Post on 02-Jun-2018
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
1/53
308
DILOGOS
thos in P latons Phaidros 274b 6f1 >> Gymnasium Zeit-
schrift fr Kuitur der
nt ike un
humanstsche Bildung
68 6
Nov. 1961
526
-548;
L
Gil, Notas al
Fedro Eme-
rita 24 1956 , 311-330; id., De nuevo sobre el Fedro
Emerta
26 1958 , 215-221;
i
d.
Divagaciones en torno
al mito de The
uth
y Thamus, Estudios Clsicos 9 1956,
343-360 recogido ahora en Transmisin mtica Barcelo
na, 1975, pgs. 101 120 ; O. Regenbogen, Bemcrkungen
zur Deutung des platonischen
Phaidros
en
Kleine Schrif-
ten ed. de Franz Dirlmeier, Munich, 1961, pgs. 248-269;
J. Derrida, La pharmacie de Pla ton, en
La dissmina-
t on Pa rs, 1972; R. Burgcr, Plato s Phaedrus. A defense
1a philosop ic o 1 writing The University of Alabama
Press, 1980; Bernard
Seve,
Ph dre de Ptaton Commema-
re Pars , 1980.
E.
LLED IGO
FEDRO
SC
RAT
ES,
FEDRO
SCRATES.
- Mi querido Fedro, adnde andas
ahora
227a
y de dnde vienes?
FEDRO. - De con l.J.s.ias ,
Scrates, el de Cfalo 2 , y
me voy fuera de las murallas, a dar una vuelta. Porque
me he entretenido all mucho tiempo, sentado desde tem
prano . Pers uadido , adems, por Acmeno compaero
tuyo y mo, vaya
dar
un paseo por los caminos, ya qu e,
afi rma, es ms descansado que an
da r
por los lugares p- b
blicos.
Sc . -
y
bien dice, compaero. Por cierto que, segn
veo, es
taba
Lisias en la ciudad.
1 Lisias , el gran ausente del dilogo, hijo de Cfalo. Su hermano Po
lcmarco fue ejecutado durante la tirana de los Treinta.
2 Cfa lo era hijo del siracusano
Llsanias.
Su amistad con
Perlces
pudo haber sido una de las causas por las que abandon su pas y vino
a Atena s, donde , en el
Plreo,
posea una fbrica de escudos. A Cfal o
lo encontramos ya, en relacin con su otro hijo
Poemarco.
al
comienzo
de la Repbfica 327b ss., dond e se nos dan otros da tos sobre la fa
milia .
J
Mdico aten iense y padre de Eriximaco que aparece tambin en
el
Banquete
l 76b,
198a.
214b .
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
2/53
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
3/53
312
DILOGOS FE DRO 313
e mo y le inst a que caminasen juntos. Sin embargo,
como
ese amante de discursos le urgiese que le dijese uno,
se haca de rogar como si no estuviese deseando hablar.
Si,
por
el
contra rio,
nadie estuviera por oirle de buena ga
na , acabara por soltarlo a la fuerza . As Que
t ,
Fedro .
pdele que lo que de todas formas va a acabar haciendo.
que lo haga ya ahora.
FED . - En verdad que , pa ra mi, va a ser mucho mejor
hablar como pueda, porque me da la impresin de que
t
no me soltars en tanto no abra la boca. salga como
salga lo qu e diga.
Sc
. -
Muy verdad es lo que
le
est pareciendo.
d FED . - Entonces as har. Porque, en realidad, Scra-
tes no llegu a
apr
enderme las palabras
una
por
una .
Pero
el contenido de todo lo que expuso, al establecer las dife
rencias ent r e el Que ama y
el
Que no . te lo vay a refe rir
en sus pu nto s capitales, sucesivamente. y empezando por
el pr imero 10 .
Sc. - D jeme ver, antes Que nada, Queri
do
Qu es
lo que tienes en la izquierda, bajo el
manto
. Sospecho que
es el discu rso mismo. Y si es asi, vete haciendo a la idea ,
por lo que a mi toca. de Que, con tod o lo que te quiero,
estando Lisias presente, no tengo la me
nor
intencin de
entreg rteme
para
que
entre nes. Anda ,
ens
anil ya
F EO . - Cai
il
la:-Queacabaste de a
rre
batarme, Scrates
la esperanza que tenia de ejercita rme contigo. Pero dnde
quieres que nos sentemos para leer?
229u Sc . - Desvimonos por aqu. y vayamos por la ori-
lla del Itiso , y all, donde mejor nos par ezca. nos sen tare
mos tranquilamente,
O
Vuelta al
prob
lema de la oralidad o literalidad del lenguaje,
que confirma la tesis de la unidad subyacente al
Fedro.
F EO . - Po r suerte qu e, como ves, estoy desca lzo. T
lo ests siempre. Lo ms cmodo para nosotros es que
vayamos ca be el arro yuelo mojndonos los pies. cosa nada
desagradable en esta poca del ao y a estas horas
11.
Sc . - Ve delante , pues, y mira . al tiempo , dnde nos
sentamos.
F EO . - Ves aq uel pltano tan alto?
Sc. - Cmo no
F EO . -
AIIi hay sombra , y un vientec illo suave, y
b
hierba pa ra sentarnos o, si te ape tece, para tumbarnos.
Sc . - Vamos, pues.
Fw .
-
Dime, Scrates, no fue por algn sitio de s
tos junto al Iliso donde
se
cuenta que Breas 12 ar rebat
a Orita?
Sc . - S Que se cuenta.
11 La topografa del Fedro C una topografa real te r. U. VON
WIl \MO
WrTZ
-MoH L ENDORff , Pte to,
Sei / e
und
wifU
W, * , . Ber
un
. pg .
n.
1.
Tambin el comentario de T HOItl.50N (ad Joc l
Esta topograria real co ndiciona tam bin una cierta topograf ia ideal. WI_
LANOW JTZ
op. d i.
pg . titula su captulo sobre el
Fedro:
..Un
LeJJu .a de yt ra ) .
. J o s A c : : s c
t S l : :
lambin
en el
Bunquele
1743; 220b; Ar.rsTFANES,
Nubes
103, 363; J EI fO NTE ,
Memor
bilio
1, VI, 2.
En el
Corpus Arislolelk um
(Peri kosmou r Alhon
dron
J94b20).
encc rueam cs una referencia a estos vientos del None que soplan en
el solsticio de verano .
Co
n el desarr ollo de la rosa de los vientos , se
les dio, prefere ntemente, el nombre de Brea s a estos vientos del Nordes
te vecinos a los del Norte (Apurktias) . Para PiN
DA
l O (Plic
J i
N 181).
es el rey de los vientos . La versin mitol gica lo prescnra como hijo
de Auro ra y Asn eo, herma no de Cfiro, Euro y Noto (All STTElU ,
Me-
teor. 364a I9-22). Procede de Tracia, pas fr io por excelencia para los
griegos. Entr e sus acciones titnicas se cuenta el rapt o de Orua nerei
da hija de Etecteo, rey de Atenas. Orit la personifica 10.\ remolinos de
nteve en los ventisqueros y se la llama , a veces,
novia
del viento.
D,
la unin de ambos nacieron z eres y Caais , genio, del viento.
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
4/53
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
5/53
316
D
I l
OGOS
FEDRO
317
y sencilla que, conforme a su naturaleza, part icipa de divi
no y lmpido destino. Por cierto, amigo, y entr e tanto par
loteo. no era ste el rbol hacia el que nos encaminbamos?
b FED . - En efecto, ste es.
Sc. -
Por
Hera Hermoso rincn, con este pltano
tan frondoso y elevado. Y no puede ser ms agradable la
altura y la sombra de este sauzgatillo
18,
qu e, como ade
ms, est en plena flor, seguro que es de l este perfume
que inunda el ambiente. Bajo
el
pltano mana tambin una
fuente deliciosa , de fresqufsima agua, como me lo estn
atestiguando los pies. Po r las est at uas y figuras, parece
e ser un santuario de ninfas, o de Aqueloo
19 .
Y si es esto
lo que buscas, no puede ser ms suave y amable la brisa
de este lugar. Sabe a verano, adems, est e sonoro coro
de cigarras
20 .
Con
ms delicioso es este csped
que, en suave pendiente , parece destinado a ofrecer una
almohada a la cabeza placenteramente reclinada. [En qu
buen gua de forasteros te has convertido, querido Fedro
el Etna -c-. La ms ant igua no ticia sobre Tifn la encontramos en HOME
0
lIada 782) . Plat n , ta l eomo har en el roato utiliza aqu un
intraducible juego de palabras: tjphos hinchado, vano, pero tam bin
hum
o, soplo ;
typhos
significa,
por
el co
ntrario
, sencillo, claro ,
lmpi
do. Tal vez el conoc imiento de s mismo a que Scrates se ref ie re, a
propsito de la inscr ipcin dlfica, le lleve hasta este adje tivo, que exp re
sara una for ma ideal de autorreflexin.
I
Sobre este arbusto, vanse las eruditas not icias de U. STALLBAUM
P atons Opera omnia, recensutt prolegomenis el commentarta ittustra
vtt
... , vol. IV, sect. 1,
conttnens Phuedrum, eamo secunda mullo aucttor
el emendator, Gothae et Erf ordiae
M
CCL VII, pg. 20.
9
Aqueloo , ro de Grecia qu e co rre desde el monte
Pindo
a travs
de Dolopia. .. y desemboca junto a Eniadas (T
vc
fDl
DES
, JI 102), Y tam
bin dios fluvial, pad re de las ninfas y protector de las aguas.
W
Las cigarras aparecern ms adelante (259b) en un mito
sobr
e el
or igen de la pasin potica .
PED. - [Asombroso , Scrates Me pareces un hombre
rarsimo, pues tal como hablas, semejas efectivamente a
un forastero que se deja llevar, y no a uno de aqu. Creo
yo que, por lo que se ve, raras .. . J J l all. de los
m
_
ni
~ ~ ~ s
r a l l
d
Sc. - No me lo tomes a mal, buen amigo.
apr ender y el caso es que los campos y los r boles no
qTre'n ensearme nad a; pero s, en cambio, los ho
l b
res
de la ciudad vPor cie rto , que rs pareces a b c r e ; ; c
para que salga. Porque, as como se hace
andar a un animal hambriento ponindole delante un poco
de hi
erba
o grano , tambin podras llevarme, al parecer,
por toda tica, por donde t quisieras, con tal que me
encandiles con esos discursos escr
ll Q
S. As que, como hemos
e
llegado al lugar a
pro
piado , yo ,
por
mi parte, me voy a
tumbar. T qu e eres el que va a leer , escoge la postura
que mejor te cuadre y, anda , lee .
