Post on 01-Oct-2018
DEFORMACIÓN DE LA CORTEZA TERRESTRE Unidades X & XII
Deformación
La fuerza es lo que tiende a poner en movimiento los objetos estacionarios o a modificar los movimientos de los cuerpos que se mueven.
De la experiencia cotidiana sabemos que si una puerta está atascada (estacionaria), aplicamos fuerza para abrirla (ponerla en movimiento).
Tipos de esfuerzo Cuando se aplica un esfuerzo en direcciones diferentes, se denomina
esfuerzo diferencial. El esfuerzo diferencial que acorta un cuerpo rocoso se conoce como esfuerzo compresivo (com junto; premere
presionar). Los esfuerzos compresivos asociados con las colisiones de las placas tienden a acortar y engrosar la corteza terrestre plegándose, fluyendo
o fracturándose.
Cuando el esfuerzo tiende a alargar o a separar una unidad rocosa, se conoce como esfuerzo tensional (tendere estirar)
El esfuerzo diferencial también puede hacer que la roca se cizalle.
Actividad I: • ¿No son lo mismo el esfuerzo y la deformación? Justifique su respuesta.
Estructuras tectónicas
Los procesos de deformación generan estructuras a muchas escalas diferentes. En un extremo se encuentran los principales sistemas
montañosos de la Tierra. En el otro, los esfuerzos muy localizados crean fracturas menores en las rocas. Todos estos fenómenos, desde los pliegues
más grandes de los Alpes hasta las fracturas más pequeñas de una lámina de roca, se conocen como estructuras tectónicas.
Dirección y Buzamiento
Los geólogos utilizan dos medidas denominadas dirección (rumbo) y buzamiento (inclinación) para ayudar a determinar la orientación de un
estrato rocoso o de una superficie de falla La dirección es el ángulo entre el norte magnético y una línea obtenida
mediante la intersección de un estrato inclinado, o falla, con un plano horizontal (Figura 10.5). La dirección, o rumbo, se suele expresar como el
valor de un ángulo en relación con el norte. Por ejemplo, (N 10° E) significa que la línea de dirección se dirige 10° al este desde el norte. La dirección del estrato ilustrado en la Figura 10.5 es de aproximadamente norte 75° este (N
75° E). El buzamiento es el ángulo de inclinación de un plano geológico, como
por ejemplo una falla, medido desde un plano horizontal.
Pliegues
Durante la formación de las montañas, las rocas sedimentarias y volcánicas suelen doblarse en una serie de ondulaciones semejantes a ondas denominadas pliegues.
Tipos de Pliegues
Un anticlinal se forma casi siempre por plegamiento convexo, o arqueamiento, de las capas de roca. Los anticlinales afloran, a veces de manera espectacular, en los
puntos donde las carreteras atraviesan estratos deformados. Asociados a menudo con los anticlinales, se encuentran los pliegues cóncavos, o surcos, denominados
sinclinales.
Dependiendo de su orientación, estos pliegues básicos se describen como simétricos, cuando los flancos son imágenes especulares el uno del otro y como asimétricos cuando no lo son. Se dice que un pliegue asimétrico está volcado o acostado si uno de los flancos está inclinado más allá de la vertical. Un pliegue
volcado puede también «descansar sobre su flanco», de manera que un plano que se extendiera a través del eje del pliegue sería en realidad horizontal. Esos pliegues
tumbados (recumbentes) son comunes en algunas regiones montañosas como los Alpes.
Fallas
Las fallas son fracturas en la corteza a lo largo de las cuales ha tenido lugar un desplazamiento apreciable. A veces, pueden reconocerse pequeñas fallas en los
taludes de las carreteras, observándose estratos sedimentarios desplazados unos pocos metros. Las fallas de esta escala normalmente aparecen como pequeñas rupturas aisladas. Por el contrario, las grandes fallas, como la de San Andrés en California, tienen desplazamientos de centenares de kilómetros y consisten en
muchas superficies falladas interconectadas. Estas zonas de falla pueden tener una anchura de varios kilómetros y a menudo son más fáciles de identificar a partir de
fotografías aéreas que a nivel del suelo. Los dos tipos principales de fallas con desplazamiento vertical se denominan fallas normales y fallas inversas. Además, cuando una falla inversa tiene un ángulo
de buzamiento (inclinación) menor de 45°, se denomina cabalgamiento. A continuación consideraremos estos tres tipos de falla.
