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ANALISIS DE LA FILOSOFIA SIMBOLICA MOCKUSIANA COMO
PROPUESTA PEDAGOGICA PARA UNA NUEVA FORMA
DE HACER POLITICA EN EL CONTEXTO
COLOMBIANO
MONICA DELGADO URIBE
UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
FACULTAD DE CIENCIA POLITICA Y GOBIERNO
BOGOTÁ D.C.,
2007
ANALISIS DE LA FILOSOFIA SIMBOLICA MOCKUSIANA COMO
PROPUESTA PEDAGOGICA PARA UNA NUEVA FORMA
DE HACER POLITICA EN EL CONTEXTO
COLOMBIANO
MONICA DELGADO URIBE
UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
FACULTAD DE CIENCIA POLITICA Y GOBIERNO
BOGOTÁ D.C., 2007
“Análisis de la Filosofía Simbólica Mockusiana como propuesta pedagógica para una nueva
forma de hacer política en el contexto colombiano”
Monografía de Grado
Presentada como requisito para optar al título de
Politóloga
En la Facultad de Ciencia Política y Gobierno
Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
Presentada por:
Mónica Delgado Uribe
Dirigida por:
Juan Carlos García Hoyos
Semestre II, 2007
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
1. CONCEPCION GENERICA DEL SIMBOLO 4
1.1 HACIA UNA CONSTRUCCION POLITICA 9
2. LA PEDAGOGIA COMO ELEMENTO DE COMUNICACION
EN LA ESFERA POLITICA 12
2.1 PEDAGOGIA Y CULTURA 12
2.2 ALGUNOS APORTES DE KANT AL CAPITULO DE PEDAGOGIA 15
2.3 LA PEDAGOGIA DE LA LEY 17
2.4 PEDAGOGIA Y COMUNICACION: EL ANTANAS HABERMASIANO 18
3. EL CONTEXTO POLITICO COLOMBIANO A PARTIR DE LA
SIMBOLOGIA DE CULTURA CIUDADANA 21
3.1 EL PROYECTO DE CULTURA CIUDADANA 21
3.2 SIMBOLOS DE CULTURA CIUDADANA EN BOGOTA 25
3.3 LA TRANSFORMACION DE BOGOTA 31
3.4 CULTURA CIUDADANA SIMBOLICA: UNA PROYECCION
A NIVEL PAIS 32
4. LA FILOSOFIA SIMBOLICA MOCKUSIANA 35
4.1 SIMBOLOGIA, PEDAGOGIA Y CULTURA CIUDADANA
MOCKUSIANA: LA ARTICULACION 35
4.2 LA CINTA DE MOBIUS 41
5.CONCLUSIONES 43
BIBLIOGRAFIA
ANEXOS
LISTA DE ANEXOS
Anexo 1. Símbolos utilizados durante la vida pública del Profesor Antanas Mockus. Desde la
Universidad Nacional hasta su última alcaldía de Bogotá.
Anexo 2. El símbolo de la Cinta de Mobius.
Anexo 3. Gráfico: Reducción en el número de homicidios en Colombia 1974-2003
Anexo 4. Gráfico: Ahorro de Agua en Bogotá 1994-2000
Anexo 5. Gráfico: Recaudo Tributario en Bogotá 1991-2003
A mi familia por su gran apoyo todos estos años, gracias por creer en mi. A mi abuelo, que en paz descanse, quien hubiera disfrutado de la política conmigo y estuviera orgulloso de mi
trabajo. A mi Luisa Adorada quien le dio un aventón a mi vida y me mostró el camino adecuado.
A Oscar quien estuvo a mi lado y me enseñó lo bella que es la vida. A mis amigos, ellos saben quienes son.
Y finalmente, a Antanas, por devolverme la esperanza de que las cosas se pueden cambiar y por darle al país el privilegio de contar con un Gran Maestro.
A toda la Corporación Visionarios por Colombia! Estaré eternamente agradecida.
1
INTRODUCCION
Esta monografía busca ampliar la gama de formas que existen en Colombia para
ejercer la política y propone a la filosofía simbólica Mockusiana, a partir del contexto
de Cultura Ciudadana y la experiencia en Bogotá, como alternativa de gestión pública
en el ámbito político. Particularmente, la gestión política mediante la pedagogía y la
comunicación a través de los símbolos. En ese orden de ideas, esta investigación
busca responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo utiliza la filosofía simbólica
mockusiana los símbolos para construir una nueva propuesta de hacer política en
Colombia?
Con base en lo anterior se plantean cuatro objetivos específicos: el primero
se concentra en el análisis del símbolo como construcción política a partir de la
importancia como concepción genérica. En ese sentido, se explica el símbolo gracias
a los aportes de Wittgenstein y de Sassure, fundamentalmente, y otros autores que
trabajan la simbología en su concepción genérica. El segundo objetivo estudia la
pedagogía como elemento de construcción para la comunicación en el ámbito
político a través de los planteamientos de Basil Bernstein y su estudio realizado para
Colombia, además de otros aportes como los de Kant en su pedagogía.
Adicionalmente, se extrae algunos aportes del filósofo Jürgen Habermas a los que el
profesor Antanas Mockus hace alusión. Es necesario aclarar que en esta monografía
se trata más que los planteamientos de Habermas, la interpretación que le da Antanas
a estos, es decir, se analiza al Antanas habermasiano.
Por su parte, el tercer objetivo analiza el contexto político colombiano a
partir del desarrollo de estructuras simbólicas, donde se utiliza el caso de Bogotá
como escenario piloto de Cultura Ciudadana y sus símbolos, para hacer una
proyección a nivel país. Finalmente, el cuarto objetivo analiza la resignificación de los
símbolos en un contexto político como herramienta comunicativa en la sociedad
colombiana. Se tendrá en cuenta la personalidad docente de su precursor, y se
articularán los tres capítulos anteriores a la luz de la visión de Antanas.
Es pertinente, en un país donde la legitimidad política se ha puesto en duda,
proponer alternativas nuevas que respondan a una base política sólida, es decir, que
los colombianos concientes de su obligación política y sus derechos como
2
ciudadanos, se den cuenta que, a través de la pedagogía, se plantea una posibilidad
alterna de política donde se juega limpio y se cumplen acuerdos. Al fin y al cabo, los
acuerdos y consensos constituyen la base de la misma y en este caso, se encarnan en
la Constitución Política. Así mismo, la investigación se basa en el análisis de
propuestas diferentes de lenguaje (símbolo) para la construcción de una nueva
cultura política que le devuelva la credibilidad al pueblo colombiano.
Es importante reconocer que los símbolos constituyen un lenguaje práctico
para comunicar una idea en general, en tanto que referencia un acuerdo o un
compromiso social. Por ejemplo, el lenguaje universal de los símbolos de tránsito. En
este caso, Bogotá fue escenario piloto para la implementación de una nueva
propuesta de consenso, planteada por Antanas Mockus, que permitió educar a la
sociedad en el marco de unos parámetros ya establecidos en la moral. En Bogotá, el
proyecto tuvo gran acogida y reconocimiento, ya que la referencia de su nombre se
remite a los mimos, la zanahoria, la cebra, y demás símbolos utilizados durante las
dos administraciones. Vale decir que estos símbolos hallan su significación en la
práctica, en este caso, en el contexto de cultura ciudadana.
Para sorpresa de muchos, Mockus utiliza la simbología desde que comenzó
su vida política en la Universidad Nacional, gracias a sus compañeros artistas quienes
afirman que una imagen puede decir más que mil palabras y a la escena que
protagonizó al bajarse los pantalones como símbolo de rechazo y descontento frente
a quienes no lo querían escuchar durante un congreso de artistas en el León de Greiff.
Una imagen tiene muchas representaciones y muchos sentidos, y por ello la
necesidad de contextualizarla para darle un uso determinado que genere impacto
sobre una sociedad, en este caso, el contexto político y la forma de hacer política a
través de una forma de lenguaje, de discurso, que proponga una política sana,
transparente que genere confianza y consensos entre los ciudadanos. Una política a
través de la pedagogía y los símbolos.
En ese orden de ideas, la filosofía mockusiana utiliza los símbolos para
construir una nueva propuesta de hacer política en Colombia como herramienta en
los procesos pedagógicos, lo que implica una resignificación de estos por medio de
las acciones comunicativas. Esto tiene como objeto cambiar imaginarios sociales
respecto de la forma de hacer política a través de prácticas discursivas no
tradicionales, generando una cultura política de consenso, acuerdos y confianza. Para
3
esta investigación se utilizarán dos categorías analíticas: la filosofía mockusiana y la
nueva política.
La primera categoría utilizará como variables diferentes herramientas
discursivas representadas en símbolos como, por ejemplo, los pulgares (tarjetas
ciudadanas), los mimos como educadores en diferentes campañas (cruce por la cebra,
cinturón de seguridad), la pirinola y finalmente el símbolo que más significado tiene
para él, la Cinta de Mobius. Es importante decir que esta variable no se tuvo en
cuenta en el proyecto pues surgió a medida que se realizaba la investigación.
En cuanto a la categoría de la nueva política, se utilizará como variable al
Discurso Pedagógico a través de campañas pedagógicas, lenguaje, consenso y
acuerdos materializados en la conciencia por los valores, las actitudes y el
cumplimiento de normas y acuerdos. Vale decir, que cuando se habla de acuerdos y
consensos se hace una referenciación implícita de los sistemas regulatorios en los
planteamientos mockusianos.
Entonces, para efectos de esta monografía se explicará la pertinencia y el
significado de los tres sistemas para facilitarle al lector la incidencia con el
cumplimiento de normas y acuerdos. Adicionalmente, dentro del contexto de cultura
ciudadana es fundamental tener claro estas regulaciones y la armonización que debe
haber entre ellas respecto al tema de la convivencia ciudadana.
No se utilizará el símbolo de la pirámide pues analizar los símbolos
utilizados para la campaña presidencial da para otra monografía y esta investigación
parte del éxito que se obtuvo durante las dos administraciones locales que cambiaron
imaginarios sociales, transformaron comportamientos no adecuados y cambiaron la
forma de ver, hablar y pensar la ciudad.
De antemano, quisiera agradecerle al Profesor Mockus por la ayuda que me
prestó durante el tiempo de investigación y por darme la oportunidad de trabajar y
estudiar directamente con su proyecto y con sus ideas. Por esta razón la metodología
en esta monografía estuvo encaminada al trabajo de campo, a la práctica y estudio
directo con el sujeto y el objeto de análisis de la investigación: Antanas Mockus y la
Filosofía Simbólica. A pesar de que hubo análisis teórico, la riqueza y el valor
agregado para mi monografía fue la oportunidad de realizar un trabajo etnográfico
junto al Profesor Mockus a razón de poder comprender, analizar y criticar
profundamente mi propuesta, sus ventajas y sus desventajas.
4
En otros tñerminos, a partir de ciertos casos específicos, se aclara y se profundiza la
idea del símbolo en Cultura Ciudadana mediante el análisis de ejemplos simbólicos
que expresan una teoría general de la simbología.
En pocas palabras, el desarrollo teórico de esta monografía se fundamentó a
partir de la experiencia misma con el trabajo que realicé durante mi pasantía en la
Corporación Visionarios por Colombia.
5
1. CONCEPCION GENERICA DEL SIMBOLO
"V: El pueblo no puede temerle a sus gobernantes, los gobernantes son los que deben temerle a su pueblo.
Natalie Portman: ¿Todo eso volando un edificio? V: El Edificio es un Símbolo. El acto de destruirlo también. El pueblo le da poder a los
Símbolos. Sólo, un Símbolo, no significa nada, pero con bastante gente... Volar un edificio, puede cambiar el mundo."
V for Vendetta
Para poder hablar de simbología, es preciso empezar por hablar del lenguaje. Los
símbolos constituyen un lenguaje no tradicional, una práctica discursiva no
tradicional, que colabora a la comunicación cuando las palabras no logran expresar la
totalidad de lo que se quiere transmitir. El lenguaje es un instrumento que facilita la
comunicación entre seres humanos, a diferencia de los demás seres vivos, este posee
la capacidad de expresar ideas. Pero el lenguaje no solo facilita la comunicación,
también permite una interpretación de la realidad del ser humano, es decir que logra
generar significaciones dentro de un contexto determinado: “el lenguaje cumple una
de sus funciones básicas: la de ser un instrumento por medio del cual aprendemos a
significar y a expresar a otros lo significado”1.
“Es interesante comparar la multiplicidad de herramientas del lenguaje y de
sus modos de empleo, la multiplicidad de géneros de palabras y oraciones, con lo que
los lógicos han dicho sobre la estructura del lenguaje”2.
Para entender el lenguaje, hay que partir del supuesto de que no tiene una
última explicación y que abarca la mayoría de espacios. El lenguaje no es solo la
palabra como se suele creer, el lenguaje es también la expresión de la cara, del cuerpo,
los signos, los símbolos, etc., e incluso, el lenguaje también es la construcción de una
sociedad misma en la que cada individuo se entiende o se hace entender por medio
de determinada herramienta. Adicionalmente, porque además de que el lenguaje es
una herramienta, también provee diferentes modos de utilización.
Cada contexto determina e interpreta el lenguaje, de allí el supuesto de los
juegos del lenguaje de Wittgenstein, “la expresión ‘juego del lenguaje’ debe poner de
relieve aquí que hablar el lenguaje forma parte de una actividad o de una forma de
vida”3. Entonces, el lenguaje es una forma de vida.
