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Esclavitud en la Antigua Grecia
La esclavitud en la antigua Grecia fue un componente esencial en el desarrollo
económico y social del mundo griego de la antigüedad y estuvo vigente a lo largo de su historia. Los
griegos consideraron la esclavitud no sólo como una realidad indispensable, sino también como un
hecho natural, incluso los estoicos, en general, o los primeros cristianos no la cuestionaron.2 3 4 La
mayoría de los escritores antiguos entendían que la esclavitud no era tan sólo un fenómeno natural,
sino también necesario. No obstante, también aparecieron algunos debates aislados que levantaron
el "grito en el cielo", como se observa en los diálogos socráticos, o algunos estoicos que expresaron
la primera condena de la esclavitud de la que se tiene un registro histórico.4
De acuerdo con la tradición historiográfica moderna, este artículo sólo trata de los esclavos-
mercancía (forma calificada como esclavos enseres por los autores anglosajones) no de grupos
dependientes como el penestes de Tesalia, los hilotas de Esparta ni tampoco
los clarotas de Creta cuya posición era compleja, cercana a la de servidumbre del medioevo. Un
esclavo-mercancía, es un individuo privado de libertad y sujeto a la voluntad de un propietario que
puede comprarlo, venderlo o alquilarlo, como un bien.
La esclavitud en la antigua Grecia plantea problemas importantes a los estudiosos ya que la
documentación es dispar y muy fragmentaria, concentrada sobre la ciudad de Atenas. Ningún
tratado se refiere específicamente al tema, e incluso, a menudo la misma terminología es vaga. Los
argumentos judiciales delsiglo IV a. C. no se interesan por el esclavo más que como fuente de
ingresos. La comedia describe a esclavos de comedia; la tragedia menciona a esclavos de tragedia.
Es difícil distinguir con certeza a un esclavo de un artesano en la producción iconográfica o entre las
estelas funerarias. Incluso la terminología es a menudo vaga. Actualmente, la esclavitud griega es
objeto de debates historiográficos y, en particular, el debate se centra alrededor de dos cuestiones:
Si se puede decir que la sociedad griega era esclavista, y, la segunda, si los esclavos griegos
formaban una clase social.5
1 Terminología
2 Orígenes de la esclavitud
3 Función económica
4 Demografía
o 4.1 Población
o 4.2 Redes de aprovisionamiento
4.2.1 La guerra
4.2.2 La piratería
4.2.3 El comercio
o 4.3 El aumento natural
5 Estatus serviles
o 5.1 Esclavos atenienses
o 5.2 Esclavos de Gortina
o 5.3 Un caso particular: la servidumbre por deudas
o 5.4 La liberación
o 5.5 ¿Esclavos en Esparta?
6 Condición de los esclavos
7 Concepciones de la esclavitud griega
o 7.1 Concepciones antiguas
o 7.2 Concepciones modernas
8 Fuentes
9 Referencias
o 9.1 Bibliografía
10 Véase también
11 Enlaces externos
Terminología
El griego antiguo posee un gran número de palabras para designar al esclavo, muchas de las cuales
necesitan un contexto para evitar toda ambigüedad. En la lengua homérica, el esclavo es llamado
δμώς/dmôs.6 Durante la época clásica, se lo llama ἀνδράποδον/andrápodon (literalmente "que tiene
pies de hombre",7 en oposición con τετράποδον/tetrápodon, o cuadrúpedo, es decir, ganado).8 En un
contexto militar, el término designa a un prisionero que forma parte del botín,9 es decir, un bien. La
palabra más corriente δοῦλος/doûlos (que se deriva seguramente
de doero10del micénico),11 empleado en comparación con el hombre libre (ἐλεύθερος/eleútheros) y
más concretamente al ciudadano (πολίτης/polítês). El δουλεῖα/douleia designa el certificado de
sumisión del esclavo a su amo, y también el de los niños con relación a su padre o de los
ciudadanos a los magistrados.12 Por último, se emplea también el término οἰκέτης/oikétês:
literalmente, "aquél que vive en la casa", que por extensión, designa al "criado".13 Los otros términos
utilizados son mucho menos precisos y requieren de un contexto:
θεράπων/therápôn: en la obra de Homero designa al jinete (Patroclo es así
el terapón de Aquiles 14 y Merión el de Idomeneo 15 ); en la época clásica, designa al criado.16
ἀκόλουθος/akólouthos, literalmente, el que «sigue» al "escolta".17
παῖς/pais, literalmente el "niño",18 uso emparentado con el de "boy".19
σῶμα/sôma, literalmente "cuerpo", empleado en el contexto de la liberación de un esclavo.20
Orígenes de la esclavitud
No quedan dudas de la presencia de esclavos (doeroi) durante la civilización micénica. Según las
tablillas de Pilos, se puede identificar con certeza a 140doeroi. Se pueden distinguir dos categorías
jurídicas: los esclavos "simples" y los "esclavos del dios" (teojo doero), que probablemente
era Poseidón. Los esclavos del dios siempre se mencionaban por su nombre y por el lugar de
origen, y su condición jurídica era similar a la de hombres libres. La naturaleza y el origen de su
vínculo con la divinidad no quedaba clara.21 Algunos de ellos, como lo prueba su nombre (asociado
a sus etnias de Citera, Quíos,Lemnos y Halicarnaso), fueron reducidos a la esclavitud
probablemente por piratas. Las tablillas ponen de manifiesto que las uniones entre esclavos y no
esclavos no eran raras, que los esclavos podían ser artesanos independientes y que podían poseer
un lote de tierra. De hecho, parece que la división principal en la civilización micénica no pasa entre
libres y no libres, sino entre dependientes del palacio y no dependientes.22
En Homero, dónde las estructuras sociales reflejan la situación de los siglos llamados oscuros, no se
observa ninguna continuidad con la época micénica. Incluso la terminología cambia: el esclavo
es demos y no doero.23 Tanto en Ilíada como en la Odisea, los esclavos son principalmente
mujeres,24 tomadas como botín de guerra25 mientras que los hombres son secuestrados para pedir
rescate o matados en el campo de batalla.26 Las esclavas son sirvientes,27 a veces
concubinas.28 Existen también algunos esclavos masculinos, sobre todo en la Odisea, entre ellos el
criador de cerdosEumeo. El esclavo tiene la particularidad de ser miembro totalmente
del oikos (unidad familiar).29 30 El término demos no es peyorativo y Eumeo, el "divino" criador de
cerdos,31 es tratado con los mismos epítetos homéricos que los héroes griegos. A pesar de todo, la
