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Sobre razasVesencoasmosDIEGO QUIROGA
RESENAS
La identidod perdidode los ecuatorianosEDUARDO KINGMAN
Democrocia civicomntor 0 los tentocionesdel coderTI BISAY LUCENA
La ecuotonooiocoexiste en un paisheteroqenecJORGE ENRIQUE ADOUM
Indigenistas. indios eideologios roccies ener EcuadorKIM CLARK
Representoclones d egente negro en 10Revista VistazoJEAN MUTEBA RAHIER
IDENTIDAD
ENSAYO
FRONTERAS
RACISMO EN EL ECUADOR
Resenos bibliogr6fic os:
- Homo ...oeos: Ia soceooclelediri9ida
-uoeronon tcocces- Mu;eres conlrocorrienle.Voces de soees incftgeOOS
Opinion cccacc ycomunidad coancoVIRGINIA GARCIA
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INDICE
COYUNTURA
La descentralizoci6nen el Ecuador dehoy: sus alternativasFERNANDO CARRION
Del nocoso de 10movorio a 10debacle del EstadoFELIPEBURBANO
La economic sin<umboDIEGO BORJA
Explomndo en unogujero negroFRANKLIN RAMIREZ
Violencia VseguridadciudadanaFREDY RIVERA
EI efecto mitol6gic ode la teoria de iacultura de pobfezaMARCELO BONIUA
Los cloves para erfuturoGERMANICOSALGADO
ACTUALIDAD
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N' 7. - Abril, 1999
Los aniculos qua $8 publicanan ta rav;sta SOIl da exclusi...a
responsabilidad da susauto<es. no ,ellejal1necesanamente el
pensamiento da ICQNOS
EDITOR IeONOSFaJPE BuRBANO DE lARA
REVISTADEFlACSO· ECUAOOR
Di""1:i",, : A.... UlpiallO P.>cz
118 t Par,ia " '",elHonoo: 232.(l29
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h : S66-139
E_Mai.' , roords2@hoy,net
H ACSO ECUADOR
CONSEJOEDrroRlAL
HANS ULRIOl BuM;~RFER~ANOO CARRION
MARIAFER~ANDA ESP1NO$ACORNEuo MARCHAN
FEUPE BuRBANO De LARA
DIRECTOR FLACS().ECUADORAAo. FERNANOO CARRION
coeorroa !CONOSSEBASTIAN MANTTLLA BAeA
rtOOUCOClPl' flACSO· ECUADOllDllENo: K&T Ed;,,,,,,, e,M,cos
1MPIIlION, Edimp"" S.A
ICONOS dWa,ku' l'I aU'fli<iude ILDIS y"Fundaci6" ESQUn
ICONOS
PoItada: cancatura Javier Bonilla
~r--------------
Explorando en un•
aguJero negro
queados, dC$viados, 0 gascososde IQ formaciones politicas realmenle exislenles; las miradas sabre Ia pcbtica y SU$ expresionesinslirucionaks se han elaboradosobre Ia certeu de que ellistiriaun patr6n pK-eonstituido pan! suevoluciOn. las fonnaciorles pollticas de cccidente, asociadas alos ideajes de la modemidad (racionalidad instrumental, autonomia de voluntad, validez de losdiscursos, representacion, emancipaeion, igualdad. libertad, etc.jS O D ele vadas como referenresempiricos y teOricos de 10 que ennuestrcs palses deberia censolidarse. Las especificidades de laregion son esrudiadas en muchoscasas mas como desviaciones de[a norma que como expresicnessingulares 0 modalidades alternativas de la practica poliuca.
A la luz de esu idea, en esrecnsayo prctcndo efectuar un analisis crinco del usc del conceptcde "culture politica" desplegadoen buena parte de trabajos sobrela cuesuon democralica producides en et pais duranle la ultimadecada, eon la sospecha de queen ellos se recrea, precisamente:al una vision Ieleologica del problema; b) una uli lizacion masnormauva que anahtica de la ca-
caudillismos frente a la l'1lCionalidad politica de la democracia _que al final se podrian reducir ala idea de que existiria un "estado incomplete de formacion de[a necee". Ahora bien, la mismaobjecion puede plantearse a eaefactor conclusivo: .:.por que razonnuest ras sociedades resisten acornplctarse en una forma acabada de nacion? (cfr. 1991).
La idea es retevame para roner en discusion una de las conclusiones analiticas que con masrecurrencia se ha construido sobre ct problema de la democracia, la nacion 0 el esu do de losparses de la region: resulta queen ellos se veriflcan formes inacabadas, "a medias", 0 incomplelas de democrecia. nacion yEstadc: procesos truncus. blo-
1. Preguntas iniciales
as senes pruebas porlas que actualmentealnview! las democratin de los palses deAmerica Latina, sobn:todo aq uc: lIas que admmist ran $ U$ ecc nc
mlas du de los csquc: masnecliberates, han heche que granpane de la investigation social ypolitica desplegada desde mediados de la decada pasada se centreen el problema de gobcmabilidadde nuestras sociedades y de suscondiciones para consclidar, profundizar y radicalizar la democratizacien.
Hace algunos afios. relata Sanchez Parga, cicrto investigador,al interrcgarsc sobre Ia gcbcmabi lidad de la sociedad. se planteab a una se rie de hipotesis :contradiccion entre demandas sod ales y modele eccnomico dedesarrollo; distancias sccioculrutales entre sociedad y Estado;peniuencias de popu lismos y
Hacia una crmco de lasvisiones daminantes sabre 10cultura pafitica en el Ecuador
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tegcria exarninada: y. c) una escase aproximacion anrropologica-ctnografica.
Para cllo, en primer termino.revisare algunas de las argumentacioncs recurren tes respecto dela caractcnzacion de la culturapolitica en el pais para lucgo ensayar observacioncs teorico-merodologi cas acer ca de susdebilidadcs. Finalmente, expongo una aproximacion bastantc infl uenciada por la antropologiapost-estructurahsta para re-pcnsar la unhdad investigativa delconcepto.
Cabe advertir que. en 10 fundamental, procurare no discutirlos argumcntos contcmdos enlascaractcrizaciones de la culrurapolhica del pais -es decir que nobusco discutir accrca de la validez, precision, y verosimilitud delas represcntacioncs de esta; elpresen tc ensayo apunta a cucstionar mas bien las modahdadcs. estratcgias anallticas 0 eproximacioees intelectualcs con las quese ha utilizadc tal concepto.
Aunque este ensayo no es exhaustivc en la revision de autoresy trabajos subre el tema, crco queda euenta de una tendencia analitica dominante en la aproximaciOnal problcma de lademocraciay la cullUra politicaen el Ecuador.
2. Vias de an.iJisis
Los estudios producidos enel Ecuador a 10 largo de la decada que lermina han apUnlado , e n gran parl e . a ladiseccion de las fonnas en quese ba viahiliza do eJ proyeclodemocnitieo cn euanto marcopolitico para la eonvivencia einlegracion so cia l. En todosellos se evidencia que la democracia en el Ecuado r aun esuna larea por cumplir. tal vez,la mas urgente y compleja parael proceso de consoli dacion
socio-eccncmica del pais.Se podrta plantear que los
analisis que se ban des plegadnpara la comprensi6n de la "incompletud" de la democracia enel Ecuador estan direccionadosen tomo ados ejes teorico-rnetodclogicos que, por 10 demas. enmochas ocasiones apenas dialogan entre si:
a) un enfasis en la dimensioninstitucional de la dcmccracia .En este case, el problema deldeficit dcmocratico radicarla enla fra gi lidad de las insti fucicncspuhlicas, en una normatividaddcsprclija, incapaz de consolidarrcglas de juego de caracter vinculante para todos los actorcs(2). Seg un tales intcrpretaciones, la consolidacion de las democracias de la region pasa poruna recomposicion insritucionalcon miras a procurar una gcstionpublica efl ciente acorde con lasnuevas exigencias del modelede desarrollo basado en los procesos de integracion y liberalizacicn economics. Ello cquivalea poner er ecenro en la busquedade mejores rendimienlos de lacapaci dad de gobierno de lossistemas politicos (3), sin perderde vista el componente representalivo de la demoeracia. 5etrala en suma de descomplejizarel proceso de toma de decisionesdel sistema poli tico.