1 Ver Rincón, Carlos Alberto. “Lenguaje y semiótica”. p. 13. Documento Electrónico 2 Ver Wittgenstein, Ludwig. “Investigaciones filosóficas”. En Investigaciones Filosóficas, 1983. p. 41 3 Ver Wittgenstein. “Investigaciones Filosóficas”. p. 39
6
El lenguaje, en sus diferentes dimensiones, sirve para enunciar las cosas,
para darle un nombre y facilitar la comunicación. Y es que el lenguaje no es más que
un adiestramiento o una rutina, donde cada cultura construye el suyo propio, no es lo
mismo hablar aquí de casa, que hablar de esta en Japón, a pesar de que es el mismo
enunciado pero con imaginarios diferentes, es decir, con una relación de conexión
asociativa diferente, que a su vez se enmarca nuevamente en el juego del lenguaje.
Enunciar cosas no es más que un sentido de representación que es generado por la
enunciación misma; Ernest Laclau, al igual que Wittgenstein, diría que si las cosas no
se enunciaran, no existirían, precisamente por la noción de representación, “(…) Lo
que, aparentemente, tiene que existir, pertenece al lenguaje (…)”4.
Si bien el lenguaje proporciona diferentes formas de utilización, el símbolo
hace parte de una gran herramientas de comunicación que se denomina signo. Es
importante aclarar que durante muchos años, ha existido un gran debate a cerca de la
denominación de las diferentes ciencias que estudian al signo. Esto se debe a diversas
corrientes filosóficas que encaminan la significación del concepto. Por un lado está
“esa ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social, Ferdinand
De Saussure, el padre de la lingüística moderna, la denominó semiología. Otros
autores (Peirce, Morris y, más recientemente, Umberto Eco) han preferido el término
semiótica para referirse al estudio de los signos, de las estructuras y de los procesos
significativos”5.
Sin embargo, a pesar de esta discusión de definiciones, esta monografía se
centra en el uso del concepto de simbología como parte de una clasificación de
signos. En primera instancia hay que aclarar la definición de signo. El signo, como
definición simplificada, es “una representación mental, una estructura portadora de
una significación para un intérprete, que es quien realiza el paso del signo a lo
significado, haciendo operativa la conexión entre ambos”6. Sin embargo, existen
diversas clases de signos según el criterio, entre estos se encuentra nuestro objeto de
estudio, el símbolo.
El Símbolo, se encuentra bajo el criterio de relación con el significado. En
estos “la relación que une al signo con su referente es el resultado de una convención,
pues ni tienen (necesariamente) semejanza con su objeto ni tampoco una conexión 4Ver Wittgenstein. “Investigaciones Filosóficas”. p. 71 5Ver Rincón. “Lenguaje y semiótica”. p.14. Documento Electrónico 6 Ver Rincón. “Lenguaje y semiótica”.p. 15. Documento Electrónico
7
física inmediata con él. Esto quiere decir que la relación del signo con lo significado
es arbitraria, es de pura representación, basada en una convención social”7. De esta
forma, podemos relacionar la representación que hace De Sassure cuando habla de
significado, significante y signo con la contextualización de los símbolos. Significado,
como concepto, significante, como imagen acústica y signo, como combinación entre
significado y significante. Dichos términos resultan ser el sentido o la lógica del
lenguaje y de las cosas una vez enunciadas, es decir que el Discurso que se enuncia se
percibe como la articulación de varios significantes, cuyo análisis intenta interpretar
los significados, y cuyos signos se usan dependiendo el contexto. En este caso, la
significación de los símbolos se da en el Discurso de Cultura Ciudadana, contexto
planteado por Antanas Mockus.
Para ser un poco más preciso está el siguiente ejemplo que muestra la
diferencia entre signo y símbolo: “Como signo, una bandera representa un país, pero
como símbolo es imagen de la nación, su gente, el estado, su tradición, historia,
instituciones y emociones y sentimientos no racionales de forma más bien ambigua.
Es una total abstracción”8.
La idea fundamental de los símbolos, en la presente monografía, es más un
tema de análisis de significación y representación en un contexto, que un tema de
terminología y definición de los conceptos.
Para que los símbolos tengan una recepción apropiada, es necesario
agregarles una significación específica que logre la interpretación que se quiere. Aquí,
por ejemplo, se busca que los símbolos causen en la interpretación una mejoría en los
comportamientos de los seres humanos, basados en unas normas legales, morales y
culturales. La resignificación que se les da a estos es precisamente enmarcada por el
contexto de la Cultura Ciudadana. Lo anterior es una breve introducción a lo que en
los próximos capítulos se va a trata, articulando la concepción genérica de los
símbolos en un contexto determinado, creando así una cultura política específica.
Los símbolos, como soporte a lo que representan, utilizan una convención
o un acuerdo preestablecido, que da fondo a una estructura mental con la cual se
puede jugar. Por ejemplo, en una concepción más amplia, las señales de tránsito son
producto de una convención universal a nivel internacional. Cada una representa un
7 Ver Rincón. “Lenguaje y semiótica”. p. 18. Documento Electrónico 8 Ver Juri, Juan José. “Signos y símbolos”. p. 3. Documento Electrónico
8
significado particular por medio de un lenguaje no tradicional. Pero esta puede ser
interpretada solo en la medida en que hace parte de una convención o un acuerdo (en
un alto o bajo grado) que genera una representación específica en los seres humanos,
genera una referenciación de control.
Estos sistemas de signos; es decir, estos códigos, se basan en la definición de acuerdos convencionales (convenio). Un acuerdo de este tipo, muy explícito y formalizado, como las señales de tráfico según el convenio internacional, puede ser dominio público. Pero por otro lado existen también “simbolizaciones” que son casi individuales, afectando a los sentimientos de un círculo íntimo o reducido y que suponen un grado menor de acuerdo. Semejantes expresiones subjetivas y emotivas, cuya convencionalización se encuentra en su estado incipiente o está poco desarrollada, sólo son comprensibles a través de “métodos intuitivos” basados en aproximaciones de carácter interpretativo.9 Bogotá fue escenario piloto de la utilización de los símbolos como
herramienta pedagógica para hacer política. Los símbolos aquí utilizados fueron, y
aún son, el resultado de una aproximación intuitiva de generación de sentimientos y
deseos que propiciaron un comportamiento receptivo a causa de lo que estos
representaban. Se podría decir, a esta altura del texto, que de cierta manera, estas
representaciones generan un control simbólico. Según Basil Bernstein, el control
simbólico es
Esencialmente un lenguaje y sus reglas son adquiridas como un lenguaje. (…) En cierto sentido, el control simbólico es tanto capturado como enseñado. Este se realiza en arreglos especiales, en ordenamientos temporales, en rituales, en marcos, así como en discursos especializados. Pero la esencia y la estructura profunda del control simbólico yace en otro nivel, esto es, en su transformación del lenguaje del sentimiento y del deseo.10
Vale decir que tanto el control simbólico como los símbolos son creación y
transmisión absolutamente humana que actúan bajo discursos específicos a través de
una contextualización de la educación que pueden asignar a este control diferentes
modalidades ideológicas. Es importante aclarar, que bajo la concepción de Antanas
Mockus, más que una ideología, se persigue un discurso que pretende validar y
mejorar los comportamientos humanos tanto individuales como colectivos. Un
Discurso que pretende armonizar los tres sistemas de regulación que operan sobre el
ser humano: la ley, la moral y la cultura.
9 Ver Publique su obra – UNAM. “Semiótica”. Documento electrónico. 10Ver Bernstein, Basil. “Un Ensayo sobre Educación, Control Simbólico y Prácticas Sociales”. En La construcción social del Discurso Pedagógico, 2000. p.72
9
Entonces, el significado del símbolo, en este caso, debe tener una relación
estrecha con el objeto que va a ser utilizado en un contexto específico; algo así como
una jarra que pretende ser llenada por un liquido el cual a partir de sus propiedades
genera una representación, ya sea una jarra de leche, una jarra de agua, una jarra de
jugo o en cualquiera de sus presentaciones. De esta manera el símbolo cobra
significación en un contexto político como los son las administraciones locales de
Antanas Mockus. A partir de un Discurso, el de Cultura Ciudadana, el símbolo
pretende ser resignificado para que las interpretaciones logren un objetivo. El
símbolo a partir de su contenido significará o representará el discurso planteado. En
términos de De Sassure, el signo es producto de un significante articulado por un
significado.
Los símbolos transmiten un estímulo, lo cual constituye una condición
necesaria para la comunicación o transmisión de un mensaje. Esto, por supuesto,
debe estar arraigado a la cultura de una sociedad en particular, ya que ésta
proporciona las condiciones de receptibilidad de los mensajes. No es lo mismo una
representación de una casa en Colombia que la representación de una casa en Japón,
pues cada una posee características particulares. De ahí que el significado que se le de
a los símbolos comparta una referenciación entendible para la sociedad en cuestión, y
no solo a la sociedad como tal, también a los problemas, necesidades y características
que esta posea. No es lo mismo tratar la corrupción en Inglaterra que en Colombia,
pues cada una tiene rasgos particulares asociados al tipo de sociedad y de cultura.
En términos de valores, aunque estos tiendan a ser universales, cada cultura
moldea su sistema de comportamiento y de allí que se cometan diferentes delitos
relacionados al mismo comportamiento. No es lo mismo un mimo enseñando a
ponerse el cinturón en Colombia que un mimo enseñando a ponerse el cinturón en
Estados Unidos por el simple hecho que en Estados Unidos no tienen ese problema
y seguramente el respeto por la vida es una cuestión mucho más importante y
significativa para esta sociedad.
Por esta razón hay que hacer un análisis no solo del mensaje que se quiere
transmitir, sino del público y sus rasgos característicos para que no se conviertan en
un obstáculo para su entendimiento y su interpretación.
10
1.1 HACIA UNA CONSTRUCCION POLITICA
El símbolo en el contexto que trata esta monografía adquiere una concepción política,
en tanto que su representación logra un impacto importante para la sociedad y genera
cambios de comportamiento. Adicionalmente, el logro de sus resultados, convierten
a los símbolos, representando Cultura Ciudadana, en política pública o programa de
gobierno, incluso en un eje de gestión Nacional (Colombia 2019).
Durante la primera Administración local, se creó un programa de gobierno,
el cual, en primera instancia pretendía ser un experimento de reducción de violencia
de tasas de homicidio y accidentalidad. Si bien la accidentalidad y la violencia están
estrechamente relacionadas con el consumo de alcohol, la idea era entonces reducir el
consumo, pero el gobierno no puede decidir por cada uno si consume o no. La mejor
opción era reducir el horario de funcionamiento de los establecimientos públicos y
con ello reducir la hora de venta de alcohol, eso sí estaba al alcance de la
administración local. Esta medida, comúnmente conocida como Ley Zanahoria11,
tuvo gran acogida y excelentes resultado pues logró reducir la violencia: “se redujo en
un 31% las muertes en Bogotá, se redujo la tasa de homicidios de 82 (en 1993) a 35
(en 2000) por cada cien mil habitantes, una disminución de más del 50% en los
últimos siete años; y de 5.5 homicidios diarios en 2001 a 2.1 en 2003”12.
La significación de la Ley Zanahoria, particularmente la zanahoria como
símbolo, viene del concepto manejado cotidianamente como “zanahorio”: “en
Colombia y Ecuador, ser “zanahorio” es ser sano, comedido, auto-regulado. Hacer
algo “zanahoriamente” es hacerlo de manera comedida, sana, que no produce
daño” 13 . En ese orden de ideas, la Ley Zanahoria buscaba cambiar ciertos
comportamientos que obstaculizan la convivencia ciudadana, en el cual la
autorregulación jugaba un papel muy importante.
Hay que aclarar que la autorregulación es uno de los pilares del contexto de
Cultura Ciudadana, esta hace parte de los tres sistemas de regulación de los seres
humanos, los cuales deben estar armonizados para lograr un alto nivel de convivencia.
11 Según Ordenanza Municipal, publicada en el Registro Oficial Nº84 del Jueves 18 de Agosto del 2005, se autoriza a los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas a comercializarlas hasta las 03H00 del día siguiente; y en cuanto a las licorerías, el horario permitido para su expendio es de lunes a sábado de 10H00 hasta las 01H00 del día siguiente 12 Ver Gráfico 1 13 Ver Mockus, Antanas. “Ampliación de los modos de hacer política”. p.4
11
Aquí se hace tangible la representación de un simple concepto encarnado en una
zanahoria. La zanahoria representa todo un marco teórico, un contexto político que
puede ser expresado de diferentes maneras, pero que por medio de este objeto
adquiere una referenciación y una interpretación impactante y pedagógica.
Pedagógica en tanto que al usar el término zanahorio ya implica unas características
especiales en este contexto, entre otras actuar sanamente o autorregularse, con lo cual
si una persona lo acata los demás están en riesgo de ser mutuamente regulados por
esta persona, remitiéndose a otro pilar de regulación: el cultural. Cada uno empieza a
cobrar disposición de educar y ser educado. Es pedagógico, según Antanas, en tanto
que se logra “conectar el conocimiento escolar con la vida”14, así mismo, también se
hace política.
A un objeto se le esta llenando de una significación específica en un
contexto determinado, o mejor aún, el significado de una imagen acústica (objeto) da
como resultado un signo, un símbolo, en tanto que el término zanahorio estaba
preestablecido y es un término cotidiano de conocimiento cultural (resultado de un
acuerdo). Recordemos que la relación que une al signo con su referente es el
resultado de una convención (en alto o bajo grado).
Todo lo anterior hace referencia al símbolo como construcción política,
pues a partir de la significación de un objeto, convertido en símbolo, nace toda una
cultura política o referencia toda una cultura política y define las características que
esta encierra. La zanahoria como símbolo, encierra el hecho de autorregularse, de
cambiar ciertos comportamientos absteniéndose a cometerlos, por uno mismo o por
regulación de los demás (mutua regulación).