esclavitud sigue siendo una condición inferior. El mismo Eumeo declara que "Zeus le quita la mitad
del valor a un hombre cuando lo convierte en esclavo".32
En la época arcaica, es difícil determinar cuando nace la esclavitud-mercantil. En los Trabajos y
días (siglo VIII a. C. ), todo indica que Hesíodo posee varios demos cuyo estatuto no queda
claro.33 La presencia de douloi es mencionada por los poetas líricos como Arquíloco o Teognis de
Megara. Según la tradición, el código de Dracón (620 a. C. ) sobre el homicidio habría mencionado
esclavos. Según Plutarco,34 Solón (594 a. C. -593 a. C. ) habría prohibido a los esclavos la práctica de
la gimnasia y la pederastia. A partir de esta época, las menciones se multiplican. Cuando Solón
sienta las bases de la democracia ateniense se oficializa la esclavitud. Moses Finley observa
también que Quíos, que según Teopompo fue la primera polis en la que se practicó el comercio de
esclavos,35 pasa también durante el siglo VI a. C. por una democratización precoz y concluye que,
“uno de los aspectos de la historia griega, es el avance a la par de la libertad y de la esclavitud”.36
Función económica
No existen actividades para esclavos propiamente dichas: cualquier actividad puede ser llevada a
cabo por un esclavo, si se excluye la política entre estas.37 Esta era la única actividad en la que el
ciudadano tenía el monopolio. En realidad, para los griegos era la única actividad digna de un
ciudadano, mientras que las demás debían delegarse en la medida de lo posible a los no-
ciudadanos.38
La principal actividad en la que se los utilizaba era la agricultura, fundamental en la economía
griega. Algunos pequeños propietarios podían tener uno o dos esclavos propios.39 Testimonio de ello
es una abundante literatura compuesta de manuales para terratenientes (como
el Económico de Jenofonte o el del pseudo-Aristóteles). El grado en que los esclavos eran utilizados
como mano de obra en la agricultura está en disputa.40 Se recurría a la mano de obra servil en
cuanto la explotación superaba la célula familiar. En las grandes posesiones, los intendentes solían
ser esclavos. Sin embargo, no existe en Grecia la inmensa población de esclavos de
los latifundia romanos.41
En las minas y canteras, el trabajo de los esclavos no es el más importante. Aunque se encuentra
en ellas una importante población de estos, con frecuencia eran alquilados por particulares ricos.
Así, el estratego Nicias alquiló un millar de esclavos a las minas de plata del monte Laurión, en la
región de Ática, Hipónico 600 y Filomides, 300. Jenofonte (Sobre los ingresos) indica que
proporcionan un óbolo por esclavo y día, lo que supone 60 dracmasanuales.42 Era una de las
inversiones más apreciadas por los atenienses. Jenofonte calcula que unos 30.000 esclavos
trabajaban en las minas del monte Laurión o en los molinos contiguos de transformación del
mineral.43 Incluso propone que la ciudad se dote de una importante población de esclavos
pertenecientes al Estado, que estima en tres por ciudadano, cuyo alquiler aseguraría el
mantenimiento de todos los ciudadanos.42
También eran utilizados en la artesanía. Del mismo modo que sucedía en la agricultura, se recurre a
ellos en cuanto la actividad supera a la familia. Sin embargo, la proporción de mano de obra esclava
es mucho más importante en los talleres. La fábrica de escudos de Lisias daba trabajo a 120
esclavos y el padre de Demóstenes,44 contaba con 32 cuchilleros y 20 fabricantes de camas.45
Por último, también se utilizaban en las casas. El criado tenía como labor sustituir al dueño de la
casa en su trabajo y acompañarlo en los trayectos y viajes. En tiempos de guerra, servía de
escudero para el hoplita.46 La mujer esclava, por su parte, se ocupaba de las tareas domésticas, en
especial de la elaboración del pan y de la fabricación de tejidos. Sólo las familias más pobres
carecían de esclavo doméstico.47
Demografía
Población
Es difícil calcular el número de esclavos de la Antigua Grecia, a falta de censos precisos y a causa
de los muchos cambios habidos en distintas épocas. Cierto es, que Atenas poseía la población
global más importante, acaso hasta 80.000 en los siglos VI y V a. C. ,43 a razón de unos tres o cuatro
esclavos por trabajo. En el siglo V a. C. Tucídides evoca sin pesar la deserción de 20.000 esclavos
en el curso de la Guerra de Decelia, en su mayor parte artesanos.
El cómputo más bajo estima su número en 20.000 en los tiempos de Demóstenes y corresponde a
un esclavo por trabajo.48 Entre el 317 y el307 a. C. , el tirano Demetrio de Falero ordenó,49 un censo
general del Ática que aporta las cifras siguientes: 21.000 ciudadanos, 10.000 metecos y 400.000
esclavos. El orador Hipérides, en su discurso Contra Aristogitón, evoca el proyecto de enrolar a
150.000 esclavos (hombres en edad de portar las armas) después de la derrota griega
de Queronea (338 a. C. ), lo que concuerda con la cifra de Ateneo.50
En la literatura, parece que la gran mayoría de los atenienses posee al menos un
esclavo: Aristófanes en su Pluto habla de ciudadanos pobres propietarios de numerosos
esclavos. Aristóteles definió una casa como poseedora de hombres libres y de
esclavos.51 Inversamente, no poseer esclavos, es un signo claro de pobreza. Así, en el célebre
discurso de Lisias Sobre el inválido un enfermo protesta de lo siguiente: «Lo que saco de mi oficio
es poca cosa; me apena ejercerlo yo mismo y no tengo forma de comprar un esclavo que me
sustituya.» Sin embargo, las inmensas poblaciones de esclavos de los romanos son desconocidas
para los griegos. Cuando Ateneo cita el caso de Mnason, amigo de Aristóteles y propietario de mil
esclavos, esto parece excepcional.52 Platón (propietario él mismo de cinco esclavos en el momento
de su muerte), cuando evoca a personas muy pudientes, se contenta con atribuirles cincuenta
esclavos.53
En términos de densidad, Tucídides estima que la isla de Quíos es el territorio griego que posee
proporcionalmente un mayor número de esclavos.54
Redes de aprovisionamiento
Existen tres redes de aprovisionamiento principales de esclavos: la guerra, la piratería (marítima) o
bandolerismo (terrestre), y el comercio internacional.