De am que Ja nocion de gobemabilidad estc asociada con laconsolidacion de las organizacio-
nes, procedimientos, normae comunes, etc. que sean reccnocidasper rodos los actores relevantesdel sistema. Se tra ta de prestaratenci6n al grade con que las relaciones eserategicas obedecen aformulas estables y mutuamcnteaceptadas: fo rmulas para procesar conflictos, demandas y reivindtcaciones de todos losactcres sociales intcrpelados peret ordcn polit ico. Se puede apreciar una tendencia clara a delimitar el problema de lagobcmabil idad a una situacion enque las insutuciones y organizaclones estatalcs son capaces deimplementar de manera exuosa yesrable sus planes y pollncas. 10gra nde asi una razonable propercion de exito en sus obje tivosexplicitos. EI alcance de talesmeres debe scr fijado a parti r dela disposicion de regfmcnes normativos coherentes. eatables yconsuuidos socialmcnte per losactores relevantes de delerminada unidad nacional.
b) Una corrienre de argumentacidn orientada a tratar el proble ma de la consolidaciondem ocratica lo mando co moprincipal factor explicativo lacul!ura poli ti caexislenle en cI medio. Este nive l derefl ex ion a lude acomprender la relacion cnlre un regimen polit icote ndenci a lme nte
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Ecuador han estado direccionados entomo ados ejes: el institucional yel
de la cullura politica
,cONosl 47
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demccraticn y Ull coojunto devalores. rcprescntacioncs y pracficas sobre la politica que no babria asim ilado 0 incorporadoestc nivel normative.
En otras palabras. cl problemade la consolidacion del ordcn demccranco sc expficaria ya nodesdc cl tipo de instuucioncs ynormas para 13 gcstion publicaeficicnre del orden pol itico. sinopor un dcsfase entre los valcresmovilizados per los 5UjelOS politicos en sus practicas y "el npo devalo rcs politicos que rcquicrc ladcmocracia para operar con rclativa normalidad" (Burbano deLara, 1998:4), entendida esra enlas funcioncs que el discurso normativo de 13 politica modema lc
demanda. Es dccir, habr ia unamarcada imposibilidad por panede los aclorcs polit icos locales deasumir los comporlami~ntos yvalores polilicos y cultur<tles propios dc la modemidad en el capitalismo.
3. Las lamentaciones
En vista de que la rell exionque se desarrolla en eSle ensayosc moviliza d~"T1 lro de la scgundaarisla analilica descrila, es conveniente realizar algunas puntualizaciones adicionales sobre lascaracleristicas tcaricas, metodologicas y, en general. sobre los resullados producidos por la lescsludios "cuhuralislaS"(4).
Asi, parcccria heber una suerte de consenso latente entre talesestudios en cuanto a considcrarla cultura politica ecuatoriana como un obstaculo para la democratizacicn de Ia sociedad (5). Setrata de argumentos que ticndena comraponer los avances en laelaboraciun de los contenidos . laconcepcion y c! discno institucional de la dcmocracia -sobrc tcdodesde el retorno al Estado de Derccho en 1978- con un sustratosimbclicc y cultural reacio a adccuarsc a los imperatives cncos ypragmaricos que dicho marconormative dcbcria impcncr.
En efccto . uno de los rasgosmils dcsracablcs de las rcllcxioncs sobre cuhura politica rcaliza-
des en el pais ticnc que vcr conuna rccurrentc caractcnzac ion deella en terminos de rcprescnta cioncs y rclacioncs sodales quelenninan por obstaculinr 0 conlaminar cualquie r avancc en laconfiguracion procedimenlal delsislema polil ico impcrante. 1::1ar·gumenlo puede ser resumido enIus siguienles lemlinos: la cl,hurapolilica no se rige ni coincidecon los "valores" exprcsados enlos marcos insliluciona1cs vigenles, de eSla fonna, las praeticaspoliticas de los ciudadanos llevana la polilica a una suene de "masallf" un terreno indcfi nido. delos marcos nonnal ivos propueslOSpor cl orden democratico. Es·Ie "desajuste·' (cfr. Burbano de
Lara, 1998: 4) 0 "cuntradiccion'tPachano. 1996a y 1996b: 73-74)ticnc como cfccros. una consrantc rnformalizacion de la polltica,y una carcnciu de lcguimaciondel orden con stitucional democratico y de! Estado. en sus valeres y sus pragmaticas (ibid.).
La cuttura politica aparcc e enestes rclatos como un obstaculo.como algo que cjercc un bloqucosistcmarico al "normal" fcncionamicntc de las insntucioncs democraucas. EI problema de lagobcmabilidad dcmocratica queda rcducido de csta fonna a unasucrtc de inadccuacion entre losmccanismos "modcmos", "racicnalcs" y "tccr ncos" de adminisrracion politica de In social y lasrcprcscmacioncs y cjcrcicios condianos de la poluica todavia aneludes en valorcs tradicionalcs.Estamo s trcmc a una vision"ccntrcntacionista" entre cl sistema/regimen polilko y las dccodificacioncs culturalcs que de CUllS
se haec en las practicas poiiucasde sus principalcs mcntorcs y engeneral de roda la ciudadania.
Una conclus ion. general, deeSlOS estudios plantca que la distancia entre estes <los componcntes de la democ racia hadcgencrado en una cscastsimaparticipacinn pclitica de la "sodeda<l" en la vida demllcraticadel pais: el pueblo no habria par·licipad,) en la proclamacion de ladernocracia ni en sus sucesi\asreconstiluciones. 1.:1 Ecuador noliene ciudadanos (Sanchez Parga,1991), no t i ~'1lC "s~lC i edad civil"(Pachano. 199bh). no existe par·licipacion polilica.
La fomla "ciudadano'" requiSilO insalvablc cn la tarea de formar un reg imen POlilicodemocnilic o, se arguye, nu habria crislalilado en la socicdad~'Cuator iana: cl tejido social delpais cstaria consliluido mas bienpnr "fomlacinncs pre-societales
o prc-politicas asociadas eon elprcdorninio de corporahdadcscomunales, grcrmales, asocia tivas que ocultau y dcforman unacxprcsion individual" y auto-rcIer ida de 10 politi co (efr Sanchez- Parga. 1991 :48-49). Losmirnmos nivclcs de participacionde la poblacion civil en los canales institucionalcs fi jadus para clcjcrcicic dcmocratico de la polirica (In ya mcncionada informalizaeion de la dcmocracia j. ladcformacien de los mccanismosde reprcscntacion politica bajo laligura de relacioncs clicmclares 0
caudillisus . la indifcrencia. pasividad 0 desencamamicntc eadavez mas accmuados pur los problcmas pclincos publicos que enfrentan los gcbicrnos de tumoson. entre otros. algunas de lasexprcsicncs con que sc ha veriflcado la carencia de ciudadaniasmodernas-dcmocraticas.