Quisiera aclarar que hay programas que son simbólicos y pedagógicos pero
que no necesariamente utilizan un objeto como representación. Por ejemplo “la
noche de las mujeres”. Aunque artísticamente no tuvo objeto de representación,
simbolizó grandes cosas para el contexto de Cultura Ciudadana. Para la
administración era la posibilidad de soportar estadísticamente que los hombres son
más violentos que las mujeres, y para ambos, administración y población, era un
juego de roles:
14 Ver Pacheco, María Laura. “Entrevista a Antanas”. p. 2. Documento Electrónico.
12
La “noche de las mujeres” intentó ampliar el repertorio de festividades urbanas buscando condensar al mismo tiempo un juego de roles (los hombres esa noche se quedaban en casa), reconocimiento a los avances en equidad de género, homenaje al carácter pacífico y eficiente de la lucha de las mujeres. Pero también quiso llamar la atención sobre las muy diversas razones por las cuales el homicidio contra hombres era 14 veces más frecuente que el homicidio contra mujeres. La primera “noche de las mujeres” salieron 700.000 mujeres y 200.000 hombres.15
Este experimento hace referencia a cómo asumiendo diferentes posiciones y
diferentes roles es más fácil entenderse unos con otros y alcanzar una convivencia
más sana. Esta actividad invita a que las personas reflexionen y se cuestiones sobre
sus comportamientos en estos roles. Los programas, prácticas y actividades
planteados durante las dos administración, junto a sus símbolos enseñan a
pensar/reflexionar como individuos y como colectivo. Vale decir, que a partir de su
programa bandera “La ley zanahoria”, Mockus utiliza el color naranja (de la
zanahoria) para referenciar su movimiento y sus acciones políticas hasta la actualidad.
15 Ver Mockus. “Ampliación de los modos de hacer política”.p. 4. Documento Electrónico
13
2. LA PEDAGOGIA COMO ELEMENTO DE COMUNICACIÓN EN LA
ESFERA POLITICA
Si bien existen diversas definiciones sobre pedagogía, en esta monografía se tomara
aquella que hace relación directa con la cultura. Para empezar, estas palabras a
propósito de la pedagogía: “Somos el único animal que tiene la libertad de definir los
propósitos, los medios y los modos de sus procesos educativos. La pedagogía es el
espacio de reflexión en el que realizamos esa definición”16. Esta cita fue escrita por
uno de los colabores de Antanas Mockus durante las administraciones locales, la cual
resume, de alguna u otra forma, lo que se quiere que se interprete sobre el concepto
de pedagogía en un contexto de Cultura Ciudadana. Hay que reflexionar sobre la
forma, en general, en que se educa a la gente, hay que saber enseñar y dejarse enseñar,
pero también, hay que tener disposición para aprender.
2.1 PEDAGOGIA Y CULTURA
Según Teresa Aguado, y teniendo en cuenta lo antes mencionado, la pedagogía es la
“(...) reflexión sobre la educación, sobre la práctica educativa. La pedagogía sitúa a la
cultura en el foco mismo de dicha reflexión, considera que toda educación es proceso
de construcción cultural, de cambio y transformación de referentes culturales (…) La
cultura se entiende como significados compartidos”17.
Por su parte Antanas cree en la transformación de la cultura y le apuesta a
cambiar ciertos comportamiento culturalmente aceptados, que no son correctos y
obstaculizan la convivencia y la legitimad de la ley. La idea de la transformación de la
cultura sale de la investigación realizada por Basil Bernstein a cerca de la transmisión
cultural y el Discurso Pedagógico. Para este autor, la pedagogía y la cultura tienen una
relación directa en tanto que la “pedagogía en última instancia es el medio
fundamental para la producción, reproducción y transformación de la cultura”18. Esto
resume la propuesta simbólica de nuestro sujeto de estudio, ya que los símbolos
utilizados debían referenciar o representar una cultura específica para la generación
de conciencia. La cultura se constituye, pues, en uno de los puntos de referencia para 16 Ver Ramírez, Luís Fernando. “Pedagogía”. Documento Electrónico. 17 Aguado, Teresa. “Introducción”. En Pedagogía Intercultural, 2003. p. xvii 18 Ver Bernstein, Basil. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógica, 2000. p.11
14
significar y contextualizar los símbolos. La pedagogía es la forma cómo se comunica
el mensaje y el símbolo es la herramienta que facilita la comunicación.
Para esta investigación es necesario precisar los planteamientos de Bernstein
que hacen referencia a la Práctica Pedagógica y a la Recontextualización. Este autor
afirma que la practica pedagógica es un transmisor cultural y como transmisor “es
proporcionada por un sistema de reglas y la naturaleza de estas reglas actúa
selectivamente sobre el contenido de cualquier practica pedagógica”19 y para saber el
cómo se realiza esta práctica es indispensable conocer los principios de clasificación y
enmarcación. Para Bernstein, la clasificación es la relación de poder y la enmarcación
el control que puede llegar a tener esta practica en las relaciones sociales. Bernstein
hace un estudio sobre las estructuras y las relaciones sociales y su incidencia en la
práctica pedagógica y en la educación, pero esto no será analizado en el contenido de
esta monografía.
En síntesis, la lógica a la que responde la práctica pedagógica se constituye
en un sistema de reglas, estas reglas son los controles que definen la forma y el
contexto comunicativo de la práctica.
Mockus tiene un contexto comunicativo específico, enmarcado por unas
normas legales establecidas. Pero también, el contexto está enmarcado por otras
normas de autorregulación y mutua regulación, propuestas por Antanas luego de un
largo camino de investigación. Estas son las normas morales y las normas culturales.
Este conjunto de normas, tanto legales, morales como culturales, delimitan el
contexto comunicativo para constituir la practica pedagógica como transmisor
cultural, ya sea para la reproducción o transformación de la cultura.
Pero todo lo anterior va estrechamente ligado al planteamiento de la
Recontextualización de Bernstein. Para este es un asunto crucial “el comprender
cómo sucede la transformación del conocimiento en comunicación pedagógica”20.
Vale decir que este asunto es un asunto de naturaleza sociológica, que estudia el
conocimiento pedagógico. “Utilizando la metáfora del lenguaje, Bernstein propone
un sistema de reglas que actúa selectivamente sobre lo que se comunica en la relación
pedagógica. Este sistema de reglas (dispositivo) actúa selectivamente sobre el
19 Ver Bernstein. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógico. p. 15 20 Ver Bernstein. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógico. p. 23
15
potencial de significados”21. Cuando Bernstein habla de potencial de significados
hace referencia al potencial discursivo que puede ser pedagogizado, y este es el punto
más importante para el análisis de la propuesta pedagógica: la relación entre la
Recontextualización y el Discurso Pedagógico, ya que el sistema de reglas de la
recontextualización constituyen el discurso pedagógico.
El Discurso Pedagógico en Bernstein no es un Discurso, es un Principio.
“Es un discurso que da origen a discursos especializados mediante procesos de
descontextualización y recontextualización (…) Para Bernstein, entonces, el Discurso
pedagógico es un principio de recontextualización” 22 . Este discurso permite
reenfocar selectivamente los demás discursos y construir un orden específico. La idea
en general es, teniendo en cuenta el contexto, poder configurar o constituir una
conciencia pedagógica de determinada situación. Por ejemplo en el campo de la
educación, los textos son reformados al punto que generan una recontextualización
de la conciencia ocupacional o pedagógica de los maestros. En el contexto de Cultura
Ciudadana, la idea es recontextualizar los mensajes que se quieren proyectar al punto
de constituir una conciencia pedagógica de las diferentes comportamientos.
Con todo lo anterior, se puede decir que la practica pedagógica, tanto para
Bernstein como para Mockus, se ve como un sistema de reglas que controlan
diferentes formas de realización de prácticas. Antanas, además de actuar en la política,
también y sobre todo es un Académico, un maestro, y el estudio de la práctica
pedagógica le permite comprender que esta está regulada por reglas que se realizan de
manera inconsciente y activa. “Dicho de otra forma, las reglas de la práctica
pedagógica son una especie de mediadores semióticos en el proceso de transmisión
de los diferentes significados de la cultura. Las reglas de la práctica pedagógica
constituirán la estructura profunda de la interacción social”23, nuevamente, hay que
tener claro y ser concientes que quien propone esta propuesta es un académico, un
Maestro.
21 Ver Bernstein. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógico. p.23 22 Ver Bernstein. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógico. p. 24 23 Ver Bernstein. Hacia una Sociología del Discurso Pedagógico. p.27
16
2.2 ALGUNOS APORTES DE KANT AL CAPITULO DE PEDAGOGIA
En su pedagogía, kant hace un estudio exhaustivo, una reflexión, sobre la educación
(pedagogía) y sus elementos fundamentales, además de plantear diferentes escenarios
desde la niñez hasta el hombre adulto.
“El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por
educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción,
juntamente con la educación. Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y
estudiante”24. Vale decir que cuando Kant habla de cuidados hace referencia a las
precauciones que deben tener los padres con sus hijos para no hacer un mal uso de
sus fuerzas.
Con el enunciado anterior, Kant plantea dos elementos fundamentales para
la educación o pedagogía. Por un lado esta la disciplina y por el otro la instrucción.
Por su parte, la disciplina es elemento que evita que el hombre, se aparte de
su destino, evita que se deje llevar por la animalidad y, al contrario, la transforme en
humanidad. El hecho que el hombre se deje guiar por sus impulsos lo convierte en
un salvaje, lo que puede generar la barbarie. Este se constituye en el peor estado de la
humanidad, según Kant, “la barbarie es la independencia respecto de las leyes. La
disciplina somete al hombre a las leyes de la humanidad y comienza a hacerle sentir
su coacción (…) La única causa del mal es el no someter la Naturaleza a reglas”25. Es
importante tener esto en cuenta, pues la propuesta pedagógica tiene su fundamento
en el cumplimiento de las leyes, y para ello, según Kant, es indispensable la disciplina.
En un país donde todos estamos al borde del peligro, a un paso de la
barbarie, y el principal factor que lo define es el porcentaje de personas que no
cumplen la ley, debemos empezar por educar para no llegar al punto de la animalidad,
volver a ser niños en ese sentido. Y Mockus le apuesta al proyecto pedagógico, la
pedagogía de la ley (más adelante se tocará el tema a fondo).
Por otro lado, la instrucción para Kant hace parte de la cultura y la cultura
debe ser cultivada. Se empezará a hablar, entonces, de la cultura como instrucción y
enseñanza. La parte positiva de la educación la constituye la cultura, ya que esta hace
la diferencia con el mundo animal. Sin embargo, esta no debe ser mecánica, debe
24Ver Kant, Immanuel. “Pedagogía Immanuel Kant”. p. 2. Documento Electrónico 25 Ver Kant. “Pedagogía Immanuel Kant”. p.6. Documento Electrónico
17
descansar en principios, al fin y al cabo, el objetivo es que las personas (incluso los
niños) aprendan a pensar (razonar). El razonar es la clave y para ello hay que lograr la
convergencia entre el entendimiento y el juicio. “El ingenio hace grandes necedades,
cuando no le acompaña el juicio. El entendimiento es el conocimiento de lo general.
El juicio es la aplicación de lo general á lo particular. La razón es la facultad de
comprender la unión de lo general con lo particular”26.
Como ya se mencionó, la cultura debe descansar en principios lo cual
proporciona un orden. Sin embargo, esta también deber ser razonada, lo que quiere
decir que hay que saber de lo que se esta hablando, se debe tener conciencia y
conocimiento de las cosas. Pero aún más importante es que la cultura debe ser
cultivada, debe ser enseñada, de generación en generación y por ello el planteamiento
de que la cultura puede ser transformada. Si hay conciencia, si hay conocimiento y
además se razona, la cultura, por más viciada que este, puede ser transformada.
Cuando se habla de viciada, se hace referencia en el contexto de Cultura Ciudadana,
a aquellos comportamientos que aunque son perjudiciales, son culturalmente
aceptados. La transformación de la cultura, planteado por Bernstein e interpretada
por Mockus, hace referencia a que por medio de la pedagogía y de la toma de
conciencia es posible cambiar ciertas costumbres que perjudican a la sociedad. Hay
que tener la capacidad y la decisión de cambiar estos hábitos.
Las normas hay que enseñarlas, y si éstas descansan en los principios de la
enseñanza de la cultura, se puede transformar la cultura. Vale decir que para Mockus
la cultura es “el conjunto de reglas sociales y costumbres compartidas” que
fundamentan la sociedad. Además para Antanas es necesario reconocer a la cultura
como pilar de la sociedad y la educación como medio para su formación y/o
transformación. Por esta razón es tan importante que las personas conozcan las
normas, se familiaricen con ellas y sepan como actuar conforme a ella.
Se trata de articular la norma a las costumbres y a las reglas sociales. Que
bueno sería que la ley (constitución) se constituyera en una regla social o en una
costumbre. Ese es el verdadero trabajo de un Gobierno, hacer que sus ciudadanos
comprendan lo que se aprende (se enseña) o se habla, y no simplemente repetir,
además de encontrar la mejor forma de comunicar y de transmitir el mensaje. Es
absolutamente importante conocer la norma y lo que éstas implican, no solo si se va
26 Ver Kant. “Pedagogía Immanuel Kant”.p. 21. Documento Electrónico
18
a desobedecer, sino por su razón de ser (pacto social). Dice Kant: “¡Cuántos leen y
oyen sin comprender, aun creyéndolo así! Para evitar esto, se necesitan imágenes y
cosas”27, a esto viene la idea de la simbología.
2.3 LA PEDAGOGIA DE LA LEY
Si bien anteriormente se habló de las personas que no cumplen la ley como un factor
que define el peligro al que esta expuesta la población colombiana, aquí se hará un
poco más claro este enunciado. Para Kant, la barbarie es la independencia respecto
de las leyes, pero aún peor es el tener conciencia de cumplirlas o no cumplirlas. Si la
pedagogía o la educación se valen, en parte, de la disciplina para encaminar y evitar
que el hombre se aparte de su destino, la humanidad, y no se convierta en un animal
(salvaje), entonces lo que hay que hacer es enseñar a ser disciplinados y a tomar
conciencia del cumplimiento de la ley que es lo que nos tiene al borde de la barbarie.