A- E
o . - Escucha, pues
2t ,
2
Comienza aqu el pr imer discurso
Igos)
del
Fedro.
Sc discute,
efectivamente, sobre la orig inalidad de est' discurso , que, en principio ,
debe ser de Lisias. Las dotes literarias de Platn bien pod ran haber cons
tru ido una especie de imitacin en la que se ridicu lizasen algunas caracte
rsticas del estilo de Lis ias, qu e, al fin al del dilo go , van
a
ser criticadas
al plantearse el problema de la retrica . (CL L.
ROBl N,
Platon, Oeuvres
co
mp
letes, vol. IV, 3: Phdre, Pars, 1978 [
l e
d. 1933], pgs . LX
LXVIII;
R.
HAC
KFOR
TIl, Pkno s Phaedrus, Cambr idge, 1982 [1.
ed.,
1952], pg. 31, Y G.
J.
DE VRIES , A comrnentory on the Phaedrus
of
Ptato Amsterdam, 1969, pgs. 11-14, donde se aducen algu nos de los
testimonios anti guos sob re la autenticidad del discurso de Lisias ,
p.
ej.
D1G
EN
HS LAERClO, III 25.) Textos paralelos de ob ras de Lisias, los ha
recogido J . VAIILEN , ( Deber die Rede des Lisias in Platos
Phaedrus,
Sitzungsbe
ndue
der Berl iner A kademie der W ss s h ften (I9 3), 788-81 6.
aTTO RE
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
6/53
318
DILOGOS
FED RO
319
I
Oc mis asuntos tienes no ticia y has odo . tambin, c-
2310 lila co nsidero la conveniencia de que esto suceda. Pero yo
no quisiera que dejase de cumplirse lo que anso, por el
hecho de no ser amante tuyo. Pues, precisamente, a los
amantes les llega el
arre
pentimiento _de
l.
bie
rt
_
podido hacer , tan pronto como se les ap laca su deseo. Pe
ro , a los
e n e t
Porque
no obran a la fuerza, sino libremente, como si estuvieran
deliberando , ms y mejo r, sobre sus propias cosas, y en
su j usta y propia medida . Adems, los I l l ~ ~ S tienen
siempre ante sus ojos todo 10 que de su incumbencia les
has lido
m l
a causa del amor Y por supu
to que
b
les_ha alido bien . Y si a esto aaden las dificultades pasa
da s. aca ban por pensar que ya han devuelto al
amado
,
co n creces, todo lo que pudie ran deberle. Pero a los que
no. aman y no ponen esa excusa al abandono de sus pro
pios asuntos , ni sacan a relucir las penalidades que hayan
so portado, ni se quejan de las d iscusiones con sus pa rien
tes, no les queda ai ra alternati va, superados todos esos
males, que hacer de buen grado lo que consideren que,
una vez cumplido, ha de ser gra to a aquellos que cortejan.
Y, ms an , si la causa por la que merecen respe to y estima
e
los enamorado s, es porque dicen que
estn
so bremanera
alados a aquellos a los que aman, y dispuestos. adems,
con palabra s y obras a enemista rse con cualquiera con tal
de hacerse gra tos a los ojo s de sus amados, es fcil saber
si dicen verdad , por que pondrn, por encima de todos los
otros , a aq uellos de los que ltimamente est n enamora
dos, y, obviamente, si estos se empean, llegarn a hacer
Deutung des pla tonischen Phllidr s, en Kene Schr ten, ed. de
FRA
NZ
DIRLM
l
ER, Munlch, 1961, pg. 230). Vase tambi n F. L
ASSE
RRE ,
ErO-
tikoi goi SeUnI etvet cum 1 1944), 169 Y sigs.
mal incluso a los que an tes amaron. Y en verdad que
mo va a ser, pues, pro pio, confiar para asun to tal en qu ien
est aque
ja
do de una clase de mal que nadie, por expe-
d
rimentado que fuera, pondra sus manos p
ar
a evita rlo Po r
que ellos mismos reconocen que no es
tn
sa nos, sino en-o
fermos , y saben, adems , que su mente desvara; pero que,
bien a su pesar: -no son capaces de domi
nar
se. Por consi
guiene, cmo
RQJ[an .
s e
e n c o
en su sano
j uicio. dar po r buenas las decisiones de una voluntad . tan
c a r r
i a ~ ~
Por
c i ; ; si entr e
esco
gieras al mejor, tendras que hacer la eleccin entre muy
pocos; pero si, por el con trario quieres escoger, entre los
ai ras, el que mejor te va, lo podras hacer entre muchos .
y
en consecuencia. es mayor la esperanza de encontrar.
ent re muchos, a aquel que es digno de tu predileccin.
Pero si temes a la costumbre imperante segun la cual,
si la gente se entera, caera
sob
re
ti
la infam ia,
loma
cuen
la de los enamo
ra
dos, qu e creen ser ob je to de la admiracin
de los dems . ta l como lo son entre ello s mismos, y arden
232
en deseos de hablar y vanagloria rse de anuncia r pblica.
mente que ha merecido la pena su esfuerzo. Pero los que
no aman, y que son dueos de s mismos, prefieren lo que
~
m
en j ugar de la opinin de la gente.
Por lo dems, es inevitab le que mucho s oigan e, incluso,
vean por si mismos que los amantes andan det rs de sus
amados y_que__hacen.de. este
s . - p
J l ~ i p a u p a c i de
f
or
ma que , cuando se les vea hab lando
e n s a r
que, al es
tar
juntos, han logr ado ya sosegar sus deseos, b
o est n a punto de lograrl os. Sin em
bar
go, a los que no
aman, nad ie pensara en reprocharles algo por esta r
jun
tos, sabindos e como se sabe que es no rmal que la gente
dialogue, bien sea por amistad o
por
qu e es grato hacerlo.
Pero, precisament e, si te entra el reparo , al pensar lo dif -
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
7/53
320 DILOGOS FEDRO
321
i
I
cl que es que una amistad dure
y
que si, de algn modo ,
surgen desavenencias, suf rien do ambas partes de consuno
e la desgracia, a ti , en tal caso , es a quien tocara lo peor,
al haberte entregado mucho ms, puedes acabar por te
mer,
rea
lmente , a los enamorados. Pues son muchas las
cosas que les conturban, creyendo -como creen que.j odo
_
.
va en contra suya. Por esa buscan apartar a los que aman
del trato con los otr057 porque 'tCie-que
ios- rico le
s su
-peren- i;
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
8/53
322
DILOGOS FEDRO 323
I
manifestarn su a fecto, los que darn compaa, los que
vendrn a la puerta y mostrarn su gozo y nos quedarn
agradecidos, pidiendo. adems, que se acrecienten nues
tro s bienes. Pe ro, igualmente, conviene mostrar nues
tra
be
nevolencia. no a los ms ne
;e
'sitados,
siOa
l
os
q Tor
34
puedan dcv
O
lver '
Y O
o a qe ms lo
. piden, s
noa
los que sondignos de ella; tampoco a los
que quisieran gozar de tu jvcntud, sino a los que, cuando
seas viejo , te hagan partcipe de sus bienes ; ni a los que,
una vez logrado su deseo, se ufanen pregonndolo, sino
a los que, pudorosamentecguardarn silencio ~ ~
ni a los que les dura poco tiempo su empeo, sino a los
que, invariablemente , tendrs por amigos toda la vida ; ni
a cuantos,
una
vez sosegado el deseo , buscarn excusas
h
para enemistarse, sino a los que, una vez que se haya
marchitado tu lozana, dejarn ver entonces su excelencia
Acuf'date',-pucs,-det
o t
o i
odicho
y ten en cuenta que los
que aman son amonestados por
sus amigos comes i
malo lo que hacen; pero, a los que no aman , ninguno de
o s ha censu rado alguna vez que, por eso,
maquinen cosas que vayan
contra
ellos mismos.
Tal
vez quieras pregu n
tar
me, si es que no te estoy ani
mando a conceder favores a todos los que no aman. Yo,
por mi parte, pienso que ni el enamorado te ins tara a que
mostrases esa misma
man
era de pensar ante todos los que
e
te aman. Porque para el que recibe el favor, esto no me
recera el mismo agradecimiento, ni tampoco te sera posi
ble queriendo como quiere s pasar desapercibido ante los
otros. No debe derivarse, pues, dao alguno de todo es
to
sino
mutuo
provecho.
Por
que a m respecta, me parece
que ya he dicho bastante, pero si echas de menos alguna
cosa que se me hubiera escapado, pregntame.
FED. - Qu te parece el discurso, Scrates? No es
esplndido , sobre todo por las palabra que t
Sc. Genial , sin duda , compaero ; tanto que no
salgo de mi asombro. Y has sido t la causa de lo que
he sentido, Fedro, al mira rte. En plena lectu ra , me pare
cas como encendido. y, p ql le_
de tQg93sto
.
J.W.Jieguido y, al scguirt
t?
1-he entradQ
en delirio c
:m
ti.go, oh t, cabeza inspirada I
FED . Bueno . No parece como si estuvieras bromean-
do?
I
S c. - Cmo puede parecrtelo, y no , ms bien. que
me lo tomo en serio?
FED. - No, no es eso Scrates. Pero en realidad, dime, o
por Zeus pat r n de la amistad ,
zcrees
que algn
otro
de
los griegos tendra mejores y ms cosas que decir sobre
este tema?
Sc - Y qu? Es que tenemos que alabar , tanto t
como yo, el discurso
por
haber expresado su a
utor
lo debi-
do, y no slo por haber sabido dar a las palabras la clari
dad, la rotundidad y la exactitud adecuadas? Si es as, por
hacerte el favor te lo concedo, puesto que a m, negado
como soy, se me ha escapado. Slo prest atencin a lo
retrico , aunque pens que, al propio Lisias, no le
bas-
5a
tara con ello. Tambin me ha parecido, Fedro, a no ser
que tu digas otra cosa, que se ha repetido dos o tres veces,
como si anduviese un poco escaso de perspectiva en este
asunto, o como si, en el fondo, le diese lo mismo . Me
ha parecido, pues, infantil ese
afn
de
apa
rentar
que es C < l p a d L d c c de una mane ra y luego
.d
Qtra ,. y aru ?
\ P
_
u
y_
12
is
fI
22 . - - - . _ - -
11 Scrates comienza a hacer la crtica del discurso, cuya seca preci
sin parece haber aceptado, escondiendo, un poco despus, su irona con
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
9/53
324 DILOGOS
FEDRO 325
b FEO. - Con eso no has dicho nada , Scra tes. Pues ah
CS
precisamente, dond e reside el mrito del discurso. Por
que de todas las cosas que merecan decirse sobre esto,
- no se le ha escapado nada, de forma que na die pod r a de
cir ms y mejo r que las que l ha dicho .