En suma, cstamos frcntc a unavision "ncg ativiznda" de la cultura pollrica vigcnte: Simon Pachano concluye que en el paisextse "una cultura politica queno lcgra cxprcser idenndadcs colecuvas y que no se plamca como objenvo la consntucicn deun orden consens ual" ( 1996b:77); Felipe Burbano. por su parte. seiiala que ""( I)os limites dellibcralrsmo dejan como huella enla cultura polit ica modcma ~'Cua
toriana, la auscncia de una nocion fuene, clara. incontrastable,de igualdad ciudadana" (1 998:16). AI margen de considerar eIaleanee de estas intcrpretaciones,resulla bastante problcmatico encarar la caraeteri7-1lcion de delerminado objeto 0 prob lema decstudio, reitcradamente, en terminos de aquellos clementos queno posee. Pareceria ser que, enlugar de preguntarse por las particularidades de las expresioneseulturalcs sobre la politica, sc lasevalua en funcion de un "mas
ana" previamente fijado y que,scbre lode , aparcce como unameta emcae ineludible.
De esra forma, la cultura polltica existente qucda carecterizadacomo un espacio donde abundanenclaves anu-insmucionalcs. preciudadanos. no-Jeguimantes. poco pa rtic tp.at ivos, es deci r.anti-dcmocraticos. Quisiera argumentar que este tipo de aprc ximacion impide otorgar senridospropios a la cultura pclltica local,y asi, la vacia de cc ntcnidos y
bloquea la ccnstruccicn de unavision desagregada de sus estructuras intemas. De ahi que, comocfecto discursivo de los relatosconsiderados. la cullura politicasea entendida repetidamente como un terreoo baldio que deberiaser afectado 0 scmbrado con losvalores de la inst itueionalidaddemocr:il ica modema.
Este procesamiento hace que.ante nuestros ojos. la cullura poIi lica aparezca como una suenede agujero negro: todas sus cualidades son delinidas en el ambitode las carencias, de las auscncias.de los bloqueos, de las fracturas.Bajo esta mirada, los valorcs imperantes cn las democracias occidentales modemas son asumidoscomo necesidades biisielL~ 0 pres-
cnpcic nes ineludibles para laconsofidacion de los sistemas poli ticos locales.
No se trata de ncgar la posibilidad 0 la nccesidad de que entreel sistema polit ico y cl ambito dcla culture polhica cxista n puntosde iruerscccien 0 de que inclusosus desarrollos convc rjan haciaun mismo fin . sino de advcrtirlas dificultades que esre npo devisiones. que rayan en los limitesdel evcluciomsmo. ricncn a Iahera de ensayar n abajos de invcstigac lon mas cxhausuvos.Trabajar denrro de un marco interpretativo como et dcscritoaqui encicrra et pcligro de mirarde forma pre-juiciada y csqucmeuca a tos valcrcs y prdcuc asde los actores socialcs y poliucos en sus relaciones con la csfcra de la pol itica.
La recurrencia en una dcscripcion que vacia de ccntenidosprcpios, aflrmativos 0 posinvos.y de racionalidades diversas. alas culturas politicas del pais, dejaria cmrevcr el prcdominio deuna lcctura umvoca y poco pluralde las difcrcntcs esirategias conque los sujeto s socialc s opcranen el ordcn institucional y cn elmundo de la vida.
En decto. tal y como cl concepto de cultura poli tica ha sidoutilizado en la mayoria de trabajos efectuados en el medio, sepu~'dc conduir en que sc preseota mas como una categoria conun claro linte nomlativo -asociado a la imperaliva cooslruccionde uoa cullura politiea democnilica- que como un instrumentoanalitieo para suscitar reOcxio·nes exhaust ivas sobrc las reprcse ntac iones de la cucstiondemocnitica.
Lo anterior haec que no resul te difi cil percibir la constitucionde un tono de lantcntacion y noslalgia. en los rclatos de los sociologos Y poli t610gos del
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ICONos l 49
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medic. por esccnarios dcmocratico-modcrnos de otros lugares yticpos. En efcctc, mas que explicacioncs elabcradas sobre loselementos constitutivos de 13 democracia ccuatcriane. tcngo laimprcsi6n que los esrudiosos dellema han montado un tipo dediscursc qucj urnbrosc y dcsgarrador sob re los ava ta res denuestro s istema politico.
4. EIdeshuesamiento
Con mires a tomar distanciade los marcos conccptuales sobrclos que reposan cste npo de reflexiones en torno del problema deIs cultura polltica , es necesaricprecisar deltas ccnstderacionesadicionalcs sobre sus proposiciones teorico-metodclogicas:
a) el concepto de eultura politics cs escasamente elaborado. yacotado (6): si bien reconocemosque en general se trata de una catcgorl a gascosa y basrante indctcrminada, sc ebscrva dcmasladoen fasis en su nivcl "actitudinal' 0
valorico. Es ilustrativc referirsc ala forma en que Oswaldo Hurtadodefine cl concepio: .....el conjuntode actitudes, creencias y sentimientos que dan significado a unproceso politico. proporcionando.Ie los supueslos y normas queorient:m el gobiemo de una socie·dad" (\994: 107.). Como se puc·de vel', el ambito de las pnicticasde los diversos actores sociales atravcs de las que toman forma lossustratos simbolicos con que serepresenl a al sistema politicopnicticamente no existe 0 quedarclegado a un segundo plano.
El cstudio de Felipe Burb<!no,del mismo modo, aborda el pro-
bicma de la cultura politica unicarnente a traves del analisis delos "discursos del poder", a saber,un analisis de [a rctc rica producida pol'cicrtos ectores politicos represcntat ivc s -pre sidcmes,d tputados. intelectuales- de losmovimicntos liberalcs, populistesy, mas recientemente, mcdernizadores (las tccnocracias nee-consevadoras). Sin descartar del todouna entrada de este tipo, seriapertincnte para tratar de aproximarsc con mas precision al problema. preguntarse por Ia formaen que tales discursos son consumidos. actuados y resignificadospol' los sujetcs sociales a 105 cuales van dirigidos (eft. 1998).
No trato de oponer dicursos apracticas. creoque se trata de ambitos mutuamente eonstitutivos.Las eonstrucciones discursivas,las configuraciones linguisticas 0las enuneiaciones verbales sonpol' si mismas aetividades coneretas de los individuos; de ahi queun examen preciso de las fonnaciones cullUrales rcquicre de unadoble leetura: examinar tanto lasproduccioncs textuales de los ac·tores como eI regimen efcchvo defu ncionamiento de sus accionesdiarias (7).