Esta es la propuesta de Antanas Mockus: la pedagogía de la ley y la generación de
conciencia entre los ciudadanos.
Entonces, lo que se hace es que la ley se comprenda, la acción de
pedagogizar se aplica a los ciudadanos. Lo que se intenta hacer es contribuir a
reforzar las relaciones entre los ciudadanos y la ley por métodos no violentos.
Pero para hacer el argumento de la pedagogía de la ley más sólido se
utilizará el enunciado del cumplimiento a la ley como soporte.
En una de las encuestas de Cultura Ciudadana que realiza la Corporación28
Visionarios por Colombia, el resultado (percepción) en cuanto a la pregunta de si las
personas actúan conforme a la ley, “casi nunca” tiene un 1.5% para 2003 (Segunda
administración Mockus); mientras que para el 2005, esa misma pregunta tiene un
resultado de 5.04%. Resultados que muestran que a nivel perceptivo, para 2003 se
tiene más confianza y se cree más en la ley que para 2005, se muestra que las
personas que no actúan conforme a la ley son menos para 2003.
Pueda que esto no sea significativamente representativo por el bajo
porcentaje de las personas que casi nunca actúan conforme a la ley, sin embargo, a la
hora de ser los resultados más tangibles como con el pago de impuestos (cultura 27 Ver Kant. “Pedagogía Immanuel Kant”. p. 23. Documento Electrónico 28 Corporación formada por Antanas Mockus que cuenta con la participación de grandes empresarios y académicos. Tiene por objeto proponer proyectos de Cultura Ciudadana en todo el país.
19
tributaria) 29 , se tiene lo siguiente: entre 2001 y 2003 se tiene el cambio más
importante para las finanzas del Distrito. El nivel de recaudo por impuesto (adicional)
aumenta en $2.022 millones de pesos30; vale decir que este recaudo fue resultado de la
generación de confianza en el manejo de las finanzas públicas y el logro para que las
personas pagaran un 10% adicional en sus impuestos (programa 110% Bogotá). Y es
que la generación de confianza es un factor clave para recuperar la legitimidad en la
ley, si se ven los resultados, si se percibe la buena gestión y se transmite transparencia
en los procesos, la gente estará dispuesta a contribuir al logro de diferentes objetivos
y a darle al Distrito/País más porque sabe que va a ser retribuido.
En ese orden de ideas, la propuesta se constituye en generar procesos
pedagógicos alrededor del cumplimiento de las normas y contribuir a la formación
ciudadana por vía de la autorregulación y la mutua regulación. La autorregulación
implica un proceso en donde la conciencia individual es fundamental y la mutua
regulación implica la disposición de los ciudadanos a generar una conciencia común y
regularse los unos a los otros.
Adicionalmente, la generación de confianza es un factor indispensable para
la formación de conciencia en tanto que la confianza permite cambiar la percepción
de la capacidad en la forma de actuar a partir de enunciados no pesimistas sobre los
demás. Aspectos como ser capaz de suponer en las otras personas desinterés y
disposición a cumplir voluntariamente las normas conduce a la derrota de estrategias
asociadas a la desesperanza y decepción, y algunas veces, ayuda a derrotar al temor
sobre el comportamiento del otro.
2.4 PEDAGOGIA Y COMUNICACIÓN: EL ANTANAS HABERMASIANO
Si bien en el proyecto se habló de la teoría de la Acción comunicativa de Habermas,
la idea en esta monografía es analizar la interpretación que le da Mockus al
pensamiento y a los planteamientos de este filósofo Alemán. Adicionalmente,
analizar su teoría en un ámbito político, especialmente, como parte de un proyecto de
cultura ciudadana. En últimas, se trata de un análisis sobre el Antanas Habermasiano.
29 Ver Gráfico 3 30 Ver Mockus, Antanas. “Logros en las Administraciones de Antanas Mockus”. Documento de uso institucional.
20
Para Habermas, existen dos tipos de acción racional en la teoría de la
sociedad. Una donde la finalidad esta sujeta a una condición, ya sea un interés o algún
tipo de beneficio propio, que además no toma en cuenta la vía o medios para
alcanzar dicha finalidad. Dicha teoría está atenta a minimizar en lo posible los costos
y a maximizar la utilidad. Esta racionalidad es conocida como racionalidad estratégica.
Para Habermas,
(…) el modelo teleológico de acción se amplía y convierte en modelo estratégico de acción cuando en el cálculo que el agente hace de su propio éxito pueden entrar expectativas acerca de las decisiones de a lo menos otro actor que también actúa orientándose a la consecución de sus fines. Este modelo de acción es interpretado a menudo en términos utilitaristas; entonces se supone que el actor elige y calcula los medios y fines desde el punto de vista de la maximización de utilidad o de expectativas de utilidad.31
La racionalidad estratégica está siempre presente en contextos económicos y
políticos en tanto se vea como una competencia. Para Antanas, el problema de ello,
en política, es llegar al punto de prever la actuación del otro y hacer hasta lo
imposible por no dejarlo ganar, por decirlo de cierta forma. Es cierto que existen dos
situaciones, el que está dispuesto a todo con tal de ganar, que también es perjudicial,
y el que está dispuesto a todo contar de no dejar ganar al otro. Cualquiera de estas
dos posiciones es perjudicial en tanto que ninguna toma en cuenta los medios para
alcanzar el fin, hasta el punto de utilizar la violencia para obtener dicho fin.
Por otro lado está la racionalidad moral (acción), que es la que interesa en
este análisis. Es aquella que sin importar cual sea el fin pone de presupuesto un
principio o varios principios para conseguirlo. Aquí prima los medios antes que el fin,
cómo conseguirlo sin perjudicar a nadie ni a nada. Esta racionalidad es la
comúnmente conocida como la acción comunicativa. La acción comunicativa se basa
en la exposición de argumentos, en la discusión y el debate, pues para Habermas,
La sociedad existe gracias a la comunicación entre los sujetos a través del lenguaje. Dicha comunicación solo tiene sentido cuando va orientada hacia el entendimiento con el otro, por lo tanto toda comunicación busca en ultima instancia llegar a un acuerdo o consenso. Ésta postura supone un proceso de alternancia y de profunda argumentación, lo primero porque es situándome en la posición del otro, reconociendo al otro, como puedo realizar una verdadera interacción comunicativa y, lo segundo, porque si no existen procesos sólidos de argumentación en los planteamientos de las partes, el proceso comunicativo
31 Ver Habermas, Jürgen. “Observaciones sobre el concepto de acción Comunicativa”, 1989. p. 481. Documento Electrónico.
21
tendrá serias dificultades, y por lo tanto, será difícil llegar a un acuerdo en un contexto de validez, que posibilite la coordinación social.32
Para Antanas, la acción comunicativa, el debate, es la vía por la cual se debe
hacer política en Colombia. Argumentar y aprender a escuchar argumentos es la
salida para combatir ciertos comportamientos perjudiciales para la sociedad. Pero
parte del proceso argumentativo esta constituido por la educación para aprender a
escuchar y discutir, para tener disposición al debate. Por esta razón, Mockus cree que
en vez de impedir la pedagogía vía violencia o corrupción, hay que hacerla vía debate
público.
Si bien los favores (clientelismo) y la corrupción, en general, articulan los
intereses representados en acciones estratégicas, existen, según Antanas, otras formas
diferentes de hacer política basadas en las palabras que expresan razones; y cuando
no hay palabras, se recurre al arte. “Democracia deliberativa como la línea de base y,
para circunstancias límite, arte que interrumpe el intercambio habituado y posibilita
desvíos inusitados”33. Pero a fin de cuentas, por más que no se tenga estrategia, existe
un último recurso, el más honroso, aferrarse a una mayor lealtad hacia la verdad y
hacia las reglas, generando un ambiente de confianza más sólido que permita la
comunicación y la transmisión de argumentos, espacio al cual Antanas decidió
aferrarse.
La acción comunicativa, en últimas, hace referencia al lenguaje orientado al
entendimiento, la consecución de acuerdos y consensos. Parte del saber de qué se
está hablando, del entendimiento de las partes en cuestión. Pero, la acción
comunicativa, constituida por el entendimiento, también tiene una gran influencia
sobre diferentes procesos de la vida en el mundo: proceso de reproducción cultural,
de integración social y socialización, correspondientes a la cultura, la sociedad y la
persona.
La cultura, según Habermas, es el suministro de saber dado por las
interpretaciones que en un contexto de interacción los participantes intercambian
sobre algún tema mundano. La sociedad en cambio, está representada por aquellos
órdenes legítimos por los cuales los participantes regulan el pertenecer a un grupo
32 Ver Fernández, Sergio Pablo. “Teoría de la acción comunicativa: legado y diferencias en teoría de la comunicación”. p. 3. Documento Electrónico. 33 Ver Mockus. “Ampliación de las modos de hacer política”. p. 4. Documento Electrónico.
22
social y su solidaridad. Y finalmente, la personalidad, es aquella capacidad o
competencia que tiene una persona en convertirse en sujeto de entendimiento (sujeto
y acción) y afirmar en ello su propia identidad.
En ese orden de ideas, las interacciones entretejidas de estos tres campos
que forman la práctica comunicativa son las que finalmente reproducen la cultura, la
sociedad y la persona en sí misma.
Entonces para Antanas Habermasiano, la base lingüística en las acciones
comunicativas cumple con diferentes funciones. La del entendimiento, anteriormente
mencionada, es aquella acción que acumula saber y reproduce la cultura. La de la
coordinación de la acción es aquella que se encarga de regular y hacer cumplir las
normas en un ámbito específico al igual que en los actos comunicativos de la
integración social (regulación cultural/mutua regulación). Y finalmente, los actos
comunicativos, en las estructuras de la personalidad sirven como controles internos
de comportamiento (regulación moral/autorregulación). Entonces, tanto para
Habermas como para Antanas, los acuerdos solo son posibles en la medida en que
exista una acción comunicativa y una interacción de la misma, y el medio para
lograrlos son los argumentos.
23
3. EL CONTEXTO POLITICO COLOMBIANO A PARTIR DE LA
SIMBOLOGIA DE CULTURA CIUDADANA
3.1 EL PROYECTO DE CULTURA CIUDADANA
Para poder hablar del contexto político colombiano y de la cultura política que se
creo a partir de la simbología de cultura ciudadana, es necesario comenzar por hablar
de los preceptos contenidos en ella. Para analizar los símbolos resignificados en
Bogotá, y el cambio que se obtuvo después de la implementación de este proyecto, es
importante saber de dónde viene la significación y por qué este proyecto puede ser
viable y conveniente para toda Colombia.
Durante el desarrollo la monografía se ha puesto como precedente los
comportamientos ciudadanos, su transformación y su valoración. Se ha hablado de
los buenos y los malos comportamientos en un contexto propicio para la convivencia
y a partir de un mínimo consenso de esta.
Pero entonces, en el concepto de Cultura Ciudadana, ¿a qué se refiere
Mockus cuando se refiere a un buen ciudadano? Un buen ciudadano es aquel que
cumple normas y acuerdos, esto implica conocimiento de la norma (formal e
informal). También se es buen ciudadano cuando se obedece la ley y no existe
justificación alguna para transgredirla en ninguna circunstancia. Un buen ciudadano
se autorregula, toma conciencia de sus acciones. Un buen ciudadano practica la
mutua regulación que implica estar en disposición de dejarse corregir, reconocer sus
errores, corregir a los que no corrigen, con el ánimo de ejercer un control social. El
buen ciudadano posee cualidades cívicas como la solidaridad, la confianza, la
tolerancia, entre otros; tiene buenas relaciones con los demás, en su espacio más
cercano con los vecinos, respeta el espacio público y participa en actividades
colectivas. Así mismo, el buen ciudadano participa en discusiones públicas y procesos
democráticos para transformar la ley cuando no está de acuerdo con ella, en vez de
utilizar métodos violentos para transformarla. Todo lo anterior, encierra el concepto
de un buen ciudadano enmarcado en el contexto de Cultura Ciudadana y una nueva
cultura política.
Pero entonces, ¿qué es la cultura ciudadana y cuáles son los principios que
generan una cultura política diferente y transparente?
24
“Por cultura ciudadana se entiende el conjunto de actitudes, costumbres,
acciones y reglas mínimas compartidas por los individuos de una comunidad, que
permiten la convivencia y generan sentido de pertenencia. Incluye el respeto al
patrimonio común y el reconocimiento de los derechos ciudadanos y los deberes
frente al Estado y a los demás ciudadanos”34. Vale decir que para la concepción de
cultura, los valores, las creencias, las costumbres, las actitudes y percepciones son
quienes orientan el comportamiento de las personas, el comportamiento se entiende
como parte integrante de la cultura no como algo subjetivo.
Con base a esta definición se señalarán los principios relativos al concepto,
que hicieron y hacen posible la propuesta de una nueva forma de gobernar y de hacer
política, no solo en Bogotá, sino a nivel país.
Hablar de cultura ciudadana es hablar de convivencia. Existe convivencia
cuando las personas, sean conocidas o desconocidas, interactúan entre sí respetando
y acatando las normas formales e informales y por supuesto, los derechos.
Un segundo principio hace referencia a la confianza. La confianza es la
expectativa que tiene una persona frente a otra de que actúe en conformidad con las
reglas o las costumbres comunes. Esta permite generar sentimientos positivos sobre
los demás, incluyendo el ser capaz de suponer en las otras personas el cumplimiento
voluntario de las normas y derrotar el temor sobre el comportamiento de los otros.
