados Uni-
dos. Es miembro del Consejo de Asesores de la Cátedra Iberoamericana
Itinerante de Narración Oral Escénica (Madrid, España / México D. F.). Es
Licenciado en Educación y Profesor de Estado en Castellano y Comunicación
con mención en Teatro.
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ÍNDICE
CONTEMPORÁNEOS DEL MUNDO “VIVIMOS EN POESÍA. VIVIMOS POESÍA.” Responde Segundo Antares a Francisco Garzón Céspedes DATOS DE SEGUNDO ANTARES
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TTÍÍTTUULLOOSS EEDDIITTAADDOOSS EENN LLAA CCOOLLEECCCCIIÓÓNN
CONTEMPORÁNEOS DEL MUNDO
1. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio Comienzo de respuestas desde la memoria
Responden: Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez, José Zacarías Tallet, Renée Méndez Capote, Mariano Rodríguez (Cuba)
2. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “La poesía toca el fuego y es al mismo tiempo el fuego transfigurado” Responde: José Lezama Lima (Cuba)
3. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio Cuando Usted dice amor, ¿cuántas cosas dice? Responden: Claribel Alegría (El Salvador), Alejandro Romualdo (Perú), Mario Benedetti (Uruguay)
4. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “Primero sentir, sin ese punto de partida no hay obra” Responde: Sara Joffré (Perú)
5. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro nos hace más humanos” Responde: Antonia Bueno (España)
6. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro es encuentro con el otro en un lugar ritual” Responde: Mar Pfeiffer (Argentina)
7. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “Lo mío es experiencia de susurros” Responde: Froilán Escobar (Cuba/Costa Rica)
8. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “¿Cuáles son los riesgos de una relación de amor?” Responden: Claribel Alegría (El Salvador), Liliam Jiménez (El Salvador), Alejandro Romualdo (Perú), Mario Benedetti (Uruguay)
9. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “Siempre que haya vida habrá teatro” Responde: Nicolás Dorr (Cuba)
10. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Yo creo que no he amado nunca” Responde: Renée Méndez Capote (Cuba)
11. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la poesía “La poesía toma su esencia de la imaginación humana” Responde: Virgilio López Lemus (Cuba)
12. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “Hacen falta muchos relatos para construir un relato” Responde: María Teresa Andruetto (Argentina)
13. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “¿De toda su obra qué poema escogería para esta entrevista? Responden: Claribel Alegría (El Salvador), Jorge Alejandro Boccanera (Argentina)
14. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “La novela es, hoy por hoy, más total que nunca” Responde: Carlos Morales (Costa Rica)
15. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “La narrativa es el arte de inventar mentiras verosímiles” Responde: Fernando Sorrentino (Argentina)
16. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “Teatro es jugar con el otro” Responde: Elio Palencia (Venezuela)
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17. Garzón Céspedes, Francisco Entrevistas a José Lezama Lima y José Zacarías Tallet y otros textos Indagación sobre la memoria y el juicio
“La poesía toca el fuego y es al mismo tiempo el fuego transfigurado” Responde: José Lezama Lima (Cuba)
“No puedo dejar de escribir, enmohecería” Responde: José Zacarías Tallet (Cuba)
Anexos: · Comienzo de respuestas desde la memoria
Responden: Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez, José Z. Tallet, Renée Méndez Capote, Mariano Rodríguez (Cuba) · “Yo creo que no he amado nunca” Responde: Renée Méndez Capote (Cuba)
· Como colofón Fragmentos de la Introducción
a la edición de 1981 del libro La memoria y el juicio
18. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “¿Cuál es su personal definición del teatro como arte? Responden: Mar Pfeiffer (Argentina), Nicolás Dorr (Cuba), Antonia Bueno (España), Sara Joffré (Perú), Elio Palencia (Venezuela)
19. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “¿Por qué escribe dramaturgia? Responden: Mar Pfeiffer (Argentina), Nicolás Dorr (Cuba), Antonia Bueno (España), Sara Joffré (Perú), Elio Palencia (Venezuela)
20. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “¿Siete puntos indispensables a una obra dramatúrgica? Responden: Mar Pfeiffer (Argentina), Nicolás Dorr (Cuba), Antonia Bueno (España), Sara Joffré (Perú), Elio Palencia (Venezuela)
21. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Sólo acepto a quien es leal consigo mismo” Responde: Thelvia Marín (Cuba) el Cuestionario Garzón Céspedes
22. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “La narrativa es introspección y revelación” Responde: Salomé Guadalupe Ingelmo (España)
23. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Construir, siempre construir” Responde: Alicia Alonso (Cuba) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
24. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la poesía “La poesía es una forma de expresar la emoción y el asombro que me provoca el mundo” Responde: Susana Benet (España)
25. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro forma parte de la esencia humana” Responde: César López Llera (España)
26. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “La narrativa es sublimación de la naturaleza humana” Responde: Fátima Martínez Cortijo (España)
27. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la narrativa “La narrativa es el arte más importante que existe” Responde: Armando José Sequera (Venezuela)
28. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro es representación viva de la historia del ser humano” Responde: Ulises Rodríguez Febles (Cuba)
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29. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “La pintura es memoria humana y fruto” Responde: Alejandro Cabeza (España)
30. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “La narrativa debe tener una dimensión poética” Responde: Tanya Tynjälä (Perú/Finlandia)
31. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Curiosa, independiente” Responde: María Paz Ballesteros (España) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
32. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Saber dar” Responde: Gerardo Fulleda León (Cuba) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
33. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Solo lo difícil es estimulante” Responde: Armando Morales (Cuba) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
34. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la poesía “La poesía crea mundos posibles y recrea los ya existentes” Responde: Renée Ferrer (Paraguay)
35. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro: un espacio imaginario para la interpretación reflexiva
y lúdrica de la realidad” Responde: Gerardo Fulleda León (Cuba)
36. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la dramaturgia “El teatro será siempre nuestra gran esperanza” Responde: Liuba Cid (Cuba/España)
37. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Hay que vivir intensamente” Responde: Haydée Arteaga (Cuba) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
38. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Escuchar el viento romper en el mar” Responde: Manuel Pérez Castell (España) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
39. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Defender los sueños. Avanzar siempre.” Responde: Mayda Bustamante (Cuba/España) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
40. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Escribir verdades que parecen mentiras y mentiras que la gente considera verdades.” Responde: Armando José Sequera (Venezuela) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
41. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Que me falem de amor” Responde: Maria Estela Guedes (Portugal) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
42. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “El que ama cuando muere es sólo para evolucionar” Responde: Abel Pérez Rojas (México) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
43. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la memoria y el juicio “Transporte preferido: La imaginación” Responde: Segundo Antares (Chile) el Cuestionario “Garzón Céspedes”
44. Garzón Céspedes, Francisco / Indagación sobre la poesía “Vivimos en poesía. Vivimos poesía.” Responde: Segundo Antares (Chile)
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