S c. Esto es algo en 10 que ya no pued o esta r de
acuerdo contigo . Porque hay sabios varones de ot ros tiem
pos , y muj eres tambin. que han hablado y escrito sobre
esto , y que me cont radiran si, por condescende r contigo,
te d ie ra la razn .
e FED . - Y quines son ellos? Y dnde les oste decir
mejores cosas?
Sc. - La verdad es que ahora mismo no sabra decir
tela .
Es
claro que he debido de o r lo de alguien, tal vez
de Safo la bella. o del sabio An acreonte, o de algn escri
to r en prosa. Que de dnde deduzco esto? Pues vers .
Henchido como tengo el pecho , d uende mo
2l
me siento
capaz de decir cosas que no habri
an
de ser inferiores. Pe
ro, puesto que estoy seguro de que nada de esto ha veni
do
a la mente por s mismo, ya que so y consciente de mi igno-
d rancia, slo me queda suponer qu e de a ig
i aso
fras fuen
tes me he llenado. po r los odos, como un tonel. Pero por
mi torpeza, siempre me olvido de cmo y de a quin se
lo he escuchado.
el argumento de au toridad: sabios varones de otros tiempos , y mujeres
i ~ n 2J5b). Cf.
Mtn6n
sfe.
El texto gr iego dice {j
daimnie
que podr a traducirse, en algn
caso, con la palabra duende, que recoge una parte de lo que el campo
semntico de mon expresa. Este contagio con el que, irnicamente,
juega Scrates lo manifiesta tamb in en esa sustitucin de su p ropio d t-
mn
de su prop io duende, p el de Fedro.
C f. E . BRUN
ll l
S-N lLSS) N,
Daimonte. Uppsala , 1955, pgs. 104 y sigs .
FED. - [Pero qu bien te expresaste, noble amigo Por
q ue no te pido que me cuentes de qu ines y cmo las o ste,
sino que hagas esto mismo Que has dicho . Has promet ido
decir cosas mejores y no menos enjundiosa s y dist intas que
las que est n en este escrit
o.
Y te
pr o
meto, como los nueve
arcontes 24, erigir en Delfos una estatua de oro de tamao
na tu ral, no slo ma , sino tambin tuya. ,
Sc. -
Eres encantad
or
, Fedro. T s q ue s eres de
oro verdadero , si crees que estoy diciendo algo as como
que Lisias se equivoc de tod as todas y que es posible,
sobre esto,
otra
s cosas que las dichas . Presien to Que ni
al ltimo de los escrito res se. le ocurrira cosa semejante.
Vayamos al asunto de que
tr a
ta el discurs o . Si alguien
pre
tendiera probar
qu e
hay que conc
ede
r favo res
al
que no
ama antes que al q ue a ma y pasase po r alto
el
encomiar
la sensatez del uno , y reprobar la insensatez del a iro
osa 36ese mito que este notable personaje
b
que aqu veis me ob liga a decir, pa ra que su camarada
que antes le pa reca sabio ahora se lo
par
ezca ms.
Haba una vez un ado lescente, o me jor an, un joven
muy bello, de quien muchos estaban enamorados . Uno de
stos era muy astuto, y aunque no se ha llaba menos ena
morado que otros, haca ver como si no lo Quisiera. Y
como
un da lo requiriese, intent
aba
convencerle de que
ten ia que otorgar sus favores al que no le amase, ms que
al que le amase, y lo deca as:
8610 hay una manera de empezar, muchacho, pa ra los
e que pretendan no equivocarse en sus deliberaciones. Con
viene saber de qu trata la deliberacin. De lo
contrar
io,
forzosamente, nos equivocaremos
31.
La mayora de la gente
l O El Scrates fillogo pla ntea aqu una alternativa etimolgica. El
sobrenombre de melo diosas
l
geiai para las Musas, lo conocemos ya
desde OM RO diseaXXIV 62). A pesar de la leyenda, no se encuentra
fuente que
just
ifique ese gusto de los ligures por la msica ni siquiera
en la guerra H
ERMIAS,
48, 27 sigs.).
JI El comienzo del discurso de Scrates aborda un preciso plantea
miento metodolgico. Los dilogos platnicos, el mtodo socrtico, nos
tienen acostumbrados a esas preguntas que intentan, efectiva mente , saber
de qu se habla. Pero , en este pasa je del
Fedro,
se tema tiz
a,
con gran
propiedad, el problema del an lisis intelectual. Hay aqu tres niveles, cla
ramente determinados: uno que apunta al espacio subje t ivo de la delibe
racin bo leusis y que provoca el error. Otro que se refiere al espacio
obje tivo, conv iene saber de qu trata la delberacn. Al lado de la
bouleusis encon tramos el eden el saber de qu se trata cuan do la vo
luntad se determina. El descubrimien to y reconocimiento de los caracte
res peculiares y, ha sta cierto puma, objet ivos del saber marcan un nivel
de racionalizacin que estructura el cam ino del conocimiento . Pe ro
la boul desempea tambin un papel esencial. En el cent ro del edn i
ap arece ese compromiso individual del que se har eco la tica de Aris
tteles. (Cf . t ic nicomque III 1112a18 ss.}. Un tercer mom ento 10
representa el engarce in tersubjetivo del saber del que
ponerse de
acuerdo
diomologontai
sirve de condicin y de contenido .
Jl Esta ausencia de deliberacin
objet
iva , de conocimiento de lo
real y su expresin, es,
por
supuesto, un planteamiento continuamente
enarbolado y pue sto en cris is por la sofstica . La superacin del posible
relativismo so fista surge en este texto. Las cosas tienen una oust una
determi
nada
estructura , cuyo descubrimiento permite el saber. Sin em
bargo, llegar a la ousi es llega r a t rav s de los vericuetos del lenguaje.
Par a n o perderse en ellos se precisa el previo acuerdo , el anl isis de aq ue
llos elementos semn ticos sobre cuya claridad y pre tendida objet ividad
se funda el saber .
El deseo natural de gozo que aqu expresa Platn encu
entr
a,
como es sabido, COI anterioridad a la versin epicrea, una primera rno-
329EDRO
no se ha dado cuenta de que no sabe lo que son, realmen
te, las cosas 12 . Sin embargo, y
com
o si lo supieran, no
se ponen de acuerdo en lo s comienzos de su investigacin,
sino que, siguiendo adelante, lo na t
ura
l es que paguen su
error al no hab er alcanzado esa concordia, ni entre ellos
mismos , ni con los otros. As pues, no nos vaya a pasar
a ti y a m lo que reprochamos a los otros, sino que , como
se nos ha planteado la cuestin de si hay que hacerse ami
go del que
ama
o del que no, deliberemos primero, de mu
tuo acuerdo, sobre qu es el
amo
r y cul es su poder.
Despus, teniendo esto pre sen te , y sin perde rlo de vista, d
hagamos una indagacin de si es pro vecho o dao lo que
trae consigo.
{>
Que, en efecto,
amor es un deseo est claro para
todos , y que tambin los que no a
ma
n desean a los bellos,
lo sabemos . En qu vamos a distinguir, entonces, al que
ama del que no?
Con
viene, pues, ten er presente que en
c
ada
uno de noso tros hay como dos principios que nos
rigen y conducen, a los que segu imos a donde llevarnos
qu ieran . Uno de ellos es un deseo natural de gozo,
otro
es una op in in adquir ida, que tiende a lo me
jo r 33.
Las
DILOGOS
28
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
12/53
330
DILOGOS
FEDRO
331
I
dos coinciden unas veces; pero, otras, disien ten y se e
e velan, y unas veces dom ina una y otras otra. Si es la opi
nin la que, reflexionando con el lenguaje, paso a paso,
nos lleva y nos domina en vistas a lo mejor, entonces ese
dominio tiene
el
nombre de sensatez. Si,
por
el
contra
rio,
es el deseo el que,
atolondrada y desordenadamente, nos
tir a haci a
el
placer, y llega a predominar en nosotros,
2380 a este pr edominio se le ha puesto
el
nombre de desenfreno.
Pero el desenfreno tiene mltiples nombres
34
pues es algo
de muchos miembros y de muchas formas 35, Yde stas,
la que llega a destacarse otorga al que la tiene
el
nombre
mismo que ella lleva. Cosa , por cierto , ni bella ni demasia
do digna. Si es, pues, con relacin a la
com
ida
donde
el
apeti to predomina sobre la ponderacin de lo me
jo
r y so-
h
bre los otros apetitos, entonces se llama gloto nera, y de
este mismo nombre se llama al que la tiene. Si es en la
bebid a en donde aparece su t irana y arra
stra
en esta di rec
cin a quien la ha hecho suya, es claro la denominacin
que le pega. Y por lo que se refie re a los
otros
nombres,
hermanados con stos, siempre que haya uno que predo
mine, es evidente cmo habrn de llamarse.
Po
r qu apeti
to se ha dicho lo que se ha dicho , creo que ya est bas
tan
te
claro ; pero si se expresa, ser
an
ms evidente que si no :
dulacin en RISTT
ELES
lk
a nicomrquea
I 1095al 4 ss.). Fren te a ese
impulso
natura
l, se si ta todo aquel nivel de convicciones, op iniones,
que en el curso de la vida van
enhebrndola desde
la propia
y
concreta
experiencia, hacia un presente mejor.
J 4 En la t ica nicomaquea. ARISTT
ELES
completar estos dominios
que trazan los nombres de las excelencias y defectos humanos (cr.,
p. e
j. , IV 1119b22
ss.)
Jl El texto
polym ts-polyeds,
ha sid o muy discutido . Mas platnico
parece
potv t . . DE
VRIES, A commenlory ., pg . 84;
P.
FRlED
LN E
R, Ptuton, vol.
1:Die ptatontsche Schrfien, z weire und
ntt
Pe
r ode Berln. 1975
l,
pg . 468.)
al ape tito que, sin con tro l de lo racional, domina ese esta
do de nimo que tiende hacia lo recto , y es imp ulsado cie
gamente haci a el goce de la belleza y, poderosamente
e
fortalecido po r otros apetitos con
l
emparentados, es arras
trado
hacia
el
esplen
dor
de los cuerp
os,
y
llega
a
conseguir
la victoria en este empeo,
tomando el nombre de esa fuerza
que le impulsa, se le llama Amor
36
Pero , querido Fedro, no tienes la impresi
n ,
como yo
mismo la tengo, de que he experimentado una especie de
trasporte divino?
FED. - Sin duda que s, Sc rates. Cont ra lo espe rado,
te llev una riada de elocuencia.
S c. - Calla , pues, y escchame. En realidad que pa
rece divino este luga r , de m
odo
que si en el curso de mi
exposicin voy siendo arrebata do por las musas no te ma-
d
ravilles. Pues ahora mismo ya empieza a so
narme
todo co
mo un ditirambo.