En el mismo nivel de imprecision conceptual, parecceia inapropiado realizer una lcctura delconcepto en cucstion asociandolcindiscriminadamcntc con aquelde "vida cotidiana", como sc 10ha hec he en el trabajc de S. Pachanc (cfr. 1996b). Una homologacion instantanca entre las doscategories rcsulta problematicapol' cuamo la eategoria "vida cotidiana" abarca un conjunto dereprcscntacioncs y actuaciuncsque trascicndcn et campo de lapolitica.
b) En general. los trabajos reahza dus poncn en juego una visionen exccso sincrcnica de la culmrapolitica. No problcmatlz an lastensiones entre aqucllas rcprcsentacioncs y practicas de larga rnadu tacion y aquclfas deeluboracton mas rccientc. La relacion entre tcmatizacioncs connnuas y novcdosas eSla en generaleuscntc, 10 que rcdunda en un enfoque funcionahsta (8) de la cullura poltuca. Los procesos deformacion. las causalidadcs quedieron origcn a sus manifcstaciones actualcs qucdan invisibilizadas. POI' cjcmplc. cl cstudic deCarlos de la Torre (1 996) aduptacomo estrateg ia analitica la obscrvacion de las campafias clcctorates de lidcrcs populistas duranteun pcriodo muy acorado -concretamcntc la scgunda vueha electora l de 1996 y algunos acresproselitistas de 1992- y a par1ir dealii extrae conclusiones generalespara todo el pais. Esto dice mucho respecto de la auscneia de visio nes com para livas a niveltemporal y de sus consccucnciasa la hora de producir una visionpoco difercnciada de las tepresenlaciones subre la polit ica. (9)
c) En relacion con 10 anterior.cabria advertir que para el estudio del problema de la culturapolitica del pais se ha hecho muy
poco uso de una estratcgia cornparativa. La posibilidad de hablar en plural de las culturespcliticas, que a mi juicio es lamas apropiada. queda esrancadaa pesar de las diferencias regienales, urbano-ru ralcs, de gcnero.etoicas, economicas. generacionales e historicas que caracterizan a los diferentes actoresscciales y politicos. Podria pensarse que estes lectures esunpermcadas por la fuerza del imaginario de "10 nacional"; la ideade forjar un Ecuador homogenee, compacto, eflcazmente unificado, redunda en una visionunitaria de las expresicnes culturales sobre la pclttica.
Del mismo modo, la escasaatencien a la exis tencia de unadiversidad de cultu ras politicasse reflej a en una poca diferenciacion entre las practicas y discursiv idades de la clasc polltica yaquellas de los ciudadanos cornunes. En ciena forma, se podriapensar que la vision que se haccnsuuidc sobre "nuestra" cultura politica corresponde sobre todo a las reflexiones producidassobre las elites politicas (10), teniendo, por 10 demas, un cfectohomogenil.ante acerea de eslas.
d) Para la mayona de trahajosrealizados rC$uha pertinente ad·verti r acerca de su escasisimoaporte investigativo. Las reflexiones exislentes responden a ensa·yos auto· referidos, especulacio·nes de los autores, marcoslooricos acornpailados de hipOte.sis y preguntas explorativas (II).En eSle niveltoma cuerpo la difi·cultad de etiquetar como "culturalistas" a esle tipo de accesosanali licos, ya que, salvo casosconlados. como eltrabajo ya referido de Carlos De la Torre (1996).no se han producido trabajos investigativos depurados 0 amplioslevantamicntos inforrnativos so·
bre las practices y discursos delos sujeros sociales de fonna tal aespecificar las caracteristicas propias de [as cultures poliricas presentes en el medic (12).
Quisie ra destacar a continuacion que dentro de los trabajos eerertdos exis te un tipo deargumentacion que, como su principal atributo, busca tomar distancia de [as formulacionesanteriormente resei'iadas por cuanto enfat izan en la necesldad determinar con visiones teleologicassabre [a cultura politica y reivindican la urgencia de decantar lasracionalidades espectflcas conque los actores sociales se relacionan, consumen y significen e1 orden dcmocratico.
Tengo en mente, sobre lodo.los trabajos de Fernando Bustamante (1996 y 1997) Yen dettamedida la investigad on de Car·
los de [a Torre. Se trata de un tipo de reflexion con dis tintos rnarices: encara el problema de laeultura polltica buscando dctarlade significados propios. scntidoposltivos, ya no se la estudia como un campo en permanenteconflic to con el nive! procedimental del orden dc mocretico.No se trataria mas de un espaciode dcsfase, divorcio. contradicci6n 0 bloquec con respecto alsistema politico. Per el contraric,se prornueve la explcracicn delas estrategias, identidades y discurses presentes entre los acioressociales y politicos en su relac ioncon el mundo de las institucionesdc mccraticas de forma tal queaparezcan como su parte constitutiva y consrimyeme.
En esta vision, que peca tambien de ser sincrcnica, poco comparativa y -sobre redo en el casode Bustama nte- asemada en uncast nulo trabajc de campo, exislen algunos elementos para plantear una lectura altemativa de losavatares de la democracia ecuetoriana por fuera de su dimensionforma l. Asi, tal au tor advicrte quehabria que entender el problemade la cultura polltica sin asociar[aindiscriminadamente a los rendimienlos de un buen gobiemo~ ra·cional a su vez [igados a unconcepto normativo, n6mico de [avida publica" (l996: 145). La gohcmabilidad democratica aparccecomo un efecto sistemico, resu[ta·do de [as acciones de muchlsimagenIe pero no OCUTTe necesaria·mente porque la geme la busca expmfeso. Los objetivos y estrate·gias de los agentes humanos vanposiblemente por Oiro camino ,apuntan a [0 que podnamos lla·mar "objetivos particulares", [oscua[es estan regidos por deseos,necesidades y moralidades que flO
tienen por horizonte expllcito -yno tienen por que hacerla- el 10gm de melas nacionales "buena.~"
ICONGs l 51
-legitimidad. eficiencia, racionalidad, ordcn, etc. (eli 1997: 58).
Al ea tender que el problemade ingobemabilidad solo aparecesi uno se coloca como un cbscrvader pucsto en ellugar de (0
programado pon 13 "ratio universalista de la modcrntded" cuyoethos debe scr extcndido a 1000el s istema politico. Bustamantepropane que para entendc r clfuncicnamicntc de nucsira democracta es ncccsario investigar"esc mundo de ncccsidadcs, cstratcgjas y practices cotidianasqu e en su ruunario dcsplieguctienen cl cfccto acumulativc dehaccr diflcil la racionalizaciondel ruanda estatal" (1997: 51\ ).
Taltcsis parec e coincidir conla perspective del csrudio de Dela Torre, quien scnala que en lugar de sonar con un futuro en elque por lin se Ileguc a rmitar lasformas occidcntales supuestam~'1\IC racicnalcs y modcrnas dehaccr polltica. scrte convcn icntcpartir de las particulares caracteristicas de la cultura politica local; " 10 importantc es cstudiar 10que cs cspccifico a nucstra vetsion de la modernidad... en lugarde cspcrar que el progreso noscquiparc con las practices polincas de los paises democraricosoccidcntales", y no crear asi sistemas politicos supuestamenlemodernos y raci onales por lasimple promulgacion de teyes ydet:Tetos (efr. 1996: 14 y 75).
En sum a, es los auto res narran la idea de que Ius sujelospoliticos no desarrolla rian su vida colidiana y sus exp.::clativasy pr3cti..:as r..:specto de la POlilica cn los termmos esperados para un "normal" funeion amienlQde las inslituciones d..:mocrat i·cas. Se disuclve, a l menos desd..:sus co ns idcrac iones leoricas( 13), la idea de un tipo de cul lu
ra poBlica irradona!, anti-inslituci onal, pre-e iudadana. elc. ,
52 I ,CONOS
para tra tar de contem plar la ensus estructuras y re laciones internas propias. La repc tida desiderata por formaciones pollticasmodcrnas, racionalcs 0 eficacesqucda de eSla forma -al menosproblcr uarizada.
Al margen de asurnir si estesexplicacicncs son suficiemcs para emcnder la cuestion dcmoceatica en el pais, resu ltanpcrtincntcs per cuanto marcan un
importantc dcsplazamicnto argurnentativc -por fucra de las miradas evolucicnistas eon que sc hatratado cl rcma- que podria propiciar un acercerrncnto mas dctenido y d iferc tlciad o a lasmodalidades de expresion de laseulturas politicas del pais.