La guerra
En el derecho de guerra antiguo, el vencedor posee todos los derechos sobre el vencido, haya
combatido o no.55 La esclavitud, sin ser sistemática, es práctica corriente. Así, Tucídides (VI, 62 et
VII, 13) evoca los 7.000 habitantes de Hyccara, en Sicilia, hechos prisioneros por Nicias y vendidos
enseguida (por 120 talentos) en la ciudad vecina de Catania. Incluso, en 348 a. C. , la población
de Olinto es reducida a esclavitud; la de Tebas lo será en 335 a. C. por Alejandro Magno y la
de Mantinea en 223 a. C. por la Liga Aquea.56
La existencia de esclavos griegos es una fuente de molestias constante para los griegos libres.
También la esclavitud de ciudades es una práctica muy contestada. Algunos generales la rechazan,
así los espartiatas Agesilao II o Calicrátidas.57 58 Algunas ciudades aprueban acuerdos prohibiendo
la práctica: así, a mediados del siglo III a. C. , Mileto conviene no reducir a ningún habitante libre
de Cnosos a esclavitud, y recíprocamente.59 La liberación de una ciudad entera reducida a
esclavitud aporta un gran prestigio: así Casandro de Macedonia , en 316 a. C. , restaura la ciudad de
Tebas.60 Antes de él, Filipo II de Macedonia había reducido a esclavitud la ciudad de Estagira.61
La piratería
La guerra proporciona contingentes importantes y regulares de esclavos griegos. La importancia de
la piratería (marítima) y el bandolerismo (terrestre) varía según las época y las regiones.62Piratas y
bandoleros piden un rescate cuando su presa es de calidad. Cuando no es pagado, o si el prisionero
no es rescatado, es vendido a un traficante. Así, ningún hombre libre está a salvo de caer en
esclavitud. En algunas regiones, la piratería o el bandolerismo son verdaderas especialidades
nacionales, que Tucídides califica de vida «a la manera antigua»:63 es el caso deAcarnania,
de Creta o Etolia. Fuera de Grecia, es el caso de los ilirios, de los fenicios y etruscos. En el período
helenístico se añaden los cilicios y los pueblos montañeses de la costa de Asia
Menor. Estrabón explica la fama de la actividad de los cilicios por su rentabilidad: Delos, situada no
lejos, permite «vender cotidianamente miríadas de esclavos».64 La creciente influencia delImperio
romano, gran demandador de esclavos, desarrolla el mercado y agrava la piratería.65 En el siglo I,
los romanos intentaron aplastar la piratería, deseando explotar de manera diferente las nuevas
provincias del Imperio.66
El comercio
Por otra parte, existe un comercio de esclavos con los pueblos bárbaros
vecinos: tracios, escitas, capadocios, paflagonios, etc.67 Los mecanismos son relativamente
idénticos a los de la trata de negros: profesionales locales venden sus congéneres en los mercados
de esclavos griegos. Los principales centros de comercio de esclavos parecen haber
sido Éfeso, Bizancio o Tanais, en la desembocadura del río Don. Si algunos esclavos bárbaros son
víctimas de guerra o de piratería local, otros son vendidos por sus parientes.68
Existen pocos testimonios sobre el tráfico de esclavos, pero varios elementos lo atestiguan. Algunas
nacionalidades están representadas de manera importante y constante entre la población servil, así
como el cuerpo de arqueros escitas utilizado por Atenas como fuerza de policía (300 individuos al
principio, cerca de un millar después).69 Los nombres atribuidos a los esclavos en
las comedias tienen a menudo una connotación de lugar: así, «Tratta», utilizado
por Aristófanes en Las avispas, Los acarnienses o en La paz significa simplemente «mujer tracia».
En las épocas clásica y helenística, es el señor el que pone el nombre a su esclavo. Puede llevar el
de su amo; un étnico, como el mencionado; un nombre de lugar (Asia, Carion, Lydos, etc.); un
nombre, seguido de su patria de origen (Manes para un lidio, Midas para un frigio, etc.); un nombre
de personaje histórico (Alejandro, Cleopatra, etc.). En resumen un esclavo puede llevar
prácticamente cualquier nombre; sólo los basados en nombres de países bárbaros están
específicamente reservados a los esclavos.70
La nacionalidad del esclavo era un criterio esencial para los compradores más importantes.
Aconsejaba que en un mismo lugar no se habían de concentrarse demasiado esclavos del mismo
origen, para limitar los riesgos de una revuelta.71 Es probable que, como los romanos, algunas
nacionalidades fueran mejor valoradas como esclavos.
El precio de los esclavos varía en función de su competencia. Así, Jenofonte valora en
180 dracmas el precio de un minero de Laurión —en comparación, un obrero de grandes
construcciones es pagado con un dracma diario— pero los cuchilleros del padre de Demóstenes
valen 500 o 600 dracmas cada uno.42 El precio está también en función de la cantidad de esclavos
disponibles a la venta: en el siglo IV a. C., son abundantes y, por tanto, baratos. En los mercados de
esclavos, la ciudad cobraba un impuesto sobre el producto de la venta: en el santuario de Apolo
en Actiôn, por ejemplo, la confederación de los acarnienses, que tiene a su cargo la logística de las
festividades, percibe la mitad del impuesto, mientras que la ciudad de Anactorion, en cuyo territorio
se halla el santuario, percibe la otra mitad c. 216 a. C. 72 Se sabe, además, que el comprador se
beneficiaba de una garantía contra los «vicios ocultos» del esclavo: si se comprobaba que estaba
enfermo y el comprador no había sido advertido, podía anular la venta.73
El aumento natural
Curiosamente, parece que los griegos no practicaban la «cría» de los esclavos, al menos en la
época clásica: la proporción de los nacidos en una casa parece bastante importante en el Egipto
ptolemaico o en los actos de emancipación helenística de Delfos.74 A veces, la causa de ello es
natural: en las minas sólo trabaja personal masculino. Sin embargo, las mujeres esclavas son
numerosas en el ámbito doméstico. El ejemplo de los negros en los Estados sudistas enseña, por
otro lado, que una población servil puede reproducirse.75 Este punto queda pues relativamente
inexplicado.