PED. - Gran verdad dices.
S c. - De to do esto eres t la causa . Pe ro escucha
lo que sigue,
por
que quiz pudiramos evitar eso que me
amenaza . Dejmoslo,
por
ta nto, en manos del dios, y no
sotros, en cambio, orientemos el discurso de nuevo hacia
el muchacho.
Bien, mi excelente amigo. As que se ha dicho y defi
nido qu es aquello
sobre lo que hemos de deliberar. Te
nindolo ante los ojos, digamos lo que nos queda , respec to
al provecho o dao que, del que ama o del que no, puede e
sobrevenir a quien le conceda sus favores. Necesariamente
aquel cuyo imperio es el deseo , y el placer su esclavitud,
J Densa y precisa definicin de Eros, en la que tambin interviene
la filologa platnica , como lo muestra la relacin etimolgica
ros
Rhom
el amor como impulso, deseo, fuerza.
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
13/53
332
DI LOGOS
FEDRO
JJ3
I
I
I
har que el amado le proporcione el mayor gozo. A un
enfermo le gusta lodo lo que no le contra ra ; pero le es
desagrable lo que es igual o superior a l. El que ama,
2J90 pues, no soporta r de buen grado que su amado le sea
m
ejor
o igua l, sino que se esforzar siempre en que le sea
infer ior o ms db il. Porque inferi
or
es el ignorante al sa
bio, el cobarde al valiente.
el
que es incapaz de hablar al
orador, el torpe al espabilado. Todos estos males y mu
chos ms que, por lo que se refieren a su mente, van sur
giendo en el
ama
do o est n en l ya por na tu raleza, tienen
que
dar
placer al amante en un caso , y en otro los fomen
tar, por no verse privado del gozo presente . Por fuerza,
b
pues , ha de ser celoso, y al apart ar a su amado de muchas
y provechosas relaciones, con las que, tal vez, llegara a
ser un hombre de verdad, le causa un grave perjuicio , el
ms grande de todos , al privarle de la posibilidad de acre
centar al mximo su saber y buen sen tido. En esto consiste
la divina filosofa , de la que el amante mantiene a dis
tancia al amado , por miedo a su menosprecio . Maquinar ,
adems, para que permanezca ab solutamente ignorante, y
tenga, en todo, que esta r mirando a quien ama, de forma
que, siendo capaz de darle el mayor de los placeres, sea,
a la par , par a si mismo su mayor enemigo. As pues,
por
lo que se refiere a la inteligencia , no es que sea un buen
chez Ptacon Lovaina, 195/i .
br que mirar, adems, cmo ese tal perseguir a un joven
delicado y no a uno vigoroso, a uno no criado a pleno
sol, sino en penumbra, a uno que nada sabe de fatigas
viriles ni de speros sudores, y que s sabe de vida muelle
d
y sin nervio, que se acicala con colores extra os, con im
prop ios
atavos,
y se ocupa con cosas de este estilo. En .
fin, tan cl
aro
es todo. que no merece la pena insistir en
ello, sino que definiendo lo principal, ms vale pasa r a
otra cosa. Efectivamente, un cuerpo as hace que, en la
guerra y en otros asuntos de envergadura, los enemigos
se enardezcan, mientras que los amigos y los propi os ena
morados se atemoricen.
Dejemos esto , pues, por evidente, y pasemos a hablar
de la desventaja que traer a nuestros bienes el tr ato y
la tutora del amante. Pues es obvio para todos, y especial
mente para el enamorado, que, si po r l fuera, deseara
que el amado perdiese sus bienes ms queridos, ms entra
ables, ms divinos. No le importara que fuese hurfano
de padre, de mad re, privado de parien tes y amigos, porque
ve en ellos el estorbo y la censura de su muy dulce trato
con l. Pero, adems , si est en posesin de oro o de a
alguna otra forma de riqueza pensar que no es fcil de
conquistar , y que si lo conquista, no le ser fcil de mane-
jar. De don de, necesariamente, se sigue que el amante es
tar celoso de la hacienda de su amado , y se alegrar si
la pierde. An ms , clibe, sin hijos, sin casa , y esto todo
el tiempo posible, le gusta ra al amante que estuviera su
amado, y ala rgar as, cuanto ms, la dulzura y el d isfrute
de lo que desea.
Existen, por supuesto, otros males; pero una cierta
divinidad , mezcl, en la mayora de ellos, un placer mo- /
ment nco,
como, por ejemplo, en el adu lador, terrible
monstruo , sumamente daino, en el que la na turaleza en-
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
14/53
334
DILOGOS
FEDRO
335
tr ever un ciert o pl acer no del to do inspido. Tambin
a una hetera podra alguien denostarla como algo daino
y a otr as muchas criaturas y ocupaciones semejantes que
no pueden dejar de ser agradables al men o s por un tie m
po.
Pa
ra
el
amado en cambio es el am ante adems de
da ino ext raordinariamente rep ulsivo en el tr at o di ario.
Porque cada uno como dice el viejo refrn se divierte
e con los de su
edad 38.
Pienso pues que la igu al dad en
el tiempo lleva a igu ales placeres y a travs de esta seme
j anza viene el rega lo de la amistad. A pesar de lo do tam
bin este t rato con los de la misma edad llega a producir
ha sto . En verdad que lo qu e es for zad o se dice que aca
ba a su vez siendo mole sto pa ra to dos y en todo cosa
que adems de la e
dad
d istancia al amante de su predilec
t o. P ues siendo m ay or como es y frecuentando a un a per
sona ms joven ni de da ni de noch e le gusta que s e ausen
te sino que es azuz a do por un imp ulso insoslayable q ue
d
por cierto siempre le
prop
orciona gozo s de la vista del
odo del tacto de tod os los sentidos con los que siente
a su ama do de tal ma nera que por el placer q ueda como
esclavizado y pegado a l.
Y qu consuelo y gozos dar
al ama do para evitar que tenin dolo
tant
o tiempo a su
lado no se le convie
rta
en algo extremadamente desagra
dab
le? Porque lo q ue tiene dela nt e es un r o st ro envejecido
y aj ado con todo lo qu e implica y q ue ya no es gra to
e ofr ni de palabra cuanto menos tener qu e car ga r da a
da con tan pegajosa realid ad. Y encima se es ob jeto
de una vigilancia sospechosa en t od a oca sin y a todas
horas y se tien en q ue or alabanzas inapropiadas y exage
radas e incluso reproches que en boca de alguien sobr io
l3
C f . H OMERO
Odisea XVII 2 17-2 18;
P LATS
Lisis 214a orgias
5 1Ob
anquete
195b y
AR
ISTTELES
tica nicomdquea
VIII 1156b20 ss.
ya s on aran inadmisibles y q ue por supu esto en la de un
borracho ya no son s lo inadmisi bles sino desvergonza
das al emplear una pa labrera desmesurada y desgarrada.
Mientras ama es pues da ino y desabrido; pero cuan -
do cesa su amor se vuelve infiel y
precis
ame
nte
pa ra ese
tiempo venidero sobre el que tantas promesas haba he
cho sustentadas en continuos
ju r
amentos y suplicas que
con esfuerzo mantenan una relacin ya entonces con ver
tida en una carga pesad a que ni siqu iera poda aligerar l
la esperanza de bien es futuros. y ahora pues que tiene
que cumplir su promesa ha cambiado dentro de l mis
mo de dueo y seor : inte ligencia
y
sensatez en lugar de
amor y apasionamiento. Se ha hecho pues o
tro
hombre
sin que se haya dado cuen
ta
el
amado.
ste le recla ma
agradecimiento por lo pasado recordndole todo lo qu e
ha n hecho y se han dicho como si estuviera dialogando
con el mismo
hom
bre.
Por
vergenza no se
atr
eve aq ul
a decirle ya que ha cambiado y no sabe c m o man tener
los
juramentos
y promesas de otros tiempos cuand o esta -
ba dominado
por
la s
inra
zn ahora que se ha transfo rma-
do en alg uien razonable y sensato .
Aunq
ue o brase com o b
el de an tes no volverfa a ser semejante a l e incluso
a idcn
ti f
icarscle de nuevo . Desertor de to d o esto es ah
ora
el que an tes er a amante . Fo rzado a no dar la car a un a
vez que la valva ha cado de otra
manera
39 emprende
la huida .
Pero
el otro tiene necesidad de persegui rle; se
siente vejad o y po ne po r testigo a los dioses ignorante
desde un p ri ncipio de todo lo que ha pasado o sea de
que h ab a dado sus favores a un enamorado y co n ello
necesariamente a un insensato en lugar de a alg ui en que e
39 Prove rbio griego qu e expresa algo semejante al cara y cruz de
la moneda que para probar suer te se echa al aire.
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
15/53
336 DIlOGOS
FEDRO
337
por no estar
enamorado
fuera sensato . No habindolo he
cho as, se haba pues
to
en las manos de una pers
ona
in
fiel, descontenta, celosa, desagradabl e, perjudicial para su
hac ienda,
y
no menos
para
el
bienestar de su cuerpo; pero,
sobre todo , funesto
par
a el cultivo de su espr itu .Todo
esto, muchacho, es lo que tienes que meditar, y llegar, as,
a
dar
te cuen ta de que la amistad del
amante
no
brota
del
buen sent
ido
sino como las ganas de comer , del ansia de
d saciarse: Como a los lobos los corderos, as le gusta n a
los amantes los mancebos
40 ,
y
es
to
es todo Fedro. Y no vas a or de m ninguna
pa labra ms . Da ya por terminado el discurso.
FED. - Y yo que me crea que estabas a la mitad, e
ibas a decir algo semejante sobre el que no
ama
y que,
en consecuencia, es a l, ms bien, a quien hay que conce
der los favo res destacando, a su vez, todas las ventajas
que esto tiene. Entonces, Scrates,
por
qu te me paras?
e Sc
. -
No te has
dado
cuenta , bienaven
turado
que
ya mi voz empezaba a sonar pica y no ditirmbica y, pre
cisamente, al vituperar? Pero si emp iezo por al
abar
al
otro
qu piensas que tendra que hacer ya? Es que no te das
cuen
ta
de que , seguro, se iba n a
apoder
ar de m las Musas,
en cuyas manos me has puesto deliberadamente? Digo, pues,
en una pa labra que lo contrario de aquello que hemos
reprobado
en el
uno
es, precisament e, lo bueno en
el
ot ro .
Qu necesidad hay de extenderse en
otro
discurso? Ya se
ha dicho de ambos lo suficiente . As pues, mi narracin
242
suf
rir la suerte que le corresponda. Yo, por mi
par
te,
Ct .