5. Culturas politicas:precisiones conceptuales
Los enfoques que centrall suat ellci6n en el prob lema de lacultura palilica tienen como caraeteristica y vcntaja comunes elbeebo de problematizar la sufi·ciencia a capac idad rea l de lasrefo rmas de ingenieria ins li luciona l tan dtfundida s en los acwa les re-disciios de los btados
de la regi,')ll , Con clio se quiered~'{; i r que debe prestarse mayor
atencion at hecho de que formasinstitucicnalizadas, cstablcs , racionales y univcrsalistas de gcstion publica so lo podrianllcvarse a cabo si cxisrcn lascondiciones idcologicas. valerativas y cticas que p.:mtitan a losciudadanos comuncs asumirlasen sus pracucas cuudianas (cfr,Bustamante 1996: 150- 157). Setrata de cstudiar c! pruyecto derransformacion politico en lenninos mas amplios y no simplemen te como una meraconjugacion de aruficios teemcos. juridicos y normativos.
No es cucstion de dcscartar cIanal isis insnrucional como basepara la cnmprcnsion del ordcndcmocrarico prcducido. sino delIamar la atcncicn hacia la busqueda tie lectures mas sohcassobre una cualidad de nucsuasdemocracies que tanto institucicnahstas como culturalistas corn pat ten. s! bien con dis tintosacenros: para los pruncros habriuuna crccienre distancia entre lasinstitucioncs puliticas y las cxpericncias y cxpccumvas socialcs.mientras que para los scgundoscsta disrancia cs visuafizada masbien en tctminos de una notablecontradiccion. alai punl'l de quelas culturas poltticas cxistcntesdesburdan, rcbasan y fracturan elideal democr:itico. En cualquiercasu. qu~'tIa ela ro que no es posible aburdar los proeesos dc reforrna institucional cn vigellcia sinindagar siml,lltancamente eI campo de la cullura politica. PeoraUll cuando los padecimicntosdel Estatlo y el actual fracaso delmodelo n<.'u libera l nos enselianlos limitcs dc la r"ciollalidad formal para c<lhesionar y tlar senaIcs de certi dumbre a la vidasocia l exclusivamente a partir dcla adm inislrad on burocratica 0del rnercadu. De alii que cstudiar
la cultura puHtica equivale a esludiar la producd6n de esa lrama
cultural sabre la cuat descansanlas institucioncs pchticas.
EI predmbulo teorico que pongo en jucgc a connnuacien nenecomo objctivo lIamar la atencionsabre dos aspectos: a) reconstruire interpreter la formacion de lascultures polhices existcntes obliga a poner en dialogo la memoriaque los actorcs socialcs guardansobre el sistema politico y las acmales representaciones/actuaciones en su torno: cs un lIamado deatcncidn para rccvpcrer una vision histerica scbrc cl csrado delas cosas: can Robert Castel, asume que el prcscntc no es solo 10corncmporanco. es mas bien unefccto de hcrcncia. y la memoriade csra hcrencia nos C1; ncccsariapara comprendcr y obrar boy. Sctrata de movilizar la memoria,como un cjcrcicic hcrmencutico,que implica volvcr al pasado conun interroga ntc que es actualmente el nuestro, la posibilidadde entcndcr [as angusrias de ladcmocracia, y escnbir el relatadel advenimicnto y las principalcs pcripccias de 10 actual (cfr.1997: 26); b) cxistc una divcrsidad prdctica y discursiva de ejcrcer [a ciudadania: cs cl mundo delas culturas pollncas dondc sc rccrcan distintas intcrprctacioncs ysubjetividades socialcs que estanen pcrmanentc conflicto y eompetencia politica.
Para empezar es convenientereali7..a r algunas precisiones coneeptuales en 10 re[ativo a la relacion entre el nivel insl itudonalnonnativo de la democrac ia y lalrJma cullural a ella asociada. Resulta de bas1ante uti lidad para ellotraer a coladon la dislincion queefcenia Norbert Lechner entre "lapol itica" y"10 pol itico" (c1i". 1994),
En primera instancia eabr iamendonar que estudiar la cuestion demoeratica implica da rcuenta de sus dos grandes dimensiones. a saber. una de caraeter
intrumcnral-pragmat ico -quc screfiere a su rendimiento comosistema de gobicmc y adminisrracidn sociopclitica- y la otra deindole cultural que elude al ambito de las reprcscntacioncs. discurses y pracucas con que elordcn dcmocrauco cs asumido (0no) como e laboracion so cialcompartida.
Asi. la esfera de "la poli tica"en tenninos generales tiene quever can los sistemas de rcpresentadon y aquellos de administracion publica. se trata de unambito en que sc tematiza y seprocura descomplej izar el proceso de toma de decisiones. (1 4)Par otro lado, "10 poli tico" sc Te
Iiere a las expericncias cotidianasde las personas sab re el ordencomun que eOllstituyen la materia prima de la eual se nutre lapolitica instit ucionalizada. Lopolit ico escapa a cualquier deli-
mcion substamiva y en su tomoes dificil fijar parametres definirives, sill embargo, "ta mpoco esun mero espacio virtual que pucde ser lIenado con cualquier contcnido" (Ardit i, 1993 en Lechner,15: 1994). La polit ico relacionala vida social con [a comunidadde ciudadanos, circunscribiendo[a constelacien siempre variablede elementos multiples que configuran et crdcn. Se rcficrc a lasrelaciones, mediaciones y propcrciones entre ambos niveles.de ahi que rcsulre diflcil su deflnicion. perc ignorarlo implicariaamputar a la politica y reducir clfenemenu democrauco a sus rnanifc staciones mas visi blcs . Esdecir. si se limitan las investigaciones a la politiea insntucionalizada se refuerza precisamcnte elcaractcr ccuno con que vicnc descnvclvicndosc y que ya ha sidecorrectamcntc dcnunciado (Habcrmas. 1992; Telles. 1993).
Entre la esfcra de "le politica", en cuanto practica insrirucionalizada . y aque tta de "10politico", entendida como el conjunto de formes en que imaginamos. vivimos y valo ramos elordcn, sc tcjcn un ccnjunto derelaciones de influencia reciproca: estc bace que tos universessimb6licos y las represemacionessuhjetivas que se construyen entomo del problema dcmocraticoesten ligados can el rceorrido delsistema polit ico, sus transformadones y continuidades: la eullurapolitica como produetora de laaccion politica. es decir, las institudones dependen de la cuhurapolitica pero tambien cOlltribuyen a fonnarla y modclarla (efr.Lechner, 1987: 9).
La nocion de cuhura poli tiea-a diferencia de la de opinion publica- a[ude a pautas eonsolidadas a traves del tiempo. rero, ala vez, la cultura politica incorpora permanentemente nuevas
tCTUAlIUAIl
IGONos l 53
54 I ICONOS
mterpretaciones de la realidad.Una de las dificultades de investigaciones que se diseiien al respecto, consisre precisamente enponderar la relacie n en tre laspautas esrablecidas, transmitidasmediante largos procesos de socializacion y las nuevas ofcrtasde interpretacion, aportadas por"prcducrores de sentido" de divena indole. (ibid)
EI enfasis en plantear una mirada -arqueologica" de [as cultures pollticas vigentes, entonces,alude al entendimientc de que enelias se procesan s tmultaneamente ternas, asuntos. 0 identidades con una larga data demaduracion. y topicos y formaciones culturales/imerpretativasde mas reciente origen. Las culturas politicas son produccionesdiscursivas y pracricas que sedimentan diverscs esquemasrepresentacicnalcs, en conespondencia -fragil 0 estable- conla evclucion del amb ito institucicnal dc la polltica. Los ejercicios refl exives que se inrerescnen cl lema deberi an indagar porta l proceso de scdimcntacion,con mires a detectar tanto las regularidadcs como las discontinuidades tematicas.
