Lectio divina Domingo XIV Tiempo ordinario Ciclo A. 6 de Julio 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y...

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Lectio divina Domingo XIV Tiempo Lectio divina Domingo XIV Tiempo ordinario ordinario Ciclo A. 6 Ciclo A. 6 de Julio 2014 Secretariado de Julio 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y Ceuta Dioc. Cádiz y Ceuta Música: BSO. Jess de Nazaret Música: BSO. Jess de Nazaret Montaje: Eloísa DJMontaje: Eloísa DJ

Avance Manual

ORACIÓN INICIAL

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados…”

Señor, vengo ante ti, cansado y agobiado del camino.

Todo lo pongo en tus manos.

Tú sabes lo que traigo en el corazón, lo que estoy viviendo.

Sólo Tú puedes darme la paz y la alegría que necesito.

TEXTO BÍBLICO Mt. 11. 25-30TEXTO BÍBLICO Mt. 11. 25-30

25 En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: “Te 25 En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. se las has revelado a los pequeños.

26 Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27 Todo me ha sido 26 Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. quien el Hijo se lo quiera revelar.

28 Venid a mí todos los que estáis cansados y 28 Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. agobiados, y yo os aliviaré.

29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.llevadero y mi carga ligera”.

LECTURA

¿Qué dice el Texto?

Un día Jesús sorprendió a todos dando gracias a Dios por su éxito con la gente sencilla de Galilea y por su fracaso

entre los maestros de la ley, escribas y sacerdotes.

«Te doy gracias, Padre... porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la

gente sencilla».

A Jesús se le ve contento.

«Sí, Padre, así te ha parecido bien».

Esa es la manera que tiene Dios de revelar sus

«cosas».

La gente sencilla e ignorante, los que no tienen acceso a grandes conocimientos, se abren a Dios con corazón

limpio.

Están dispuestos a dejarse enseñar por Jesús.

El Padre les está revelando su amor a través de él.

Entienden a Jesús como nadie.

Sin embargo, los «sabios y entendidos» no entienden nada. Tienen su propia visión docta de

Dios y de la religión. Creen saberlo todo.

No aprenden nada nuevo de Jesús. Su visión cerrada y su

corazón endurecido les impiden abrirse a la revelación del Padre

a través de su Hijo.

Jesús termina su oración, pero sigue

pensando en la «gente sencilla».

Viven oprimidos por los poderosos y no

encuentran alivio en la religión del templo.

Su vida es dura, y la doctrina que le ofrecen los

«entendidos» la hacen todavía más dura y difícil.

Jesús les hace tres llamadas.

«Venid a mí todos los que estáis cansados y

agobiados».

Es la primera llamada.

Está dirigida a todos los que sienten la religión como un peso, los que viven agobiados por doctrinas que les

impiden captar la alegría de la salvación.

Si se encuentran vitalmente con Jesús, experimentarán un alivio inmediato:

«Yo os aliviaré».

«Cargad con mi yugo... porque es llevadero y mi carga ligera».

Es la segunda llamada.

Hay que cambiar de

yugo.

Abandonar el de los «sabios y

entendidos» pues no

es llevadero, y cargar con el de Jesús, que hace la

vida más llevadera.

No porque Jesús exige menos.

Exige más, pero de otra

manera. Exige lo esencial:

el amor que libera de lo que hace daño a las personas.

«Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón».

Es la tercera llamada.

Hay que aprender a

cumplir la ley y vivir la religión con su espíritu.

Jesús no «complica» la vida, la hace más simple y

humilde.

No oprime, libera para vivir de manera más digna y humana.

Es un «descanso» encontrarse con él.

meditación

¿Qué me dice el Señor en el Texto?

El Padre se ha revelado a las personas dóciles y sensibles a la acción de Dios en su vida.

¿Eres consciente de que la revelación es un don, una gracia de Alguien que quiere que lo conozcas, pero que también necesita tu disposición y apertura para que Él

haga su obra en ti?

Siendo consciente de que el Señor se revela a los sencillos, a los humildes… ¿qué actitud tienes ante el

Señor?

¿ocupa el centro de tu vida, de tus intereses, de tus preocupaciones…?

¿Es la razón de todo lo que haces?

Si tienes que optar entre tu fe y otros intereses, otras cosas, ¿cuál es tu opción, por qué optas?

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.

¿Eres consciente de que vivir esto es necesario para que el Señor sea verdaderamente el sentido de tu vida, de que es Él el que te transforma y vivifica en su amor, ayudándote a encontrar la vida plena que sólo Él te

puede dar?

oración

¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?

Gracias, Señor, porque te has dado a conocer a los humildes, a los pobres de espíritu, a los que se abren a

tu amor.

Abre mi corazón para que acoja tu palabra y lléname de tu amor.

Ven conmigo, Señor, cuando los problemas de cada día, los problemas de la sociedad y del mundo... me alejen de

ti y no sea capaz de darte a conocer.

Lléname de tu espíritu de fortaleza.

Dame fuerza y claridad para asumir los retos de cada día con paz y confianza, Señor.

contemplación

¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

“Te doy gracias Padre, Señor del cielo y la tierra…”

¿Qué te sugiere que Jesús inicie sus

palabras con una acción de gracias?

¿Qué lugar ocupa en tu vida el agradecimiento?

¿Agradeces al Señor sus continuas gracias,

su ayuda continua?

¿Te quejas de ello como ¿Te quejas de ello como de un mal sin remedio? de un mal sin remedio?

¿Por qué? ¿Por qué?

¿Quién no está lleno de trabajos y cargado de

miserias?

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os

aliviaré”

Porque no acudes a Cristo.

¿Cómo padecer tanto teniendo tan a mano el remedio?

“…aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”

Con dulzura se educa, con dulzura se enseña,

con dulzura se inculca la virtud,

se consigue la enmienda,

se gobierna bien, se hace todo lo

bueno.

Si preferimos la acritud, la sequedad, la impaciencia, la brusquedad…,

¿no será porqué nos resulta más cómodo, más fácil…, porqué buscamos nuestra propia satisfacción más que el

bien del prójimo?

acción

¿A qué me comprometo?

Repite con frecuencia desde tu interior “

Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”.

Examina cómo es tu mansedumbre, tu paciencia… cómo tratas y comprendes a los demás.

Al final del día dedica unos minutos a dar gracias a Dios por todas las cosas que en este día te ha

permitido vivir.

FIN