Por su parte, la tolerancia entendida como la capacidad de respetar las ideas,
las costumbres y las creencias de los otros, aún y con más razón, cuando son
diferentes entre sí, hace parte de la concepción de cultura ciudadana.
Otro principio es la solidaridad. Este hace referencia a las actitudes y acciones
de mutua ayuda e interés por el bien común, entre grupos, personas o comunidades.
Estas actitudes pueden ser desde escuchar los problemas de los demás, hasta
colaborar con la solución de algunos problemas, sean materiales o morales. Una gran
expresión de solidaridad es prestar ayuda en situaciones de emergencia.
Cultura Ciudadana también se representa a partir de la Identidad Colectiva. Es
el conjunto de tradiciones, costumbres, prácticas sociales y símbolos que un grupo
considera como distintivo de otros grupos. Esta permite el auto-reconocimiento y el
reconocimiento de los otros como diferentes.
34Ver Mockus, Antanas. Formar Ciudad, 1995. p 26
25
Otro de los principios clave en la concepción de Cultura Ciudadana es el
Sentido de Pertenencia. Este crea la posibilidad de reconocer los vínculos sociales o
afectivos de un grupo en contextos específicos, y con ello la posibilidad de actuar de
acuerdo a las reglas, ya sean formales e informales, de cada contexto. Existe sentido
de pertenencia cuando se hace parte de algo y cuando esto genera una sensación
positiva favoreciendo, incluso, el cumplimiento de obligaciones asociadas al hacer
parte de algo. En este principio hay que hacer visible, en este caso, el sentido de
pertenencia a la ciudad, pues ello lleva a reconocer los diferentes contextos que tiene
y a respetar sus reglas. “Apropiarse de la ciudad es aprender a usarla valorando y
respetando su ordenamiento y su carácter de patrimonio común”35.
Por otro lado, hay otros principios que no son muy conocidos, pero que
son igual de importantes y representativos para el concepto de Cultura Ciudadana.
Están por ejemplo: los referentes culturales, que son las actitudes, creencias,
percepciones y símbolos de la población de un territorio determinado, que hace
referencia a la convivencia y a la vida en sociedad. También está la violencia homicida la
cual habla sobre las lesiones fatales a causa de agresiones violentas entre personas o
por accidentes de tránsito. Vale decir que algunos de los conceptos mencionados
deben ser entendidos como formas de comportamiento que hay que reconocer para
transformarlos y mejorarlos, por ejemplo, la violencia homicida, intrafamiliar o
sexual.
La seguridad es otro principio que no puede faltar para el contexto de Cultura
Ciudadana. En el marco constitucional colombiano, la seguridad se define como una
herramienta para proteger el ejercicio de los derechos que tiene cada individuo. Para
velar por estos, el Estado acude a regulaciones de aceptación universal que,
reconocidas como ley, deben ser de cumplimiento obligatorio y en cuyo desacato
causa la sanción por parte de las instituciones creadas para este fin.
Otro principio básico y de suma importancia para la Cultura Ciudadana es la
Justicia. Esta hace referencia a la garantía de hacer cumplir los derechos
fundamentales de las personas con el ánimo de lograr una convivencia pacífica a
través del equilibrio y la equidad de oportunidades de los miembros de la sociedad.
35 Ver Mockus. Formar Ciudad, 1995. p. 25
26
Finalmente, quedan dos principios que representan la Cultura Ciudadana,
incluso aunque no sean tan conocidos. El espacio público y la movilidad (seguridad). El
espacio público es el conjunto de lugares naturales y construidos en el cual se
desarrollan diferentes actividades, se disfruta del patrimonio colectivo (de todos) y se
ejercen derechos ciudadanos como la participación, la circulación, la opinión y el
disentimiento. La movilidad hace referencia a las características que esta encierra y a
la seguridad vial. Esta se desarrolla en un espacio público y requiere de un mínimo
respeto de reglas comunes que contribuyan a la convivencia y a la seguridad de los
ciudadanos. Estos dos principios son importantes en tanto que inciden en la
productividad urbana, la equidad y la calidad de vida de las personas.
La mayoría de símbolos utilizados en las administraciones, hacen referencia
a estos principios ya que encarnan un sistema pedagógico de reestablecimiento de la
convivencia y de transformaciones en los comportamientos ciudadanos. Generan
reflexión y conciencia con el ánimo de armonizar los diferentes sistemas regulatorios
propuestos por Antanas: la ley, la moral y la cultura.
3.2 SIMBOLOS DE CULTURA CIUDADANA EN BOGOTA
Los símbolos de Cultura Ciudadana son bastantes, sin embargo en esta monografía
se hablará de aquellos que se hicieron más representativos durante las dos
administraciones de Mockus.
Para Antanas, hoy en día, la simbología hace parte de una comunicación
apreciativa la cual es utilizada para transformar sociedades. La idea principal de este
enfoque de comunicación, es que ejerce una gran influencia sobre los
comportamientos de los ciudadanos y los resultados de estos. “En muchos sentidos,
nuestro uso del lenguaje determina nuestra realidad. Por eso, cambiar el lenguaje
puede cambiar nuestra realidad. Una parte sustantiva del cambio de Bogotá en los
últimos años se debió a un cambio en la manera de hablar de la ciudad”36.
Estos símbolos han ido evolucionando de administración en administración
y su enfoque es cada vez más constructivo. Durante la primera administración local,
el sentido que cobraron los símbolos fue el de aprobar o censurar comportamientos,
36 Ver Mockus, Antanas. “Comunicación apreciativa: visibilizar lo admirable”. Documento Electrónico.
27
mostrarle a las personas si su comportamiento estaba bien o estaba mal, si era
adecuado o no y a partir de ello crear una conciencia sobre los comportamientos
desaprobados y generar satisfacción sobre aquellos aprobados.
Durante la segunda administración local, el enfoque cambia, centrándose en
la comunicación apreciativa la cual hace referencia a volver visible lo admirable. Este
enfoque pone como prioridad aquellos aspectos en los que se ha avanzado y encarna
los valores de la sociedad.
Para hacer un poco más visible este planteamiento se puede hablar de un
principio de este enfoque: construir sobre lo que cada cual puede aportar. La idea es
ver que los ideales que se sienten lejanos, están encarnados de manera puntual y tal
vez fragmentados en cada uno de los ciudadanos.
Otras concepciones son claves para la comunicación apreciativa. Hay que
hacerse a la idea de que aquello en lo que las personas se enfocan llegue a ser en sí
misma su realidad. Es decir que se puede fijar la atención de manera selectiva, o
enfocarse en ver lo negativo o enfocarse en ver lo positivo. En últimas, la idea es
darse cuenta que cada quien es dueño de sus percepciones. Entonces, lo que se busca
es dirigir la mirada para aprender a reconocer y destacar lo admirable, no basta con
reconocer los errores, hay que actuar y reflexionar sobre lo que se hizo mal y en
cómo se puede cambiar o ayudar a cambiarlo. “Con la comunicación apreciativa
no se pretende dejar de ver lo negativo, sino ver aún en lo negativo aquello
que sugiere una oportunidad o un camino”37.
Este enfoque permite avanzar hacia el futuro en tanto que permite
modificar las acciones y los comportamientos. Como se dijo anteriormente, permite
visualizar lo admirable, centrar la mirada en las cosas que están bien hechas, y
establecer aquello que sería posible alcanzar, no se trata de decir que todo esta bien
sino en reconocer y buscar los caminos que posibilitan los logros. Es encontrar las
pistas que marcan el mejor camino posible, aquel camino que hay que seguir para
construir una mejor realidad y unas mejores personas.
En la primera administración hubo varios símbolos representativos del
primer enfoque: aprobación o rechazo de ciertos comportamientos. El primer
símbolo fueron las tarjetas ciudadanas pintadas con pulgares (un pulgar hacia arriba
por un lado y un pulgar hacia abajo por el otro) que aprueban o desaprueban una 37 Ver Mockus. “Comunicación apreciativa: visibilizar lo admirable”. Documento Electrónico.
28
acción. Otros símbolos representativos fueron los mimos y la zanahoria (de la cual se
habló anteriormente) entre otros. La idea es profundizar en dos de ellos como
ejemplo de resignificación a partir de la concepción de Cultura Ciudadana.
El planteamiento de los pulgares, uno hacia arriba y otro hacia abajo, fue la
primera concepción simbólica de crear una conciencia en cada ciudadano para que
con ello existiera una autorregulación, una regulación moral, y un cambio de
comportamiento a partir del sentimiento de culpa. Sin embargo, el hecho de que otro
ciudadano sea quien juzgue y muestre la tarjeta como símbolo de aprobación o
rechazo, genera una mutua-regulación, una regulación cultural que despierta la
corresponsabilidad de cada ciudadano frente a la sociedad a la que pertenece. Todo
esto, explica, o mejor, encarna el gran planteamiento que hace Antanas con respecto
a la armonización entre ley, moral y cultura. La armonía de ley, moral y cultura podría definirse como la conjunción entre la desaprobación moral o cultural de comportamientos ilegales, y la aprobación moral y cultural de las obligaciones legales. Por otro lado, hay divorcio cuando comportamientos ilegales son aprobados por la moral o la cultura, o cuando las obligaciones legales son censuradas por la moral o la cultura.38
En su concepción, existen tres sistemas de regulación en una sociedad, el
sistema legal que es aquel que está representado por la constitución y las leyes
(formal), el sistema moral que es aquel que representa la conciencia individual y la
culpa, en otras palabras, esta regulación hace referencia al actuar o al abstenerse de
actuar por el cargo de conciencia o el sentimiento de culpa personal. Y finalmente, el
sistema cultural que es aquel que se representa en la mutua-regulación, en el
sentimiento de vergüenza frente a los demás. Este último sistema crea una
corresponsabilidad entre los ciudadanos que los lleva a ejercer control entre unos y
otros.
Lo ideal, de una sociedad, es que exista un equilibrio entre los tres sistemas
de regulación, para lograr un mínimo de convivencia39. Este planteamiento surge a
raíz de que si bien el sistema legal no logra regular cada comportamiento ciudadano y
las personas justifican desacatar la ley, deben existir otros sistemas de regulación que
influyan en estos comportamientos. “En esencia, los actos de un individuo pueden
38Ver Sanchez, Efraín y Carolina Castro Osorio, “Cultura Ciudadana: conceptos básicos”. En Visión Colombia II Centenario Fomentar la Cultura Ciudadana Propuesta para discusión, 2006. p. 9 39 Ver Mockus, Antanas y Jimmy Corzo. Cumplir para convivir, 2003. p.13 “Convivir implica acatar normas compartidas y generar y respetar acuerdos. Implica también tolerancia y confianza”.
29
estar regulados ya sea por el respeto a la ley o el temor a las consecuencias de
infringirla, las convicciones personales sobre lo bueno y lo malo (moral), o la
costumbre sancionada socialmente (cultura)”40.
Todo comportamiento puede estar regulado por uno o varios sistemas,
incluso por los tres: la acción de matar esta prohibido por la ley y por la moral, pero
también se considera un conducta socialmente inadecuada.
De vuelta con las tarjetas ciudadanas (pulgares), en un principio, durante la
primera administración, simbolizaban la aprobación o el rechazo de ciertos
comportamientos en los ciudadanos. El símbolo del pulgar tiende a ser
universalmente reconocido pero en este contexto la resignificación se ve en los
valores que encarna una aprobación o un rechazo.
Pasarse un semáforo en rojo es un comportamiento inadecuado, no solo
porque legalmente es sancionado sino porque se pone en riesgo la vida. Entonces, si
las personas no actúan conforme a la ley, debe haber otro sistema de regulación que
las haga tomar conciencia de sus actos. En el momento en que un ciudadano, luego
de cometida la infracción (pasarse el semáforo en rojo), muestra su tarjeta roja, el
pulgar hacia abajo, esta rechazando la acción cometida generando en la otra persona
un sentimiento de vergüenza no por él sino porque su comportamiento está
afectando a la sociedad. Seguramente el que cometió la infracción se pondrá rojo un
momento y pensará dos veces en infringir la ley nuevamente. A este tipo de
escenarios hace referencia la simbología mockusiana, a despertar ciertos sentimientos
en el ser humano que juegue con la conciencia y la reflexión.
En una segunda etapa, la segunda administración, los pulgares toman otro
significado, un significado constructivo gracias al enfoque de comunicación
apreciativa. Lo que antes representaba un gesto de desaprobación, el pulgar hacia
abajo, cambió por un signo de interrogación asociado o significado mediante la
pregunta ¿qué nos pasa? La idea es identificar qué es bueno, reconocer los problemas
y estar en disposición a solucionarlos, reconocer la corresponsabilidad en la solución
de problemas y transformar las acciones que crean censura.
40 Ver Sánchez, Efraín y Carolina Castro Osorio. “Cultura Ciudadana: conceptos básicos”. En Visión Colombia II Centenario Fomentar la Cultura Ciudadana Propuesta para discusión, 2006. p. 8
30
El significado que adquiere el símbolo de la interrogación, en el contexto de
Cultura Ciudadana, es una invitación a la reflexión. Es más constructivo y es más útil
cuestionar qué esta pasando, o con sentido de corresponsabilidad, qué nos está
pasando. Vale decir que la significación de desaprobación del pulgar hacia abajo era
bastante arbitraria, ya que en principio se le estaba señalando a la otra persona que
había cometido un error (la embarro), de cierta forma era un juicio. Sin embargo, esta
primera etapa de desaprobación o admiración era necesaria para educar a la gente y
hacerla tomar conciencia de sus actos, se podría decir que la primera etapa fue de
generación de conciencia y la segunda, la de comunicación apreciativa, la etapa de
reflexión.
“Ahora se trata de plantear que hay un problema, pero reconociendo que el
problema puede estar en uno o en el otro, o puede estar en el sistema que los dos
formamos. Con este signo se está diciendo, "asumo que en algún sentido tu
infracción puede ser también mi problema”41.