La reconstruccfon histcrica de[os significados y las modalidades de interpretacion del sistemapolitico -que de una u otra manera otorgan sedimentos legi timantes al orden democrat icopor parte de los sujelos socialesinvolucrados difereneiadamente
en cada contexte politico, constituiria un accesc metcdclcgiccprivilegiado para construi r uncampo analltico consolidado sabre el tema en cucstion ( I S).
Para desglosar la categoria"cuhura polfrlca", cabe sefialarque algunas definiciones previasenfatizan en que este concepto:a) riene una dimension relacional que permne confrcnrar lasorientaciones colectivas de dos 0
mas actores respecto de cuestiones pollticas; b) de ell! que nosole 10 que enrcndemos por polltica sino inc1uso la conformacion de sujetos hacen parte delfencrncno a estudiar; dctcrminarla cristalizacion de las idcntidades colccrivas es parte ccnstirutiva del analisis de las culturespoliticas exis tcnres (cfr. Lecbner, 1987 ; Burbano de Lara,1998).
Sin embargo, cn contra deuna vision que alude a la culturapolitica como una instancia queno ebarc a la accion propiamemetal s ino sclamentc las orientac lones para la accion (cfr. Lcchner, 198 7: II ; Hurtado. 1994:107), cabe adverti r la existcnciade un enfoquc que pone e! acento en la dimension practica-material de la c ultura en tantoproductora de significados. valores y subjcllvidades.
Bustamante propone, en unaprimera vision general del concepto, que cl problema de 13 cultura polit ic a se refi e re a laexistencia de programas opera-
cionalcs 0 algoritmos que permiten a los actores socialcs inven.tar, crcar y dcsarrollar rcspuestasadccuadas a circunstancias nuevas. Se pone dc maniflcsrc quegran parte dcl bagajc intclcctualy afectivo de las personas estaconstituido per pragmaticas masque per normas y valores queproporcionartan rcspucsras fijadas de anternano a los problemasde [a exi stcnc ta cotid iana. Deah i que explo rer la cultura pclitica de un pueblo 0 grupo socialimplic a no solo hacer refcrcnciaa las ideas y valorcs ya existcnres sino, ademds, indagar sobrela forma como la genre configura la sintcsis , produccicn. interpretacion y reinterprctacion decstos contcnidos para respondera problemas que cad a vel scprcscntan de forma incdita. Enestes enfoques la cultura es entend ida como medics de accicnpniclica (cfr.1996).
Por euo. es posiblc sostenerque bajo elterminc cultura poliuca sc dcsigna a un conjunrc deideas, normas, crecncias . valcresy practices de resotucion de problemas. Una definicion co moes ta asume que la ge nte usa yapfica estes contcnidos de lacoocicncia. sin dcscartar que esten a su vez determinados. en alguna medida por OITOS factores.pero siempre guardando algunarelacion con eSlOS cn uno u otrosentido. La euhura . cntonces,trata de ser entcndida en su cstmctura intema: 0 la cultura es
un factor explicative de ultimainstancia 0 un mecanisme impnrrante a traves del cual losfactorcs verdaderamente explicativos actaan y sc haccn efectivas (ibid.).
Esta defi nicion, de corte masantropologico. enfatiza en losaportes de las teor'ias post -estructuralistas acerca de la relacion entre practices y discursoserucndidos como productos culturales (textos] sujetos a multiples interprctacicnes y desde lascuales se mcide en la ampliacion, reduccion 0 cambio de laesfera de 10 politico y de las formas msntucicnales de hacer poHtica . Algunos reoricos de lacultura popular, como Dc Cerreeu (\984) a Will is (1 990), hanresaltado la forma en que la cultura envuetve un proccsc cclecrive e incesantc de produccionde sjgnificados que modelan laexperiencia social y configuranlas relacicncs sociales. La culrura ha sido definida en este enfoque como -et sistem a desjgmficacicn a traves del cualnecesariamcnte...un ordcn sociales comunicado, reproducido yexplorado" (Williams, 1981:13).
Sobre la base de accesos hermencuricos y semicricos. la antropologia interpretativa se hadesplazado hacia una comprensi6n no positivista y parcializadade la cuhura, en parte dirigidapor la melafora de la "euhuracomo texlos", Uno de los aspectos mas usados de la interpretaci6n post -estruct ural ista decultura en la anlropo[ogia contemporanea es su insistencia enel aml lisis de la produccion ysignificacion de sentidos y pnielicas , como aspectos simu[dneas y profundamente Iigados dela fonnacion de la realidad social. Asi , mientras la antropologia mas clb ica ha u atadogcncralmente de ligar el analisis
de "10 simb6lico y [0 material",las conuibuciones en las tccrtasdel discursc y las rcpresentaciones han provisto de instrumentospara una mejor comprension dela constitucicn mutua, e incluscinseparable, de los significadosy de las practicas. (cfr. Alvarez/Escobar'Dagnino, 1997).
En otras palabras, tanto lasacciones concretes dc los distintos grupos sociales interrelacionados, co mo eI pode r deinterp reter la realidad social, 0
sea, el poder de efectuar una activa apropiacien e invencion del
lenguaj c que ellos poseen. sonelementos cruciales para comprender el tipo de culruras pollticas ex ist entes, las formasemergentes de entendcr la politica, y las diversas modalidadesde visibilidad, reconodmiento 0anon imato que buscan ejercerdentro de los regimenes discur·sivos domi nantes . Es en estcsentido que las "Iuchas socialespueden ser vistas como guenasde interpretacion" (ibid.).
Cabria. sin embargo, precisarel concepto desplegado por Bustamante con miras a especificarla dimension exclusivamente paIi tica del conce pto. Soy de laopinion que las ideas elaboradaspor tal autor pecan de no diferenciar al sistema cultural <:n su
conjunto de aquellas representactcnes referidas untc arnenre alambito de la politica. Asi, sertapreferible USaf el concepto asumiendo que "[a cultura poltncaes el dominic de practices e instirucicnes, esculpidas de la totelidad de la realidad social, quehisrcricamenre han pasado a serconsideradas como propiamentepcllticas (en la misma forma enque orros dominies son vistoscomo prop ia mente -economtcos", "culturales" y "sociales")"( Alva rez/E scoba r/ Dag nino ,1997; 12). (16)
En cste sentido, se pucdc argumentar que a) aunque en cedesociedad exista una culture pollnca dominante, existcn un sinnumere de formaciones culruralespoliticas que cornpiten y dcsafi an ta l hegemon ta: b) Laretacton entre cultura y pollticaprecede, entceces, cuandc seasumc que un conjunto de actores sociales fonnados per dtferentes prac tices y significadosculturales entran en conr uc tccon otros actores.
Haciendo una lectura gramsd ana del problema, la celtura polltica , como es pacio de rec rcacion de las interpretaciones y experiencias sabre te politica. es clcampo donde se construye y articula la hegemonia de delenninado proyec lO politico en unaunidad social dada. Puesto queGramsci alude al lugar de las inlerpretacioncs y recreaciones dela politica -el ambito de la sociedad civil- como momento prioritario con respecto a [as rdonnasy mecanismos politicos instituciona[es (17), es decir, aquel enque se elaboran los <:onsensos,expresan los confliclos y aniculao las diferenlcs posicioncs desujclo, podria pensarse nueva·menle en que sc trata de Ull espacio saturado de diferenles conccpciones sobre la politica y el
ICONosl 55
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mundo social en general. y quecada una de elias busea las formas de aparecet y legitimar suclislencia. La pluralidad de laseelruras politica$. imbricadas en~lacWnn de competcncia y poder, aparece con fuCT7.OI en estalectura.