DE VRI
ES
,
A commentary.. .
pgs, 101-102, donde se ofrecen
referencias a esta cita . Hermas parece encontrar aqu una alusin a Ho
M RO
Jliada
XX Il 262-263
Hermiae
texandrni
in Platonis Phaedrum
Scho/ia ed. de P. CO
UVI\
E
UR
,
Par
s,
190 1,
pg. 61, 7 .
at rav ieso este ro y me voy antes de que me fu erces a algo
ms dificil.
FEO. - No, Scrates, todava no; no antes de que se
pase este bo chorno. No ves que ya casi es me
dioda
, y
que est cayendo,
como
suele decirse, a plomo
el
sol? Que
dmonos, pues, y dialoguemos sobre lo que hemos men
cion ado , y tan
pronto como
sople un poco de bri sa, nos
vamo s.
S
c.
- Divino eres con las pa labras, Fedro; sencilla
mente admirable.
Porque
yo creo que de todos los discursos
que se han dado en tu vida, nadie ms que t, ha lograd o
que se hicieran tantos bien fuera que los
pro
nunci aras
t
mismo, bien, en cambio, que , de alguna forma, obligases
a otros, con excepcin de Simmias
41
el tebano, po rque
a todos los dems les gan as sobradamente . Y a
hor
a, como
puedes
comprobar
parece que has llegad o a ser causa de
que tod ava haya que pronunciar
otro
discurso.
FED . No es que me ests anunciando una guerra;
pero cmo y qu es esto a lo que te refieres?
Sc . - Cuando estab a. mi buen amigo, cruzando el
ro, me lleg esa seal que
brota
como de ese duende que
tengo en m - siempre se levanta
cuando
est oy por hacer
e
algo
-c .
y me pa reci escuchar
una
especie de voz que de
ella vena, y que no me dejaba ir hasta que me purificase;
como
si en algo,
ant
e los dioses, hubiese delinquido. Es
verdad que soy no demas iado buen adivino, pero a la ma
nera de esos que todava no andan muy duchos con las
letras,
justo
lo suficiente
para
m mismo. Y acabo de dar
me cuenta, con claridad, de mi falta . Pues, por cierto , com
pa ero, qu e el alma es algo as como una cier ta fuerza
41 Simnas, interlocutor en el
Fedn
y amigo de Scrates. Estuvo in.
fluido por doctr inas
pita gricas.
93. - 22
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
16/53
338 D1L
S
FEDRO
339
d
adivinato ria . Y, antes, cuando estaba en pleno discurso,
hubo algo que me cont u rb , y me entr una especie de
angu stia, no me fuera a pasar lo Que bico 42 dice, que
d
con tra los dioses
pecando
consiga ser honrado por los
hombres) , Pero ahora me he dado cuenta de mi falta .
FED . - Qu es lo que ests diciendo?
Sc . - Terrible. Fedro , es el d iscurso que t t rajiste ;
terrible el que f
or
zas te que yo dije ra .
FEO
. - Cmo es eso?
SC
- Es
una
simpleza y, hasta ciert o pu
nto
, impa .
Dime si hay algo peo r.
FED. - Nada, si es verdad lo que d ices.
SC . - Pero, buen o, es que no crees que el Amor es
hijo de Afrodita y es un dios?
FEO. - Al
menos eso es
lo que se cuenta
e
Soc . - Pero no en Lisias. ni en tu discurso; en ese
que, a travs de mi boc a y embrujado por ti, se ha profe ri
do. Si el Amor es, como es sin duda , un dios o algo divi
no, no puede ser nada malo. Pero en los dos discursos
que acabamos de decir, parece como si lo fuera . En esto,
pues, pecaron contra el amor; pero an ms, su simpleza
fue realmente exquisita, puesto que sin haber dicho nada
razonable ni verdadero, parecan como si lo hubieran di
cho; sobre todo si es que pretenden embauca r a personaji-
20
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
17/53
340
DILOGOS
FEDRO 34 1
Se. - Pues bien, por reparo ante ese hombre. y por
miedo al mismo Amor, deseo enjuagar, con palab ras pota
bles.
el
amargor de lo odo. Por eso, aconsejo a Lisias
que, cuanto an tes , escriba que es al que ama , ms bien
que al que no ama, a quien. equita tivamente, hay que otor
gar favores.
FEO. - Ya puedes estar seguro de que as ser. Porque
habiendo hecho t la loa del amante,
por
fue rza Lisias
se va a ver, a su vez, obligad o por m. a escribir otro
discurso sobre el mismo asunto.
Sc
-
Confo. mientras sigas siendo el que eres, en
lo que d ices.
FEO. - Habla, entonces, sin miedo.
Sc
. - Adnde se me fue, a
hora
el
muchacho con
el que habl
aba
? Para que escuche tambin esto , y no se
apresure, por no haberlo oido, a conceder sus favores al
no enamorado
F EO . - Aqu est, siempre a tu lado, muy cerca , y to
do el tiempo qu e te plazca .
S - Ten ento nces presente , bello muchacho, que el
2 a ante rior discurso era de Fedro , el de Mirrunte e hijo
de P ocles: pero el que ahora
vaya
decir es de Bstesfcoro ,
el de Himera hijo de Eufemo, y as es
como
debe sonar:
Que no es cierto el relato , si alguien afirma que estan
do presente un amante, es a quien no ama, a quien hay
que conceder favores, por el hecho de que uno est loco
y cuerdo el ot ro . Porque si fuera algo tan simple afirmar
que la demencia es un mal, tal a firmacin estara bien.
Pero resulta que, a travs de esa demencia, que por cierto
es un don que los dioses otorgan, nos llegan gra ndes bie-
0
demos correspondiente a la
parle
cos tera de Atenas.
01
Hmera , colonia griega en la pa rte norte de
Sicilia .
nes. Porque la profetisa de Delfos, efectiva mente, y las
sacerdotisas de Dodona , es en pleno delirio cuando han e
sido causa de muchas y hermosas cosas que han ocu rrido
en la Hlade , tanto privadas como pblicas, y pocas o nin
guna, cua
ndo
esta
ban
en su sano juicio. Y no d igamos
ya de la Sibila y de cuantos, con divino vaticinio , predij e
ron acertadamente, a muchos, muchas cosas para el futu
ro . Pero si nos alargamos ya con estas cuestiones, aca ba
ramos diciendo lo qu e ya es claro a todos. Sin embargo,
es digno de traer a
colacin
el testimonio de aquellos, en
tre los hombres de entonces,
que
plasmaron los nombres
y que no pensa ron que fuera algo par a avergonzarse o una
especie de op robio la mama. De lo contrario, a este arte
tan bello,
que
sirve
para
pro yectarnos hacia el futuro. no
lo habran relacionado con este nombre, llam
nd
olo mani-
k. Ms bien fue porque pensaban que era algo bello . al
producirse por aliento divino, por lo que se lo pusieron.
Pero los hombres de ahora que ya no saben lo que es
bello le interpolan una t. y lo llamaron m nt k . Tambin
d ieron el nombre de
oionosuk
a esa indagacin sobre
el
futuro, que practican, por cierto. gente muy sensata,
valindo se de aves y de otros ind icios, y eso , porque, par
t iendo de la reflexin, a
porta
, al pensamiento , inte ligencia
e informacin. l os modernos, sin embargo, la tr
ansfo
rma
ron en o nistik
pon
indole, pomposamente, una ome
ga 46 . De la misma manera que la mtmt es ms pcr- d
Curios a divisin p latnica entre etimlogos antiguos y recientes.
En el.Crtilo 414c) se
habla
ya de eso s pr imeros
nomb
res que se impu
sieron, y de su pos ter ior transformacin al intercalarles letras. Con estas
man ipulaciones se pierde, segn Pla t n , el verdadero significado de los
nombres. Los hombres de ahora, han olvidado ya la original y primera
experiencia de 10 rea l y de 10 bello. oinistk es la adivinacin basada
en los augur ios o signos de las aves
[oiOnO/ .
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
18/53
342 DILOGOS
FEDRO
343
fecta y ms digna que la oini
sk
como lo era ya por
su nombre mismo y por sus obras, tanto ms bello es, se
gn el testimonio de los ant iguos. la mama que la sensatez,
pues una DOS la envan los dioses, y la otra es cosa de
los hombres. Pero tambin, en las grandes plagas y penali
dades que sobrevienen inesperadamente a algunas
estiro
pes, por antiguas y confusas culpas 4 7, esa demencia que
apareca y se hacia voz en los que la necesitaban, consti
t ua una l iberacin, volcada en splicas y entrega a los
e dioses. Se lleg, as, a purificaciones y ceremonias de ini
ciacin, que daban la salud en el presente y para el futuro
a quien por ella era tocado, y se encontr, adems, solu
cin, en los au tnticamente delirantes y posesos, a los ma-
2450
les que los atenazaban. El tercer grado de locura y de
posesin viene de las Musas, cuando se hacen con un alma
tierna e impecable, despert ndola y alentndola hacia can
tos y toda clase de poesa, que al ensalzar mil hechos de
los antiguos, educa a los que han de venir 48 . Aquel, pues,
que sin la locura de las musas acude a las pue rtas de la
poesa, persuadido de que, como por ar te, va a hacerse
un verdadero poeta , lo ser imperfecto, y la obra que sea
capaz de crear , estando en su sano juicio, quedar eclipsa-
b
da por la de los inspirados y posesos
49 .
Todas estas cosas
La obra de los
trg
icos griegos
ha
expresado, recogiendo
y
elabo
rando tradiciones mtica s, esta continuidad misteriosa de la culpa y el
cast igo.
41 Padres de nuestro saber llama Pl
at
n a los poetas Lisis 214a).
Esta competencia con su propia obra
pedaggica, le l levar a expulsarlos,
por fa lsos educ
adore
s, de la Repblica.
49 La relacin entre poesa e inspiracin se encuentra en vados dilo
gos Ap gla 22c) y sobre todo en el In que se centra en este problema
(cf. LUIS GtL,
Los antiguos y /a inspiracin potica Madr
id , 1967 , y
E . LLE
D
,
El concepto Pots en la fil osofa griega
Mad rid, 1961).
y muchas ms te puedo contar sobre las bellas obras de
los que se han hecho maniticos
50
en manos de los dio
ses. As pues, no tenemos por qu asustarnos, ni dejarnos
conturbar
por
palabras que nos angustien al afi rmar que
hay que preferir al amigo sensato y no al insensato. Pero,
adems , que se alce con la victoria, si prueba, encima,
eso de que el amor no ha sido enviado
por
los dioses par a
traer beneficios
l
amante o al amado. Sin embargo, lo
que noso tros, por nuestra parte, tenemos que probar es
lo contrario, o sea que tal mana n os es dada por los e
dioses para nuestra mayor fortuna.
