Post on 16-Apr-2017
ESTUDIO BÍBLICODr. Esyin Calderón Valverde
CASA DE ORACIÓNDaniel Flores, Pérez
ZeledónCosta Rica
Mateo Capítulo 8
8 1Cuando bajó del
monte, lo seguía mucha
multitud.
MATEO 8,1
8 1Cuando descendió Jesús del monte, lo seguía mucha gente.
Reina Valera 1995 Biblia Jerusalén 1976
1 Cuando bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre.
CURACIÓN DE UN LEPROSOD
R. E
SYIN
CAL
DER
ÓN
VAL
VERD
ECASA D
E ORACIÓ
N, D
ANIEL FLO
RES, PÉREZ ZELEDÓ
N, CO
STA RICA
2También he aquí leproso se le acercó
y adorando a él, diciendo: —Señor, si
quieres, puedes limpiarme.
MATEO 8,2
2En esto se le acercó un leproso y se postró ante él, diciendo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme.
2 En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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CURACIÓN DE UN LEPROSOCASA D
E ORACIÓ
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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3Y extendió la mano y lo tocó,
diciendo: —Quiero, sé
limpio. Y en seguida le limpió
la lepra.
MATEO 8,3
3Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: —Quiero, sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
3 El extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante quedó limpio de su lepra.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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CURACIÓN DE UN LEPROSOCASA D
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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4Y le dijo Jesús: —Mira, a ninguno le
digas, sino ve, muéstrate al
sacerdote y lleva el regalo que ordenó
Moisés, para testimonio a ellos.
MATEO 8,4
4Entonces Jesús le dijo: —Mira, no lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.
4 Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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CURACIÓN DE UN LEPROSOCASA D
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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5Más al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, que
le llamaba
MATEO 8,5
5Al entrar Jesús en Capernaúm, se le acercó un centurión, que le rogaba
5 Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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6y le decía : “Señor, mi criado ha sido echado
en la casa, paralítico, (con)
terribles tormentos.
MATEO 8,6
6diciendo: —Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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7Y le dijo: —Yo iré y
lo curaré.
MATEO 8,7
7Jesús le dijo: —Yo iré y lo sanaré. 7 Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.»Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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8Y respondió el centurión y
expresaba: —Señor, no soy digno de que
entres bajo mi techo; sólo di la
palabra y mi criado se curará,
MATEO 8,8
8Respondió el centurión y dijo: —Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará,
8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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RES, PÉREZ ZELEDÓ
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9pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a este:
“Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo
hace.
MATEO 8,9
9pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a este: “Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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10Más al oírlo Jesús, se admiró y dijo a los que lo seguían: —De
cierto os digo que ninguna fe tan
grande en Israel he encontrado.
MATEO 8,10
10Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo seguían: —De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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11Más os digo que muchos de los
orientes y occidentes llegarán y serán sentados
con Abraham, Isaac y Jacob en el reino
de los cielos;
MATEO 8,11
11Os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
11 Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos,
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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12más los hijos del reino serán
expulsados a la oscuridad de
afuera; allí será para sí el llanto y el rechinar de los
dientes.
MATEO 8,12
12pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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13Y dijo Jesús al centurión: “Vete, como creíste te
sea”. Y su criado quedó curado en
aquella hora.
MATEO 8,13
13Entonces Jesús dijo al centurión: —Vete, y como creíste te sea hecho. Y su criado quedó sano en aquella misma hora.
13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA AL CRIADO DE UN CENTURIÓNCASA D
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14Y viniendo Jesús a la casa de Pedro vio a la suegra de él
echada y teniendo fiebre.
MATEO 8,14
14Fue Jesús a casa de Pedro y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre.
14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA A LA SUEGRA DE PEDROCASA D
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15Y tocó la mano de ella y dejó a ella la fiebre; y
fue levantada, y servía a él.
MATEO 8,15
15Entonces tocó su mano y la fiebre la dejó; ella se levantó, y los servía.
15 Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS SANA A LA SUEGRA DE PEDROCASA D
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16más al llegar el atardecer le llevaron
muchos endemoniados, y
expulsó los espíritus con una palabra y a todos los que tenían
males los curó.
MATEO 8,16
16Al caer la noche le llevaron muchos endemoniados, y con la palabra echó fuera a los demonios y sanó a todos los enfermos,
16 Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos,
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NUMEROSAS CURACIONESCASA D
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17para llenar lo dicho por el
profeta Isaías: «Él nuestras
debilidades tomó y las
enfermedades cargó».
MATEO 8,17
17para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias».