ESla politiZ;Jdoo de la culturaacepu que los significedcs y laspricticu -pemcularmerne aquelias teorizadas como marginales,crttices. oposicionales, minoritarias, residuales, emergentes• .11lemal ivas. silen<:iadas. y ouas,loon elias conccbidas en relacion a un orden cultural dominante dado- pueden ser 13 fuentede procesos que deben set defj·nidI» como poll1icos. Que eSlaenu ada teoric. sea rara menteasumida en los estudios en boga.rs mas una selia l de las rcstringidas nociones de politica (xistenles que una indication acerca dela fuena social, la eficacia politica y la re[evancia epistemol6gica de 10 politico en la cullura.La cultura l es polit ico porquelos signifi cados son conslilulivos de: procesos que, implicita 0expllcilamenle, buscan redefinirlas relaciones de poder.
6. Sa lida
Como ya se advin io, en gene·rallas rellexiones sabre la cullu·ra politic. kC'Cualoriana~ no hanpasado de ejercicios ensayislicos
56 I!CONOS
formulados en tomo a la comparacjon er ure ciertcs expresicnesculrurales (tal vez] extstemes yel ideal de una cultura pollticademocratica-occidenta t. vistacomo un mod ele a emular, undeber set, 10 cual redunda en unaconcepcion negativizada, colma·da de semidcs ajencs, de las culturas pollticas locales. En efecte,se habla de una cultura pchncacareete de la nociOn de igualdad.,de ciudadania, de individuo, deracicnalidad inlrumental, y portanto anti-democ:ril ica, anti-inslitucional, im cional.
No se ba concebido un ejere'"cio de significacioo posuiva, pordecirlo de .Iglin modo, de lasexpresioces cultuIllles relativas .la poljtica. Oifford Gec:rtz plan.lea que comprcnder Ia cultl1nl deuna scciedad, de un pueblo, implica captar su caracler nonnalsin reducir sus particularidadcs."cuantc mb me es tue rec perco mpre nde r 10 q ue piensan .siemen, actuan los enos tantomas logieas y signifieativas meparecen sus actuec jones" (1990;26). Con este enfoque se busesria. entonces, ccnsrruir una mirada mas anl ro po log ica delsustralo subjelivo de la demo·craci a; se Iralaria de elaboraruna suerte de etnografia "densa~ que disipe la opacidad conque se ha caracterizado a la cullura politica local, sobre el supueslo metodo log ico de qucaquello es posible solallwnle silas formulaciones simb61icas interpreladas se orienlan en fu ncion de los aClores realmenteexisterltes y hajo una mirada re·trospecliva que permita conslruirnexos causales explicativos sobre las condensacioncs cuhura·Ics presentes.
Hacer una elnografi a , diceGeertz, es como tratar de leer ·en el senlido de "inlerpretar untexto
n• un manuscrito extranje.
ro, cas! siempre bcrrcso. plagado de elipsis e incchcrcncias( 1990; 19), para tratar a continuacien de reccnstituir su enginalidad. su orden interne. sussemidcs virejes. Una mirada enexcesc insmuciceal de la democracia ·asociada a los valeres uorvccos que la activan. laigualdad. la ciudadania, la participaeion formal, ete.. parceehabet bloquedo las posibihdedes de comprensien de las siS'nifie.ciones raci ona les yeSlrategieu que los ciudadanoseonfieren a los ectcs y • 105discurscs con que se relacionancon I. demccraci• .
Soy de la opiniOn que bs nopcricncias de la realidad, las interprrtaeiones del sentido comUn.pcseen siempre . lgiln grado propio de eslruo;turacion, que variasegUn el conlexlO y que segmcnllYorganiuo la fac;ilidad del mundade la vida COlidiana para sus eclOreS; par clio, si se Ics quieee hacer justit ia, tales inlerpretao;ionesde ben set, ame todc. comprendidas en sus tcrmmos, como maniIestaciones de s istemassimbOlio;os "consttuidos histOricamente. manIc nidos socialmenIe e individualmenle aplicados
n
(Gttrtz. 1990; 368). Dc ahi quees nco::esario poncr distanda enlreinlerpreladones construidas de!;de observadores cllternos, queusan sus propill$ paUlas logicas. ala luz de las euales tales formuladone!; simbO licas aparccen 0;01110incoherentcs, asistemalicas, 0suicidas y la Iligica que poseenpara los miembros de dl'lermina·dos grupos, y que aparecen con~una coherencia, una claridad yuna consislend a sulidenlCs paradarte a cualquiera una oportunidad razonable de enlender y scren t e ndido~ (Sch UlZ, o; n Nun.1984; 224).
5e hace nccesario revis.r csaidea de rlIC ionalidad imica que ha
venidc gobcmando los discursosdominantes de la dcmocracia liberal, existen multiples formasde ectuer la democracia, de experimentarla, de otorgarle contentdos mult ip les, tal vez enconflic to, perc que fina lmente
pueden estar conducicndo a unarcsignificaci6n del sistema politico en su conjunto y de las representactones untvocas que enapariencia se elaboran sobre ladcmocracia. Se trata, en definitiva, de scntar las bases para pro-
gramas de investigacien multidisciphnarios sobre el orden democrdrico vigente que se alejcnde miradas normanvas. evotucionistas 0 teleclegicas, y que dejende comprender al pais " real " apartir del pais"pre-visto".
MOTAS el analisls de los disei\os institucionales como eje de la construcci6n uemccrauce.