Fallas normales Las fallas con desplazamiento vertical se clasifican como fallas normales cuando el bloque de techo se desplaza hacia abajo en
relación con el bloque de muro. La mayoría de las fallas normales tienen buzamientos de unos 60°, que tienden a disminuir con la profundidad. Sin embargo, algunas fallas con desplazamiento vertical tienen buzamientos
mucho menores, aproximándose en algunos casos a la horizontal. Debido al movimiento descendente del techo, las fallas normales acomodan el
alargamiento, o la extensión, de la corteza. La mayoría de las fallas normales son pequeñas, con desplazamientos más o
menos de un metro. Pero hay algunas que se extienden decenas de kilómetros, dibujando sinuosamente el límite de un frente montañoso. En el
oeste de Estados Unidos, las fallas normales a gran escala como éstas se asocian con estructuras denominadas montañas limitadas por fallas.
Fallas inversas y cabalgamientos Las fallas inversas y los cabalgamientos son fallas con desplazamiento vertical en las cuales el bloque de techo se mueve hacia arriba con respecto al bloque de muro (Figura 10.20). Recordemos que las fallas inversas tienen buzamientos
superiores a 45° y que los cabalgamientos tienen buzamientos inferiores a 45°. Dado que el bloque de techo se mueve hacia arriba y sobre el bloque de muro, las fallas inversas y los cabalgamientos reflejan un acortamiento de la
corteza. Las fallas inversas de alto ángulo suelen ser pequeñas y acomodan
desplazamientos locales en regiones dominadas por otros tipos de fallas. Los cabalgamientos, por otro lado, existen a todas las escalas. Los cabalgamientos
pequeños exhiben desplazamientos que oscilan entre milímetros y unos pocos metros. Algunos grandes cabalgamientos tienen desplazamientos del
orden de decenas a centenares de kilómetros.
Actividad II
¿Las fallas exhiben sólo desplazamiento vertical y horizontal? Razone su respuesta.
Material Complementario
Lea con atención el siguiente material.
Los bloques de los lados opuestos de la falla de
San Andrés se mueven horizontalmente en
direcciones opuestas, de manera que, si una
persona estuviera de pie en un lado de la falla, le parecería que el bloque
situado en el lado opuesto se movería hacia la derecha cuando se
produce el deslizamiento. Este tipo
de desplazamiento se conoce como
deslizamiento dextral.
Terremotos
Un terremoto es la vibración de la Tierra producida por una rápida liberación de energía. Lo más frecuente es que los terremotos se produzcan por el deslizamiento de la corteza terrestre a lo largo de una falla. La energía liberada irradia en todas las
direcciones desde su origen, el foco (foci punto) o hipocentro, en forma de ondas. Estas ondas son análogas a las producidas cuando se lanza una piedra en un
estanque tranquilo. Exactamente igual a como el impacto de la piedra induce el movimiento de ondas en el agua, un terremoto genera ondas sísmicas que irradian
a través de la Tierra.
Aun cuando la energía de las ondas sísmicas se disipa rápidamente conforme se alejan del foco, instrumentos sensibles localizados por todo el mundo registran el acontecimiento. Más de 300.000 terremotos con intensidad suficiente para dejarse
sentir se producen cada año en todo el mundo.
Normalmente, los terremotos se producen a lo largo de fallas preexistentes que se formaron en el pasado lejano a lo largo de zonas de fragilidad de la
corteza terrestre. Algunas de ellas son muy grandes y pueden generar grandes terremotos. Un ejemplo es la falla de San Andrés, que es un límite de
falla transformante que separa dos grandes secciones de la litosfera terrestre: la placa Norteamericana y la placa del Pacífico. Otras fallas son
pequeñas y producen sólo terremotos pequeños e infrecuentes. Sin embargo, la gran mayoría de fallas son inactivas y no generan terremotos.