Jenofonte aconseja alojar a los esclavos hombres y mujeres separadamente. El Pseudo-Platón, en
el Económico, considera la reproducción de los esclavos como un medio de presión disciplinar.76 La
explicación es sin duda económica: es menos caro77 adquirir un esclavo que liberarlo.78 Además,
el parto pone en peligro la vida de la madre esclava, y el bebé no tiene asegurado sobrevivir hasta la
edad adulta.79
Por otro lado, los esclavos nacidos en casa, minoritarios, constituyen a menudo una clase
privilegiada. Se les confía, por ejemplo, el encargo de llevar los niños a la escuela: son los
«pedagogos», en el sentido primero del término (cf. educación en la Antigua Grecia).80 Ocurre
igualmente que estos esclavos fueran hijos del dueño: en la mayoría de las ciudades, sobre todo
Atenas, el niño hereda el estatus de la madre.81
Estatus serviles
La Antigua Grecia posee varios estatutos serviles. Más concretamente, existe una multitud de
estatutos que van del ciudadano libre al esclavo-mercancía, pasando por los esclavos-siervos
(penestes o hilotas), los ciudadanos que han perdido la categoría, los libertos, los bastardos o
los metecos.82 Moses Finley (1997) propone un esquema de lectura de los diferentes estatus:83
derecho a una forma de propiedad
poder sobre el trabajo de otro hombre
poder de castigar a otro hombre;
derechos y deberes judiciales (posibilidad de ser arrestado y/o castigado arbitrariamente)
derechos y privilegios familiares (matrimonio, herencia, etc.)
posibilidad de movilidad social (emancipación);
derechos y deberes religiosos
derechos y deberes militares (servir en el ejército como simple sirviente, soldado de infantería
pesada o ligera, o como marino).
Esclavos atenienses
En Atenas, los esclavos no tienen jurídicamente ningún derecho.84 Un delito merecedor de una multa
para un hombre libre da lugar a golpes de látigo para el esclavo, parece que, una dracma por
golpe.80 Con algunas excepciones, el testimonio de un esclavo no es admisible, salvo
bajo tortura.85 El esclavo no está protegido, si alguien le maltrata, su amo puede intentar una acción
por daños y perjuicios (griego), δίκη βλάϐης, dikê blabês).80 Inversamente, si su amo le maltrata en
exceso, cualquier ciudadano puede perseguir a éste último (griego antiguo γραφὴ ὕϐρεως,graphê
hybreôs): no se trata de humanidad hacia el esclavo, sino de reprobación de toda forma de exceso
(griego antiguo, ὕϐρις, hibris).86 Incluso la muerte de un esclavo: es la mancha del asesino la que la
causa. El sospechoso es juzgado por el tribunal del Paladión,87 y no por el Areópago, y la pena
prevista es el exilio, también para el homicida involuntario.88
Esclavos de Gortina
En Gortina, cuyo código grabado en piedra data del siglo VI a. C., el esclavo (doulos o oikeus) se
halla en un estado de dependencia muy amplio. Así, sus hijos pertenecen a su amo;89 éste es
responsable de todos los delitos de su esclavo e inversamente, percibe las multas pagadas por otros
por los delitos cometidos contra el suyo. En las leyes de Gortina, donde todas las penas son
pecuniarias, un esclavo tiene los montantes duplicados cuando comete un crimen o un
delito.90 Inversamente, un delito cometido contra un esclavo cuesta mucho menos caro que un delito
cometido contra un hombre libre. Así, la violación de una mujer libre por un no libre está castigado
con una multa de 200 estateros, mientras que la violación de una esclava no virgen por un no libre
lleva aparejada una multa de sólo un óbolo.91 El esclavo, sin embargo, tenía el derecho de poder
poseer un domicilio y el correspondiente ganado, unas posesiones que podían ser transmitidas a
sus descendientes, incluso los vestidos y objetos necesarios para el hogar.90 Su familia era
reconocida por la ley y, de esta manera, podían contraer matrimonio, divorciarse, escribir un
testamento y heredar, como lo hacía cualquier hombre libre.92
Un caso particular: la servidumbre por deudas
Antes de la prohibición de Solón, Atenas practica la esclavitud por deudas: un ciudadano incapaz de
pagar una deuda es sometido a su acreedor. Se trata principalmente de campesinos que alquilan
tierras arrendadas a grandes propietarios terratenientes, incapaces de pagar sus arrendamientos.
En teoría, el esclavizado por deudas es liberado cuando puede rembolsar su deuda inicial. El
sistema, desarrollado con variantes en todo el Próximo Oriente y citado por la Biblia (Deuteronomio,
15, 12-17), parece haber sido formalizado en Atenas por el legislador Dracón.
Solón le pone fin mediante la seisákhtheia (en griego: σεισάχθεια),93 la liberación de las deudas, la
interdicción de todo crédito garantizado sobre la persona del deudor y la prohibición de vender un
ateniense libre, incluso a uno mismo. Aristóteles hace así hablar a Solón en su Constitución de los
atenienses (XII, 4):
A muchos, hacia Atenas, su patria fundada por los dioses, traje que habían sido vendidos, unos sin
justicia otros justamente(…) A los que aquí mismo en vergonzosa esclavitud estaban, temblorosos ante el
semblante de sus dueños, los hice libres.94
Aunque el vocabulario empleado sea el de la esclavitud «clásica», la esclavitud por deudas se
diferencia en que el ateniense esclavizado sigue siendo ateniense, dependiente de otro ateniense,
en su ciudad natal. Este aspecto, explica la gran oleada de descontento del pueblo en el siglo
VI a. C., que no entiende que se libere a todos los esclavos, sino sólo a los esclavizados por
deudas. En fin, la reforma de Solón deja subsistir una excepción en la prohibición de vender a un
ateniense: el tutor de una mujer soltera que haya perdido su virginidad tiene derecho a venderla
como esclava.95
La liberación
La práctica de la emancipación está atestiguada en Quíos desde el siglo VI a. C.96 Es probable que
se remonte a la época arcaica, el procedimiento para hacerla oralmente. Las liberaciones informales
están atestiguadas en el período clásico: es suficiente llevarla a cabo con testigos, lo que lleva a los
ciudadanos a liberar a su esclavo en plena representación teatral o en plena deliberación del
tribunal.97 Será prohibida en Atenas a mediados del siglo VI a. C., para evitar disturbios en el orden
público.