(1) Quisiera agradacer los veuosos y ex- (5) Me tenere a las reneaooee de Felipetenses comenlarios del X. Andrade a una Burbano de Lara (1998), Sim6n Pachanoversion inicial de este trabajo, sobre todo en (l996b), y Oswaldo Hurtado (1994). Este en10 que sa renere ar aicance las etnografias y foque, dominante an er medio local, levantaa su idea de los peligros de "sociologias sin uno de los argumentos mas repetidos en losetnogralia pero con culture" que empiezan a estudios sobre el tema: la cullura politica cocircularen el medio. roo Ireno para ta democratizaci6n de la soce-
(2) En este nivel se ubican, entre otros, los dad.trabajos de S. Pachano (1996a); J. Sanchez- (6) Es retevente at respecto seneter que,Parga (1998); J. Echeverria (1997); y los 00- por ejemplo. en el trabajo de Carlos de la Tocumentos de Trabajo del Proyecto de ITe titulado "Un s610 toque: populismo y cultu"Gobemabilidad" de CORDES (1997-1998). ra ccuuce en el Ecuador", no se desarrolla en
(3) A cesar de reconocer ta distinci6n con- ningun memento de su obra una sproxlmaceptual electuada por Sartori en lorna a la cion conceptual sobre el termmc en cuesti6n,existencia de 'tres niveles de consensc a) de esta foma, la categorfa "cultura polltica"consanso a nivel de la comunidad 0 consan- aparece como autc-retenua. estabilizada, yso basicc: b) consenso a nivel de regimen 0 de usc consensuado y aproblemaucc.consenso procedimental; c) consenso a nivel (7) Tal como senate Gail Bederman, ende acci6n polltica 0 consenso politico· (en una clara linea foucaultiana, las construcclosecneoc, 1996a), los dos cltimos niveles eo- nes fntetecrueies no se separan de las pracnrrespondientes a! regimen y a! sistema politi. cas materlales, las practices diariasco, resoecnvamente y er primero referido a la reluerzan a las relaclones socrates de poder.cuffura politica y a la formaci6n de identida- Se freta de un tipo de sbordale anauncc quedes secretes, qulsiera ecvernr que en el cur- "simultaneamente entoca en las eonstruccioso de este documento users lnosuntamente nes intelecluales y en las pracncas materialos conceptos de regimen counce 0 sistema les 10 cua l permite que los hlstcrtadorespolit ico para relerirme al nivel instrumental puedan analizar at mismo tiempo Ideas yde la counce. practicas, agencia y poder" (1995: 24). las
(4) Mas alia de los debates generados en Iraducciones, desde e! ingles, de los trabajosla academia estadounidense er respecto de de eecermen. Williams, Moulle y Escobar/AIesta 'efiqueta", uso eete termino con una pre- varesiOagnlno han sldo reeuzaoas pot el au-tensi6n taxon6miea y no como descriptor de lor de este ensayo. ...una aproximacl6n disciplinaria, sobre todo (8) En estos relatos no imporla cuales sonantropol6gica. Esle uso reslringido se debe _ los componentes de la cultura polltica, ni co-""
. como se vera mas adelanle- a que tales ac- . mo esta se ha formado hlst6ricamente se po-Ol< cesos analflicos electuan su acercamiento a ne el enlasls -unicamente- en el fin 0 la':; ;0
'" 10 cultural sin etnograllas, entradas melodo- ulilidad que puede tener para construir un reo;y16glcas derlvadas desde la antropologfa 0 gimen politico demacralico: "La relaci6n entreaproxlmaciones "In situ" sobre el problema en " cultura poUtica e instituciones es compleja:cuesti6n. Los esludios ·culturalislas· serfan, - ...Si.n embargo, dada la poca tradici6n demoenlonces simplemente, aquellos que privile. - cratica del Ecuador, patecerla correcto hablargian el estudio de la cultura polftica per sabre de la conveniencia de adecuar la cultura polf-
. . ?l ~..;> ¥ .;:;~,'t':'"<fl ~ ·.i~i~"'...J;;""
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ICONosl 57
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. . .nee a las necesidades det juego instltuclonal puede producir polltlcas leen6crstas comode la eemccracra" (Burbano de l ara, 1998: 4).'l'l!r Mahuad mientras que la Costa produce pa-e
(9) La ausencia de una visiOn hisl6rica en fr'dres de familia como Alvaro Naboa 0 Abdalat tal trabajo explicarla que a peser del (rico) ;! ~ Bucaram...es una contradicci6n entre re poUli-
.~ ejerciclo descriptivo reenzaco. e! autor no he-.I ca de la presencia y el compromiso personalya explorado los nexos causales y las condi- de un jele de carne y hueso, y ta pollticaclones de tcrtnaclcn de [a cultu ra polfl ica post-tradicional que S8 encuentra locaUzadaclientelista-patemalista -en sus propios termi- en 10 impersonal. en 10 inslilucional, en tos ~
nos- exlstente en el pals. procedimienlos, en tas formes y en la racio-~~ (10) Esloy pensando score lodo en los Ira- nalizaci6n desencarnada de las relaciones
bajos de Hurtado (1994), Burbano de Lara hurnanas" (1998: 33. Subrayado mlo), Se ob(1998) y en clerta medida el ensayo de Fer- serva una naturalizacl6n de ciertas Imaqenesnando Buslamante (1996). eslereo1fpicas score las dos reglones._ (11) Me reuerc a las aproximaclones de . (14) En general, los palses de ta regi6n. yBustamanle, Pachano y Burbano de Lara, No el caso ecuetonano no es la excepcicn. preIralo de restar importancla a los ejerciclos en- sentan problemas de coordinaci6n entre essayfslicos como marcos para acceder a la los dos mvetes , ex isle una eretencrecomprensi6n de delerminados problemas, conflictiva entre ra gesli60 publica, el lugar ymas eon en un contexte acedemlcc como el los mecanismos de lorna de decisi6n, y losecuetonano donde los recursos para desarro- mecanlsmos y morfologias de la representaliar progamas de investigaci6n social son pot cton (clr. Echeverria, 1997).decir 10 menos insignlficanles. Sin embargo -. (1 5) En esta perspecliva, e! pasado no esello no obsta para que se exija a tales traba- jamas un ambito congelado que lnvila a unajos el reconocimlenlo de los umnes bajo los mirada objeliva y desapasionada de parte decueies sa elaboran y los sesgos personales mufuples lectores. Por el contrario, ccneutovede las jnterpretaclcnes. La incidencla que los un teste sujelo a una fluida variedad de posirelates de las eutes lntelecfuales Iienen en la billdades interpretativas. EI giro nermenecnoplnl6n publica y en las propias elites polfti- co consIsle en Ir mas alia del presenle; eete
, cas, para delinir agendas de discusi6n y polf- , ir mas alia no signlflca la abolici6n de la si.... tica publica, ' obligar ia It a " desa rro lla r tuacl6n hlsl6rica presenle en vias a entender- pronunciamienlos mas melodol6gicamenle el pasado. zunterprete -cualquier ciudadano
controlados. :;\t¢m '~'''' ::-~",,,.~.<;~ ~,,~ no puede Irascender su histcricidad cuando(12) Cabria preclsar que uno de los lfmiles reflexiona sobre un eventc 0 un teste. Su si
de su trabajo de campo reside en que no se , nractcn hisl6rica, su 'hcrlzonte particular" enescuchan las voces de los sujetos sociales - temnncs de Gadamer, es slmplemenle lmboestudiados. la voz del autcr eperece como la i rrable (cfr. Gadamer, 1975, 'en Alejandro,mas auto rtzeca pa ra dar cuen ta de los 1993), ";.~> ..... -' ,~ ~
-olres", Esto Iiene un srectc homogenizador $i'l (16) Chantal Mouffe senala, por ejemplo,, sobre I~s caracterrsucas de las audlenclas .r que ia cullura politlca dominante en OCCiden..
electorates.~~~<:1~"~~P?t~ Ie es una eslera caraclerlzada por ser 'recto..(13) ourstera senerar que una importanle :o;:nallsla, universalisla e individualista" (1993:
Hmltaclcn del Irabajo de Bustamante es que, • 2). Como se saba, las lormas pollticas domi.' como resullado de una aproximacl6n a 10 cur- . nantes en la culture de ra regi6n, y en espe..» tural sin trabajo de campo, termina por repro- cial en el caso ecuatorlano, dlfieren en gran..,duci r de ' forma-a'sislematlca ciertos medlda de este esquema, ' ~ :.' ' ..
estereotipos de quienes ' reslsten" al modelo _- (17) La ' tnncvecrcn' de la propueslaoemccrauco-rnocerno. Este problema se he- gramsciana, con respeclo a los poslulados
'. ce particularmente evidente en su.lrabajo "A marxislas,' radica en que coleca a los pianos... la busca de la raz6n perdida" donde realiza superestruclurales, donde cohabitan dialecti..- un analisis de la dllerenle consliluci6n de los camenle sociedad civil y socledad polltica, en
eleclorados coslefios y serranos en base a una relaci6n delermlnanle del ambito eslruc..las recurrenles y prejuiclosas dicolomlas lural: -no es la eslructura econ6mica la que' emocl6n..raz6n', 'came..espirltu' 0 ·tradici6n.. determina la accl6n polflica, sino la inlerpre..modemldacl': "~ ,Ia socledad andina y quilefia laci6n que se haga de ella y de las lIamadas
58 I ICONOS
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