P rueba, que , por cierto, no se la creern los muy sut
les, pero s los sabios . Conviene, pues, en pr imer lugar,
que intuyamos la verdad sobre la naturaleza divina y hu
mana del alma, viendo qu es lo que siente y qu es lo
que hace. Y ste es el principio de la demostracin.
Toda alma es inmortal.
Porq
ue aquello que se mueve
siempre 51 es inmortal. Sin embargo, para lo que mueve
se No es fcil tra ducir el trmino griego
mana
ni la palabra locura
recoge el sentido fundamental de ese trmino. En algn caso he preferido
traducirlo por m ana, m nirco pretendiendo conservar la relacin
etimolgica con
el
griego y recuperar una pa rte del campo semntico
perdido en la palabra castellana. En algn caso (244a; 244d) , lo he tradu
cido por demencia.
Desde que , a principios de siglo,
1 . C .
VOLl
GRAFF
propuso la lectu
ra autokmton por la de aeiklnelon teconjecranea in Platcnis Phaedrum,
Mnemosyne 37 [1909), 433-445), se ha abierto una larga polmica (cf.
DE VR S, A commenlary... pgs . 121-122). Una buena pa rte de los in
vestigadores sostiene la lectura ceiktnton. Ya
CICERN
lo haba interpre
tado as:
quc
d scrnper movetur De
repubica
V 27). Esta lectura se
encuentra en la m yor de los manuscritos. Incluso el Pap Oxyr. 7
que lee autoktnton pone, a l margen, aeiktn ton (cf. P. MM s, exuri-
k, Leipzlg, 1960 , pg . 23). G. P SQU LI p. e., opina que es, fren te
a WIt MOWITZ
Platon
JI, pg. 361),
autokin ton
la verdadera lectura
Sloria dei/a tradtzione e crit ica del testo,
Flor encia, 1971
2
, pg . 255,
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
19/53
344
DILOGOS
FEDRO
345
a otro o es movido por otro, dejar de moverse es dejar
de vivir. S lo, pues, lo que se mueve a s mismo, como
no puede perder su propio ser por s mismo. nunca deja
de moverse, sino que, para las otras cosas que se mueven,
es la fuente y
el
origen del movimiento . Y ese princip io
es ingnito .
Po
rque, necesariamente, del pr incip io se
or
igi-
d
na todo lo qu e se origina; pero l mismo no procede de
nada , porque si de algo proced iera , no seria ya principio
original. Como. adems, es tambin ingni to, tiene , por
necesidad, que ser imperecedero. Porque si el principio pe
reciese, ni
l
mismo se origi nara de nada ni ninguna otr a
cosa de l; pues todo tiene que originarse del principio.
As pues, es pri ncipio del movimiento lo que se mueve a
s mismo. Y esto no puede perecer ni originarse , o, de lo
contrario, todo el cielo y toda generacin 52 , vinindose
e
aba
jo
se inmoviliza ran , y no
habra
nada que , al origi
nar se de nuevo , fuer a el punte de ar ranque de l movimien
lo. Una vez, pues, que apa rece como inmorta l lo que , por
s mismo, se mueve, nad ie tendr a reparos en a firmar que
esto mismo es lo que constituye el ser del alma y su prop io
concepto. Porque lodo cuerpo , al que le viene de fuera
el movimiento, es inanimado ; mientras que al que le viene
de dentro , desde s mismo y para si mismo es animado .
Si esto es as, y si lo que se mueve a s mismo no es ot ra
2460 cosa que el alma, necesariament e el alma tendra q ue ser
ingnita e inmorta
n. S . Tambin RO IN , en su edicin del Fedro (pg. 33, n . 3), se inclina
por la lectura autoktn ton. Habra que nota r, sin embargo, que, a pesar
de la aparent e dificultad de interpretacin del aektn ton, autoktnum ,
tampoco aparece en Platn . El l.exicon de AST, recoge aettaneron.
11 Es mucho ms elara e interesante la lectura
gnesis
en este pasaje
que la que, de acuerdo con J . Filo p n y el man uscrito T - en cuyo mar
gen se lee
gcn
interpreta
gn eis hn.
Sob rc la inmort a lidad, ba ste ya con lo dicho. Pero
sobre su idea hay qu e a adir lo siguiente: Cmo es el al
ma, requerira toda una larga y d ivina explicacin; pero
decir a qu se pa rece, es ya asunto huma no y, por supues
to , ms breve.
Pod
ramos entonces decir que se pa rece a
una fuerza que. como si hubieran nacido juntos, lleva a
53
una yu
nta
alada y a su a uriga . Pu es bien, los caballos
y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos, y buena
su casta, la de los otros es mezclada . Por lo que a nos- b
otro s se refiere, hay, en primer luga r. un conductor que
gua un tronco de
caba
llos y, despus, estos caballos de
los cuales uno es bueno y her
moso . y est hecho de esos
mismos elementos. y el
otro
de todo lo
cont
rario. como
tambin su origen. Necesaria
mente
pues, nos resu ltar di
fcil y duro su manejo.
Y ahora , precisamente, hay que intentar decir de dn
de le viene al viviente la denominacin de
mortal e inmor
tal . Todo lo que es alma tiene a su cargo lo inanimado 54 ,
y recorre el cielo entero, tomando unas veces una forma
y otras otra . Si es perfec ta y alada surca las alt uras, y
gobierna todo el Cosmos . Pero la que ha perdido sus e
alas va a la deriva, hasta que se aga rr a a algo slido . don-
SI La divisin del alma en tres especies la encontramos en la
Repb
li
-
ca (Iv 4Hc. 44le). Cr., tambin. ibid., X 611b ss.. y Fedn 78b ss.,
donde surge la tesis de la simplicidad.
\< posicin del artculo
p s . o su ausencia , han crea
do dificultades de interpretacin pa ra aceptar la lectura distributiva de
ps
ycM
pO f f
Todo lo que se llama alma tiene, pues, una estrecha relacin
con 10 inanimado (cf . K. R F l
A RD T Pjar ons Mythen , en
Ve, miichlnis
de ll ike.... pg.
2S
7 . Este concepto cosmolgico del alma tiene que
ver con la f ilcsoffa del Platn de la lt ima poca; pero concuerda con
otros dilogos, por ejemplo
el Menan
8ib : Siendo toda la natu raleza
homognea y habiendo aprendido y tenido experiencia el alma de todas
las cosas...
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
20/53
346
DILOGOS
FEDRO
347
de se asienta y se hace con cuerpo terrestre que parece mo
verse a si mismo en virtud de la fuerza de aqulla. Este
compuesto, cristalizacin de alma y cuerpo, se llama ser
vivo. y recibe el sobrenombre de mortal. El nombre de
inmort al no puede razo narse con pala bra al
guna
; pero no
habindolo visto ni intuido satisfactoriamente 55, nos figu
ramos a la divinidad, como un viviente inmorta l, Que tiene
alma, que tiene cue
rpo
, unidos ambos . de forma natura l.
por toda la etern idad . Pero. en fin, Que sea como plazca
a la divinidad , y que sean estas nuestras pa labras.
d Conslderemos la causa de la prd ida de las alas. y
por la Que se le desprenden al a lma. Es algo asi como lo
que sigue.
En
todo
el Fedro .
1
pr est ndole esa un idad de composicin
que
a veces , se le discute. apa rece en deter
mina
dos momentos
la
pr
eocupa
cin r ef len
gua
je y sus ..determinaciones que va a irrumpir. al final.
con la fi
ja
cin de
l/d OS
por el
grdmma
La denominacin de .. inmortal
(atlldflalofl) ,
no puede
dedu
cirse po r los simp les caminos del
lgw
No
podemos
habla
r de d io para lograr, despus. un idos que permita ent en
der .
desde
el
hombre
, aquella palabra que 10 trasciende
y
que est . en
cierto
sent ido fuera de su
expenencta.
El pasaje platnico incluye alg u
nos trminos fund amenta les de su epiSlemologia. Efectivamente, esa im -
posibilidad de hablar con fundamento se debe a que no hemos visto
( iddnll s) 10 in
mo
rtal , y al no tenerlo en nu
estra
exper iencia . no hemos
pod ido mirar lo aten
tame
nte
hi kans nQ5unle5).
gmonces tenemos que
cons truirlo . que imaginarlo
(plllomen).
El ver bo
plds50 / pldtlo
significa
algo as como formar. constru ir. compo ner. modelar con un determi
nado
materia l.
cr. Tmeo
503 y, anteriormente. 49a M . do nde se descub re
la siempre relat iva imposibilidad de nomb rar y la dificultad de
apre-
hender el incesa nte flu ir de las cualidades H. FRISK. Grechisches Ety-
motogsches WD
rl
erbllch, vol.
H
Heidelberg, 1970, pgs. 551-552). Co
mo no son posibles ni esa experiencia. ni
esa
intuicin, el tex to plat nico
deja abierta esa figuracin de los dioses, qu e no se atreve a precisar .
ms -c-eque sea corno plazca a la divinidad, dice
Pla
tn e
ntre
el escepti
cismo y la rever encia - o
{Cf .
Ih O
NR
O
EN Bemerkungcn...
,
pg. 264.) .
El poder natu ral ala es levantar lo pesado, llevn
dolo hacia arriba , hacia donde mora el linaje de los dioses.
En cierta manera, de todo lo que tiene que ver con el cuer-
po , es lo que ms unido se encuentra a lo divino. Y lo
divino es bello, sabio , bueno y otras cosas por el est ilo.
De esto se alimenta y con esto crece, sobre todo , el pluma-
je del alma ; pero con lo tor pe y lo malo y todo lo que
le es contrario , se consume y acaba .
Por
cierto que Zeus,
el pode roso seor de los cielos, conduciendo su alado ca
rro, marcha en cabeza, ordenndolo todo y de todo ocu
pndose
u .
Le sigue un tropel de dio ses y d mones orde
nados en once filas . Pues Hestia 57 se queda en la morada 2041.
de los d ioses, sola, mientras todos lo s ot ros, que han sido
colocados en nmero de doce
como
dioses jefes , van
al frente de los rdenes a cada uno asignados. Son mu
chas. por cierto , las mirficas visiones que ofrece la int imi
dad de las sendas celestes, caminadas por el linaje de los
felices dioses, haciendo cada uno lo que tienen que hacer,
y seguidos por los que, en cualquier caso , qui eran y pue
dan . Est lejos la envidia de los coros divinos. Y, sin em
bargo, cuando van a festejarse a sus banquetes, marchan b
hacia las empinadas cumbres, por lo ms alto del arco que
S6
El
suges t ivo cua
dro
que P
lat
n traza en esta famosa procesin de
dioses, presenta algunas
di f
icultades de interp retacin. Ms que una des
cripcin de los dioses olimplcos, parece que los motivos cen tra jes de esta
alego ra son pitag ricos.