La práctica se convierte más corriente a partir del siglo IV a. C., y da lugar a actos grabados en
piedra, que han sido hallados en santuarios como los de Delfos o Dodona. Datan principalmente del
siglo II y del I a. C., así como del siglo I. Existen casos de emancipación colectiva. Por ejemplo
en Tasos, en el transcurso del siglo II, sin duda en periodo de guerra, para agradecer a los esclavos
su fidelidad.98 Se trata en la mayoría de los casos de un acto voluntario por parte del amo — un
hombre—, pero también, sobre todo a partir de la época helenística, una mujer. El esclavo no
parece tener voz y las mujeres no parecen beneficiarse más que los hombres. El esclavo es a
menudo rescatado, por un montante al menos equivalente a su valor comercial. Para hacerse,
puede deducirse de su eventual peculio, contraer un préstamo amistoso (griego ἔρανος, eranos),99 o
los amantes de una hetera se reúnen para ayudarla al rescate o la petición a su dueño. La
emancipación tiene a menudo una naturaleza religiosa: o el esclavo es considerado vendido a la
divinidad, a menudo a Apolo delfio,100 o es consagrado después de su emancipación. El templo
percibe entonces una parte de la suma pagada en el rescate, y garantiza la validez del contrato. La
emancipación puede ser también totalmente civil, unos magistrados desempeñan el papel de la
divinidad y perciben un impuesto.
La libertad ganada por el esclavo puede ser total o parcial, a elección del amo. En el primer caso,
el liberto es protegido jurídicamente contra toda tentativa de reducirle de nuevo a la esclavitud, por
ejemplo por parte de los herederos de su antiguo amo.101 En el segundo, el emancipado puede ser
sometido a un cierto número de obligaciones con respecto a su antiguo dueño. El contrato más
exigente, la paramonê, especie de servidumbre con una duración limitada (a menudo hasta la
muerte del antiguo dueño) durante la cual el amo mantiene casi todos sus derechos sobre el
liberado.102
Respecto a la ciudad, el liberado está lejos de ser el igual de un ciudadano de nacimiento. Está
sometido a toda clase de obligaciones de las que puede hacerse una idea a la vista de las que
propone Platón en las Leyes (XI, 915 a-c): presentación tres veces al mes en el domicilio del antiguo
dueño, interdicción de hacerse más rico que este último, etc. De hecho, el estatus del liberto se
acerca al del meteco.
¿Esclavos en Esparta?
Los ciudadanos de Esparta disponían de ilotas, dependientes poseídos colectivamente por el
Estado. Se ignora si también eran esclavos - mercancía. Los textos hacen mención de personajes
liberados por espartiatas (la liberación estaba teóricamente prohibida para los ilotas) o vendidos al
extranjero: es el caso del poeta Alcman,103 del también poeta Filóxeno de Citera , que habría sido
reducido a esclavitud en la época de la conquista de su ciudad, y después revendido a un
ateniense,104 de un cocinero espartano que habría sido vendido a Dionisio I o a un rey delPonto.105 o
de las famosas nodrizas espartanas, muy estimadas por los aristócratas atenienses.106
Además, algunas menciones evocan, a propósito de Esparta, a los esclavos "e" ilotas, lo que tiende
a sugerir que las dos poblaciones no coinciden. En el Primer Alcibíades, el pseudo-Platón, sobre el
tema de la riqueza de los espartanos, cita a los esclavos y sobre todo a los
ilotas»;107 Plutarco explica que las actividades domésticas son el ámbito «de los esclavos y los
ilotas».108
Definitivamente, el acuerdo de 404 a. C. que pone fin a la revuelta de Mesenia, estipula que los
rebeldes refugiados en el Itome deben abandonar definitivamente el Peloponeso y precisa que
cualquiera que sea apresado se convertirá en esclavo del que lo haya cogido. Evidentemente, la
posesión privada de un esclavo no es por lo tanto ilegal.
La mayoría de los historiadores están de acuerdo en pensar que los esclavos - mercancía eran
usados en Esparta, al menos después de la victoria de 404, pero eran poco numerosos y sólo a
disposición de las clases superiores.109 Como en las otras ciudades griegas, pueden ser adquiridos
como botín o en el mercado. Definitivamente, si se admite que los periecos no pueden tener ilotas a
su servicio, deben tener algunos esclavos.110
Condición de los esclavos
Es difícil apreciar la condición de los esclavos griegos. Según el pseudo - Aristóteles (Económico,
1344a35), el diario del esclavo se resume en tres palabras el trabajo, la disciplina y la comida.
Jenofonte aconseja tratar a los esclavos como animales domésticos, es decir, castigarlos en caso de
desobediencia y recompensarlos en caso de buena conducta (Económico, XIII, 6). Aristóteles, por
su parte, prefiere tratarlos como a los niños, y recurrir a las órdenes ,pero también a las
recomendaciones, porque el esclavo después de todo es capaz comprender las razones que se le
dan (Política, I, 3, 14).
La literatura griega abunda en escenas de flagelación de esclavos: es un medio de presionar al
esclavo para que trabaje, como para la concesión de comida, ropa o descansos. Esta violencia
puede ser obra del amo, pero también del intendente, de hecho también un esclavo. Así, al principio
de los Los caballeros, Aristófanes presenta a «dos esclavos que se quejan de trabajar como burros
y de las palizas que les inflige el nuevo intendente». Sin embargo, Aristófanes denuncia en (La paz,
v. 743 - 749) lo que es la verdadera cantinela en la comedia griega:
«...puso fin [Heracles] a los esclavos que huían y engañaban y se dejaban pegar adrede, esos que metían
en la obra siempre llorando y sólo para que el otro esclavo se burlara de sus golpes y luego preguntara: -
desdichado, ¿qué te ha pasado en la piel? ¿Acaso un látigo te ha invadido los flancos con un gran ejército
y te ha devastado la espalda?...»
De hecho, la condición de los esclavos varía mucho según su estatus: el esclavo minero de Laurión
tiene condiciones de trabajo particularmente penosas, mientras que el esclavo de ciudad goza de
una relativa independencia. Puede vivir y trabajar solo, mediante el pago de una renta (griego,
ἀποφορά,apophora) a su amo. Puede poner dinero, para comprar su libertad. La emancipación es
en efecto una potente palanca de motivación, de la que es difícil estimar la amplitud real. El pseudo -
Jenofonte deplora la licencia en la cual viven los esclavos atenienses: «En cuanto a los esclavos y a
los extranjeros, disfrutan en Atenas de una mayor licencia; no se tiene allí el derecho de golpearlos y
el esclavo no se apartará a tu paso» (República de los atenienses, I, 10).