Sismos y replicas
Las intensas vibraciones del terremoto que tuvo lugar en San Francisco en 1906 duraron unos 40 segundos. Gran parte del desplazamiento a lo largo de
la falla se produjo en este corto período de tiempo, pero los movimientos adicionales a lo largo de esta falla y de otras vecinas se prolongaron varios días después del terremoto principal. Los ajustes que siguen al terremoto principal
generan a menudo terremotos más pequeños denominados réplicas. Además, terremotos pequeños, denominados sismos precursores, suelen preceder al terremoto principal en días o, en algunos casos, en varios años. El
control de estos sismos precursores se ha utilizado como medio para predecir la proximidad de terremotos importantes, con éxito diverso.
Consideraremos el tema de la predicción de los terremotos en la última sección de este capítulo.
Escalas de intensidad
Para estandarizar el estudio de la gravedad de un terremoto, los investigadores han desarrollado varias escalas de intensidad que consideraban el daño provocado en los edificios, así como descripciones individuales del acontecimiento, y los efectos
secundarios, como deslizamientos y la extensión de la ruptura del suelo. Alrededor de 1902, Giuseppe Mercalli había desarrollado una escala de intensidad
relativamente fiable, que todavía se utiliza hoy con algunas modificaciones La escala de intensidad modificada de Mercalli, se desarrolló utilizando como estándar los edificios de California, pero su uso es apropiado en la mayor parte de Estados Unidos y Canadá, para calcular la fuerza de un terremoto. Por
ejemplo, si un terremoto destruye algunas estructuras de madera bien construidas y la mayoría de los edificios de mampostería, se asignaría una intensidad de X en la
escala de Mercalli a la región.
MAGNITUD DE RICHTER
Magnitud de Richter En 1935 Charles Richter, del Instituto de Tecnología de California, desarrolló la primera escala de magnitud utilizando los
registros sísmicos para calcular las dimensiones relativas de los terremotos. Como se muestra en la Figura 11.14, la escala de Richter se basa en la amplitud de la mayor onda sísmica (P, S u onda superficial) registrada en un
sismógrafo.
Actividad
Según lo visto anteriormente: ¿Los terremotos moderados disminuyenlas posibilidades de que se produzca un gran sismo en la misma región?
Tsunamis
Muchas muertes asociadas con el terremoto que azotó Alaska en 1964 fueron causadas por maremotos o tsunamis* (tsu puerto; nami olas).
Estas olas destructivas son a menudo denominadas «olas de marea» por los medios de comunicación. Sin embargo, este nombre es inapropiado, pues
estas olas son generadas por los terremotos, no por el efecto mareal de la Luna ni el Sol.
Los tsunamis son consecuencia casi siempre del desplazamiento vertical a lo largo de una falla situada en el suelo oceánico o de un gran deslizamiento
submarino provocado por un terremoto. Una vez creado, un tsunami recuerda las ondulaciones formadas cuando se lanza una piedra a un
estanque. Al contrario que estas últimas, el tsunami avanza a través del océano a velocidades asombrosas de 500 a 950 kilómetros por hora.
Pese a esta notable característica, un tsunami puede pasar desapercibido en mar abierto porque su altura suele ser inferior a un metro y la distancia
entre las crestas de las olas gran- des oscilar entre 100 y 700 kilómetros. Sin embargo, después de entrar en las aguas costeras menos profundas, estas
olas destructivas se ralentizan y el agua empieza a apilarse hasta alturas que a veces superan los 30 metros.
Normalmente la primera advertencia de aproximación de un tsunami es una retirada relativamente rápida de agua de las playas. Los residentes de la costa han aprendido a hacer caso de esta advertencia y a desplazarse a un terreno
más elevado, pues de 5 a 30 minutos después, el retroceso del agua va seguido de una oleada capaz de ex- tenderse centenares de metros tierra adentro. De una manera sucesiva, cada oleada va seguida de una retirada
rápida del agua mar adentro.
Actividad Final
Es posible llegar a predecir estos fenómenos? Cómo?