He
stia
, ide nti ficada con la tierra EURjpID
U fr.
944) o f
rece
una
clave
para
la in terpretad n del pasaje. aunque a esto se op on e o tra teo
rla . pitagrica tambin, del f uego inm vil en el ce
ntro
del universo cf.
A
R ST
TELES. De caelo 293a18 ss.)
l O
Un
resumen
sobre al
guna
s discus iones en
torn
o a esta
clasificaci n
de los dios es puede verse en H
K ORTH,
Ptato s
p gs. 71-73.
CL
tamb in
W . K. G . GUTHRIE The Greeks and t eirso
Londres, 1950,
pgs.
110
sigs.
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
21/53
348
DILOGOS FEDRO 349
sostiene el cielo. donde precisamente los carros de los dio
ses, con el suave balanceo de sus firmes riendas, avanzan
fcilmente. pero a los otros les cuesta traba jo. Porque el
caballo entreverado de maldad gravita y tira hacia la tie
rra, forzando al auriga Que no lo haya domesticado con
esmero . All se encuentra el alma con su dura y fatigosa
prueba. Pues las qu e se llaman inmortales, cuando han
alcanzado la cima . salindose fuera, se alza n sob re la es
palda del cielo, y al alzarse se las lleva el movimient o cir-
e cular en su rb ita, y contemplan lo que est al otro lado
del cielo.
A
ese
lugar supraceteste, no lo ha cantado poeta algu
no de los de aqu abajo , ni lo ca
ntar
jams como merece.
Pero es algo como esto - ya que se ha de tener
el
coraje
de decir la verdad, y sobre tod o cuando es de ella de la
que se habla
:
porque, incolora , info rme, intangible esa
esencia cuyo ser es realmente ser
S9
vista slo por e l ent en
dimiento, piloto del alma , y alrededor de la que crece el
d
verdadero saber, ocupa, precisamente, tal luga r.
o
mo la
mente de lo divino se alimenta de un entender y saber in
contaminado, lo mismo que toda alma que tenga empeo
en recibir lo que le conviene, viendo, al cabo del tiempo,
el ser , se ll
ena
de contento, y en la contemplacin de la
verdad, encuentra su alimento y bienestar, hasta que el mo
vimiento, en su rond a, la vuelva a su sitio . En este giro,
tiene ant e su vista a la misma justicia , tiene ante su vista
a la sensatez, t iene ante su vista a la ciencia, y no aquella
a la Que le es propio la gnesis, ni la que, de algn modo,
59 ousia
S ousa o sea una realidad cuya propia sustancahdad
es Sil ser mismo . Este ser informe, inco
loro
inta ngible slo puede ser
visto por el nos
que
no
necesita,
para penetrar en la realidad. del
conocimiento
sensible.
es otra al ser en otro - en eso otro que nosotros lI
ama
-
mas entes
sino esa ciencia que es de lo que verdadera
mente es ser. Y hab iendo visto , de la misma manera , todos
los otros seres que de verdad son , y nutr ida de ellos , se
hunde de nuevo en el interio r del cielo, y vuelve a su casa.
Una
vez que ha llegado , el auriga detiene los c
aba
llos ante
el pesebre, les echa , de pienso, ambrosa, y los abreva con
nctar.
Tal es, pues, la vida de los dioses. De las ot ras almas,
248a
la que mejo r ha seguido al dios y ms se le parece, levanta
la cabeza del auriga hacia el lugar exterior, siguiendo , en
su giro , el movim iento celeste,
pero
, soliviant
ada
po r los
caballos, ape nas si alcanza a ver los seres. Hay alguna que,
a ratos, se alza , a ra los se hunde y, forzada po r los caba
llos, ve una s cosas s y otras no. Las hay que, descosas
todas de las altura s, siguen adelante , pero no lo consiguen
y acaban sumergindose en ese movimiento que las
arra
s-
tra , patendose y amonton ndose, al intentar ser unas ms
que
ot r
as. Confusin, pues, y porffas y supremas fat igas e
donde , po r torpeza de los aurigas, se queda n mu
cha
s ren
queames, Y 3 otras muchas se les parten muchas alas. To
das, en fin , despus de tantas penas, t ienen que irse sin
haber pod ido alcanzar la visin del ser ; y, una vez que
se han ido , les queda slo la op inin por alimento
bO,
El
porqu de todo este empeo por divisar dnde est la lle
nura de la Verdad
M ,
se debe a que el pasto adecuado para
El concepto de dxa ta tl irnro rtante en lada la
il
oso fa griega
y tan diversamente matizadoaparece al otro extremo del conocimiento
en el que s encuentra el sen), y que seala el momento supremo en
cuyo alejamiento
se
va
desvaneciendo
lo real.
on
todo , es la x el
instrumento menta l en el que , empalidecido . an late 10 ideal.
1 Posiblemente, una alusin a
A
s tetmona
de E
MP
oocUS (fr . B
121) Yta
mbi
n
a l Gorgias
(524a).
Esta imagen
tuv e
una larga repercusin
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
22/53
350
DILOGOS
-
1
FEDRO
351
la me
jo r
parte del alma es el que viene del prado que
e all hay, y
el
que la naturaleza del ala . que hace ligera
al alma. de l se nutre.
As es, pues, el precep to de Adrastea 62 , Cualquier al
ma que, en el squito de lo divino , haya vislumbrado algo
de lo verdadero , estar indemne ha sta el
pr
ximo giro Y
simpre que haga 10 mismo, estar libre de dao . Pero cuan
do. por no haber podido seguirlo . no lo ha viSO. y po r
cualquier azaroso suceso se va gravitando llena de olvido
y dejadez. debido a este lastre. pierde las alas y cae a tierra.
Bnto nces es de ley que tal alma no se implante en
d
ninguna nat
ura
leza anima l, en la primera generacin , sino
que sea la que ms ha visto la que llegue a los genes de
un varn que hab r de ser amigo del saber , de la belleza
o de las Musas 63 ta l vez. y del amor; la segunda . que
sea para un rey nacido de leyes o un guerrero y hombre
de gobierno; la tercera. pa ra un po ltico o un administra
do r o un hombre de negocios; la cuarta, pa ra alguien a
quien le va el esfuerzo corpo ra l, para un gimnasta , o pa ra
quien se dedique a c
ura
r cuerpos; la qui
nta
h
abr
de ser
para una vida dedicada al arte adivinatorio o a Jos ritos de
e
iniciacin; co n la sexta se acoplar un poeta ,
uno
de sos
a qu ienes les da
por
la imitacin; sea la spt ima para un
artesano o un campesino ; la octa va, pa ra un sofista o un
neoplatnica .
vas
e, p . ej. PW
TJN
O, VI 7. 13. donde encontramos la
misma expresin, Q ilh..as
wd
ion ef . STEWAll.1 The My ths.. . pgs . 355
y sigs.} .
Nombre de origen no griego, que
se
refiere a una cierta divinidad
ident ificada. a veces. con Nmesis. El carcter de inevitabilidad que com
porta Adrastea, asi como las referencias escat olgicas de los pasajes sl
guientes, sumergen el mito plat nico en la corr iente del ornsmo.
6J
Cf.
Feddn
61a ;
Filebo
67b ;
Banquete
20ge ss.;
ep l
ica
1lI
403c-d.
demagogo, y para un tir ano la novena 64 , De entre todos
estos casos . aq uel que haya llevado una vida
ju
sta es pa rti
cipe de un mejor destino , y el que haya vivido injustamen
te. de uno peor. Po rq ue all mismo de donde part i no
vuelve alma a lguna antes de diez mil anos - ya que no
le salen alas antes de ese tiempo e, a no ser en el caso
de aquel que haya filoso fado sin engao o haya amado
24
101 , donde
se comenta la
bibliograna
de
las Re/rus de
Licurgo,
qu
it
o,
con su obra
legislativa , suavi z las tensiones entre el pueblo y sus reyes. siguiendo
el
conse jo del orculo de Delfos P
LUTARCO L ku rgo 6 .
El poder como
pan ido de dos reyes , e l consejo de ancianos
geroll slo),
reforma agra
ria, educacin de la j uventud son algunas de
SIIS
creaciones.
PLA
TN,
en el
Banquete
(209d), menciona a Licurgo y a Soln, famosos por
sus leyes. Tamb in, en la
Re
p
blica
(599d),
se
refiere a la labor legislat iva
de Licurgo.
100 Hombre de Estado
y
poeta ateniense que vivi a finales del siglo
\ a . C.,
empa
rentado por linea.ma t
erna
con P is
snato
, el tir ano
y
legis
la
do r
at eniense. Sus reformas en la dlst ribucjn de la tierr a, en los peso s,
medidas y monedas lo hicie ro n Ia mosc ARJS1 TELD , Co rullucitl de
Josal enierues
lO.
Rey persa del linaje de los
Aqeem
nda s, cuya rarea Iegi5lativa
y
administra t iva , comenzada a finales del
S, VI a.
C., pervive en muchas
ciud ades de la poca helenstica . Impuestos a
nua
les, organizacin del
Im
perio en veinte
sat rapas,
reorganizacin del ejrcito, unificacin de la
moneda y la creacin de un sistema de comunicaciones contribuyeron
a con figurar la estruct ura del mundo antiguo.
PuTtl
en las
Le
yes (69Sc
d) , habla de cmo Darlo juzg conveniente regir b
aj o
leyes, impuestas
po r l mismo, introduciendo una cierta igualdad.. . O. R NIIOOEN ha
matizado
agudamente
la refe rencia
plat nica
a los
t res
(..Zur
Deutung des p jatonisc hen
Phaidm s, en
F.
DII
Um
R
[ed.] ,
Kk ine St:hrif -
ten,
Mumch, 1961,
pgs. 260-261).
Sc
. - Luego es cosa evidente, que nada tiene de ver-
d
gc nzoso el po ner por escrito las palabras.
F
ED
. - Por qu habra de tenerlo?
Sc . - Pero lo que s que considero vergonzoso, es
el no hablar ni escribir bien, sino mal y con tor peza.
FED
. - Es claro .
Sc . - Cul es, pues, la manera de escribir o no es
cribir bien? Necesitamos, Fed ro , examinar sobre esto a
Lisias o a cualquier otro que alguna vez haya escrito o
piense escribir , ya sea so bre asunto pblico o privado, en
verso como poeta, o sin verso como un prosista?
FED . - Preguntas si necesitamos? Y por qu ot ra
cosa se habr ia de vivir, por as decirlo , sino po r placeres
como stos? Porque no nos va a llega r la vida de aquellos
placeres que , para sentirlos, requieren previo dolor, como
pasa con la mayor a de los placeres del cuerpo. Por eso
se les llama , justamente, esclavizadores 102.