Este presunto buen trato no impidió que 20.000 esclavos atenienses huyeran al final de la Guerra
del Peloponeso, incitados por la guarnición espartana estacionada en el Ática, en Decelia. Sin
embargo éstos estaban eran esencialmente esclavos artesanos cualificados, probablemente entre
los mejores tratados. Inversamente, la ausencia de una gran revuelta de esclavos griegos,
comparable por ejemplo con la de Espartaco en Roma, se explica sin duda por su relativa
dispersión, impidiendo toda acción concertada de gran envergadura.111
Concepciones de la esclavitud griega
Concepciones antigua
Ningún escritor antiguo cuestiona la existencia de la esclavitud, aunque admiten que algunos
esclavos lo son injustamente. Para Homero y los autores preclásicos, la esclavitud es una
consecuencia inevitable de la guerra. Heráclito reconocer así: que «el combate es el padre de todo,
el rey de todo (...): vuelve a unos esclavos, a otros libres».112
En la época clásica emerge la idea de la esclavitud «por naturaleza»; como si se tratase de algo
económico:113 así, dice Esquilo que los griegos «no son ni esclavos, ni están sujetos a
nadie»,114 mientras que los persas, como lo resume Eurípides en Helena, «son todos esclavos, salvo
uno, el Gran Rey».115Esta idea latente es teorizada al final del siglo V a. C. por Hipócrates: según él,
El clima moderado de Asia Menor produce hombres plácidos y sumisos.116Esta explicación es
retomada por Platón117 y Aristóteles en su Política,118 donde postula la teoría de la esclavitud por
naturaleza: «El ser que, gracias a su inteligencia, es capaz de prever es gobernante por naturaleza;
el ser que, gracias a su vigor corporal, es capaz de ejecutar es gobernado y por naturaleza
esclavo».119 Contrariamente a los animales, el esclavo puede percibir la razón, pero está
«completamente desprovisto de la facultad de deliberar».120También condenaba la esclavitud injusta
al señalar «Hay quienes tienen la opinión de que el poder del señor sobre el esclavo es cosa fuera
de la naturaleza, porque es en virtud de una ley que este es esclavo y el otro libre; pero en cuanto a
la naturaleza no difieren en nada y que por esto no es justa la esclavitud, pues es cosa forzosa y
violenta». Platón, reducido a esclavitud y después rescatado por uno de sus amigos, da, al contrario,
una condena explícita de la esclavitud en el Menón haciendo participar a un esclavo en la discusión
filosófica. De ese modo, el estatus de él mismo como humano completo es reconocido, y el
fundamento esencial de la esclavitud es desmentido.
Paralelamente los sofistas desarrollan la idea de que todos los hombres pertenecen a una misma
raza, ya sean griegos o bárbaros, y que algunos hombres son esclavos aun cuando tengan el alma
de un hombre libre, y recíprocamente. Aristóteles mismo reconoce esta posibilidad y argumenta que
la esclavitud no puede ser impuesta,121 si el amo no es mejor que el esclavo, confirmando así su
teoría de la esclavitud por naturaleza. Po su parte, los sofistas terminan por concluir que la
verdadera esclavitud no está ligada al estatus sino al espíritu: así, dice Menandro, «sé libre de
espíritu, aunque seas esclavo: entonces, no serás más esclavo» (fr. 857). Esta idea, retomada por
los estoicos y los epicúreos, no está en absoluto en oposición al sistema de la esclavitud, sino que
contribuye a banalizarla.
Incluso en la utopía, los griegos no llegar a pensar en la ausencia de esclavos. Las "ciudades
ideales" de las "Leyes" o de "la república" piden su existencia. Las «ciudades invertidas» muestran a
las mujeres en el poder o el final de la propiedad privada (Lisístrata, Las asambleístas), pero no a
esclavos gobernando a los amos. Las únicas sociedades sin esclavos son las de la Edad de oro,
donde la satisfacción de las necesidades no es un problema. En este género de sociedad, explica
Platón que se cosecha con profusión sin sembrar.122 En los Anfictiones de Teleclides,123 el pan de
cebada se bate con el pan de trigo para ser comido por los hombres. Mejor aún, los objetos se
mueven por sí mismos: la harina se amasa a sí misma y la jarra vierte ella sola. La sociedad sin
esclavos es relegada a un más allá cronológico o geográfico. En una sociedad normal, se tiene
necesidad de esclavos.
Concepciones modernas[editar · editar código]
Para los modernos, la esclavitud en Grecia es durante mucho tiempo objeto de un discurso
apologético cristiano al que se atribuye la responsabilidad del fin del sistema. A partir del siglo XVI,
el discurso sobre la esclavitud antigua deviene moralizador: debe ser interpretado a la luz de la
esclavitudcolonial: o los escritores alaban los méritos civilizadores, o denuncian los perjuicios.
Así Henri-Alexandre Wallon publicó en 1847 una Histoire de l’esclavage dans l’Antiquité en el marco
de su lucha por la abolición de la esclavitud en las colonias francesas.
En el siglo XIX emerge un discurso diferente, de tipo económico-político. Se trata de distinguir
algunas fases en la organización de las sociedades humanas, y de interpretar correctamente el lugar
que jugó la esclavitud griega. La influencia de Marx es aquí determinante: para él, la sociedad
antigua está caracterizada por un auge de la propiedad privada y por el carácter dominante -y no
secundario, como en otras sociedades precapitalistas- de la esclavitud como modo de producción.
Se opone pronto a la interpretación marxista la corriente positivista representada por el
historiador Eduard Meyer (l’Esclavage dans l’Antiquité, 1898): según él, la esclavitud es el reverso
de la democracia griega. Es pues un fenómeno jurídico y social, y no económico. Esta
corriente historiográficaevoluciona en el siglo XX: dirigida por un autor como Joseph Vogt, que ve en
la esclavitud la condición del desarrollo de la élite, de la clase de los ciudadanos. Inversamente,
insiste sobre las posibilidades ofrecidas a los esclavos de agregarse a la élite. Estima que la
sociedad moderna, fundada sobre valores humanistas, ha permitido dejar atrás este modo de
desarrollo.