Para hacerlo más tangible, si el mismo infractor se pasa el semáforo en rojo,
esta vez el símbolo de la interrogación lo hará reflexionar sobre su acto: ¿qué nos
pasa?, ¿estábamos distraídos?, ¿no vimos que cambió el semáforo? (las expresiones
que me involucran hace referencia al sentido de corresponsabilidad en un contexto
ciudadano), la idea es representar que el problema no es totalmente suyo, debe
reconocer en qué parte actúo mal pero sin embargo hay una disposición a escuchar y
tomar en cuenta ambas partes del problema. “Se deja abierta así la posibilidad de
compartir la responsabilidad, se llama a una actitud de corresponsabilidad y una
tónica de comunicación apreciativa y no violenta que reemplaza la censura. Detrás de
cualquier motivo de reproche podemos identificar un sueño por realizar”42.
Por su parte, los mimos son otro símbolo que representan varios principios
de Cultura Ciudadana. Pero la simbología en sí, genérica, que encarnan los mimos es
la pedagogía y el reflejo de un ciudadano del común. Los mimos se encargaron de
enseñar y educar a la gente para que pasara las calles por la cebra y también a que la
gente usara el cinturón de seguridad. El paso por la cebra fue más visible en cuanto a
simbología. El mimo toma la posición de un ciudadano que no sabe o no es
conciente que debe pasar por la cebra para no arriesgar su vida y hacer un poco más
41 Ver Mockus. “Comunicación apreciativa: visibilizar lo admirable”. Documento Electrónico. 42 Ver Mockus. “Comunicación apreciativa: visibilizar lo admirable”. Documento Electrónico.
31
organizada la ciudad. Si el infractor no pasa por la cebra, el mimo lo corrige y le
enseña cómo debe pasar una calle, el mimo es el reflejo de un ciudadano del común
que toma conciencia de su vida y la de los demás.
Inicialmente fueron veinte mimos profesionales que imitaban a los
ciudadanos que no seguían las normas, si un infractor pasaba por la calle
inmediatamente el mimo lo abordaba para imitar cada movimiento y reírse de su mal
comportamiento. Así mismo se reían de aquellos conductores que no utilizaban el
cinturón de seguridad. Este programa tuvo tal acogida que se entrenaron cuatro
cientos mimos para educar a la gente. “It was a pacifist counterweight, Mockus said.
With neither words nor weapons, the mimes were doubly unarmed. My goal was to
show the importance of cultural regulations”43.
Aquí nuevamente se resalta el sistema de regulación cultural y la
corresponsabilidad que hay para mejorar los comportamientos ciudadanos. Los
mimos se encargaron de educar y reflejarle a la gente la importancia de ser buenos
ciudadanos y de actuar de forma adecuada para generar una convivencia pacífica con
unos mínimos acuerdos socialmente aceptados. Los valores y los principios de la
Cultura Ciudadana fueron representados por los mimos.
Finalmente, otro símbolo característico de la segunda administración
Mockus, se vio representado por dos manos enganchadas significando la unión.
“Bogotá Unida”, simboliza la cinta del Plan de Desarrollo “Bogotá para vivir todos
del mismo lado”, la cual expresa el hecho de encontrar un espacio común que nos
une a pesar de que individualmente somos diferentes. Este símbolo expresa el valor
de la solidaridad. Sin embargo el origen de este símbolo será ampliado en el último
capítulo ya que abarca la expresión simbólica Mockusiana en su totalidad: la Cinta de
Mobius.
Estos símbolos, al igual que los que no se contemplaron aquí,
ayudaron a consolidar la transformación de Bogotá, en tanto que hicieron
visibles las soluciones, el reconocimiento de los errores y la construcción de
adelantos en sociedad. Un gobernante debe hacer cualquier cosa para hacerse
entender y hacer entender la ley (sea formal o informal), y si el arte hace
posible el entendimiento y la reflexión de los anterior, entonces por qué no
43 Ver Caballero, María Cristina. “Academic turns city into a social experiment, Mayor Mockus of Bogotá and his spectacularly applied theory”. p. 7. Documento Electrónico.
32
apostarle a las expresiones artísticas como propuesta pedagógica y como
forma de hacer política.
3.3 LA TRANSFORMACION DE BOGOTA
Algunos logros en Cultura Ciudadana que transformaron a Bogotá, desde la
perspectiva de Política Pública basada en la corresponsabilidad de los ciudadanos,
durante las dos administraciones Mockus. Gracias a programas y acciones de
pedagogía orientadas a transformar o mejorar comportamientos ciudadanos, tanto de
los funcionarios como de los ciudadanos del común, se ha producido un impacto
positivo en la calidad de vida de la ciudad. Programas y acciones como la reducción
del consumo de alcohol, la hora zanahoria, el desarme, concientización de que la vida
es sagrada, entre otros.
Varios ejemplos al respecto. Como se dijo al principio de la monografía,
Bogotá cambió de una tasa de homicidios de 80 por cada cien mil habitantes en el
año 1993, a una tasa de 23 por cada cien mil habitantes para el año 200344. Otro
ejemplo exitoso de Cultura Ciudadana encarnada en política pública, fue el ahorro de
agua voluntario (para esta campaña, Antanas hace una propaganda bañándose,
significando que él también es un ciudadano del común e invitando a que ahorren
agua, dando ejemplo, educando). En 1997, Chingaza, la represa más grande de
Bogotá, la cual abastece a un porcentaje de la población significativo, tuvo dos
derrumbes, se presentó una emergencia que pudo haber resultado fatal si no se
concientizaba a la gente de ahorrar agua45.
Otro gran ejemplo de política pública fue el pago voluntario de impuestos
adicionales denominado 110% con Bogotá (aún permanece). Sesenta y cinco mil
familias aportaron su 10% adicional generando un gran avance en lo que respecta a
cultura tributaria en Bogotá. Con esta campaña y otras de control a la evasión, se
logró que Bogotá incrementara sus ingresos significativamente.
La experiencia positiva y exitosa que enfrentó Bogotá es evidencia de que
un gobierno puede influir sobre la cultura para modificar algunos comportamientos
ciudadanos. Lo que hay que tener presente es que la cultura se debe considerar como
44 Ver Gráfico 1 45 Ver Gráfico 2
33
punto de partida y como el campo de acción sobre el que se va a realizar las políticas
públicas. Con los ejemplos anteriormente mencionados, se puede decir que en
Bogotá se produjeron cambios muy favorables sobre el nivel de convivencia y en la
generación de una ciudadanía responsable. Aquí es importante decir que a pesar de
que se introdujeron varias normas legales y cambios institucionales las estadísticas
seguían disminuyendo, lo cual quiere decir que la gente no solo actuaba conforme a
la ley (por admiración, por miedo a la sanción o por convicción) sino también
conforme a las acciones de Cultura Ciudadana: educación ciudadana, autorregulación,
mutua-regulación, conciencia y cambios culturales. En últimas fue la generación de
una nueva cultura política basada en consensos, acuerdos y confianza, entre
ciudadanos e instituciones.
3.4 CULTURA CIUDADANA SIMBÓLICA: UNA PROYECCIÓN A NIVEL
DE PAÍS
Para que la simbología Mockusiana como propuesta pedagógica para una nueva
forma de hacer política a nivel Colombia sea viable y tenga acogida hay que empezar
por dar a conocer el concepto de Cultura Ciudadana. Sin embargo, este concepto ya
es reconocido a nivel país en tanto que hace parte de una estrategia de ejecución en el
Plan de Desarrollo Colombia 2019. Entonces, ya está hecho lo más importante:
conocer los principios que encierra la cultura ciudadana para ser resignificados.
Si lo anterior no es suficiente, La Corporación Visionarios por Colombia,
Corporación a cargo de Antanas Mockus, promueve y tramita proyectos de Cultura
Ciudadana desde lo particular, es decir, tramita proyectos de cultura ciudadana
tomando características y problemas particulares en cada ciudad del país. Se hace un
estudio (a partir de encuestas) donde se plantean diferentes estrategias de ejecución
para cada ciudad, enfocadas a los problemas en particular.
Vale decir que los preceptos de cultura ciudadana y los comportamientos
que hay que transformar son a nivel general, esto no quiere decir que las soluciones a
los problemas de convivencia sean universales. Por más diversidad cultural que haya,
queda una regulación común, válida para todos aquellos que pertenecen al país: la ley.
Entonces, la idea es unificar los aspectos de la cultura que hacen referencia al
cumplimiento voluntario de la ley, es decir, crear una “cultura de la legalidad
34
moralmente valida para todos”46. Por ejemplo, la corrupción es un comportamiento
cuya eliminación le compete a la cultura ciudadana. Por otro lado, valores como la
solidaridad, la tolerancia, el sentido de pertenencia y la confianza, son valores que van
más allá de la diversidad cultural o étnica. Por ejemplo, la confianza es indispensable
para cualquier acción institucional, pública o privada, e indispensable para la
legitimidad de un gobierno aquí o en Japón, en Bogotá o en Leticia. Por esta razón,
los principios que busca la cultura ciudadana son aplicables a cualquier ciudad o al
país entero por más diverso que sea.
Ahora, el hecho que estos principios sean representados en símbolos es una
herramienta de comunicación que facilita el entendimiento y la comprensión de los
mensajes, y más fácil aún cuando la pedagogía se constituye en la forma de
comunicar el mensaje.
Por ejemplo, el Fondo de Prevención Vial llevó a cabo un diagnóstico de
movilidad y Cultura Ciudadana (2006) en varias ciudades del país: Bogotá, Medellín,
Cali, Cartagena, Bucaramanga y Pereira. En una de sus estrategias para la campaña de
cultura ciudadana se visualiza una línea de animación sociocultural la cual pretendía
“desarrollar estrategias comunicativas creativas y acciones pedagógicas, tanto a nivel
masivo como de comunicación interpersonal e intergrupal” 47 . Esto muestra la
acogida que tiene el arte (simbólico) como herramienta de comunicación y trasmisor
de mensajes, que incluso, en esta misma campaña se hizo un concurso,
“comunicarte”, donde la gente podía representar un mal comportamiento en un
dibujo o imagen.
En Cali, también recurrieron a la simbología del mimo durante una
campaña enfocada a la prevención de accidentes en moto y a cambiar los
comportamientos de los motociclistas “In Moto”: A través de pequeños dramatizados callejeros se buscará que en las fracciones de segundos que dura el cambio de semáforos, los usuarios de motos observen algunas de las infracciones que cometen por falta de precaución y exceso de confianza o imprudencia, pero a través de una parodia con un gran dosis de humor, que les motiven de manera dinámica ha reflexionar sobre sus hábitos de conducción y a no cometer nuevamente infracciones.48
46 Ver Sánchez, Efraín y Carolina Castro Osorio. “Cultura Ciudadana: conceptos básicos”. En Visión Colombia II Centenario Fomentar la Cultura Ciudadana Propuesta para discusión, 2006. p. 13 47 Ver Fondo de Prevención Vial. “Diagnóstico de la Movilidad y de la Cultura Ciudadana en ciudades con SITM”. Documento Electrónico. 48 Ver Asociación Colombiana de Empresarios del Motociclismo. “Los motociclistas de Cali serán sinónimo de civismo y cultura ciudadana”, 2006. Documento Electrónico.
35
En ese orden de ideas, la simbología es un recurso que facilita la
comunicación y la pedagogía es la forma de transmitirla. El arte dice más que mil
palabras, genera reflexión y toma de conciencia de ciertos comportamientos. Si la
gente conoce sus normas, probablemente no actuará de mala manera, como lo dice
Sócrates “si la gente entiende bien, probablemente no actuará de la forma
equivocada”49, y la gente entiende el mensaje cuando se usan los símbolos y el arte.
49 Ver Caballero. “Academic turns city into a social experiment, Mayor Mockus of Bogotá and his spectacularly applied theory”. p. 7. Documento Electrónico.
36
4. LA FILOSOFIA SIMBOLICA MOCKUSIANA
“El arte reemplazará (además de vencerlo) al terrorismo:
por su poder para convocar, para conmover, para hacer sentir y pensar, porque el arte sabe hacer visible lo invisible”
Antanas Mockus
Finalmente, en este capítulo convergerán todos los elementos anteriormente
mencionados. Este capítulo se basa en la articulación del símbolo, la pedagogía y la
Cultura Ciudadana dentro de la perspectiva del sujeto de estudio en esta Monografía:
El Profesor Antanas Mockus, quien fue el que implementó estos mecanismos como
forma de gestión política durante sus dos periodos de Administración Local.
Adicionalmente, se resignificará parte de su pensamiento en un solo símbolo, el
símbolo que abarca su filosofía y que siempre está presente para simplificar y
visualizar sus planteamientos: la cinta de Mobius. A medida que se ha ido tocando los
diferentes temas se le ha dado cierto matiz a los cambios en los imaginarios sociales,
en el contexto de Cultura Ciudadana, como los de ser ciudadano y los deberes que
esto implica. Durante este último capítulo se visualizará el cambio de imaginarios que
logra la filosofía simbólica Mockusiana.
4.1 SIMBOLOGÍA, PEDAGOGÍA Y CULTURA CIUDADANA
MOCKUSIANA: LA ARTICULACIÓN
Para Antanas, el papel que juega el arte en la esfera pedagógica y en la esfera política,
es de suma importancia. En noviembre de 1993 en una convención de estudiantes de
arte en el León de Greiff, luego de varios intentos fallidos de los ponenentes en ser
escuchados, cuando a Antanas le tocaba su intervención como Rector y luego de
haber jurado que nunca pasaría la vergüenza de no ser escuchado, tomó la decisión
de bajarse los pantalones en pleno escenario. El auditorio chiflo un rato pero luego
quedó en absoluto silencio con lo cual pudo empezar su discurso: “El papel del arte
en la transformación de la cultura”. Quedo absolutamente ilustrado su discurso, pero
no solo eso, sin aprobar el hecho de los pantalones, fue un acto simbólico que generó
un cambio de actitud por parte de las personas que estaban en el auditorio. En vez de
utilizar la violencia o la represión, ¿por qué no tener herramientas simbólicas de
persuasión o de reflexión? O si se quiere la utilización de una violencia simbólica que
37
no perjudique a nadie. Es la decisión de reemplazar la violencia física por la violencia
simbólica.
