DesentrañAndo La Biodiversidad Ii

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Segunda parte de Desentrañando la biodiversidad. Tecnicas de recoleccion y conservacion de insectos, propiamente coleopteros.

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Bueno, hemos conocido ya algunos de los principales entomólogos europeos y españoles.

Vamos a ver otro de los productos de su trabajo, las colecciones entomológicas.

Esta es una colección del XIX inglesa.

En este caso las cajas entomológicas se pliegan de dos en dos, imitando libros.

Esta imagen corresponde a un almacenamiento moderno, el Museo de Historia Natural de París.

En el Museo de Historia Natural de París, con datos referidos a 2005, se conservan de entre 37 a 40 millones de especimenes, 20 millones de los cuáles son coleópteros pertenecientes a 25000 especies.

En el Museo de Londres, de 8 a 10 millones de coleópteros de 175.000 especies y en el Smithsonian estadounidense, 7 millones de especimenes de insectos.

En Madrid, en el Museo de Ciencias Naturales, hay tan sólo 2 millones de insectos.

Las colecciones tienen múltiples intereses.

En la imagen un escarabeido coprófago africano del XIX encontrado en una caja en el XX aún sin describir.

Cuando se describió, finalmente, ya se había extingido en la naturaleza.

Las colecciones también son fruto de una larga y árdua labor.

Por ejemplo, durante más de 30 años el Padre Licent, además de su misión evangelizadora en China, pudo explorar remotas regiones del país legando para el mundo el fruto de sus colectas.

Por lo tanto, las colecciones son también imagen de un pasado, tanto histórico como entomológico.

Son la mejor herramienta para analizar el cambio en las faunas, la especiación, la adaptación al medio, ...

En la imagen, el listado de colecciones y las cajas que las forman, que integran el Museo de Historia Natural de París...

En la imagen, podemos ver la entrada de estas colecciones en el museo.

Como vemos, se da sobre todo en el siglo XX alcanzando el máximo entre 1910 y 1920.

Sin embargo, en lo que respecta al número de ejemplares de las colecciones, la evolución es mucho menos regular, notándose claramente la entrada de las grandes colecciones, como las de Pic y Oberthur.

Pero las colecciones sólo son útiles cuando son objeto de estudio.

También son uno de los resultados de la labor del entomólogo.

Aquí vemos a Brogniart, un entomólogo del Museo de París en su gabinete...

¿Cómo se cojen estos insectos?

Así

Tras el clásico levantamiento de piedras, bajo las cuáles reposan durante el día muchos carábidos nocturnos , esta es la técnica más utilizada.

Las trampas de caída. Cebadas con diferentes sustancias atrayentes ( o

no) pero siempre conservantes y letales, dan su fruto al cabo de 7, 15 o 30 días.

Éste es el fruto de la trampa anterior...

En las orillas de los ríos gallegos, es frecuente el Ctenocarabus galicianus, como vemos.

Este es el resultado del trampeo en una zona forestal: en ella vemos el variado conjunto de invertebrados que pueblan el suelo del bosque.

En la imagen se ven: himenópteros (avispas y hormigas Formica rufa), miriápodos (Glomeris, Lithobius), elatéridos, ortópteros (Nemobius),dípteros (Suilia), larvas de Carabus, Petrophilus brevipennis,

En nuestros bosques, por ejemplo, es frecuente el Hadrocarabus macrocephalus, el Oreocarabus amplipennis y el Chrysocarabus lineatus lateralis

A veces la actividad entomológica es fruto de la colaboración de un grupo...

En la entomología tropical, los métodos empleados son distintos, puesto que los insectos se encuentran ligados a la gran heterogeneidad espacial y a los diferentes estratos forestales.

La fumigación con insecticidas volátiles y poco duraderos se complementa con grandes telas para recoger los insectos caídos.

Pero las herramientas con las que trabajan los entomólogos son enormemente variadas.

Estas son sus herramientas

A saber, la conocida manga cazamariposas. El clásico aspirador de insectos. Un tamizador de hojarasca. Una pala para excavar en el suelo (por ejemplo

para poner trampas de caída) Una hachuela para buscar insectos en los troncos

caídos. Una vara para golpear las ramas y una plataforma

para recoger los insectos caídos ...