Hoy, la esclavitud griega es objeto de debates historiográficos, en particular sobre dos cuestiones:
¿se puede decir que la sociedad griega eraesclavista? ¿Los esclavos griegos formaban una clase
social?
Fuentes[editar · editar código]
Pseudo-Aristóteles, Económico.
Hesíodo , Trabajos y días.
Jenofonte :
Económico,
Sobre los ingresos.
Pseudo-Jenofonte, República de los atenienses.
Referencias[editar · editar código]
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"Serenity and Repose: Life and Death on Attic Tombstones", The Classical Journal, vol. 64, núm.
5, p. 198.
2. Ir a↑ John Byron. Slavery Metaphors in Early Judaism and Pauline Christianity: A Traditio-
historical and Exegetical Examination, Mohr Siebeck, 2003, ISBN 3-16-148079-1, p. 40
3. Ir a↑ Roland De Vaux, John McHugh. Ancient Israel: Its Life and Institutions, Wm. B. Eerdmans
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4. ↑ Saltar a:a b J.M. Roberts. The New Penguin History of the World, p. 176–177, 223
5. Ir a↑ Garlan, p.201.
6. Ir a↑ Chantraine, s.v. δμώς.
7. Ir a↑ Término usado por Homero en laIlíada7:475 para referirse a los prisioneros capturados en
una batalla, también lo usa Aristarco de Samotracia siguiendo a Zenódoto de Éfeso yAristófanes
de Bizancio. Véase Kirk, p. 291.
8. Ir a↑ Chantraine, s.v. ἀνερ.
9. Ir a↑ Véase Odisea1:398, donde Telémaco menciona "los esclavos que buenamente Odiseo
ganó (para él )".
10. Ir a↑ Definició.
11. Ir a↑ Las transliteraciones del micénico pueden generar confusión y no reflejan directamente la
pronunciación.
12. Ir a↑ Chantraine, s.v. δοῦλος. Véase también Mactoux (1981).
13. Ir a↑ Chantraine, s.v. οἰκος.
14. Ir a↑ Ilíada, 16:244 i 18:152.
15. Ir a↑ Ilíada, 23:113.
16. Ir a↑ Chantraine, s.v. θεράπων.
17. Ir a↑ Chantraine, s.v. ἀκόλουθος.
18. Ir a↑ Chantraine, s.v. παῖς.
19. Ir a↑ Cartledge, p. 137.
20. Ir a↑ Chantraine, s.v. σῶμα.
21. Ir a↑ Burkert, p. 45.
22. Ir a↑ Mele, p. 115–155.
23. Ir a↑ Garlan, p. 36.
24. Ir a↑ Hay 50 en la casa de Ulises (22:421) y en la de Alcínoo (7:103).
25. Ir a↑ Véase Criseida (1:12–3, 29–30, 111–5), Briseida (2:688–9), Diomedo (6:654–5), Ifis
(6:666–8) y Hecamede (11:624–7).
26. Ir a↑ Véase en la Ilíada las súplicas de Adrasto el troyano (1:46–50), los hijos de Antimaco
(11:131–5) i Licaó (21:74–96), tots demanant clemència a canvi d'un rescat.
27. Ir a↑ Antes de su lucha con Aquiles, Héctor predice para su mujer Andrómaca una vida de
servidumbre y menciona que tendrá que ir a buscar agua (6:454-8). En la Odisea, los criados
encienden el fuego (20:123), preparan la fiesta de los pretendientes (1:147), deben moler
eltrigo (7: 104, 20:108-9), hacer la cama (7:340 -2) y cuidar de los huéspedes.
28. Ir a↑ En la Ilíada, Criseida duerme con Agamenón, Briseida y Diomede con Aquiles, Ifis
conPatroclo. En la Odisea, doce criadas duermen con los pretendientes (20:6-8) en contra de
las órdenes directas de Euriclea (22:423-425).
29. Ir a↑ "Laertes come y bebe con sus sirvientes", Odisea, 16:140–1.
30. Ir a↑ "En invierno, Laertes tiene compañía durante la noche", Odisea, 11:188–91.
31. Ir a↑ Odisea, 14:3.
32. Ir a↑ Homero, Odisea, xvii, 322–323. Extracto de la traducción de Philippe Jaccottet. Éditions
François Maspéro, 1982.
33. Ir a↑ Hesíode, Treballs i dies, p. 405.
34. Ir a↑ Plutarco, Vidas paralelas, Solón, i,6.
35. Ir a↑ Apud Athenaeus, 6:265bc, Fragmente der griechischen Historiker (FGrH) 115, fgt.122.
36. Ir a↑ M. I. Finley, La civilisation grecque était-elle fondée sur le travail des esclaves ?, Économie
et société en Grèce ancienne, pp. 170–171.
37. Ir a↑ Finley (1997), p. 180.
38. Ir a↑ Finley (1997), p. 148.
39. Ir a↑ Finley (1997), p. 149.
40. Ir a↑ Jameson argumenta a favor de un uso muy grande de esclavos; Wood (1983 y 1988) lo
discute.
41. Ir a↑ Finley (1997), p. 150.
42. ↑ Saltar a:a b c Poroi (On Revenues), 4.
43. ↑ Saltar a:a b Lauffer, p. 916.
44. Ir a↑ Demòstenes, 12:8–19.
45. Ir a↑ Demòstenes, Contra Afobos, 1:9.
46. Ir a↑ Para más información, véase Hunt, P. Slaves, Warfare, and Ideology in the Greek
Historians. Cambridge: Cambridge University Press, 1998. ISBN 0-521-58429-9.
47. Ir a↑ Finley (1997), p. 151–152.
48. Ir a↑ Jones, p. 76–79.
49. Ir a↑ Ctesiles en Ateneo, VI, 272c.
50. Ir a↑ Ctesicles era el autor de una historia preservada en forma de dos fragmentos por Ateneo.
51. Ir a↑ Aristóteles, La Política, 252a26–b15.
52. Ir a↑ Ateneo, Banquete de los eruditos, VI, 264d.
53. Ir a↑ Platón, La República, IX, 578d–e.
54. Ir a↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, VIII, 40, 2.
55. Ir a↑ P. Ducrey, Le traitement des prisonniers de guerre en Grèce ancienne. Des origines à la
conquête romaine, De Boccard, Paris, 1968.
56. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 57.
57. Ir a↑ Plutarco Vidas Paralelas Agesilao, VII, 6.
58. Ir a↑ Jenofonte Helénicas I, 6, 14.
59. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 57.
60. Ir a↑ Diodoro Sículo Biblioteca histórica, XIX, 53, 2.
61. Ir a↑ Plutarco, Alejandro, VII, 3.
62. Ir a↑ Cf. H. A. Ormerod, Piracy in the Ancient World, Liverpool University Press, 1924; P.
Brûlé, La Piraterie crétoise hellénistique, Belles Lettres, 1978. V. Gabrielsen, « La piraterie et le
commerce des esclaves », en E. Erskine (éd.), Le monde hellénistique. Espaces, sociétés,
cultures 323-31 av. J.-C., Presses Universitaires de Rennes, 2004, p. 495-511.
63. Ir a↑ Tucídides, I, 5, 3
64. Ir a↑ Estrabón, 14:5, 2.
65. Ir a↑ Brulé (1978a), p. 6.
66. Ir a↑ Brulé (1978a), p. 6–7.
67. Ir a↑ Pritchett y Pippin (1956), p. 278; Pritchett (1961), p. 27.
68. Ir a↑ Heródoto, Historia, V, 6; Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, XVII, 7, 12.
69. Ir a↑ Plassart, p. 151–213.
70. Ir a↑ Cf. O. Masson, « Les noms des esclaves dans la Grèce antique », Actes du colloque 1971
sur l'esclavage, p. 9-21.
71. Ir a↑ Platón,Leyes, 777cd; Pseudo-Aristóteles, Economía, 1:5.
72. Ir a↑ Jean Pouilloux, Choix d'inscriptions grecques, Belles Lettres, Paris, 2003, número 29.
73. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 60.
74. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 59.
75. Ir a↑ Finley [1997], p. 155.
76. Ir a↑ Xenofont. Economia (I, 5, 6)
77. Ir a↑ Pritchett i Pippin, p. 276–281.
78. Ir a↑ Garlan, p. 58. Finley (1997), p. 154–155.
79. Ir a↑ Garlan, p. 58.
80. ↑ Saltar a:a b c Carlier, p. 203.
81. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 58.
82. Ir a↑ Finley (1997), p. 147.
83. Ir a↑ Finley (1997), pp.165–89.
84. Ir a↑ Antifonte, Primera tetralogia, 2:7, 4:7; Demòstenes, Contra Pantenos, 51 (2) y Contra
Evergos, 14, 15, 60.
85. Ir a↑ Licurgo, Contra Leòcrates, 29.
86. Ir a↑ Esquines, Contra Timarco, 17.
87. Ir a↑ Aristóteles, Constitución de los atenienses, 57:3.
88. Ir a↑ Morrow, p. 213.
89. Ir a↑ Lévy (1995), p. 178.
90. ↑ Saltar a:a b Finley (1997), p. 200.
91. Ir a↑ Finley (1997), p.201.
92. Ir a↑ Lévy (1995), p. 179.
93. Ir a↑ Ha habido gran variedad de hipótesis para explicar su verdadero significado. La opinión
mayoritaria es considerarla no una reducción, sino una cancelación total de las deudas
garantizadas hipotecariamente.
94. Ir a↑ Pasaje de la traducción de G. Mathieu y B. Haussoulier revisada por Claude Mossé para
les Belles Lettres, 1985.
95. Ir a↑ {{subst:en}} S. B. Pomeroy, Goddesses, Whores, Wives and Slaves, Schoken, 1995, p. 57.
96. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 79.
97. Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 80.
98. Ir a↑ Choix d'inscriptions grecques, Belles Lettres, Paris, 2003, numéro 39.
99. Ir a↑ Véase por ejemplo Demóstenes, Contra Neera (LIX, 29-32).
100.Ir a↑ Paul Foucart, «Mémoire sur l'affranchissement des esclaves par forme de vente à une
divinité d'après les inscriptions de Delphes», Archives des missions scientifiques et littéraires, 2e
série, tome 2, 1865, p. 375-424.
101.Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 83.
102.Ir a↑ Garlan, op. cit., p. 84.
103.Ir a↑ Heráclides Lembos, fgt. 9 Dilts y Suda, griego Ἀλκμάν}}.
104.Ir a↑ Suda, griego Φιλόξενος.
105.Ir a↑ Plutarco, Vidas Paralelas, Licurgo, XII, 13.
106.Ir a↑ Vidas (Licurgo, XVI, 5 y Alcibíades, I, 3).
107.Ir a↑ «…griego ἀνδραπόδων κτήσει τῶν τε ἄλλων καὶ τῶν εἱλωτικῶν». Primer Alcibíades, 122d.
108.Ir a↑ « …griego δοὐλοις καὶ Εἴλωσι». Vidas (comparación de Licurgo y de Numa, 2).
109.Ir a↑ Pavel Oliva, Esparta y sus problemas sociales, Madrid, 1983, p. 172-173; Jean Ducat, Los
ilotas, BCH suppl. 20, Paris, 1990, p. 55; Edmond Lévy, Sparte, Seuil, Paris, 2003, p. 112-113.
110.Ir a↑ Lévy, op. cit., p. 113.
111.Ir a↑ Sobre la cuestión, cf. Paul Cartledge, "Rebels and Sambos in Classical Greece", Spartan
Reflections, 2001, University of California Press, p. 127-152.
112.Ir a↑ Heráclito, fragmento 53.
113.Ir a↑ Mactoux (1980), p. 52.
114.Ir a↑ Esquilo, Los persas, v. 242.
115.Ir a↑ Eurípides, Helena, v. 276.
116.Ir a↑ Corpus Hipocràtic. Of Airs, Waters, and Places (Peri aeron hydaton topon), 23.
117.Ir a↑ Platón. República, 4:435a–436a.
118.Ir a↑ Aristóteles. Política, 7:1327b.
119.Ir a↑ Política, I, 2, 2.
120.Ir a↑ Política, I, 13, 17.
121.Ir a↑ Política, I, 5, 10.
122.Ir a↑ Política, 271a-272b.
123.Ir a↑ Citado por Ateneo, 268 bd
124.
Bibliografía
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(en inglés) Thomas Wiedemann, Greek and Roman Slavery, Routledge, Londres, 1989 (1
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