Luego de salir como rector en la Nacional, fue propuesto como candidato
para asumir la Alcaldía Mayor de Bogotá. Para Antanas era la oportunidad de educar
y de enseñar a seis millones de ciudadanos, era el reto más grande de asumir la
política como un grado de pedagogía, de poder cambiar la clásica concepción de
gobernar a través de la expedición de normas. Gracias a su capacidad administrativa y
comunicativa demostrada en su vicerrectora y rectoría en la Universidad Nacional, a
la voluntad de conectar el conocimiento con la vida, y gracias a que en muchas
oportunidades logró resolver diferentes conflictos mediante el diálogo intenso y
sincero, logró posesionarse como Alcalde de Bogotá para 1995.
El éxito de su primera administración, al igual que en la segunda, fue su
capacidad de comunicación y transmisión de las ideas, ya que para él, es
absolutamente necesario que los ciudadanos conozcan y entiendan la norma para que
tomen conciencia de sus beneficios y de la utilidad que pueda llegar a tener. “Si no
me entienden es mi problema. No puedo descargar como lo hago de profesor parte
de la responsabilidad sobre el estudiante. Conciencia clara de que sólo
comprendiendo bien puedo comunicar bien. Idea de puente para una comunicación
bilateral entre los técnicos y los ciudadanos”.50De aquí la importancia de utilizar la
creatividad y la imaginación para hacerse entender.
Para Antanas, es necesario abarcar hasta el último recurso con tal que los
ciudadanos y sus estudiantes, en general, le entiendan. Si la norma no es entendida
hay que hacerla más visible: los mimos. La representación del mimo como reflejo de
los actos de las personas es una herramienta que facilita al ciudadano el
entendimiento de la norma. Hay que pasar la calle por la cebra porque pone en riesgo
su vida. La acción de pasar por la cebra tiene dos implicaciones: la primera es
respetar una norma de tránsito, la segunda, respetar y velar por la vida de cada uno.
El mimo se encarga de enseñar y de hacer visible la norma y el derecho para que
finalmente la gente entienda y tome conciencia de sus actos.
Por otro lado, la sinceridad de Antanas también lo ayudó a captar la
credibilidad y la confianza de su administración por parte de sus ciudadanos. Para
que los ciudadanos cooperen tiene que haber confianza en el gobierno, y en Bogotá
50 Ver Pacheco. “Entrevista a Antanas”. p. 3. Documento Electrónico.
38
había que reestablecerla para volverle la credibilidad a la administración. Ese es un
gran pilar de Cultura Ciudadana, la confianza, al que Antanas fue absolutamente
coherente en su administración. Jamás prometió algo que no estuviera en sus manos
cumplirlo y fue muy claro en las condiciones que una buena administración necesita.
Cuando propuso un alza de impuestos explicó las implicaciones de ésta a través de la
simbología de la pirinola. Muchas veces las personas no saben que para que el Estado
pueda dar también necesita recibir.
En Colombia, subir los impuestos está directamente relacionado y asociado
al rechazo y la desaprobación de la iniciativa, porque no se conocen los beneficios o
porque no se van a ver los resultados, debido a la falta de confianza en la
administración y a los malos comportamientos de los funcionarios (corrupción).
Entonces, ¿cómo hacer que los ciudadanos conozcan y entiendan esta medida? Pues
a través de la pirinola: “todos ponen, todos toman que resume no sólo la idea central
de la redistribución sino también y sobre todo el principio fundamental de la acción
colectiva”51. Se hizo más visible la idea de subir los impuestos para que el Estado, en
el cual la gente confía, pueda más adelante brindar beneficios a la comunidad. En
pocas palabras, Antanas le llama a esto optimismo pedagógico, ya que por complejo
que sea un problema existe la forma de explicarlo en términos sencillos.
Para Antanas fue clave la pedagogía como el medio por el cual se
transmiten los mensajes. El símbolo no hubiera servido de nada si no hubiera tenido
una razón de ser: el sentido de enseñanza o el reto pedagógico. El mimo pudo haber
sido un payaso, pero el hecho de que el mimo asumiera el papel de corrector de
malos comportamientos y de enseñarle a la gente la norma, cobró un sentido
pedagógico. Para él, los gobernantes, en general, deberían asumir una agenda
pedagógica: “qué quiero comprender mejor, qué quiero que mi sociedad comprenda
mejor. Tratar a los ciudadanos como mayores de edad gobernados por razones,
emociones e intereses. Capaces de relativizar sus intereses”.52El hecho de que los
gobernantes tomen conciencia de que es posible mejorar las conductas de los
ciudadanos a través de la pedagogía, la autorregulación y la mutua regulación, puede
servir para fomentar el sentido de pertenencia. Incluso, hasta la violencia pudo
reducirse a través de la pedagogía: la epidemiología (vacunarse contra la violencia y
51 Ver Pacheco. “Entrevista a Antanas”. p. 3. Documento Electrónico. 52 Ver Pacheco. “Entrevista a Antanas”. p. 4. Documento Electrónico.
39
jornadas de ayuda psicológica en los parques) y las medidas de control en las
restricciones del Estado de Derecho (la Ley zanahoria).
En últimas, para poder conjugar la política con la pedagogía, es necesario
entender a la política como una búsqueda dialogada, a través de argumentos, del bien
común y de la inclusión social, aporte que hace Habermas con su acción
comunicativa. Y para él su mayor ilustración a la que siempre recurre es “(…) usando
una y otra vez la cinta de Möbius para recordarme que toda oposición es local”53,
más adelante se explicará la cinta de Mobius.
Para Antanas la razón de ser del símbolo, como arte, es la idea que hay que
volver los argumentos visuales para hacerse entender. En la ciudad no se puede rajar
a la ciudadanía, ni repetir el curso como lo haría con sus estudiantes cuando no
entienden, por eso hay que utilizar un recurso visible que haga más sencillo el
argumento. Adicionalmente, la idea de utilizar un símbolo surge incluso para
despertar emociones. Un buen símbolo atrae emociones, por ejemplo, la ley
zanahoria posee una connotación negativa, sin embargo en el contexto de cultura
ciudadana se reelabora esa connotación y la vuelve gratificante.
Cuenta Antanas un anécdota muy bonita que sintetiza la idea de las
emociones y cómo estas influyen en la sociedad al punto que generan cambios en los
comportamientos y en la acciones. Estaban dos adultos, un niño y una niña en un
juego de roles. Los adultos representaban a un papá y a un vendedor de pólvora, el
niño hace el papel de hijo y la niña representaba a la alcaldesa. La escena es que el
papá le compra pólvora al señor polvorero y esa noche permite que su hijo juegue
con la pólvora. Desafortunadamente sufre un accidente y se quema, entonces,
Antanas le pregunta a la niña alcaldesa que ella que haría en esa circunstancia y la
niña le contesta: me pongo a llorar. Las emociones cuentan en tanto que el hecho de
que la niña se pusiera a llorar frente a los hechos, hace que tome conciencia de que si
se usa pólvora es peligroso y pone en riesgo la vida. Seguramente esa niña por el
impacto que le causó el juego y lo que representaba la escena se autorregulará y
regulará a los demás en el uso de la pólvora.
Por algo se empieza. Entonces, los símbolos logran atraer emociones y
combinan la riqueza de significados cognitivos con emociones, al punto en que se
puede aprender a querer el pasabocas de la zanahoria o al punto en que una familia
53 Ver Pacheco. “Entrevista a Antanas”. p. 5. Documento Electrónico.
40
termine discutiendo si va a ahorrar agua en la ducha o lavándose los dientes. Vale
decir, que los símbolos, deben valerse de una razón pedagógica. La necesidad
pedagógica es fundamental para el ejercicio de la filosofía Mockusiana, de lo
contrario el símbolo puede ser mal utilizado, con cierta intensión y manipulación
estratégica que no genere los mejores resultados. La pura interacción comunicativa
Habermasiana no basta para transformar costumbres o creencias muy arraigadas, por
ello es necesario perturbar la sintaxis como necesidad pedagógica.
La cuestión del símbolo es algo más elemental, en el trasfondo no hay tema
ni del arte ni del símbolo sino finalmente el tema era de cómo hacerse entender, era
cómo decir las cosas de modo que vinculen, conmuevan y generen una serie de
acciones. Era cuestión de ordenar un discurso que le llegara a todos, en ese sentido se
puede entender como pedagógico, y cuando se dice todos se hace referencia a un
aspecto fundamental para Antanas, la inclusión, nada vale si el pueblo no entiende ni
participa activamente, tener conciencia de que es suya propia, en este caso la ciudad.
La violencia simbólica puede ser dolorosa y costosa pero no hay
irreversibilidad de la muerte, es mejor ser humillado que morir. No era cuestión de
mercadeo era cuestión de pedagogía, si los periodistas entendían la propuesta de
Antanas, seguramente traducirían la propuesta a su público. De cierta forma era un
puente entre la ciudad, cómo se puede ver a sí misma de manera especializada y lo
que es un lenguaje común colectivo. Cambiar la percepción de la ciudad y apropiarse
de ella misma genera sentido de pertenencia, pero para ello había que cambiar el
lenguaje y la forma de hablar sobre la ciudad, había que crear, además, un lenguaje
común sobre la percepción de la ciudad.
Un ejemplo visible de lo anterior, fue en su primer Plan de Gobierno, la
concepción de signos compartidos que hacían referencia al conocimiento de la
ciudad, a que todo el mundo supiera leer los símbolos de la ciudad. La misión hacía
referencia a la resolución de conflictos en un marco de visión compartida, hoy en día,
una visión compartida de los símbolos, un lenguaje en común y emociones en común
que faciliten los acuerdos. La experiencia compartida genera solidaridad y
cooperación, pues un grupo comparte la misma historia.
En ese orden de ideas, para Antanas el símbolo no representaba una
estrategia de marketing político, para él era, y aún es, un medio para poder ver el
cosmos civil y social, no es el fin, no es la forma de conseguir un fin como estrategia
41
de manipulación individual, esto lo hace diferente a otras simbologías políticas en el
contexto colombiano.
El símbolo también es, para Antanas, la forma de perturbar la regla, y para
ello hay un gran ejemplo de un pueblo colombiano. Cuenta que un candidato a la
alcaldía comparó la religión con la política y le dijo a los habitantes del pueblo: el cura
de la iglesia no les pone buses para que vayan a la misa, yo tampoco les voy a poner
buses para que vayan a votar. Incluso, Antanas recuerda varios escenarios en que la
simbología estuvo presente, en un contexto político, en Manizales un candidato hizo
campaña desde un yate simbolizando su anhelo de conseguir una salida al mar. En
Cartagena otra candidata simbolizó su campaña con un ave negra de rapiña que hacía
referencia a que ella iba a escarbar en la corrupción. Finalmente recuerda el intento
de instaurar la ley zanahoria en Quito y en Asunción.
Por otro lado, la pedagogía, como se mencionó anteriormente es
fundamental para lograr los objetivos que se buscan con la utilización de los
símbolos, de lo contrario pueden ser perjudiciales y ser utilizados para un interés
individual que genere manipulación, en vez de conciencia y educación.
La pedagogía busca la transformación cultural de los comportamientos no
adecuados, pero para ello hay que primero cambiar los comportamientos regulatorios.
En otras palabras, la transformación cultural apela a la regulación como fundamento
del cambio en los malos comportamientos, y para Antanas, esto constituye apelar a
los tres sistemas de regulación: el moral, el cultural y el legal, y obviamente que exista
una armonización entre ellos.
Vale decir, que para que estos planteamientos funcionen es fundamental e
indispensable que la sociedad entienda, conozca y acepte los planteamientos, el
cambio debe ser visible y reflexionable para que con el consentimiento de la misma
se transformen algunos patrones de interpretación o de conducta. Por ello es tan
importante la inclusión de la sociedad, porque la transformación cultural debe salir de
ella misma y no a las malas sino a través de la reflexión y la toma de conciencia. Un
cambio cultural por métodos no violentos, por la fuerza de los argumentos.
42
4.2 LA CINTA DE MOBIUS54
Según el plan de Gobierno de la segunda Administración Mockus para Bogotá 2001-
2003, “Bogotá para vivir todos del mismo lado”, la cinta de Mobius se define de la
siguiente manera:
Aunque en cualquier punto de su superficie parecen haber dos lados, la cinta tiene en realidad una solo cara. Si uno toma un lápiz y hace una línea, volverá al punto donde comenzó sin levantarlo del papel. En Bogotá queremos llegar a una situación similar: que si bien puede haber polarizaciones sobre aspectos puntuales, las diferencias ocurran en un contexto de grandes acuerdos. La cinta resume el ideal de materializar una visión común desde nuestras diferencias una bajo la cual estemos todos del mismo lado.55
Luego de varias experiencias simbólicas con la aplicación de la cinta de
Mobius, su significado ha dado resultado. Cuenta Mockus que en sus equipos
siempre se ha utilizado la cinta como guía de trabajo: en sus dos rectorías, en sus dos
alcaldías y en su matrimonio. Precisamente porque tiene dos caras, globalmente una
sola, localmente dos bordes. “A veces la vida da con el tiempo, a veces el
conocimiento da para descubrir en qué sentido estamos del mismo lado”.56 Es una
metáfora de la inclusión, es un antídoto simbólico para la guerra total donde se quiere
desaparecer al otro, en tanto que los seres humanos, en este caso los colombianos,
debemos entender que así puntualmente tengamos diferencias (oposiciones),
globalmente existe un espacio para los acuerdos, y ese espacio es el que hay que
buscar. Por ejemplo, el caso más visible en Colombia es la cultura, porque localmente
tiene una lógica excluyente, hay diferentes posiciones (diversidad de costumbres,
acentos, religiones, razas, etc.) pero globalmente no, es una sola cultura colombiana.