Sc . - Bien, creo que tenemos tiempo. Y me parece
adems, como si, en este calor sofocante, las cigarras que
cantan sob re nuestras cabezas, dialogasen ellas mismas y
nos estuviesen mirando . Porque es que si nos vieran a
2
9;
. 233. este y el mito d e Theuth
y Tham us, qu e vendr a continuacin. so n un a invenci n platn ica. El
mito de los cisnes
Ftdn
84c-S5b tiene una cierta semej a nza con ste.
En la est ru ct u r a d el Fedro e l canto d e las cigarras es un interl ud io p ar a
el lema fin al del lenguaj e y la escrit ura.
1
Oc las nueve
MUa s,
slo
a cuatr o men ciona Scrates en note p -
saje. Las cinco q ue falla n son Clo , Musa de la histor ia; Mdpmene,
del
c nto y
la ar monla; Polimnia, de la poesa Ifrica; Talia,
de
la come
dia, y Eu rerpe, d e la msica de fla uta . Sus fu nciones, sin emb ar go , a ntes
de la epoca alejand rina, no est n muy bien diferenciadas. Terpslcore es
la Musa de la danza.
una . Pero es a la mayor I Calope 10 5. Y a la
que
va det rs
de ella. Urania
106 ,
a quienes anuncian los que pasan la
vida en la filo sofia y honran su m sica. Pr ecisamente s
tas, por ser de entre las Musas las q ue t ienen q ue ver co n
el cielo y co n los discursos divinos y humanos, son tam
bin las q ue deja n o lr la voz ms bella. De mucho hay,
pues, q ue hablar, en lugar de sestea r, al medioda .
FED . -
Pu
es hablemos, entonces.
Sc . -
y
bien, exa minemos lo q ue nos habamo s pro-
puesto ah ora , lo de la causa po r la que un discurso habla
do o escr ito es o no es bueno .
FED. - De ac uerdo.
SOC . - No es necesario
que
, pa ra q ue est bien y her
mosamente dicho lo
que
se dice , el pensamiento del
que
habla deber ser c onocedor de la verdad de aquello so bre
lo que se va a hablar ?
FED - Fjate, pues, en lo q ue o sobre este asu nto ,
q uerido Scrat es: qu e qu ien pretende ser or ad or, no nece-
sita apr end er qu es, de verdad j usto , sino lo que o pine
260a
la gent e/qu e es la q ue va a juzgar; ni lo q ue es verdadera
ment e b ue no o herm o so, sino slo lo que lo parece. Pues
es de las apariencias de donde viene la persua sin
y
no
de la ver
dad
.
Scc
. -
Pala bra no desdea ble
10 7
debe ser, Fe
dro
,
la qu e los sa bios digan; pero es su sent ido lo que ha y q ue
ad ivinar. P recisamente lo q ue ahora acaba de decirs e no
es
para
dejarlo de lado .
l OS
Mus.a de la elocu encia y de
l
poesia pica .
El dom inio de Uranta es la astronoma . T al vez se deba el qu e
pueda estab lecerse esta relaci n ent re filo sofa y ast ronoma, a l hecho
de q ue los or genes de la lo soa griega est uviero n tan un id o s a la obser
vacin del cielo.
107 Pro
ve r bi o p uesto en boca de N stor
l
Iada
1I 361 .
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
34/53
374
DIL
OGO
S
FEDRO
7
FEO. -
Co
n r
az
n hablas.
Sc
. - Vamos a verlo as.
FEO. - Cmo?
b
Sc. -
Si
yo
tratara de per
suad
irte 101 de Que
com
-
pra ras un caballo
para
defenderte de los enemigos, y nin
guno de los dos supi ramos lo que es un cabal lo, si bien
yo pudiera saber de ti, que Fedro cree que el caballo es
ese an imal domstico que tiene ms largas o re
ja
s.. .
FE . - Seria ridiculo, Scrate s.
Sc - No todava . Pero s, si yo, en serio. intentar a
persuadirte. haciendo un discurso en
el
que alabase al asno
llamndolo caballo, y aadiendo que [a adquisicin de ese
animal era utilsima par a la casa y para la guerra, ya que
e no slo sirve en sta, sino q ue, ad ems, es
capaz
de llevar
cargas y dedicarse. con provecho, a otras cosas.
FED, - Eso s Que sera ya el colmo de la ridiculez.
Sc . - Y acaso no es mejor lo ridculo en el amigo
que lo admirable en
el
enemigo? 109 .
F
.
As parece.
Sc . - Por consiguiente, cuando un maestro de
ret ri
ca, que no sabe lo que es el bien ni
el
mal, yen una ciudad
a la que le pasa lo mis
mo
la persuade no sobre la som
bra de un a sno
110 ,
elogindola
como
si fuese un caballo,
1 Scrates menciona aqu una palabr a clave de la ret rica, la ..
pee
pe
ilhj .
El mecanismo de este proceso . en
d
que, a veces, no
inleresa tanto la verdad cuanto la
ar
ariencia , ha sido o
bje
te de numero
sos estudios.
Toda
va, sin emba rgo, hay terri tor ios inexp lor ados en este
prob lema fundamental de la
epistemologa ..
de la vida. Un
planteamien
10 relativamer ue novedoso sobre
la
estruct ura del peuetn es el de R.
K
R
UT,
Socrates
nd
he State,
Pnnceion Univets y Presa, 1984.
lO
La interp retacin de este pasaje ha sido muy discutid a cL
D E
VRIES.
pgs.
197-198).
ll O
Sobre est a expresin, vase J.
SNCHBZ LASSO DE LA VEGA,
No-
tutee,
Emerita
XXVllI 1960), 12j 142. Cf, Ak lsr
f N
S
,
v i
spas
191.)
sino sobre lo malo como si fuera bueno, y hab iendo estu
diad o las opiniones de la gente, la lleva a hacer el mal
en lugar del bien,
zqu
clases de frutos piensa que habra
de cosechar la retrica de aquello que ha semb rado?
d
FEO
.
No muy bueno, en verdad.
Sc. - En todo caso, buen amigo, zno habremos vitu
perado al ar te de la palabra ms rudamente de lo que con
viene? Ella, ta l vez, pod ra replicar :
zqu
tonteras son
sas que estis diciendo, admira bles amigos? Yo no obligo
a nad ie que ignora la verdad a aprender a hab la r, sino
que , si pa ra a lgo vale mi consejo , yo dira que la adq uiera
antes y que, despus, se las entienda conmigo. n icamente
quisiera insistir en que, sin m, el que conoce las cosas
no por ello ser ms diestro en el arte de persuadr.
FED.
No crees que hablara justamente , si dijera
e
esto?
Sc - S lo creo . En el caso , claro est, de que los
argumentos que vengan en su ayuda atestigen que es un
ar te.
Porq
ue me parece que estoy oyendo algunos argu
mentos que se adelantan y declar an en contra suya, dicien
do que miente y que no es arte. sino un pasatiempo ayuno
de l. Un ar te autentico de la palabra, dice el laconio
111 ,
que no se alimente de la verdad, ni lo hay ni lo habr nunca.
FEO . -
Se necesitan esos argumentos, Scrates. Mira,
261
pues, de traerlos hasta aqu, y pregnrales qu dicen y cmo.
Sc. - Acudid inmediatamente, bien nacidas criaturas,
y persuadid a Fedro, padre de bellos hijos , de que si no
filosofa como debe, no ser nunca capaz de decir nada
sobre nada . Que responda, ahora, F
edro
.
En la
Carta
VII 34ja , se encuentra una expresin parecida : dice
el reba no. Es posible que en Espa rta exis ti ese un proverbio sobre la
verdad de lo di cho como condicin del bien decir cr .
DI vs
rus, A
com-
mentary .. ..
pgs.
201-202).
8/11/2019 Fedro - Gredos.pdf
35/53
376
DILOGOS
FEDRO
377
e
FEO. -
Pr
eguntad.
S
c
. - No es cierto que , en su conjunto, la retri ca
sera un arte de conducir las almas por medio de palabras,
no slo en los tribunales y en otras reuniones pblicas,
sino tambin en las privadas, igual se trate de asuntos
b
grandes como pequeos, y que en nada desmerecera su
justo empleo por versar sobre cuestiones serias o ftiles?
O cmo ha llegado a tus odos todo esto ?
FED. - Desde luego, por Zeus, que no as, sino ms
bien que es, sobre todo, en los juicios, donde se utiliza
ese ar te de hablar y escribir, y tambin en las arengas al
pueblo. En otro s casos no he odo.
Sc. - Entonces es que slo has tenido noticia de las
artes de Nst or y Ulises sobre las palabras ll que am
bos compusieron en Troya durante sus ratos de ocio? No
oste nada de las de Palamedes? 113,
e F ED. -
No, por
Z eu s ,
ni de las de Nstor, a no ser
que a Gorgias me lo vistas de Nstor, y a Trasmaco 114
o a Teodoro de Ulises.
II I
Sobre la elocuencia de
Nst or,
vase l Iada
247-249; sobre la
de Ultses, lIad a I 216-224. Pa rece extraa esta referencia a posibles
tratados de retrica, escritos, entre combat e y combate, por hroes
homricos. Se t ra ta de
un
juego en
el
que Nstor es
el
sof ista
Gorgias,
y Ullses
es Tra smaco o
Teod
oro
de
Blza ncio cf . B.
S VE
Ph dre de
Ptaton commentaire Pars, 1980 , pgs. 107 108 . Sobre este tipo de adi
vinanzas, puede verse otro texto de PU TN en Banquet e 22Ic-d.
ll
Palamedes,
hroe de la leyenda homrica. Los trgicos le hicieron
personaje principal de alg
una de sus obras . En la Repblica S22d y
en las
Leyes
677d , P LATN se refiere a la inventiva de
Palam
cd es Pare
ce adivinarse, bajo este nomb re, a Zenn o, como FRIEDLNDER preten
de, a Parmnid es
Ptaton
vol.
pgs. 215-216 . Unas lneas ms ade
lant e se le adjetiva como
elearai
26Id , capaz de identificar en uno
los distintos opuestos cf. Parmnides 127e, 129b .
114
Trasmaco de Calcedonia era un retric o y sofista cuya actividad
transcurri a finales
del
siglo
v
a .
C.
En su
tecnne
hizo
apor tac io-
S
c
- Bien podra ser. Pero dejemos l stos. Dime
t, en los tribunales, zqu hacen los pleitean tes?, no se
oponen, en realidad, con palabras? O qu diramos?
F ED. -
Diramos eso mismo.
Sc. - Acerca de lo justo y de lo injusto?
FEo. - S.
SC
. -
Por
consiguiente,
el que hace esto con arte, har
que lo mismo, y ante las mismas personas, aparezca unas
veces como justo y, cuando quiera, como injust