Y éstas

Una trampa Malaise, con forma de tienda, para capturar insectos voladores.

Una clásica trampa pitfall protegida.

Dos trampas de intercepción estilo ventana: los insectos chocan contra el cristal o la red y son recogidos.

Una trampa para carroñeros o para coprófagos, con su cebo colocado de forma especial.

Y éstas también

Diferentes trampas de intercepción y un embudo Berlese: los pequeños insectos de la hojarasca huyen de la luz y la sequedad provocadas por la bombilla y caen en el embudo y luego en un frasco con líquido conservador...

Pero también es interesante la cría de los insectos y el estudio de su biología

De esta manera, pudieron descubrirse algunas larvas desconocidas de algunas especies.

¿Cómo se conservan los insectos?

En líquido, normalmente en alcohol de 70º.

A veces se utilizan otro tipo de conservadores o de otra forma para conservar el color.

Típica forma de conservación para las larvas.

En seco, es necesario colocar los insectos con ayuda de alfileres, encima de un soporte poroso, como el corcho.

Si son mariposas, hacen falta extendedores

Bastan dos días para que se sequen.

A veces pueden provenir los insectos de intercambio.

Se suelen recibir o enviar correctamente empaquetados y con todos sus datos: localidad, fecha, colector...

Tras el etiquetado y colocación, es necesario que los insectos pasen por una caja de cuarentena.

Ahí estarán dos o tres días, sumergidos en una atmósfera tóxica, para evitar el desarrollo de los enemigos de las colecciones.

En este caso, y en otros, es necesario reblandecer los insectos, para ello se prepara

una cámara húmeda. Recipiente hermético con serrín o papel , impregnado en agua, con un soporte

encima para evitar que los insectos entren en contacto directo con el agua, lo que provocaría que se enmoheciesen.

A veces se reblandecen los ejemplares viejos y secos para estudiarlos mejor o extraerles la genitalia, básica para la determinación específica.

Luego tendríamos la colocación y el secado de nuevo.

Y después de un correcto etiquetado, se colocan en las cajas entomológicas.

Siempre con algún medio conservante, aunque lo más inócuo posible para el ser humano.

Jamás así

Recordemos que el interés de una colección es reflejar una realidad biológica.

En ellas se ponen a prueba el concepto de subespecie, forma, variedad... Y se pone de manifiesto toda la variabilidad de una especie.

Por ejemplo, aquí podemos observar parte de la diversidad de una especie centroeuropea, el Carabus monilis

Esta es su distribución

Y en España, hablando de variedad , debido a la introducción de genes de una especie en otra próxima, como el caso del Chrysocarabus lineatus lateralis y el Chrysocarabus splendens ...

Aparecen las diferentes subespecies del Chrysocarabus lineatus

Y también podemos ver la biodiversidad de una zona geográfica, por supuesto.

En las fotos, Carabus de Alsacia

En las colecciones, están presentes los endemismos, como la especie ibérica Chrysotribax rutilans

Otras especies tienen una distribución amplísima, como la del Homeocarabus maeander

Ya vemos que tiene distribución holártica.

A veces las amplias distribuciones se explican facilmente, por ejemplo, la facultad del vuelo del Carabus granulatus

Colección Pecoud

Bien etiquetados, los insectos de una colección entomológica son también un compendio de datos y una fuente de información a disposición de los investigadores de hoy y del mañana

Son también un legado y parte del patrimonio científico de un país.

También puede ser el reflejo de un pasado perdido.

O una herramienta para recuperar un antiguo esplendor.

El gran problema, es que en algunas zonas que ya han sido transformadas, jamás sabremos qué especies había en ellas.

Por todo ello son importantes tanto la labor de los entomólogos como sus colecciones .

Por una parte un legado científico representado por sus trabajos, artículos y libros.

Por otro, un legado para generaciones futuras que siempre puede ser labor de estudio y comparación y constituye también parte de nuestro patrimonio natural.

Y ya, con la imagen de este gran entomólogo y amigo que fue Joan Vives i Durán...

..me despido, esperando que hayáis comprendido la labor del entomólogo que, a veces callada, y a veces notoria, forma parte de esa gran tarea que es desentrañar nuestra biodiversidad.

Hasta siempre....