Antanas recoge el significado de la cinta de Mobius gracias a los estudios
realizados por el antropólogo Guillermo Páramo quien hizo un estudio sobre los
Tucanos en el Amazonas. Los Tucanos tienen una noción de espacio y tiempo
diferente a la nuestra, para nosotros esto puede verse representado en la Cinta de
Mobius. La anaconda, serpiente de los Tucanos, tiene un adentro y un afuera que se
integran. Si uno corta la serpiente a lo largo, se tiene una Cinta de Mobius, si se corta
a lo ancho, se tiene una cinta con dos caras definidas, un anillo. Esto les permite a
54 Ver Anexo 2 55 Ver Mockus, Antanas. Bogotá para vivir, 2001. Contraportada 56 Entrevista a Antanas Mockus, 4 de Junio de 2007, Corporación Visionarios por Colombia. Documento en Audio.
43
ellos, en su estructura espacial y temporal, ser localmente consistentes y globalmente
inconsistentes. Imagínense ustedes una sociedad polarizada que intenta tomar de los Tucanos el modelo de la Cinta de Mobius para decir: las confrontaciones son objetivas, las diferencias entre qué se debe hacer y qué no se debe hacer son nítidas, las tomas de posición sobre una serie de temas deben ser claras, y sin embargo, nos corresponde reconocer que en un sentido muy fuerte esas diferencias son locales.57
En algún momento, cuando en Colombia entendamos la representación y el
significado de la Cinta de Mobius, a través del conocimiento, se podrá salir a lo que a
simple vista parece ser otra cara de la cinta, sin haber cambiado de cara y se logrará
una sociedad de grandes acuerdos sobre una base legal respetada. Sin embargo, no
hay que preocuparse, “a la humanidad le costo mucho trabajo entender que lo que
era localmente plano era globalmente esférico”58, la tierra/globo terráqueo.
57 Ver ESAP. “Discurso Inaugural”. En El nuevo nomadismo científico, la perspectiva latinoamericana, 1998. p. 26 58 Ver ESAP. “Discurso Inaugural”. En El nuevo nomadismo científico, la perspectiva latinoamericana, 1998. p. 26
44
5. CONCLUSIONES
“Los Visionarios actuamos en el aquí y ahora pero con visión de largo plazo”
Antanas Mockus
Por medio de esta investigación se ha podido demostrar que el resultado de la
construcción política de los símbolos en el contexto de cultura ciudadana ha sido un
éxito, tanto en Bogotá como en diferentes partes del país. Por lo tanto, puedo decir
que es posible construir una propuesta política pedagógica basada en símbolos en un
contexto de cultura ciudadana a nivel país. Sin embargo, hay que tener en cuenta
algunas observaciones.
Se dice construcción política de los símbolos a aquellas representaciones
que lograron cambiar comportamientos ciudadanos no adecuados y que su acogida
logró un espacio en política pública dando como resultado una estrategia del Plan de
Desarrollo Nacional. Esta construcción política se crea a partir de principios
enmarcados en un contexto específico, que si bien se aplicó durantes las dos
administraciones locales, aún sigue vigente.
Los principios de cultura ciudadana resignificaron y llenaron de significado
los símbolos, además de que estos tenían como necesidad el reto pedagógico. Como
se dijo anteriormente, y como Antanas mismo lo dice, los símbolos no tendrían la
misma acogida que tuvieron si no persiguieran la idea de educar y enseñar a los
ciudadanos ciertas normas de convivencia. El símbolo no persigue un interés propio
ni esta encaminado hacia la búsqueda manipulada de un fin, no es una estrategia, por
el contrario, el símbolo, para Antanas, es la herramienta que facilita la comunicación
y el conocimiento de reglas comunes positivas para toda la comunidad. El símbolo
como herramienta pedagógica. En otras palabras, la utilización del símbolo es la
forma de hacer los argumentos visibles para que los ciudadanos comprendan las
normas, sus beneficios y su utilidad.
Por otra parte, en el transcurso de la investigación se pudo visualizar
ventajas y desventajas a la aplicación de este modelo como forma de hacer política en
Colombia. Sin embargo, a pesar de ciertas dificultades y ciertos cuestionamientos
sobre la viabilidad de esta propuesta en la práctica, y a nivel país, se puede decir que
sería una gran evolución política y una gran oportunidad para la sociedad colombiana,
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poder contar con ideas y principios como los que se plantean en cultura ciudadana,
además de contar con un maestro como Antanas Mockus.
Uno de los problemas que se pudo detectar a lo largo de la investigación es
el hecho de que el Discurso de cultura ciudadana, y su representación a través de
símbolos, está directamente relacionado con Antanas Mockus. A largo plazo y aún
hoy en día se ve la dificultad de ejecutar diferentes prácticas en diferentes
regiones/ciudades.
Tuve la oportunidad de realizar la pasantía en la Corporación Visionarios
por Colombia y pude visualizar esta dificultad, pues en la mayoría de proyectos que
se llevan a cabo la importancia de la participación de Antanas es vital, no porque sea
el único que sepa sobre cultura ciudadana sino por lo que él, como persona,
representa. Ahora, el hecho que cultura ciudadana poco a poco se vaya conociendo a
nivel país es una gran ayuda, sin embargo, es necesario despersonificar el Discurso en
Antanas, al punto que todo el mundo pueda enseñar cultura ciudadana. Hay que
empezar a ver a Antanas como un profesor que espera que sus estudiantes algún día
lo superen y estén en la capacidad de enseñar mejor que él el proyecto de cultura
ciudadana.
Por otro lado, muchos se preguntarán si este Discurso, el de cultura
ciudadana representado a través de símbolos, funciona en la práctica. Tengo que
confesar que ha sido el punto más crítico para resolver a través de la observación de
resultados y a través de grandes compañeros de Antanas que creen en el proyecto y
lo ven como una salida. Hay que tener cuidado cuando se dice que porque funcionó
en Bogotá puede funcionar en el resto del país. Sin embargo después de varias
discusiones llegué a la conclusión, que los problemas de convivencia son difíciles de
unificar59 y no son de carácter universal. Esto no quiere decir que no se pueda
implementar, ya que el punto clave que persiguen los símbolos en el contexto de
cultura ciudadana es identificar, aceptar y respetar la ley como mecanismo de
regulación común. Aún más complejo es el punto en que el significado de los
símbolos genere una cultura de la legalidad donde las personas cumplan
voluntariamente con la ley, pero no es imposible. Antanas diría, crear una cultura de
la legalidad moralmente válida para todos.
59 Me refiero a difíciles de unificar por el hecho que Colombia es cultural y étnicamente diversa y se podría pensar estos como un obstáculo para la implementación de la propuesta a nivel país.
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Teniendo cultura ciudadana en el Plan Nacional de Desarrollo es un gran
avance ya que es posible que a nivel local, cada ciudad de acuerdo a sus condiciones,
características y necesidades pueda implementar sus propios proyectos. Se mencionó
cómo la mayoría de ciudades que le han apostado a cultura ciudadana han optado por
enseñar a la gente a través de símbolos y ha sido un éxito.
Por esta razón, así Colombia sea un país culturalmente diverso es viable
apostarle a cultura ciudadana representada en símbolos. Por ejemplo la solidaridad, la
confianza, la tolerancia y el sentido de pertenencia son valores culturales que van más
allá de la diversidad cultural y étnica, y estos valores son representados en la
simbología Mockusiana encaminados a la generación de convivencia. Hay que tener
presente que el carácter pedagógico de los símbolos es fundamental para generar
cultura ciudadana y generar conciencia sobre la ley. La pedagogía siempre será
importante y será un mecanismo de transmisión de conocimiento fundamental para
el ser humano tanto en Bogotá como en Amazonas, tanto en China como en
República Checa, además de ser un mecanismo transparente y práctico para el
ejercicio de la política.
La propuesta de cultura ciudadana a través de símbolos como herramienta
pedagógica es una opción a mediano y largo plazo. El contexto que vivía Colombia
en las elecciones en que Antanas fue candidato presidencial era crítico, la gente
necesitaba un Discurso que llenara el vacío y la decepción que había dejado la opción
de diálogo con los grupos armados. Un Discurso que representara el cansancio frente
al conflicto. Ese Discurso indiscutiblemente era de mano dura, de acabar con el
conflicto vía militar, sin concesiones, y como Antanas mismo dice, él no se le mide a
eso, él no se le mide al todo vale con tal de acabar la guerra. El Discurso de Antanas
no tuvo acogida en este contexto porque sus propuestas requieren de un proceso.
Sus propuestas no son mediáticas, por el contrario, son propuestas que generarían
resultados a largo o mediano plazo, pero con resultados contundentes, arrancando el
problema de raíz.
Mientras en Colombia no exista una cultura de la legalidad, no haya
solidaridad para corregir a los demás ni conciencia para autorregularse, cualquier
política será mediática, será política para apagar incendios60.
60 Digo apagar incendios para representar simbólicamente aquellas políticas inmediatas que resuelven problemas urgentes. Como se dice en argó popular: primero lo importante, segundo lo necesario y por
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Discutiendo con Antanas, él se ve representado en el cuarto escenario de
“Destino Colombia”. Destino Colombia fue un estudio realizado por diversos
sectores de la población colombiana, desde empresarios hasta grupos armados. Estas
personas se reunieron en 1997 durante catorce días para imaginar los posibles
rumbos que podía tomar Colombia los siguientes dieciséis años. Son en total cuatro
escenarios y proféticamente se han vivido tres de ellos. Actualmente estamos
viviendo el tercer escenario, “Todos a marchar”, en el cual se dice que la salida militar
tiene grandes costos. Estos costos no fueron identificados por el afán de encontrar
una salida y pensarla como única respuesta a lo que estábamos padeciendo y
precisamente, esta falencia es la que le abre paso al cuarto escenario. No estoy
diciendo que no fuera necesario un mandato firme, sin embargo sigo creyendo que la
salida, contundente, está desde la base social, transformando la cultura (recuperando
valores fundamentales) y educando a la gente.
El cuarto escenario se denomina “La Unión hace la Fuerza” el cual se
explica en la siguiente cita: Desde la base social se inició un esfuerzo que se tradujo en profundos cambios en la mentalidad individual y colectiva, se trataba de modificar una vieja manera de ser, gran causa de nuestros males, la inclinación a trabajar divididos; descubrimos nuestro verdadero recurso, el que logran el respeto de las diferencias y la fuerza de la unión.61 (…) Es una práctica enraizada en la cultura popular que cada vez comprueba que hay una fuerza en esa aceptación de los otros como son, con sus diferencias porque estas son riquezas que se ponen en común y que le dan solidez a la vida de la sociedad. También han descubierto los colombianos en estas tareas comunes, que los intereses compartidos y las tareas que se cumplen con el concurso de muchas manos, los fortalecen, porque más que las armas, o el dinero, o las leyes, a las sociedades les dan vigor los sueños, los trabajos y los logros puestos en común.62
Con todo lo anterior queda evidenciado que La filosofía Mockusiana utiliza
los símbolos para construir una nueva propuesta de hacer política en Colombia como
herramienta de los procesos pedagógicos. Esto implica una resignificación por medio
de las acciones comunicativas (debate, argumentos, en este caso visibles), lo cual
tiene como objeto cambiar imaginarios sociales respecto de la forma de hacer política último lo urgente. Eso quiere decir que estas políticas no resuelven el problema de raíz, sino son soluciones inmediatas, a corto plazo, que no dan espera por que en el momento en que el problema era importante no se lo atajo y creció hasta volverse urgente. 61 De Mosquera, Inés. “Destino Colombia Proceso de Planeación por Escenarios”. p. 8. Documento Electrónico 62De Mosquera, Inés. “Destino Colombia Proceso de Planeación por Escenarios”.p. 20. Documento Electrónico
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a través de prácticas discursivas no tradicionales, y transformando a su vez la cultura
para que de cómo resultado una cultura política de consenso, acuerdos y confianza.
Solo me queda por decir que esta Monografía más que argumentos teóricos
tiene argumentos prácticos, pues gracias a la oportunidad de realizar la pasantía junto
a Antanas pude visualizar más de cerca las ventajas y desventajas de esta propuesta
política y darme cuenta con mis propios ojos que se le puede apostar a este proyecto.
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Documento en Audio.
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Comunal Distrital DAACD durante la primera Administración Mockus. Realizada
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Entrevista a Ricardo Montezuma, Director Fundación Ciudad Humana. Realizada en
Bogotá, 2 de Febrero de 2007.
Entrevista a Jorge Hernández, Coordinador para asesorar y acompañar la implementación
de un programa piloto de valorización en el proyecto Corredor Cultural y
Ambiental Río Cali para Corpovisionarios. Realizada en Bogotá, 4 de Abril de
2007.
Anexo 1. Símbolos utilizados durante la vida pública del Profesor Antanas Mockus. Desde
la Universidad Nacional hasta su última alcaldía de Bogotá.
Anexo 2. El símbolo de la Cinta de Mobius.
Anexo 3. Gráfico: Reducción en el número de homicidios en Colombia 1974-2003
Estadísticas Políticas Públicas
Anexo 4. Gráfico: Ahorro de Agua en Bogotá 1994-2000
Anexo 5. Gráfico 3: Cultura Tributaria en Bogotá 1991-2003