17 para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: = El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades. =
765 a ¿700? a.C.
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NUMEROSAS CURACIONESCASA D
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18Más viéndose Jesús rodeado de la
multitud, ordenó pasar al otro lado.
MATEO 8,18
18Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, dio orden de pasar al otro lado.
18 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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SEGUIR A JESÚSCASA D
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19Y se acercó uno de los
escribas y le dijo: —Maestro,
te seguiré donde te vayas.
MATEO 8,19
19Se le acercó un escriba y le dijo: —Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
19 Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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SEGUIR A JESÚSCASA D
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20Y Jesús le dijo: —Las zorras tienen
guaridas, y las aves del cielo, lugar
donde descansar; más el Hijo del
hombre no tiene donde recostar la
cabeza.
MATEO 8,20
20Jesús le dijo: —Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza.
20 Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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SEGUIR A JESÚSCASA D
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21Otro de sus discípulos le dijo:
“Señor, permíteme primero ir y
enterrar a mi padre”.
MATEO 8,21
21Otro de sus discípulos le dijo: —Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
21 Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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SEGUIR A JESÚSCASA D
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22Más Jesús le dijo: “Sígueme
y deja a los muertos
enterrar a sus muertos”.
MATEO 8,22
22Jesús le dijo: —Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
22 Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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SEGUIR A JESÚSCASA D
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23Y subiendo él en la barca,
sus discípulos lo siguieron.
MATEO 8,23
23Entró él en la barca y sus discípulos lo siguieron.
23 Subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS CALMA LA TEMPESTAD EN EL MARCASA D
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24Y he aquí terremoto grande se aconteció en el mar de modo que las olas cubrían la
barca; más él dormía.
MATEO 8,24
24Y se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
24 De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.
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JESÚS CALMA LA TEMPESTAD EN EL MARCASA D
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25Y se acercaron sus discípulos y lo levantaron, diciendo: —
¡Señor, sálvanos, nos perdemos!
MATEO 8,25
25Se acercaron sus discípulos y lo despertaron, diciendo: —¡Señor, sálvanos, que perecemos!
25 Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!»
Biblia Jerusalén 1976Reina Valera 1995
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JESÚS CALMA LA TEMPESTAD EN EL MARCASA D
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26Y les dijo: “¿Por qué sois cobardes,
incrédulos?”. Entonces, levantándose,
reprendió a los vientos y al mar, y se
aconteció una gran calma.
MATEO 8,26
26Él les dijo: —¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
26 Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza.
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JESÚS CALMA LA TEMPESTAD EN EL MARCASA D
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27Más los hombres, admirados, decían: “¿Qué clase es este, que aun los vientos y
el mar lo obedecen?”.
MATEO 8,27
27Los hombres, maravillados, decían: —¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar lo obedecen?
27 Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»
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JESÚS CALMA LA TEMPESTAD EN EL MARCASA D
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28Y llegó al otro lado, a la región de los gadarenos,
salieron a su encuentro dos endemoniados que salían
de los sepulcros, muy peligrosos, tanto que nadie
podía pasar por aquel camino.
MATEO 8,28
28Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
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LOS ENDEMONIADOS DE GADARACASA D
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29Y he aquí gritaban diciendo: —¿Qué
tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos
antes del momento?
MATEO 8,29
29Y clamaron diciendo: —¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
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30Estaba paciendo
lejos de ellos una manada de cerdos.
MATEO 8,30
30Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
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31Más los daimon le rogaron
diciendo: “Si nos expulsas,
envíanos a la manada de los
cerdos”.
MATEO 8,31
31Y los demonios le rogaron diciendo: —Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
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32Y dijo a ellos: —Id. Ellos salieron y se
fueron a los cerdos, y he aquí se precipitó
toda la manada de la pendiente al mar y perecieron en las
aguas.
MATEO 8,32
32Él les dijo: —Id. Ellos salieron y se fueron a aquel hato de cerdos, y entonces todo el hato de cerdos se lanzó al mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
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LOS ENDEMONIADOS DE GADARACASA D
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33Más los que los apacentaban
huyeron y, llegando a la ciudad,
informaron todo lo de los
endemoniados.
MATEO 8,33
33Los que los apacentaban huyeron y, llegando a la ciudad, contaron todas las cosas y lo que había pasado con los endemoniados.
33 Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.
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34También he aquí toda la ciudad salió
al encuentro con Jesús y, viendo a él,
consolaron para que se alejara de
sus territorios.
MATEO 8,34
34Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le rogaron que se fuera de su territorio.
34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.
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